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INFORME DE LECTURA

Cuando la universidad
abrió sus puertas
Un recorrido hacia la democratización de la cultura

César Andino

Taller de Trabajo Universitario

UNQ

2018
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Introducción.

A comienzos del siglo XX, como resultado de los sucesos históricos que la primera
guerra mundial y la revolución rusa suscitaron, se produjo una renovación cultural que
aparejó cambios profundos en Argentina y en toda Latinoamérica.

Los autores Pablo Buchbinder1 y Alejandro Cattaruzzi2 proponen un recorrido


historiográfico por los acontecimientos que impulsaron la democratización de la educación
universitaria, que se constituyen como antecedente para poder entender la nuestra cultura
hoy. Para ello retoman los sucesos trascurridos en Córdoba y sus alcances en el
funcionamiento del Sistema Universitario Argentino, los postulados políticos e
ideológicos, los cambios en el panorama cultural, las implicancias de la tradición
reformista. Este recorrido no es ajeno al contexto económico social y político en el que se
dan las reformas.

Un clima de cambios.

La primera guerra mundial y la Revolución Rusa promovieron grandes cambios en


el mundo de los intelectuales. Estos cambios motivaron la apertura de alternativas
profesionales para quienes se dedicarían a las letras, el aumento de la alfabetización, y la
incorporación de sectores sociales al consumo cultural.

Al finalizar la gran guerra estos cambios se vieron acelerados y a raíz de ello se


expandió el mercado de bienes culturales. Aparecieron nuevas revistas dedicadas a la
literatura, la crítica literaria y la vida cultural; y se complejizo la relación entre la elite
social y política y el mundo de la cultura.

En estos primeros años del siglo XX creció un movimiento de crítica que empezó
a cuestionar las características del sistema educativo. Los concejos académicos por aquel
entonces eran de carácter elitista, oligárquico y excluyente, no contribuían al desarrollo
cultural y no favorecían la cohesión de una sociedad fragmentada por la inmigración y el
crecimiento económico. En esta época de aires de cambio era fundamental renovar los

1
Buchbinder Pablo: Doctor y Licenciado en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
Aires. Profesor asociado regular de Historia social moderna y contemporánea de la Carrera de Sociología,
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. Investigador independiente del CONICET.
Coordinador del programa Historia y memoria: 200 años de la Universidad de Buenos Aires.
2
Cattaruzzi, Pablo: Historiador; profesor en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad Nacional de
Rosario; investigador de CONICET y Vicedirector del Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. E.
Ravignani”, UBA-CONICET.
2

participantes del gobierno universitario. El clima que dejó la primera post-guerra


propiciaba la apertura en la participación universitaria.

- El nacimiento de los movimientos estudiantiles.

En las primeras décadas del 1900 el alumnado se triplicó debido al crecimiento


demográfico que impulsó la inmigración y la apertura del consumo cultural a otros
sectores sociales. Este crecimiento se vió reflejado en la aparición de las primeras
organizaciones gremiales: en 1900 el centro de estudiantes de medicina, en 1903 el de
Ingeniería y en 1905 los de derecho y filosofía y letras. También se fundó la Federación
Universitaria de Buenos Aires en 1908.

Los estudiantes ahora organizados participaron en una serie de conflictos que


tenían que ver con la diversificación del alumnado, que ahora estaba integrado por jóvenes
de clase media de origen migratorio; el cuestionamiento de la instrucción universitaria por
su orientación y bajo nivel; las estructuras del gobierno académico; y el régimen de
exámenes. Estas cuestiones suscitaron una serie de protestas y huelgas cuyo producto
fueron los cambios en las ordenanzas relacionadas con los exámenes, la actualización de
los programas de estudio y la disminución de los aranceles. Como consecuencia en 1906
tuvo lugar la reforma parcial de los estatutos de la Universidad de Buenos Aires

En Córdoba las autoridades universitarias, mucho más conservadoras que sus pares
liberales de Buenos Aires, fueron reacias a incorporar cambios, manteniendo los estatutos
sancionados en 1880. Las tensiones que esta situación generó en la universidad cordobesa
daría lugar a uno de los movimientos de transformación universitaria más relevantes en la
historia de las instituciones de educación superior de América Latina: La Reforma
Universitaria de 1918.

La reforma universitaria

La universidad cordobesa era el ámbito de socialización y selección de las élites


dirigentes, y una sociedad con un enorme proceso de expansión demográfica requería una
apertura dirigencial al debate democrático que las élites afincadas en la universidad no
supieron resolver.

A fines de 1917 se generó un reclamo por el régimen de asistencia y se creó un


comité Pro Reforma. Este comité lanzo una huelga en 1918, el disparador tenia foco en la
presencia católica en los cargos docentes que eran controlados por organismos vitalicios
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(academias). El comité Pro Reforma le pidió al presidente Yrigoyen que tome una
posición y este designo como interventor a Matienzo, que aceptó las demandas pero
fracaso en la elección de las autoridades, lo que intensificó el conflicto llevando a los
estudiantes nuevamente a las huelgas y manifestaciones. Estos acontecimientos tuvieron
como resultado el triunfo reformista, se logró el reconocimiento de la participación
estudiantil, la docencia libre y la asistencia voluntaria a cursos. El 21 de junio, los
estudiantes dieron a conocer el “Manifiesto de la Reforma”, en el expresó que se había
logrado una revolución en las conciencias y se exigió el derecho a la participación en el
gobierno universitario.

-Reformismo en La Plata, Buenos Aires y demás universidades argentinas.

Los principios impuestos en los estatutos de Córdoba se trasladaron gradualmente


al resto de las instituciones de estudios superiores, que tuvieron cambios similares en sus
sistemas de gobierno. En Buenos Aires la reforma tuvo continuidad con los cambios
provocados desde 1906 por lo que no tuvo las características violentas de los
acontecimientos en Córdoba. En 1918 se reformaron los estatutos para que las facultades
fueran dirigidas por representantes en partes iguales de profesores titulares, suplentes y
estudiantes avanzados, hecho que recibió el respaldo del rector.

En la Universidad de La Plata el proceso de transformación fue, al igual que en


Córdoba, muy violento. La concepción jerárquica del gobierno universitario y la fuerte
oposición del entonces titular Rivarola a introducir cambios, generaron protestas que se
generalizaron hasta alcanzar violentos enfrentamientos en octubre de 1919. En junio de
1920, con la renuncia de Rivarola y a tono con los postulados reformistas, comenzó el
proceso de cambio en la forma de gobierno y en los criterios de designación de profesores.
También se dio lugar a la actualización de los programas de enseñanza y se modificó el
espacio concedido a la investigación.

La administración de la Universidad Argentina se rigió por los postulados


reformistas entre 1918 y 1943 (excepto durante la presidencia de Uriburu 3). Los preceptos
incorporados en los estatutos de las tres grandes universidades nacionales se instauraron

3
José Felix Benito Uriburu desalojó por la fuerza de las armas al presidente Hipólito Yrigoyen, y se
autodesignó presidente. Desde el 8 de septiembre de 1930 hasta el 20 de febrero de 1932 ejerció
simultáneamente los poderes Ejecutivo y Legislativo. Bajo el título de "Presidente del Gobierno Provisorio"
ejerció como mandatario de facto en la Argentina.
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en las instituciones de estudios superiores de Santa Fé y Tucumán, creadas en 1890 y 1912


y nacionalizadas en 1919 y 1921 respectivamente. Y en la de Cuyo, creada en 1939.

-Ecos reformistas en América Latina.

El movimiento reformista tuvo un gran impacto en distintos lugares de


Latinoamérica:

En Perú los estudiantes, que habían formado una federación en 1916, durante 1919
iniciaron un movimiento reclamando cambios en los estatutos de la Universidad. Dicho
movimiento tuvo éxito generando una renovación y logrando la democratización política.
Algunas de las ideas de inspiración cordobesa fueron las cátedras libres y la apertura a la
participación estudiantil.

El movimiento se extendió a Chile, Paraguay y Cuba; alcanzando una proyección


continental en 1921 cuando tuvo lugar el Congreso Internacional de Estudiantes en
México.

Estos movimientos no podían llevarse a cabo sin involucrar las estructuras políticas
que obedecían lineamientos más autoritarios, los estudiantes se vieron obligados a asumir
objetivos que les permitieran modificar las estructuras sociales y políticas. Así la reforma
se transformó en un hito que generó la filiación de grupos políticos, entre ellos la Alianza
Popular Revolucionaria (APRA) creada en 1922. Esta última abrió el debate para la
izquierda latinoamericana que cuestionaba al imperialismo. Más allá de la relación con los
partidos políticos, los reformistas buscaban dirigirse a sectores ajenos a la universidad.

La renovación cultural:

La llegada del radicalismo al poder en 1916 y la Reforma Universitaria de 1918


fueron parte de un proceso de apertura política y de transformaciones sociales. Este
escenario era compartido por los hombres de las vanguardias estéticas y los de la reforma
que participaban conjuntamente en distintos emprendimientos culturales; y por jóvenes
intelectuales preocupados por las políticas radicales.

Aquí comienza la formación de los círculos artísticos e intelectuales que tiene


como eje la aparición de la dicotomía entre dos grupos: Florida y Boedo. El primero
centraba sus preocupaciones en la experimentación estética, era un movimiento renovador,
con mucha presencia juvenil. Fundaron una serie de revistas, entre ellas Martín Fierro y
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Proa; y entre sus filas se encontraban escritores como Jorge Luis Borges, Leopoldo
Marechal y Oliverio Girondo.

En contrapartida, el grupo Boedo tenía su eje en la denuncia social, en la causa de


los desposeídos, buscando evidenciar los males del capitalismo. Desde el compromiso con
las luchas sociales surgieron también revistas como Los Pensadores, Extrema izquierda y
Claridad. Adscribían a este grupo escritores como Elías Castelnuovo y Leonidas Barletta.

Muchos de estos intelectuales de los años veinte retomaron la interrogante de lo


específicamente argentino, la búsqueda de la identidad.

Cultura, Sociedad y Política.

En paralelo a estos procesos de cambio la iglesia acentuó sus lazos con las fuerzas
armadas e intensificó su actividad. Para este sector la democracia liberal era vista como
una mal social.

Por otra parte los partícipes de lo que comenzó a llamarse nacionalismo, que
coincidían con el ámbito clerical en cuanto a la critoca a los rasgos democráticos de la
reforma, fundaron el semanario La nueva república, cuyos responsables eran
antiyrigoyenistas. Algunos de los jóvenes que formaban parte de este grupo ostentaron
simpatía por el fascismo.

Además durante los años 20 la actitud de los grupos políticos de izquierda y de


algunos radicales se centró en la denuncia al imperialismo norteamericano. Mientras, la
derecha nacionalista se incorporó al antiimperialismo en la segunda mitad de la década.
Luego en los años 30 el centro se movió hacia el imperialismo inglés.

En esta época también sucedió el apoyo comunista a los movimientos de la


liberación nacional. Lenin publicó El imperialismo, fase superior del capitalismo, y la
Internacional Comunista planteó una política de Frente Unido Antiimperialista para todo
el mundo extra europeo.

En nuestro país, hacia 1929, la militancia comunista argentina alentaba a la Liga


antiimperialista. Además de esta liga, actuaban en nuestro país la Unión Latinoamérica.

Además de los cambios en el mundo intelectual y del plano político, se dieron


transformaciones culturales que afectaron a amplias franjas poblacionales, el
analfabetismo disminuyó considerablemente. El crecimiento de la población con
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habilidades lectoras ocasionó la ampliación del marcado para ciertos bienes culturales
(libros, diarios, revistas). Como resultado distintas editoriales buscaron captar distintos
intereses de los públicos y llegar a los nuevos lectores.

La cultura de masas.

Las grandes ciudades fueron los escenarios fundamentales de las transformaciones


del periodo y donde el fútbol se consolidó como espectáculo de masas. Allí el teatro, el
cine la radio (que comenzaba a trazar una red que tendr ía alcance nacional ) formaban
parte de la oferta cultural en los años 20. Los medios masivos de comunicación crecían a
la par de los nuevos públicos y de los productos destinados a ellos. Los medios y
publicaciones destinados a la elite no desaparecieron, pero dejaron de ser dominantes.

La extensión de la alfabetización entre sectores populares y el establecimiento de


los medios de comunicación masivos, señalaron una nueva formación cultural en las
ciudades: la cultura de masas asociada a la industria cultural.

Conclusión

Las reformas sucedidas en este periodo fueron la bisagra indispensable en la


consolidación de la formación de los estudiantes de hoy.

Las luchas peleadas, tanto las perdidas como las ganadas, nos dejaron una sociedad
culturalmente transformada por la adquisición de derechos y el acceso a los bienes de la
cultura. Las reformas que nos brindó el ayer implican el deber de estar hoy a su altura.
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Índice

Introducción…...........................................................................................................1

Un clima de cambios……………………………………………………………….1

- El nacimiento de los movimientos estudiantiles……………………….2

La Reforma Universitaria………………………………………………………….2

- Reformismo en La Plata, Buenos Aires y demás universidades


argentinas……………………………………………………………....3
- Ecos reformistas en América Latina…………………………………...4

La renovación cultural…………………………………………………………….4

Cultura, Sociedad y Política……………………………………………………...5

La cultura de masas………………………………………………………………6

Conclusión ………………………………………………………………………6
8

Bibliografía:

Buchbinder, Pablo: Historia de las Universidades, Capitulo 5. Editorial


Sudamericana. Segunda Edición. Buenos Aires,

Cataruzza, Alejandro: Historia de la Argentina 1916-1955, Capitulo 3. Editorial


Siglo XXI. Buenos Aires, 2009.

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