Misioneros Contemplativos Javerianos Ad Gentes

“Comunidad que colabora con amor en el Proyecto de Dios Padre”

NOTAS PARA LA FORMACIÓN PERMANENTE

ABRIL DE 2020

Muy apreciados Misioneros Contemplativos Javerianos Ad Gentes reciban un cordial saludo en Jesús
Contemplativo Misionero del Padre

Para nuestra Comunidad el mes de Abril ha tenido un significado muy especial por ser el tiempo en
el cual se fundó la SVA. De manera especial esta primera semana de abril de este año 2020 es muy
particualar en las celebraciones de la Iglesia dadas las circunstancias por las cuales pasa la
humanidad entera. La semana MCJA (5 a 12) coincide con Nuestra Semana Santa, no creo en las
casualidades. Será un tiempo muy especial para la vida del creyente, pero mucho más para nosotros.
Este será un tiempo que nos ofrece el Señor para contemplar, reflexionar, meditar y seguir
interiorizando en nuestro camino cristiano y en nuestro carisma fundacional que da fuerzas y luces a
nuestro modo de vida en tiempos de grandes crisis mundiales en que el mundo necesita voces de
esperanza y testinmonios vivos de fe en Jesucristo, el Señor, salvador del universo. La Iglesia está
viviendo un verdadero viacrucis y nosotros, partícipes de esta experiencia, somos parte del dolor, de
la tristeza y de la angustia que padece gran parte de la humanidad, pero a la vez somos y seremos
parte de la luz del Resucitado que acompaña y anima el nuevo período de la historia que empieza a
vivir el ser humano.

Continuando con las breves reflexiones sobre los artículos de nuestras Constituciones, seguimos
viendo el artículo 1 comenzado el mes pasado:

Art 1. “La Sociedad Misioneros Contemplativos Javerianos Ad-Gentes es una Sociedad clerical de vida
Apostólica, de derecho diocesano, compuesta por clérigos y laicos. Quienes se consagran mediante la
Promesa Jurada de Obediencia a la actividad misionera ad Gentes por toda la vida; se comprometen a
buscar la perfección de su vida por la practica de los consejos evangélicos y por la contemplación en
acción; y llevan una vida fraterna vivida en comunidad, según el Evangelio.(CIC 302, 578, 586,594-
595,731-746 ).”

Actividad Misionera: Esta dimensión corresponde a la naturaleza de la Iglesia y dentro de ella y con
ella respondemos al llamado de Dios para llevar el mensaje de la salvación. La actividad misionera
de cada miembro de la comunidad es una actividad de conjunto, no podría entenderse como una
actividad de iniciativa personal, no puede entenderse como tal puesto que es una acción del Espítu al
interior de la Iglesia dando a cada uno según Él lo desea para el bien común. Esto no quiere decir que
el individuo pierda su identidad y sus cualidades, al contrario, se fortalecen los dones que Dios da en
la medida que se comparten, he ahí otro aspecto de la vida comunitaria que se hace misión.
Ad Gentes implica que la actividad misionera es para todas las gentes, es el mandato de Jesús a sus
discípulos, hoy significa el mandato de la Iglesia, no es verdadera si no viene de la Iglesia. Hoy la
expresión latina “Ad gentes” está refererida con mayor amplitud, no solo a lugares lejanos de la
civilización, sino a las grandes ciudades materialmente desarrolladas pero con gran desconocimiento
de la Verdad que es Jesucristo. La dimensión ad gentes, a pesar de ser un término entendido más
“El misionero, si no es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo
creíble” P. Fundador
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“Comunidad que colabora con amor en el Proyecto de Dios Padre”

para los lugares no cristianos, adquiere hoy mucha fuerza porque se está aplicando para todo grupo y
sociedad que se muestran deterioradas en la fe y en los valores humanos y por ende cristianos.
Por toda la vida. Esta parte del artículo es determinante, pues es vocación y por lo tanto está en la
voluntad de cada persona que ha tomado una decisión con libertad en la respuesta al querer divino.
Esta expresión de “toda la vida” marca un proyecto serio de quien por obediencia, en un proceso de
fe, se ofrece con alegría al anuncio del Reino de Dios para colaborar con la Iglesia en la salvación del
mundo. Dar la vida entera en el servicio kerigmático es sin lugar a dudas un regalo que nos da el
Señor para realizarnos como Iglesia en el misterio incomprensible de ser “sacramento universal de
salvación”. Es pues, una responsabilidad atemporal puesto que exige toda la vida, es decir, todo
momento, todo tiempo y podría decirse que también toda circunstancia.

Que este tiempo crítico que vive la humanidad por la pandemia del coronavirus “Covid 19”sea una
grande oportunidad de continuar un camino hacia adentro de nosotros mismos, que sea un tiempo
aprovechado para evaluarnos y seguir leyendo con ojos de fe los acontecimientos permitidos por
Dios aunque no pertenezcan a su voluntad, pues “no hay mal que por bien no venga” Cuidémonos
unos a otros, no solo en el ámbito físico sino integralmente porque la salud espiritual es fundamental
como la salud humana en todos sus componentes y está intimamente ligada a la naturaleza y a la
creación entera.

San Francisco Javier, Santa Teresita del Niño Jesús y María Inmaculada, Madre de la Iglesia y de los
Misioneros, nos ayuden a contemplar y a vivir el misterio del Kerigma. Que Cristo Resucitado siga
siendo nuestra luz para anunciarlo con amor toda nuestra vida

P. Gustav Sánchez L.
Formación Permanente Mcja.

Recomendación para el mes

1. Meditar San Juan 20, 19-23 (envío)
2. Leer una parte del Decreto Ad Gentes y dialogarla
3. Dinamizar con actividades la SEMANA MCJA
4. Compartir alguna experiencia misionera.

“El misionero, si no es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo

creíble” P. Fundador
 Misioneros Contemplativos Javerianos Ad Gentes
“Comunidad que colabora con amor en el Proyecto de Dios Padre”

“El misionero, si no es contemplativo, no puede anunciar a Cristo de modo

creíble” P. Fundador