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Director musical: Ibor Bolton


Director de escena: Emilio Sagi
Escenógrafo: Daniel Bianco
Figurinista: Renata Schussheim
Iluminador: Eduardo Bravo
Coreógrafa: Nuria Castejón
Director del coro: Andrés Máspero

El conde de Almaviva: Luca Pisaroni


Andrey Bondarenko (18, 22, 26 de septiembre)
La condesa de Almaviva: Sofía Soloviy
Anett Fritsch (18, 22, 26 de septiembre)
Figaro: Andreas Wolf
Davide Luciano (18, 22, 26 de septiembre)
Susanna: Sylvia Schwartz
Eleonora Buratto (18, 22, 26 de septiembre)
Cherubino: Elena Tsallagova
Lena Belkina (18, 22, 26 de septiembre)
Marcellina: Helene Schneiderman
Bartolo: Christophoros Stamboglis
Don Basilio: José Manuel Zapata
Don Curzio: Gerardo López
Barbarina: Khatouna Gadelia

Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real

15, 17, 18, 19, 21, 22, 23, 25, 26, 27 de septiembre de 2014
20.00 horas; domingos,18.00 horas


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"DUP* Cinque..dieci…) Fígaro explica a Susana la razón


de la proximidad a los aposentos de su señora,
La acción transcurre en la residencia de los
con lo cual podrá acudir de inmediato a atenderla
Condes de Almaviva, en Sevilla siglo XVIII. En
y lo mismo él. Susana ve es un peligro que se le
una habitación a medias de amueblar, Fígaro el
barbero ahora criado personal del conde, y Su- escapa a su futuro marido: ésa cercanía facilita un
sana, su prometida a punto de celebrar su boda, acceso inmediato a ella del conde (dúo Se acaso
buscando el lugar donde situar la cama (dúo: Madama).


El conde encaprichado de Susana, quie- una estratagema para dar una lección al conde,
re recuperar el derecho de pernada al que había le citará y en su lugar acudirá Cherubino dis-
renunciado Ahora ya está todo claro para Fígaro frazado de mujer. Aparece Cherubino (aria: Voi
(aria: Se vuol ballare…). che sapete…).

Entran el doctor Bartolo y Marcellina el El conde intenta entrar en la habitación de


ama de llaves. Fígaro prometió casarse con ella si su esposa, que está cerrada con llave. Esconden a
no le devuelve una cantidad de dinero prestada. Cherubino. La condesa dice estar con Susana, y
Bartolo le promete su ayuda, para vengarse de Fí- el conde pide que salga del cerrado guardarropa.
garo (aria: La vendetta…). Entra Susana y hay un Salen el conde y la condesa, cerrando con llave
enfrentamiento entre las mujeres (dúo: Via res- la estancia. Cherubino se arroja por la ventana
ti servita…). Sale Marcelina y entra Cherubino, (dúo: Aprite, presto….). Regresan los condes y
paje del conde, adolescente enamoradizo, su amo
ante la sorpresa de él es Susana quien sale del
la ha sorprendido con Barbarina hija de Antonio
guardarropa. El conde pide perdón a su esposa
el jardinero y quiere despedirle. Cherubino, está
por haber sospechado de ella. Aparecen Fígaro
enamorado de la condesa da cuenta de sus cuitas
y Antonio y éste dice al conde que alguien ha
a Susana (aria: Non più cosa son….).
saltado por la ventana. Fígaro dice ha sido él.
Se acerca el conde y el paje se esconde. El Entran Marcellina, Bartolo y Basilio, ella hacer
conde continúa con sus galenteos a Susana. Lla- valer sus derechos matrimoniales sobre Fígaro,
ma a la puerta Don Basilio, maestro de música y terminando el acto.
el conde se oculta. Basilio quiere convencer a Su-
sana para que acepte las pretensiones del conde. "DUP***
El conde sale de su escondite y Susana finge un
El conde con Susana, que aparentemente
desmayo. Almaviva descubre a Cherubino (ter-
accede a tener una cita nocturna con el conde,
ceto: Cosa sento!...). Entra un grupo de aldeanos
a cambio de la cual le pide la dote prometida y
y Fígaro para agradecer al conde la abolición del
así liberar a Fígaro de su deuda con Marcellina
derecho de pernada (coro: Giovani lieti…).
(dúo: Crudel ¡ perche finora…) .El juez Don Cur-
El conde accde aperdonar a Cherubino zio confirma que o Fígaro paga su deuda o debe-
pero le ordena se aleje del castillo, le destina a su rá casarse con Marcellina. Asombrada Marcellina
regimiento. Fígaro retrata al paje lo que será su descubre por una señal grabada en el brazo de
futura vida (aria: Non più andrai…) Fígaro que es su hijo, producto de una relación
con el doctor Bartolo (sexteto: Riconosci in ques-
"DUP**
to amplesso.). Todo se aclara Marcellina y Bartolo
La condesa se lamenta del alejamiento de se uniran en matrimonio en la misma ceremonia
su esposo (aria: Porgi, amor…). Susana cuenta que Susana y Fígaro.



A solas con Susana, la condesa dicta a su condesa. Acuden sucesivamente a su llamada
criada la carta a través de la cualcitan al conde todos los personajes de la obra y entonces el
para esa noche en el jardín. La condesa irá dis- conde comprende el error que ha cometido y
frazada de Susana y ésta vestira las ropas de la pide perdón. Su esposa le perdona, entonando
condesa (duettino: Che soave zeffiretto…). todos la moraleja final: “Sólo el amor puede
concluir una jornada llena de tormentos, capri-
Se oye la música que anuncia la celebra-
chos y locuras. Corramos todos a celebrarla”
ción de la doble boda , Susana entrega la nota al
conde con la cita, él la lee y feliz ordena una gran
fiesta.

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Fígaro sospecha que Susana ha sucumbi-
do a las proposiciones del conde. Marcellina in-
tenta consolarlo. Fígaro ha convocado a Bartolo
y Basilio para que sean testigos de la conducta
de Susana. Basilio reflexiona sobre las conduc-
tas de los poderosos (aria: In quegli anni…).
Aparecen la condesa y Susana con los vestidos
cambiados. Cherubino toma a Susana por la
condesa e intenta besarla, pero quien recibe
el beso, dada la oscuridad es el conde. Inten-
ta abofetear al paje, pero el bofetón lo recibe
Fígaro que se acerca al grupo para ver que está
pasando. Quedan sólos el conde y la condesa,
a quien el marido toma por Susana. Le regala
un anillo proponiéndola pasen a un pabellón.
Este plan fracasa por la aparición de Fígaro y
el conde dice que volverá. Fígaro reconoce a
Susana, y juega con ella haciendola creer que
está galanteando a la condesa. Susana le abofe-
tea, se aclara el enredo reconciliandose ambos.
Reaparece le conde y viendo las cálidas mani-
festaciones de afecto y creyendo se trata de su
esposa da gritos convocando a todo el mundo
para que sean testigos de la infidelidad de la


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El 4 de noviembre de 1784 es una fecha cla- de plenitud social, artística y económica. Es una
ve en la vida de Mozart: el compositor comienza época muy determinante en su vida, ya que el 14
a escribir un catálogo puntual de sus obras (Ver- de diciembre se produce su ingreso en la logia
zeichnüss), que se ha constituido en una impor-
masónica Zur Wohlthätigkeit (Beneficencia). Con
tante fuente de conocimiento y que ha facilitado
ello se ratificaba la proclividad del músico a las
sobremanera la ubicación cronológica y la catego-
ría de las diversas partituras maestras que jalonan ideas de la Aufklärung, las ideas iluministas que
todo ese periodo, tan rico, tan variado y tan pleno venían de Francia y que quedaban plasmadas en
de acontecimientos. Wolfgang vive momentos el decálogo de la francmasonería.


El 7 de febrero de 1786 el emperador José II de la perfección en la que se ve envuelta tantas
paga a Mozart 50 ducados por la música de escena veces la obra de Mozart. Todo funciona en ella
para Der Schauspieldirektor (El empresario), sings- como un reloj… viviente, en el que no hay nada
piel estrenado en Schöenbrunn junto a la ópera realmente mecánico. La narración, equilibrada,
de Salieri Prima la musica e poi le parole. Era un bien ensamblada, fluida –que discurre a lo lar-
momento en el que Wolfgang andaba ya afanado go de cuatro actos de parecida duración-, en la
en la composición de Las bodas de Fígaro y en el que brillan tanto la melodía como los factores
que no deja de escribir otras cosas, como la nueva armónicos y constructivos, la certera pintura de
versión de Idomeneo, presentada en el Palacio del personajes, finamente caracterizados, el humor
príncipe Auersperg. Los conciertos o academias discreto y el erotismo que todo lo perfuma, hacen
van languideciendo; parece que el entusiasmo de esta ópera un prodigio que ha de ser analiza-
casi popular de hace unos meses se difumina. Lo do rigurosamente y expuesto con refinamiento y,
que no obsta para que continúen surgiendo obras sobre todo, naturalidad, sin énfasis, sin gangas de
maestras de la categoría del Concierto para piano una falsa expresividad, sin retóricas. Ha de servir
nº 24 K 491. Mientras, va forjándose la amistad y las premisas del arte de canto del propio Mozart.
la curiosa relación entre el compositor y el avis-
Aquel que definiría la soprano Lisa Della Casa:
pado libretista Lorenzo da Ponte, que, al tiempo
“El sonido es una respiración que resuena y que,
que colaboraba con el austriaco, lo hacía con el
cuando se canta, es preciso dejar resonar natural-
italiano Salieri, un hombre de extraordinaria im-
mente; como se habla, aunque respetando la me-
portancia e influencia en la corte, y con el español
dida de la música”.
Vicente Martín y Soler, que rivalizaría meses más
tarde con Wolfgang tras el gran éxito obtenido a &MSJDPNBOBOUJBMEFMPCVGP
final de año por su ópera Una cosa rara.
No hay duda de que la obra se inscribe,
Le nozze di Figaro se estrenó, con éxito mo- a priori, en la rancia tradición de la ópera bufa
derado –menor que el que en noviembre tendría napolitana, adaptada, pasados los años, a lo que
la obra de Martín y Soler-, el 1 de mayo de 1786. Charles Rosen denominaba el nuevo estilo, surgi-
Había sido Mozart quien tuviera la idea de poner
do hacia 1775, adoptado y fijado por Mozart. Sus
música a una adaptación de Le mariage de Figaro,
reglas son: 1) articulación de frase y forma, a fin
comedia crítica, sátira contra el absolutismo, de
de dar a una obra el carácter propio de una suma
Beaumarchais, que hubo de ser peinada conve-
de distintos acontecimientos: 2) mayor polariza-
nientemente por Da Ponte, al que el compositor
ción entre tónica y dominante, lo que supone el
pidió el libreto, para su presentación en Viena. El
establecimiento de una tensión más importante
liberal José II no dejaba pasar cualquier cosa.
en el centro de cada composición, y 3) uso de la
Nos encontramos ante una de las óperas transición rítmica, que permite continuos cam-
más perfectas de la historia, incluso partiendo bios de la textura musical sin que se rompa la



unidad dramática. En este sentido no hay duda y lógica del teatro musical, se convierten en el cur-
de que el austriaco fue mucho más lejos que so del setecientos, dentro de la evolución de la có-
Gluck, aunque en determinados aspectos se le mica, en un potente factor de realismo y progreso
pudiera tachar de reaccionario, ya que contribu- dramático.
yó a perfeccionar, con la vitola de ópera bufa, un
En estos números brillaba lo que los italia-
nuevo género hijo de la acumulación, del acarreo
nos de la commedia llamaban los lazzi, definidos
de elementos dispares que partió de la adopción
por Hocquard como “juegos rítmicos de actitudes
del esquema napolitano, al que enriqueció pode-
o de cambios de gestos y de palabras, usualmente
rosamente convirtiéndolo en otra cosa y dándole
a base de repeticiones, cuya finalidad es provo-
una profundidad desconocida.
car la risa o un vivo sentimiento de diversión”.
Mozart había estado en contacto con la Pero hay algo más, que sitúa a Mozart por encima
ópera bufa napolitana gracias a sus viajes de mo- de cualquier otro compositor: es lo que el citado
cedad a Italia junto a su padre, durante los que musicólogo francés denomina el lenguaje temá-
pudo ver gran cantidad de obras escénicas de todo tico-escénico, una invención del propio músico,
tipo, y también a que en Viena se representaban que partió de los hallazgos previos de otros auto-
con asiduidad composiciones líricas de los músi- res y de los casi coetáneos de Haydn. Un procedi-
cos transalpinos, entre ellas El barbero de Sevilla miento que conecta con la estructura temática de
de Paisiello o La villanella rapita de Bianchi. Para los conjuntos y que adquiere toda su elocuencia
esta última, presentada en la ciudad del Prater en en los dos grandes finales de Las bodas y que, en
1785, escribiría un terceto y un cuarteto vocales. síntesis parte de una célula que podríamos llamar
madre (rítmica y melódicamente), que será repe-
Una de las claves profundas de la ópera
tida en las melodías subsecuentes, que adquirirán
bufa de Mozart es que va más allá que la usual de
de este modo la categoría de variaciones, sufrien-
otros autores; es algo o mucho más porque, entre
do a su vez otra serie de mutaciones: combina-
otras cosas, como explica Hocquard, se mueve en
ciones, cambios parciales, acortamientos o alar-
el sinuoso mundo de la farsa: una forma de arte
gamientos, modulaciones en tonalidades vecinas
cómico que tiene sus reglas propias y exige una
técnica de juego muy estructurado y muy difícil o lejanas.
de poner a punto y que alcanza toda su dimensión
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en los conjuntos, especialmente en los concertati,
uno de los elementos fundamentales de la ópera Desde luego, ninguno de los finale o con-
bufa desde los tiempos de Alessandro Scarlatti, certati mozartianos, y hay bastantes fundamen-
el gran dinamizador del género. Estas escenas de tales, alcanza la riqueza y la dimensión del del
grupo, en las que todos los personajes cantaban segundo acto de la ópera sobre la que pergeña-
sus cuitas al mismo tiempo, que en el seno de la mos estas disquisiciones. Tenemos aquí el mejor
ópera seria parecían ir en contra de la racionalidad ejemplo el arte de Mozart, serio o bufo; el gran


logro, la síntesis absoluta, la cima inmarcesible y inicio sentimos casi físicamente un latido agógico
definitoria. Conviene por ello que expliquemos implacable, constante; con el color instrumental
la composición del fragmento, de 940 compases, –según el personaje o suceso- y con la armonía:
que comienza con la frase Esci omai garzon mal- establece un plan tonal modélico y construye el
nato, precedido del recitativo seco Tutto è come io conjunto de acuerdo con las reglas de la clásica
lasciai. Mozart juega con el ritmo: desde el mismo simetría. La entrada en escena de cada nuevo


personaje supone un paso adelante dado por una y mantiene la atención ante los acontecimientos
música arrebatadora, de una sorprendente clari- por venir.
dad de texturas. En la acción se ventilan no pocas
Trabajo compositivo riguroso, admirable,
cosas, propias de una comedia bufa: ocultación
en el que la articulación motívica se somete a las
del paje Cherubino, con el que ha tonteado la
necesidades del desarrollo. Leibowitz considera-
Condesa, intervención de Fígaro, que intenta
ba que cada una de las secciones descritas “de-
confundir al Conde, aparición del jardinero An-
termina una suerte de crisis nueva y la progresión
tonio, que complica la situación, enredada aún
dramática se hace según una curva ascendente de
más por Basilio, Bartolo y Marcelina…
extraordinaria intensidad, para desembocar al tér-
La disposición de este prodigioso Finale es mino del número en un completo desencadena-
como sigue: dúo Condesa/Conde, allegro, 4/4, en miento.” Con una orquesta que puntúa en todo
mi bemol mayor, Esci omai garzon malnato; trío momento el latido del tiempo y el movimiento,
(los mismos más Susanna) Signore! Cos’è quel stu- no deja de oírse permanentemente la voz de cada
pore, Molto andante, 3/8, allegro, 4/4, en si bemol personaje.
mayor, dominante de mi bemol mayor; cuarteto
Mozart dispuso de un libreto muy dinámi-
(los mismos más Fígaro) Signori, di fuori son già i
co, en cuya elaboración, por supuesto, participó,
suonatori, allegro, 3/8, en sol mayor, paralela ma-
perfecto para que su música hiciera el resto: com-
yor del relativo menor del tono precedente, que
pletar una de las óperas maestras de la historia,
cambia a un andante en 2/4 en Conoscete, signor
que trata la creación de Beaumarchais desde un
Figaro y viaja a do mayor, tonalidad de la que la
punto de vista diverso, en el que tienen mayor
anterior es dominante; quinteto (los mismos más
importancia la evolución de los caracteres, la pro-
Antonio) Ah!, Signor, signor…, allegro molto en
pia personalidad de cada individuo, la descrip-
4/4, en fa mayor, de la que la tonalidad anterior
ción de los sentimientos y de las pasiones, que
es también el quinto grado, y en si bemol, que
los acontecimientos sociales y políticos en los que
mantiene con fa idéntica relación, lo que se lleva
era pródigo el texto original. En todo caso, estos
a cabo en un expectante pasaje, en el que Fígaro
aspectos tampoco fueron por completo desdeña-
se ve acosado y deja caer su frase Stravolto s’è un
dos por compositor y libretista.
nervo del pie, inaugurando un mecedor andante
en 6/8. Como se podía prever, el extenso recorrido Efectivamente, tras ese ropaje bufo o, me-
desemboca, con la entrada de Marcellina, Bartolo jor, bufo trascendente o bufo trascendido; o, in-
y Basilio, Voi signor, che giusto siete, en la tónica cluso, semiserio, anidan otras cosas que convierten
–es decir, de nuevo un salto de cinco grados-, mi a la obra en un producto mucho más elaborado y
bemol mayor, con la que todo había empezado. profundo, más rico y comprometido. Aunque pue-
Con ello se cierra el círculo en un agitado alle- de que de manera inconsciente. Quizá Mozart no
gro assai en 4/4, que deja las cosas en suspenso pensó realmente en hacer una auténtica commedia


per musica en la que los caracteres propios del gé- y la calidad estructural del libreto de Da Ponte-
nero quedaban espectacularmente dimensiona- elementos semiserios y serios, que consiguió unir
dos, transformados, potenciados, humanizados.
inconsútilmente a los que podríamos calificar de
El compositor fue más lejos de lo que, por decirlo
así, se le pedía; o se pedía a sí mismo. Se salió cómicos. Como, por otra parte, haría enseguida
de la pista y aportó a la típica acción de enredo con las otras dos óperas de la trilogía dapontiana,
–claro que con la base literaria de Beaumerchais Don Giovanni y Così fan tutte.


7BMPSFTQSJNPSEJBMFT que las “reglas del estilo clásico auténticamente
desarrollado –la necesidad de una resolución, el
Claro que el texto le proporcionaba refe- sentido de las proporciones y de un modelo cerra-
rencias a valores que defendía a capa y espada: li- do y enmarcado- no se quebrantan nunca. Son los
bertad, dignidad del hombre, igualdad, y aunque medios de comunicación de que se sirve el estilo y
la trama hubo de aligerarse por razones dramá- con ellos puede decir cosas asombrosas sin violar
ticas y, como se apuntó al principio, de censura su propia gramática”.
imperial, subyacen en la ópera suficientes alusio-
nes críticas al absolutismo, a la lucha de clases y 'PSNBZGPOEP
hacen que en ella se conserven vetas de una gran
Le nozze es el primer fruto auténticamente
importancia social y política, que según Stricker
maestro, equilibrado, en el que técnica e inspi-
le conceden una relevancia extraordinaria. “Es el
ración se unen indisolublemente. Es curioso de
corazón quien hace noble al hombre y aunque
qué manera el autor aplica, modificándola y en-
no soy conde puedo tener un concepto del ho-
riqueciéndola, la forma sonata, a la que se ajus-
nor mucho más acendrado que el de algunos de tan diversos números. Por ejemplo, la cavatina
ellos; y, criado o conde, desde el momento en que de Fígaro (nº 3) Se vuol ballare, signor contino,
me insulta es un canalla”. Son palabras del propio en fa mayor, llena de ironía, en la que se percibe
compositor, que ponen de manifiesto cuál era su ya una actitud claramente insolente con el amo.
postura respecto a la nobleza. Comienza como una sonata monotemática, con
Un compositor como Mozart, síntesis genial salto a la dominante en la repetición de la me-
entre sabiduría, inteligencia e intuición, no deja- lodía inicial y una modulación a re menor que
ba nada al azar. Su inspiración a la hora de elegir puede hacer las veces de desarrollo. El presto pos-
un efecto musical u otro siempre tenía un porqué; terior, en la tónica, es una variación rítmica de la
frase de apertura; actúa a modo de resolución y
nada en él era gratuito. Lo que es particularmente
recapitulación.
detectable y comprensible en el campo de la ópera,
en el que las relaciones tonales y la adopción de de- Es admirable la manera en la que Mozart,
terminados esquemas formales han de estar, para sin alterar en el fondo el esquema de la sonata, lo
que la música cumpla su finalidad dramática, en flexibiliza a su modo y cómo consigue conceder
íntima conexión con un acontecer, con unos sen- al fragmento el aire sarcástico, insolente, desca-
timientos –estética de los afectos- y con una idea rado y burlón que posee, utilizando hábilmente,
poética básica. El salzburgués fue un maestro a la en el súbito allegretto inicial, el típico ritmo de
hora de servirse de aquellos elementos sin perder la gallarda de 3/4 –que puede parecer un cortesa-
por ello el norte estilístico clásico, la atención a una no minueto-, convertido más tarde, en el presto,
normativa a la que él aportaba la chispa de la origi- en otro de 2/4, que corresponde a una especie de
nalidad. Rosen lo explicaba bien cuando afirmaba galop. Economía de medios, concisión, inspirada



planificación rítmica. Y muestra de la manera en con La vendetta (nº 4), un aria que exige algo más
que el compositor empleaba los aires danzables a que un bajo bufo y que tiene mucho que cantar.
efectos dramáticos. Es importante señalar el uso Cherubino lo hace con la célebre canzona Non so
del fandango –único ejemplo de aire español en più cosa son, cosa faccio (nº 6), en realidad, un
una obra que, teóricamente, sucede en Sevilla- en rondó. El paje –un don Giovanni en potencia-,
el tercer acto. En torno a ese compás ternario se en una atmósfera aérea, ardorosa nos expone en
teje buena parte de la trama. allegro vivace su credo amoroso en un canto no
exento de melancolía. El erótico contenido de los
Ejemplos aún más trabajados son dos pági-
versos reclamaba, en opinión de William Mann,
nas tan distintas como el aria de Susanna del cuar-
clarinetes, de timbre tan cálido, y las medias tin-
to acto, Deh vieni, non tardar (nº 27) y el famoso
tas del bemol. Y eso es lo que Mozart aplicó. La
sexteto del tercero Riconosci in questo amplesso
segunda aria, Voi che sapete (nº 11), es un prodi-
(nº 18), uno de los fragmentos preferidos por el
gio de ternura y sinceridad juvenil.
compositor. En la primera, que tiene todo el as-
pecto de una simple canción –aunque cargada de Porgi amor (nº 10) es la primera de las dos
sensualidad y con una melodía nocturna que sólo arias de la Condesa, que es uno de los más acaba-
Mozart podía haber escrito-, Rosen creía ver una dos personajes mozartianos, tan proclive a estos
sonata-minueto estructura mixta que no es fácil retratos de damas aristocráticas y dolientes. La
de reconocer ante el embeleso que causa el canto tristeza, la melancolía de Rosina están perfecta-
sereno, suavemente balanceado (6/8) de esta ar- mente reflejadas en esta soberana y delicada pá-
diente, dentro de su aparente calma, declaración gina, un larghetto en mi bemol mayor de escritura
de amor. Una arrobadora siciliana. En la segunda, verdaderamente patética en el que se toca el alma
Mozart hace un perfecto encaje de bolillos mane- de la desventurada esposa. La figura se completa
jando con suma destreza a los seis personajes –es
en la monumental Dove sono (nº 19), un aria en
la escena de la identificación de Fígaro como hijo
tres partes de ópera seria evolucionada constitui-
de Marcellina- en un andante en fa mayor elabora-
da por recitativo acompañado, andante y allegro,
do como un movimiento lento de sonata, con un
que contiene el habitual juego tónica-dominan-
segundo grupo de la recapitulación que hace las
te-tónica. Su carnal marido –a cuyo escarmiento
veces de desarrollo y con tres temas básicos.
se dirige toda la trama urdida-, portador desde su
Pero la complejidad, variedad y riqueza de nobleza de una sensualidad madura y autoritaria,
la partitura, como probábamos ya más arriba al tiene un aria, Vedrò mentr’io suspiro, un allegro
hablar del finale del segundo acto, es enorme. maestoso en re mayor, precedida también de un
Encontramos números para todos los gustos, que accompagnato, Hai gia vinta la causa, y coronada
van marcando, subrayando la acción interna y ex- por un furibundo allegro assai (nº 17), que es un
terna, definiendo poderosamente a cada persona- auténtico pezzo di bravura. Fígaro, confundido
je, con magistral infalibilidad. Bartolo se presenta por sus propias mañas y creyendo infiel a Susanna,


canta en el cuarto acto un aria terrible contra la tante, casi rossiniano allegro assai, que modula de
condición femenina, una página extremadamen- sol mayor a re mayor. La obra concluye así, como es
te misógina, Aprite un’ quegl’occhi (nº 26), mode- habitual en Mozart, en el mismo tono de la ober-
rato en mi bemol mayor, que nos revela una cara tura y con idéntico espíritu, aunque con la memo-
inédita del hasta entonces festivo siervo. ria del juego trascendente que acaba de vivirse.

El finale del cuarto acto y de la ópera, que #SFWFBQVOUFWPDBM


se extiende a lo largo de 521 compases, es natu-
Para servir esas formas y atender a las múl-
ralmente el de la resolución; pero también el del
tiples exigencias Mozart demanda un cuadro vo-
perdón. La música, exquisita, lírica como la de una cal muy característico, que se fue ahormando a
serenata nocturna, evoluciona y cambia al compás lo largo de los años, las décadas y los siglos. Los
del ajetreo escénico, lleno de sombras, de engaños, tipos vocales se han ido decantando poco a poco.
de disfraces, de promesas, falsas y verdaderas, y de Recordemos que los cinco personajes femeninos
amor. La Condesa perdona a su marido y éste per- o que precisan voces de mujer, la Condesa, Su-
dona a todos. Un momento solemne, una suerte sanna, Cherubino, Marcellina y Barbarina, fueron
de himno, Più dòcile io sono, conduce a un exci- asignados en su momento a sopranos líricas. No se


hacían distingos en esa época. Pero hay notables Anotemos la circunstancia curiosa de que el paje,
diferencias entre ellas, vaya si las hay y el transcur- personaje masculino, es cantado por una mujer
so del tiempo nos ha ido aclarando las cosas. Por- que se disfraza de hombre y que, en el transcurso
que cada una de ellas posee un carácter humano de la acción, se ha de disfrazar a su vez de mujer.
diverso, al que corresponde una voz determinada. Mismo caso que el de Octavian de El caballero de
la rosa de Richard Strauss. Travestismo doble.
La Condesa es el amor dolorido, que vive
con el tormento del recuerdo. Es joven y está tris- El Conde fue creado por Stefano Mandini.
te, pero no desesperada. Tiene arrestos para par- Personaje sensual, autoritario, pero, en el fondo,
ticipar en el enredo contra su marido. Es de pare- no tan maduro; y no exento de nobleza. Circula
cida idiosincrasia que otras féminas mozartianas: en el espacio que va de si 1 a fa 3. Precisa una voz
Constanze, Elvira, Anna, Fiordiligi o Pamina, de barítono con cuerpo de carácter más lírico que
aunque no todas necesiten el mismo tipo vocal. dramático, aunque en el aria de bravura ha de po-
Luisa Laschi fue la soprano creadora. Es eviden- ner toda la carne en el asador. Fígaro ha sido en
temente una lírica con cuerpo, plena y amplia, ocasiones cantado por un bajo-barítono, cuando
capaz de las medias voces y filados que piden sus no por un bajo cantante. Sin embargo, ha de ser,
dos arias y de las agilidades que solicita la segun- con mayor lógica, un barítono, si se quiere más os-
da de ellas. Su interválica va de do 3 a do 5. curo que el Conde. Es el amor legal, monógamo,
concentrado en un evidente deseo por Susanna.
Susanna fue cantada en el estreno por Nan- Su interválica se sitúa un par de tonos más abajo,
cy Storace, por la que Mozart sentía algo más que en lo que se refiere a la franja inferior, y uno con
simpatía. Es coqueta y femenina, siente amor por respecto a la superior: de sol 1 a mi 3. Francesco
el peligro… y por Fígaro. Su radio de acción oscila Benucci, que fue primer Leporello y primer Gu-
entre la 2 y do 5, porque con frecuencia esa nota so- glielmo, asumió esa parte en el estreno.
breaguda se traspasa a las sopranos que cantan este
papel, a las que se supone más fáciles en la zona Los demás personajes, de menor entidad,
alta puesto que son usualmente lírico-ligeras, aun- son un bajo bufo, pero con carne, para Bartolo,
que, la verdad, una lírica, de menor entidad que la una mezzo o soprano lírica para Marcellina, una
soprano lírico-ligera o ligera para Barbarina, un
que interpreta a la Condesa será más conveniente
tenor lírico-ligero para Basilio y un barítono o
para dotar del carácter adecuado al personaje.
bajo lírico para Antonio. Todos estos caracteres,
Dorotea Sardi-Bussani fue la que cantó incluso los menos relevantes, tienen mucho que
por primera vez Cherubino. Una soprano lírica cantar; y que decir, lo que supone reproducir con
también. Fue la primera Despina de Così. Hoy, destreza, expresión y musicalidad el recitativo
con ánimo de establecer las perseguidas diferen- secco, básico en este tipo de óperas. En él está a
cias psicológicas y humanas, se destina el papel a veces el verdadero sentido de la obra. Sobre ese
una mezzo lírica que no va más arriba del sol 4. fundamento se edifica la fluidez del todo.





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