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El porcentaje de reducción en el área, como el porcentaje de alargamiento, es una medida de

la ductilidad del metal y un índice de su calidad. El porcentaje de reducción en el área se

puede disminuir si existen defectos como inclusiones y/o porosidad en la muestra metálica.

La aleación entre metales o entre metales y no metales y los tratamientos

térmicos pueden afectar mucho la resistencia a la tracción y la ductilidad de los metales.

La dureza es una medida de la resistencia de un metal a la deformación permanente

El ensayo de dureza es mucho más simple que el

ensayo de tracción y puede ser no destructivo (es decir, la presencia de una pequeña huella no

impide la utilización del objeto ensayado). Por estas razones, es común la utilización del
ensayo

de dureza en el control de calidad de procesos industriales.

Los límites de grano aumentan la resistencia de los metales y

aleaciones porque actúan como barreras del movimiento de dislocaciones, excepto a

temperatura elevada, donde hacen las veces de regiones debilitadas

a medida que disminuye el diámetro de grano, aumenta la resistencia a la

tracción del material.

A medida que aumenta el número de granos, disminuye el diámetro de grano,

las dislocaciones dentro de cada grano pueden recorrer una distancia menor antes de que

encuentren el límite de grano, punto en el cual culmina su movimiento (apilamiento de

dislocación). Por esta razón, los materiales de grano fino poseen una mayor resistencia

Puesto que la densidad de dislocaciones aumenta con la deformación, se hace más

y más difícil el movimiento de las dislocaciones a través del “bosque de dislocaciones”


existente

y, por tanto, el metal se endurece con el aumento de la deformación en frío

Por el contrario, se observa una


disminución del alargamiento (ductilidad) asociado al aumento de la resistencia
de tracción,

El tratamiento térmico que ablanda el


metal trabajado en frío se denomina recocido
Cuando un metal es fuertemente deformado en frío, mucha de la energía de
deformación
utilizada en la deformación plástica es almacenada en forma de dislocaciones y
otras
imperfecciones como defectos puntuales. Por ello, un metal endurecido por
deformación tieneuna energía interna mayor que un metal no deformado.

Cuando un metal fuertemente deformado se calienta en el rango de


temperatura de
recuperación, justo debajo de la temperatura de recristalización, se relajan las
tensiones
internas del metal Durante este proceso, la resistencia de un metal trabajado
en frío se reduce
ligeramente, pero aumenta significativamente su ductilidad

Cuando se calienta un metal trabajado en frío a una temperatura


suficientemente alta, se
nuclean nuevos granos libres de deformación en la estructura del metal
recuperado, e inician su
crecimiento (figura 6 . 48b), formando una estructura de material recristalizado.

Los factores importantes que afectan el proceso de recristalización en metales


y aleaciones son
1) la cantidad de deformación previa del metal, 2) la temperatura, 3) el tiempo,
4) el tamaño de
grano inicial y 5) la composición del metal o aleación.

Sobre los procesos de recristalización pueden hacerse las


siguientes generalizaciones:
1. Se necesita una cantidad mínima de deformación para que sea posible la
recristalización.
2. Cuanto menor sea el grado de deformación (por encima de un valor mínimo),
mayor es la
temperatura necesaria para producir la recristalización.
3. Aumentando la temperatura de recristalización disminuye el tiempo
necesario para
completarla (

4. El tamaño de grano final depende principalmente del grado de deformación.


A mayor
grado de deformación menor será la temperatura de recocido para la
recristalización y
menor será el tamaño de grano recristalizado.
5. A mayor tamaño de grano inicial, mayor será la cantidad de deformación
necesaria para
producir una cantidad de recristalización equivalente.
6. La temperatura de recristalización disminuye al aumentar la pureza del
metal. La adición
de elementos en disolución sólida incrementa siempre la temperatura de
recristalización
Cuando un metal se deforma plásticamente mediante conformado en frío, el metal se

endurece por deformación y, como resultado, aumenta su resistencia y disminuye su

ductilidad. El endurecimiento por deformación puede eliminarse dando al metal un


tratamiento

de recocido térmico. Cuando el metal se endurece por deformación y se calienta lentamente a

una temperatura alta por debajo de su temperatura de fusión, ocurren los procesos de

recuperación, de recristalización y de crecimiento de grano y el metal se suaviza. Al combinar

el endurecimiento por deformación y el recocido pueden lograrse reducciones de grandes

espesores de cortes de metal sin fracturas.

La deformación plástica de los metales básicamente tiene lugar por un proceso de

deslizamiento que supone el movimiento de dislocaciones. El deslizamiento normalmente

tiene lugar en los planos de una máxima capacidad y en las direcciones de máxima

compactibilidad.

La tenacidad es una medida de la cantidad de energía que un material puede


absorber antes
de fracturarse. Esta propiedad es de importancia en la ingeniería cuando se
considera la
capacidad que tiene un material para soportar un impacto sin que se produzca
la fractura.

Los factores
que influyen en la temperatura de TDF son la composición de la aleación, el
tratamiento térmico
y el procesado. Por ejemplo, el contenido de carbono de los aceros recocidos
afecta este
intervalo de temperatura de transición, como se muestra en la figura 7 . 11. Los
aceros recocidos
con bajo carbono tienen un intervalo de transición de menor temperatura, y
más reducido que
otros aceros con alto carbono. Asimismo, a medida que aumenta el contenido
de carbono de
los aceros recocidos, se vuelven más frágiles y se absorbe menos energía en
el impacto
durante la fractura.

La transición de dúctil a frágil es un importante elemento a tomar en cuenta en


la selección de
materiales para componentes que funcionan en ambientes fríos.

Los materiales que muestran una


pequeña deformación plástica antes de fracturarse tienen relativamente bajos
valores de KIC y
tienden a ser más frágiles, mientras que aquellos que presentan elevados
valores de KIC son
más dúctiles. Los valores de resistencia a la fractura pueden utilizarse en el
diseño mecánico
para predecir el tamaño de fisura permitido en aleaciones

Concentración de esfuerzos. La resistencia a la fatiga queda reducida de forma


muy
importante por la presencia de puntos con concentración de esfuerzos tales
como
muescas, orificios, hendiduras o cambios bruscos en la sección transversal

Aspereza superficial. En general, cuanto más liso sea el acabado superficial de


la probeta
metálica, mayor será su resistencia a la fatiga. Las superficies ásperas generan
concentración de esfuerzos que facilitan la formación de fisuras por fatiga.

Estado de la superficie. Puesto que la mayoría de las fallas por fatiga se


originan en la
superficie del metal, cualquier cambio importante en las condiciones de la
superficie
afectará la resistencia a la fatiga del metal

Medio ambiente. Si se encuentra presente un ambiente corrosivo durante la


aplicación de
ciclos de fatiga a un metal, el ataque químico acelera de manera muy
importante la
velocidad a la cual se propaga la fisura por fatiga

Cuando un metal o aleación está bajo una carga o esfuerzo constante, puede
sufrir una
deformación plástica progresiva después de un tiempo. Esta deformación
dependiente del
tiempo se denomina fluencia. Para muchos
diseños en ingeniería que operan a elevadas temperaturas, la fluencia de los
materiales es el
factor limitante con respecto a qué tan alta puede ser la temperatura de trabajo.

Durante la fluencia secundaria, la resistencia del


metal o aleación a la fluencia es máxima

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