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179-191
Javier Barbero
A uno siempre le da un cierto rece- por el que sigue: “Papel de los Psicólo-
lo reivindicar lo propio, como si tuviera gos y Trabajadores Sociales en el Plan
que justificarse de lo que hace o defen- Integral de Cuidados Paliativos”. Daba la
der intereses particulares que pudieran impresión de que el anterior no era po-
no ser suficientemente universalizables. líticamente correcto. Ciertamente, me
Tampoco me han gustado demasiado las sorprendió el cambio, pero tengo que
iniciativas que, al menos teóricamente, decir que supuso el empujón para deci-
dicen promover los intereses de una dirme a escribir y —en su caso— publi-
profesión, por el riesgo de ejercitar vi- car los contenidos de mi exposición, con
siones endogámicas muy cercanas al el único objetivo de procurar aportar
corporativismo, ya que —al menos des- un granito de arena en la visibilización
de mi perspectiva— profesiones como de un conflicto que tiene como conse-
la mía, profesiones de ayuda, son sim- cuencia más importante, como intentaré
ple y llanamente un medio y nunca un mostrar, el tratamiento maleficente —al
fin en sí mismo, de ahí que no puedan menos por omisión— y profundamente
plantearse nunca como mediación ab- injusto a muchos de los conciudadanos
soluta. Pero en no pocas ocasiones, el que se encuentran al final de sus vidas
silencio es cómplice. y a sus familias.
Las reflexiones que se plantean en El análisis de la realidad tiene una ver-
este artículo tuvieron como origen la tiente técnica, pero también ética y, a mi
petición de la Asociación Madrileña de entender, ha de estar contextualizado. A
Cuidados Paliativos, a la que pertenezco la hora de contextualizar, me ceñiré en
desde su fundación, de participar en sus este escrito, en concreto, a la realidad
II Jornadas en octubre del año pasado. de la psicología en cuidados paliativos
El tema inicial de la mesa redonda en (CP) en la Comunidad de Madrid, por
la que se me invitó a participar era el ser la petición para las Jornadas men-
siguiente: “Profesiones Olvidadas en el cionadas y porque creo, que de alguna
Plan Integral de Cuidados Paliativos: Psi- manera, puede ser generalizable, al me-
cólogos y Trabajadores Sociales”. Acep- nos en gran parte, a la realidad en otras
té gustosamente. No obstante, a las po- Comunidades Autónomas en España.
cas semanas, me llega la información de Dividiré el escrito en cuatro grandes
que se ha cambiado el título de la mesa apartados. En el primero intentaré des-
Correspondencia:
Javier Barbero
Hospital Universitario La Paz.
Paseo de la Castellana, 261. 28046 Madrid.
E-mail: jbarbero.hulp@salud.madrid.org
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• Pero sobre todo, más allá de las in- integral e individualizada, garantizando
tervenciones con la sintomatolo- el respeto a su dignidad y el derecho
gía ansiosa o depresiva, etc. de los a su autonomía”. Por “integral” entiende
pacientes o sus familias, ¿manejan (p. 24) “abordar todas las necesidades
ustedes las herramientas que utili- del paciente terminal, tanto en los as-
za el psicólogo para la prevención pectos físicos como en los psicológicos,
o el alivio del sufrimiento? Mane- sociales y espirituales pare reducir, y mi-
jarán otras, probablemente igual nimizar, en lo posible, el impacto de la
de válidas, pero las específicas del enfermedad en el propio enfermo y su
psicólogo, claramente no. familia.”
Uno de sus Objetivos Específicos
Yo les garantizo que no sé hacer una pretende “asegurar la calidad de la aten-
paracentesis, calcular la dosis de fen- ción a los pacientes y sus familias en
tanilo, evaluar una úlcera por decúbi- todos los niveles del sistema sanitario”.
to, valorar la idoneidad y la posibilidad Y por “calidad” explicita “proporcionar
práctica de una Pensión No Contribu- una atención que responda a los más
tiva, enseñar a hacer una transferencia exigentes estándares de calidad que ga-
cama-silla de ruedas… y —mucho me- ranticen su efectividad y su eficiencia.”
nos— perdonarle a alguien sus pecados Otro de los principios que asume
al final de la vida (creo que eso, de to- es el de “equidad” que presenta como
carle, le corresponde a Dios, con ayuda “garantizar el acceso en condiciones de
de algún que otro pastor…). En fin, que igualdad efectiva, en todas las Áreas Sa-
no perdamos el humor… Claramente nitarias y en los distintos niveles asis-
hay intervenciones comunes y, a la par, tenciales.”
hay otras ciertamente diferenciales que Por último, define al “paciente com-
sólo saben hacer unos determinados plejo” como aquél en estado terminal y
profesionales. Todo ello, en un marco situación inestable, con escasa respues-
interdisciplinar. En mi opinión la om- ta a la terapéutica habitual, que padece
nipotencia (sea reconocida o no) es el con intensidad y/o frecuencia crisis de
mayor enemigo del trabajo en equipo y gran sufrimiento físico y/o psicológico,
de la interdisciplinariedad. o que presenta nuevas complicaciones,
que requieren para su resolución de la
PLAN INTEGRAL DE CUIDADOS combinación simultánea y/o alternativa
PALIATIVOS DE LA COMUNIDAD DE de recursos especializados, del Equipo
MADRID: TEORÍA Y PRAXIS de Soporte de Atención Domiciliaria
(ESAD) y del Equipo de Atención Prima-
El PICP-CM 2005-2008(15) fue editado ria (EAP). Todos los pacientes atendidos
en junio de 2005. Supone el compromi- por equipos específicos de CP son pa-
so formal de la Consejería de Sanidad cientes complejos, sea el nivel de com-
con los CP. El deseo de todos es que plejidad alto, medio o bajo.
sea un compromiso real y no imagina- Como recursos asistenciales se plan-
rio. Veámoslo con un cierto detalle. tean los Equipos de Atención Primaria
En su punto 5.1. se define como (EAP), los Equipos de Soporte de Aten-
Objetivo General del Plan “mejorar ción Domiciliaria (ESAD), las Unidades
la atención y la calidad de vida de los de Cuidados Paliativos Domiciliarios de
pacientes, en situación de enfermedad la Asociación Española Contra el Cáncer
terminal, y la de sus familias, de forma (UCPD), las Unidades de Cuidados Pa-
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S. XXI establece como prioridad el ali- (2003), que nos invita a ir “incorporando
vio del sufrimiento, que lo define como sólo aquello que aporte un valor añadi-
“un estado de preocupación o agobio do a la mejora de la salud e implicando
psicológico, típicamente caracterizado a todos los actores del sistema”.
por sensaciones de miedo, angustia o Por último, decir que en este escena-
ansiedad”. Además, añade que “aun- rio se encuentran la gran mayoría de los
que se conocen métodos farmacológi- médicos y enfermeras de CP que están
cos eficaces para el alivio del dolor, el en primera línea, quienes no sólo re-
sufrimiento mental y emocional que conocen la relevancia(21) de los factores
acompaña en ocasiones la enfermedad, subjetivos y psicológicos del paciente,
no se suele detectar ni tratar de forma familia y equipo, sino que expresan la
adecuada”. “La amenaza que representa necesidad de profesionales de la psico-
para alguien la posibilidad de padecer logía en sus equipos y unidades…
dolores, enfermedades o lesiones pue- Pues bien, conocido el escenario vir-
de ser tan profunda que llegue a igualar tual, de las declaraciones y de las mejo-
los efectos reales que éstas tendrían so- res intenciones, podemos preguntarnos
bre su cuerpo”. Es decir, preocupación, ¿cuál es el escenario real? El cambio es
miedo, ansiedad, amenaza, emoción… radical. Del “qué duda cabe” al “¡Pues va
dimensiones claramente psicológicas. a ser que no…!” Sólo un ejemplo para
El documento del Ministerio de Sani- ilustrar esta afirmación. En la Comuni-
dad y Consumo que establece las bases dad de Madrid se crean los Equipos de
para el desarrollo del Plan Nacional de Soporte (ESH o ESAD) para cubrir las
Cuidados Paliativos(17) asume como pri- necesidades adonde no llegan suficien-
mer principio general “garantizar a los temente las redes habituales (Atención
pacientes en fase terminal los cuidados Primaria o Especializada), pero no cuen-
paliativos, como un derecho legal del in- tan con psicólogo y eso que a todos los
dividuo, en cualquier lugar, circunstan- pacientes que atienden son pacientes
cia o situación, a través de las diferentes complejos. De no ser complejos, la in-
estructuras de la red sanitaria, el apoyo tervención se realizaría simplemente
psicológico y la ayuda social que preci- desde los equipos de Atención Primaria
sen sin distinción de tipo de enferme- o los Servicios tradicionales de los hos-
dad ni ámbito de atención”. pitales.
Autores de reconocido prestigio en
el ámbito de la medicina, como Eric Cas- ÚLTIMAS REFLEXIONES
sell(18), que superando toda visión reduc-
cionista sostiene algo tan obvio como 1. Se observa últimamente, en mi opi-
que los que sufren no son los cuerpos; nión, una tendencia creciente a medica-
son las personas”. O profesionales con lizar la experiencia de sufrimiento en el
amplia experiencia en la medicina palia- final de la vida, lo que supone priorizar
tiva como Josep Porta(19), que afirma que y no integrar debidamente la salud bio-
“los fenómenos subjetivos son el área lógica (control de síntomas, etc.) sobre
de intervención específica en CP”. la salud biográfica (aspectos más subje-
Quizás esté llegando ya el momento tivos, axiológicos, emocionales, etc.).
de ir pensando en un enfoque distinto al 2. La intervención psicológica aborda
tradicional e ir escuchando la propuesta dialécticamente la morbilidad psicológi-
que nos hace la Ley de Cohesión y Ca- ca y la experiencia de sufrimiento, preci-
lidad(20) del Sistema Nacional de Salud samente porque mientras que todo tras-
Psicólogos en cuidados paliativos: la sinrazón de un olvido 187
18. Cassell EJ. The nature of suffering and ponible en: http://www.who.int/cancer/
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