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ESQUEMA DE ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO

JUEVES SANTO (CENA DEL SEÑOR)


Canto
Inicio: Te adoramos santísimo señor Jesucristo…
V/. Seas por siempre Bendito y alabado
R/. Mi Jesús Sacramentado
Padre Nuestro, Ave María, Gloria

Oración Inicial

Señor, en esta noche, de rodillas ante tu presencia Eucarística ¡Te adoramos! Y te pedimos que te
quedes con nosotros No mires nuestros pecados, que ponen guerra y división. No mires nuestros
egoísmos, que olvidan y menosprecian a los demás. No mires las zancadillas que tendemos a los
otros, para que caigan y se humillen. No mires, Señor, nuestras guerras. Mira, sobre todo, la fe de
los sencillos, de los que siempre perdonan, de los que devuelven bien por mal, de los que sonríen,
como si no hubiera pasado nada, de los que callan y no gritan, de los que ven siempre lo positivo,
de los que confían en el futuro, porque han puesto toda su confianza en Vos, Señor de la paz,
Señor del Amor ¡Quédate con nosotros! Amén.

V/. Seas por siempre Bendito y alabado


R/. Mi Jesús Sacramentado
Padre Nuestro, Ave María, Gloria
Lectura para la meditación
De la Homilía de Melitón de Sardes, obispo, Sobre la Pascua
(Núms. 65-71: SC 123, 95-101)
EL CORDERO INMOLADO NOS HA HECHO PASAR DE LA MUERTE A LA VIDA
Los profetas predijeron muchas cosas sobre el misterio pascual, que es el mismo Cristo, al cual sea
la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Él vino del cielo a la tierra para remediar los
sufrimientos del hombre; se hizo hombre en el seno de la Virgen, y de ella nació como hombre;
cargó con los sufrimientos del hombre, mediante su cuerpo, sujeto al dolor, y destruyó los
padecimientos de la carne, y él, que era inmortal por el Espíritu, destruyó el poder de la muerte que
nos tenía bajo su dominio.
Él fue llevado como una oveja y muerto como un cordero; nos redimió de la seducción del mundo,
como antaño de Egipto, y de la esclavitud del demonio, como antaño del poder del Faraón; selló
nuestras almas con su Espíritu y los miembros de nuestro cuerpo con su sangre.
Él, aceptando la muerte, sumergió en la derrota a Satanás, como Moisés al Faraón. Él castigó la
iniquidad y la injusticia, del mismo modo que Moisés castigó a Egipto con la esterilidad.
Él nos ha hecho pasar de la esclavitud a la libertad, de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida,
de la tiranía al reino eterno, y ha hecho de nosotros un sacerdocio nuevo, un pueblo elegido, eterno.
Él es la Pascua de nuestra salvación.
Él es quien sufría tantas penalidades en la persona de muchos otros: él es quien fue muerto en la
persona de Abel y atado en la persona de Isaac, él anduvo peregrino en la persona de Jacob y fue
vendido en la persona de José, él fue expósito en la persona de Moisés, degollado en el cordero
pascual, perseguido en la persona de David y vilipendiado en la persona de los profetas.
Él se encarnó en el seno de la Virgen, fue colgado en el madero, sepultado bajo tierra y, resucitando
de entre los muertos, subió a lo más alto de los cielos.
Éste es el cordero que permanecía mudo y que fue inmolado; éste es el que nació de María, la
blanca oveja; éste es el que fue tomado de entre la grey y arrastrado al matadero, inmolado al
atardecer y sepultado por la noche; éste es aquel cuyos huesos no fueron quebrados sobre el madero
y que en la tumba no experimentó la corrupción; éste es el que resucitó de entre los muertos y
resucitó al hombre desde las profundidades del sepulcro.
Canto
Alabanzas al Dios altísimo
Tú eres el santo Señor Dios único, el que hace maravillas.
Tú eres el fuerte, tu eres el grande, tú eres el altísimo,
tú eres el rey omnipotente; tú Padre santo, rey del cielo y de la tierra.
Tú eres el trino y uno, Señor Dios de los dioses;
tú eres el bien, el todo bien, el sumo bien,
Señor Dios vivo y verdadero.
Tú eres el amor, la caridad; tú eres la sabiduría,
tú eres la humildad, tú eres la paciencia,
tú eres la belleza, tú eres la mansedumbre;
tú eres la seguridad, tú eres el descanso,
tú eres el gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría,
tú eres la justicia, tú eres la templanza,
tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción.
Tú eres la belleza, tú eres la mansedumbre,
tú eres el protector, tú eres nuestro custodio y defensor;
tú eres la fortaleza, tú eres el refrigerio.
Tú eres nuestra esperanza, tú eres nuestra fe,
tú eres nuestra caridad, tú eres toda nuestra dulzura,
tú eres nuestra vida eterna,
grande y admirable Señor,
Dios omnipotente, misericordioso Salvador.
Amén
Déjanos llegar a Ti
Omnipotente, eterno, justo y misericordioso Dios,
danos a nosotros miserables hacer por ti mismo lo que sabemos que tú quieres,
y siempre querer lo que te place, para que interiormente limpiados,
interiormente iluminados y por el fuego del Espíritu Santo
abrasados podamos seguir la huellas de tu amado Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, y a ti, Altísimo, llegar por sola tu gracia,
que en Trinidad perfecta y en simple Unidad vives y reinas y eres glorificado,
Dios omnipotente, por todos los siglos de los siglos.
Amén.
 
Mi Dios y mi todo
Mi Dios y mi todo,
¿Quién eres Tú,
dulcísimo Señor mío?
Y ¿quién soy yo, gusanillo
tu servidor? ¡Cuánto quisiera
amarte, santísimo Señor mío!
¡Cuánto quisiera amarte,
Señor mío dulcísimo!
¡Señor mío y Dios mío,
te entregué todo mi
corazón y todo mi cuerpo,
y ardientemente anhelo darte más,
si supiera qué más darte!
Amén.
 
Dos gracias te ruego
Señor mío Jesucristo
dos gracias te ruego me
concedas antes de morirme;
la primera, que sienta yo
en cuerpo y alma, en cuanto
sea posible, el dolor que Tú,
dulcísimo Jesús;
sufriste en tu dolorosísima Pasión;
la segunda, que sienta yo
en mi corazón, en cuanto
sea posible, aquel amor
sin medida que te abrasaba
y te llevó, Hijo de Dios,
a sufrir gustoso por nosotros pecadores esta misma
dolorosísima pasión.
Amén

PRECES
En esta noche santa, ante la Reserva eucarística, oremos al Padre por
medio de Jesucristo, que se entrega por nosotros y por nuestra salvación.
- R/. OH BUEN JESÚS ÓYENOS
- Por la santa Iglesia de Dios extendida por todo el universo para que a través de sus ministros el
Papa N., nuestro Obispo N. Ayúdales a cumplir a cabalidad la misión que les confiaste. Fortaléceles
su fe, llena sus corazones de amor y de esperanza, para que sean los guías que todos necesitamos.
R/.
- Por los Gobernantes para que sus acciones sean impulsadas por el amor a Dios y en servicio al
pueblo. R/.
- Por los que niegan la salvación obrada por Jesús en su muerte y resurrección, manifestada en la
presencia real en el santísimo sacramento del altar. R/.
- Por los que llevan a cabo la tarea de la evangelización: catequistas,
Misioneros, laicos comprometidos para que Dios los fortalezca y los acompañe siempre. R/.

-Por las vocaciones sacerdotales y religiosas: para que cada día haya más jóvenes
dispuestos a seguir al Señor en este camino de servicio al Evangelio y la comunidad. R/.
- (Se añaden intenciones libres)
- Por los enfermos, los inmigrantes, las víctimas de los malos
tratos, los indigentes, los abandonados, los que se encuentran solos y por
todos los que sufren. R/.
V/. Seas por siempre Bendito y alabado
R/. Mi Jesús Sacramentado (3)
Padre Nuestro, Ave María, Gloria

BENDICIÓN FINAL: Dios Padre nuestro, muéstranos tu infinita misericordia y el inmenso amor que
nos tienes; derrama tu bendición abundante sobre nuestras comunidades, nuestras familias y
todos los que hemos celebrado la última cena del Señor Jesús. Ayúdanos a quienes hemos
compartido estos momentos de oración a saber transmitir a nuestros semejantes las gracias que
de ti hemos recibido en esta noche. Que ellas alimenten nuestra fe y den sentido a nuestra
esperanza a través de lo que vamos a contemplar y celebrar en los próximos días: la muerte y la
resurrección de Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén.

Te adoramos santísimo señor Jesucristo…

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