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1Resumen

ciencia y sociedad civil

Jesús Andrés Gutiérrez García.


Abril 2020.

Universidad de Antioquia.
Facultad de Ciencias Económicas.
Introducción a la Ciencia, Tecnología e Innovación
La necesidad del hombre por comprender su entorno se convirtió en un impulso para el
desarrollo de la ciencia; de los principios sobre este conocimiento ordenado y experimentado,
el científico estadounidense Carl Sagan, hace referencia en su documental “Los orígenes de la
ciencia /cosmos”, en el cual se refirió a que podían haber principios, fuerzas o leyes naturales,
a través de las cuales se podía entender el mundo, aislándose de lo mitológico. Esta gran
revolución de ver la ciencia desde otro punto de vista, tuvo lugar entre los años 600 y 400 antes
de Jesucristo, y se logró en manos de los mercaderes, artesanos y sus descendientes, quienes
fueron los pioneros de la ciencia.

Fueron varios científicos, que en su época aportaron teorías y conocimientos; Tales de Mileto,
fue el primer científico jónico, planteó que el mundo no estaba hecho por los Dioses, sino que
era una consecuencia de las fuerzas materiales que actuaban en la naturaleza, trayendo
consigo las nuevas semillas para las nuevas ciencias, como la astronomía y la geometría.

Anaximandro de Mileto, amigo y colega de Tales de Mileto, realizó el primer experimento, el


cual consistió en analizar la sombra vertical de un palo para medir el tiempo, específicamente
en la duración del año y las estaciones; estudió la abundancia de los seres vivos y vio la
relación entre ellos. Teodoro de Samos, ingeniero maestro del siglo, se le atribuye la invención
de la llave, la regla, la escuadra de carpintería, el nivel y el torno. Empédocles, científico griego,
estudió el aire y pensó que este era una materia tan finamente divida que no podía verse.
Demócrito, comprendió que las formas complejas, los cambios y los movimientos del mundo
material, derivaban de partes móviles muy simples, a las que llamó átomos, fue quien habló por
primera vez de la teoría atómica.

La ciencia acompaña desde hace varios siglos el desarrollo y la evolución de la humanidad; el


ser humano comenzó a razonar y, creó necesidades que fueron el motor, para que, desde los
primeros pensadores o científicos se pudieran dar diversos avances, transformando el papel de
la ciencia en la sociedad, para no quedarse en una perspectiva meramente académica, sino
avanzar a diversos campos de aplicación.

La ciencia, como sistema ordenado de conocimientos además de estar marcada por la historia,
está inmersa en la sociedad (Ziman, 2003); sus resultados están presentes en diferentes
ámbitos como la salud, los medios de producción, el transporte, las comunicaciones, la
tecnología, entre muchos otros; en los diversos campos de acción, genera distintas reacciones,
por ejemplo, aceptación, rechazo, agradecimiento, temor, respeto, entre otras. También es muy
variada la forma como llega al público y, como se relaciona con las personas, de acuerdo con
su papel en la sociedad: compradores, pacientes, clientes, soldados, funcionarios públicos,
periodistas, empresarios y muchas más. Bajo estas circunstancias, los científicos tienen y
transmiten una concepción según el segmento al que esté dirigido. En otras palabras, como lo
indica John Ziman, en su artículo ciencia y sociedad civil, “lo que cada parte piensa y dice de la
otra, depende enormemente de las circunstancias”. Todos estos hechos han configurado la
ciencia en una gran institución en la sociedad, que representa un elemento fundamental del
orden social y componente esencial a nivel cultural. No obstante, los contextos religiosos y
educativos influyen significativamente en la visión que el público tiene del conocimiento
científico.

Gracias al desarrollo del conocimiento científico, la ciencia ha impregnado varios sectores de la


sociedad, por ejemplo, se ignora que la ciencia tiene un factor político, este último se reviste de
gran importancia en la humanidad y es vital en la economía. Es un componente trascendental
que atrae el poder de instituciones políticas e influye en la banca, la iglesia, los medios de
comunicación, centrales sindicales, entre otras. A su vez, la ciencia forma parte de la
estructura social, considerándose una de las fuentes potenciales del poder social; sus
funciones quedan establecidas por cualquier fuerza, grupo, idea o persona que pretenda
acaparar tales poderes en una sociedad concreta.

En sociedades “teocráticas”, es decir, las que sostienen una doctrina religiosa, la ciencia se
reconoce como una forma distinta de conocimiento y sabiduría, pasando a un papel secundario
en la tecnología y la medicina. En contraste, en los sistemas sociales totalitarios,
particularmente en el soviético, la autoridad estaba en la ciencia, donde proclamaba un triunfo
al sistema. El capitalismo por su parte, ha convertido a la humanidad en presa de consumismo,
generando riquezas de manera global y articulado con la burocracia, logró que fuera un
mecanismo eficiente para controlar los seres humanos.

John Ziman, argumenta que las variadas formas en que la sociedad trata de relacionarse con la
ciencia, muestran el amplio rango de posibilidades que existen. Hace referencia a una sociedad
pluralista, en la que la ciencia misma no es más que una de las instituciones en competencia.
Esta pluralidad, no es porque se da en circunstancias diferentes, sino porque atiende a
programas políticos diferentes. No hay autoridad central ni ideológica para imponer a las
ciencias y sus tecnologías asociadas un único papel social.

La ciencia enriquece a la sociedad con conocimiento general, influyente y fiable. Pero a pesar
de generar aportes muy valiosos, los científicos lamentan que una parte de la humanidad
manipule sus contribuciones, y esto se entiende como una repercusión del control y poder que
ejercen, por lo general, las grandes organizaciones públicas y privadas que financian la
investigación y, que persiguen fines específicos para disputar con sus contrincantes políticos,
militares, económicos o culturales. No obstante, y gracias a la misma evolución del
conocimiento científico, otra parte de la sociedad aprecia los grandes esfuerzos, logros y
capacidades del ser humano, que han influido para que este se enfoque en temas de
preocupación pública, como son la salud, las fuentes de energía, los recursos alimentarios, el
empleo, la conservación de la naturaleza, entre otros, fortaleciendo así, ciencias como la
ecología, climatología, epidemiología y economía.

La ciencia desempeña cuantiosas funciones sociales y por esta pluralidad es pertinente


visualizarla en dos esquemas, el primero enfocado en el fundamento no instrumental, en el cual
debe ser pública para los asuntos legales, políticos y sociales; universal, para que permita
acceso equitativo a ella y el entendimiento del público general; imaginativa, para la exploración
del mundo natural; autocrítica, para su valoración mediante la experimentación y el debate;
desinteresada, para la producción del conocimiento por su propio valor. El segundo, orientado
a las funciones instrumentales, que en general se enfocan en la tecnociencia 1, la cual produce
conocimiento con características de privado, para explotarse como propiedad intelectual;
particular para servir a élites técnicas y grupos de poder local; prosaica, para cubrir problemas
y necesidades habituales; pragmática, para ser probada sólo con fines de éxito; partidista para
satisfacer intereses de grupos sociales particulares. No obstante, esta clasificación es
contradictoria entre sí, por ejemplo, no es lógico que pueda ser desinteresada y partidista al
mismo tiempo.

La vida humana sería compleja sin las maravillas encontradas por la curiosidad científica. Los
asombrosos descubrimientos en cosmología, física, tectónica de placas, comportamiento
animal, ciencia cognitiva2, entre otros, no son productos meramente de la casualidad o la
1
Tecnociencia: Instrumentalización del conocimiento científico – tecnológico: el avance en el
conocimiento deja de ser un fin en sí mismo para convertirse en un medio para otros.

2
La ciencia cognitiva es una perspectiva multidisciplinar sobre la mente humana, que puede ser aplicada
a otros sistemas de procesamiento de la información, siempre y cuando mantengan similitudes en cuanto
cultura, sino que se han valido del esfuerzo, interés e iniciativa de estudiosos, para resolver las
necesidades de un gran colectivo. Por esta razón, y para conservar proximidad con los
beneficios y funciones socialmente deseables, actualmente los avances científicos no sólo los
provee la ciencia “académica”, sino que se ha permitido el traslado a algunas instituciones
sociales, donde los científicos están o fueron empleados bajo circunstancias académicas,
condición que en esencia está acorde con los principios establecidos por las universidades
alemanas, de principios del siglo XIX y que ahora se mantienen en todo el mundo.

La ciencia, como componente principal de la academia, contribuye a disminuir el


desconocimiento de la sociedad, enfocándose en diversos vacíos cognitivos, entre ellos:
vacío de conocimiento, en su función educativa, suministra el acceso al conocimiento científico
confiable; vacío gubernamental, en su función investigadora, permite contar con asesoría
científica, independiente para el control democrático del poder tecnocrático; vacío cultural,
como institución multidisciplinar integra las ciencias y las humanidades; vacío de valores, en su
función ética, defiende, corrige y propaga los valores humanos que expresan y sostienen el
bien común del público en sus encuentros con la ciencia.

La ciencia no debe quedarse en un contexto histórico o ser vista con una vaga idea sobre su
contribución a las diferentes dimensiones sociales, se ha demostrado que este conocimiento
experto, fidedigno y novedoso, es el gran desafío para la vida humana, que permite resolver
diferentes asuntos enigmáticos y da respuesta a un sin número de exigencias de la humanidad
en constante cambio. La ciencia es un camino para acercarse a un conocimiento profundo,
facilita la comprensión del entorno, proporciona grandes avances a las diferentes perspectivas
humanas, como pueden ser la salud, la tecnología, la política, en general, todos los aportes se
enfocan en aumentar la calidad de vida de la sociedad. Sus valiosos resultados incitan a tomar
conciencia de su importancia y pueden influir en la toma de decisiones personales y
profesionales.

A los gobernantes les corresponde incluir en sus planes de acción, los oficios de la ciencia,
para así poder enfocarse en soluciones a ciertos desafíos, como son el cambio climático, la
pérdida del ecosistema, la contaminación, escases de los recursos naturales. Es deber del
gobierno y sus ciudadanos comprender la finalidad de la ciencia, para hacerla más participe de
la cotidianidad.

a las leyes que rigen el procesamiento.


Referencias

¿Qué es la Ciencia Cognitiva? Sus ideas básicas y fases de desarrollo. (s. f.). Recuperado 5 de
abril de 2020, de https://psicologiaymente.com/psicologia/ciencia-cognitiva
Carl Sagan - LOS ORIGENES DE LA CIENCIA / COSMOS - YouTube. (s. f.). Recuperado 29
de marzo de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=Es99juS7AFw
Ziman, J. (2003). Ciencia y sociedad civil. Isegoría, 0(28), 5-17.
https://doi.org/10.3989/isegoria.2003.i28.503

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