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Los Estados Nación nacieron al calor del incipiente capitalismo que estaba surgiendo hace ya 5

siglos más o menos. Se comenzó entonces a legislar para allanar el terreno a la clase capitalista
(léase Karl Polanyi “La gran transformación” o los estudios de E.P Thomson como “la economía
moral de la multitud”).
El Lassiez Faire et Lassiez Passer que ansían los neoliberales como Hayeck o Friedman no existe,
ni existirá. Se demanda solo al reclamar beneficios, ganancia o plusvalía. Sin embargo, el estado
socorre a la clase capitalista cuando ésta se ve en apuros. Hemos sido testigos de ello recientemente
con el rescate a la banca en la crisis del 2008. Esto significa privatizar beneficios y socializar deuda.
En cuanto a los estudios de Marx, se centran en Economía Política, es decir, macro-economía, y por
tanto las conclusiones son globales, teniendo en cuenta la evolución social y temporal, desde una
perspectiva histórica. Los ejemplos de los trajes que pones son más bien casos que entrarían dentro
de la la micro-economía, la escuela austríaca, que deja fuera (no sé si deliberadamente) variables
sustanciales e indispensables en un análisis a nivel socio-económico de largo alcance, incapaces de
explicar hechos cruciales como las crisis cíclicas del capitalismo, cosa que sí hace el análisis de
Marx en en Capital.
El punto que mencionas de la teoría de la explotación (o plusvalía) se fundamenta en la teoría del
valor, que ya fue estudiada y dada por cierta por economistas clásicos liberales anteriores a Marx,
como David Ricardo o Adam Smith. De todos modos, como he dicho, Marx no se queda en los
casos puntuales o locales, sino que realiza análisis amplios para encontrar leyes. Estudia a la clase
capitalista y a la clase obrera como clase global y a lo largo de períodos largos de tiempo. Y llega a
conclusiones que, evidentemente, pueden estar alejados de casos concretos.
Por otro lado, no comparto ese concepto de libertad en el que se permite, en el ejercicio de la
misma, apropiarse de los medios de vida de los demás, de sus medios de producción, o de sus
tierras para acumular riquezas personales ilimitadamente. Mirándolo en perspectiva me parece una
locura megalómana. Pero es que además no todo tiene un precio. En mi opinión la Libertad (con
mayúsculas) no significa ostentar el poder de comprar o apropiarse de todo cuanto se ansíe o
apetezca (eso no es libertad, es opresión de los poderosos). Y, sin embargo, es lo que el sistema
capitalista, en nombre de esa mal llamada libertad, lleva haciendo desde que impera
hegemónicamente. Hay múltiples ejemplos de ello, solo hace falta echar un vistazo a la historia de
EEUU o Inglaterra en los últimos 300 años, todas sus conquistas y colonizaciones. O al hecho de
que actualmente una sola persona controle la logística de la paquetería de venta on-line del mundo
entero, como ocurre con Amazon. Control que es mas ficticio y virtual que real, porque es
imposible que realmente él lo controle. Soló tiene los derechos sobre ese control porque se ha
legislado para que pueda hacerlo. Jeff Bezos no realiza el trabajo de llevar el paquete a tu casa. Jeff
se apropia de cierta plus-valía que sale de ese trabajo que realiza otra persona. En realidad la
explicación de la plusvalía es algo más compleja y está en el capital, capítulo 22, por si te interesa.
Pero lo cierto es que el hecho de que cualquier otra persona fracase al intentar montar una empresa
de venta on-line no implica que no exista esa plusvalía de la que se beneficia Jeff. Sólo deja
entrever que el capitalismo es cada vez peor negocio a nivel general.
El “ADN” del capitalismo se fundamenta en la competitividad entre agentes individuales, en llevar
al mercado cualquier posible nicho de negocio rentable económicamente y en la depredación de
cualquier recurso posible para sacar ventaja. Se trata de sacar beneficio del trabajo que realizan
otras personas. Habría que desmentir los mismos cimientos del sistema, aquellas máximas
smithcianas sobre una mano invisible (el mercado) que todo lo regula de justa manera, o que la
búsqueda del beneficio individual y egoísta redunda en el bien general.
En definitiva, el capitalismo genera crisis económicas, desigualdad creciente entre pobres y ricos y
en diferentes zonas del planeta, agotamiento de recursos, contaminación, cambio climático,
extinción de especies, etc.
En cuanto al Estado como explotador, en palabras de Marx “El Estado es una herramienta que sirve
a los intereses de la clase dominante”. Lo cual no quiere decir que no se pueda legislar
puntualmente en beneficio de la clase desfavorecida. De hecho las luchas sociales apuntan en esa
dirección. La jornada de 8 horas no se consiguió gracias a la generosidad de la clase capitalista,
sino gracias a las luchas sociales. Por cierto, que se consiguió hace ya más de un siglo, y ahí
seguimos, como si fuera una ley divina. No se si sabes que Keynes auguró en los años 30 del siglo
veinte que al ritmo al que evolucionaba la tecnología en 80 años se podría producir lo mismo o más
con jornadas de 4 horas de trabajo. La tecnología ha evolucionado mucho más de lo que pensaba
Keynes, pero esa tecnología no ha liberado al ser humano del trabajo, no se ha reducido la jornada
laboral, solo se incrementado el paro.
En fin, que estoy en las antípodas de tus creencias.
Recomiendo la escucha de la linterna de Diógenes, otro podcast que difunde el pensamiento
libertario, aunque con otro cariz totalmente diferente, de corte anarcosindicalista, aunque toca otros
temas.
A pesar de las diferencias ideológicas, gracias por tu trabajo.

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