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la ausente

Sólo tú, sólo tú, yo me decía


después de que te fuiste. Solamente
tú, con tus ojos, con tu bella frente,
con tu suave sonrisa, y sólo mía.
Torné a mirar la estancia, ya vacía,
la luz que tú dejaste, indiferente,
y una como orfandad en el ambiente
que a todos tus recuerdos trascendía.
Más, pasadas las horas, cuando vino
la sombra, entre las cosas inconcretas,
y el pálido horizonte ultramarino,
volviste a aparecer, mucho más viva,
en un suave perfume de violetas
y en la luz de la tarde pensativa.
10 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
volver a verte
Volver a verte no era solo
un ligero y constante empeño,
sino anudar, dentro del alma,
un hilo roto del ensueño.
Volver a verte era un oscuro
presentimiento que tenía
de hallarte ajena y sin embargo
seguir creyendo que eras mía.
Volver a verte era el milagro
de una dulce convalecencia
cuando todo, al alma desnuda,
vuelve más bello de la ausencia.
Volver a verte, tras la noche
impenetrable del abismo,
era hallar en tus ojos una
imagen vieja de mí mismo.
Y encontrar, en el hondo pasado,
días más bellos y mejores,
como esa carta en cuyos pliegues
se conservan algunas flores.
Colección Un libro por centavos 11
Volver a verte era mostrarme
la pena que está congelada,
como bruma de tarde hermosa,
en el azul de tu mirada.
Y, ya lo ves, del largo viaje
regreso más puro y más fuerte,
porque dormí toda una noche
en las rodillas de la muerte.
Porque yo miraba en tus ojos
un cielo de cosas pasadas,
como en el agua de las grutas
se ven ciudades encantadas.
Y porque vi tu clara imagen,
entre un nimbo de luz serena,
como jamás, a ojos mortales.
se apareció visión terrena.
Volver a verte era un oscuro
presentimiento que tenía
de hallarte ajena, y sin embargo
seguir creyendo que eras mía.
12 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
seremos tristes
Oye, seremos tristes, dulce señora mía.
Nadie sabrá el secreto de esta suave tristeza.
Tristes como ese valle que a oscurecerse empieza,
tristes como el crepúsculo de una estación tardía.
Tendrá nuestra tristeza un poco de ufanía
no más, como ese leve carmín de tu belleza,
y juntos lloraremos, sin lágrimas, la alteza
de sueños que matamos estérilmente un día.
Oye, seremos tristes, con la tristeza vaga
de los parques lejanos, de las muertas ciudades,
de los puertos nocturnos cuyo faro se apaga.
Y así, bajo el otoño, tranquilamente unidos,
tú vivirás de nuevo tus viejas vanidades
y yo la gloria póstuma de mis triunfos perdidos.
Colección Un libro por centavos 13

todo pasó
Todo pasó como la breve sombra
de un ave que atraviesa el firmamento.
Pasó la eternidad en un momento,
y el recuerdo traidor ya no te nombra.
Tan sólo el corazón gime y se asombra
ante la realidad de su tormento:
¡noche oscura, relámpagos y viento,
y un manto de hojas que el sendero alfombra!
Pero hasta ayer, no más, fuiste la vida,
luz del pasado, apoyo del futuro,
timón del alma y venda de la herida.
Hoy pienso en ti, mi bello amor lejano,
cual se recuerda, sobre el lecho duro,
el sueño de una noche de verano.
14 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
la voz del agua
Yo soy el agua azul de la montaña,
nací en un hueco del breñal salvaje
y no llevo ni espumas de coraje
ni al caminante mi cristal engaña.
No me desbordo con rugiente saña
ni a vastos mares enderezo el viaje;
sólo copio los tonos del paisaje
y sólo huertos mi corriente baña.
Y humilde y en silencio, mi destino
es ser buena y cordial; ser agua pura
a través de la hierba del camino.
Correr sin nombre, padecer quebrantos,
y morir una noche en la espesura
como murieron tus mejores cantos.
Colección Un libro por centavos 15

santa tristeza
Santa tristeza de sentirme humano
en medio a la maldad. Noble locura
de ir brindando mi fuente de ternura
como se brinda el agua entre la mano.
Tú, que aquilatas el rencor insano,
¿intentarías tu agresión oscura
si supieses que, a fuerza de amargura,
ya sólo entiendo esta palabra: ¿hermano?
Llevo adentro mil fuentes luminosas
cuyo cristal purísimo no altera
el divino contorno de las cosas.
Puedes venir a mí, grande o pequeño,
yo te daré la imagen verdadera
de tu faz, de tu alma y de tu sueño.
16 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
ojos lejanos
Ojos lejanos que en mi afán espero,
ojos que un soplo de tristeza empaña,
sois a mí como el último lucero
sobre el tranquilo azul de una montaña.
No me mirasteis y en silencio os quiero:
dulce desdén que a la ilusión no daña.
He aprendido a vivir por lo que muero,
como a esperar por lo que más me engaña.
¡Hora confidencial de mi tristeza!
Ya, bajo el beso de la helada tarde,
el monte de oro a encanecer empieza.
Y os llamo a la distancia, ojos de llanto
pues cerca de ella me sentí cobarde
para deciros que os amaba tanto.
Colección Un libro por centavos 17

fatum
A la orilla del mar, sentado a solas,
sumido en interior recogimiento,
trajo a mi oído el apagado viento
ecos de moribundas barcarolas.
Las estrellas abrían sus corolas
en el profundo azul del firmamento.
Calló el mar, y en mi propio pensamiento
se despertaron las dormidas olas.
¡Y fue la tempestad! Túrbido oleaje
fue sacando a la playa los despojos
de tanta nave que encalló en el viaje.
Vi un cielo funeral, un agua inerte
y una sirena de tranquilos ojos
en la negra escollera de la muerte.
18 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
a la mañana
Gracias te doy por esta
paz que ha venido a mi existencia, luego
de que salí de la nocturna fiesta
donde quedé, por tu venganza, ciego.
Gracias por la tranquila
visión que has dado a mi conciencia en calma,
por la niñez que asoma a mi pupila
y el alto gozo que me exalta el alma.
Gracias por la ligera
piedad con que me muevo entre las cosas,
cual se mueve una mano de hilandera
en medio de las hebras luminosas.
Gracias por el sereno
valle de luz que en mi amor se pierde,
como la hoja párvula del heno
en la clara extensión de un campo verde.
¡Oh angustia! que a mi pecho
viniste en días de cruel trabajo,
mientras la sombra en torno de mi lecho
iba enredando su pesado andrajo.
Colección Un libro por centavos 19
Descendía una hora
como la gota de agua a la cisterna,
y abrasaba mi frente pecadora
un rojo lampo de la fiebre interna.
La lámpara, que en torno
difundía su tenue escalofrío,
era la fauce cárdena de un horno
nutrido con sarmientos en estío.
Y la mirada familiar y atenta,
bajo la luz de trémulos sonrojos,
pesaba como nube de tormenta
sobre el cansancio de mis pobres ojos.
Prisión amurallada
fuiste ¡Oh noche! Al dejarte yo quería
ver la luna otoñal, grande y dorada,
sentir de nuevo la amplitud del día.
Hoy, al salir al mundo,
después del doloroso cautiverio,
vivo con un ensueño más profundo
y un sentido más grave del misterio.
20 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
Presiento relaciones
ocultas, oigo músicas no oídas
y recibo secretas vibraciones
de otra tierra, otro cielo y otras vidas.
Mi corazón aloja
todo el contento del vivir humano,
tal como lleva la pequeña hoja,
en su verde color, todo el verano.
¡Oh amor! tu mano pura
también llamó tras la pasión funesta,
y está abierta a la luz mi vida oscura
como una alcoba azul para una fiesta.
Nada, nada ambiciono
sino este don benéfico, alcanzado
a cambio de la gloria, que perdono,
y de mi propio nombre, que he olvidado.
Seráfica mañana,
vaso de gracia en que la luz se encierra,
recibe mi oración que es hoy hermana
del júbilo infinito de la tierra.
Colección Un libro por centavos 21

la casa paterna
Viejo ciprés en el solar aún medra
dando asilo a los pájaros cantores.
Junto al alto brocal nacen las flores
y hay una cruz que a la tormenta arredra.
Una vara juncal guía la hiedra
a través de los anchos corredores,
y enlazando los arcos vencedores
muestra sus armas el blasón de piedra.
Entre paños ilustres y sillares
prolongan el pasado, sobre el muro,
los antiguos espejos familiares.
Y en un rincón, desde la tela incierta,
ceñido el manto de crespón oscuro,
asoma el rostro de la madre muerta.
22 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
yo te llevare a mi valle
Yo te llevaré a mi valle
Musa del hielo y del pinar,
pequeña hermana de los osos
y de la aurora boreal.
Yo te llevaré a mi valle
desde la gruta de cristal
donde arrulló tu largo invierno
el viejo lobo paternal.
Yo te llevaré a mi valle
que ya se empieza a despertar
como un infante entre las gasas
de la neblina matinal.
Verás la clara primavera
sobre los campos retocar
con oro suave y nácar diáfano
su leve manto floreal.
Verás la luz que se detiene,
como un pastor a descansar
cuando la flauta va dejando
la colina crepuscular.
Colección Un libro por centavos 23
Yo te llevaré a mi valle
para que escuches, en la paz
de los collados, la plegaria
de la campana angelical.
¡Está mi valle tan distante!
Ya han empezado a recortar
para el establo alegres mozas,
el heno tibio y maternal.
Regresará la fiel carreta
con el lucero y un cantar
en que haya aroma de las breñas
y hondo susurro del trigal.
Será la vida alegre y clara
y junto al pozo familiar,
cual hace un año las parejas
habrán llegado a platicar.
El humo azul de los cortijos
irá trazando su espiral,
mientras la tarde se despide
como una nave sobre el mar.
Yo te llevaré a mi valle
Musa del hielo y del pinar,
pequeña hermana de los osos
y de la aurora boreal.
24 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
CALLAR
Hemos hablado tanto
en esta tarde loca,
bajo el cielo de fiesta
y entre el manso ruido de las hojas,
que tengo el alma seca
como un ánfora rota,
vacío el pensamiento
y afiebrada la boca.
Dejadme, pues, que calle.
Dejad que, gota a gota,
me llene nuevamente de misterio
como de un agua honda.
Dejad que me penetre
la claridad remota
del cielo en donde está, para mis ojos,
la estrella silenciosa
del recuerdo. Dejadme.
Ya se acerca la hora de
callar. Vuela el ángel de la noche
en torno de las cosas,
y el cielo es como una
caverna milagrosa
donde acabara de morir un santo.
Colección Un libro por centavos 25
Mañana, en el instante en que se dora
la campiña naciente,
cual la faz de una virgen ruborosa,
os diré la palabra
de la noche, la obra
maravillosa del silencio en mi alma.
Y volveréis a la edad creadora
y al milagro del mundo.
Pero dejad que calle porque es hora
de entrar, desnudo, entre la noche santa.
26 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
olvido
Al fin me has olvidado. ¡Qué suave y hondo olvido!
Tras el incierto límite de nuestro oscuro ayer
la estrella que miramos los dos ha descendido
como una dulce lágrima que se rompe al caer.
Y así de tu regazo me alejo entristecido,
cual uno que abandona su campo sin querer,
mirando que tus ojos, como el cristal herido,
prolongan la agonía de un vago atardecer.
¡Al fin me has olvidado! Recónditas congojas:
en medio del crepúsculo qua anubla un vuelo de hojas
callad, para que pueda pasar esta mujer.
Y escucharé más tarde, bajo la noche ciega,
posarse el pie enlutado de la que siempre llega
sobre los rastros de esa que nunca ha volver.
Colección Un libro por centavos 27

un día vendrá la muerte


Un día vendrá la muerte
no sé de donde. Yo estaré dormido
y ella dirá: no quiero que despierte.
Y, pisando sin ruido,
como una madre que se acerca al lecho
del hijo enfermo, cerrará mis ojos
y cruzará mis manos sobre el pecho.
Y vendrán a llamarme.
¡Levántate que es hora
de que comience tu labor! Apresta
ya el corazón a recibir la aurora,
pues cada día nuevo es una fiesta.
¿No escuchas en la casa,
en medio del doméstico alborozo,
el trajín mañanero
que sube el agua del oscuro pozo
y busca el pan para la mesa escasa?
¡Cuánta gente sencilla
que se afana por ti, que pone toda
su alma en que luzca la feliz vajilla
como si fuera el día de tu boda!
¡Y tú duermes! ¡Levanta!
28 Universidad Externado de Colombia / Decanatura Cultural
No enturbies más los ojos
en la noche que engendra las visiones
del pecado. Levántate y de hinojos
musita las antiguas oraciones
que aprendiste a la luz de la pantalla
familiar. Sal al mundo que te espera
con la gracia evangélica del campo
y la luz infantil de una colina
por cuyas rutas, apagando estrellas,
desciende la mañana campesina.
Déja la estrecha estancia
donde sufres la sorda calentura
del deseo. Tu infancia
no ha muerto, y todavía
puedes hallar la original fragancia
que tuvo toda cosa el primer día.
¿A qué, bajo la lámpara,
inquiere tu protervo pensamiento
–negro licor en ánfora de arcilla–
si afuera todo nos lo explica el viento
como en una parábola sencilla?
Es fuerza que ya calle
tu voz, y que la paz baje a tu alma
como el toque del ángelus a un valle
Y no contestaré.
Colección Un libro por centavos 29
Ya por la tarde,
cuando tornan los bueyes con la incierta
luz, y cunden los humos solariegos,
me llevarán al cementerio aldeano
donde duermen los rústicos labriegos
bajo la sombra fiel de un pino anciano.
EL AMOR ES
el amor es la única llave que te abrirá las puertas del
cielo.
mira alma mía
en este profundo y pesado sueño
me veo sumido,
mira alma mía, mira
como mi cuerpo suspira
tratando de salir de este sueño
que me agota.
Vivo de ilusiones, a veces lloro
por no poder encontrar mi norte
pero te pido alma mía
que no abandones este cuerpo
que intentó llevar a cabo
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los designios del señor,
un cuerpo soñador que sufre
en el frio helador y
ante el insoportable calor
pero al fin y al cabo
trata de cumplir la tarea que
Dios le encomendó.
Mira alma mía, mira este
cuerpo desnudo, que escribe,
llora, ríe, vibra y reza pero sobre todo
ama, todo lo que Dios en su infinita
gracia le ha regalado.
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QUIERO SER LA LUZ
¡Amor! yo sé que nada soy y poco te puedo ofrecer,
pero amor, escúchame bien,
quiero hablarte y hacerte entender, lo que no te pude
hacer comprender la otra mañana.
Quizá, todavía puedas hallar en ¡mi! un poco de paz
¡amor! quisiera decirte que
quiero ser la luz que ilumine tu alma,
¡amor! ¿Es mucho pedir que escuches a mi corazón?
déjame ser la huella que marque tus pisadas,
quiero ser ese pedacito de amor que inunda tu mundo
y cambiar tu dolor por el bálsamo que cure tu alma,
sé que no es fácil confiar, pero no es tarde aún.
¡Amor! déjame ser el manto de rosas que soporte
tus pisadas.
Quiero ser la luz que entra por tu ventana,
sorprenderte cada mañana, vestir de color
cada rincón de tu alma.
Quiero ser el perfume que huelas en tu almohada
y ser la razón de todas tus miradas.
¡Amor! yo sé que no es tarde aún,
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¿Qué tal si me dejas ser el ángel que guarda tu alma?
podría morir por un segundo en tus brazos,
sé que no valgo nada, pero mi amor es de verdad,
no una luz que se apaga cuando termina de hacer el
amor,
déjame ser el perfume de tu almohada,
¿buscabas la paz? ¿Qué tal si la encontraste ya?
yo solo quiero ser el dueño de tu mirada.
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PRENDADO DE TI
Hola amor,
¿es que no escuchas como palpita mi corazón?
¡escúchalo! es ese bum, bum.
el sonido de un corazón
prendado de ¡ti!
¿Qué puedo hacer yo?
si no sientes lo que siento ¡yo!
Siguen pasando los días
y ¡tú! no te das cuenta
que mi corazón solo late por ¡ti!
Vivo por tus besos,
por volver a sentir tus caricias
vivo de tu sonrisa,
de la alegría de sentir tu amor.
Soy yo quien te espera,
el que sueña con volver
a sentir tus besos,
me muero por tenerte
entre mis brazos
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hacerte vibrar y que sientas
que eres ¡tú! la que hace latir
este corazón, con un fuerte bum, bum,
que sigue prendado de ¡ti!
LOCURA DE AMOR
Cuantas bellas palabras escritas desde mi corazón
tanto decir que le amo y ahora todo queda
guardado en un cajón,
yo le decía que le amo y usted no creía en mi amor,
no me importo perder la vida
aunque usted no creyera en mí.
Ahora es tarde señora este amor
quedo encerrado en un triste cajón
ya no puedo decirle que le amo
aunque mi alma este perdida por su amor.
Ahora es usted la que llora en un rincón,
pero ya es tarde señora
ya no llore más por mí,
fue usted quien ignoro
el amor de este desdichado corazón
que no le importo perderse entre la locura del amor.
Ahora es tarde señora
ya no busque más mi amor,
por más que busque no lo encontrara
a menos que mire bajo esta fría piedra
que guarda un corazón que se perdió
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por culpa de su amor.
SENSIBILIDAD A FLOR DE PIEL
Hoy el sol recorre cada milímetro de mi piel,
lo siento como si fuesen tus cálidas caricias,
el sol hace que mi piel se vuelva sensible,
mi vello se eriza como cuando tus manos
recorren mi espalda,
en mi cara siento como cuando ¡tú!
con tus negros cabellos recorres
la comisura de mis labios lentamente.
¡Qué calidez!
¡Bonita sensación!
La que siento cuando estas a mi lado,
aunque en este momento
mi única compañera es
la soledad.
21
OJOS BELLOS
Ojos negros como el azabache,
ojos bellos que me miran,
desde las más altas cumbres
hasta la llanura,
repasan cada centímetro de la espesura
buscando un rincón
donde dar rienda suelta a la cordura,
pues no hay locura más cuerda
que los amorosos pensamientos
que en ti habitan.
Ojos negros como el azabache
ojos bellos que me miran
no busques más entre la espesura
ya encontré yo
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el lugar donde anclar este amor
que me eleva hasta las alturas.
MI MUSA ERES TÚ
Es la poesía lo que me hace sobrevivir,
le doy forma de verso
a todo lo que siento por ti,
es tanto lo que te deseo
que no hay suficiente tiempo
para que yo pueda escribir.
Todo lo que siento,
lo escribo aquí,
en miles de líneas en verso
solo para ti.
Cada día escribo y escribo
no puedo dejar de escribir,
plasmar en mi cuaderno de notas
todo el amor que hay en mí
y el día que ya no escriba
será porque deje de existir,
pues nada hay en el mundo
que haga que me olvide de ti.
La gente me pregunta por mi musa,
no saben que mi musa eres tú
amor que nace y crece,
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es lo único en el mundo
que me hace sobrevivir.
ES TU AMOR
Como agua de mayo
recorres mis campos
como agua de abril
haces florecer mi jardín.
Es tu amor mi sustento
tu felicidad mi vida
como agua de mayo
riegas mis pupilas,
como agua de abril
florece mi pecho.
Es tu amor el que
me hace seguir viviendo
como flor sedienta
regada por ti.
24
LADRON DE CAMINOS
Fui ladrón de caminos,
mientras tú me esperabas,
serpientes encontré,
en cruces que se abrían al alba.
Tu paciente seguías
esperando mi llegada,
promesas que no cumplía,
no, porque no te amara,
no, porque no te quería.
Mis andares eran limpios,
rápidos, pero el veneno
de las serpientes temía,
es por eso que mi llegada fue tardía,
no, porque no te amara,
no, porque no te quería.
El camino fue duro,
25
mucho más de lo que creía,
al fin llegue, magullado y cansado
y encontré la cama vacía,
te cansaste de esperar
vida mía, pero aunque mis pies sangren
y el veneno de las serpientes
sigan ahí esperándome,
ya no tengo miedo,
ahora caminare más deprisa.
Espérame vida mía,
ya que cuando llegue tendrás que curar
mis heridas.
tú eres la única que puede curarlas
y si esta vez vuelas antes que ¡yo! llegue,
ya no podre caminar más,
el veneno oculto entre mis venas
me arrancara la vida y yo
con mi alma rota moriré,
llorando tu partida.
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DUELO QUE EN MI PECHO MORA
Luz de fuego,
paisaje gris,
angustia que me rodea
llanto que decora el duelo
que en mi pecho mora,
como ruinas en guirnaldas
suspendidas,
brota la sangre roja
que adorna los lirios blancos
de tu cuerpo,
no puedo, te juro que no puedo
con el llanto de tu pecho,
de seguir así, perdido en el llanto
de tu duelo, ¡yo! muero.
27
HUYE AMOR HUYE
Voz secreta que amas a oscuras,
camelia hundida
bajo corrientes submarinas.
En noche oscura
solo la luna mancha mi perfil,
desgastando mis pupilas
que se esfuerzan por ver
tus dos perfectas cumbres,
volcanes de fuego,
huye de mi huye,
no dejes que el blanco marfil
de mi aliento
atrapen tus ardientes cumbres
que escupen el más ardiente
de los fuegos.
Huye amor huye….
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CORAZON DE ARENA
A través de la noche
de luna llena te veía,
yo lloraba y tú reías
no era un desdén
era que tú en paloma
te convertías.
La luna me quitaba las penas
aunque ¡yo! seguía llorando
mi agonía.
Llego la aurora
y de tanto llorar
mi corazón se transformo
en arena.
Al fin el sol se coló
por mi ventana,
las azucenas desprendieron
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su olor dulzón,
pero los tallos de los nardos
ya cubrían mi corazón
amortajado.
Qué pena, tú ya no reías
tu corazón de tanto llorar
también se convirtió en arena.
EN EL CIELO LLORARE
¡Hay amor!
estas en mi recuerdo
como ave perdida
en un cruel abismo
de soledad.
¿Dónde está el amor de mi vida?
si no regresas
mi alma morirá,
la eternidad se resquebrajara
y ya no volverás a saber de mí.
En el cielo llorare,
ya nada podrás hacer
mis caricias olvidaras,
y mis besos morirán
en un rincón gris de la eternidad.
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POBRE IMPENITENTE
Y aquí me tienen,
caminando solo
andando caminos extraños
sombríos y fríos
bajo emancipada lluvia
que moja mí todavía
impenitente avatar.
¿Dónde irá este pobre impenitente?
caminando solo
entre rosales espinosos
pero fragantes.
Percibo el aroma
de un amor perdido
31
¡Ay! amor
que esta impenitente rosa
nunca pierda su fragancia
aunque los surcos
marquen su irreverente cuerpo.
NAUFRAGO ENTRE PENAS
¡hoy! vivo preso en este mundo
donde el cielo se cae a pedazos,
el aire purpura
contamina mis pupilas,
agónicas lágrimas
resbalan como ríos caudalosos
entre los surcos ya imborrables
de la faz de mi cara.
el manto albo de pureza idílica
que habitaba en ¡mi!
ya no existe.
Naufrago entre penas,
intento no obrar mal,
sigo buscando entre níveos algodones
la redondez de tus auroras.
Mis noches quedan ciegas,
mis días ya no son tus días,
32
mi mundo ya no es tu mundo,
mi cielo ya no es azul,
mis sueños indiferencia tallada
de tu alma, tus sueños, exequias de tu olvido,
mi vida, una lágrima mustia
que resbala sumisa
por el nacarado velo de tu idilio.
QUIERO SER POETA
Ser poeta es cambiar la vida
a cada momento,
es ver la vida sin desasosiego,
cambiar por letras los tormentos
es desafiar lo irreal
y convertirlo en real,
cambiar sufrimiento
en alegría,
pobreza en riqueza,
es plasmar en letras
momentos de inquietud,
es apreciar a cada momento
lo bello de la imaginación
y verlo plasmado
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en dulces versos.
En otros momentos
ser poeta era plasmar en letras
los más ingratos pensamientos
nacidos del más terrorífico
de los infiernos.
MARIPOSA ENAMORADA
Mariposa ¡tú! qué vas de flor en flor,
¡tú! me provocas,
mariposa que enamoras,
vuela alto, vuela,
regresa a tu nido,
ten cuidado con el viento,
eres ligera volando,
pura seducción eres
moviéndote de flor en flor
moviendo tus alas al son del viento
me haces sentir celos.
En tus alas cobijas mis versos,
en tu corazón, mi desconcierto.
34
HERIDO
Reposando en tu almohada
me perdí en tu mirada,
es mi perdición recordarte,
son tus ojos mi posada,
me acuesto al cobijo de tus alas,
muero reposando en tu cuerpo,
prisionero de tus besos
atrapado entre sueños.
¡Dios! sálvame.
¡Herido!
Mi corazón sangra,
ya nada puedo hacer
muerto de amor,
perdido estoy.
No me retires tus alas
quiero reposar por siempre
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bajo el cobijo de tu almohada.
SUEÑOS ECHOS REALIDAD
Hoy sentí tu amor como nunca,
como cada noche, me acosté solo,
sin nadie a mi lado, con un vacío
que eriza la piel,
no sé si me dormí o fue realidad,
la verdad sentí que tú estabas junto a mí,
sentí tus besos en mi nuca, mi piel se erizo,
abrí los ojos y ahí estabas ¡tú!
hermosa, radiante como siempre,
tus cabellos parecían moverse
al son del aire que entraba por la ventana,
susurrabas a mi oído un te amo
mientras yo te acariciaba la espalda.
Tú esencia, el perfume de las rosas
se esparció por la habitación,
mientras, podía percibir el reflejo de la luna
que a través de mi ventana reflejaba el vaivén
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de las olas del mar, perfume de rosas
mezcladas con el aroma del mar
belleza que gozo con tu dulce
recuerdo que me hace vibrar.
¿Cuándo a mi volverás?
mi niña bonita
¿cuándo podre de nuevo disfrutar?
de la magnánima belleza de tu
cuerpo, me refugio en mis sueños
esperando un día poderte acariciar,
siente mis besos,
siente mis caricias,
siente mis manos sobre tus pechos
siente mi corazón palpitar
por el deseo que provocas
tan solo en mis sueños.
¿Imaginas amor?
si un sueño provoca todo esto
¿que puede provocar nuestro rencuentro?
ya en mi vida solo existen sueños
sueños que deseo se hagan realidad.
37
¿QUE ES EL AMOR?
¿Y tú me preguntas que es el amor?
¡tú! que has dado todo
sin pedir nada a cambio.
Dímelo ¡tú!
que no te ha importado
consumirte como ascuas
en el alborotado fuego,
¡tú! que has soportado todo
esperando y soñando.
Amar es sufrir
y al tiempo gozar
esperando un beso
de tu ser amado
es darlo todo
y quedarte esperando.
38
Deja ya de esperar
que el amor no es
lo que él te da
una noche de placer
y nada más.
¿QUÉ MAS PUEDO PEDIR?
Son tus mejillas sonrosadas,
son tus labios amapola,
quizá tu pelo alborotado,
sea lo que me ha enamorado.
Es mi guitarra tocando tu melodía
la que me hace sentir
mariposas en mi piel,
son tus besos,
tu cuerpo cerca de mí,
el calor de un abrazo,
el amor que hay en ti.
39
¡Amor! amarte es mi anhelo,
beber la miel de tus labios,
embriagarme de ¡ti!
¿Qué más puedo pedir?
COMO UN HURACAN
Los pensamientos fríos
atacan como un huracán,
rugen los

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