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La Paz no llega sola

En Cartagena de Indias se ratificaron los acuerdos de la Habana después de la X


Conferencia de las FARC. La guerrilla dejó clara su disposición de paz y su
voluntad de hacer política sin armas. Ya sólo queda un paso para que todo el
andamiaje creado en cuatro años de negociación eche a andar: el plebiscito del 2
de Octubre.

Pero que gane el Sí no significa que el tres de Octubre amanezcamos en un


nuevo país, lleno de paz, sin corrupción, sin odios, con justicia y honestidad. Lo
que significa es que se nos abre la puerta para empezar la construcción de una
nueva Colombia que cumpla con esos requisitos, pero que demorara años, más o
menos dependiendo de los ciudadanos que ayuden a construir esa paz.

Algo muy importante que cada colombiano debe tener en cuenta el domingo 2 de
Octubre frente al tarjetón es que la paz no llega sola, tiene que llegar con el
perdón y acompañada de la reconciliación. Votar Sí es aceptar al otrora ‘enemigo’
y decirle: ‘Reconozco que usted no fue bueno, pues cometió errores, aunque
alguna vez tuviera buenas intenciones, pero no quiero que esos errores, que
muchas veces fueron horrores, se vuelvan a repetir, por eso hoy le ofrezco
mi perdón y abro el camino para que empecemos a reconciliarnos y crear
una Colombia fraterna’. De esa manera debemos reflexionar ese Domingo pues
si usted va a votar por el sí pero no perdona es como si quisiera ayudar a un
sediento ofreciéndole un vaso pero sin agua.

El dos de octubre debe ser el momento en que todos los colombianos


pasemos la página, usemos ese momento como un acto simbólico de
superación del dolor, el odio, el desprecio y los malos recuerdos. No pido que
olviden lo que pasó, al contrario, recuérdenlo para que no vuelva a suceder. Pero
transformen los malos sentimientos en un impulso creador para que otros no
sufran lo que dos generaciones de colombianos sufrieron. Más adelante, cuando
empecemos a construir una Colombia basada en el perdón y la reconciliación,
sabremos que lo estamos haciendo bien cuando un exguerrillero pueda ser
nuestro vecino y su pasado no persiga su presente.

El domingo será un día de voluntad de paz, pero tiene que ser el único, pues de
ahí en adelante se debe pasar a la acción de paz; a la acción individual y a la
acción colectiva. La primera es la que cada uno hace en su casa, en su trabajo,
con su familia y con sus amigos, pero también en la calle, en el banco o el centro
comercial. Y la segunda es la participación consiente en los asuntos públicos que
le incumben a todos, en el barrio, la vereda, el municipio, etc. La participación
pasa por exigirles a nuestros representantes el cumplimiento cabal de sus deberes
y la garantía de nuestros derechos y continúa con el cumplimiento de nuestro
deber como ciudadanos con el Estado y con nuestros conciudadanos. Cuando
cada quien cumpla con lo que debe, podremos decir que tenemos una Colombia
en paz, libre de corrupción, sin odios, honesta y justa.

Pero ese camino que describí en pocas palabras tardará años y depende de la
voluntad con la que usted vaya el domingo y vote. Recuerde, ese día deje atrás
todo lo malo y transfórmese en un gestor de paz en el momento mismo en que
salga de las urnas.

El Perdón es la llave y la Reconciliación la puerta.

@leomunnoz

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