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EXPLORACIÓN VALLEJIANA DE LA MUERTE

Nombre de la obra: Poemas “Ágape”, “Piedra negra sobre piedra blanca” y el “LXXV” de

Trilce.

Autor: César Vallejo.

Hipótesis:

En los poemas “Ágape”, “Piedra negra sobre piedra blanca” y el “LXXV” de Trilce, la muerte,

en sus múltiples representaciones, guarda un tinte de superstición o predicción con el que se

permite romper la sintaxis.

Objetivo general:

Establecer una relación entre la temática de la muerte y la forma de los poemas elegidos.

Objetivos específicos:

 Advertir la representación simbólica de la muerte en los poemas.

 Sugerir una posible representación (o alteración) verbal de la muerte en los textos

escogidos.

Durand, Gilbert. Las estructuras antropológicas de lo imaginario. Madrid: Taurus ediciones,

1981.
En esta obra, el reconocido antropólogo y teórico francés, parte de dos conceptos

importantes, el de estructura (estructura arquetípica que no pasa por alto “materiales

axiomáticos” de lo imaginario). El segundo concepto, lo imaginario: Durand lo entenderá como

un “conjunto de imágenes y de relaciones de imágenes que constituye el capital pensado del

homo sapiens” (11). Así, realiza un interesante recorrido por distintos conceptos, al igual que

símbolos (un tema importante en la obra del francés), donde no excluye la literatura y más de una

vez se verá obligado a recurrir a ella. Su punto de vista es sumamente interesante, pues asume el

símbolo como algo fuera de la semiología, perteneciente más bien a una semántica especial, esto

le lleva a pensar en, como Durand le llama, un “vínculo afectivo-representativo”, es decir, cierta

faceta psicológica del símbolo. En este sentido, Durand indagará ciertas cuestiones simbólicas

específicas, como la nave y la barca, la tumba y el reposo, los centros paradisíacos, ciertos

alimentos o sustancias como la leche y sus implicaciones socioculturales. El autor francés sabe

su libro, entonces, como un “manual de lo imaginario”.

De esta obra es útil el capítulo II donde aborda espacios (símbolos) de la intimidad, e

inicia refiriendo el lugar de la tumba y su relación con el reposo. En este caso, el reposo significa

muerte y Durand la analiza en sus diversas facetas, desde la tumba, por ejemplo, que guarda una

gran relación con la tierra y el volver a la madre, al origen. Pero no se queda ahí, en la

cosmovisión primigenia, va hasta los escritores románticos y encuentra su relación directa con la

noche y el crepúsculo, junto a la imagen de la tumba. Esto último ayuda a pensar la

representación desde la tradición de la muerte y cómo es particularizado el símbolo en la poesía

de Vallejo.

Ricoeur, Paul. Teoría de la interpretación. México DF: Siglo XXI editores, 2003.
Ricoeur tal vez sea uno de los teóricos más respetados y reconocidos del siglo XX, Teoría de la

interpretación lo demuestra. En esta obra, Ricoeur supera la interpretación decimonónica y

abandona la búsqueda del genio detrás de la obra, a través de la misma. Es así como Ricoeur se

enfoca en la batalla del lector ante la obra. Realiza un estudio bastante minucioso del lenguaje,

del discurso (en su faceta, digamos, más pura o simple, desde un concepto inicial, y en la

particularidad del discurso escrito). Retoma varias bases filosóficas históricas para fundamentar

su perspectiva, así no será extraño encontrar como suelo firme para Ricoeur a Platón y

Aristóteles, junto a un catálogo más amplio. En síntesis, puede decirse que la preocupación del

autor, si hay una que resuma todas, es el sentido, o los sentidos, pues la plurivocidad no es algo

ajeno para Ricoeur y lo dota de argumentos para acercarse a mundos misteriosos como el de la

metáfora. Esto para notar que el hombre se vincula con la expresión, el lenguaje, y construye su

experiencia ontológica auténtica.

En relación al tema de la muerte en Vallejo, Ricoeur se vuelve útil en tanto aborda el

problema del símbolo y al analizarlo encuentra eso que él llama “excedente de sentido”.

Asimismo, la percepción del símbolo como asunto suspendido entre el bios y el logos, algo que

no se distancia del hombre, sino que le atraviesa con una forma particular, un “discurso de la

vida” se atreverá a decir Ricoeur, vida donde se incluye todo anticipo de la muerte. Así, junto a

Durand, Ricoeur se sabe menos que el símbolo y, a su vez, en una relación plena con él. Y ante

esto, el autor es consciente que el poema, por ejemplo, es “como una obra musical”, entendiendo

cómo tal expresión artística sobrepasa al sujeto, pero puede valerse de sí como herramienta para

buscar entender el suceso artístico, por la relación fina y ambigua que guarda con el lenguaje.

Todo esto para aventurarse en una base acerca de la cuestión simbólica como un aspecto siempre

abierto, y personal, en la poesía de César Vallejo.


Ballart, Pere. El contorno del poema. Barcelona: Editorial Acantilado, 2005.

Pere Ballart intenta aquí dibujar, como lo indica el título de la obra, el contorno del poema: es

una idea que le viene de Ortega y Gasset y su texto “Pidiendo un Goethe desde dentro”, en ese

caso acerca de la imagen externa de los estudios sobre el poeta alemán. Así, en definitiva, la

búsqueda de Ballart no es ajena a la profundidad. Se declara desde el prólogo, al que llama

“Descargo”, un lector “converso” de la poesía. De esta manera, lo que intenta en el libro es una

exploración múltiple de la realidad del poema. Aborda, entonces, la disposición frente a la poesía

desde lo que él llama un “marco”, junto a esto la evolución de la lírica occidental, la importancia

del asunto formal en el poema, su incumbencia y variación; de la mano de lo anterior, las

cualidades tradicionales de la poesía como la cohesión, entre otras. En resumen, Ballart

construye sus fijaciones en la lírica a partir de, así lo define, “dispositivos” y “formas” con que el

poeta se vale para hacer perdurar su palabra.

Ballart dice de Vallejo que es un poeta polifónico, junto a un grupo sustancioso de poetas

del siglo XX. Esto para argumentar que a un yo lírico se le adhieren otras voces en su canto,

voces de un mismo sujeto que Ballart emparenta con la imagen del “ventrílocuo”. Esta polifonía,

entonces, también refiere una aglomeración de percepciones distintas y cabe aquí pensar cómo

esas voces representan la muerte en el suceder del poema. He aquí que se pueda sospechar que

los símbolos como la “flor de cementerio” de “Ágape” o el jueves de muerte de “Piedra negra

sobre piedra blanca”, o el ser “cadáveres de una vida que nunca fue” de Trilce LXXV, pueden

hablar de sujetos distintos, de variaciones en la voz del yo lírico primigenio de Vallejo, es decir,

de diferentes connotaciones respecto a un mismo tema a través de unos signos determinados, que

por esa misma polifonía también guardan cierto cariz vanguardista propio del peruano.
Vélez, Julio. “Muerte y vida: constantes del tiempo vallejiano”. Cuadernos hispanoamericanos.

456-7. 2 (1998): 839 -51.

En este artículo Vélez intenta desentrañar las tensiones de la muerte y la vida a lo largo

de la obra de César Vallejo. Para lo anterior Vélez comienza por pensar otro asunto que se

mueve en la constante paradoja en Vallejo: el tiempo. Así, Vélez descubre que no hay un

planteamiento unidireccional del tiempo, que se trata de un tiempo verdadero, humano (de

duración), ambiguo, para nada newtoniano. Descubre que el tiempo crónico le comete injusticias

al sujeto lírico de Vallejo, el cual parece estar cerca a la muerte o referir muertes pasadas,

cercanas, en todo caso. Por lo anterior la vida del sujeto lírico queda definida como velatorio y

en esa vida el recuerdo aparece como un vengador del tiempo pasado. Además, Vélez entenderá

la transformación de la misma palabra muerte a lo largo de su obra, se metaforizará y

metamorfoseará, continuamente. Encuentra, por ejemplo, que la muerte al final de la obra de

Vallejo tiene un tinte más de ideología que de acontecimiento o pena personal, individual,

secreta. Asimismo, encontrará que ya en Poemas Humanos y en España Aparte de mí este Cáliz,

Vallejo tendrá una mayor defensa de la vida, precisamente por esa marca social de la que el autor

peruano no se podrá desembarazar.

Para la investigación respecto al asunto funesto de la muerte parece interesante el

abordaje de Vélez, desde que nota esa evolución en Vallejo de una muerte real y metafísica a una

muerte meramente ideológica. Esa metamorfosis refiere por ejemplo la extensión de facetas del

tópico de la muerte en la obra de Vallejo; así, puede presentarse en otros símbolos, elemento, que

hablan también de superstición o que refiera asuntos en un campo semántico cercano al de la

muerte. Asimismo, el asunto del tiempo como paradoja que destruye la sintaxis y reconfigura la

expresión del yo lírico aparece demasiado útil, por el quiebre de una lógica tradicional del

tiempo evidente en la alteración de la expresión verbal.


Vegas, Irene. “La tensión Eros/Tánatos en la obra poética de César Vallejo: un estudio

hermenéutico-sicoanalítico”. Casa de las Américas. 250 (2008): 32 – 45.

Vegas aclara, apenas iniciado el artículo, que no se sicoanaliza a Vallejo, en absoluto,

sino que se emparentan conceptos de Freud, Lacan y Heidegger con ese “yo poético” de la obra

de Vallejo, mas no el “yo empírico”. De este modo, desarrolla ese análisis entre el Eros (la

pulsión de vida o principio de cohesión) y Tanatos (principio con tendencia a disolver), a lo largo

de la obra de César Vallejo, buscando hacer notar una continua tensión entre ambos que no cesa

y que le permite explorar distintas facetas, por ejemplo, de la muerte. Para ello, plantea la

relación “dios-hombre”, o relación de un “yo” con la divinidad, un juego de azar entre el ser

humano cargado de impotencia y un dios no tan omnipotente; igualmente la relación “madre-

hijo” (acerca del deseo de volver a la vida intrauterina), la relación “hombre-mujer” (o acerca del

objeto sexual amoroso) y aún más interesante la relación “yo- él mismo” o relación de un sujeto

consciente y uno inconsciente , que nota en el poema Ágape, donde aparece la solidaridad por la

condición humana en una “lenta muerte interior”, lo que hace pasar a la relación “yo-otro”, de las

más complejas en Vallejo por el vínculo con la colectividad que aparece en su poesía más social.

Para efectos de un rastreo en la poesía de Vallejo acerca de la muerte, este artículo es pertinente

en tanto realiza un recorrido riguroso por la obra de Vallejo, anota los casos en que el Eros se

impone al Tanatos, las metáforas de Resurrección frente a España y la propia visión que emerge

acerca de la poesía en la faceta social de Vallejo. Esto, entonces, ayuda a pensar la polifonía de

Vallejo que bien puede ser una evolución de un yo lírico, por supuesto, no unívoco. Esa

pluralidad de voces que da cuenta de unas nuevas percepciones frente a la muerte puede

determinar, igualmente, unas representaciones distintas, unos símbolos particulares.

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