Examen Físico

Actualmente contamos con diversos medios ópticos que permiten la realización del examen
físico, y por lo tanto conservativo, de papeles, tintas, sellos, entre otros componentes del
documento. En este examen se utilizan elementos de magnificación óptica (lupas,
microscopios, etc.) y variadas fuentes luminosas, filtros de color apropiados para la
observación directa en indirecta, entre otros.

Importancia:

Debe insistirse en la necesidad absoluta de agotar el análisis físico, siempre conservativo,

antes de abordar técnicas químicas, que son, en menor o mayor medida, destructivas.

La primera observación debe ser directa, sin ningún artificio, ya que así se deducen a veces
detalles fundamentales para el buen éxito de la pericia.

Pasos:

1. Examen directo

Se inicia por la observación a simple vista, mediante iluminación a “luz de día” y luego con
luz artificial. La luz debe incidir sobre el documento en diversas direcciones. Con tres
posiciones fundamentales:

a. De forma perpendicular sobre el escrito: refleja al máximo el color aparente de la tinta

y la estructura del trazo.
b. Rasante: resalta el brillo de la tinta y la profundidad de los surcos producidos por el
elemento escritor.
c. Por transparencia o a contraluz: muestra el color propio de la tinta, su penetración y
adherencia al papel.

Debe tenerse en cuenta el color del documento analizado, que puede afectar el resultado de
las observaciones.

En todos los casos, el documento debe ser fotografiado como primera medida (fotografía
general), para fijar las condiciones en las que fue recibido por el perito; luego una particular,
donde se registran las imperfecciones, accidentes, defectos, marcas o detalles de interés para
la peritación, y al final deben documentarse con magnificación adecuada las observaciones
propias de la escritura (entrecruzamientos, dobleces, yuxtaposiciones, tachados, etc.)
2. Observación con elementos de magnificación
a. Con lupa simple: con una lupa simple, pero de gran diámetro, se realiza el estudio de
todo el documento o gran parte del, a visión binocular. Debe realizarse con la misma
iluminación que la anterior.
b. Microscópica: se examina el documento mediante una lupa binocular estereoscópica,
que permite el estudio de rasgos individualmente. Esta lupa permite el uso de filtros
de color y disponer de dispositivos de iluminación que permita obtener todos los tipos
de iluminación citados.
Cuando los trazos de tinta están situados sobre documentos distintos y se necesita su
comparación mediante observación simultánea, pueden doblarse adecuadamente para
lograr su yuxtaposición en el campo del microscopio. Sin embargo, esto no siempre es
posible, debiendo en estos casos proceder a la observación alternada y repetida de los
rasgos a comparar.
El microscopio de comparación permite la observación de dos documentos y resulta
de gran utilidad, siempre que las muestras estén sujetas a condiciones óptimas
exactamente iguales.
c. Filtros: todas las técnicas se completan y perfeccionan mediante el uso de filtros, y se
los coloca ante el ojo del observador, la lupa o ante el objetivo del microscopio.
Filtrando así la luz reflejada, difundida o transmitida por el documento o por el rasgo
de tinta en particular.
Así se pueden diferenciar dos tintas, por lo general constituidas por una mezcla de
colorantes. Si el filtro absorbe una de esas tintas y no la otra, establece una diferencia
que permite detectar la adulteración del escrito.
Es preferible trabajar en un cuarto oscuro y los filtros a utilizar deben cubrir todo el
espectro visible.
d. Con UV e IR reflejados por microscopia: este método permite la diferenciación de
tintas, por ejemplo, dos tintas que reaccionan exactamente igual en color, brillo,
intensidad, etc., con un filtro de 750 nM, pueden diferenciarse con otro de 850 nM.