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Oremos

Dios, que en todo lugar de tus dominios estás presente como guardián y protector:
escúchanos, te rogamos, para

que permanezcas inviolable la benfdición sobre esta casa y sea merecedora de todos los
beneficios de tu bondad. Por

Cristo nuestro Señor.

Enseguida se lee el Evangelio de San Lucas 19,1-10.

Terminado el Evangelio se bendice el incienso:

Por la intercesión del bienaventurado arcángel Miguel que está a la derecha del altar de los
inciensos, y de todos
sus elegidos, el Señor se digne bendecir f este incienso y aceptarlo en olor de suavidad. Por
Cristo nuestro Señor.

Se inciensa la casa diciendo:

Que este incienso bendecido por Ti, suba hasta Ti, Señor, y descienda sobre nosotros tu
misericordia.

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.

Oremos

Visita, Señor, te rogamos esta casa y aleja de ella todas las insidias del enemigo: que tus santos
ángeles habiten en

ella, que nos guarden en tu paz, y que tu bendición permanezca siempre sobre nosotros. Por
Cristo nuestro Señor. Amén.

La bendición de Dios Todopoderoso, Padre f, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y
permanezca siempre.

Amén.

BENDICION DE CUALQUIER MEDICINA (Rit. Rom. Tit. IX, C. VII, N° 4)

V. Nuestro auxilio está en el nombre del Señor.

R. Que hizo el cielo y la tierra.

Oremos

Oh Dios, que maravillosamente creaste al hombre y más maravillosamente lo reformaste, que


te has dignado

socorrer con múltiples remedios las diversas enfermedades que aquejan la mortalidad
humana: atiende propicio nuestras

invocaciones y derrama desde el cielo tu santa f bendición sobre esta medicina para que quien
le tomare (quienes la

tomaren) merezcan recibir la salud de las mentes y del espíritu. Por Cristo nuestro Señor.
Amén.

Se asperja con agua bendita.

BENDICION DEL AGUA (Rit. Rom. Tit. IX, C.II)

El Sacerdote revestido de sobrepelliz y estola morada pronuncia la siguiente invocación:

V/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.


R/. Que hizo el cielo y la tierra.

Exorcismo de la Sal

Te exorcizo oh creatura de la sal por Dios f vivo, por Dios f verdadero, por Dios f santo, por Dios
que ordenó por

medio del profeta Eliseo que fueses puesta en el agua para sanar su esterilidad: para que te
conviertas como sal

exorcizada en salud para los creyentes, para que seas salud de alma y cuerpo para todos
aquellos que te consuman; para

que huya y se aparte del lugar donde seas puesta, toda maldad, toda acción del demonio, todo
espíritu inmundo,

conjurado por este Señor que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y el siglo por
medio del fuego. Amén.

Oremos

Imploramos humildemente tu inmensa clemencia, omnipotente y eterno Dios para que te


dignes con tu piedad

bendecir f y santificar f esta creatura de la sal que Tú creaste para uso del género humano: a
fin de que se convierte en

salud de alma y cuerpo para todos los que la consuman; y para que todo aquello que sea
tocado por esta sal carezca de

toda inmundicia y de toda impregnación del espíritu del mal. Por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
Exorcismo del Agua

Te exorcizo, oh creatura de agua, en nombre de Dios f Padre omnipotente, en el nombre de


Jesucristo f su Hijo

Nuestro Señor, y con el poder del Espíritu f Santo: para que seas agua exorcizada para
ahuyentar toda fuerza del

enemigo y para que puedas erradicar y arrancar al mismo enemigo con sus ángeles apostatas,
por virtud del mismo

Jesucristo Nuestro Señor que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y este siglo por el
fuego. Amén.

Oremos

Oh Dios, sé propicio a nuestras suplicas e infunde la fuerza de tu bendición f a esta agua que
hemos preparado

con estas purificaciones para que esta tu creatura sirva para alejar a los demonios, sanar las
enfermedades; para que al

ser derramada sobre las casas y los lugares de los fieles éstos queden libres de toda inmundicia
y de todo mal: que no

resida allí un espíritu pestilente: se alejen todas las insidias del enemigo, y si hay algo que
perjudique a los que habiten

en ella o a su tranquilidad, por la aspersión de esta agua huyan, para que la salud que te
pedimos por invocación de tu

nombre quede defendida de toda impugnación del maligno por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

El Sacerdote coloca tres veces sal en el agua a manera de cruz diciendo:

Que esta mezcla de la sal y del agua se realice en el nombre del Padre f y del Hijo f y del
Espíritu f Santo. Amén.

V/. El Señor esté con vosotros.

R/. Y con tu espíritu.

Oremos

Oh Dios autor de todo poder y Rey insuperable de todo dominio y siempre triunfador
magnífico, que reprimes las

fuerzas del dominio del mal, que superas la servicia del enemigo, que poderosamente vences
las huestes enemigas: a ti
humildes te pedimos oh Señor que mires con bondad estas creaturas de sal y agua y las
santifiques con tu bondad, para

que doquiera que sea regada por invocación de tu santo nombre desaparezca toda infestación
del espíritu inmundo, sea

alejado el terror de la serpiente infernal, mediante la presencia del Espíritu Santo nos concedas
benigno tu misericordia

ya que humildemente te la suplicamos.

Por Nuestro Señor Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de

los siglos.

BENDICION DEL ACEITE (Rit. Rom. TH. IX, C. VII, No. 8)

V/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

R/. Que hizo el cielo y la tierra.

Exorcismo

Te exorcizo, creatura de aceite, por Dios Padre Omnipotente que hizo el cielo y la tierra, el mar
y todo lo que allí

existe. Que se aleje de este aceite toda fuerza del adversario, toda acción diabólica y toda
incursión de Satanás, a fin de

que dé a todos los que lo usen salud mental y corporal, en el nombre de Dios f Padre
omnipotente, de Jesucristo f su
Hijo y Señor nuestro y del Espíritu f Santo Paráclito y en el amor del mismo Señor Jesucristo
que ha de venir a juzgar a

los vivos y a los muertos. Amén.

V/. Señor. Escucha nuestra oración.

R/. Y llegue a ti nuestro clamor.

V/. El Señor esté con vosotros.

V/. Y con tu espíritu.

Oremos

Señor Dios omnipotente delante de quien está con temor el ejercito de los ángeles, cuyo
servicio espiritual

conocemos, dígnate mirar, bendecir f y santificar f este aceite con el cual mandaste ungir a los
enfermos, a fin de que,

una vez obtenida la salud, te diesen gracias a ti, Dios vivo y verdadero. Te rogamos que
cuantos usen este aceite que

bendecimos f en tu nombre queden libres de toda enfermedad, de todo dolor y todas las
insidias del enemigo, y

asimismo se libren de toda adversidad y nunca sean heridos por la mordedura de la antigua
serpiente, ya que los has

redimido con la sangre de tu Hijo. Por el mismo Señor Nuestro Jesucristo que contigo vive y
reina en la unidad del

Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

(Se hace la aspersión con agua bendita)

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