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NOTAS DE REIKI HERRAMIENTA CENTENERIA 5

Física cuántica y la importancia del


observador 1
A simple vista creemos que todo lo que existe en este mundo es
materia pero ya es un hecho que más allá de lo físico se esconde
la energía. Científicamente hablando, todo está formado por
moléculas, estas se componen de átomos y estos de protones,
neutrones y electrones que  vibran produciendo energía. Por lo
tanto, todo vibra y está en constante movimiento.

La vida en sí misma es energía


Albert Einstein, en su conocidísima ecuación sobre la Energía en
reposo (E=MC ) expuso que la energía y la materia están
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directamente relacionadas y que pueden transformarse la una a la


otra.  Con esta fórmula desbancó la física clásica de Newton y dio
lugar a un nuevo entendimiento sobre el funcionamiento del
mundo a través de la física cuántica.

Esta última revela que las partículas diminutas que componen la


materia son también ondas de energía que pueden actuar bien
como partícula o como onda. En otras palabras, tal y como
indicaba Einstein, realmente materia (partícula) y energía (onda)
se convierten la una en la otra.

No obstante, desde el punto de vista cuántico, energía y materia


no pueden existir en una misma realidad si no solamente en
la probabilidad. Esto significa que nuestro mundo físico está
compuesto esencialmente de ondas y partículas que conforman
entidades cuánticas y que solo existen en forma de infinitas
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https://arangarcia.es/energia-vibracion-personal/
posibles realidades. Estas se manifiestan en la realidad, en lo
que conocemos como nuestro espacio-tiempo, una vez que son
observadas. La física cuántica denominó este proceso
como «colapso de la función de onda» o «efecto observador».

Todo esto apunta a que uno no está separado del mundo que
observa y que normalmente define como algo separado o exterior.
Su percepción determina la forma de su realidad. Todo lo que
existe en nuestra realidad física existe como puro potencial y es
nuestra mente la que moldea la energía de las infinitas
posibilidades tal y como queremos.

Podemos concluir, por tanto, que el universo físico es un campo


de información interconectado que potencialmente lo
es todo pero que no es nada físicamente. Solamente la mente del
observador consciente es capaz de influir en la energía para que
las ondas energéticas se manifiesten de forma física.

Una vez que logramos comprender este concepto y aprendemos


a mejorar nuestra capacidad como observadores para afectar
nuestro destino, nos adentramos en el camino que nos llevará a
vivir la mejor versión de nosotros mismos y de nuestra vida.

Manifestación de la
energía: Ondas y frecuencia
Teniendo en cuenta entonces que la realidad de nuestro mundo
físico externo está en un estado constante de vibración, debemos
saber que esta energía vibracional se mueve en forma
de ondas que a la vez poseen una serie de amplitudes y de
frecuencias que proporcionan unas características y
comportamientos diferentes.
Tomemos como ejemplo nuestro espectro electromagnético,
fundamental a la hora de medir una de las cuatro fuerzas básicas
de la física. El extremo izquierdo se corresponde con las ondas de
baja frecuencia que va creciendo desde las ondas de radio hasta
los rayos gamma.

A nosotros los seres humanos solo nos es posible percibir una


muy pequeña parte de estas ondas mediante nuestros sentidos
pero todas ellas están presentes y estamos expuestos a ellas en
prácticamente todas nuestras actividades diarias.  El mundo a
nuestro alrededor está permanentemente «bailando».

«El Universo es más bien música que materia.»

Donald Hatch Andrews


Fuera del espectro que acabamos de ver existen otras dos
vibraciones con las que también tratamos  a diario y que nos
resultan al menos más fáciles de detectar: el sonido y la
temperatura.
En el caso del sonido, este no es más una serie de ondas
generadas por la vibración de un objeto que al ser percibidas
provocan en el receptor, el tímpano por ejemplo, que vibre.
Cualquier sonido está formado por ondas también con diferentes
frecuencias. Para que te sea más fácil comprender este concepto,
echa un vistazo a este precioso experimento en el que se emiten
una serie de sonidos con diferentes frecuencias sobre una
superficie con granos de sal. Con cada sonido, se van creando
distintos patrones geométricos tan precisos que recuerdan más a
la magia que a la ciencia…

Además de las vistas hasta ahora, la Tierra en sí misma emite


una vibración generada por su campo magnético que influye
directamente sobre el organismo de los seres vivos. De hecho, los
cambios de frecuencia que se producen en la vibración de la tierra
están relacionados con la propia vibración de las células
provocando cambios evolutivos en nuestro ADN. De ahí que a
medida que la tierra se acelera, nosotros los seres humanos
también lo hacemos y nos vamos aproximando así hacia un
cambio en nuestra energía y nuestra conciencia. Podríamos decir
que la Tierra nos está preparando para una siguiente etapa en la
evolución.

Tú tienes tu propia energía


Como no podía ser de otra manera, al igual que el mundo que te
rodea en el que todo está vibrando, tú también estás vibrando,
tienes una energía vital.  Si pones atención a todos los procesos
biológicos que tienen lugar dentro de tu cuerpo puedes llegar a
percibir que todo está en movimiento.
Tu cerebro cobra aquí un papel fundamental. En él, como órgano
electroquímico, existen cuatro tipos de ondas cerebrales (Beta,
Alfa, Theta y Delta) con diferentes frecuencias. Cada una de
estas está directamente relacionada con un estado de conciencia.
Las ondas cerebrales más rápidas corresponden a una conciencia
de menor frecuencia mientras que la sondas cerebrales más
lentas se corresponden con un estado de conciencia más
abierto y elevado.

En cada nivel nos comportamos de forma diferente y todos ellos


los experimentamos, por ejemplo, durante el sueño en sus
diferentes fases.

Como hemos visto, las ondas cerebrales se relacionan con


distintos tipos de estado de conciencia. Estas, junto con todas las
demás vibraciones que forman parte de tu día a día y que son
fruto de tu estado físico, tus pensamientos y tus emociones, van a
conformar lo que conocemos como vibración personal.
Elige tu vibración personal
Tu vibración personal es la vibración global que irradias en un
momento concreto y que , como hemos podido apreciar, esta
puede variar durante el curso del día de forma natural en función
de qué estés haciendo, de cómo te sientas y de cómo pienses.
Lo más importante de todo esto es que tú puedes influir en
esto. Tú puedes elegir tu propia vibración y hacer que encaje
en el «caos de energías» que te rodean y al que estás
inevitablemente expuesto en lugar de que este caos te afecte a ti
y te desequilibre.
Como diapasones, los cuerpos resuenan unos con otros y por ello
es fácil verse influido por la energía que irradia otra persona e
incluso imitar su comportamiento. Estamos implícitamente
conectados más allá del espacio y del tiempo y es fácil captar las
vibraciones de unos y otros (Seguro que conoces a alguien que o
bien te sube el ánimo solo con su presencia o todo lo contrario).
Pero realmente depende de ti cómo quieres sentirte. Tú puedes
elegir pensar en positivo y elevar tu frecuencia ya que generas tu
vibración personal desde tu interior a través de todas tus
decisiones y, cómo no, tus pensamientos y tus emociones. Es así
como te comunicas con el mundo exterior.

Para recapitular:

Sintoniza con la frecuencia de tu alma y deja que esta


brille a través de ti. Conecta con tu interior y sé consciente de tus
pensamientos para dirigirlos hacia donde tu verdadero ser quiere
dirigirse con coherencia: ¿Estás donde quieres estar? ¿Haces lo
que quieres hacer? ¿Eres quien quieres ser?

Observa y presta atención a toda la información en forma


de energía que fluye dentro de ti que te rodea y enfócate solo en
aquello que desees. Recuerda, es tu estado de ser como
observador el que afecta al mundo exterior, no al revés.

Mantén una clara intención de lo que quieres y deja que


el imprevisible campo cuántico se manifieste y si vas a esperar,
espera siempre lo inesperado.

Y ahora… ¿Estás preparado para que la vida te sorprenda? 

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