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Título: Mano de obra en el periodo de crecimiento y expansión de la agricultura en

Salta: caña de azúcar y tabaco hacia fines de los ’70.

Apellido y Nombre del autor: Rossi Hugo Ariel

Pertenencia institucional: Universidad Nacional de Salta-Facultad de Humanidades

Correo electrónico:huarossi@hotmail.com

1. Mano de obra y desarrollo capitalista

El análisis de la fuerza laboral de las dos principales producciones agroindustriales de Salta,


presenta ciertas similitudes que nos indican determinadas características presentes en la
estructura económica social de la provincia, en donde como veremos a continuación hasta
bien entrado el siglo XX los procesos de acumulación originaria de capital continúan en
plena vigencia. Algo no menor si atendemos que el desarrollo del capitalismo reconoce en
la Pampa Húmeda un periodo de tiempo de casi 80 años, que va desde 1810 hasta entrado
18801.

Dicha cuestión nos está indicando la persistencia de elementos precapitalistas, que van
moldeando de manera especial, y dando puntos únicos, al capitalismo agrario salteño, toda
vez que asistimos a la formación de un empresariado con características propias de una
burguesía, pero que parte de su beneficio proviene del usufructo de dichos elementos, a los
cuales recurre de distintas maneras de acuerdo de la coyuntura que se trate.

Con esto a lo que se apunta en la presente ponencia es a tratar de observar desde otra óptica
puntos en común de la estructura productiva tanto de la producción azucarera como de la
tabacalera. Es decir, la recurrencia a métodos coercitivos de reclutamiento de mano obra y
la presencia de renta en trabajo, todo esto a la par de un alto desarrollo tecnológico, nos
lleva a tratar de explicar el porqué de dicha coexistencia. Dado que así como que la renta en
trabajo no es propia del capitalismo, de igual manera en general cuando es un problema
obtener mano de obra se paga salarios, se construye infraestructura o se recurre a algún
1
Azcuy Ameghino, Eduardo (2011). Una historia casi agraria. Hipótesis y problemas para una agenda de
investigación sobre los orígenes y desarrollo del capitalismo en Argentina. Ediciones del PIEA
atractivo de mercado, no a métodos coercitivos. Todo esto nos lleva a concluir, como se
dijo anteriormente, que estamos ante la presencia de un empresariado, que se beneficia de
elementos precapitalistas, siendo entonces la pregunta ¿por qué?.

En las siguientes primeras páginas se tratara de dar respuestas a dichas cuestiones,


atendiendo a las características propias y comunes de las producciones en cuestión.

2.1. Hacia la formación de un doble mercado de trabajo

Las producciones de azúcar y tabaco tienen en la provincia de Salta una larga tradición, y
sus desarrollos se encuentran ligados al devenir de las familias oligárquicas salteñas, las
cuales mantenía su base de dominación en la acaparación y propiedad exclusiva de la tierra
iniciada durante el periodo colonial. De esta manera un grupo de familias a partir de
alianzas con otros grupos regionales de poder detentaban los resortes políticos y
económicos provinciales.

2.1.1. El trabajo en el surco

Siguiendo el sistema de plantación-ingenio, el desarrollo del cultivo de la caña de azúcar en


la provincia de Salta se caracterizó por concentrarse únicamente en dos ingenios (Ingenio
San Isidro e Ingenio San Martin del Tabacal) cuya producción cañera se desarrollaba en
grandes unidades de superficie situadas alrededor de los mismos a modo de enclave. De
esta manera en Salta encontramos a propietarios de vastas plantaciones de caña, que
disponiendo del trabajo barato de indígenas y bolivianos, (y sin depender de los productores
independientes como los ingenios tucumanos), convierten a estas fábricas en lugares más
eficientes y con una producción de caña a bajo costo. 2 Esto es pocos ingenios de moderna
tecnología y altamente integrados, con plantaciones de caña de azúcar en unidades de
producción de grandes superficies que por razones técnicas se establecieron junto a los
ingenios.

Sin embargo la dinámica propia de la economía de enclave y la naturaleza temporaria de


buena parte del empleo de mano de obra (cosecha o zafra de azúcar) cristaliza la
2
Guy J., Donna; “El azúcar y la política de recursos naturales: El estado argentino y las provincias del
noroeste, 1870-1930” en Campi, Daniel (Comp.) (1992), Estudio sobre la industria azucarera argentina II.
Universidad Nacional de Jujuy-Universidad Nacional de Tucumán.
coexistencia de dos áreas con distintos sistemas productivos: el área de enclave
propiamente dicha y las áreas proveedoras de mano de obra estacional3. Algo importante si
se tiene en cuenta que una de las cuestiones a resolver por el capital agroindustrial
azucarero era la escasez relativa de mano de obra.

A este problema no se podía encontrar salida con la fuerza laboral de los inmigrantes
europeos, salvo para algunos trabajos calificados. El extranjero no veía de por sí con
buenos ojos el trabajo en las plantaciones, al que asociaba con las colonias y con el trabajo
esclavista. No era tentador en absoluto para el inmigrante alejarse de las zonas portuarias, y
más ricas del país, para internarse en regiones aisladas, donde el anhelo de tierra era
prácticamente irrealizable. De esta manera el único recurso factible era echar mano al
aborigen chaqueño que era una fuerza laboral aun no plenamente explotada.4

Por ello hasta bien entrado el siglo XX se recurrió a métodos coercitivos como el conchabo,
y llegándose incluso a recurrir a estrategias de reclutamiento que implicaban el uso de la
fuerza militar.

El traslado anual, que incluía a todos los miembros de la tribu, se realizaba a pie hasta las
estaciones de ferrocarriles, y allí eran embarcados generalmente en vagones de carga.
Algunas tribus hicieron de esta migración anual parte del ritmo de sus vidas, aun así
siempre esperaban la llegada de los mayordomos que con alcohol y tabaco debían
convencer a los caciques. En el caso de las zonas alejadas de los centros de población
blanca, además de los regalos era frecuente recurrir al ejecito y a la represión de aquellos
que no concurrían. En este sentido el papel del ejército fue muy importante para las
empresas, ya que este además daba información y apoyo logístico a los conchabadores. El
reclutamiento se realizaba sin que mediara ningún contrato.

Sin embargo con la ceración en 1918 del Ingenio San Martin del Tabacal la estrategia
principal consistió en la compra y arriendo de las haciendas ubicadas en los alrededores del
3
Hocsman Daniel (2003). Estructura rural, territorialidad y estrategias domésticas en la cordillera oriental
(San Isidro - Finca El Potrero - Colanzulí - Finca Santiago, Salta). Tesis de Doctorado. Facultad de Ciencias
Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata.
4
Lagos, Marcelo; “Conformación del mercado laboral en la etapa de despegue de los ingenios azucareros
jujeños (1880-1920) en Campi, Daniel (Comp.) (1992), Estudio sobre la industria azucarera argentina II.
Universidad Nacional de Jujuy-Universidad Nacional de Tucumán.
mismo. Con esto el ingenio lograba dos claros objetivos, por un lado se aseguraba un
continuo flujo de mano de obra por parte de las comunidades campesinas a la cosechas, ya
que con trabajo estas pagaban parte del arriendo. Y por otro lado permitió a las empresas
desentenderse de la manutención de la mano de obra una vez finalizado el período de zafra,
descargando así el costo de su reproducción social sobre los mismos trabajadores y sus
comunidades de origen5.

El trabajo en la zafra consistía en la asignación del surco, cortar la caña, pelar las hojas,
despuntarla y voltearla al lado del surco. Dependiendo de la organización, el mismo zafrero
trasladaba la caña al hombro hasta la punta del surco, donde era pesada y recogida por
carretas de bueyes. Llegado el momento del cobro (que generalmente era mensual), el
Ingenio, a través del sistema de fichas que eran entregadas a los trabajadores cada vez que
cumplían con cierto tonelaje de cosecha, asignaba a cada cosechero su paga, de la cual
podía descontar cosas como el alojamiento o la prestación de algunos servicios generales.
En muchos casos también acudían en el momento de pago los almaceneros y los
administradores de las fincas para cobrar sus deudas de arriendo y pastaje.6

Una vez terminada la zafra, los cosecheros eran concentrados en las estaciones de
ferrocarril y enviados de vuelta a sus lugares de origen, enfermos, agotados, desnutridos y
muy pocas veces con algo de dinero.

2.1.2. El trabajo en el tabaco

Por su parte El Valle de Lerma constituye el núcleo central de la actividad tabacalera de la


provincia de Salta, al igual que el resto de la provincia la presencia de la gran propiedad de
origen colonial es una de sus características.

5
Hocsman Daniel (2003). Estructura rural, territorialidad y estrategias domésticas en la cordillera oriental
(San Isidro - Finca El Potrero - Colanzulí - Finca Santiago, Salta). Tesis de Doctorado. Facultad de Ciencias
Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata.
6
Reboratti Carlos (2009). El Alto bermejo. Realidades y Conflictos. Editorial La Colmena. Buenos Aires.
El proceso productivo en las fincas tabacaleras estaba basado en el trabajo en conjunto de
los “llamados socios habilitados”7 y de mano de obra migrante. A los “socios habilitados”
se les daba dinero adelantado que se descontaba de las entregas finales de tabaco; este
financiamiento se lo hacía a través de las proveedurías instaladas en la propia finca.8

Para el trabajo se utilizaban arados de tiro, de 2 rejas, tirados con tres grupos de tres mulas,
o tiros de 2 y 3 mulas, con lo que se alcanzaba a preparar 1 a 2 has. por día. También se
utilizaban yuntas de bueyes para la preparación de terrenos y para el transporte de la
cosecha.

Junto con las comunidades campesinas originarias, hasta la primera mitad del siglo XX, la
población migrante boliviana constituyo la principal mano de obra. Esta provenía en su
gran mayoría de Oruro, Potosí, Sucre y en menor medida, de Tarija y Cochabamba..9

Una descripción más ampliada del proceso de producción implica considerar las tres etapas
principales: almácigo, plantación y cosecha. La primera etapa, la de almácigo, incluye
diversas tareas, entre las cuales se encuentra la preparación de la tierra: tratamientos
necesarios para prevenir malezas, hongos e insectos y fertilización, siendo el requerimiento
estimado de 3 jornales. La siembra es la tarea posterior, que requiere de cuidados respecto
de la distribución de la semilla. Luego de 70 días de la siembra, las plantas ya están listas
para ser trasplantadas. Estas tareas se realizan de forma manual, independientemente del
tamaño de la explotación.10

La segunda etapa en el proceso de producción del tabaco es la plantación. Una vez que el
suelo está preparado se procede al trasplante. La tarea de trasplante se ejecuta con un
“hoyador” para acomodar mejor las plantas en el surco y evitar la mala distribución de las

7
El sistema de socios habilitados consistía en la entrega a las familias de 2 a 3 hectáreas para la producción de
tabaco. La finca les daba además una casa, una parcela para el cultivo de hortalizas y un terreno para el
pastoreo de los animales. El producto de esa superficie debía venderse a la propia finca.
8
Rodríguez, Marcelo y Zilocchi, Hugo (2012). Historia del cultivo de Tabaco en Salta. Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
9
Rodríguez, Marcelo y Zilocchi, Hugo (2012). Historia del cultivo de Tabaco en Salta. Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
10
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria “El cultivo de los tabacos claros”, Salta, 1974
raíces. Luego la plantación debe ser regada cuidadosamente evitando el descalce de las
plantas. Una vez que las plantas se han arraigado, a los 7 a 10 días, se inician los trabajos de
cultivo: la carpida (con azada -demanda 7 jornales por hectárea- o con carpidor tirado con
tracción mecánica o animal -demanda 1 jornal por hectárea-), el aporque del suelo, el
desflore y el desbrote.11

La etapa de la plantación demanda la mayor cantidad de mano de obra, alcanzando 30


jornales por hectárea. En el momento del trasplante se recurre, generalmente, a la
contratación de mano de obra transitoria, siendo el resto de las tareas realizadas por
personal permanente. 12

La estacionalidad de la cosecha de tabaco es variable según el tipo, así como también es


variable el modo en que se realiza. La cosecha concentra la mayor demanda de mano de
obra de todo el ciclo productivo y es en esa etapa donde se procede a la contratación de
mano de obra transitoria en las diferentes explotaciones, independientemente de su
extensión.13

Por último se procede al curado y secado del tabaco, que se inicia a fines de enero y
culmina en marzo. Los sistemas de curado son distintos para el tabaco Virginia, Burley o
criollos. El primero es secado a calor, por medio de estufas, construcciones especiales de
adobes o de ladrillos con techo de fibrocemento, zinc o teja con una abertura en su parte
superior, denominada sombrero, y varias en la parte basal, denominadas ventiladores. El
curado del Burley se realiza en tendaleros: galpones con ventilación sin exposición solar y
los criollos se curan al sol.

2.2. Renta en trabajo y producción campesina ¿trabas al desarrollo capitalista?

De lo escrito hasta el momento podemos avanzar en una serie de cuestiones que nos están
marcando características propias del desarrollo capitalista en el agro salteño. Entre ellas, la
11
Idem

12
Giménez, María Laura (2004). Trayectoria y organización productiva de sectores medios de productores
tabacaleros en la provincia de Salta. Maestría en Ciencias Sociales del Trabajo. Universidad de Buenos Aires.
Centro de Estudios Avanzados.
13
Ob. Cit
principal, es la fuerte presencia de la renta en trabajo en producciones que a priori
reconocen una impronta capitalista.

Esto es, en el caso de los ingenios, la construcción de una gran infraestructura, a la par de
grandes inyecciones de capital que permiten un gran desarrollo tecnológico y la presencia
de obreros calificados para cumplir la tarea de operarios de las maquinas.

Para el tabaco, si bien hasta el momento no presenta un gran despegue productivo, y el


trabajo sigue siendo esencialmente manual, la fabricación de cigarrillos artesanales en
pequeñas fábricas situadas en la capital provincial representa un primer intento de
industrialización de la producción.

Sin embargo el dato resonante y que marca un punto de inflexión para su análisis en
presente apartado, es que el grueso de la producción se asienta sobre trabajo no asalariado
en el sentido amplio del término. Es decir que junto al trabajo del obrero, aparece para las
tareas sobretodo de cosechas, la figura del campesino como trabajador temporario.

Su presencia nos esta indicando la formación en torno a ambas producciones de dos


mercados de trabajos. Uno, vinculado mas a la labor fabril, con características propias del
modo producción capitalista, esto es relaciones salariales y en donde el productor directo se
encuentra separado de sus medios de producción. Y otro en donde un empresariado
capitalista, usufructúa elementos precapitalistas, como lo es la renta en trabajo.

Como sostiene Marx la renta del suelo en su forma mas sencilla, la renta en trabajo, en la
que el productor directo trabaja una parte de la semana, con instrumentos de trabajo que le
pertenecen de hecho o de derecho, la tierra que le pertenece de hecho y los otros días de la
semana trabaja en la finca del terrateniente, para el terrateniente gratuitamente, vemos que
la cosa aquí está bien clara, renta y plusvalía son aquí idénticas14

Para el caso de la población campesina en las producciones en cuestión, las formas


principales de coacción se definían a partir de las categorías de “arrendatarios” o
“subarrendatarios” (en las tierras compradas o alquiladas) a cambio de su contratación. La

14
Ob. Cit.
renta era extraída a los campesinos mediante la determinación de cánones de derecho de
uso de tierra agrícola y los campos de pastoreo. 15 16

Como sostiene Daniel Campi, es importante destacar que estamos en presencia de un


mecanismo muy generalizado en todo el contexto latinoamericano hasta muy entrado el
siglo XX, y que incluso es probable no se haya extinguido totalmente, como la institución
del contratista que todavía moviliza contingente de trabajadores para la zafra azucarera; y
que ha sido frecuentemente caracterizado como una relación de tipo servil hasta
esclavista.17

Ahora bien, ¿Cuáles eran las razones por las que los sectores dominantes mantenían un
comportamiento aparentemente contradictorio?, ¿la constitución de un mercado de trabajo
libre les ofrecía o no grandes ventajas para el desarrollo económico?. Dos elementos
confluyen aquí en el intento por responder estas preguntas, por un lado (del lado
empresario) el libre juego de la oferta y demanda supondría un alza en los salarios, lo que
repercutiría de manera directa en una tendencia alcista en los costos de producción, en tanto
no se contaba con un “ejército de reserva” de desocupados que estabilizara dicha situación.
Mientras que por otro lado (del lado de la mano de obra) la resistencia a la proletarización
por parte del campesinado, que hacían insuficientes los incentivos monetarios, explicarían
la aplicación de la violencia y la coerción.

En este punto resulta necesario retomar lo escrito en las primeras páginas, en donde
partimos por entender al capital como una relación social de producción. Una relación
histórica de producción, que vincula a los propietarios de los medios de producción con los
productores directos, que deben vender su fuerza de trabajo a efectos de obtener un salario

15
Hocsman Daniel (2003). Estructura rural, territorialidad y estrategias domésticas en la cordillera oriental
(San Isidro - Finca El Potrero - Colanzulí - Finca Santiago, Salta). Tesis de Doctorado. Facultad de Ciencias
Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata.

16
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.
17
Campi, Daniel (Comp.) (1992), Estudio sobre la industria azucarera argentina II. Universidad Nacional de
Jujuy-Universidad Nacional de Tucumán.
que les permita reproducir su existencia; esta relación no existe (o no predomina) en las
sociedades precapitalistas, donde en general no se ha formado una mano de obra libre.18

Resumiendo lo que observamos hasta el momento es que la ausencia o debilidad del


proceso de proletarización, en las poblaciones campesinas que trabajan en el tabaco y la
caña, las estarían definiendo como relaciones no capitalista, situación bastante compleja ya
que se trata de mano de obra de producciones que reconocen un cierto grado de
industrialización y que como producciones regionales participan de los procesos de
acumulación de capital a nivel nacional.

Al respecto, vale recordar que la mera existencia del trabajo asalariado no permite hablar
desde luego de capitalismo19, de manera que es siempre la organización social de la
producción por sobre cualquier otro factor y determinación, la que define el contenido de
clase de cada sociedad concreta.

Es así que podemos afirmar que para la primera mitad del siglo XX, la provincia de Salta
presenta ciertos niveles de acumulación de capital por parte de sus sectores dominantes, sin
embargo la misma está asentada en la explotación de elementos precapitalistas toda vez que
en esencia, la provincia, mantiene una estructura socio económica no capitalista. Como
sostiene Azcuy Ameghino muchas unidades productivas pueden parecerse a las capitalistas,
e incluso “funcionar” como tales, y sin embargo no serlo.20

3. Con Perón llegan las obligaciones y ventajas capitalistas

El Golpe de Estado 1943 encuentra una Argentina que hacía ya una década venia llevando
adelante un proceso de desarrollo industrial basado en un proceso sustitutivo de
importaciones que permitió a su vez el desarrollo de una pequeña y mediana burguesía.

18
Azcuy Ameghino, Eduardo; “Producción familiar, producción capitalista y descampesinizacion: aspectos
teóricos y problemas interpretativos” en Lázzaro, Silvia y Graciano, Osvaldo (Comp.) (2007). La Argentina
Rural del Siglo XX. Fuentes, problemas y métodos. Buenos Aires. La Colmena.

Ciafardini, Horacio (1976). Sobre algunos enfoques unilaterales en historia. Revista Teoría y Política. Abril
19

N° 17.
20
Azcuy Ameghino, Eduardo (2008). Trincheras en la Historia: Historiografía, Marxismo y Debates, Buenos
Aires. Imago Mundi.
Desde entonces el sector nacionalista de las fuerzas armadas, cuya figura será Juan
Domingo Perón, impulsa la consolidación y profundización de las políticas de
industrialización, para la cual durante su gestión como Secretario de Trabajo lleva adelante
medidas tendientes a una mayor liberación y sindicalización de la mano de obra (en
especial los sectores rurales del interior de país por medio del Estatuto del Peón Rural); y
una vez en la presidencia, la consolidación de un fuerte mercado interno, elevando los
índices de consumo por medio de una importante política salarial, uno de cuyos principales
objetivos era producir una redistribución progresiva del ingreso.21

La legislación peronista fue el marco histórico por el cual una parte suficiente de los
productores directos extrampampeanos, se liberó de sus condiciones de producción (de vida
y trabajo), y de las trabas extraeconómicas que limitaban su libertad, tornándolos de este
modo individuos aptos para ingresar voluntariamente a la contractualidad del vinculo
salarial.

3.1.1. La renta en productos y la renta en dinero como formas de transición en el agro


salteño

El avance de la legislación laboral y, el mayor control político sobre las tierras de propiedad
de la oligarquía salteña, van a determinar cambios en la estructura socioeconómica de
provincial, toda vez que si bien los mecanismos de coerción de periodo anterior no
desaparecen por completo, asistimos al comienzo de la descomposición de las antiguas
relaciones sociales de producción.

En el caso de los Ingenios y las fincas vinculadas a ellos, el trabajo gratuito que debían
realizar los campesinos como forma de pago del arriendo, será a partir de este periodo
remunerado de acuerdo a los salarios fijados por ley.

Los administradores de las fincas desdoblan su papel. Ahora serán también contratistas de
mano de obra para los ingenios. De esta manera el reclutamiento se hace en carácter de
intermediario ya no patrón.

21
Rapoport, Mario (2000). Historia económica, política y social de la Argentina. Buenos Aires. Ed. Macchi.
Y por ultimo aunque durante este período la migración sigue siendo estacional, comienza
ya la práctica de trasladarse por periodos más largos. Como así también la práctica de las
mujeres de migrar durante el verano para emplearse como servicio domestico.22

Por otro lado en la producción tabacalera nos encontramos con que con el desarrollo del
Complejo Agroindustrial Tabacalero (CAT), se avanza en cuanto al grado de
asalariamiento de los trabajadores y al nacimiento de organizaciones gremiales tanto de
productores como de empleados y obreros (del campo e industriales), pasando
gradualmente de un modo de producción basado en las haciendas ganaderas coloniales a
otro, caracterizado por la presencia de empresas altamente capitalizadas.

De esta manera el principal impacto del Estatuto del Peón Rural, en el Valle de Lerma, fue
que a partir del mismo se produjo una expulsión masiva de los campesinos y sus familias.
Algunos de ellos, para evitar ser desalojados, aceptaron pasar a la condición de productores
independientes por la cual se les entregaba tierra y se les financiaban los gastos operativos
hasta final de cosecha, momento en que entregaban la totalidad de la producción a la finca
y se le descontaban los adelantos en dinero y mercaderías realizados durante el año.23

Ahora bien, sin embargo la nota importante es que a pesar de los efectos de
descomposición social de las antiguas estructuras que tuvo la llegada del peronismo al
poder, el carácter compulsivo de las tareas del campesinado salteño se mantiene. Ahora sus
actividades son remuneradas, pero no son obreros libres, toda vez que la monetarización de
las relaciones sociales aumenta el grado de dependencia del trabajo para los ingenios y las
fincas tabacaleras (únicas fuentes seguras de ingresos monetarios), y por otro también
aumenta la dependencia de los almacenes para proveerse de bienes de consumo.

4. Cambios en el modelo de acumulación y nuevas formas de explotación

22
Gatti, Luis María (1975). Plantación, Campesinado y Manufactura: un caso de análisis diacrónico de la
articulación de clases en el Noroeste Argentino. Informe Preliminar. Quito. CLACSO.
23
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.
Con la caída del peronismo se sucederán una nueva serie de transformaciones en la
agroindustria salteña como expresión del cambio en el modelo de acumulación el cual tiene
como eje principal el reemplazo de mano de obra por maquinaria. Es decir que el
incremento de la productividad necesario para aprovechar la situación del mercado, implicó
un incremento en la composición orgánica del capital agroindustrial.

Así para la década de 1960 la agroindustria azucarera comenzaría con una nueva etapa en
su expansión, que transformará no sólo la estructura productiva de los Ingenios sino
también buena parte de la dinámica económica regional, pues estos comenzaron a aplicar
técnicas modernas de cosecha, que fueron reduciendo las necesidades de trabajadores. Este
aspecto es vital a tener en consideración ya que los procesos de trabajo implicados en la
cosecha y acarreo llegan a constituir hasta un 50% de los costos de producción de un
ingenio24.

También para el tabaco el modelo tecnológico empleado en su producción sufrió desde la


década del ‘70 modificaciones que impactaron directamente sobre la reducción en el
empleo de mano de obra. Los principales cambios se orientaron hacia la generalización del
uso de agroquímicos, utilización de cubiertas de plásticos en los almácigos e incorporación
de nueva tecnología al proceso de trabajo. Un cambio importante estuvo vinculado a la
difusión del tractor, hecho que ocurre a partir de la década del 60 y que permite suplantar al
burro en las tareas de preparación de los suelos y transporte del cultivo y de empleados.
Este cambio optimizó los tiempos de cada tarea y redujo la contratación de mano de obra,
por cuanto determinadas tareas que se ejecutaban en forma manual pasaron a ser realizadas
con implementos adicionados a los tractores. Este cambio tecnológico incidió también a
nivel organizativo, en la medida que se incorpora un nuevo puesto de mayor calificación -el
de peón tractorista-, en relación con el puesto de peón general.25

De esta manera en ambas producciones por contar con mayores niveles de tecnificación se
da una cuestión importante a considerar: el cambio en la relación capital/trabajo implica
24
TRINCHERO, H. y BALAZOTE, A. (Comps.) 2000. Etnicidades y territorios en redefinición. Perspectiva
histórica y antropológica. SECyT / FFyH. UNC. Córdoba.
25
Giménez, María Laura (2004). Trayectoria y organización productiva de sectores medios de productores
tabacaleros en la provincia de Salta. Maestría en Ciencias Sociales del Trabajo. Universidad de Buenos Aires.
Centro de Estudios Avanzados.
una disminución de contratación de mano de obra temporaria, lo implica a su vez un
aumento en la tasa de plusvalía relativa, ya que asistimos a un aumento de plustrabajo o
trabajo excedente sin modificarse la jornada laboral. Pero ¿cómo sucede esto?, para que
esto efectivamente suceda es necesario que se incorpore maquinaria más moderna para
alterar los método de trabajo y hacerlos más eficientes. De esta manera cada obrero
necesitara menos tiempo de trabajo para producir el equivalente del trabajo socialmente
necesario para su reproducción, con la disminución de los llamados “bienes salarios”,
tiende a disminuir el valor de la fuerza de trabajo y por lo tanto, el tiempo de la jornada de
trabajo que el obrero dedica a producir un valor equivalente a su salario.26

4.1. La explotación de trabajo campesino por el Capital

Para la coyuntura que se inicia en la década de 1960 hubo dos sectores de la vida de las
comunidades campesinas que sufrieron grandes modificaciones que comienzan a cambiar
rotundamente la estructura socioeconómica.

En primer lugar la provisión de mercancías. Los almacenes instalados en las fincas abarcan
todos los rubros, lo que contribuye a incrementar la “necesidades” de compra de los
campesinos vinculados a ellas. Esto genera una diferencia con el resto de las poblaciones
locales toda vez que comienzan a diferenciarse de estos en sus vestimentas y hábitos de
consumo por ejemplo la ginebra y el vino reemplazan a la chicha y el alcohol puro, y
aparecen las bicicletas como medio de movilidad. Sin embargo al almacén sigue vendiendo
al fiado y sigue descontando la deuda de los salarios o de la elaboración de productos
artesanales elaborados por los campesinos, pero ahora los valores de los productos
adquiridos son reactualizados en el momento del pago.27 De igual manera, como se dijo
anteriormente, el caso del tabaco a los productores independientes se les entregaba tierra y
se les financiaban los gastos operativos hasta final de cosecha, momento en que entregaban

26
Mercante, Esteban y González, Juan “Mecanismos para incrementar la plusvalía” en Marx, Karl (2010).
Salario, Precio y Ganancia. Buenos Aires. Ediciones Instituto del Pensamiento Socialista.
27
Gatti, Luis María (1975). Plantación, Campesinado y Manufactura: un caso de análisis diacrónico de la
articulación de clases en el Noroeste Argentino. Informe Preliminar. Quito. CLACSO.
la totalidad de la producción a la finca y se le descontaban los adelantos en dinero y
mercaderías realizados durante el año.28

En segundo lugar en el periodo comienza a cobrar importancia la fabricación de artesanías


y el desarrollo de cultivos comerciales (ají, comino, anís, legumbres) con una disminución
relativa de cultivos de subsistencia (maíz, papa, trigo). En el caso de las artesanías,
principalmente tejidos, eran las mismas fincas quienes se encargaban de a explotación en
escala ampliada de estos productos con la instalación de talleres, sin embargo para los
administradores no resulto una tarea sencilla lograr que los tejedores se avinieran a cumplir
un horario de 8 horas, por lo que la actividad artesanal para los campesinos siguió siendo
una actividad marginal pero que permitía ingresos monetarios extras que posibilitaban la
reproducción del grupo domestico.29

5. Combatiendo al Capital. Sindicatos: organización, lucha y resistencia

5.1. Los obreros del azúcar

En la provincia de Salta existieron dos organizaciones: el Sindicato Obreros del Azúcar del
Ingenio "San Isidro" y el Sindicato Obreros del Azúcar del Ingenio "San Martín del
Tabacal". Estos sindicatos emprendieron una lucha frontal contra la patronal, sobre todo en
los primeros años del gobierno peronista, para lograr el cumplimiento de la legislación
vigente. En este sentido, tuvieron un gran protagonismo contrastando enormemente con la
pasividad a que fueron sometidos durante los gobiernos conservadores que prácticamente
gobernaron la provincia.30

28
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.
29
Gatti, Luis María (1975). Plantación, Campesinado y Manufactura: un caso de análisis diacrónico de la
articulación de clases en el Noroeste Argentino. Informe Preliminar. Quito. CLACSO.

30
Michel, Azucena del Valle y Burgos, Federico Ignacio (2005). Agroindustria azucarera y sindicatos en la
provincia de salta (1943 - 1955), Salta, Revista 4 Escuela de Historia
Por ello es de destacar que las huelgas de los trabajadores azucareros salteños se
manifestaron con mayor asiduidad entre 1946 y 1949 durante el gobierno de Cornejo
Linares (propietario del Ingenio San Isidro y primer gobernador peronista de Salta), a quien
veían como genuino representante de la oligarquía salteña, coincidente por otra parte, con
el movimiento huelguístico de todo el país. Y a su vez el apoyo al peronismo fue evidente,
prueba de ello fue la constitución de una Unidad Básica en el Ingenio "San Martín del
Tabacal", cuya comisión directiva estaba compuesta por algunos dirigentes gremiales.31

Las mencionadas huelgas formaron parte del plan de lucha llevado adelante por la FOTIA 32
en marzo y octubre de 1949 las cuales pueden interpretarse como expresión de un reclamo
salarial y en contra de los industriales azucareros 33, no así como un signo de disidencia
política a nivel nacional ya que los mismo no estaban dirigidos a la figura del presidente
Perón. Pero en cambio si a nivel provincial, ya que el reclamo alcanzaba a los funcionarios
de gobierno locales muchos de los cuales, como es el caso de Salta, eran los propietarios de
los ingenios.

Al ser depuesto Perón, se produjo un cambio en la situación. El sindicato perdió eficacia


como vocero de los trabajadores, en particular de los estacionales; debilitados y carentes del
apoyo y mediación del gobierno, se redujeron las posibilidades de enfrentar con éxito a los
dueños de los Ingenios. A su vez el desarrollo de una cúpula sindical burocratizada,
provoco divisiones en el seno del sindicato ya que a pesar de exigirles a los trabajadores
estacionales la afiliación al gremio, se le niega el derecho a voto y la postulación como
delegados.

De igual manera los Ingenios recurren para el disciplinamiento del obrero tanto a incentivos
materiales, ya que en el pago se incluían además los mismos servicios de asistencia social
que brindaba el sindicato, por lo que el obrero prefería trabajar más horas en la zafra, a que

31
Michel, Azucena del Valle y Burgos, Federico Ignacio (2005). Agroindustria azucarera y sindicatos en la
provincia de salta (1943 - 1955), Salta, Revista 4 Escuela de Historia
32
En 1948 la Federación contaba con una afiliación de aproximadamente 30.000 obreros tucumanos a los que
se les sumaban los trabajadores de ingenios de Salta y Jujuy que decidieron adherir a la FOTIA en Octubre de
1947.
33
Rubinstein, Gustavo (S/R). Las cosas en su lugar. Disciplinamiento y verticalización en el peronismo
tucumano (1949-1951). Universidad Nacional de Tucumán.
se les descontase la cuota sindical (la afiliación al sindicato equivalía a un cuarto del
jornal). Como así también a la violencia (debido a la fuerte filiación peronista de muchos
dirigentes) y la posterior persecución que se inicia con la llamada Revolución Libertadora.

5.2. El Sindicato Único de Obreros del Tabaco y la FUTSCA

El Sindicato de Empleados del Tabaco (SET)34, Seccional Salta, fue creado el 29 de octubre
de 1953 35 y tenía jurisdicción sobre las provincias de Salta y Jujuy. Junto con otro gremio,
el Sindicato de Obreros del Tabaco (SOT) comprendían a la totalidad de la masa obrera de
la industria del tabaco. El SUETRA representaba a la totalidad de los empleados de las
empresas tabacaleras de ese entonces. Además de sus tareas gremiales normales, tanto el
SUETRA como el SOT (Sindicato de Obreros del Tabaco), tuvieron amplia participación
en la defensa de sus agremiados y en especial de sus delegados de fábrica durante
comienzos de la década del ’70. Muchos de ellos fueron amenazados encarcelados y
torturados u obligados a abandonar el país. En muchos casos se reconoció una participación
de las propias empresas en la tarea de amedrentamiento y señalamiento de delegados
molestos para su tarea empresarial.36

Por su parte la Federación Única de Sindicatos de Trabajadores Campesinos de Salta


(FUSTCA) se creó en mayo de 1969, en repudio al centralismo en la toma de decisiones y
por el manejo discrecional de los aportes a las obras sociales de los trabajadores rurales
realizado por la FATRE (Federación Argentina de Trabajadores y Estibadores de la
República Argentina). Sin embargo el principal motivo fue la división de la CGT a nivel
Nacional en la CGT de los Argentinos y la CGT Azopardo, momento a partir del cual se
agudizan las luchas gremiales y las movilizaciones obreras. La FUSTCA se adhirió a la

34

El SET, comenzó funcionando en Alvarado 921, local prestado del Sindicato de empleados y obreros de
Comercio. Luego, con nuevo nombre, el SUET alquiló un local en Pellegrini 915, luego, ya con el nombre de
SUETRA, en España 1988
35
De acuerdo al Acta constitutiva que obra en el Libro de Actas del SUETRA.
36
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.
CGT Regional Salta, a la Accion Sindical Argentina Rural y a la Federación Campesina
Latinoamericana. 37

La FUSTCA tuvo una amplia participación en la vida política de los años ’70 debido a que
la misma nació al calor del sindicalismo clasista y de base de la época. Por este motivo
funciono con cierta normalidad hasta el año 1973, momento en que muchos de sus
dirigentes (la mayoría de extracción peronista y miembros de la JP) son perseguidos y
desaparecidos por el terrorismo de estado. Con el consiguiente empeoramiento de las
condiciones de vida de las poblaciones campesinas.

La principal estrategia organizativa de la FUSTCA consistió en se identificaban a líderes


entre la población campesina, principalmente a personas jóvenes y con influencia en su
comunidad, tanto varones como mujeres, y con ellos se construían las organizaciones de
bases, los Sindicatos Únicos de Trabajadores Campesinos de cada jurisdicción (SUTCAs),
las cuales estaban federados en la FUSTCA. Su principal base los constituyeron los
arrenderos, los pequeños propietarios, los socios, los pastajeros y los obreros rurales, y
posteriormente los hacheros y los aborígenes del Chaco Salteño.38

5.3. Participación política y represión

Después de años de proscripción y resistencia el peronismo volvía a presentarse a


elecciones; en el caso de la provincia de Salta la formula Ragone-Ríos ganó en 1973 con
cerca del 57% de los votos. “El médico del pueblo” como era conocido, siguió en su
campaña los lineamientos de Cámpora y su discurso fue en contra de la represión y en
defensa de las libertades democráticas. En su año de gestión apoyado fuertemente por la
Juventud Peronista, Ragone mostro un marcado interés por las clases populares y desde la
conformación misma del gabinete, puso de manifiesto el convencimiento de su ideario
peronista, distanciado de los sectores ortodoxos y de la burocracia sindical. Por ello durante
37
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.

38
Rodríguez Marcelo (2010). Felipe Burgos y la Federación Única de Sindicatos de Trabajadores Campesinos
y Afines (FUSTCA).
su gestión participaron como miembros de los equipos de gobierno dos destacados
dirigentes rurales salteños: Guillermo Álzaga y Felipe Burgos.

El primero de ellos miembro del Sindicato de Empleados del Tabaco y secretario general de
dicho gremio entre 1970 hasta 1975, se desempeño en la Dirección de Trabajo. Su gestión
se caracterizó por la gran apertura a las preocupaciones de los trabajadores, la
jerarquización de la Dirección de Trabajo, las inspecciones permanentes para el
cumplimiento de la legislación laboral, especialmente en el ámbito rural. Se realizaba en
ese entonces un trabajo mancomunado con los intendentes del interior de la provincia y con
organizaciones de campesinos y trabajadores rurales, como la Federación Única de
Sindicato de Trabajadores Campesinos y Afines (FUSTCA).39

Por su parte, Felipe Burgos se desempeño en la Dirección General de Promoción y


Asistencia la Comunidad. Desde esta Dirección en el ámbito del Ministerio de Bienestar
Social, Felipe logró constituir un importante equipo de trabajo y pudo desplegar una valiosa
tarea de promoción social en todos los rincones de la provincia. Cabe mencionar las
experiencias de desarrollo en los Valles Calchaquíes en el marco del Programa Mundial de
Lucha contra el Hambre de las Naciones Unidas y el Programa Integral de Desarrollo del
Chaco Salteño.

Sin embargo la provincia de Salta que no era ajena a la primavera revolucionaria y a las
fuertes disputas internas que se vivían en el seno del peronismo, a la muerte del General
Perón, fue intervenida. A partir de entonces se inicia una fuerte persecución y asesinato de
aquellos que habían participado durante el gobierno de Miguel Ragone.

Guillermo Álzaga a la edad de 38 años es asesinado por la Triple A el 19 de Febrero de


1975 al salir del local de su gremio ubicado en Pellegrini 915, el hecho fue ejecutado por un
grupo comando no identificado, en momentos en que se retiraba para dirigirse a una
reunión en la sede de la CGT. Álzaga cayó abatido cuando seis desconocidos que ocupaban
un automóvil, lo atacaron con una ráfaga de ametralladora desde el interior del rodado,
recibiendo tres disparos por la espalda.

39
Rodríguez Marcelo (2011). Los grupos sociales, sus intereses y sus influencias en la generación de políticas
públicas que acompañaron los cambios productivos en el Valle de Lerma, desde la década de 1920 a 1970.
Tesis de Maestría. Facultad de Humanidades.
En cuanto a Felipe Burgos el 9 de noviembre de 1974, algunas semanas antes de la
intervención federal a la provincia por parte de José Alejandro Mosquera, su domicilio fue
allanado. En un informe confidencial de la FUSTCA (25 de noviembre de 1974), se
advierte sobre la posibilidad que Felipe fuera puesto a disposición del Poder Ejecutivo
Nacional y se menciona la gran reacción que causó a nivel nacional las propuestas de una
nueva Ley Agraria Nacional a nivel de la Sociedad Rural Argentina y de la Confederación
General Económica (CGE), lo que alentó la represión por parte de las fuerzas de seguridad
y de los grupos para-policiales. Finalmente El 6 de febrero de 1976, a las tres de la mañana,
un grupo parapolicial, movilizado en vehículos sin identificación y con apoyo de camiones
y personal del Ejército Argentino, secuestró a Felipe Burgos de su casa de Campo Quijano
y al día siguiente apareció su cuerpo en el paraje El Gallinato, cercano a la localidad de La
Calderilla. Fue torturado, su cuerpo maniatado y luego dinamitado 40

6. Consideraciones finales

A lo largo de estas páginas hemos intentado describir y analizar la conformación como


clase obrera de la mano de obra presente en las producciones de azúcar y tabaco. Sin
embargo en este recorrido histórico en el cual hemos identificado coyunturas claves en este
proceso de formación, ha quedado expuesto el carácter altamente heterogéneo del Capital
en el agro salteño, toda vez que las anteriores formaciones sociales no solo no logran
extinguirse por completo sino que se subsumen y sirven a la vez como trampolín en
desarrollo del capitalismo en la provincia.

Argentina en tanto país dependiente y de desarrollo deformado 41 muestra contradicciones


en sus procesos de acumulación de capital, ya que mientras su zona núcleo (esto es la
región pampeana) muestra en un lapso de 80 años (que se inicia en 1810 y se consolida con
el modelo agroexportador) un desarrollo de relaciones capitalistas, no se puede decir lo
mismo de las regiones extrapampeanas. Si bien estas logran una articulación con el modelo
40
Rodríguez Marcelo (2010). Felipe Burgos y la Federación Única de Sindicatos de Trabajadores Campesinos
y Afines (FUSTCA).

Ciafardini, Horacio y Otros (S/R). Acumulación y centralización del capital en la industria Argentina.
41

Buenos Aires. Editorial Tiempo Contemporáneo.


agroexportador a partir del desarrollo de producciones regionales que proveerán al naciente
mercado interno, participando de esta manera de los procesos de acumulación local, hacia
su interior se acentúan aun mas dichas contradicciones.

Ahora bien ¿de qué contradicciones estamos hablando?. Hacemos referencia a la formación
y consolidación de un empresariado que acumula capital valiéndose de mecanismo
precapitalistas

Para la primera mitad del siglo XX en las producciones en cuestión, Salta, presenta dos
características particulares. La primera es que los empresarios (principalmente en los
ingenios) son dueños de extensas propiedades de las cuales se abastecen de mano de obra
mediante métodos coercitivos, y como dijimos anteriormente en la renta en trabajo la renta
del suelo es igual al plusvalor. La segunda, y que se deduce de la anterior, es que por ser la
fuerza de trabajo (es decir el capital variable) coaccionada, tampoco representa un costo en
la producción, ya que la reproducción social recae sobre los propios campesinos mediante
la agricultura de subsistencia.

Por consiguiente si renta del suelo y plusvalor son iguales, y el capital variable por ser
coaccionado no representa grandes costos, la ganancia obtenida no solo es extraordinaria
sino que le permite a los empresarios un cierto nivel de acumulación que posibilitara para la
segunda mitad del siglo XX una modernización de los procesos productivos que modificara
la composición orgánica del capital. Cabe aclarar que esta acumulación tampoco pudo
realizarse por sí sola sino que conto con el apoyo del Estado a partir de una fuerte política
de subsidios.

Para la segunda mitad del siglo XX el cuadro de la situación empieza a modificarse. Con la
llegada del peronismo se acelera el desarrollo de las fuerzas productivas, y con ello el grado
de contradicción de las mismas. Esto es cobran mayor notoriedad los sindicatos como
actores sociales, y partir de ello se inicia también la organización obrera como clase
antagónica a la burguesía; para finalmente hacia la década de 1960 nuclear no solo a los
trabajadores de las fábricas sino también a un campesinado que poco a poco se libera de los
antiguos métodos de coerción.
Finalmente si para 1960 – 1970 se acentúan las dos clases antagónicas propias del
capitalismo, ¿cómo se da la explotación por parte de la burguesía en la nueva coyuntura? y
¿cómo se organiza o resiste la clase obrera?.

Recordemos que para 1960, Argentina ingresa en una nueva fase de acumulación de
capital, donde la principal premisa será el reemplazo de mano de obra por maquinaria. De
esta manera lo que sucede es que se plantea una nueva contradicción en el desarrollo de las
fuerzas productivas: aunque la ganancia empresaria no tiene otra fuente que la explotación
de la fuerza de trabajo, bajo la presión de la competencia el capital tiende a reemplazar
trabajo vivo (fuerza de trabajo) por trabajo muerto (maquinaria). Aunque caiga el valor de
la fuerza de trabajo y esto permita un aumento de la plusvalía relativa, la masa de plusvalía
tiende a reducirse en relación al capital total invertido, es decir como tasa de ganancia. Esta
contradicción está en la base de las crisis recurrentes del capitalismo.42

Ante ello la única opción por parte de la burguesía es descargar los costos en la clase
obrera, y generando así una masiva transferencia de recursos de los trabajadores al capital.
Transferencia que se expresa en disminución y congelación de salarios, disminución del
salario real, inflación, disminución de la participación de los trabajadores en el producto
bruto y una fuerte política de ajuste. Sin embargo ante este panorama los sindicatos no solo
responden con programas definidos de lucha, como son los casos analizados del Sindicato
Único de Obreros del Tabaco y la FUTSCA, sino que sus principales referentes actuaran
en política logrando representación en los órganos de gobierno de la provincia.

Pero una vez más, como sostiene Marx, si existe igualdad de derechos lo que prima es la
fuerza. De esta manera esta fuerte disputa entre el capital, que ve disminuir su tasa
ganancia, y una clase obrera, que lucha por lograr mejores condiciones de existencia, será
resulta por medio del disciplinamiento y desarticulación del movimiento obrero mediante la
represión llevada adelante por la última dictadura.

42
Mercante, Esteban y González, Juan “Mecanismos para incrementar la plusvalía” en Marx, Karl (2010).
Salario, Precio y Ganancia. Buenos Aires. Ediciones Instituto del Pensamiento Socialista.

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