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COMPROMISO DE LA EDUCACIÓN Y DEL ROL DOCENTE CON EL DESARROLLO

HUMANO DE LA POBLACIÓN Y DEL PAÍS

Por Juan Carlos Galvis Palacio

1. Introducción a políticas de educación y desarrollo humano


2. Cambios en las filosofías educativas
3. Retos del sector docente en Colombia
4. Conclusiones

Introducción a políticas de educación y desarrollo humano

Para nadie es un secreto que la educación es la puerta de avance para el desarrollo humano integral,
pero, paradójicamente el último Informe Nacional de Desarrollo Humano de Colombia (2017), que
analiza la realidad interna, revela: cuando se evalúa las diferencias en las condiciones de vida de
cada sector de la población, la perspectiva respecto a la equidad cambia: para 2011 por ejemplo, el
índice más alto de IDH por departamento lo tenía Bogotá (0,90), y los más bajos, La Guajira (0,69)
y Chocó (0,73). De este modo, mientras que la capital avanzaba 6 puntos en desarrollo humano
desde el año 2000, los otros dos no alcanzaron a subir ni medio, ahora, en los informes del 2017 las
cifras son muy similares y esto está íntimamente ligado a bajos niveles de educación de estos
sectores marginados.

Esto demuestra, que hay una evidente desigualdad en las regiones, por lo tanto, tal como dice Torres-
Melo (2013), retomando a (Ortegón, 2008), “es necesario compatibilizar los objetivos de la
eficiencia económica y equidad social, a partir de situaciones con altos niveles de desigualdad e
inequidad, con una adecuada y eficaz intervención del Estado para garantizar gobernabilidad y
cohesión social”. Esto quiere decir que aún existen sectores de la población que están inmersos en
una condición de exclusión y apeados de los beneficios del desarrollo económico, lo cual significa
que ni los mínimos de dignidad están garantizados por el modelo de desarrollo humano impulsado
por el gobierno nacional.
Desde este ámbito, examinaremos brevemente, ¿Cuál es la postura y el compromiso del país con
los procesos de desarrollo humano desde el frente educativo? En el PND (2014), el gobierno
nacional lanza el plan decenal de desarrollo, con un propósito primordial, ¨´Todos por un nuevo
país, el lema es construir una Colombia en paz, equitativa y educada. Donde la paz, la equidad y la
educación son los ejes fundamentales, la paz favorece la equidad y la educación, la equidad propicia
la paz y la educación, y la educación genera condiciones de paz y equidad. Por ello, este Plan
Nacional de Desarrollo se concentra en estos tres pilares fundamentales para la consolidación de los
grandes logros de los últimos cuatro años y para el desarrollo de las políticas para los próximos
cuatro, en pro de un nuevo país¨´. Da la impresión entonces, que el objetivo principal es una
visualización de la educación como herramienta primordial desde un objetivo real, consolidar
contextos con garantía de vida digna.

Además, desde la política pública, la educación se concibe como eje fundador de la paz y la
democracia, donde una persona con acceso a niveles de educación dignos garantiza un proyecto de
vida también digna y con recursos cognitivos para tomar decisiones adecuadas para su proyecto de
vida y el de su entorno cercano. No cabe duda entonces, que dentro de los compromisos del país
existe aparente sensibilidad por aspectos fundamentales del derecho humano, pero estas
preocupaciones también se convierten en incongruencias para determinar objetivamente una ruta
eficiente para impactar la gran problemática de desigualdad, es decir, da la impresión que lo
importante para la política pública es brindar el mínimo de oportunidades y así enmascarar la
expectativa social, ya que desde las estadísticas y la realidad tangible, se pueden evidenciar
discrepancias significativas para construir equidad, por eso, es importante también visualizar que se
debe cambiar dentro del quehacer pedagógico para resignificar este modelo.

Cambios en las filosofías educativas

A pesar de que aun parece lejos la luz al final del túnel, debemos reconocer que al paso de los años
se han percibido mejoras interesantes en las políticas públicas concernientes a educación en
Colombia, ejemplo: el tema de inclusión, los aportes económicos a infraestructura, la inclusión de
profesionales de apoyo, también se han brindado recursos tecnológicos, aunque ligados a voluntades
políticas, entre otros. Estos unidos al fortalecimiento de la actualización educativa para profesores,
podría decirse que son aspectos plausibles dentro del quehacer de mejoría educativa, pero aun
altamente incipientes.

Sin embargo, estas filosofías políticas, liberales y capitalistas que se adjuntan a brindar el mínimo
digno para las personas, entran en contraposición con el propósito verdadero del desarrollo humano,
porque lo aleja de lo trascendente mismo, de la esencia del concepto de dignidad, que debe ser el
fortalecimiento del ser y el saber ser, y el encuentro con la verdadera felicidad cualesquiera sean las
condiciones del individuo. Lo sumerge preferentemente en el propósito de las competencias, esto
es, solo ser productivo para las empresas y para el país. Además tal como dice Gimenez, H. (2016),
haciendo alusión a la filosofía de Amartya Sen, se aleja de la verdadera justicia social en sí, de la
integralidad y del respeto por la diferencia. En consonancia, la política pública debería propender
por la impactación de las injusticias remediables, de las injusticias reparables, que simpaticen por
un desarrollo humano con una expansión de las libertades y capacidades reales, que lleven al
disfrutar de los individuos, con generosidad y democracia, con un imperativo moral, el desarrollo
intelectual pleno.

Así mismo, existen en la actualidad varias teorías vigentes que plantean una necesidad de cambio
en el pensamiento epistemológico del desarrollo humano y principalmente desde la educación. Por
ejemplo: La pedagogía libertadora de Freire (2003), plantea la necesidad de establecer conciencia
desde la condición de oprimido y desde la necesidad de liberación. Jean Piaget (1952), refiere desde
la teoría evolutiva que el individuo va madurando biológicamente al enfrentar el mundo que lo
rodea, es decir, en un proceso de asimilación y acomodación, paso a paso, gracias a la posibilidad
que permite el contexto que educa. Vygotsky (1978), en cambio habla del entorno social como
mediador fundamental del aprendizaje y como el docente puede construir ese aprendizaje
significativo que aproxime al estudiante a una zona de desarrollo potencial. De otro lado, las
epistemologías del Sur plantean la posibilidad de reconstruir, formular y legitimar alternativas para
una sociedad más justa y libre. Desde este trabajo de Santos, B. D. S. (2011), daremos un vistazo
preliminar con la finalidad de explorar aspectos fundamentales desde el campo docente, que otras
teorías han dejado sin evidenciar, quizá por precaución epistémica o tal vez porque el espíritu de
época no les permitió evidenciarlos. Esta corriente filosófica se denomina epistemología del Sur,
parafraseando a Santos B.D.S, está planteada en contraposición a las filosofías imperialistas del
Norte, no refiriéndose a aspectos geográficos, sino mejor, referidos a corrientes filosóficas como tal,
con miradas desde lados opuestos.

Además, Plantea Santos, B. D. S. (2011), en las epistemologías del Sur, que en el ámbito educativo
lo más importante es no despreciar la diferencia humana, ya que todos los seres humanos estamos
permeados por diversas condiciones, desde lo biológico, lo simbólico, lo económico, lo contextual,
entre otros. Por lo tanto, si se aplica una corriente filosófica dirigida solo a las competencias, es
decir, capitalista, que además, en su caudal implementa la injusticia desde diferentes ámbitos,
politiza la dignidad de las personas y también alimenta la injusticia cognitiva, sin lugar a dudas, se
instaurarán barreras aún más altas para el desarrollo del ser humano.

Retos del sector docente en Colombia

Ciertamente el compromiso es inmenso y abarca un amplio abanico de cuestiones. Primero que todo,
los docentes y los diferentes actores del sector educativo deben saber en qué línea de pensamiento
se encuentra la política pública del país, de la cual ya se ha mencionado anteriormente. Qué
compromisos requieren mayor esfuerzo dentro del campo pedagógico y además que puedan
responder a ¿cuáles son las transformaciones que se deben realizar en la práctica educativa para
aportar al desarrollo humano desde la educación y el rol docente? Desde este ámbito, es claro que
es el docente quien tiene la mayor importancia en la activación de ruta para el buen desarrollo del
estudiante. Por dicha razón debe pensarse y repensarse, para que pueda discriminar eficientemente
las herramientas adecuadas que logren disminuir dentro del contexto académico las barreras creadas
por los modelos capitalistas. Es decir, es pertinente empatizar con el reconocimiento del ser humano
en todas sus dimensiones, eliminar barreras dentro del campo escolar, ofrecer a todos sus alumnos
y alumnas las oportunidades educativas y las ayudas (curriculares, personales, materiales) necesarias
que precisan para su progreso académico y personal, para el desarrollo de su autonomía.
De igual manera, debe tener claro la necesariedad de repensar el desarrollo humano desde el campo
de la educación. De ahí que, para el docente es necesario reeducarse, reconcienciarse y si es
necesario, reinventarse. Eliminar barreras que impidan al ser humano que educa, desarrollarse
plenamente hasta donde sus capacidades lo permitan, para que logre estar realizado y feliz. Debe
propender también por aprovechar toda la diversidad existente, tanto científica como de costumbres,
e imaginarios, así mismo; aprovechar el potencial cognitivo y humano que trae el individuo desde
su experiencia, sus capacidades y discapacidades, porque de ellas es desde donde se aprende más.
Esta interacción en el aula permitirá también reaprenderse a sí mismo, innovar, sin desdeñar
tampoco el aspecto económico y de competencias, porque para el aprendizaje no se debe subestimar
ningún tipo de filosofía o recurso. Recordar también que la innovación no puede ser solamente desde
el plano tecnológico, también debe ser desde el plano educativo, el cual hoy día necesita cambios
rápidos y estructurales.

Igualmente, el aspecto de valoración humana es fundamental dentro del contexto académico, saber
discriminar las fortalezas y debilidades del educando, ajustar las acciones pedagógicas a los alcances
del mismo, implementar modelos que les permitan el saber, el saber hacer, y sobre todo
discriminación del ser y el saber ser. Por eso y muchas otras razones es necesario repensar el
quehacer pedagógico dentro del aula de clases, con la finalidad de aportar significativamente para
el desarrollo de esas personas que interaccionan con los saberes y que necesariamente potencian los
saberes del educador mismo.

Conclusiones

Es necesario reflexionar seriamente desde el campo pedagógico, ya que el acto de formar personas
es un reto inmenso para cualquier ser humano, es un don que debe ser analizado desde la
responsabilidad interna de cada individuo que lo asume, podríamos repensarlo desde la analogía
socrática como el maestro partero, ¨´el que ayuda a dar luz; la posibilidad para que la vida se dé en
plenitud. No el maestro que da la vida, sino el que crea las condiciones para que la vida sea. Una
especie de medio entre la noche de lo informe y la reciente forma repleta de luz. El maestro partero,
sin temor al contagio, vencedor de ascos y sangranzas imprevistas. El partero, siempre dispuesto,
pues uno nunca sabe cuándo la vida o bien tiene o desea aparecer; el maestro partero,
decidido, capaz de forzar un parto o de dar la palmadita necesaria para que el aire llegue a los
pulmones del alumno. Partero porque está ahí, a las afueras, al lado, al borde, para asistir, para
ayudar, para jalar o dar ánimos, para recibir entre sus manos la hermosa fragilidad de una vida nueva,
reciente y aun tibia. Aunque no sobra advertir el riesgo que corre el maestro partero: en lugar de
propiciar la vida, puede convertirse en comadrón para la muerte´¨.

Así que, formar implica: que a pesar que las políticas de estado se perciban incongruentes en algunos
aspectos, tal como se ha evidenciado en los informes nacionales de derechos humanos y que la
realidad teórica pueda ser a veces discrepante con la necesidad pedagógica actual, es necesario
implementar modelos críticos a dichas políticas gubernamentales pero sin alejarse de la
responsabilidad pedagógica. Se debe reconocer, que el romanticismo de la teoría contrasta con la
realidad en el aula, es por eso, que la responsabilidad del docente está por encima de cualquier temor,
y antes que sembrar barreras poco inclusivas, debe permitir recursos pedagógicos para fortalecer en
ese estudiante todo su potencial. Es decir, ayudarlo a crecer, a desarrollarse integralmente y que
consolide un sentido crítico, democrático y responsable de su proyecto de vida, ofrecer a todos los
alumnos y alumnas las oportunidades educativas y las ayudas (curriculares, personales, materiales,
motivacionales) necesarias que precisan para su progreso académico y personal, para el desarrollo
de su autonomía, aprender también de él porque es desde la diferencia desde donde el individuo
aprende, formarlo también para que interprete asertivamente la felicidad y que por ende, sea feliz.

Finalmente, el rol docente no se debe interpretar desde la capacidad de medir y transmitir


mecánicamente los aprendizajes a cada alumno por medio de conocimientos previos, olvidando que
son también formadores de valores y que tienen el poder de transformar la realidad. Debe apostar
como se dijo antes, por incrementar las oportunidades de aprendizaje y generar estrategias de
equidad en los mismos procesos, con una convicción clara, que todos en el contexto académico
pueden aprender, pero no todos el mismo día, ni de la misma manera, y sobre todo entender que
educar a cualquiera es un reto de la escuela, de eso, debe ser capaz un buen docente.
Referencias bibliográficas

Gadotti, M. (2003). Lecciones de Paulo Freire: cruzando fronteras: experiencias que se completan.
Clacso.

Gimenez, H. (2016). Empirismo jurìdico y justicia:¿ Hacia un nuevo paradigma (a propósito del
libro “La idea de la justicia" de Amartya Sen). Cartapacio de Derecho, 30.

https://colaboracion.dnp.gov.co/CDT/Prensa/PND%202014-2018%20Bases%20Final.pdf

https://intellectum.unisabana.edu.co/bitstream/handle/10818/36748/Sanchez_Caballero%20%282
019_1%29%20Indice%20Desarrollo%20Humano%20VF.pdf?sequence=1&isAllowed=y.

https://books.google.com.co/books?id=6EM7pUUsbK8C&lpg=PP43&ots=HeZw5mbA9Y&dq=a
nalogia%20socratica%20del%20maestro&pg=PP1#v=onepage&q=analogia%20socratica%20del
%20maestro&f=false

Ramírez, J., Avellaneda, C., & Pineda, K. (2015). Estimación del Índice de Desarrollo Humano
ajustado para los departamentos colombianos. Lecturas de economía, (83), 135-160.

Santos, B. D. S. (2011). Introducción: las epistemologías del Sur in CIDOB (org.), Formas-
Otras. Saber, nombrar, narrar, hacer. Barcelona: CIDOB Ediciones.

Torres-Melo, J., & Santander, J. (2013). Introducción a las políticas públicas: conceptos y
herramientas desde la relación entre Estado y ciudadanía. IEMP Ediciones.

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