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Introducción 50-70), moderada (CI 35-50), grave (CI 20-35) y profunda (CI
La deficiencia mental (DM) es sin duda uno de los proble- < 20). Para hablar de la genética de la DM, otros autores pre-
mas más serios de la patología pediátrica actual y cada pacien- fieren una clasificación más práctica con sólo dos grupos: DM
te afectado representa un difícil reto tanto para el pediatra como leve (CI 50-70), donde el riesgo de recurrencia para familiares
para la sociedad en general(1). es relativamente alto, y DM moderada/grave (CI < 50), con un
Durante la última década, gracias a los avances de la gené- riesgo de recurrencia en general bajo, salvo los casos de sín-
tica molecular, se han identificado las bases genéticas de nume- dromes genéticos específicos(2).
rosas enfermedades, incluyendo las que se asocian a DM. También Actualmente se calcula que la DM, en cualquiera de sus gra-
se han elaborado tests genéticos sofisticados que permiten un dos, afecta aproximadamente a un 3% de la población general(4).
diagnóstico etiológico inequívoco, incluyendo el prenatal. Sin La prevalencia de la DM leve, donde el factor familiar es im-
embargo, al contrario que en otras patologías, esto aún no ha si- portante, es de aproximadamente el 2,5%, mientras que en la
do suficiente para vislumbrar un posible tratamiento de la DM, DM moderada/grave es del 0,5%(5).
del cual hoy día parece aún lejos de nuestras expectativas.
Dado que la mayoría de enfermedades genéticas (hereditarias) Causas genéticas de deficiencia mental
asociadas a DM se manifiestan durante la infancia, es el pediatra Se ha estimado que aproximadamente el 30% de los casos
quien inicialmente se enfrenta con el problema. En este Editorial de DM se deben a causas genéticas(6). En la tabla I se incluyen
pretendemos explicar, con términos comprensibles para el pedia- las frecuencias de los distintos factores etiológicos según el gra-
tra general, los principales mecanismos genéticos responsables de do de DM.
DM. Pensamos que su conocimiento es fundamental para elabo- Recientes investigaciones del Proyecto Genoma Humano
rar una estrategia diagnóstica apropiada (estudios complementa- predicen que las proteínas de la especie humana son codificadas
rios, tests genéticos) para aclarar el cuadro etiológico responsable por unos 70.000 genes distribuidos a lo largo de todo el geno-
de la DM. No olvidemos que sólo un diagnóstico preciso permite ma. Y que las células del sistema nervioso central (SNC) ex-
realizar un asesoramiento genético y reproductivo adecuado. presan mayor diversidad de genes que ningún otro tejido. Aunque
Los pacientes con DM forman un grupo heterogéneo tanto no se conoce si una expresión alterada o reducida de estos ge-
desde el punto de vista clínico como etiológico(2). Dicha hete- nes da lugar a DM, estimaciones conservadoras apuntan a que
rogeneidad es más patente cuando consideramos los aspectos la DM está presente en unos 10.000 cuadros genéticos, mu-
genéticos de la DM, cuyo conocimiento ha puesto de manifies- chos de los cuales son clínicamente indistinguibles(6). De los sín-
to la gran complejidad del problema. En los apartados siguien- dromes genéticos bien conocidos, el síndrome de Down y el sín-
tes trataremos de los principales mecanismos genéticos conoci- drome X frágil suponen alrededor de un tercio de los casos.
dos que intervienen en la aparición de cuadros asociados a DM. El mecanismo (o mecanismos) por el que los cuadros de ori-
gen genético causan DM no está aclarado. Se especula que,
Deficiencia mental: Definición, grados y por ejemplo, la pérdida de material cromosómico (deleción) pue-
prevalencia de impedir el aporte de un material genético necesario (proteí-
En términos generales y siguiendo a la OMS, el diagnóstico nas) para el desarrollo estructural normal del SNC. De forma si-
de DM se basa en la existencia de un cociente intelectual (CI) milar, éste puede verse perturbado por un exceso de producción
inferior a 70, obtenido tras la realización de los tests psicomé- génica, como sería el caso de las trisomías. En general, se ha
tricos apropiados según la edad del paciente(3). Es cierto que és- comprobado que a mayor deficiencia o exceso de material ge-
ta es una definición «simplificada» de la DM, pero la emplea- nético mayor gravedad del problema. Sin embargo, hay cuadros
remos aquí por motivos de simplicidad. (deleciones del cromosoma 4) en los que una pequeña dele-
Clásicamente se reconocen cuatro grados de DM: leve (CI ción puede dar lugar a una DM más grave que una deleción ma-
yor. La proporción de células que portan la anomalía cromosó-
Profesor Titular de Pediatría. Dpto. de Pediatría, Radiología y Medicina Física. mica (mosaicismo) también se correlaciona con el grado de DM,
Facultad de Medicina. Universidad de Zaragoza. aunque la asociación no es absoluta(7).
Anomalías cromosómicas como causa de S. de Patau Defectos de la línea media, labio Trisomía 13
leporino ± fisura palatina,
deficiencia mental
polidactilia, cardiopatía, DM
En general, cualquier pérdida o ganancia de material cro-
mosómico supone la aparición de DM en el individuo afectado. S. de Lejeune Microcefalia, dismorfia facial, Deleción 5p
Hay que recordar que, por término medio, cada una de las ban- (maullido de gato) orejas bajas, llanto típico, DM
das cromosómicas de un cariotipo rutinario (550) puede conte- S. Wolf-Hirschhorn Microcefalia, hipertelorismo Deleción 4p
ner entre 50 y 200 genes. Con dicha resolución se pueden de- ocular, nariz en «casco griego»,
tectar alteraciones en alrededor de un 40% de pacientes con DM orejas dismórficas, DM
moderada/grave, mientras que en la DM leve, las anomalías cro- 1La mayoría de las demás cromosomopatías autosómicas se asocian a
mosómicas afectarían sólo a un 10-20% de los casos(7). DM. Las anomalías de los cromosomas sexuales más comunes (S.
Turner, S. Klinefelter) no suelen asociarse a DM.
En general, las alteraciones cromosómicas pueden dividirse
en numéricas (aneuploidías) y estructurales. Las primeras con-
sisten en un cambio en el número correcto (euploide) de cro-
mosomas y pueden deberse a un defecto (monosomías) o a un Utilizando estas nuevas técnicas en un estudio de 99 indivi-
exceso (trisomías) de material. Las cromosomopatías estructu- duos con DM idiopática se detectaron anomalías submicroscó-
rales incluyen los reagrupamientos por traslocaciones, delecio- picas en tres casos. El defecto se situaba en las regiones telo-
nes o duplicaciones parciales, inversiones, etc. En la tabla II se méricas (distales) de los cromosomas 22q (dos casos) y 13q (un
incluyen las anomalías cromosómicas más conocidas asociadas caso). Los autores concluyen que alrededor de un 6% de los ca-
a DM. sos de DM no explicada podría asociarse a pequeños defectos
El síndrome de Down (SD), la causa genética más frecuen- cromosómicos en las regiones más distales de los cromosomas(11).
te de DM, ha sido un modelo muy utilizado para estudiar la re-
lación genotipo-fenotipo en los pacientes afectados. Empleando Síndromes con microdeleción (genes
la técnica denominada «mapeo fenotípico», los investigadores contiguos) asociados a deficiencia mental
han determinado los segmentos (triplicados) del cromosoma 21 Hasta finales de los 70, el estudio genético de pacientes con
que dan lugar a las distintas manifestaciones clínicas del sín- DM prácticamente finalizaba cuando el cariotipo convencional
drome(8). con bandas era informado como normal. En ausencia de otras
En relación a la DM, se han definido 2 regiones, donde po- posibles causas de DM, el paciente era catalogado de DM idio-
drían existir genes implicados en su aparición (Fig. 1). pática. Actualmente, gracias al desarrollo de marcadores (son-
Recientemente se ha identificado un gen en la región 21q22, de- das) específicos distribuidos por todo el genoma, es posible de-
nominado DSCR1, que se expresa intensamente en el cerebro tectar anomalías cromosómicas hasta ahora «invisibles» a la ci-
humano y que puede estar relacionado en la patogénesis de la togenética convencional. Ello ha dado lugar al nacimiento de
DM del SD(9). una nueva subespecialidad: la citogenética molecular, cuya téc-
El estudio citogenético convencional, aunque sigue siendo nica principal es la HISF, en la que se utilizan fragmentos co-
de obligada realización en todo paciente con DM, se muestra nocidos de ADN como marcadores de diminutos segmentos cro-
hoy día insuficiente para descartar ciertas anomalías cromosó- mosómicos. Si el fragmento complementario no está presente
micas asociadas a DM. En dichos casos se necesitan técnicas es- en el cromosoma del paciente estudiado, existe lo que se deno-
peciales de cultivo, caso de la fragilidad del cromosoma X, o mina «microdeleción», debido a que por su pequeño tamaño no
métodos de citogenética molecular, como la hibridación «in si- es detectable en el cariotipo convencional. Actualmente se han
tu» con fluorescencia (HISF, más conocida por su abreviación descrito microdeleciones en diferentes cromosomas que dan lu-
anglosajona «FISH») en casos de microdeleciones indetectables gar a diferentes cuadros clínicos, algunos de ellos bien conoci-
al análisis microscópico convencional(10). dos. Estos cuadros se han denominado síndromes de genes con-