células del Capital; virus de origen económico, social, cultural y ambiental; su ideología altamente contagiosa, produce efectos devastadores a nivel social, deteriora psíquicamente y en el aspecto cognitivo genera deficiencias en cuanto al desarrollo del pensamiento crítico. La tasa de mortalidad de los efectos del capitalismo y sus mutaciones neoliberales y neo-mercantilistas es demasiado alta, cobrándose 2
anualmente cientos de millones de vidas a nivel
planetario.
800,000 personas se suicidan cada año, 620,000
mueren de malaria, 1,6 millones mueren a causa de enfermedades diarreicas, 2,56 millones de neumonía, 5 millones cada año por contaminación del aire, 15,000 niños mueren cada día y 820 millones de personas en todo el mundo están desnutridas.
Por otra parte, el Covid-19, el cual fue declarado por la
OMS (Organización Mundial de la Salud) como pandemia el 11 de marzo del 2020, es un virus de origen biológico que gracias al capitalismo amenaza a gran parte de la especie humana, el Covid es un virus nuevo, del cual aún se conoce poco, es altamente contagioso y su tasa de mortalidad global a la fecha es del 21%.
El capitalismo que a su vez actúa como virus maligno
dentro de la sociedad, posee una tasa de letalidad muy elevada y afecta al 99.9% de los seres humanos, al 3
tiempo que es inofensivo para una élite que ostenta
una condición violentamente privilegiada, y que son quienes cuentan con el dominio de los grandes emporios económicos, a partir de los cuales reproducen las células infecciosas del capital dentro del organismo social.
La secuelas materiales y psíquicas que produce el
capitalismo, hacen que la aparición, muy posiblemente desatada a propósito- del Covid-19 sea presagio de devastadoras consecuencias, traducidas no en miles, sino en millones de muertes de seres humanos. En la sociedad como en todo organismo vivo el padecimiento de una patología previa deja en condiciones de vulnerabilidad al cuerpo social frente nuevas amenazas ya sean de origen social o biológicas, de allí la elevada capacidad de contagio del Coronavirus.
El capitalismo ha pasado por diversas fases de
desarrollo, el neoliberalismo es una de ellas, en la cual el virus socio-económico, restringe el acceso a los derechos fundamentales de las personas, ya que al 4
igual que el Covid-19 que debilita el sistema
inmunitario y secuestra las células sanas del cuerpo para reproducirse, el capitalismo privatiza, es decir priva de la salud, educación, vivienda, agua y demás derechos-defensas del organismo social, al tiempo, que pugna por eliminar física, económica o jurídicamente a los grupos sociales que luchan por su erradicación.
La actual pandemia del Covid-19, ha dejado al
descubierto a nivel general, con contadas excepciones, las deplorables condiciones de salud en las que se encuentra la sociedad humana; y en Colombia, donde la profunda crisis de sanidad, hospitalaria, de hábitat, laboral, etc., en medio de la cual viven la mayoría de sus habitantes; el capitalismo como virus destructor de derechos, ha hecho de este país un hábitat próspero, pero para la propagación del Covid-19.
El pronóstico en Colombia respecto al coronavirus, sin
duda es preocupante, cuando no escalofriante, si tenemos en cuenta que a consecuencia del virus socio- económico más del 50% de los colombianos no cuentan con seguridad alimentaria, fenómeno que 5
durante décadas ha generado altos índices de
desnutrición, siendo este uno de los mayores factores de riesgo para personas de todas las edades frente a la pandemia biológica.
Ralentizar la propagación del Covid-19 ha implicado
tomar medidas drásticas como lo es el confinamiento obligatorio, situación que ha dejado a la deriva a más del 70 % de la población; en una realidad donde aproximadamente el 45% de los colombianos viven en la informalidad, sin contratos laborales, es decir subsisten del rebusque diario, y otro tanto de la población está en condiciones desesperantes de endeudamiento.
Hoy que la especie necesita como condición sine qua
non para lograr preservarse ante el virus biológico la cobertura total de sus derechos; en realidad está privada de estos; la economía se derrumba drásticamente para sectores que antes de la pandemia se incluían como “privilegiados” sin serlo (efecto psicológico del virus capitalista), el Covid-19 ha permitido a todos los colombianos a excepción de las 6
células sociales infecciosas -oligarquía- sentir lo
enferma que se encuentra la sociedad.
Al tiempo que el virus biológico obliga a todos los
colombianos a confinarse, el virus económico-social- cultural y ambiental se nutre del trabajo ajeno y en plena pandemia condena a millones de ciudadanos a morir prematuramente contagiados.
Se podría afirmar que existe una relación simbiótica
entre el capitalismo y el Covid-19, ya que el primero se sirve del segundo para: empobrecer en mayores proporciones a la población colombiana, implementar políticas antipopulares, robustecer con presupuesto público las arcas del capital privado, emprender acciones belicistas contra Venezuela, profundizar el exterminio de líderes sociales y exguerrilleros, y deshacerse de miles de personas que considera población sobrante; todo bajo el amparo de la actual crisis mundial por el Covid-19. También el segundo se ve beneficiado por el primero, en cuanto este ha edificado las condiciones más favorables para su propagación. 7
La sociedad sobrevivirá al Covid-19, pero continuará
enferma, infectada por el virus del capitalismo, que sin duda es el peor de los padecimientos.
La buena noticia es que a diferencia del Covid-19 para
el cual aún no existe vacuna; para el capitalismo ya existe la formula central de la cura, se conoce su ADN y a los mecanismos, dispositivos, tácticas y estrategias fundamentales para “la transformación del modo de producción”. La cura, fue descubierta hace más más de dos siglos, por los científicos sociales Karl Marx y Friedrich Engels; en el pasado se han puesto a prueba varios prototipos, aunque en gran medida fueron exitosos, en numerosos aspectos no han sido definitivos, ya que presentaron fallas en su implementación. Actualmente hay varios países que vienen trabajando en prototipos más actualizados para la inmunización contra el Capitalismo, entre estos sobresalen: Cuba, Corea del Norte, China y Venezuela, y el planeta está siendo testigo de la fortaleza inmunológica de estas naciones. 8
A pesar de ello la cura definitiva contra el capitalismo,
solo será realidad cuando el mismo sea extirpado de toda la superficie terrestre para siempre.