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Equinocios y solsticios en los petroglifos prehistóricos

de Galicia y el Norte de Portugal.

El Laberinto Atlántico.

MEMORIA (2009-2015)

Jose Luis Galovart


/edición . 28 Febrero 2016/
INDICE
1 .El calendario asimétrico de Pedra dos Mouros . Mogor.
2. La orientación del laberinto de Mogor
3. Equinocios y solsticios. El calendario de Lombo da Costa (Cotobade).
4. La línea equinocial en Outeiro de Cogoludo y Laxe dos Carballos. Campo Lameiro
5. Solsticio de invierno en la atalaya de Viascón

6. Equinocio en Gargamala (Mondariz)


7. Sabaxans (Mondariz) , Aguasantas (Cotobade) y Monte Tourón (Pontecaldelas).
La prolongación de la línea de 257º.
8. La ladera Oeste del Monte Xiabre .Caldas de Reis
9) Los petroglifos de Amoedo.( Pazos de Borbén)

10. La desembocadura del Miño y el Monte Tecla. Equinocio en Lanhelas (Caminha)


11. El Santuario rupestre de Ghorghalado .As Eiras ( O Rosal )
12. Monte Tetón y el Baixo Miño. La puesta de sol en el mar. El Norte y el Sur en la costa abierta de
Oia y Mougás. El Monte Tecla.

13.El laberinto y su invención. El caracol de Antas de Ulla


14. Los laberintos gallegos y su ubicación .

15.Los grabados rupestres de Valença do Minho


16.Los grabados rupestres del valle del río Mouro. Monçao.

17. El Monte Pindo, un monte sagrado en Finisterre. Su alineamiento equinocial con el Cabo Finisterre
y Santiago.
18.Alieamientos equinocciales en la geografía jacobea. El Monte Medas de Padrón. Los laberintos de
Astorga y Samos.
19. Monte Louro y los petroglifos de Muros.
20. Arte rupestre en los montes de Carnota.

21. El antropomorfo de Sta. Cruz de Arrabaldo. Ourense


" Una vez y otra vez mas, para acabar ya, parece que nuestros petroglifos tienen alguna relación con
un culto antiquísimo al Sol- tal y como floreció también en otros sitios-, ya porque lo adorasen, ya por-
que creyesen que era el origen de todas las cosas; y por eso pensamos que sus representaciones, ma-
yoritariamente, muestran los lugares sagrados de los primitivos."

Ramón Sobrino Buhígas. "Corpus Petroglyphorum Gallaeciae".

pgalovart@yahoo.es
El Laberinto Atlántico :http://montetecla.blogspot.com.es/

Jose Luis Galovart Carrera. Vigo


1. Mogor. El calendario de Pedra dos Mouros
En el sitio arqueológico de Mogor hay
tres rocas con grabados circulares. Dos
son pequeñas y tienen cada una un la-
berinto . La tercera se llama Pedra dos
Mouros y es una gran mole de granito
con una composición de estilo geomé-
trico clásico y tamaño medio .

En el litoral del occidente ibérico, el Oeste


es la perpendicular a la línea de costa y
aproximadamente 30º arriba y abajo son
los puntos de la puesta de sol en los solsti-
cios. Una V de líneas divergentes que se
pierde en el Océano infinito. En el interior
de las rías son muy pocos los sitios donde
la línea equinocial se dirije directamente al
mar o lo hace interceptando algún acciden-
te de la costa como cabo, isla o estrecho.
Mogor es una de las pocas excepciones.
En Pedra dos Mouros los centros de 4
círculos notables están en línea recta en di-
rección Este-Oeste. En la puesta de sol del
25/ Marzo / 2009 observé como la sombra
de una persona situada en el círculo situado
más al Oeste era paralela a ellos. Con la som-
bra de un palo vertical se podía visualizar y
fotografiar el alineamiento. (JL Galovart.
2011).
El 20/ Marzo/2013, en compañía de Francis-
co Ameixeiras, se provocó el alineamiento
con una plomada. Se produjo entre las 20´20
y las 20´23 horas, la puesta de sol fue a las
20´50.

Situados en Mogor, la puesta de sol en el equinocio se produce en la boca de la ría de Pontevedra. Al


final de una línea que casi toca la Punta Cabocastro, entre Sanxenxo y Portonovo; y llega a la isla de
Ons, aproximadamente en su mitad. Un lugar más espectacular para ver al sol ponerse es el estrecho
entre Ons y Onza, que está desviado 13º grados al Sur. A unos 80 metros de la Pedra dos Mouros, está
la pequeña roca con el emblemático Laberinto de Mogor y su salida orientada a este lugar, en el rango
de 257º (JL Galovart. 2011).
Mediciones topográficas efectuadas en la
Pedra dos Mouros por profesores de la
Escuela Naval de Marín en el año 2010,
dieron una orientacion de 267º al alinea-
miento de Pedra dos Mouros. Los solsti-
cios se determinan de forma empírica fá-
cilmente observando el horizonte, pues
indican los puntos extremos, al Sur y al
Norte, en el recorrido anual del ocaso (o el
orto) del sol. Pero, en ausencia del reloj, el
hombre prehistórico no pudo establecer
con exactitud el equinocio. La igual dura-
ción del día y la noche, se produce en un
punto un poco desviado al Norte, respec-
to al punto medio entre los solsticios. El
equinocio megalítico es un punto medio,
la bisetriz que establecemos entre las lí-
neas que indican los solsticios.
El corredor de Newgrange se ilumina con
el sol naciente del solsticio de invierno. se
celebra así el renacer anual del sol, la duración
de los días ha llegado al mínimo y empieza a
crecer . La mayor parte de los dólmenes
europeos se orientan en el rango del orto
del solsticio de invierno, solo en el Sur de
Francia se orientan hacia el orto equinocial
(Michael Hoskin.2008). No se me ocurre ninguna explicación de esta excepción; pero si tengo una opi-
nión sobre la importancia del Oeste y el equinocio en el arte rupestre gallego. Aquí se da la feliz coinci-
dencia de que al Oeste está el Atlántico, el hecho astronómico tiene un significado geográfico y simbóli-
co. En el equinocio el sol se oculta en la perpendicular a la línea exterior de costa. A grandes rasgos, el
hecho es universal en la costa
occidental de la Península ibéri-
ca.
El orto u ocaso del sol en los
equinocios (o en una fecha muy
cercana) constituye el fenómeno
astronómico que más claramente
jugó un papel en el mundo cultual
ibérico del SE peninsular, en la cul-
tura aborigen prehispánica del
archipiélago canario,o en el Norte
de Africa prerromano (César Este-
ban.2003). Los Toros de Guisando
se orientan al amanecer equi-
nocial.(Juan Belmonte.1999)
La línea equinocial permite organizar y ordenar
una composición que parece abstracta, caótica
y de difícil descripción. Al menos hay un frag-
mento donde no obedece a la arbitrariedad o
al solo equilibrio artístico y compositivo.
En Pedra dos Mouros hay una estructura con
forma de cruz con los brazos caídos. La línea
equinocial es su eje longitudinal. Los brazos
tienen cada uno dos círculos y están colocados
de manera que determinan dos pares de líneas
de solsticio.

La línea equinocial divide a la composición en


dos partes bien diferenciadas, el verano y el
invierno. Hay más grabados y más líneas de
solsticio en el lado del verano, hay 3 líneas del
solsticio de verano y 2 del solsticio de in-
vierno. Tenemos una estructura de calendario
asimétrico, una V con dos brazos a la que se
añade una tercera línea de solsticio de verano
muy notable y larga. He usado los calcos de
Antonio de la Peña para confeccionar los pla-
nos o esquemas, en los que indico los resultados

En Pedra dos Mouros, entre la línea equinocial y la exterior de solsticio de verano, hay un recinto cerra-
do y puntiagudo que forman líneas con surcos muy visibles. Nos parece que es la silueta de una cara con
dos ojos, una boca encajada en una barbilla, y una pequeña nariz. El arte geométrico deja de ser abs-
tracto para ser figurativo. Si consideramos esta cara en la estructura de cruz con los brazos caídos, tene-
mos una ayuda nemotécnica para memorizar el diseño del calendario.
En Mogor, en el solsticio de verano el sol no
se pone en el mar sino en un punto de la
costa al Norte de Sanxenxo. Los alinea-
mientos astronómicos están unos grados
desviados al Sur cuando no se refieren a la
puesta de sol en el mar, pero además aquí
hay una segunda desviación que determi-
na, a 5 o 6 metros, un pequeño promonto-
rio de la roca que con el sol muy bajo pro-
voca sombra en los grabados.

El día 5/07/2010 los alineamientos se produjeron con una luz tan débil que fue imposible fotografiarlos.
Decidí volver unos días más tarde, y lo hice el día 15/07/2010. Fotografié las tres líneas del solsticio de
verano, que no son exactamente simultáneas sino consecutivas; la primera es la exterior y se produjo a
las 20´35. Las dos últimas se produjeron a las 21´15. Después, se apagaron los grabados pero otras par-
tes de la roca seguían iluminadas. El sol se puso a las 21´55.
Los alineamientos del solsticio de in-
vierno tienen una orientación de 235º,
según la medición ya comentada efec-
tuada por profesores de la Escuela Na-
val. No los fotografié pues en el in-
vierno los grabados están en sombra
desde mucho antes de la puesta del
sol. Un saliente de la playa de Mogor,
la Punta da Moa, la provoca si el sol
está bajo.

La trayectoria diaria del sol está incli-


nada hacia el Sur, y el alineamiento
que se obtiene un día en el momento
final de la puesta de sol, puede obte-
nerse otros muchos días en los que el
ocaso se produzca más al Norte, cuan-
do en su descenso el sol pasa por esa
misma posición a mas altura.
En el ocaso el sol es muy débil, su inci-
dencia muy horizontal; y a veces las
arrugas de la roca provocan som-
bras .Los alineamientos y los grabados
se ven mucho mejor cuando el sol está
más alto.
Estamos ante una obra artística diseña-
da para su disfrute muchos días del
año. Durante el tiempo aproximado de
una hora se producirá una secuencia
de líneas de sombra que se mueve de
Sur a Norte. Las líneas equinociales, si
no son muy largas, pueden obtenerse
con un palo vertical del tamaño de un
bastón; al menos durante un mes des-
pués del equinocio de primavera y un
mes antes del equinocio de otoño. Las
posiciones del solsticio de verano se
pueden obtener muy pocos días; las
del invierno muchos, pero las dificultan
la metereología.
2. La orientación del laberinto de Mogor
El Laberinto de Mogor se orienta al estrecho entre Ons y Onza, en el rango de 257º. En el fondo de la
ría de Pontevedra, desde muchos lugares podemos ver la sorprendente puesta de sol en este lugar sin-
gular al que se orienta el laberinto. En el megalitismo las orientaciones de los monumentos, a veces se-
ñalan hechos sorprendentes que ocurren en el paisaje. El dolmen de Menga, en Antequera, no se orienta
al sol naciente del solsticio de invierno como es casi ineludible en los dólmenes, sino a la Roca de los
Enamorados, la montaña que parece una cabeza yaciente.
Sin embargo es distinto el significado de las direcciones extravagantes de Mogor y Antequera. La línea de
257º va a aparecer en otros lugares que no son Mogor y además tiene un significado en relación con el
calendario agrícola. Un calendario donde el invierno y el verano no tienen la misma duración de seis me-
ses; hay un invierno más corto y ajustado a la climatología. La desviación de 13º respecto al equinoccio
equivale a 23 días, la línea de 257º anticipa la primavera en 23 días y retrasa la llegada del Otoño en
otros 23 días.

Hay otra cuestión


que tiene que ver
con el simbolismo
de la geografía y que
se debe considerar.
Las rías bajas galle-
gas no son perpendi-
culares a la costa
exterior, están incli-
nadas al Sur. La línea
equinocial tiene un
valor geográfico
pues a grandes ras-
gos representa la
perpendicularidad a la costa occidental ibérica. La línea de 257º podría tener también un valor geográfi-
co e indicar la inclinación de la ría de Pontevedra. Y de las rías de Vigo, Arosa y Muros que son muy
parecidas. Sobre todo con la ría de Vigo hay una similitud, pues en su boca están las islas Cies con su
canal entre la isla Norte y la isla Sur. Hay algo sin embargo que solo ocurre en Mogor y la ría de Ponte-
vedra; en ella desemboca el Lerez , un muy importante territorio de arte rupestre. En Campo Lameiro y
otros sitios del interior no se ve el mar y la orientación de los monumentos no se refiere a los valores
astronómicos de la puesta y la salida del sol; sino a valores locales. Mogor sería así el observatorio fiel
del equinocio asociado a un territorio fluvial. Desde Mogor si que la línea de 257º señala con bastante
exactitud la dirección de la ría de Pontevedra.
El 17/Octubre/2013 hice una primera fotografía, desde Mogor, de la puesta del sol en el estrecho entre
Ons y Onza. Como ya se dijo, son 23 días de adelanto (en Primavera ) o 23 de retraso (en Otoño), res-
pecto al equinocio, los necesarios para obtener esa posición. El 25/Febrero/ 2011 hice una segunda fo-
tografía.
Desde la Roca del Laberinto no se ve el estrecho entre Ons y Onza, pues lo oculta la Punta da Moa, un
pequeño saliente en el Sur de la playa de Mogor.
Ambas fotografías fueron realizadas desde un
mirador en la parte alta del sitio, a unos 80 me-
tros, que está en línea recta con el Estrecho y la
Roca del Laberinto. En lo alto de un socavón pro-
vocado en la ladera para extraer piedra, no hay
un sitio más cercano en esa perspectiva.

En la Punta da Moa hay unos eucaliptos que


impiden la visión del estrecho desde los pe-
troglifos. La planimetría realizada por el to-
pógrafo Vicente Fraga (Diputación de Ponte-
vedra .2009) no resuelve la duda sobre si se
ve desde Pedra dos Mouros; la diferencia de
altitudes es solo de 2´5 m; no sabremos si se
ve o no se ve hasta que se corten los eucalip-
tos. En la Roca del laberinto la diferencia es
de 10 m y ya sobre el terreno, es evidente
que no se ve aunque se corten.
El Laberinto de Mogor está en la cara
orientada al Este de una roca incli-
nada y al atardecer enseguida está
en sombra. Además, apenas hay
otros grabados y los que hay son pe-
queños. Cuando descubrí el alinea-
miento equinocial de Pedra dos
Mouros inicié una búsqueda de lí-
neas equinociales en otros lugares
donde hay muchos motivos circula-
res. Tardé mucho tiempo en darme
cuenta de que se podían buscar en la
Roca del laberinto. Cuando lo hice,
descubrí la orientación de su salida.
El arqueólogo Pablo Novoa me envió la
fotografía de una línea de sombra que
enlazaba dos pequeños círculos conti-
guos al laberinto. Lo que me permitió
fijarme en su entrada, donde hay un
cierre constituido por cuatro pequeñas
formas cuadrangulares, tres de las cua-
les tienen una pequeña cazoleta en el
centro. Teníamos así cuatro puntos don-
de apoyar el gnomon y cuatro alinea-
mientos con el centro del laberinto, to-
dos en el rango de la puesta de sol. En el
declive del sol, las líneas de sombra se
iban desplazando de Sur a Norte y la
primera que aparecía por ser paralela a
la línea exterior detectada por Pablo
Novoa era fácilmente detectable. Esta
simultaneidad daba consistencia a la sos-
pecha de que el cierre obedecía a un
plan minucioso.
La segunda era una línea equinocial, si-
multánea a la obtenida en Pedra dos
Mouros. Los alineamientos duran un
tiempo suficiente para recorrer los 60
metros que separan ambos sitios. Las
dos líneas más al Norte, tienen una de-
mora de 276º y 283º, y están lejos de
indicar el solsticio de verano.
El laberinto de Mogor está en
sombra cuando la luz incide
muy baja; pero está iluminado
cuando el sol está más alto y
pasa por las posiciones desea-
das. El día 17/04/2009 foto-
grafié la secuencia de las 4 lí-
neas que se obtienen al apo-
yar un bastón en los centros
de los cuatro pequeños rec-
tángulos de su cierre. A las
18´26 horas, la línea más al
Sur. A las 19´19 la línea equi-
nocial. La tercera línea a las
20´18, pero con el sol ya muy
débil. Después se apagaron los
grabados y la cuarta línea no
fue posible.
Desde el laberinto no se ve el estrecho entre Ons y Onza, pues la Punta da Moa, un saliente de la playa de
Mogor, lo impide. Pero si conocemos la geografía local y sabemos que la línea equinocial señala la Punta
de Cabocastro y el Norte de la isla de Ons, podemos calcular la posición aproximada del estrecho. Medi-
mos con la vista y comparamos; lo hacemos intuitivamente, pero se necesitan varios puntos para poder
comparar distancias y ángulos, y
por proporcionalidad saber apro-
ximadamente lo que pretende-
mos.

La función de las cuatro líneas es


permitir la geometría elemental
de la comparación y la medición;
y así saber a dónde apunta el la-
berinto. El comienzo de la geo-
metría, como indica su nombre,
está vinculado a la medición del
territorio.
Es necesario ver ahora la rela-
ción de las líneas del laberinto con
el paisaje. Al proyectarlas en la costa, las tres más al Norte determinan puntos visibles en la isla de Ons,
la costa de Sanxenxo y el Sur de Portonovo.

La cuarta apunta a un punto al Sur de Onza que tampoco se ve desde el laberinto. Si consideramos la
línea de salida del laberinto son 5 líneas, 3 puntos visibles y 2 no visibles. Los primeros nos llevarán a los
segundos. Tenemos la posibilidad de comparar distancias visualmente, de medir y relacionar distan-
cias con ángulos. Podemos determinar que la salida del laberinto apunta al canal entre Ons y Onza; y
que la que está más al Sur apunta al Sur de Onza. Con las 5 líneas nos proponen la geografía completa
de la boca de la ría.
Quería fotografiar la salida del labe-
rinto, y lo hice el 18/Junio/ 2010. Con
mediciones simultáneas en la Roca
del Laberinto y en Pedra dos Mouros.
La secuencia empieza a las 8´26 de la
mañana, cuando el sol se levanta por
encima de la montaña de Mogor y
empieza a iluminar la parte alta de la
roca. A las 9´09 horas fotografié en el
laberinto la línea nº 1. Entre las 9´43
y las 9´47 se produjo la línea de 257º.
Cuarenta minutos más tarde, entre
las 10´27 y las 10´31 fotografié la lí-
nea equinocial. A las 11´10 fotografié
la nº 3 del laberinto. La secuencia du-
raba ya 3 horas y no esperé a la nº 4,
la línea más al Norte.

En Mogor hay un segundo labe-


rinto que está muy erosionado y
tiene menos interés. Está solo en
una roca a pocos metros del otro,
y nos sirve para contrastar carac-
terísticas y diferencias. El laberin-
to principal está incompleto en su
centro y por tanto no es total-
mente unidireccional. El segundo
laberinto está completo y no tie-
ne adherencias ni en su entrada ni
en un lateral; además está orien-
tado al Este. Es la antítesis y la ne-
gación del primero.
3. Equinocios y solsticios. El calendario de Lombo da
Costa (Cotobade).
Si subimos el Lerez desde su desembocadura, encon-
traremos grabados rupestres en Tenorio y Viascón,
pero es al llegar a su curso medio, el paisaje en el
que el río transcurre encajonado entre montañas al
Norte (Campo Lameiro) y al Sur (Cotobade), donde se
encuentra el territorio que por el número y la calidad
de sus grabados es sin duda la gran capital del arte
rupestre atlántico. Una denominación que no cues-
tiono, pero que no contempla el carácter fluvial de
este territorio.
Las montañas determinan un gran espacio circular y
abrupto que envuelve al río y que abarca una acci-
dentada geografía con sucesivas lomas y valles en
pendiente. En él no hay un punto central sino el río
Lerez que entre San Xurxo y Sta. María de Sacos for-
ma un meandro muy profundo y con laderas de gran
pendiente. En lo alto de la más espectacular, en el
lado Sur del río, están los petroglifos de Lombo da
Costa, un excepcional conjunto del arte geométrico
circular. Casi enfrente, al otro lado, está la Pedra das
Ferraduras de Fentans. La belleza del meandroque
hoy una selva de tojos oculta, fue en la prehistoria
considerada .
4.1. En Lomba da Costa hay dos rocas con gra-
bados. Una es pequeña y tiene un gran diseño
circular de casi 1 metro de diámetro. La otra se
llama Laxe das Rodas y es muy grande y llana.
Está inclinada y tiene más de 30 círculos entre
pequeños y grandes, que se distribuyen en dos
partes bien diferenciadas. Sobre todo es impor-
tante la de arriba, donde hay unos 20 forman-
do una nube muy alargada y densa.

Entre todos estos círculos


hay 7-8 que son más gran-
des y sobresalientes; pero
solo dos, que llamaremos
círculos A, tienen 6 líneas
concéntricas; los otros tie-
nen 5. Hay uno de estos
círculos A en cada parte de
la laxe, y ambos están si-
tuados en las posiciones
más al Oeste.
Usando como punto base del gnomon los centros de los dos
círculos A, el buscador de líneas equinociales tiene éxito las dos
veces. Obtenemos dos líneas equinociales pero no simultáneas
sino consecutivas. Hay un preludio en la parte de arriba y un final
extraordinario que se produce desde el círculo A de la parte de
abajo de la roca. La línea sale al exterior y se dirige a la pequeña
roca contigua donde pasa por el centro de su gran círculo y de
otro más pequeño y tangente que hay en su parte superior. Es
espectacular pero difícil de detectar, no se nos ocurre que pue-
da haber líneas de sombra tan grandes .Lo que se nos ocurre es
buscar más líneas equinociales apoyando el gnomon en otros
círculos del Oeste. Al hacerlo aparecerán otras dos; por tanto,
son tres las que preceden a la de largo recorrido.

Las fotografías se hicieron el 8/


Abril/ 2010 con la ayuda de Fran-
cisco Ameixeiras y Xesús Castro.
Hay un mínimo de 15 días hábiles
para visualizar el alineamiento.
En una nueva visita, el 27 de
abril, ya no se produjeron. Otras
líneas equinociales más cortas
son hábiles más de un mes; en las
de largo recorrido se requiere
una sombra muy larga y un sol
muy bajo.
El alineamiento está desviado 2 ó 3 días al Norte del equinocio. Y se visualiza bien a partir de otros 3
días aún más al Norte, un total de 5 días. La exactitud astronómica impide la líneas de sombra nítidas y
la buena iluminación de los grabados.
La gran línea equinocial de Lombo da Costa la fotogra-
fié por primera vez, en compañía de Gerardo Puime, el
día 26/03/2009 usando el palo de una escoba como
gnomon. Se produjo 5 minutos después de las líneas
más cortas que la preceden; y media hora antes de la
puesta de sol. El día 20 de Marzo, día del equinocio,
esta línea de largo recorrido no se produce. El día 23 se
produjo muy al final y con la luz tan tenue que fue im-
posible fotografiarla.
En Lombo da Costa no estamos ante un calendario simple en forma de V ( o de X) con bisetriz. Se trata de
un diseño complejo con varios puntos base donde emplazar el gnomon, y varias líneas que indican los
solsticios y los equinocios. Además, veremos que hay una cuarta línea, en el rango de 257º.

La estructura básica del artefacto está constituida por 4 círculos grandes A,B,C,D, a cada uno de los cua-
les se le asocia uno más pequeño a,b,c,d . Un total de 8 círculos agrupados en 4 duplas o pares: (A,a),
(B,b), (C,c), (D,d) . Entre ellos se establecen de 2 líneas equinociales, 4 solsticiales de invierno, 1 del sols-
ticio de verano.
Después la estructura básica de 8 círculos se amplía y mejora. Se insertan círculos en las líneas ya obte-
nidas, se añaden
nuevas líneas para-
lelas y nuevos
círculos.
En la parte de arriba de la roca
muchos de sus círculos se distri-
buyen con gran densidad en una
franja o nube alargada que se
orienta genéricamente en el ran-
go de la puesta de sol en el sols-
ticio de invierno. Es predominan-
te esta dirección y encontrare-
mos 3 líneas solsticiales de in-
vierno que pasan por los centros
de los círculos A, B y C. Una que
une A con D. Y otras dos que pa-
san por B y C, y que enlazan 5 y 4
círculos respectivamente. Yo las
fotografié desde el Oeste el día
26/12/2011, a las 18´23 horas. La
puesta de sol se produjo a las
18´35.
Primero se mejoran dos líneas de solsticio de in-
vierno. A la que pasa por B Se añaden 3 círculos
m, n y p. Pero solo m es interior a la estructura

En la línea de solsticio de invierno que pasa por C,


se insertan 2 círculos pequeños, u y v.
El diseño es complejo pero se puede memorizar
fácilmente si consideramos que los 4 círculos del
medio, ABba, forman un grupo separado con for-
ma de cuadrilátero romboide. La ayuda nemotéc-
nica consiste en ver dentro de él una cara en la
que el circulo b es la boca, y los círculos u y v son
los ojos. Veremos entonces la línea envolvente de
la frente y un pequeño círculo entre los ojos.

En un segundo
paso, se reme-
dia el poco
protagonismo
del verano en
el esquema bá-
sico de 8 círcu-
los. En la línea
de solsticio de
verano se in-
serta un circulo
exterior E de
tamaño gran-
de. El grupo de
los grandes pa-
sa a ser A, B, C,
D, E.
Trazamos también una nueva línea de solsticio de ve-
rano, la paralela que desde el circulo A señala un pe-
queño círculo entre los ojos de la cara. Se hizo su foto-
grafía, usando una plomada, en la puesta de sol del
día 25/06/ 2012. La luz era muy tenue pues el alinea-
miento se produjo muy tarde. Con tan mala ilumina-
ción resultó estrecha la cuerda de la plomada y defi-
ciente la fotografía. Busqué apoyo en las barras de
hierro del viejo cercado del monumento, sus sombras
muy tenues son un haz de paralelas. Una de ellas llega
aproximadamente al pequeño círculo entre los ojos.

Me acompañó Francisco Ameixeiras, fue él quien


planteó que si hay una línea equinocial de largo re-
corrido que sale de la roca y llega al gran círculo de
la roca cercana , ¿por qué no buscar también líneas
solsticiales de largo recorrido en esa dirección? La
pregunta tuvo una respuesta positiva; se obtiene
considerando el centro del círculo D como punto ba-
se del gnomon. Aunque faltaron milímetros para ob-
tener la posición.
En relación al modelo de Pe-
dra dos Mouros, el calendario
de Lombo da Costa es muy
complejo. Pero aún no hemos
concluido, va a aparecer tam-
bién una línea en el rango de
257º. La colocación de los
grandes círculos A, B y C debe
ajustarse muy bien; la línea
en el rango de 257º la define
la recta que va de A a C. Solo
A tiene 6 líneas concéntricas,
pero B, es de un tamaño pare-
cido.
Hasta ahora la parte de debajo
de la roca, solo se ha menciona-
do porque desde allí se proyec-
ta la línea equinocial de largo
recorrido. Pero además del
círculo A con 6 líneas concéntri-
cas, hay varios círculos y entre
ellos 3 alineados y orientados
en el rango de 257º. Si conside-
ramos los dos de la izquierda
(oeste) como ojos, veremos de-
bajo una gran boca. Veremos
una nueva cara .
Campo Lameiro. Paredes
4. La línea equinocial de Outeiro de Cogoludo(Campo Lameiro)
En el Parque arqueológico de Campo Lameiro, el camino principal asciende una ladera que remata en una
colina granítica, desde la que imaginamos a lo lejos el fondo de la ría de Pontevedra y la desembocadura
del río Lerez. En su base están los grabados de Outeiro de Cogoludo, una composición también emblemá-
tica entre las de estilo clásico y con ciervos. La roca es alargada y tiene una parte frontal con mucha pen-
diente y una parte más llana arriba donde de Oeste a Este se distribuyen longitudinalmente dos pequeños
grupos de ciervos y cuatro notables formas circulares. Tres de ellas tienen sus centros en línea recta y es-
tán orientadas al equinocio; podemos visualizar el alineamiento con la sombra de un palo vertical. Hice
una fotografía de los grabados en la puesta de sol del 24/ 09/ 2013.Y otra en el amanecer del 24/ 09/
2014. Considerada desde el Este la línea equinocial nos descubre una cara; en la que el ojo derecho es el
círculo del medio de los tres en línea recta. Y la boca es el cuarto círculo, el que no pertenece al alinea-
miento.

El corredor de un dolmen tiene una dirección, pero no dos sentidos. Al aire libre hay siempre dos sentidos,
los alineamientos se pueden producir en el orto y en el ocaso. Casi siempre solo me refiero al ocaso, tal
vez porque lo más frecuente es que nuestros grabados están en laderas orientadas al Oeste, porque casi
siempre me ha resultado más fácil visitar los sitios al atardecer, o porque ambos sentidos son casi equiva-
lentes. Pero hay perspectivas en las que ambos sentidos no son absolutamente simétricos. En Outeiro de
Cogoludo la proyección desde el Este permite una línea equinocial que señala la planta de los primeros
ciervos. Al Oeste de los ciervos no hay círculos ni puntos donde apoyar el gnomon, y las líneas obtenidas
en el ocaso se obtendrían por tanteo.
Ya han aparecido caras de este tipo en Mogor
y en Lombo da Costa ( y aparecerán en Garga-
mala y otros sitios). Hay algunos rasgos comu-
nes. Las caras son asimétricas, sobretodo por-
que los ojos son distintos, en tamaño y nº de
líneas concéntricas. La boca es grande y tiene
una gran cazoleta en Lombo da Costa; o lo que
parece una flor en Outeiro do Cogoludo.
Una tercera cosa común es que hay líneas (que
pueden ser provocadas o naturales) que delimi-
tan partes de la cara: la barbilla en Mogor, la
frente en Lombo da Costa y Gargamala; el lado
izquierdo de la cara en Cogoludo. Una línea ce-
rrada y redondeada se convierte en una cara si
le dibujamos dos ojos, una nariz y una boca;
pero entre estos tres elementos el más impor-
tante son los ojos; aunque no aparezcan ni la
boca ni la nariz, dos ojos pueden ser suficien-
tes. Tal vez por esto, en el arte esquemático son
muy abundantes los ídolos oculados, que apare-
cen sobre todo en el Levante tanto en soportes
rupestres como muebles, con una cronología
No encuentro el nombre idóneo para llamar a las
que abarca el Neolítico final y el Calcolítico.
formas de los petroglifos prehistoricos: círculos,
formas circulares, círculos concéntricos, concéntri-
cas, laberintos(dédalos)…. . Llamarle ojos supone
contemplarlos como objetos independientes; como
en los dibujos infantiles o en la pintura con ojos y
líneas de Miró. Por tanto, hay ojos sueltos y que no
determinan caras.
A Laxe dos Carballos está unos 50 metros
de Outeiro de Cogoludo; y en la salida del
sol del equinocio de otoño del 2014 foto-
grafíe mi sombra en la misma posición
que su gran ciervo. Hay también una línea
equinocial que une los dos círculos mayo-
res que aparecen en este panel; y la seña-
lo en una fotografía y en el calco de Anto-
nio de la Peña. No hice aún su fotografía .
Aquí los círculos aparecen de forma se-
cundaria en relación a los ciervos ; esta
inversión en la importancia de unos y
otros implicaría una cronología posterior.
Campo Lameiro. Matabois y Pantrigo
5. Solsticio de invierno en la
atalaya de Viascón
El territorio fluvial de Campo Lameiro, tiene en
Mogor un observatorio astronómico del equi-
nocio. En la Atalaya de Viascón tiene la visión
fiel del solsticio de invierno. El día 26/12/2012,
desde la Atalaya de Viascón fotografié la se-
cuencia final de la puesta del sol. Un recorrido
que acaba en el mar, justo al llegar a la ladera
del Monte Castrove.
Subiendo el Lerez desde Pontevedra, Viascón
está un poco después de Tenorio y antes de
San Xurxo y los dos puentes que cruzan a Cam-
po Lameiro. Celebraremos allí el fin del año, la
Noche Vieja, el punto límite en el descenso del
tamaño de los días. En el megalitismo funerario
de Newgrange se indica el amanecer del Año
Nuevo.
6. Equinocio en Gargamala

En Gargamala hay un conjunto de casi


20 rocas con grabados; entre ellas tres
magnificas obras del geometrismo cir-
cular, catalogadas por Costas Goberna
y Pablo Novoa como las nº5, 7 y 11. La
roca nº 11 es una composición con mu-
chos y notables círculos. Entre ellos
destaca el grupo alrededor de un
circulo A, sobresaliente por su tamaño
y su adorno puntillista. Y que además
pertenece a un grupo de 4 que están
línea recta.
El día 11/Septiembre/2011, acompañado por José Castillo acudí a Gargamala para fotografiar sus líneas
equinociales, obtenidas en ocasiones anteriores con un palo vertical. Ahora, se hará por primera vez con
una plomada. Lo que nos interesa ocurre al Oeste del grupo de cuatro círculos. Hay allí un grupo de
tres círculos que forman una cara, parecida a la de Lombo da Costa pues hay una línea que es la frente; y
hay entre los ojos un muy pequeño círculo.
Dos formidables líneas equinociales se obtienen situando la plomada en la boca y el ojo derecho de es-
ta cara. Desde la boca se llega al gran círculo A y la llamo nº 1. Los alineamientos se produjeron entre las
19´57 y 20´10. A las 20´42 se puso el sol.

Al Oeste hay muchos puntos posibles donde apoyar el gnomon; y provocar líneas equinocciales u otras
en las que no sería relevante la exactitud, el atravesar o no lo centros de los círculos. Son haces de lí-
neas paralelas que determinan alineamientos pero también cortes secantes y tangentes.

Aún no he hecho en Garga-


mala el trabajo de obtener
líneas solsticiales o la línea
de 257º; mientras tanto, los
calcos de Costas Goberna y
Novoa son magníficos planos
para hacernos una idea de lo
que ocurre.
Habrá unos 300 metros entre la roca nº 11 y la nº 5. Cuando se apagaron los alineamientos de la roca nº
11 fuimos a la nº 5, donde descubrimos una nueva cara con una gran boca. Allí asistimos a la puesta de
sol, y sus últimos rayos pasaban entre los ojos y llegaban al centro de la cara.

En la roca nº 7 hay una forma circular


de al menos un metro de diámetro, que
aunque de mucho menor tamaño nos
recuerda a la de Montetetón por lo
abrupto de la superficie de la roca y el
buen trabajo escultórico para la adap-
tación de la forma circular a su relieve.
También se parecen en que una línea
radial indica el Norte en Monte Tetón;
y otra indica el Sur en Gargamala.
7. Sabaxans, Calvelle y Monte Tourón. La prolongación de la línea de 257º.

Desde Mogor vemos el canal entre Onza y


Ons en la dirección de 257º. Si prolonga-
mos hacia el Este esta línea, llegamos con
mucha precisión a los petroglifos de Cal-
velle (Aguasantas). Si lo hacemos en la ría
de Vigo, desde el canal entre las islas Cies,
llegamos al centro de Vigo donde si hubo
petroglifos (o un laberinto) no pudo conser-
varse. Para encontrar grabados, la prolon-
gación debe hacerse hasta más allá de los
términos municipales de Vigo y Redondela.
Llegaremos así a las montañas al NW de
Mondariz, a muy cerca de los petroglifos de
Gargamala y Pé de Mula (Sabaxans).
Los petroglifos de Sabaxans
están en un lugar alto y con
dominio visual sobre el va-
lle del rio Tea. Los petrogli-
fos de Gargamala están a 2
o 3 Km en línea recta, en
un territorio interior; en la
ladera Oeste del pequeño
valle en pendiente que de-
termina un riachuelo .

En Sabaxans, Angel de Pra-


do con iluminación noctur-
na descubrió a finales del
año 2010, que dos de sus
grabados son laberintos. Se
trata de un gran aflora-
miento granítico en el que
sobre todo destacan tres
grandes círculos, uno de
ellos muy erosionado. Di-
chos círculos tienen sus
centros en línea recta y en
la dirección aproximada de
257º.
La Porteliña de Calvelle está en Aguasantas (Cotobade), en una pequeña elevación orientada al Este, e
inmediata a un recodo del pequeño río Calvelle, un afluente del Verdugo. Se trata de un afloramiento con
varias partes y muchos grabados en cada una de ellas; aunque los situados al NW que son sobretodo cier-
vos están muy erosionados y casi no se ven. El calendario de Pedra dos Mouros, de Mogor, tiene una
estructura en forma de cruz con los brazos caídos, en la que el eje logitudinal es la línea equinocial. Apare-
ce una forma muy parecida en Porteliña de Calvelle, aunque en los brazos solo hay un circulo a cada lado,
la línea equinocial es muy larga y atraviesa hasta ocho motivos. Tenemos un santuario prehistórico orien-
tado al Este, situado en un pequeño valle y casi enfren-
te del santuario cristiano de Aguasantas, así llamado
por su fuente de agua milagrosa, que se orienta al Oes-
te. Tal vez hubo ahí otros grabados que no se conserva-
ron; pero en la medida que Mogor se orienta al Oeste
la orientación al Este de la Porteliña de Calvelle es su
complemento.
Muchas veces los poblados castrexos incluyen en sus
recintos, grabados realizados tal vez 2000 años antes;
es razonable pensar que se les otorgó algún tipo de va-
lor, al menos en relación con el culto a los antepasados
o a los primeros pobladores míticos. Lo que no sabemos es si en aquella época sabían interpretarlos. Tal
vez podamos avanzar en resolver esta incógnita, pues una cruciforme antropomorfa con sus brazos caídos
es el motivo que aparece en una obra fundamental del arte indígena castrexo como es la Pedra Fermosa
de Briteiros. Una
posible representa-
ción simbólica del
diseño de Pedra
dos Mouros
(Mogor).
Los motivos aspa-
dos aparecen en
lápidas romanas
encontradas en
Mazarelos, Vilacova
o Donón. Con ellos
se representaba
simbólicamente al
Sol y su movimien-
to anual; los extre-
mos del aspa seña-
lan los puntos sols-
ticiales, los ortos y
ocasos en los solsti-
cios. (F.Alonso Ro-
mero.2009).
En el santuario rupestre de Monte Tourón , en Ponte Caldelas , hay 6 rocas con grabados que se dispersan en su ladera Sur
En la fotografía se señala el lugar aproximado de cinco, desde la sexta que está enfrente de ellas, se ha hecho la fotografía.
Pero solo nos referiremos a las dos mas importantes y conocidas , Laxe das Cruces( nº 2) y Naval de Martiño( nº4).

El gran panel nº 2 tiene algunas cruces superpuestas y de ahí su nombre de Laxe das Cruces; no me parece un buén nombre
pues son insignificantes en relación a sus fantásticos motivos prehistóricos. Hay ciervo en el que todo el cuerpo ha sido escul-
pido rebajando la roca; y varias formas circulares de las que salen largos e irregulares tentáculos o líneas que acaban en un
pequeño círculo. Hay un alineamientos equinocial que no enlaza muchos o importantes círculos; y no es muy significativo. Si
es excepcional un alineamiento que se orienta en el rango de 257º.
Naval de Martiño es un pequeño outeiro que está en la parte alta de la montaña de Tourón , y en él se ha construido un mi-
rador con excelentes vistas panorámicas, vemos a lo lejos desde los picos mas altos de las sierras del Suido y del Faro de Avión,
al S-SE; hasta los de las sierras del Galleiro, el Galiñeiro y los montes del Morrazo, al S-SO. A unos 40 metros hacia adentro
hay una roca muy inclinada y orientada al Norte donde hay grabados una manada de ciervos y un disco solar .

Situados en Mogor la puesta de sol en el estrecho entre Ons y Onceta se produce 23 días antes o después del equinocio
de primavera o de otoño respectivamente; este es el tiempo que la puesta de sol tarda en recorrer 13º. El 23 de Septiembre
fué el equinocio de otoño del año 2011; 21 días después, el 14 de Octubre del 2011 hice una fotografía de la puesta de sol
desde Naval de Martiño. El sol se puso en la interseccion entre dos líneas de montañas, en el punto singular que determina
el efecto óptico de superponer dos líneas distantes. Situados en Naval de Martiño vemos en ese punto la puesta de sol, y si
las montañas no lo impidieran en esa dirección veríamos la boca de la ría de Pontevedra y la puesta de sol en el mar , aproxi-
madamente entre las islas de Ons y Onceta. Ese mismo día una hora antes de la puesta de sol se produjo el alineamiento de
la roca nº 1
8. La ladera Oeste del Monte Xiabre.
El Monte Xiabre, con 641 m de altitud, se levanta entre los municipios de Caldas de
Reis, Catoira y Vilagarcía de Arousa. Y tiene grabados en sus dos laderas. En la ladera Este, está la muy
grande Laxe dos Bolos con muchos grabados aunque erosionados.
En la ladera Oeste hay varias rocas con grabados, y entre ellas aquellas que se distribuyen en un peque-
ño itinerario. Comienza en el Alto de Sobreiras y su segundo punto es una roca cabalgada de buen tama-
ño, con grabados en su base horizontal, aunque muy gastados.

Hay también un grabado circular de mayor tamaño que está solo en una pequeña roca, y tiene una línea
radial que señala el Oeste
El Monte Lobeira, en Vilagarcía de Arousa, es un segundo monte de interés en esta comarca. Por su for-
ma cónica y su estar aislado, es un punto de referencia en el paisaje. Y aunque no se han descubierto gra-
bados prehistóricos, hay en él un círculo lítico y es una referencia mítica por sus leyendas y pasadizos;
por su topónimo que
evoca a Lupa la reina
indígena del relato
jacobeo. Desde el
Xiabre vemos Monte
Lobeira hacia el SW;
desde la roca cabal-
gada lo vemos ali-
neado con el canal
entre Ons y Onza.
Aunque en una direc-
ción muy al Sur, y
fuera del rango de la
puesta de sol.
9) Los petroglifos de Amoedo. Pazos de Borbén

Las iglesias se orientan casi siempre al Oeste pero la orientación, el paisaje o el emplazamiento de un
templo no determinan un ritual o un discurso específico en el que tales cosas intervengan. En los san-
tuarios rupestres prehistóricos la geografía tiene un valor simbólico y la presencia de un río, una mon-
taña o el Océano tiene una
obligada referencia en el
culto. Además, el paisaje se
contempla en relación con
las posiciones singulares del
Sol y los astros.

Amoedo es un territorio in-


terior situado a pocos kiló-
metros de Redondela y el
fondo de la ría de Vigo. En
el mapa se señalan varios
puntos donde hay petrogli-
fos importantesEl que está
más al Sur es el de As Tenxiñas que está en un punto alto en la ladera Este de los montes que recorren
de Sur a Norte el llano de Amoedo. El lugar de As Tenxiñas se orienta al Este y en la parte alta de su
roca más característica varios círculos forman una nube orientada al amanecer del solsticio de invierno.
En la base de estos montes, y en su ladera Oeste está O Alargo dos Lobos. Los dos grupos mas importantes de
grabados están a 20 metros uno de otro,pero en el sitio hay mas rocas (todas ellas a ras de suelo) y en algunas hay también gra-
bados. Estamos en un san-
tuario orientado al Sol Po-
niente,al monte alargado y
de poca altura que se ex-
tiende de Sur a Norte y que
está a nuestra vista , al otro
lado de un pequeño ria-
chuelo inmediato.
En los últimos años gracias al trabajo
independiente de un grupo de veci-
nos se han limpiado de maleza los
sitios arqueologicos, se han abierto y
señalizado los senderos, y se
han descubierto nuevos petroglifos.
Ssiguiendo una pista sin asfaltar que
hay al llegar a Amoedo, un poco antes
de la gasolinera. Andamos unos 2 kms
y después se bifurca la pista. Segui-
mos hacia la derecha y pronto apare-
cen los indicadores de los petroglifos;
y de la media docena de mamoas que
comparten espacio con ellos. Llegare-
mos a dos rocas con motivos circula-
res en las que la línea equinocial nos
permitirá descubrir caras. La primera
de ellas tiene una gran boca, como
ocurre en Lombo da Costa o Gargamala.
10. La desembocadura del Miño y el Monte Tecla. El equinocio en Lanhelas
(Caminha)
En el Monte Góios de Lanhelas (Caminha) hay un buen número de rocas con grabados. Destaca la Laje
das Fogaças, por sus grabados y su dominio visual de la desembocadura de río Miño y el Monte Tecla.
Se trata de un enorme afloramiento en pendiente, y los grabados se distribuyen sobretodo en la franja
que empieza en la gran forma ovalada con multitud de pequeños círculos en su interior que parece una
fogaza de pan . La inclinación
impone un recorrido ascen-
dente que acaba varios me-
tros más arriba en un ciervo
asociado a una larga línea que
es al mismo tiempo pata y
cuarto trasero del animal. El
recorrido empieza abajo, don-
de la gran fogaza está rodea-
da por círculos simples; des-
pués hay dos grandes formas
ovaladas cada una de ellas
asociada a una falla natural
transversal. Las fallas son casi
paralelas y señalan genérica-
mente el Oeste. Nuestro reco-
rrido ascendente de alguna
manera indica el curso ascen-
dente del río. Estamos en un importante santuario rupestre y una geografía simbólica determinada por el
río y el monte Tecla que está en su desembocadura. Como dijimos, en la roca son muy llamativos los tres
grandes grandes surcos naturales que la atraviesan transversalmente y que de forma genérica e inexacta
indican el Oeste. Aunque es irregular, el del medio apunta a la cumbre del monte Tecla en el rango de
257º. A ella es tangente una espiral de buena factura y tamaño;
las espirales son relativamente escasas, pero hay un grupo de
ellas en el Tecla, en una roca situada en la parte del poblado cas-
trexo que se asoma al Miño y a Lanhelas.
El 24/Septiembre/2014 hice la fotografía de la puesta de sol desde la Laje das Fogaças; que se produce en
el centro del istmo de Salcidos, entre el Monte Tecla y el Monte Torroso. Al otro lado está el mar abierto
y la medición ,como en Mogor, tiene valor astronómico.
Una segunda perspectiva es detenernos en las dos grandes e inauditas formas ovaladas y cuadrangulares
con tres adornos geométricos en su interior. Al hacer un barrido buscando alineamientos equinociales
solo aparece uno
poco significativo
que une un peque-
ño círculo exterior
con otro interior a
una de las formas
cuadrangulares. Su
valor aumenta, si
vemos esta figura
como cara humana,
en la que esta línea
señala un ojo. Ten-
dríamos así una
cara con dos ojos,
un surco curvo que
es la boca, un
adorno rectangular
en la frente.
Esta cara establece un punto de vista que nos
permite interpretar la otra forma cuadrangu-
lar también como cara. Están invertidas, una se
ve desde abajo y la otra desde arriba; pero son
parecidas por sus ojos circulares y en que ambas
se apoyan en una de las líneas naturales que
atraviesan la roca.
Sobre todo desde el Sur y el Este
se ve el Tecla como un monte ais-
lado y cónico. La geografía simbo-
lica del santuario rupestre de Lan-
helas la determina el Miño y el
monte sagrado que hay en su
desembocadura. Hay muchas ro-
cas con grabados en el poblado
castrexo del Tecla, y entre ellos
dos grupos de espirales que son
motivos relativamente escasos. Se
encuentran en la parte del pobla-
do que da al rio y a Lanhelas. En
Lanhelas su espiral es tangente a
su falla transversal que apunta al
monte. Hay una celebración del
equinocio de Otoño asociada a la santa que le da su nombre; el 23 de Septiembre se celebra la fiesta
de Sta. Tecla en la ermita que hay en la cumbre. Hay una antigua tradición popular y ritual de subir al
Tecla en romería. Situados en Lanhelas, el 23 de Septiembre el sol inicia también su subida al monte;
cada día la puesta de sol se produce un poco más arriba

Espirales en Monte tecla Calcos de Antonio de la Peña


En el solsticio de verano el sol se pone en el monte Torroso. Hice su foto el 4/junio/2010 con el sol en la
posición aproximada del laberinto de Marzán (O Rosal). En el solsticio de invierno no se ve la puesta de
sol en la desembocadura del Miño desde aquí; se ve desde una roca con grabados reticulares que hay
varios km río arriba, subiendo al Mirador del Ciervo, en Vilanova de Cerveira.
En el solsticio de invierno no se ve la puesta de sol en
la desembocadura del Miño desde Lanhelas . Para ver-
la hay que subir río arriba, a pocos quilometros está
Vilanova da Cerveira y su monte con muchas y suge-
rentes rocas , su pequeño lago, sus panoramicas so-
bre la desembocadura del Miño.
En este monte a mediana altura está la ermita de Nª
Sra. da Encarnaçao; y un poco antes, con una perspec-
tiva parecida sobre el Miño, hay dos rocas con graba-
dos.
Desde este lugar, el ocaso del sol en el soslticio de in-
vierno se producirá en la desembocadura del Miño. En
el rango de 257º, se produce en el istmo de Salcidos,
entre el Tecla y el Monte Torroso.

Vilanova de Cerveira es un lugar de encuentro de


artistas contemporáneos; y no sería muy difícil
plantear en el marco de una de sus bienales la realización de un trabajo pictórico al aire libre en algunas
de sus rocas . Un trabajo con materiales perecederos que resalte las formas o los accidentes del granito. Y
propuestas siempre minimalistas , sin ocultar su carácter y presencia. En rocas naturales figurativas, es
razonable pensar que hubo en la prehistoria intervenciones de este tipo. Nace el megalitismo buscando el
hombre rocas pesadas más o
menos cilíndricas y alargadas,
que transporta y levanta en un
espacio nuevo que ellas consa-
gran al constituirse en menhi-
res. Simultáneamente aparece-
rán cazoletas en afloramientos
graníticos que en general no
destacan por su forma . Casi
nunca las piedras con formas
singulares tienen cazoletas; la
función de las cazoletas es con-
sagrar y hacer singulares rocas
que no lo son .
11. El Santuario rupestre de Ghorghalado .As Eiras( O Rosal)
En As Eiras(O Rosal) hay una gran roca de esquisto con muchos grabados geométricos y con grandes surcos que la atravie-
san en el mismo sentido que sus fallas naturales . Se encuentra a no mas de un km de la ribera del Miño, pero no se ve el río
desde el lugar. Está en la ladera de una pequeña loma próxima a un pinar y a viñedos; y si los árboles no lo impidiesen, al NE,
veríamos a lo lejos Monte Tetón en la dirección aproximada de la pendiente de la roca y la líneas longitudinales que la reco-
rren.

Los grabados sobretodo se disponen longitudinalmente; pero hay en la esquina mas al Este de la roca un grupo de 6 que
formas dos líneas rectas paralelas y en dirección aproximada Este-Oeste. La que está mas al Oeste en la línea de abajo, es
manifiestamente mas grande , y recuerda a las bocas que en Lombo da Costa o Gargamala pertenecen a caras señaladas por
lineas equinociales.
Si seguimos ese pasillo que forman 6 círculos llegamos a otra forma circular con gran-
des surcos inmediata al tronco de un árbol, que identificamos también como la boca
de una cara. Los dos pequeños circulos que están encima son sus ojos y están también
aproximadamente alineados en la dirección Este-Oeste. Tenemos por tanto dos caras
en una gran roca que no se orienta al Miño sino a Monte Tetón. Enfrente, al otro lado
del Miño, están los petroglifos de Lanhelas relacionados visual y astronómicamente con

A finales del 2015 se descubrieron algunos graba-


dos en pequeñas rocas a unos 400 metros ,al otro
lado de esta ladera y por tanto con vistas al Monte
Tecla y la desembocadura del Miño. Desde allí la
puesta de sol en el solsticio de invierno se sitúa en
el Tecla. La fotografía está realizada en esa misma
perspectiva el 12 de Diciembre , en As Eiras, cerca
de la desembocadura del Tamuxe.
12. Monte Tetón
El nombre de Montetetón es
debido a que desde Tomiño, se
ve en su cumbre un saliente que
parece el pezón de una teta muy
grande. Monte Tetón pertenece
a las montañas que separan los
valles del Miñor y del Miño, son
parte de un macizo que empieza
en los montes de Vigo y Redon-
dela, y llega al Galiñeiro y el
Aloia.
Hay tres grupos de grabados en
Montetetón pero el situado en
el lugar de Portaxes tiene una
forma con 18 formas circulares concéntricas y 2´40 metros de diámetro que lo hace excepcional en el
arte rupestre atlántico. Como ocurre las más de las veces, sus tres sitios con grabados están situados en
las laderas del Oeste del monte y a unos 2/3 de su altura .En Portaxes hay decenas de grabados en dos
grandes rocas que parecen lenguas paralelas y que se unen por detrás en una zona de orografía muy
abrupta. Al lado hay una tercera roca más pequeña y alta que no tiene grabados.
El gran motivo circular está en la
parte alta de la roca del medio y
hay otros muchos grabados que
se dispone alrededor y a lo le-
jos. A unos 80 metros hay una
pequeña roca con muchas cazo-
letas; y a 1 km está una segunda
forma circular, aún de mayor
tamaño que la de Portaxes pero
peor conservada y formalmente
menos valiosa.
Portaxes es la obra prodigiosa
de un escultor y un gran artista;
sería imposible para el cantero
actual, o en la reconstrucción
arqueológica que pretendiera
establecer los días que costó ha-
cerla. Es excelente la hechura, el
pulido de los surcos y los bor-
des, su adaptación a la muy irre-
gular forma de la roca, a su muy
accidentada y curva superficie.
Hacia el SW la roca es muy inclinada y parece una gran lengua. Apunta a un recodo del Miño entre Vila-
nova de Cerveira y Goián, vemos a lo lejos la punta del Tecla, pero no la desembocadura del río. Vemos el
Monte Goios de Lanhelas. El grabado visto desde arriba, sugiere un epicentro y ondas circulares concén-
tricas que se expanden sobre el territorio del Baixo Miño que abarcamos con la vista.

En el gran motivo de Portaxes la circularidad ocurre solo en el interior, las líneas exteriores se defor-
man en la parte de arriba. Hay además cuatro líneas radiales; una de ellas está partida en dos, su parte
interior es de trazo muy tenue y su parte exterior es un gran surco que parece natural. Aunque de traza-
do irregular, las líneas radiales son casi rectas y perpendiculares dos a dos. Una de ellas indica aproxima-
damente el Norte y la que está partida que hace con ella dupla, indica el Este. Hay otra pequeña indica-
ción equinocial en la parte baja de la gran roca vecina, donde hay dos alineamientos equinociales entre
2 y 3 círculos respectivamente.
Hacia el Este, en la finca vecina hay una plantación de eucaliptos que impiden o confunden las fotografías
de los alineamientos. Pero la larga sombra de los arboles pasa de una a otra de las rocas; se pudo usar su
disposición paralela para en el equinocio establecer relaciones entre ambos lados.

En relación a su
tamaño y sus mu-
chos grabados,
en Montetetón
solo hay una pe-
queña presencia
de marcas del
equinocio ; mas
que la producción
de sombras con
un palo vertical
imaginamos los
recorridos, las
invocaciones, la
danza ritual sobre
un escenario
enorme ilumina-
do desde el Este.
Al segundo gran graba-
do circular se llega en 20
minutos de marcha a
pié, por un camino que
primero es llano y luego
asciende un poco. Es
ahora más amplia la vis-
ta panorámica sobre los
montes de Tebra y Cris-
telos que se sitúan al
Oeste. En ellos se pro-
duce la puesta de sol
todos los días del año.

Hay un camino natu-


ral que los atraviesa y conduce al
altiplano de Torroña y de allí a la
costa, a los montes de Oia que se
levantan verticales sobre ella. Pen-
samos en procesiones rituales
prehistóricas que recorrieran este
camino. Entre el alto del Lousado y
el pico de Salgueiro hay un llano
alargado llamado Os Puxeiros, al
sobrepasarlo ya estamos en Torro-
ña , y enseguida veremos la Roca
del Laberinto. Se haría allí un alto y
una invocación al sol poniente. Pe-
ro aún no se ve el mar.
Laberinto de Torroña(Oia). A los motivos
prehistóricos que se reproducen del calco de
Costas Goberna , en la roca se superponen
una composición cruciforme con muy comple-
ja y con gran cantidad de motivos.
La Roca de las cazoletas de Torroña está en el
punto final y mas alto, anterior al descenso a
la costa. Se ve el puerto de Oia , pero no hay
una visión panorámica ni se puede ver la
puesta de sol en el mar todos los días del
año. Es aún un punto de tránsito . Es una
cota de altura. No es un punto final
13. El Norte y el Sur en la costa abierta
de Oia y Mougás
La Costa entre el monte Tecla y Cabo Silleiro es una
estrecha franja de tierra sobre la que se levantan
montes altos que se suceden unos a otros en línea
continua durante mas de 20 km. Hay una pista fo-
restal que los recorre en gran parte, a unos 2/3 de
su altura. Dos de sus mas importantes sitios arqueo-
lógicos, A Pedreira y A Pousadela, son outeiros que
interrumpen las laderas verticales de estos montes,
miradores naturales sobre el mar abierto. En la cos-
ta occidental gallega ,entre la desembocadura del
Miño y el Cabo Finisterre están las rías bajas y son
pocos los fragmentos de mar abierto.Solo entre el
Tecla y Cabo Silleiro la costa es recta y en dirección S-
N; como lo es la costa portuguesa. Entre el cabo Fi-
nisterre y el cabo san Vicente, durante cientos de
quilómetros los lugares son indistintos en su rela-
ción con el sol poniente. En el equinocio el sol se
oculta en la perpendicular a la costa. El mar se pro-
longa indefinidamente a uno y otro lado; en posicio-
nes oblicuas vemos la puesta de sol en los solsticios.

En A Pedreira (A Riña.Oia), hay dos rocas con graba-


dos filiformes asociados s

a cazoletas; y ambas
insinúan figuracio-
nes antropomorfas,
una cabeza y una
silueta humana que
se orientan al Sur y
al Norte respectiva-
mente

Hay también un
afloramiento graníti-
co casi a ras de sue-
lo, en el que sobre-
salen tres franjas
alargadas y parale-
las. en dirección S-
N . Entre ellas hay
una nube de cazole-
tas en esa dirección.
Si desde A Pedreira seguimos 2 o 3 kms la pista forestal , llegamos a A Pousadela otra atalaya sobre el
mar abierto. Hay allí gandes coviñas en el lado Sur de unos peñascos y garabatos filiformes de buenos
surcos en una pequeña superficie ver-
tical. Las cazoletas, para verlas bien
hay que situarse desde el Sur.

El fragmento de costa abierta com-


prendido entre la desembocadura del
Miño y Cabo Silleiro, pertenece al
espacio mas amplio de la costa occi-
dental ibérica desde donde se obser-
va todo el año la puesta de sol en el
Atlantico. Sus límites galaicos son al
Sur el río Duero o el Miño; al Norte ,
el cabo Finisterre. Pero también lo
son dos montes sagrados ubicados
en estos lugares : el Tecla y el Pindo.

Aunque los atributos del Monte Pin-


do son superlativos en relación al se-
gundo. Su alineamiento equinocial
con el cabo Finisterre lo hace referen-
cia simbólica del Sol poniente equi-
nocial . En él se encarna este simbo-
lismo .
Os Chetos. OIa
Un poco mas al Norte están los
grabados de A Cabeciña también
orientados al Norte
Un "cabeço" en portugúes es una
loma y el topónimo "cabeciña"
podría referirse al emplazamiento
de los grabados, en la base de un
outeiro en el que hay un pequeño
castro y que es un magnífico mi-
rador sobre la costa de Mougás y
Oia. Otra posibilidad es la formi-
dable cabeza de granito que des-
taca entre otras muchas rocas
que hay en el lugar; y en algunas
de las cuales hay grupos de covi-
ñas .Detrás de ella está la laxe
alargada en la que están los gra-
bados. Inmediata a ella hay una
roca horadada con un grabado
circular.

La roca se dispone de Sur a Norte


y debemos verla desde el Sur
pues está en pendiente y es me-
jor su visión desde la parte de
abajo.

Vista hacia el Sur


En su extremo NE hay un moti-
vo corresponde a una tipología
de "candelabro". Desde un pun-
to central o cazoleta, sale un eje
radial en el que se ajustan suce-
sivamente seis formas semicir-
culares . Una representación con
seis pares de brazos que debe
ser vista desde el Sur
En un artículo de Primitiva Bueno,Rodrigo Balbín y Rosa Barroso, titulado "Cronología del arte megalítico
ibérico: C14 y contextos arqueológicos" se analizan varios ejemplos de pinturas y grabados que aparecen
en el interior de tumbas megalíticas de muy antigua cronología, y que son anteriores a la construcción del
monumento. Así ocurre en la de Juncal(Cadiz), donde en la parte visible de una roca aparecen gran núme-
ro de pequeñas cazoletas que por su densidad y por incluir algunas alargadas y cilíndricas recuerdan a las
existentes en el vértice Norte del poblado castrexo del Monte Tecla. Donde el conjunto presenta una
disposición que indi-
ca también la direc-
ción Norte.

En el mismo pobla-
do hay casi 20 aflo-
ramientos con gra-
bados circulares y
cazoletas Entre
ellos hay dos gru-
pos de pequeñas
espirales ; y un gra-
bado muy inusual
por estar en el pun-
to más alto del
monte,en la roca
que es su vértice
geodésico.
En la cumbre del monte Tecla hay también una ermita de Sta. Tecla
con su santa muy popular cuya fiesta se celebra el equinocio de Oto-
ño, el 23 de Septiembre. En el museo del Tecla hay una buena colec-
ción de piedras decoradas con motivos solares como trisqueles, espira-
les, esvásticas que se supone estuvieron empotradas en el exterior de
las viviendas. Hay también una estela decorada con aspas, motivo que
aparece en estelas encontradas en otros lugares castrexos, como Ma-
zarelos ( A Coruña) o Donón (Cangas
do Morrazo).Fernando Alonso Rome-
ro nos explica como con este motivo
aspado se representaba simbólicamente al sol, puesto que los extremos
del aspa señalan los puntos solsticiales, los ortos y ocasos en los solsti-
cios.
13.El laberinto y su invención.
Vamos a hablar de la invención del laberinto en Galicia y en otros lugares de forma independiente. No creemos en su difu-
sión desde un solo punto donde se inventa, y mucho menos en su origen cretense. En el año 2001 en mi libro “El Laberinto
Atlántico” se exponía una nueva forma de construir un laberinto tipo Mogor o clásico, que se basa en una cruz, tres semicírcu-
los y cuatro trazos continuos desde los extremos de la cruz. Hay varios métodos, y todos son complejos y artificiosos: en la difi-
cultad de su construcción se basa la opinión difusionista.
La datación de los laberintos antiguos que se
conocen es difícil y polémica, pero los labe-
rintos gallegos se presentan en el contexto
del arte rupestre atlántico que corresponde
comienzo de la Edad del Bronce y al neolíti-
co final.Y serían mucho más antiguos que
cualquier otro conocido en Europa o el
Oriente Próximo.

Al menos tres laberintos han sido


descubiertos en Val Camónica, en el
contexto de grandes composiciones
donde aparecen cuchillos, guerreros,
orantes, ciervos . Pero en Val Camó-
nica se superponen cronologías que
van del Broce inicial a la Edad del
Hierro y sus laberintos no se atribu-
yen a la etapa primera. No se han
encontrado de momento laberintos
prehistóricos ni en los grabados atlánticos
de Gran Bretaña e Irlanda, ni en el arte ru-
pestre escandinavo.
Hace poco apareció un gran laberinto en
una roca con otros muchos grabados prehis-
tóricos, en Pansaimol (Goa.India) (India), con
datación presumible anterior o paralela a
Mogor. (Jeff Saward.2010)

Hay un laberinto en la pared interior de una tumba subterránea


en Luzzanas( Cerdeña), un contexto que podía remontarse al 2500 a.c.; pero el estilo de su talla se consi-
dera muy posterior. El origen mediterráneo del laberinto implicaría su descubrimiento anterior a los muy
conocidos y tardíos modelos de Tagliatella en Cerdeña, a las monedas del minotauro y el laberinto de
Knossos Creta).O al más antiguo que conocemos de esta área que está en una cerámica de Pylos del 1200
a.c.
El cero y la numeración posicional nacieron en India; pero su primera plasmación en un documento es muy pos-
terior a su uso; el origen mediterráneo que aún sostienen algunos autores se refiere a una época anterior a sus
registros arqueológicos. En la prehistoria griega está el origen de su mitología, hay referencias al laberinto en Ho-
mero, hay en Herodoto relatos de arquitecturas laberínticas en Egipto.Entre los griegos fue muy popular el mito de
Teseo y el minotauro, pero no tuvieron mucho interés en el laberinto como forma. No hay ningún periodo
o tipología griega, son los romanos quienes desarrollarán una tipología con modelos complejos y de gran tamaño.
Aunque en Conímbriga aparece en un mosaico el diseño del laberinto simple. .
A la Edad Media pertenece una nueva tipología con laberintos de gran tamaño y complejidad inscritos en
el suelo de la nave principal de algunas catedrales góticas; y entre ellas la de Chartres. Las catedrales de
Chartres y Santiago tienen el valor simbólico de ser los templos más occidentales de Europa. Comparten
atlantismo y proximidad a un Cabo Finisterre. Además, en ambos casos la línea que une la catedral y el
cabo está en dirección Este-Oeste (JL Galovart.2001).
No aparecen laberintos en el románico ni en el Camino de Santiago, pero entre finales del siglo XIII
y los siglos XIV y XV se incluyeron 32 laberintos en pinturas murales, en iglesias de Dinamarca, Suecia,
Noruega y Finlandia. En la prehistoria y la protohistoria del Camino de Santiago mas occidental , en As-
torga y Samos si aparecen los laberintos. Ha habido dos grandes descubrimientos en los últimos años :
hay varios laberintos entre los petroglifos prehistóricos (y atlánticos) del Monte Teleno, en Astorga.
(Juan Carlos Campos. 2008-2011) Hay laberintos de la Edad del Hierro en losas de esquisto del Castro
de Formigueiros, en Samos , Lugo. (Gonzalo Meixide 2009-2010) .
Sobre arte popular escandinavo trata otro apartado de laberintos. Además de muros de lindes
hubo allí otros usos posibles de las piedras que se dispersan innumerables por el territorio. Se hacen la-
berintos, con diámetros de entre diez y quince me-
tros, que se pueden transitar. Hay hasta 500, mu-
chos tienen más de cien años, son casi siem-
pre laberintos clásicos o pequeños desarrollos des-
de él. Hace más de cien años, empezó esta tradi-
ción en Dinamarca o Suecia y se extendió por No-
ruega, Finlandia, Estonia, el Oeste
de Rusia, Escocia , Inglaterra, e Islandia.

En un trabajo que se realiza a mano alzada y sobre superficies irregulares, es posible que después de
marcar los diseños se hacían las grandes líneas circulares concéntricas dejándolas abiertas e inacabadas,
reservándose para el final sus enlaces o cierres. Y las líneas radiales u otras derivaciones
El laberinto clásico o de Mogor podemos construirlo en dos etapas; muchas veces un problema compli-
cado se resuelve fácilmente al dividirlo en partes. Comenzando por las líneas exteriores realizaremos pri-
mero un prototipo; el laberinto de 4 trayectos (y 5 líneas). Si en una espiral consideramos las pequeñas
modificaciones que se ven en la figura, obtenemos un laberinto 4T. Un prototipo que contiene todo
aquello que caracteriza a un laberinto, dos volutas simples y una voluta doble.
Si numeramos las vueltas de afuera a adentro, en una espiral hacemos el recorrido 1,2,3,4 ; en un senti-
do levógiro o dextrógiro. En el laberinto 4T, el re-
corrido es 3,2,1,4 y hay alternancia dextrógira/
levógira. Para llegar al centro, primero nos sepa-
ramos de él recorriendo hacia afuera los trayec-
tos 3,2 y 1. Finalmente hay una inversión, la doble
voluta nos lleva del trayecto 1 al 4. La construc-
ción del laberinto completo desde el prototipo es
fácil ;basta considerar siete semicírculos y realizar
los enlaces que se indican. Solo hay que añadir
dos volutas simples y repetir lo hecho en la pri-
mera fase.
Hay unos pendientes castrexos de oro pertene-
cientes al Tesoro Bendoya, que por sus líneas cir-
culares concéntricas y su asimetría han sido a ve-
ces llamados pendientes de laberinto (Blanco Frei-
xeiro. 1954). Un pendiente tiene cinco líneas circu-
lares concéntricas y otro cuatro. Hay una abertura
casi rectangular para permitir el abroche en la ore-
ja; un diseño parecido al usado aquí para la cons-
trucción del prototipo de laberinto con cuatro tra-
yectos.
Otra manera de considerar una
espiral es verla como la unión de dos series de semicírculos concéntricos
con distinto número de líneas. Si enfrentamos 5 y 4 semicírculos con-
céntricos, podemos unirlos para construir una espiral, o realizar de otras
maneras los enlaces y obtener figuras diferentes. Todas se basan en una
o varias espirales; y todas podemos verlas como caracoles. Entre ellas
hay una espiral doble con dos entradas y dos trayectos únicos que lle-
van al centro.

Los griegos desarrollaron


una geometría con la regla
y el compás, que empieza
con la definición y clasifi-
cación de sus formas ele-
mentales. En el arte rupes-
tre atlántico la geometría
no es métrica sino topoló-
gica. Los círculos se defor-
man para adaptarse al re-
lieve de la roca o porque
así es mayor su variedad.

El surgimiento del laberinto en Galicia obedece a un trabajo anterior muy amplio con círculos concéntri-
cos, espirales y líneas abiertas. No tenemos testimonios de un trabajo parecido en la prehistoria medite-
rránea; pero una estructura tan elemental como la que hemos llamado 4T parece al alcance de Dédalo
que es experto en círculos y dueño del compás cuando llega al reino de Minos, y atiende su encargo de
construir un laberinto para encerrar al minotauro. Es un huido de la justicia pues ha intentado asesinar a
su sobrino Perdix para robarle sus inventos: el compás y la sierra. Mucha es la destreza en la geometría
circular que la mitología le atribuye; tiempo después es prendido por su crimen porque Minos conoce su
destreza con la espiral y, suponemos nosotros, con las formas elementales de caracol que aquí se han
planteado. La prueba en la que participa, y que al ganarla provoca su perdición, se refiere a un caracol y
a los supuestos trayectos que recorren su interior. El mito se refiere a un animal pero más parece una
espiral laberintoide. La solución de Dédalo es que el caracol tiene un solo trayecto y lo demuestra ha-
ciendo que una hormiga recorra su interior con un hilo. Otros modelos de caracol son excluidos.
Antas de Ulla. Monte Farelo
14. Los laberintos gallegos y su ubicación. En el arte rupestre atlántico gallego hay
miles de formas circulares que fundamentalmente son círculos concéntricos incompletos y atravesados
por una línea radial. Son siempre distintas; y es escaso el número de veces que son círculos completos.
Lo característico es que al menos algunos del exterior sean incompletos y abiertos.
Los círculos concéntricos o la espiral, son objetos de la geometría elemental, tienen una definición y
una ecuación o fórmula. Si consideramos líneas circulares abiertas debemos considerar su medida y situa-
ción; la definición precisa es difícil, no hay fórmulas ni nombres. Hay discontinuidad, desorden, dificulta-
des para nombrarlas y describirlas. Si hay varias líneas abiertas tenemos ya un primario laberinto-
dédalo . Los hacedores de petroglifos se verán sorprendidos por la aparición del laberinto unidireccional
“sietetrayectos”; de las formas que utiliza que son desorden y caos ha surgido una que es compleja pero
obedece a una descripción precisa y una fórmula.
En el cristianismo la forma simbólica fundamental es la cruz, y en los grabados cruciformes de cronolo-
gía histórica que aparecen con frecuencia superpuestos a los grabados prehistóricos gallegos aparecen
fantásticos desarrollos de la cruz que son desconocidos en la historia del cristianismo, de ahí la incerti-
dumbre sobre su datación. El arte circular atlántico tiene como forma fundamental al círculo con punto
o cazoleta central y aún sus formas más complejas debieron entenderse como desarrollos de esta forma
elemental. Otras formas primarias como la espiral tienen un uso restringido, hay un riesgo de competen-
cia simbólica que de esta manera desaparece. El laberinto tiene también un uso limitado; solo se han en-
contrado laberintos en 8 lugares: Mogor, Armenteira, As Lagoas (Campo Lameiro), Chan do Rei
(Marzán .O Rosal), Torroña(Oia), Portosín , Sabaxans (Mondariz) y Lucillo(Astorga). En 4 de ellos aparecen
dos o más ejemplares.; si aparecen varios son distintos, pueden ser incompletos, o estar modificados ,o
tener más de 7 trayectos.
El uso restringido de los laberintos va acompañado de una funcionalidad y un simbolismo en relación con
la geografía y el territorio. Hemos hablado ya de la orientación del laberinto de Mogor; pero hay algo
más. El fondo de la ría de Pontevedra y el curso del río Lérez hasta Campo Lameiro y Cotobade, es una
comarca natural especialmente rica en arte rupestre. Los laberintos de Mogor y Armenteira están a uno
y otro lado del fondo de la ría, y constituyen con el de As Lagoas en
el extremo NE de Campo Lameiro los vértices que la delimitan.

Armenteira. Calco de Antonio de la


Peña
Sabaxans y Gargamala están muy cerca y en puntos altos de las montañas de Mondariz .En las inmedia-
ciones del lugar a donde llega la línea de 257º que se trazara desde el estrecho entre las islas Cíes, en la
boca de la ría de Vigo. Los laberintos de Sabaxans están en una atalaya con vistas panorámicas sobre el
valle del Tea y los montes que al Este y al Sur se ven a lo lejos.
As LagoasII) según
A.De la Peña
En la ría de Muros está el laberinto de Porto do
Son , que tiene una relación astronómica con
Monte Louro. Situados allí en el soslticio de
verano el sol se pone aproximadamente en
este monte aislado en el que acaba por el Nor-
te la ría. La fotografía está tomada desde Ba-
roña, un poco al Sur
El laberinto de Torroña(Oia) está situado en un punto alto de la ladera Oeste del monte Lousado . Y en
las inmediaciones del camino natural que desde Tebra y el Monte Tetón, va por Cristelos y atraviesa el
monte Lousado para llegar a Torroña y
desde allí a la costa de Oia. El laberinto
de Marzán está en la ladera Este del
monte Torroso, en un punto alto con
dominio visual del valle de O Rosal, y en
las inmediaciones del camino natural
que desde este valle conduce a la costa
abierta de Portecelo y Oia. .

Montes del Torroso


Vemos a lo lejos el curso final del Miño pero no la desembocadura. Con la brújula medimos dos puntos de
interés astronómico; en el equinocio el sol sale por el punto donde confluyen visualmente dos montes. En
el solsticio de invierno lo hace por el monte de Goio en Lanhelas, donde hay un grupo importante de rocas
con grabados.

Los laberintos de Chan do Rei (Marzán) y de Torroña son puntos en los tra-
yectos que conducen a la costa desde el interior , itinerarios que en época
prehistórica tendrían tam-
bién un valor en relación
con el acudir a ver la
puesta de sol sobre el
Océano.
En las laderas orientadas al
Este que separan el valle del
Rosal de la costa hay otras
rocas con grabados prehistóri-
cos. Y entre ellas una Marta-
raña(A Cachada) que a la luz
del día casi no se ven. Tiene
más de 12 círculos y entre
ellos 3 están alineados en dirección Este-Oeste. Este alinea-
miento equinocial nos descubre una cara. Su ojo izquierdo es
el circulo que está mas abajo (Oeste). Su ojo derecho es atrave-
sado por una nerviadura natural, longitudinal y muy grande,
que recorre la roca. Hay también surcos que son: 1) una ra-
ya inclinada o boca y 2) el que forma la silueta o barbilla.
15. Los grabados rupestres de Valença do Minho
La estación rupestre de Tapada de Ousao y las del Monte de Fortes están muy cerca y comparten la misma ladera occidental
del Monte Faro . Desde ella, aunque no se ve la desembocadura del río Miño si se ve el Monte Tecla que la señala; y en una
posición un poco al Norte de donde se pone el sol en el solsticio de invierno.

En Tapada de Ousao la cara superior de su única roca con grabados es plana e inclinada, y acaba en un promontorio
que rodean líneas circulares concéntricas con centro
en la cumbre. Está totalmente insculturada, hay mu-
chas cazoletas , una forma circular de buen tamaño y
grandes surcos que descienden hacia ella .

Sobretodo llaman la atención los grabados que es-


tán realizados en el borde y que se prolongan por
la cara lateral del Este. Solo en este lado los hay ; ade-
más la roca está situada en un socavón y hacia el Este
hay un gran desnivel. Para ver los grabados debemos
situarnos de este lado , y al hacerlo nos orientamos al
Oeste.
No hay alineamientos equinociales entre motivos
significativos , pero al situarnos en estricta dirección
Este-Oeste, desde esta perspectiva el promontorio o
monte en el que acaba la roca tiene apariencia antro-
pomorfa.
En Monte dos Fortes hay dos
monumentales formas circulares ,
con 11 y 12 anillos respectiva-
mente y más de un metro de diá-
metro; y cuyos centros están ali-
neados en dirección aproximada
Este-Oeste.
El grabado circular de Monte dos Fortes(II) tiene enci-
ma una forma cerrada y con puntos dentro que le
da aspecto antropomorfo.
Sobrepasado Monte
Faro y ya sin visión de la
desembocadura del Mi-
ño, a dos o tres kilóme-
tros del castro (y el san-
tuario ) de San Caetano,
y el convento de Longos
Vales (Monçao) , en un
lugar alto desde el que
vemos el Miño al Norte;
en el sitio llamado Os
Teixugos(Moulaes) hay
excelentes grabados en
dos afloramientos graní-
ticos a ras de suelo, que
están al lado uno de otro
y que son llanos y lige-
ramente inclinados . En
la parte alta del que está
mas al Oeste, vemos una
cara con dos ojos de-
siguales y una gran boca .
Un diseño que aparece en otros lugares asociado a alineamientos astronómicos, aquí es revelado por un alineamiento de 3
círculos ,en dirección cercana al Norte a la que no vemos sentido alguno. El alineamiento es impecable en belleza geométrica;
en su fuerza como reclamo y aviso. Se produce situando un palo vertical en un círculo exterior, atraviesa el centro de la gran
boca y la frente , divide simétricamente la cara. Acaba en el centro de un pequeño círculo que hay encima de la frente.

De la boca sale un adorno , que es una línea ondulada


que termina en un pequeño círculo con una cruz
15. El río Mouro y Los grabados rupestres de Monçao.

Entre el Miño y
los montes que se-
paran su cuenca de
la del Limia, hay en
Monçao una franja
de terreno más am-
plia que en los con-
cellos de Caminha o
Valença. Los petro-
glifos de Monçao ,
están cerca del Miño
pero pertenecen so-
bretodo a la geogra-
fía de su afluente el
Mouro que nace en Lamas de Mouro, en Castro Laboreiro. Un paisaje en el que sobresalen tres montes
cónicos y aislados que tienen en su cumbre un castro, una ermita, o ambas cosas. En NªSª da Assunçao
hay además un gran número de rocas con grabados prehistóricos. NªSª da Graça(Badim) solo tiene una
ermita, pero se ve desde el Laberinto de Sá (Valadares), y provisionalmente nos sirve para dar nombre a
un conjunto de grabados que hay en lo alto de una
montaña contigua. NªSª da Vista se sitúa muy cerca
del cauce del Mouro, cuando el río abandona el va-
lle e inicia su subida a las tierras altas donde na-
ce. Nuestra primera visita será al laberinto de Sá,
recientemente descubierto y aún no incluido en la
colección reconocida de laberintos. Lo que sería la
entrada es muy confusa por la erosión y los líquenes,
pero se aprecian sobre el terreno los cuernos que lo
caracterizan Las líneas exteriores son muy claras y
se adornan hacia afuera con un ajedrezado formado
por líneas circulares y otras transversales, que le dan
NªSª de Graça
aspecto de caracola.

Vistas desde NªSª de Graça


Su orientación aproximada hacia el Norte no parece tener ningún valor, ni astronómico ni en la señali-
zación de algún punto singular en el paisaje. Su ubicación es magnífica en un punto muy alto de una
ladera con excelentes vistas panorámica al valle del Mouro. Un poco mas abajo hay otra ladera de me-
nor pendiente con varias mamoas y otras rocas con grabados.
Contiguo al monte de Nª Sª de Graça, en la freguesía de Badim, hay otro monte de altura parecida en cu-
ya ladera del naciente hay un grabado circular de buen tamaño, y singular pues está constituido más
bien por semicírculos que por círculos. Tal vez haya habido una erosión desigual , pero así como lo vemos
tiene una apariencia de candelabro. Los pequeños afloramientos de granito y las rocas sueltas salpican la
inhóspita ladera orientada al naciente que subimos desde este primer grabado. Hay coviñas y otros graba-
dos en dos rocas; aunque ni muchos, ni bien conservados, ni grandes. Encontraremos también grabados
en varias de las rocas que hay al llegar a lo alto.
En un pequeño llano ,y alto en relación al inmediato cau-
ce del río Mouro; a unos 200 metros del campo de futbol
de Segude, en un terreno salpicado de afloramientos gra-
níticos, se encuentra una roca a ras de suelo con excep-
cionales grabados circulares y muchas cazoletas. La elec-
ción de esta roca tal vez tenga que ver con dos grandes
surcos naturales y casi rectos que la atraviesan, son per-
pendiculares y se cortan en T. Uno indica la dirección
Norte-Sur y otro señala el Oeste.
Una visión desde el Sur permite descubrir en su intersec-
ción un gran antropomorfo con cabeza y cuerpo. La cabe-
za la forma 3 formas circulares concéntricas que son
interrumpidas en su parte inferior por el surco que se-
ñala al Oeste; pero los grabados lo atraviesan y determi-
nan un pequeño cuello. Después giran, se prolongan y
forman el lado izquierdo del cuerpo. El hombro y el lado
derecho lo determinan los surcos de la roca.
En el año 2001 en mi libro El laberinto Atlántico hacía
una interpretación antropomorfa del petroglifo de
Champás, en Marín, que tiene un cierto parecido por los
trazos lineales que adornan su cabeza . Y hablaba de: "…
un rostro
complejo
e irreal
que tiene
los ojos de
distinto
tamaño,
un parche
de pira-
ta....un
segmento
circular
que podemos ver como boca...un punto como nariz con
un largo lazo que sale o llega a ella". O decía que "los recintos son más verticales donde pueden insinuar un cuer-
po....hay un tronco que es parte de una masa reticular...y abajo un pié".
Vista hacia el Este y NªSª da Graça

En la freguesía de Bamdin en el pico de un monte con exce-


lentes vistas en todas direcciones está el castro y la ermita de
NªSª da Assunçao. Hay algunos grabados en el mismo recinto
del castro, pero es a unos 100 metros, en una pequeña plata-
forma al Sur del castro donde hay al menos media docena de
rocas de buen tamaño y con gran cantidad de grabados, so-
bretodo cazoletas.
Vista hacia el Oeste
Nª Sra. da Peneda-Meadinha. (Castro Laboreiro. Melgaço)
El Monte Pindo, un monte sagrado en Finisterre
17 . El Monte Pindo y su alineamiento equinocial con el Cabo Finisterre y San-
tiago.
Publiqué un libro sobre el Monte Pindo en el
año 2001 y han ocurrido desde entonces va-
rios descubrimientos e investigaciones que
consolidan lo allí dicho sobre su condición de
monte sagrado y de monte sagrado supremo.
No hay otro de su rango en Galicia, en la pe-
nínsula ibérica, o en el SW de Europa. En el
año 2007 publicó José Cernadas, su descubri-
miento de excelentes y numerosos petroglifos
en la montaña de Carnota, siempre al oeste y
con vistas a la cumbre de A Moa. Los montes
de Carnota forman un gigantesco anfiteatro
semicircular, una línea continua de montes
que se extiende de Sur a a Norte y finaliza en
el Monte Pindo, donde alcanza mayor altura y
presencia prominente. El Monte Pindo no es un solo monte sino una serranía muy abrupta y granítica;
desde Carnota solo vemos su ladera Sur. Situado en la costa y muy cerca del Cabo Finisterre, en sus redu-
cidas dimensiones de cinco km de largo y dos de ancho, tiene más de cincuenta puntos con más de 400
metros de altitud. En Galicia , en el Norte de Portugal y en el Oeste de la península ibérica, hay territorios
de configuración granítica muy intensa pero ninguno tiene su infinitud de pedregales , ni tan alto número
de rocas fantásticas o de aquellas que parecen figuras o bustos de personas y animales. Su cumbre más
alta de A Moa con 625 metros es una enorme masa de granito que acaba en una superficie con muchos
grandes cóncavos provocados por la erosión.
Por su altura el monte Pindo es punto de contacto privilegiado entre el cielo y la tierra; por su altura y
su grandioso paisaje granítico es espacio primordial en la relación con lo sagrado y lo trascendente. El
monte Pindo tiene además otro atributo magnífico y singular , que es su alineamiento equinocial con el
Cabo Finisterre.
Vemos en un mapa que la Moa del Pindo y el Cabo
Finisterre están alineados en dirección Este-Oeste.
A grandes rasgos, la costa atlántica de la Península
Ibérica sigue la dirección Norte-Sur y desde cual-
quier punto entre el cabo San Vicente y el cabo Fi-
nisterre se ve de forma muy parecida la puesta de
Sol . En el equinocio el sol se oculta perpendicular a
la línea de costa en la que nos ubicamos. Siempre
la línea equinocial es un vector que señala el
Océano Atlántico, pero muy pocas veces aparecen
los dos puntos que definen un vector, una direc-
ción o una recta.
Son muchos los peregrinos a Santiago de Compos-
tela, que terminan el viaje en el Cabo Finisterre; y al
atardecer se sitúan en sus rocas de la ladera del Po-
niente para asistir a la puesta de sol. En antiguas
crónicas de peregrinos a Compostela lo que se
cuenta es la visita a la ermita de San Guillermo que
está en la ladera del Este del monte que constituye
el cabo; y desde la que no se ve el ocaso del sol
sino su salida. El lugar es un outeiro rocoso y la er-
mita se construyó al abrigo de un afloramiento gra-
nítico de buen tamaño, aprovechando a modo de
cripta la cavidad natural que forman las rocas. En
un artículo publicado en el año 1999 por Fernando
Alonso Romero y Manuel Cornide se dice que "el
devoto peregrino que se encontrase en la capilla
de San Guillermo al amanecer del equinocio de pri-
mavera vería salir al sol tras la cima de A Moa……."
Martín Sarmiento visita la ermita ( o sus restos) y
allí " le enseñan el sitio en que no hace mucho
tiempo, había una como pila o cama de piedra, en
la cual se echaban a dormir marido y mujer, que
por estériles ,recurrían al santo y a aquella ermita;
y allí delante engendraban. Y por ser cosa tan inde-
corosa, se mandó quitar aquella gran piedra, pilón
o cama,.....".

El Cabo Finisterre es un punto importante en la nave-


gación atlántica. En un mapa de Galicia, la Península
Ibérica o Europa, es un vértice de fácil localización. El
Monte Pindo está en la región del Finisterrae; pero no
está al Norte ni al Sur del Cabo Finisterre; está estricta-
mente al Este. El cabo y la cumbre de A Moa están ali-
neados en dirección Este-Oeste .
Tanto desde la perspectiva gallega como de la ibérica
o la europea, el monte Pindo está en el fin del mun-
do , es un punto remoto y lejano, no es lugar de trán-
sito sino terminal. Por mar no es así. En la navegación
de cabotaje desde Portugal hacia el Cantábrico y Bre-
taña, el cabo Finisterre es el límite de la navegación
fácil y los abrigos y puertos cercanos son la ineludi-
ble escala anterior a una gran aventura. En sentido
inverso son el descanso posterior a la superación de
un peligro. La agricultura llega por mar desde Anatolia
al Levante español, y desde allí por tierra a Portugal.
La gran antigüedad del megalitismo del Sur de Portu-
gal permite pensar en su expansión por la costa
atlántica de Sur a Norte. En cualquier caso, el registro arqueológico prueba las relaciones megalíticas en-
tre el Sur de Portugal, Galicia, Bretaña y las islas de Gran Betaña e Irlanda. Dichas relaciones fueron con
toda probabilidad marítimas. Las piedras azules que constituyen el núcleo central de Stonenhe fueron
trasladadas muchos kilómetros, primero por mar y por río, desde yacimientos situados en la costa Oeste
de Inglaterra.
No muy lejos de Carnota, hay una ruta de dólmenes que transcurre por
Sta.Comba, Dumbría y Vimianzo ; y llega a Dombate . Entre los motivos
que decoran el dolmen muy antiguo de Dombate esta el que por su ex-
trañez se ha llamado "la cosa", y que algunos autores interpretan como
un cachalote. Esta misma representación posible de un cachalote apare-
ce en el menhir enorme y roto en tres pedazos de Locmariaquer. Hubo
hasta comienzos del siglo XX ballenas en estas costas y , cuando se extin-
guieron, continuó su caza en aguas mas lejanas. En Caneliñas (Ézaro) hu-
bo una gran factoría hasta hace poco.
En los poemas épicos que recogen la historia mítica de Irlanda , los oríge-
nes de la nación se asocian a Ith, el hijo de Breogán, que procede de Ga-
licia. La navegación atlántica de Sur a Norte, aparece registrada por pri-
mera vez en un petroglifo de Oia, con sus barcos mediterráneos (Costas
Goberna), y cronología probable posterior a aquellos que tienen armas.
La búsqueda del estaño impulsó estos cabotajes, abriendo una ruta que
luego siguieron los fenicios, los romanos, y los restos mortales del Apos-
tol Santiago. Muy posteriores a los barcos de Oia son los que en la Laxe Escrita, en el centro de Carnota,
aparecen acompañados de exuberantes cruciformes superpuestas a los grabados geométricos prehistóri-
cos. Si relacionamos su disposición en la roca con el paisaje que se observa desde ella, vemos que los bar-
cos no atraviesan el mar que vemos enfrente sino que se acercan a la playa , hacia su mitad Norte. La
complejidad, multiplicidad y exotismo de estos y otros cruciformes de su estilo (Pedra da Boullosa, Roca
del Laberinto de Torroña, ...) permite situarlos cronológicamente en la protohistoria del cristianismo, un
momento anterior a la cruz austera y no repetida que conocemos.
La altura y la presencia prominente, hace del monte sagrado un punto primordial de contacto entre el
cielo y la tierra, un espacio privilegiado para relación con lo sagrado y lo trascendente. El monte Pindo
tiene además dos atributos magníficos y singulares. Uno es la abundancia desmesurada de rocas natura-
les con formas y disposiciones fantásticas, o con parecidos a bustos y caras de hombres y animales. El
segundo es su alineamiento equinocial con el Cabo Finisterre. Ambos atributos se expresan y encarnan
en el sendero que sube a la Moa desde el Oeste. En la hora de marcha que hay desde el castillo roquero
de O Pedrullo(150m.) hasta el llano de Chande Lourenzo (500 m.), la abundancia de rocas fantásticas es
única. Y casi todo él, aunque hace zig zag y es difícil, transcurre en la dirección Oeste-Este. Siempre al
Oeste vemos el cabo Finisterre a través de Isla Lobeira y O Pedrullo.
Los vecinos de la comarca no llaman al Pindo por su nombre; se refieren a él como “ O Pedregal”. El
sendero es un serpenteo de fuerte pendiente que se cuela y asciende entre picos pedregosos y verticales.
El camino penetra en el pedregal y su caos. Un espacio caótico y desordenado se organiza , cuando una
sucesión de intentos arbitrarios de penetrar cristaliza en la constitución de un sendero. La existencia de
un sendero facilita el ascenso, evita las subidas salvajes muy fatigosas; permite conocer un espacio irre-
gular y difícil. El sendero organiza el caos y ya no es posible el extravío. En otras zonas montañosas de con-
figuración mas simple y ordenada, hay un pequeño número de elementos singulares, que nos sirven de
referencia. Pero una inmensa abundancia de singularidades determina un espacio de gran confusión.
Ya se ha dicho que el Pindo no es un solo monte a cuya cumbre se llega fácilmente. Sabemos que debe-
mos seguir siempre hacia arriba, pero solo en el sentido de un comportamiento general . Son abundantes
los giros a la izquierda y a la derecha , el zig-zag, las bifurcaciones y decisiones entre varias vías posibles
de progreso . El sendero hace zig-zag , pero mantiene la orientación Oeste-Este.
Hay en la región de Carnota un antiguo decir popular sobre que desde la cumbre de A Moa hacia el Este
se ven las torres de la catedral de Santiago. No ocurre tal cosa, pero los tres puntos de Cabo Finisterre,
Moa y Santiago están en línea recta en dirección Oeste-Este. En el año 1975 en su artículo “La leyenda
de la reina Lupa en los montes del Pindo”, Fernando Alonso Romero escribe: “ dato curioso, pero que qui-
zás pasó inadvertido en los viejos cultos de Finisterre, es que la catedral de Santiago está orientada hacia
los 270 ºW. Y por ello si trazáramos una línea recta desde el Pórtico de la Gloria en dirección Oeste , llega-
ría hasta la Moa y alcanzaría el cabo Finisterre sin ninguna desviación”. En el año 1995 yo había leído es-
te artículo , pero fue en el año 2000, cuando un trabajo sobre mapas de la región me llevó a dibujar lo
que allí se dice, la línea equinocial que relaciona el Cabo Finisterre y la Moa del Pindo. Una línea que si se
prolonga hacia el Este llega con gran precisión a Santiago.

Santiago no es una ciudad marítima, pero si lo es el simbolismo jacobeo de la vieira o el santiaguiño.


Santiago es el producto de la proyección hacia el interior de un monte sagrado situado en la costa. El
enterramiento legendario del apóstol en el siglo I se localiza en un punto cargado de significado social y
simbólico. Desde la Plaza de la Quintana pensamos en la reina Lupa que, finalmente, satisface los reque-
rimientos de los discípulos de un digno enterramiento para su maestro .

En las afueras de Santiago está el Castriño de Conxo y allí hay una roca donde hay grabadas varias armas
metálicas prehistóricas y lo que podía ser un carro. Desde un punto situado a 200 m, en el solsticio de
invierno del año 2008, Antón Bouzas Sierra fotografió la salida del sol sobre el Pico Sacro, con un acimut
de 124,23º También sobre la gran figura que podría ser un carro, dice que está orientada hacia el ocaso
solar en el solsticio de verano . El vector equinocial que desde el Pindo y Finisterre, se prolonga hacia
el interior del territorio se interrumpe en Santiago por su intersección allí con este segundo vector rela-
cionado con el Pico Sacro. El lugar está definido por dos coordenadas , sus relaciones astronómicas
con dos montes sagrados.
!8. Alineamientos equinociales en la geografía jacobea . Padrón y el Monte me-
das.Laberintos en Astorga y en Samos
Surge el mito jacobeo porque la circunstancia histórica de la invasión musulmana lo requería , pero siem-
pre se ha discutido sobre si el lugar donde se entierran los restos de Santiago tenía o no un significado an-
terior al cristianismo y
la conquista romana.
La reina Lupa se con-
vierte pero el cristia-
nismo tardará tres
siglos en fundarse ; su
reino se extingue , el
sepulcro se pierde en
el olvido .
Un segundo alinea-
miento equinocial es
el que une Monte
Louro con el Monte
Medas, en Padrón.
Monte Louro es un
monte aislado y piramidal situado donde acaba la ría de Muros y empieza el mar abierto de Carnota. Mon-
te Louro es también el límite Sur de la serranía del Pindo.
Para ir al monte Pindo desde el sur de Galicia ,hay que ir a Padrón y desde allí a Noia en el fondo de la ría
de Muros. Desde Noia la carretera bordea la ría y muchas veces veremos a lo lejos el Monte Louro .
Monte Medas, con 500 metros, es un monte cónico y aislado, un señalizador geográfico natural ubicado
en Padrón que es un nudo comunicacional. En sus inmedia-
ciones fundaron los romanos Iria Flavia, que fue sede episco-
pal antes que Santiago. En la narración jacobea , Padrón es el
lugar donde se amarra en tierra la barca que llega a Galicia por
mar desde Palestina.
La mayor parte de la población gallega se concentra en la
costa atlántica y la vía natural que la recorre por el fondo de
las rías, es una
línea casi vertical
que va de Barce-
los y Tui al Mon-
te Medas. Por
esa línea transcurre hoy la carretera que va de Vigo a Santia-
go y Coruña; una línea vertical que al llegar a Padrón se des-
vía hacia el Este. El alineamiento equinocial de Monte Medas
y Monte Louro indica el camino de la peregrinación que des-
de el Sur conduce al monte sagrado.

A medio kilómetro de Padrón en el espacio que determinan un llamativo conjunto de bolos graníticos, se
encuentra el santuario del Santiaguiño do Monte, donde cada 25 de julio (festividad de Santiago) se cele-
bra la popular romería del Santiaguíño. Hay allí también una fuente milagrosa, y en el exterior de la ca-
pilla aparece representado Santiago bautizando a la Reina Lupa, con una concha de vieira. En la leyenda,
fue éste el lugar de su encuentro; y resulta sugerente el que si nos situamos aquí en el solsticio de verano,
veríamos el orto solar en la cima del monte Meda . ( Antón Bouzas Sierra . 2013).
Castro Laboreiro es una sierra granítica de rotundidad similar a la del Pindo. En Castro Laboreiro está Nª
Sra.da Peneda, un importante santuario construido bajo el gran peñasco que le da nombre. Sobre él cae
una cascada que procede de
un lago glaciar que está aun
más arriba; el lugar de
“Meadinha” Desde varias di-
recciones se sube allí por sen-
deros empedrados que trans-
curren entre rocas fantásticas,
y hay un pequeño lago glaciar.
Allí, antes que en Fátima, se
apareció la Virgen a una pasto-
ra. Fue un gran centro de pere-
grinación hasta hace muy po-
co. Es buen ejemplo de la cris-
tianización de antiguos lugares
de culto relacionados con ro-
cas y espacios graníticos.
La serranía de la Peneda
separa al Miño del Limia
Desde el Norte se puede
subir a castro laboreiro
desde Melgaço pero el
camino ancestral es por
Segade y Ribas de
Mouro . Desde el Sur se
sube por Bande , Entrimo
y Numao .El punto mas
alto es el actual centro
de Castro Laboreiro, donde hay un imponente castillo roquero.

Sta. Comba de Dande es una pequeña iglesia pre-románica que albergó los restos mortales de San Tor-
cuato, el discípulo de Pedro y obispo de Guadix, fundador del cristianismo en Hispania. Sus restos morta-
les fueron trasladados a Galicia
cuando se produjo la invasión mu-
sulmana.
En Castro Laboreiro se produce un
doble alineamiento equinocial con
puntos del valle del Limia. En un
mapa, el centro de Castro Laboreiro
está casi en línea recta horizontal
con Sta. Comba de Bande. También
el santuario de Nª Sra. da Peneda
está alineado horizontalmente con
Lobeira, donde está el santuario
de Nª Sra. do Viso.
Lobeira es un topónimo poco abun-
dante y que se asocia con la reina
Lupa.El topónimo “Bande” tal vez
tenga que ver con “Bandua”.
En el año
2009 se des-
cubrieron 4
laberintos gra-
bados en losas
de esquisto en
el castro de
Formigueiros,
muy cerca de
Samos, un
punto impor-
tante del ca-
mino de San-
tiago. Tres de
los laberintos corresponden al modelo simple
de 7 trayectos y son incompletos o están mo-
dificadas algunas de sus líneas; el cuarto la-
berinto tiene 11 trayectos. Aparecen dentro
de un repertorio iconográfico que incluye tres peces con decoración reticular, dos caballos superpuestos, un
pequeño círculo con radios, triángulos contrapuestos, y un gran círculo incompleto realizado con compás.
La perfección de los trazos curvos que forman la silueta de los peces, o la cabeza del caballo de mayor ta-
maño, hacen pensar también en el uso del compás. (G. Meixide.2009).
Hay un discurso sobre formas circulares en el que se contrapo-
nen las que se hacen con compás con los laberintos que se efec-
túan a mano alzada y de forma descuidada. Algunos de los graba-
dos están en un pequeño patio o plazuela con bancos para sentar-
se; un acogedor espacio pegado a una estancia que sugiere un uso
colectivo, un sitio de encuentro, reunión y cocina. (G. Meixi-
de.2009). En las losas del suelo están los dos caballos super-
puestos que se orientan al Norte. Y un gran laberinto que está
alineado casi en dirección Este-Oeste con otro pequeño que está
en el banco de mayor tamaño.
Los orígenes del cristianismo en la península ibérica están asocia-
dos a los Siete Varones apostólicos, discípulos directos de San
Pablo (o Santiago?) que llegan al Este de Andalucia y al Levante.
San Torcuato fue obispo de Guadix, y San Eufrasio obispo de
Andujar ; ambos fueron enterrados en sus diócesis, pero varios
En azul la reconstrucción de un laberinto
icompleto de Formigueiros

siglos más tarde sus reliquias se trasla-


daron a Galicia para protegerlas de la
invasión musulmana . Las de Torcuato
llegan a Sta. Comba de Bande y mucho
más tarde se trasladarán al monasterio
de Celanova. Las de San Eufrasio se
llevan a Sta. María do Mao, y allí repo-
san aún; a dos o tres km del castro de
Formigueiros y de las necrópolis mega-
líticas de Formigueiros y Sta. Marina.
La linea equinocial trazada desde el
santuario de S.Eufrasio llega con casi
exactitud al castro de Formigueiros. ).
Los laberintos de Lucillo están situados 200 km al Este de los petroglifos gallegos más cercanos. Desde
su descubrimiento se ha valorado esta cuestión pero sin considerar que se ubican al pié del Monte Teleno,
un monte sagrado de la protohistoria indígena. Se conocen un buen número de estelas romanas donde el
Teleno, el Larouco y el Marao reciben el tratamiento reservado a los dioses; no son montes donde los
dioses residen sino que ellos mismos son divinizados.( Rodriguez Colmenero.2009).

Son dos rocas con excelentes grabados las que hay


en Lucillo, a pocos metros una de otra. En el solsti-
cio de invierno si nos situamos en el lugar, vemos la
puesta de sol sobre la cumbre del monte Teleno (JC.
Campos. 2011). Una roca con petroglifos es siempre
un lugar sagrado, pero su magnitud e importancia
depende de la entidad de los grabados y las caracte-
rísticas del espacio donde se encuentra. En Lucillo
ambas cosas son magníficas; estamos ante un impor-
tante santuario prehistórico. Hay una continuidad en
la consideración sagrada del Teleno que llega a épo-
ca romana y a nuestros días. El monte está situado
en la comarca de Luyuelo de Somoza, la capital sim-
bólica y sentimental de la Maragatería. Hay muy
cerca un santuario dedicado a Nª Sª de los Reme-
dios, y su romería de muy antigua tradición y gran
popularidad. La visión que tenemos del Teleno des-
de Luyuelo es muy parecida la que tenemos desde
el lugar donde están los petroglifos.
El Monte Teleno es una ineludible referencia en el
paisaje de la Maragatería y Astorga. En Astorga
confluían las vías romanas, que llegaban a Galicia
desde Braga, Mérida, y el Nordeste peninsular. El
camino de Santiago pasa a escasos kilómetros del
Teleno.
19. Montelouro
y los petroglifos
de Muros
En el año 1984, J.J. Eiroa y
Pepa Rey en su "Guia de
los petroglifos de Muros"
presentaban un total de 15
estaciones rupestres , de
las cuales hasta entonces
solo la Laxe das Rodas era
conocida. Actualmente, la
localización de una gran
parte de ellas aparece en
los mapas 1:25000 del Ins-
tituto Geográfico; pero casi
siempre la maleza de tojos
y silvas hace imposible la
visita. Una excepción es el
Monte Narahío donde hay
un conjunto muy notable de grabados circulares y un fácil acceso.
El conjunto pertenece al actual ayuntamiento de Muros, en su lado occidental ; que es el límite Sur y la
continuación natural de los montes del Pindo . En la montaña carnotana los sitios arqueológicos se ubi-
can en laderas orientadas al Oeste, aquí se orien-
tan al Este y al Sur; y los alineamientos equinocia-
les se establecen sobretodo al amanecer. En la
montaña carnotana se ve siempre la Moa, la cum-
bre del Pindo; aquí vemos siempre Monte Louro.
Si seguimos el curso del pequeño río Longarelos
que desemboca en la laguna de Louro; un poco
más arriba del pueblo de Louro, está el Chan de
Eiroa donde hay varios afloramientos graníticos
singulares por la cantidad y tamaño de sus cónca-
vos naturales o pías. Al pié de una roca donde es-
tos cóncavos son más grandes y fantásticos está la
Laxe das Rodas, donde hay nueve grabados y en-
tre ellos una doble espiral rodeada de 65 peque-
ñas cazoletas. O tres grandes cazoletas, una de
ellas con canal y con una línea exterior también
con cazoletas muy pequeñas y en número de 40.
Fernando Alonso Romero ha estudiado su signifi-
cado lunar . Pero hay además una linea equinocial
que se puede obtener desde el Este, situando un
gnomon o bastón vertical en un círculo cercano a
la doble espiral. Alcanza el centro de la espiral pe-
queña, que podemos ver como el ojo izquierdo de
una cara. La doble espiral es una cara con ojos de
distinto tamaño y la gran cazoleta que hay debajo
es su nariz. También vemos como la orografía de
la roca insinúa la silueta y contorno.
En Narahío hay una linea equinocial que enlaza los centros de dos formas circulares (una muy gran-
de y una pequeña), y que al prolongarse establece una relación secante y otra tangente con otros dos
círculos notables . El geometrismo circular prehistórico trata del alineamiento de puntos o el paralelismo
rectas pero también de cortes secantes y tangentes.
20. Are rupestre en los montes de Carnota.
Los petroglifos de Carnota se encuentran en outeiros que se dipersan a uno y otro lado de una pista forestal
de más de 10 kms que recorre la montaña de Sur a Norte, a unos 2/3 de su altura. Solo la arboleda descon-
trolada impide la continuidad de una expléndida visión panorámica de la playa gigantesca de Carnota y el mar
abierto . Del Cabo Finisterre , la ladera sur del Pindo y su cumbre de A Moa.
En la montaña carnotana hay 30 estaciones rupestres. Visitaremos 8 estaciones: 2 en San Mamed(Carnota
Norte), 1 en Carnota Centro, 5 en Mallou (Canota Sur). Hasta el año 2007 solo se conocían los grabados de
la Laxe Escrita. En el centro del gran semicírculo de Carnota, está el centro del municipio con el ayuntamien-
to , la iglesia parroquial y el horreo famoso por su gran tamaño. Subiendo a la montaña desde allí, está la La-
xe Escrita , una roca excepcionalmente grande y llana , con grabados geométricos sin ciervos ni cuchillos ; y a
los que se superponen otros con barcos de cronología
muy posterior. En el año 2012 se descubrió que había
una parte oculta con otros muchos buenos y excep-
cionales grabados geométricos.
Estos santuarios prehistóricos, no solo se deben a las
poblaciones asentadas en el valle , y que hoy se dis-
tribuyen según parecidas pautas . En San Mamed y
Lira hay iglesias parroquiales independientes. En Ma-
llou hay un castro de la edad del Hierro.
Los petroglifos de Carnota se ubican en laderas del
Oeste de montañas costeras y son lugares privilegia-
dos para la observación y el culto al sol en el cre-
púsculo. Pero su calidad y cantidad está sobretodo
en relación con la presencia del Pindo, y su estar en
el camino que conduce por la montaña a un excepcio-
nal monte sagrado.
Los montes del Pindo se prolongan hacia el Sur has-
ta el vértice de Monte Louro. En los alrededores de
Louro están los petroglifos de Laxe das Rodas, Na-
rahío y Laxa do Carrizo. Hacia el interior, un poco más
arriba y ya con vistas al puerto de Muros, está Cova
da Bruxa. Desde todos estos lugares vemos Monte
Louro ; y podemos seguir un itinerario que nos aleja
cada vez mas de esta referencia. Despues de Cova
da Bruxa, ,si subimos un poco más, muy cerca hay un
punto de paso a la ladera Norte de los montes de
Carnota y enseguida el enlace con el camino fores-
tal que va a Carnota por la montaña. Al franquear este
punto enseguida estamos en la estación rupestre de
Porta Ventosa. Si descendemos un poco están As La-
xiñas , Outeiro de Filladuiro y Laxes da Fornalla . Es-
tamos ya en la pista que transcurre por encima del
castro de Mallou y recorre la montaña hasta la carre-
tera que desde San Mamed y Louredo lleva a Sta.
Comba y Santiago. Enseguida de sobrepasar el castro
de Mallou, si descendemos un poco, encontraremos
los petroglifos de Outeiro de Rego Lamoso y Outeiro
do Corvo. En la mitad del recorrido está la Laxe
Escrita. En su final están Prousos Magos I y II.
Outeiro Narís

El Coloso del Pindo


Los petroglifos más cercanos al Pindo son los de Prousos Ma-
gos I y II que están a unos 300 metros de distancia, en outei-
ros y rocas muy diferentes. En ambos casos hay algunos círcu-
los ,las cazoletas tienen un gran protagonismo,y no hay cier-
vos
En Prouxos Magos I hay una pequena roca tapizada de cazo-
letas de buen tamaño, y con surcos que a veces las enlazan.
Está a ras del suelo, en el centro del abrigo que forman los
sugerentes peñascos en los que remata el outeiro. Y que im-
piden ver el mar, pero protegen del viento atlántico del NW.
Situados allí, hay cazoletas en otras pequeñas rocas que nos
envuelven.

Prousos Magos (I)


Monte Pindo

Cabo Finisterre

En Prouxos Magos II, hay una laxe de gran tamaño, que tiene buenos grabados circulares sencillos y una
infinidad de cazoletas, muchas de ellas inusualmente grandes y algunas cuadrangulares. Yo mismo, en el
año 2015, descubrí que había una nueva parte oculta. El espacio es abierto y se asoma al Norte y a la Moa
del Pindo.
En el interior de muchos dolmenes antiguos hay cazoletas. El arte geometrico atlántico empieza cuando las
cazoletas se acompañan y adornan con pequeñas formas circulares; después la proporción e importancia de
unas y otras se invierte; las formas circulares son varias o muchas, se relacionan entre ellas y forman compo-
siciones ,se hacen mas y mas complejas. El exagerado número y tamaño de las cazoletas de Prousos Magos
debían indicar una mayor antigüedad, o al menos la deliverada elección de un estilo arcaico.

Línea equinoccial desde el Oeste


En la parte Sur de la Laxe Escrita hay va- Laxe Escrita. Carnota (centro)
rias flores cuadrangulares en el interior
de círculos . Y una forma cuadrangular
con 4 líneas concéntricas. Son diseños
escasos o tal vez únicos entre los conoci-
dos.
También hay dos alineamientos equinoc-
ciales, a uno y otro lado de la flor de ma-
yor tamaño.
Mis visitas fueron en verano y después del
amanecer , pues hay que esperar a que el
sol se asome por encima de la línea mas
alta de la montaña e ilumine los graba-
dos . La brújula se sitúa en un punto a
varios metros del grabado que sea idóneo
por horizontal y firme. . Una vez obtenida
la línea equinocial se provoca en los gra-
bados con un bastón. Durante unos 4-5
minutos la posición se mantiene.
El afloramiento es grande y llano, pero
hacia el Norte acaba en un como vértice
en pendiente . El conjunto visto desde el
Sur apunta a la cumbre del monte Pindo.
Líneas equinociales desde el Este.
En la montaña de Carnota los petroglifos se distribuyen li-
nealmente a lo largo del camino que la recorre de Sur a Nor-
te, y siempre al Oeste está el mar abierto ,no hay ningún ras-
go prominente , isla o cabo, que desde algún lugar sirva co-
mo indicador de la puesta de sol equinocial. Una excepción es el Castro de Mallou, y las estaciones ru-
pestres vecinas donde puntos en la parte bajas de la montaña de Lira servirían de marca equinocial . En
Outeiro de Rego Lamoso varias líneas naturales de fractura de una roca tapizada de cazoletas , deter-
minan secciones rectangulares y una orientación al Oeste.
En Outeiro do Corvo que está a unos 200 metros
del anterior, la forma circular de mayor tamaño
tiene una gran línea radial que se prolonga hacia
afuera y que también indica el Oeste.
Porta Ventosa. Líneas equinociales

Al Sur del castro de Mallou están las estaciones ru-


pestres de Porta Ventosa, As Laxiñas, O Filladuiro y
Laxes da Fornalla que se disponen casi en línea recta,
más arriba o más abajo en la montaña, tal vez porque
desde todas ellas en el solsticio de verano veríamos
la puesta de sol sobre el cabo Finisterre. Nadie ha
hecho aún estas fotografía, pero David Trillo si hizo
su inversa desde el cabo en el amanecer del solsticio
de invierno. Yo hice las fotos a mediados de Mayo.
As Laxiñas
Las cazoletas cuadrangulares son algo excepcional en el arte
rupestre galaico .Fernando Alonso Romero publicó un artículo
sobre el Outeiro de Filladuiro; donde ve en uno de sus graba-
dos un antropomorfo femenino con niño, una maternidad o
diosa madre. Una figura que se orienta a la cumbre del Pindo.
El grabado hay que verlo girado 90º respecto a su reproducción
en el calco de su descubridor José Cernadas, sino no se parece
a la figuración en el arte contemporáneo , ni a una figura de
maternidad con niño en brazos. Recientemente Manuel Ledo
ha hecho una inter-
pretación antropo-
morfa de varios
grabados de Vilar-
maior, cerca de Fe-
rrol. En Segude
(Monçao) hay una
gran figura masculi-
na que se orienta
también al Norte.
En varios lugares
hay caras determi-
nadas por dos círcu-
los que son dos ojos
y una gran boca.
21. Petroglifos en Sta.
Cruz de Arrabaldo.
(Ourense)
A dos km de la confluencia del
río Barbantiños con el Mi-
ño, siguiendo una pista que
empieza en Sta. Cruz de Arra-
baldo y corre paralela a la auto-
pista que sube a O Carballiño,
hay un pequeño grupo de gra-
bados muy bellos y excepciona-
les por haberse realizado en la
cara vertical y orientada al Este
de una roca que mas parece un penedo o bolo exento que un afloramiento
surgido del suelo.
Entre los motivos sobresale el que parece una cara humana , con dos ojos,
una nariz y cejas. En otros muchos
grabados geométricos donde hay ca-
ras los ojos son siempre desiguales.
Aquí ocurre lo mismo, los ojos son dis-
tintos y la cara no es simétrica, es dis-
tinta a uno y otro lado de la nariz , es
mayor a la derecha donde contiene a
un arco circular inexistente a la iz-
quierda.
La forma circular envolvente que ro-
dea la cara se interrumpe al llegar a la
parte de abajo creando una sugerencia
de algo como segmento o
flauta que sale de la boca.

La forma circular envol-


vente que rodea la ca-
ra se interrumpe al llegar
a la parte de abajo crean-
do una sugerencia de algo
como segmento o flauta
que sale de la boca.

Dicha envolvente tiene apariencia de serpiente ....acaba arriba


en un pico de serpiente ...y tiene un ojo.
El sitio está en una ladera que acaba en el río Barbantiño, hacia
el Este a no mas de 2 o 3 kms estaríamos en el Chan da Ferra-
dura de Amoeiro, en Albeiros, donde se concentran un buen
número de grabados .
BIBLIOGRAFÍA
Alonso Romero, F . La leyenda de la reina Lupa en los montes del Pindo. Cuadernos
de Estudios Gallegos.nº 99.pp 285-306
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