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Explorando la realidad local

Por
Magda Ximena Sarmiento Gómez
35.526.940
Antropología
100007_88
Presentado a
Pedro Edwin Díaz

Universidad Nacional Abierta y a Distancia UNAD


CEAD Facatativá
Licenciatura en matemáticas
04-04-2016
Hacia los años de 1980 aproximadamente existía en el municipio de
Facatativá, más precisamente en la zona norte de este municipio una vereda
que recibía el nombre de Berlín esta era una zona rural habitada por gente
campesina que laboraba diariamente, labrando los campos, tenían grandes
extensiones de siembras de cebada, maíz y papa, ellos vivían de sus cultivos y
la venta de leche, huevos, pollos y gallinas.

Esta población en su gran totalidad gente campesina no veía la


importancia de formarse profesionalmente. Todos los integrantes de las
familias se dedicaban a las labores del campo.

En ese tiempo este lugar contaba con un hermoso nacedero de agua


que recibía el nombre de la Guapucha el cual suplía las necesidades de esta
población y junto a este, grandes humedales que albergaban gran variedad de
flora y fauna. Esto también se debe a que la zona está ubicada cerca de la
montaña.

Pero la expansión municipal, el desarrollo social y urbanístico, fueron


acabando poco a poco con esta vereda, sus habitantes vendieron sus tierras,
para dar paso a un gran plan de vivienda, este también a contribuyo a que
desaparezca poco a poco el nacimiento de agua canalizando a este y
secando el humedal para poder construir más viviendas.

Es ahí cuando se da inicio a la construcción de las urbanizaciones que


hoy conocemos con los nombres de Llano del Tunjo y Llanito. La vereda Berlín
pasa a ser un pequeño barrio con casas modernizadas y solamente quedan
unas pocas casas de campo con pequeño territorio que ya no es apto para
cultivos ni para crianza de animales de granja.

Estas dos grandes urbanizaciones están conformadas por más de 500


viviendas que albergan alrededor de 1.625 personas según estudios realizados
por el Dane en 2.012.
Para esta investigación tomo como referencia el territorio conformado
por el barrio el llanito, en el cual he vivido y compartido con algunos de sus
habitantes por un tiempo aproximado de ocho años.

Este barrio está habitado por personas trabajadoras, algunas de ellas


laboran en cultivos de flores, otras en grandes empresas u oficinas y otras nos
ocupamos en otros tipos de empleos, estas personas en su gran mayoría
deben salir muy temprano de sus casas y regresar a altas horas de la noche,
por que sus trabajos quedan en otras ciudades, ya que el municipio de
Facatativá no cuenta con empresas o lugares que generen suficientes
empleos. Al igual los jóvenes y niños que están en edad escolar, deben
desplazarse a otros lugares del municipio a educarse y formarse
académicamente ya que ni el barrio ni cerca de este se cuenta con
instituciones educativas.

Nuestro territorio es un pequeño conjunto cerrado, está conformada por


cuatro cuadras de casas cada cuadra con aproximadamente treinta y ocho a
cuarenta casas. Algunas de estas las han adecuado para formar las famosas
tienda de barrio muy útiles para toda la comunidad, en total existen tres de
estas tiendas, atendidas por personas con gran calidad humana que prestan un
excelente servicio a esa sociedad, desde hace poco tiempo contamos con un
salón de belleza, la carnicería y una gran panadería, atendidas por habitantes
de este barrio que vieron la necesidad de estas en la localidad y se motivaron
para prestar este servicio. Esta localidad también cuenta con una hermosa
parroquia dirigida por el padre Juan Carlos Castellanos. Un líder que está en
pro de servir a la comunidad, allí, por tradición todos los domingos la mayoría
de habitantes nos encontramos para cumplir con nuestras creencias religiosas,
también se celebra la semana santa, las diferentes fiestas católicas, las
novenas de aguinaldos, la navidad entre otras, todas estas celebraciones
Son acompaña el profesor de música Nelson el cual tiene un hermoso
repertorio para cada ocasión.

Contamos con un parqueadero, amplias zonas verdes, un pequeño


polideportivo y un parquecito infantil, pero lastimosamente a estas dos
últimas es difícil darles el uso apropiado ya que son el sitio de reunión de la
juventud que se ha dejado ganar por el flagelo de la drogadicción, muchachos
que están llenos de falencias afectivas, con poca educación, que día tras
día están fuera de sus cabales, en ocasiones y en medio de su desorden
mental llegan a agredirse entre ellos mismos ya sea verbal o físicamente.
Colocan música hip hop, en ocasiones en altas horas de la noche e
interrumpen el sueño de los habitantes. Hay que reconocer que algunos de
ellos son muchachos con habilidades para rapear, se les puede escuchar a
través de esta música o arte las vivencias diarias, sus problemas familiares o
también el afecto que se tienen entre ellos.

Como lo comentaba anteriormente contamos con un hermoso nacedero


de agua, el cual ya sirve ha servido como sitio de reunión de muchas familias
donde llegan allí con deliciosos piquetes y comparten tardes enteras de juego,
distracción y esparcimiento, aunque últimamente las constructoras que están
realizando sus urbanizaciones han estado gastando el agua de esta, ya que
Facatativá estaba sufriendo el problema de escases de agua ellos canalizaron
este nacedero y desviaron el camino del agua para poderla acaparar y suplir
sus propias necesidades, definitivamente nos falta sentido de pertenencia y
conciencia ciudadana.

Durante algunos años nuestro territorio no conto con una junta de acción
comunal, tal vez por falta de interés de los habitantes, entonces las
celebraciones como: el día de la familia o el día del niño y de la niña, el día
dulce y las celebraciones de las novenas navideñas se realizaban con la
participación de muy pocos habitantes, pero a raíz de todas estas situaciones
nos vimos en la necesidad de organizarnos formamos la junta de acción
comunal y contamos con un líder el cual nos representa y motiva a la
comunidad a participar activamente en estas celebraciones, es así como
desde el año 2013 realizamos en el mes de octubre, en el receso escolar la
semana cultural, para inculcar cultura en nuestros niños y niñas. También
formamos esta junta ya que como sociedad necesitamos suplir algunas
necesidades, las cuales solo las podemos lograr si todos hablamos un mismo
idioma y nos apropiamos de estas, como son: el poder contar con un salón
comunal propio del barrio, donde nos podamos reunir ya sea cuando hay
asambleas o para realizar las diferentes actividades culturales o recreativas
que sirven de distracción para nuestros niños, y unión de los habitantes.
Realizar constantes brigadas de aseo y embellecimiento del barrio, hacer
participes a las entidades administrativas de nuestras actividades, y así mismo
poder recibir las ayudas necesarias.

Este estudio realizado a mi territorio me ha servido para conocer la


historia de mi comunidad, participo activamente en las actividades que se
realizan y cabe mencionar que en el momento de realizar la semana cultural
obviamente se hace honor al folclor Colombiano y se inculca en grandes y
chicos el amor por el arte. En época de navidad se escuchan villancicos y
música de la época y en las otras diferentes actividades se escucha de toda
clase de música.
Bibliografias

Bronislaw Malinowsky sobre cómo hacer una etnografía.

La sociología de mi territorio, por los sociólogos Aldo Mascareño de


Chile y Chistian Buscher de Alemania.

Guerrero, Patricio (2002) guía etnográfica Sistematización de datos


sobre la diversidad y la diferencia de las culturas, Quito, Ediciones Abya-yala.
Pág. 7 - 21

GUBER, Rosana (2001) Capitulo 3  la observación participante. En La


Etnografía, Método de campo y Reflexividad,  Bogotá: Grupo Editorial, Norma.
Pág. 55 – 74.

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