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Ánimo: bases conceptuales

Alrededor del 15% de la población padece alguna clase de trastorno de ánimo. Un


porcentaje importante de estos trastornos son subdiagnosticados. Suponen mucha
morbilidad y pérdida de capacidad laboral y de producción.
El ánimo debe diferenciarse de otros términos, como la emoción, el sentimiento y el
afecto. La emoción es un estado del organismo para adaptarse abruptamente a una
sensación del momento. El sentimiento es un estado subjetivo persistente y referido a
algo específico. El afecto es un sentimiento por otro ser humano, tiene que ver con
vínculos (Ej: el duelo es un tipo de afecto). El ánimo es el tono vital que tiene uno en
un momento dado y no depende de la circunstancia. Si uno tiene un tono vital alto,
va a tener energía, mucha chispa. Un tono vital bajo implicará que uno ande apagado,
sin energía, deprimido. El humor se refiere a la parte mental del ánimo.
Los cuadros de exceso de vitalidad, con frenesí, se denominan manías; los cuadros
con falta o disminución de vitalidad, se denominan depresión.

Depresión

En solo un 30% de los casos hay un estrés biográfico que precede a la condición.
Muchos de estos cuadros tienen activación periódica, como aquellas depresiones que
se activan sólo en invierno.
Los cuadros de depresión del ánimo no son psicológicos.

Trastorno afectivo estacional


Sólo recurre en invierno (si se cambiaran de hemisferio, al poco tiempo se sanan de la
depresión), tiene relación con la luz (fotoperiodos).
Se realizó un estudio en donde a pacientes con trastorno del ánimo se les hizo
fototerapia. Para evaluar su cambio en la depresión se utiliza la escala de Hamilton.
Cuando en la escala se obtiene más de 15, se habla de depresión, y bajo 5 es normal.
Los pacientes no respondedores bajaron de un Hamilton 22 a 17 y los respondedores
bajaron de 20 a 5, sólo utilizando fototerapia. La primera conclusión es que parece
haber cambios patológicos del ánimo que no tienen nada que ver con las
circunstancias personales. Segundo, parece haber gatilladores que son ecosistémicos,
como la configuración geomagnética de una región. En consecuencia, los trastornos
del ánimo se dan por razones neuroquímicas, gatillados por factores fisicoquímicos.

Existen dos tipos de orígenes que pueden catalogarse como depresivos: uno es el
reactivo, que tiene un motivo y una relación cronológica y temática (el gatillador
tiene que ser comprensible). Tiene que ser entre los 3-6 meses previos a la condición.
Un ejemplo es un duelo normal que puede llegar a uno patológico y luego a una
depresión. El duelo patológico es aquel que se prolonga más de 6 meses o que no deja
trabajar o vivir la vida normal.
El otro origen es el endógeno, dado por la fisiología propia del cuerpo. Los pacientes
que sufren de esto, tienen una predisposición genética y presentan una disfunción
bioquímica cerebral. Sólo mejora con farmacoterapia.

El ánimo o tono vital es una variante psicofisiológica y, por tanto, es una actividad
producida por un cierto grupo de neuronas.
Los cuadros del estado de ánimo se han clasificado en grandes o pequeñas manías y
depresiones severas o leves. También hay cuadros mixtos con un poco de uno y del
otro. Hay cuadros unipolares (sólo depresión o manía) o bipolares (entre manía y
depresión).
La semiología de los trastornos del ánimo es transversal y longitudinal, lo que implica
que hayan tratamientos distintos para distintas personas.
El tono vital del organismo tiene 2 componentes:
Ánimo: tonalidad hedónica subjetiva de la experiencia (encontrarle gusto o no a las
cosas). Se explora a través del entusiasmo ("antes me gustaba esta carrera pero ahora
ya no" o "¡es la mejor carrera que existe!"), de la capacidad para experimentar placer
(hedonismo), la motivación y la sintonía (no se conecta con su ambiente o se conecta
demasiado).
Impulso: energización subjetiva de la conducta, tener energía para empujar a los
demás. Se ve a través de la energía física, la capacidad ejecutiva, la capacidad para
impulsar a los demás y el interés y la carga sexual.

Trastornos bipolares
Trastorno bipolar I: todos aquellos que tienen manías.
Trastorno bipolar II: nunca ha tenido manías (es hipomaníaco).
Las depresiones bipolares tienen características distintas de las unipolares.

Depresión unipolar o típica:


 Empeoramiento matinal, alivio vespertino.
 Baja del apetito, baja de peso.
 Sueño: ausencia de insomnio de concilio (no les cuesta quedarse dormido),
despertares nocturnos repetidos con angustia o equivalentes, despertar precoz,
disminución del TTS (tiempo total del sueño, duermen menos horas).

Depresión bipolar o atípica:


 Empeoramiento vespertino, alivio matinal.
 Oscilaciones de apetito (días sin apetito o días con apetito feroz), antojo por
Hidratos de Carbono. SIN.
 Sueño: aumento TTS nocturno, somnolencia diurna (duermen más horas
durante la noche y andan con sueño igual).
El duelo patológico no presenta estos síntomas, tiene un motivo y no les pasará nada
con antidepresivos.

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