Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
PRESAS
Llama la atención, el modo indiscriminado con que, las personas no familiarizadas con las
instalaciones hidráulicas, utilizan las expresiones «salto», «presa», «embalse», «central»,
incidiendo, en ocasiones, en falsas interpretaciones, confundiendo entre sí la idea que
pertenece a cada término. Indudablemente que, corresponde al técnico, el correcto empleo y
entendimiento de los mismos.
De todos es sabido que la existencia de las corrientes de agua, a las que llamamos ríos,
arroyos, etc., se deben al movimiento continuo y descendente de grandes masas de agua,
como consecuencia de la caída de éstas a través de los sucesivos desniveles del terreno,
desdé el punto de nacimiento hasta el de desembocadura de dichas corrientes, lo que
constituye el cauce de las mismas.
Hemos mencionado las centrales que funcionan con caudales fluentes, en las que se
aprovechan, instantáneamente, las corrientes naturales de los ríos, previa creación de
pequeños saltos; y aquellas otras para las que el agua es embalsada con independencia de su
inmediata utilización o no.
La retención del agua tiene como objetivo primordial crear un salto de agua, que se logra
mediante la construcción, sobre el cauce de un río y transversalmente a éste, de una presa,
la cual, además, puede emplearse para almacenar el agua, dando origen a un embalse o lago
artificial, conocido también como pantano artificial.
Por lo tanto, presa es toda estructura que actúa como barrera, interrumpiendo la libre
circulación del agua a través de sus cauces normales, dependiendo su configuración de la
orografía del lugar de asentamiento.
· Obtener una elevación del nivel del agua, formando un desnivel en el cauce de un
río, que hemos denominado salto. Cuanto más elevada sea la altura de éste, mayores
podrán ser las potencias obtenidas en la central alimentada por el mismo.
Una de las principales aplicaciones, para la que se destinan las presas, es la producción de
energía eléctrica, si bien se utilizan en otras funciones vitales, como son el abastecimiento
de agua a poblaciones, riegos, regulación y distribución de caudales en determinadas
cuencas, etc.
En las presas, a las que se denominan azudes cuando son de pequeña altura, se distinguen
las siguientes zonas estructurales (fig. 47).
Fig. 47. Presa. Zonas estructurales.
Cimentación
Base sobre la que descansa la mayor parte de la presa. Se suele denominar fundamento.
El terreno para la cimentación, que puede ser de roca, pizarra, lava, etc., ha de tener la
resistencia requerida para soportar el peso de la obra. Ha de presentar rugosidad adecuada
para contrarrestar la tendencia al deslizamiento; así mismo, tendrá la suficiente
impermeabilidad, a fin de evitar filtraciones y subpresiones. Antes de comenzar la
construcción de la presa, quedará lo más limpio posible para facilitar la unión con los
materiales empleados, siendo el hormigón el más generalizado.
Estribos
Conocidos también como apoyos laterales, son las zonas extremas de la presa que realizan
el cierre, incrustándose en el terreno de las orillas. Para su ejecución, y respecto a las
características del terreno, se tendrán en cuenta análogas consideraciones que para la
cimentación.
Se distinguen como estribo derecho y estribo izquierdo, según estén asentados en la orilla
derecha o izquierda del cauce, denominadas éstas margen derecha y este margen izquierda.
Para identificar la localización de dichos puntos, se toma como referencia el sentido de
circulación normal del agua, es decir, desde el punto de nacimiento hasta el de
desembocadura, definiendo como lados derecho e izquierdo a los situados,
respectivamente, a la derecha e izquierda de un observador que, teniendo a su espalda el
nacimiento del cauce, viese alejar a la corriente de agua creada.
Coronación
Zona más elevada de la obra, formada, generalmente, por camino accesible para personas y
vehículos de la instalación, sirviendo de asentamiento a distintos equipos.
En ciertos casos, la coronación es parte integrante de vías de comunicación, permitiendo el
libre tránsito a través de la misma.
Paramentos
Respectivamente, según el orden expuesto, los paramentos se suelen llamar dorso y talud.
En determinadas ocasiones, la coronación de una presa no se cierra, directamente, sobre las
laderas pertenecientes a las orillas del cauce del río en que se asienta, sino que, para obtener
el salto de embalse deseado, dicha coronación se halla a una cota superior respecto de la
horizontalidad del terreno. En tales circunstancias, y para contener el agua hasta que se
logra el cierre adecuado sobre terreno situado a mayor altura, se construyen diques (fig. 48)
siguiendo procedimientos similares a los empleados para la construcción de presas
propiamente dichas.
Fig. 48. Emplazamiento de diques, en función de la orografía del terreno.
Existe una amplia clasificación de las presas, basada en la aplicación, materiales utilizados
y forma adoptada. Citaremos las más significativas.
En lo referente a la aplicación, y dado que nos interesan las destinadas al aprovechamiento
energético, tenemos las conocidas como:
Presas de derivación
Su misión, aparte de conseguir salto de agua, es derivar o desviar los caudales hacia la
central (Fig. 4 y 49).
Presas de hormigón
Presas de gravedad
En las que las acciones de vuelco y deslizamiento sobre cimientos, debidas al empujé del
agua, son vencidas por la estabilidad y resistencia que presentan por la sola reacción de su
propio peso.
El perfil tiene una forma triangular o trapezoidal, de sección maciza constante (fig. 53).
Fig. 53. Presa de gravedad. Detalle del perfil.
Presas de contrafuertes
Son similares a las de gravedad, cuyo perfil no se mantiene constante, mostrando zonas de
menor sección a intervalos regulares. Con esta disposición se economizan materiales, por lo
que se conocen como presas aligeradas (fig. 54), recurriéndose también a esta técnica para
levantar diques.
Presas de bóveda
En ellas, se reúnen las características de las presas de gravedad y las de arco de curvatura
horizontal (fig. 57).
Vienen a ser presas de contrafuertes, realizadas por sucesivas bóvedas (fig. 58).
Para evitar que el agua en exceso, procedente de grandes crecidas, rebose sin control por
encima de las presas, lo que podría ocasionarles graves daños, poniendo en peligro la
estabilidad de las mismas al presentarse esfuerzos y efectos perjudiciales, éstas disponen de
desagües, denominados aliviaderos, por los que se encauza el agua, llegándose, en
situaciones normales, a regular la cuantía de los caudales vertidos. Por razones similares, se
instalan otros tipos de desagües conocidos como desagües de fondo y desagües de medio
fondo. De todos ellos hablaremos seguidamente.
7.3. Aliviaderos
Son elementos de seguridad, previstos para evacuar la cantidad de agua que sobre- pasa la
capacidad del embalse, de modo que la presa quede protegida contra la erosión y el arrastre,
especialmente, en zonas tan vulnerables como la cimentación, estribos y coronación.
· Aliviaderos de superficie
· Túneles aliviaderos
· Aliviaderos de emergencia
7.3.1. Aliviaderos de superficie
Presas vertederos
Vertederos en canal
Las aberturas de su embocadura, suelen ir equipadas con compuertas, no sólo para controlar
los caudales evacuados, sino para aislar los túneles cuando se realizan inspecciones y obras
de reparación en los mismos, ya que, de todos los tipos de aliviaderos, son los que están
más expuestos a erosiones y efectos perjudiciales, ocasionados por el fenómeno de
cavitación, del cual nos ocuparemos en el apartado 11.1.
La instalación de este tipo de aliviadero, depende de la altura de las presas, siendo, casi
siempre, un complemento de las de tipo gravedad y arco-gravedad.
Para amortiguar la energía del agua, adquirida en su caída libre debida a la gran altura
desde la que se produce, son necesarios colchones de agua o superficies de solera que
resistan el impacto de las láminas líquidas.
Se denominan también desagües del embalse, y mediante los mismos se controla y regula
la salida del agua.
Los desagües de fondo, en el caso concreto de las presas de hormigón, suelen estar
formados por uno o más conductos que atraviesan la estructura entre paramentos, según
planos verticales a la cimentación (fig. 68).
Fig. 68. Desagües de fondo.
Los desagües de fondo, están situados cerca de la cimentación de presa, por lo general, en
la zona central de la misma. Se utilizan como medios de seguridad para el vaciado total del
embalse.
Conocidos también como desagües intermedios, los desagües de medio fondo, sirven de
ayuda a los aliviaderos de superficie y como elementos de control del nivel de embalse.
Suelen estar instalados a media altura de la presa y en los laterales de ésta, siendo
disposición frecuente, especialmente, en las presas de bóveda de grandes dimensiones (fig.
71).
Consiste en un canal abierto en toda su longitud que, situado en una de las márgenes,
comunica la zona de aguas abajo con la de aguas arriba de la presa. De anchura no superior
a 1,5 m y pendiente aproximada de 1:9, se consigue, con procedimientos y equipos
adecuados, que el agua discurra a una velocidad máxima de 3 m/s.
Constituye un elemento accesorio de presas asentadas en ríos donde ha de conservarse la
riqueza piscícola. Ver, en figura 64, escala de peces representada en margen derecha.