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Universidad de San Buenaventura

Licenciatura en Filosofía
Psicología aplicada a la educación.
Daniel Felipe Calderón Vargas- ensayo final.
30-5-2017

La inteligencia y su incidencia en el aprendizaje


El hombre ha sufrido una gran cantidad de reacciones y fenómenos tanto físicos como
histórico-experienciales, que le han permitido llevar a cabo un proceso de evolución, de
crecimiento y desarrollo de sus potencialidades más simples, hasta la configuración y
estructuración de capacidades complejas, pero a su vez, intrigantes. Eso es signo de lo que
la humanidad, a lo largo del devenir histórico, ha denominado, correcta o incorrectamente,
inteligencia, es decir, la capacidad o facultad para desempeñar labores o ejercicios ya sean
intelectuales o físicos, en función de su supervivencia y tránsito por el entorno que lo rodea.
Asimismo, ligado a la inteligencia, se encuentra el concepto de aprendizaje considerado
como una consecuencia o posible clara manifestación de la inteligencia. Sin embargo, los
significados de estos conceptos tan controvertidos aún se encuentran velados y, de cierto
modo, difusos en los modos subjetivos de interpretarlos o, todavía más problemático, el
establecer arbitrariamente la definición de estos conceptos con terminología inadecuada a la
complejidad e interrogantes que dichos términos enmarcan.
En este orden de ideas, lo que pretende este escrito es presentar brevemente los aportes
hechos por Smith Nickerson Perkins, H. Gardner y Thomas Armstrong, con el fin de
proponer cuáles son las dificultades que se tiene cuando se trata de definir el concepto
inteligencia y, al mismo tiempo, desarrollar la relación existente entre ésta (la inteligencia)
y el aprendizaje. Así pues, no pretendemos hacer un gran tratado sobre los aportes que se
han hecho en relación con el tema de la inteligencia y, consecuentemente, del aprendizaje,
antes por el contario, el esfuerzo se perfila a mostrar de modo muy somero y concreto, pero
objetivo, los cuestionamientos y perspectivas que se han dado a cerca del problema en
cuestión, teniendo en cuenta los autores previamente mencionados.
Nickerson va a decir en su obra “Aspectos de la competencia intelectual”, en el capítulo
Enseñar a pensar, que “la “inteligencia” es una de esas palabras que utilizamos como si
supiésemos lo que significa, siendo al mismo tiempo una palabra que nadie ha sido capaz
de definir a gusto de todos”1. Con esto ya se nos está diciendo que el solo término de
inteligencia resulta ser una palabra que se ha convertido en un tópos o lugar común, en el

1
Nickerson Perkins, Smith. Aspecto de la competencia intelectual. Enseñara pensar. Barcelona: Paidós 1994.
P. 25.
cual la diversidad de individuos habla, discute y debate sobre el tema, pero a la hora de la
verdad no existe un consenso o una decisión concreta y objetivamente establecida del
problema sobre el cual se habla tanto. Tal situación resulta ser bastante problemática, en
vista de que los psicólogos, antropólogos, sociólogos e, incluso, filósofos, han
desempeñado una labor que carece de credibilidad y argumentos fiables, dado que su
intención se ha estancado en discutir sobre la inteligencia, sin antes conocer a fondo lo que
dicho concepto implica y comporta.
Por otro lado, Nickerson, aunque sin proporcionar una decisión clara de inteligencia, se
propone hablar sobre el aprendizaje, el cual está íntimamente relacionado con la capacidad
de modificar adaptativamente la conducta, o en palabras del mismo autor “la capacidad de
adaptar la propia conducta sobre la base de la experiencia, haciéndola más eficiente para
hacer frente al medio que nos rodea, es considerada como un elemento imprescindible de
la inteligencia”2. De esta forma, es posible inferir que el proceso mediante el cual un
individuo se adapta a las condiciones que le circundan, consiste en un proceso de
aprendizaje, en otras palabras, el ser inteligente aprende en tanto es capaz de logar una
armonía con aquello que compone su círculo vital. Ahora bien, es necesario aclara que esa
facultad de adaptarse a las condiciones en las cuales se mueve el individuo, no pueden
constituirse como las reglas o leyes naturales que determina al individuo y, por ende, su
aprendizaje, sino que es el mismo ser humano, con su inteligencia y demás capacidades,
quien logar modificar su entorno y contorno, con el propósito de que su estancia en el
mundo sea más llevadera y le permita desarrollar de una mejor manera cada unas de sus
actividades naturales.
Por su parte, Gardner en su obra “La idea de las inteligencias múltiples”, en el capítulo
denominado Estructuras de la mente, señala un elemento bastante complicado de tratar,
pues se refiere al concepto de las inteligencias múltiples, término que ha ocasionado
diversidad de discusiones y sospechas a lo largo de su historia, en vista de que sus
implicaciones dan cabida a una manera mucho más libre, es decir, proporciona mayores
horizontes para comprender lo que significa la inteligencia. No obstante, con lo anterior se
deduce que ya no se habla de la inteligencia, sino de diversidad de inteligencias, las cuales
dependen de cada individuo y de su contexto vital. Así las cosas, aunque este concepto de
las inteligencias múltiples haga pulular problemas para la psicología, el mismo Gardner va
a decir que “[ L}a importancia dada al número no es del todo
inapropiada: después de todo, la calificación en una prueba de
inteligencia sí predice la capacidad personal para manejar las cuestiones
escolar, aunque poco predice acerca del éxito en la vida futura 3,
haciéndonos pensar en que las estadísticas y los cálculos netamente

2
Nickerson Perkins, Smith. Aspecto de la competencia intelectual. Enseñara pensar. Barcelona: Paidós 1994.
P. 26.
3
Gardner, H. La idea de las inteligencias múltiples. Estructuras de la mente. México: Fondo de cultura
económica 1993. P. 20.
numéricos determinan el grado o los grados de inteligencia de un
individuo, fijando así su futuro.
Gardner señala que “{E}l problema consiste no tanto en la tecnología
de las pruebas sino en la forma como acostumbramos pensar acerca del
intelecto y en nuestras ideas inculcadas sobre la inteligencia” 4. De esta
forma, se ha tenido, según el autor, una errada comprensión de aquello
que significa la inteligencia como tal. Empero, cundo Gardner habla
sobre las inteligencias múltiples, es posible hacer una breve crítica a
este modo de concebir la facultad de la inteligencia. De algún modo, el
hecho de dividir la inteligencia en diversidad de manera de desempeñar
su capacidad y sus funciones, puede ser un arma de doble filo, porque
puede dar paso a la mediocridad en diversos aspectos de la vida de los
individuos. Esto es factible en virtud de que, si se dice que un sujeto
tiene inteligencia para la música, puede crearse la idea de que sea esa
inteligencia su única capacidad; y, por ende, su utilidad se circunscribe a
lo musical, sin ser capaz de explorar o de impedir al aprendizaje explorar
otros ámbitos con sus características propias, con miras a un desarrollo
integral.
Thomas Armstrong en su obra “Inteligencias múltiples en el salón de
clase”, en el capítulo Bases de la teoría de las inteligencias múltiples,
muestra que el concepto de inteligencia ha mutado, porque “con la
aceptación de esta perspectiva (las inteligencias múltiples) más amplia
y pragmática, el concepto de inteligencia fue perdiendo su misterio y se
convirtió en un concepto práctico que podría aplicarse a las actividades
personales de muchas maneras”5. Esto permite ver que la inteligencia
ya no es un concepto cerrado, sino que ha sido ampliado para
comprender de un mejor modo las circunstancias a las cuales se mide el
individuo constantemente en su cotidianidad. Armstrong enumera las
siete inteligencias, las cuales son: inteligencia lógica y matemática,
inteligencia espacial, inteligencia física y cinestética, inteligencia
musical, inteligencia interpersonal e inteligencia intrapersonal.
A manera de conclusión, podemos decir que hemos visualizado,
sucintamente, algunos aportes relacionados con el concepto de
inteligencia y sus implicaciones con el aprendizaje, en tres autores en
particular. Todo ello hace que logremos responder a la cuestión que
planteábamos al inicio del texto y, así, poder decir que el concepto de
4
Gardner, H. La idea de las inteligencias múltiples. Estructuras de la mente. México: Fondo de cultura
económica 1993. P. 21.
5
Armstrong, Thomas. Inteligencias múltiples en el salón de clases. Alejandría, Virginia: Associaton for
supervisión and curriculum development, 1995. P. 2.
inteligencia resulta ser una de esas palabras que utilizamos tanto en el
ámbito académico como en los diálogos de la vida común, pero del cual
no tenemos un concepto propiamente establecido, sino que hacemos
uso de intuiciones, unas más generalizadas que las otras, pero todas con
una característica en común: el aprendizaje. El hecho de ser inteligentes
ya enmarca o define la cualidad o capacidad de aprender cosas, en
tanto se es formado, ya sea por la adquisición, memorización y análisis
de datos; ya sea la facultad de situarse en el entorno concreto en el cual
se desarrolla la vida, para adaptarse a esos ambientes, con el objetivo
de sobrevivir. Por este motivo, inteligencia y aprendizaje es un binomio
inseparable, del cual depende las relaciones maneras de comunicación e
interpretación de las situaciones diversas que se van dando a lo largo de
la evolución y crecimiento de los individuos, a fin de configurar
paulatinamente una comunidad capaz de encontrar en los objetos que le
circundan la verdad que se oculta detrás.

Bibliografía.

Nickerson Perkins, Smith.

(1994) Aspecto de la competencia intelectual. Enseñara pensar. Barcelona: Paidós. Pp. 26-
62.

Gardner, H.

(1993) La idea de las inteligencias múltiples. Estructuras de la mente. México: Fondo de


cultura económica. Pp. 27-40.

Armstrong, Thomas.

(1995) Inteligencias múltiples en el salón de clases. Alejandría, Virginia: Associaton for


supervisión and curriculum development. Pp. 1-15.

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