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Manuel Mendieta

ID:603410

Reseña de la fundamentación de la metafísica de las costumbres

Este libro escrito por Immanuel Kant en 1785, encontramos que está dividido por tres
capítulos, en los cuales nos habla el primero de el transito del conocimiento moral común
de la razón al conocimiento físico en este encontramos como primer concepto de la buena
voluntad, como acto que se considera el único bueno sin restricción, donde algunas
cualidades facilitan su trabajo pero se caracterizan en que no tienen ningún valor en
absoluto, si no que presuponen siempre su buena voluntad que restringe la alta estima que
solemos tributarles y no nos permite considerarlas absolutamente buenas.

También nos dice que la buena voluntad no es buena por lo que se realice si no por su
aptitud para alcanzar algún determinado fin propuesto previamente, sino que sólo es buena
por el querer, es decir, en sí misma, y considerada por sí misma es, sin
comparación, muchísimo más valiosa que todo lo que por medio de ella pudiéramos
realizar en provecho de alguna inclinación.

A su vez nos habla dela buena voluntad, que para desarrollar este concepto hay que
considerar el concepto del deber, que contiene el de una voluntad buena, aunque bajo
ciertas restricciones y obstáculos subjetivos que, sin embargo, lejos de ocultarlo y hacerlo
incognoscible, lo hacen resaltar por contraste y aparecer con mayor claridad.

Se nos muestra un ejemplo en donde se nos dice que conservar la propia vida es un deber,
que además todos tenemos una inclinación a ello, por ende esto no es que tenga un
contenido moral, si no mas bien es basado en la inclinación, pero que pasa si una persona
no tiene el sentido de querer la vida, que por algún motivo fuera infeliz, aun así conserva la
vida, este es ya un concepto de deber, más que una inclinación, es decir que su máxima
tiene un contenido moral.
Llegando al principio del conocimiento moral de la razón común del hombre, que no
precisa de un concepto abstracto, ni de una forma tan universal pero que se tiene
continuamente presente, que como hacia Sócrates, no hacia falta enseñarlo, ni estudiarlo,
para distinguir lo que es bueno de lo malo, y de esta manera puede verse como el
entendimiento de juzgar prácticamente es muy superior al de juzgar teóricamente.

En el segundo capítulo llamado tránsito de la filosofía moral popular de la metafísica de las


costumbre nos encontramos con conceptos como lo son la moral donde con varias teorías
nos muestra que la moral tiene sus asientos y origen en a priori en la razón, y ello tanto en
la razón humana más común como en la más altamente especulativa; que no pueden ser
abstraídos de ningún conocimiento empírico y, por tanto, contingente; que en esa pureza de
su origen reside precisamente su dignidad, la dignidad de servirnos de principios prácticos
supremos.

Otro concepto resaltado en este capitulo es el de el imperativo, donde nos desliga de un


imperativo hipotético del imperativo categórico, donde el primero en general no sé lo que
contiene hasta que me es dada la condición, y el segundo enseguida se sabe que contiene,
en donde nos dice que en realidad solo hay un imperativo categórico y este dice: “ obra sólo
según aquella máxima que puedas querer que se convierta, al mismo tiempo, en ley
universal.”

Donde nos demuestra con varios ejemplos de hombres, que el deber es un concepto que ha
de tener significación e influencia auténticamente legisladora sobre nuestras acciones no
puede expresarse más que en imperativos categóricos, de ningún modo en imperativos
hipotéticos.

A su vez nos muestra el concepto de la heteronomía de la voluntad como origen de todos


los principios legítimos de la moralidad donde nos dice que la heteronomía se da cuando la
voluntad sale de sí misma a buscar esa ley en la constitución de alguno de sus objetos.
También nos habla de la división que existe de todos los principios posibles de la moralidad
según el concepto anterior de la heteronomía en esto nos da los principios que contiene la
moral y otros que no, ejemplificando estos conceptos.

Para terminar con el último capítulo, el numero 3 titulado ultimo paso de la metafísica de
las costumbres a la crítica de la razón pura práctica, donde primera afirmación es: el
concepto de libertad es la clave para explicar la autonomía de la voluntad, en este nos da el
concepto de voluntad y de libertad, donde es analizada por autor como definición negativa,
que a través de su análisis la vuelve positiva, o da una manera de hacerla positiva.

La segunda afirmación es la libertad como propiedad de la voluntad de todos los seres


racionales debe ser presupuesta, donde nos da dos afirmaciones que son: “ todo ser que no
puede obrar de otra manera que bajo la idea de libertad es, por eso mismo, verdaderamente
libre en sentido práctico, es decir, que valen para tal ser todas aquellas leyes que están
unidas inseparablemente a la liberta” y “todo ser racional poseedor de voluntad debemos
atribuirle necesariamente la idea de la libertad bajo la que obra, pues en tal ser pensamos
una razón que es práctica”, con lo que nos redacta que la voluntad no puede ser voluntad
propia más que bajo la idea de libertad, con lo que, en consecuencia, ésta ha de ser atribuida
a todos los seres racionales.

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