PENTATEUCO Y LIBROS HISTÓRICOS 2019-I

- Gianmarco Leonardo Romero

SEMINARIO MAYOR “SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO” I

TEOLOGIA

HISTORIA DE ABRAHAM
1. LUGAR EN EL PENTATEUCO Y LOS LIBROS HISTÓRICOS.
El libro del Genesis contiene a varios personajes que entablaron una comunicación
con Dios. Entre ellos encontramos a Abran. Abran es el primer patriarca de la
historia de Israel, pues, por responder y confiar a la llamada de Dios, goza del
privilegio de ser llamado “Padre de la Fe”. En virtud a la Alianza, Dios le cambia de
nombre, de Abran a Abraham y a su mujer de Saray a Sara.
Abraham, como ya se dijo, se encuentra ubicado dentro del libro del Genesis y cubre
un total de 13 capítulos, desde el Capítulo 12,1 hasta el capítulo 25,18. Pero no solo
se encuentra en este libro, pues, por ser el primer patriarca de Israel y en virtud de la
alianza hecha con Dios, se le recuerda y ensalza en otros libros, tanto del antiguo
testamento como del nuevo testamento.
“Con la figura de Abraham (Abram) se considera que comienza la historia del
pueblo de hebreo”1. El pueblo de Israel no existía antes de Abraham, solo existían
comunidades nómadas, incluso Abraham pertenecía a una de estas comunidades
antes de recibir la llamada de Dios. Con la promesa hecha por Dios de darle al
patriarca una numerosa descendencia y la posesión de la tierra prometida, nacerá de
está manera el pueblo de Israel.
Con el nacimiento del pueblo de Israel, se hablará también de un “monoteísmo en la
historia de los patriarcas”2. Abraham, como se dijo anteriormente, es el primer
patriarca del pueblo de Israel, le seguirá en el patriarcado su hijo Isaac, a su muerte
su hijo Jacob, último patriarca. Teniendo como referencia a Abraham, se habla de un
Dios único, presente en toda la historia de Israel.
En los personajes que narra el génesis, antes de Abraham, no se habla que adoraban
a un único Dios, pues Dios se revelaba a hombres que eran justos, como es el caso
de Noé, del cual se dice que “fue un varón justo y cabal de su tiempo” 3, pero no se
tiene referencia si adoraba a un único Dios, como es el caso de los patriarcas.
Por lo tanto, el libro del génesis contiene una gran riqueza sobre la historia de la
salvación, en donde la historia de Abraham, que abarca los capítulos 12,1 al 25,18,
si excluimos su genealogía contenida en el capítulo 11,26, será la que abrirá la
puerta para que la promesa hecha por Dios de salvar al género humano se haga
realidad y llegue a su cumplimiento en Jesucristo.
2. VIDA.
La historia de la vocación de Abraham empieza en el capítulo 12 y se irá
desarrollando hasta el capítulo 25,18. “Se trata de un texto de la tradición Yahwista,
1
CASCIARO J. - MONFORTE J., Dios, el mundo y el hombre en el mensaje de la Biblia, Pamplona,
Eunsa,1992, p. 115
2
Cfr. MICHAUD,R.,I Patriarchi, Queriniana, Brescia, 1979.
3
Biblia de Jerusalén, Nueva edición totalmente revisada, Bilbao, Desclée De Brouwer, 2009, Gn. 6,9.
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porque, antes del episodio de la zarza ardiente se llama a Dios con el nombre de
Yahve”.4 Este nombre será muy respetado por los judíos prolongándose hasta el día
de hoy.
Abran, nombre antes de la alianza, era hijo de Teraj y habitaba en Ur de los Caldeos,
donde Yahve le dijo: “Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la
tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré. Engrandeceré
tu nombre; y sé tú una bendición. Bendeciré a quienes te bendigan y maldeciré a
quienes te maldigan. Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra.” 5 Lo heroico
y admirable en este episodio es que “Abraham obedece ciegamente y sin rechistar.
La simple palabra vayélej (y se puso en camino) tiene más fuerza que tosas las
descripciones psicologizantes”6. Es decir, Abraham deja su patria, su familia, sus
amigos, etc. Y camina hacia la incertidumbre obedeciendo a una voz que le hablaba,
ofreciéndole promesas que en su momento eran imposibles en de realizar. Esa voz
es identificada por Abraham como la de Dios y ella pone su total confianza, por lo
tanto, “Abraham no es guiado ni detenido nada más que por la voz de Dios”7
Lo esencial en la historia de Abram son las promesas que Dios hace con Él. “Se
pueden resumir esencialmente en las siguientes tres: Una numerosa descendencia
(Gn. 12, 1-2; 12, 7; 22, 17), la posesión de la tierra de Canaán (Gn. 13, 14-15) y, en
particular, la promesa mesiánica, es decir, la bendición a través de su descendencia
de todas naciones de la tierra (Gn. 12, 3; 22, 18)”8.
“Abandonar la patria y romper todos los vínculos hereditarios era una exigencia
punto menos que irrealizable”9. Justamente esto era lo que Dios le pedía a Abraham
con la promesa de darle la tierra de Canaán. Esta promesa es confirmada en Siquem,
donde Dios le asegura la donación de la tierra: “A tu descendencia he de dar esta
tierra”10.
La realización de la descendencia numerosa se llevará a cabo con el nacimiento de
Isaac, que será el heredero de la promesa, pues, antes que naciera era absurdo creer
que un hombre viejo como Abraham y una mujer estéril como Sara pudieran tener
un hijo. Esta promesa llegará a su culmen cuando José, hijo de Jacob, baje con sus
hermanos a vivir en Egipto, “allí los israelitas fueron fecundos y se multiplicaron,
llegaron a ser muy numerosos y fuertes, y llenaron el país”11.

4
Cfr. CASCIARO J. - MONFORTE J., Dios, el mundo y el hombre en el mensaje de la Biblia, Pamplona,
Eunsa,1992, p.118.
5
Gn., 12,1-3.
6
VON G., El libro del génesis, Salamanca, Sígueme, 1977, p. 188
7
Cfr. KAMPMANN T., El antiguo testamento hoy, España, Verbo Divino, 1965, p. 316.
8
TÁBET M., Introducción al Antiguo testamento-I Pentateuco y libros históricos, Madrid, Palabra, 2008,
p. 129.
9
VON G., El libro del génesis, Salamanca, Sígueme, 1977, p. 189
10
Gn., 12, 6-7.
11
Ex., 1,7.
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“Los bienes que Dios promete a Abraham (…), están orientados a la promesa
mesiánica”12. Es decir, que esta promesa tiene carácter Cristocéntrico. Jesús será el
cumplimiento de estas promesas, pues, en el Genesis 22, 18 “Dios no dice: “y a los
descendientes”, como si fueran muchos, sino a uno solo, “a tu descendencia”, es
decir Cristo”13. Jesús es ese descendiente por el cual se bendecirá toda la creación.
La promesa que Dios hace a Abraham tiene como fin bendecir a todo el pueblo
hebreo, pero estas promesas tienen su plena realización en el nuevo testamento,
donde Cristo es la recapitulación de todas las promesas y por Él se bendecirán todos
los pueblos.
3. TIPOS \ ANTITYPOS.
En la historia de Abraham también encontramos similitudes que guardan relación
con Jesucristo, es decir, la figura de este personaje, se verá reflejada de manera
plena en la persona de Jesús.
En el génesis 13, 8, Abraham dijo a Lot: “Que no haya disputas entre nosotros ni
entre mis pastores y tus pastores, pues somos hermanos.” Por esta razón ambos se
separan. Este pasaje da a entender que “Abraham, más anciano que Lot y cabeza de
la familia, da un ejemplo sublime de desinterés y amor a la paz” 14. El patriarca no
quiere generar conflicto entre su primo Lot, por lo que decide separase y así
mantener la paz entre ambos. En el antiguo testamento Abraham es figura de la paz,
en el nuevo testamento, Jesús es el príncipe de la paz, pues el viene a darnos la paz
(Juan 14, 27).
El génesis 17, nos muestra que Dios manda a Abraham a circuncidar a todos sus
descendientes, como recuerdo de la alianza que ha hecho con El. Esta circuncisión
es figura del bautismo para todos los hebreos, por el cual llegan a heredar las
promesas que Dios hizo a Abraham. En el antiguo testamento el bautismo
representado por “la circuncisión, estaba escrita solo para Abraham y su
descendencia, en el nuevo testamento, el bautismo es para todos los pueblos y para
todos los tiempos, hasta el fin del mundo” 15. Este hecho se ve reflejado en el pasaje
donde Jesús se entrevista con Nicodemo (Juan 3).
Un episodio que tiene relevancia es el narrado en el capítulo 22,2 donde Dios le pide
a Abraham que tome a su hijo, al que ama tanto, Isaac, y que vaya al país de Moria y
ofrecerlo allí como holocausto, es decir sacrificarlo. Abraham se habrá entristecido,
pero obedeció. De la misma manera, en el nuevo testamento, Jesús, no se guardó
nada para sí mismo, sino que fue obediente y se dirigió al calvario a cumplir la

12
TÁBET M., Introducción al Antiguo testamento-I Pentateuco y libros históricos, Madrid, Palabra,
2008, p. 129.
13
Ibidem, p. 130.
14
SCHUSTER I. y HOLZAMMER J., Historia Bíblica, Barcelona, Editorial Litúrgica Española, 1944, p.
163.
15
Conf. Ibidem, p. 164.
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voluntad del Padre, “para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga la
vida eterna”16.
Lo que también resalta en la historia de Abraham es el “incomparable diálogo entre
el altísimo y su siervo. Un símbolo de la oración viva (…) «y el Señor se fue
después que acabo su conversación con Abraham. Y esté volvió a su morada (Gn
18,33)»17”. En el nuevo testamento esta oración tiene su realización plena en Cristo.
Mientras que la oración de Abraham es de confianza, la oración de Jesús no solo es
de confianza, sino de voluntad, una oración entre Padre e Hijo. Destaca la llamada
oración sacerdotal contenida en el evangelio de Juan capítulo 17.
En resumen, estas imágenes que se presentan en la persona de Abraham, tendrán su
realización en el mesías prometido, es decir, Jesucristo, que es la recapitulación de
todas las cosas,
4. TIEMPO LITÚRGICO.
En el rito litúrgico de la iglesia católica, el libro del génesis tiene gran importancia
en la liturgia de la palabra. En donde el patriarca Abraham ocupa un lugar
privilegiado en determinados tiempos (Cuaresma, Vigilia Pascual, Ordinario).
Las lecturas que la Iglesia propone para el II Domingo de cuaresma son tomadas del
libro del génesis, por lo que, el año que corresponde al ciclo A, manda que se tome
el capítulo 12,1-4, el cual narra la vocación y promesa que Dios hace a Abraham. El
año que corresponde al ciclo B, corresponde el capítulo 22,1-2.9-13.15-18, donde se
narra como Dios pone a prueba la fe de Abraham pidiéndole que sacrifique a su
propio hijo. En el ciclo C, la Iglesia manda a que se tome los capítulos 15,5-12,17-
18, donde Dios confirma su alianza con Abraham.
La Vigilia Pascual, conocida como la madre de todas las vigilias, propone que se
lean 9 lecturas, de las cuales siete son del antiguo testamento y dos del nuevo
testamento. Las dos primeras lecturas son tomadas del libro del génesis, de las
cuales, la segunda comprende el capítulo 22, 1-18, donde se narra el sacrificio que
Dios pide a Abraham.
El domingo después de la celebración de la Santísima Trinidad, la Iglesia celebra la
solemnidad del Corpus Cristi, en donde se manda a que se lea una lectura del
antiguo testamento, otra del nuevo y el evangelio. La lectura que corresponded al
antiguo testamento es tomada del génesis 14, 18-20, donde se narra la ofrenda, de
pan y vino, que Abraham y Melquisedec ofrecen a Dios, esta ofrenda tendrá su
realización con Jesucristo que es Él mismo que se entrega como ofrenda agradable a
Dios Padre.
El domingo XVI del tiempo ordinario la Iglesia manda a que se tome el libro del
génesis capítulo 18, 1-10ª, como primera lectura, la cual nos narra la teofanía de
16
Gn., 3,16.
17
KAMPMANN T., El antiguo testamento hoy, España, Verbo Divino, 1965, p. 324.
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Mambré, donde aparecen tres individuos que conversan con Abraham. La tradición
ha identificado a estos individuos como representación de la Santísima Trinidad.
Como continuación de esta lectura, el domingo XVII del mismo tiempo, la Iglesia
propone como primera lectura el génesis 18, 20-32, en donde resalta la figura de
Abraham, por su papel de intercesión frente a los habitantes de Sodoma y Gomorra.
La figura del patriarca Abraham es recordada en la liturgia por su significación
prefigurativa. Es decir, por las promesas que Dios hizo a Abraham toda la economía
de la salvación será un peregrinar hasta que llega a su plenitud con Jesucristo, donde
Jesús será la recopilación de todas las cosas.
5. CONCLUSIONES.
La historia de Abraham la encontramos en las Sagradas Escrituras, más
explícitamente en el libro del génesis del capítulo 12,1 al 25,18. En donde se narra la
historia del primer patriarca de Israel, que por gozar de este privilegio y por su fe en
Dios, es citado con gran ímpetu en otros libros, tanto del antiguo testamento como
del nuevo testamento.
Se puede sintetizar la vida de Abraham,como una total confianza en las promesas de
Dios, promesas que se irán cumpliendo en el transcurso de toda la historia de Israel.
La promesa de una descendencia numerosa, empezará su realización con el
nacimiento de Isaac y se ira realizará plenamente cuando bajen a vivir a Egipto en
tiempos de Jacob. La promesa de la posesión de la tierra prometida se logrará de
manera plena cuando los Israelitas salgan del país de Egipto.
Estas promesas apuntan a la promesa mesiánica, es decir, que son imágenes que
tendrán su plena realización con la llegada de Jesucristo, que será la recapitulación
de todas las promesas.
Por esta razón, la Iglesia católica recuerda y celebra, en los diferentes tiempos
litúrgicos, la figura de Abraham, por la enseñanza que nos ha dejado, la confianza
en Dios. Esta enseñanza se perfeccionará plenamente en Jesucristo.

6. BIBLIOGRAFÍA.

1. CASCIARO J. - MONFORTE J., Dios, el mundo y el hombre en el

mensaje de la Biblia, Pamplona, Eunsa,1992.
2. Cfr. MICHAUD,R., I Patriarchi, Queriniana, Brescia,1979.
3. Biblia de Jerusalén, Nueva edición totalmente revisada, Bilbao, Desclée
De Brouwer, 2009.
4. VON G., El libro del génesis, Salamanca, Sígueme, 1977.
5. KAMPMANN T., El antiguo testamento hoy, España, Verbo Divino,
1965.
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SEMINARIO MAYOR “SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO” I

TEOLOGIA

6. TÁBET M., Introducción al Antiguo testamento-I Pentateuco y libros

históricos, Madrid, Palabra, 2008.
7. SCHUSTER I. y HOLZAMMER J., Historia Bíblica, Barcelona,
Editorial Litúrgica Española, 1944.