La actividad científico investigativa se ha producido en un devenir
marcado desde sus orígenes por posiciones antinómicas entre lo cuantitativo y lo cualitativo entendidos como formas incompatibles, suplementarias o integradoras para acercarse y construir el objeto de estudio, lo cual ha dependido también con mucho relieve del tipo de ciencia de que se trate, si naturales o sociales. Aunque pueda parecer un tema muy trillado, resulta que es preciso continuar incursionando en él, porque en muchas ocasiones, desde posiciones declaradas alternativas, revolucionarias y antipositivistas se sigue realzando soterradamente el modelo cuantitativo, muy asociado a la visión del positivismo en sus diversas variantes. A lo largo del ensayo se reflexionara sobre la disputa, no en sentido inherente, sino para caracterizar por contrapunto lo cuantitativo y lo cualitativo en el proceder científico y también para que pueda apreciarse el entrecruce de términos diferentes como: modelo, paradigma, enfoque, programa método, métodos y metodología que suelen manejarse como sinónimos. Pero, lo más importante, es poner de relieve las aristas derivadas de la posición de mezclar planos de comprensión e interpretación diferentes en el proceso investigativo. Al enfrentar la actividad investigativa como proceso y como resultado es necesario poseer claridad en los conceptos que se utilizan, pues incluso, desde la perspectiva más tradicional de la ciencia se le atribuye al método científico como rasgo distintivo el que utiliza un aparato conceptual suficientemente sustentado en la teoría, por ello aunque reconociendo la riqueza plural del lenguaje, para el buen trabajo investigativo sobre todo al nivel de las academias, es necesario e impostergable precisar en qué sentido se manejan los conceptos. Repensando un concepto de paradigma aunque hay diversos, criterios puede utilizarse el más conocido acuñado por Kuhn (1978) plantea que "un paradigma es un conjunto de suposiciones interrelacionadas respecto al mundo social, que proporciona un marco filosófico para el estudio organizado de este mundo”(p.82). Por tanto, es un marco de referencia para las generalizaciones, los valores, las creencias, normas y actitudes ante la vida y el conocimiento de cada individuo y de los diferentes grupos sociales. A partir de esta definición se han producido muchas otras como la siguiente que expresa al paradigma como: “…un conjunto básico de creencias que guía la acción, tanto de la vida cotidiana como la acción relacionada con la investigación científica” (p.84). Tiene la nota distintiva de relacionar el concepto con la vida cotidiana el saber tácito, porque hoy se sabe que la actividad científica no disfruta de unos atributos inaccesibles al hombre de todos los días. Estas ideas en torno al paradigma implican que el quehacer científico está determinado por una peculiar manera de entender la vida y la actividad científica. Según Guba E. (1990) afirma que un determinado paradigma científico trata de responder preguntas esenciales de carácter ontológico, epistemológico y metodológico, es decir, preguntas relacionadas con la naturaleza del conocimiento, la naturaleza de la relación entre el investigador y lo que se desea conocer: el del objeto y otras interrogantes relacionadas con los procedimientos para acceder al conocimiento del objeto. Esta última nos conduce al método y a los métodos. El término paradigma, también se utiliza en ocasiones como sinónimo de enfoque, o hasta con el de programa de Lakatos. Hay quienes lo prefieren por encima del de paradigma, pero pienso que si en la historia de la ciencia y de la investigación el término paradigma es el más empleado, goza de mayor tradición y es mejor comprendido, entonces no debemos temerle, sino asumirlo en sus diversas connotaciones y denotaciones. La polémica cuantitativa cualitativa, en la mayoría de las veces se enfoca como una pugna paradigmática, pero en las argumentaciones se entrecruzan los conceptos de método, técnicas y de paradigmas. Aunque sean conceptos diferentes, como en efecto lo son, es relevante en este trabajo asumir la vertiente paradigmática, sobre todo para nicas justificar la polémica en el plano filosófico epistemológico, pero como es difícil aislar la concreción del paradigma científico de los métodos, ocurre que aparecen esos conceptos indistintamente. Yo prefiero el criterio de la visión del método en su carácter exhortativo, como un algoritmo de acción y tentativo como búsqueda permanente, mientras que asumo la visión del paradigma como más cosmovisiva, e inclusora, con relación a la visión del mundo que tengan los científicos, por tanto son normas usos y costumbres, un cierto imaginario que asumen para la desarrollar la actividad científica, lo cual naturalmente implica un determinado posicionamiento ante la realidad. Entonces precisa también que reflexionar sobre los conceptos de método y de métodos, aludiendo de partida a que a veces se haba de métodos en plural, método en singular y técnicas, como sinónimos y si es cierto que son conceptos muy relacionados, también lo es que difieren por su grado de generalidad y ámbitos de aplicación. Si la ciencia es un tipo peculiar y específico de conocimiento, que se caracteriza por su aspiración a alcanzar verdad, precisión, fiabilidad, es preciso ver de qué modo un conocimiento de este tipo puede alcanzarse. Según Sabino, C. (1996) afirma la investigación es el
El camino que permite acceder a esto es lo que se llama el método
científico, que puede concebirse como un modelo general de acercamiento a la realidad, una especie de pauta o matriz que es muy abstracta y muy amplia, y dentro de la cual caben los procedimientos y técnicas más específicos que se emplean en las investigaciones (p.32)
Así enfocado el método se vincula directamente con la lógica interior del
proceso de descubrimiento científico y a él le corresponde no solo orientar la selección de los instrumentos y técnicas específicos de cada estudio, sino también fundamentalmente fijar los criterios de verificación o demostración de cada caso. A la idea de la existencia de un método científico como pauta general para guiar todas las investigaciones, para garantizar de algún modo el carácter del conocimiento obtenido, se opone Sabino afirmando que esto implicaría que la ciencia fuese un proceso mecánico en el que con solo plantear un problema de investigación y aplicar el método correcto se obtendría el resultado, lo cual significa negar el carácter creativo del proceso de investigación, plagado de dificultades imprevistas y de acechanzas paradójicas, de prejuicios invisibles y de obstáculos de todo tipo: El carácter tentativo del método se aprecia muy bien expresado por sabino de la siguiente manera:
“El método, como camino que construye el pensamiento científico,
se va constituyendo en realidad, junto con ese mismo pensamiento, indisolublemente unido. Es falsa la imagen que nos presenta el método como un todo acabado y cerrado, por cuanto él está indisolublemente unido a la misma elaboración teórica, de la que depende pero a la cual, a su vez permite formular (p.33)
Mientras que su carácter exhortativo se aprecia cuando se entiende
como un sistema especial de reglas que organiza la actividad en la adquisición de nuevos conocimientos. Para Descartes solo en este plano está contenida la suma de todos los esfuerzos humanos, pues consideraba al método como el hilo de Teseo, metáfora utilizada para expresar la aspiración a encontrar el camino implícito en la idea algorítmica del método. El carácter dialéctico de los métodos del conocimiento científico no solo consiste en que estos reflejan de forma subjetiva y peculiar la dialéctica del objeto, sino que el método es el eslabón dialéctico que vincula el sujeto con el objeto. Es el proceso investigador mismo una dimensión importante de investigación es la metodología a utilizar, que consiste en la manera de llevar a cabo la investigación o modo de enfocar los problemas y buscar respuestas. En este sentido la metodología se interesa más por el proceso que por los resultados. El conocimiento de la metodología es de gran utilidad para el investigador, porque le permite seleccionar la perspectiva adecuada al problema planteado, lo cual dependerá de la finalidad y objetivos que se proponga para el estudio. Sobre la unidad y diferencia entre método y metodología reflexiona Sabino, afirmando que si por método se entiende una aproximación de orden necesariamente epistemológico, que se entrelaza con la misma lógica del pensar científico y con las notas distintivas de este, se comprenderá fácilmente sus estrechas relaciones con la teoría y el hecho mismo de que – de algún modo- método y teoría deben ir constituyéndose paralelamente, es necesario delimitar otro campo más concreto referido específicamente a la operatoria de este proceso, a los términos, procedimientos y herramientas de todo tipo que intervienen en la manera de la investigación, esta es la metodología de la investigación. Según Sabino, si se define la metodología como el terreno instrumental de la investigación, apreciaremos que sus relaciones se dan del modo más directo, con el método en sentido amplio y con el objeto de estudio. Método y metodología deben interrelacionarse ya que la metodología debe traducir en el plano operacional y concreto, las orientaciones generales del método, de otro modo este quedaría desvirtuado y la relación teoría y práctica deformada, por otra parte la metodología como recurso instrumental destinado a rescatar los datos de lo fenoménico debe adaptarse a esto, es decir al objeto así afirma: “El proceso de investigación se produce como un movimiento que enlaza teoría y práctica, pero que presenta entre ambos términos la mediación de una doble instancia: método y metodología. (…)Pero este método como perspectiva general, como epistemología en fin, no puede encarar por si mismo toda la tarea práctica del investigador, este precisa de orientaciones mucho más específicas que sean capaces de abordar la realidad que estudia en toda su multifacética complejidad. Para ello habrá de diseñar instrumentos y técnicas de trabajo que sean a la vez la continuación o traducción del método en un plano más concreto y que tengan además la virtud de adaptarse a las particularidades del objeto en estudio. genéricamente entendido, pueda solucionar la pugna establecida entre los dos modos de acceder al objeto desde posiciones cuantitativas y cualitativas, como apreciaremos en las reflexiones siguientes donde por comparación trataré lo cuantitativo y lo cualitativo siempre desde el telón de fondo de lo paradigmático y tangencialmente tocando algún ejemplo específico. Muchos científicos sociales han protagonizado una batalla acerca de lo apropiado de los métodos, técnicas e instrumentos utilizados en la búsqueda del conocimiento en su campo; batalla que por supuesto depende de posturas paradigmáticas por lo cual no se ha enfocado solo a sostener la prevalencia de determinados métodos. En tales disputas están implicadas posiciones epistemológicas que suponen concepciones acerca de la propia naturaleza del conocimiento y de la realidad. Por ello es comprensible apreciar los enfrentamientos entre los enfoques cualitativos y cuantitativos desde el punto de vista de las confrontaciones de los paradigmas. La discrepancia entre los paradigmas cuantitativo y cualitativo tiene el sustrato del enfrentamiento de los supuestos filosóficos en torno a cómo enfrentar el mundo. Para Cook, Reichart (1986) al tratar la discusión cuantitativa cualitativa, exponen lo que significa un enfoque y otro. Ahí se aprecia el indistinto uso que se hace de la terminología y como se usan como sinónimos los concepto de enfoque y de paradigma. Así, por enfoques y métodos cuantitativos identifican a las técnicas experimentales aleatorias, cuasi-experimentales, tests objetivos de lápiz y papel, análisis estadísticos, multivariados y estudios de muestra. Entre los cualitativos consideran a la etnografía, los estudios de caso, las entrevistas a profundidad y la observación participante y la investigación- acción. Sin embargo pienso firmemente que este criterio, aunque muy general en la bibliografía de investigación, es discutible, pues la polémica entre los paradigmas ha asumido matices irracionales, y en la práctica los investigadores más creativos no aprecian antinomias metodológicas, porque utilizan los enfoques multimétodos, como una manera de lograr mejores accesos al objeto de estudio, aunque desde mi apreciación si se pueden combinar métodos y técnicas tradicionalmente atribuidas a lo cuantitativo y a lo cualitativo, no así los paradigmas porque parten de posiciones cosmovisivas diferentes. Esta idea se puede corroborar con el criterio de Ritz (1997) quien afirma que algunos autores asumen que cada tipo de método se encuentra unido a una perspectiva paradigmática distinta y única que se encuentra en conflicto con las demás, ya que la cuestión no radica en las estrategias de investigación, sino que es la adhesión a un paradigma y su oposición al otro lo que predispone a concebir el mundo y los fenómenos de modos profundamente diferentes. De acuerdo con lo expresado por los autores anteriores se puede decir que el significado de las expresiones métodos cuantitativos y "métodos cualitativos" comprende un universo conceptual más amplio que el de las técnicas para diseñar estudios, recolectar datos e interpretarlos, por lo que justifican la aplicación del término de paradigmas. Es importante resaltar que, aun cuando los diversos autores hacen referencia a los paradigmas cuantitativo y cualitativo, existen diferencias en el tratamiento. Para algunos son paradigmas distintos al paradigma positivista y al paradigma naturalista, pero otros parecen identificar, o asemejar, los primeros a los segundos. Para Soltis, (1984), en la presente centuria tres corrientes filosóficas han dominado en la investigación social: el empirismo lógico (positivismo y neopositivismo), la teoría interpretativa (fenomenológica, hermenéutica, historicismo e interaccionismo simbólico) y la teoría crítica del neomarxismo Para el paradigma positivista la naturaleza de la realidad es única, fragmentable, tangible y simplificada. Para el paradigma interpretativo la realidad es múltiple, intangible y holística. Para el paradigma crítico la realidad es dinámica, evolutiva e interactiva. Estas diferencias a nivel paradigmático marcan, como ya se apuntó, grandes diferencias entre las concepciones acerca de la finalidad de la ciencia y de la investigación. Para el paradigma positivista es explicar, controlar, predecir y verificar. Para el paradigma interpretativo es la comprensión de las relaciones internas y profundas, mientras que para el paradigma crítico es contribuir al cambio de la realidad. El paradigma cualitativo posee un fundamento humanista porque percibe la vida social como la creatividad compartida de los individuos. El hecho de que sea compartida determina una realidad percibida como objetiva, viva y cognoscible para todos los participantes en la interacción social, también se reconoce el carácter cambiante y dinámico del mundo social. Los individuos son asumidos como agentes activos en la construcción y determinación de las realidades que encuentran, pues conciben que a través de un proceso negociado e interpretativo, emerge una trama aceptada de interacción. El paradigma cualitativo incluye también un supuesto acerca de la importancia de comprender situaciones desde la perspectiva del significado y el sentido que los actores sociales atribuyen a los procesos en los que se ven inmersos. Aalgunos autores suelen identificar el paradigma cuantitativo con el positivista y el cualitativo con el interpretativo o naturalista. Así Rodríguez, (2005) piensa que en la búsqueda del conocimiento de la realidad social hay quienes, enmarcados en una tradición positivista, defienden el uso de métodos cuantitativos que buscan llegar a explicaciones generales, a enunciar leyes (nomotéticas) y quienes, parapetados en el fenomenologismo, abogan por la preponderancia de los métodos cualitativos que tienen como propósito eje el comprender el desarrollo de procesos. A si mismo Beltrán, J., Vásquez, F. Y Irigoyen, J. (1997)
Un investigador puede elegir intencionalmente una mezcla de
atributos de ambos paradigmas para atender mejor a las exigencias de la investigación de que se trate”. No obstante, también afirman que “el enfoque que de la vida social hace el paradigma cuantitativo emplea los supuestos mecanicistas y estáticos del modelo positivista de las ciencias. Por otra parte, el paradigma cualitativo posee un fundamento decididamente humanista para entender la realidad social, percibe la vida social como la creatividad compartida de los individuos, y no concibe al mundo como una fuerza exterior objetivamente identificable e independiente del hombre.(p. 13)
El mencionado autor expresa que encuentra una franca contradicción.
Desde mi punto de vista este es un asunto sustantivo. Si los paradigmas cuantitativo y cualitativo comparten características con los paradigmas positivista y naturalista de manera significativa, entonces resulta difícil, por no decir imposible aceptar que puedan aplicarse ambos enfoques de manera conjunta en la investigación , por cuanto sostengo que los paradigmas positivista y naturalista son mutuamente excluyentes, salvo lo que pueda, tal vez, reducirse a los aspectos puramente técnicos de la recolección de datos (aunque en aspectos como el tratamiento e interpretación de los mismos existirían diferencias abismales. Algunos defensores del método cuantitativo argumentan describiendo el método experimental “el único medio de establecer una tradición acumulativa en el que cabe introducir perfeccionamientos sin el riesgo de prescindir caprichosamente de los antiguos conocimientos a favor de novedades inferiores Según Campbell D, Stanley J. (2002) afirma que por mucho tiempo se consideró al experimento como el único modo de hacer la ciencia porque se creía firmemente que conducía a conclusiones causales más claras y que con el proceso mismo del diseño experimental, se contribuía a aclarar la naturaleza del problema social estudiado. “Cuando las condiciones no son problemáticas o cuando la creatividad y el ingenio de quien diseña la investigación pueden resolver problemas difíciles, entonces la experimentación es el método preferible para obtener una información válida y fiable sobre la cual proyectar programas sociales. De la misma manera, los que defienden los paradigmas alternativos proponen refiriéndose a la investigación naturalista “un modo de evaluación más apropiado y más sensible que cualquier otro practicado en la actualidad. Sobre esta cuestión en la práctica investigativa existen diversos trabajos que combinan métodos cuantitativos y cualitativos en el marco de un paradigma socio crítico que tiene también una lógica que reúne lo que otros enfoques aprecian como antinomias bajo los criterios de síntesis dialécticas. La combinación de métodos cuantitativos y cualitativos, ha devenido en una necesidad, si se tiene en cuenta que toda posición de aceptación o rechazo incondicional de un enfoque u otro es maniquea, además de que es bien difícil tener un enfoque cuantitativo o cualitativo puro en la investigación científica. De modo que, aunque se combinen métodos y técnicas en un estudio, porque es difícil aislar la cantidad de la cualidad, algo que ya he venido esbozando, pero que ahora explicito si se parte de un plano en que se posicionen los conceptos mas aceptados por la tradición científico académica y se aprehende la más generalizada visión de paradigma como normas y usos de la comunidades científica, asumiremos que estas predisponen a concebir el mundo y su accionar de modos profundamente diferentes, determinado por la cosmovisión. En el modelo o paradigma cuantitativo se produce la objetivación y delimitación del objeto de estudio, medición y formalización de conceptos, variables y datos, modelización de hipótesis y teorías, validación y fiabilidad de resultados por test de ajuste o de bondad, entre otros procedimientos meramente estadísticos, mientras que por el contrario, la perspectiva cualitativa se basa más, como objeto propio de estudio, en el sentido o significado que para el actor o agente social y para el mismo investigador tienen los fenómenos sociales, así como en estudios de ambientes singulares vinculados a la interacción social, a la intersubjetividad y sobre el lenguaje. La orientación cuantitativa utiliza una serie de técnicas de recogida de datos como la encuesta, procedimientos de tipos experimental o cuasi experimental, al mismo tiempo que mecanismos lógicos formales de carácter estadístico. La perspectiva cualitativa está más asociada a métodos y técnicas de recogida de información de base más etnográfica y/o de intervención o participativa como las entrevistas, la observación participante, las historias de vida, los grupos de discusión, la investigación acción y sus análisis están más ligados a los de contenido, del discurso y/o hermenéuticos. La polémica no se refiere solo a los métodos y técnicas diferenciadas de investigación, sino que su esencia es de índole epistemológica y filosófica. La dicotomía atraviesa además otros órdenes de naturaleza conceptual y teórica: estructura e interacción, objetividad y subjetividad. Cualquier intento de disolver o mediar en la dicotomía entre los distintos métodos y técnicas ha de pasar no solo por una reflexión práctica, al nivel de la colección de los datos mediante las técnicas, sino también por la filosófica y epistemológica instalada en el interior mismo de la visión de un paradigma. Hoy día, en torno a los paradigmas cuantitativos y cualitativos a pesar de sus connotaciones metodológicas, giran concepciones y propuestas como las propias del positivismo tradicional, positivismo lógico, de la dialéctica marxista, del racionalismo, de lo histórico-hermenéutico, de la teoría crítica, del empirismo analítico y tantas otras propuestas que de una u otra forma se asocian con perspectivas cuantitativas y cualitativas. La investigación social cualitativa es variada, pero se puede decir que las distintas concepciones tienen en común un compromiso con una aproximación naturalista e interpretativa, y una crítica continua a la política y a los métodos del positivismo. Esto ha hecho que tradicionalmente los métodos y técnicas cualitativas hayan sido denostados por los cuantiativistas su falta de objetividad, la imposibilidad de reproducción de sus resultados y la falta de validez, mientras que los métodos cuantitativos no se encontraban sujetos a crítica. Para el paradigma cualitativo se reconocen como más adecuados todos aquellos métodos técnicas e instrumentos que descansan en la interpretación. Por considerarlos más adecuados para la comprensión de los procesos sociales, más que su predicción, captar la realidad social y comprender cuál es su naturaleza, más que explicarla. En buena medida, al ubicar el debate en estos parámetros, pierden fuerza las críticas estereotipadas, y con frecuencia poco fundamentadas, que la investigación cualitativa recibe en términos de falta de objetividad, falta de validez, trivialidad o relativismo, por supuesto aun declarándose anti positivistas muchos científicos y comunidades académicas, producen soterradamente desde las visiones de este paradigma. Es lo que yo denomino positivismo vergonzante y lo declaro así por haber enfrentado múltiples experiencias de este tipo en las presentaciones de tesis de maestría y doctorales. La asunción de lo cualitativo, permite considerar centralmente entre sus características principales un cambio en la sensibilidad investigadora, la investigación guiada teóricamente y la garantía de participación. La existencia misma de la polémica es cuestionada por varios autores cuando se preguntan si realmente existen los paradigmas cuantitativo y cualitativo y manejan argumentos relacionados con la unidad indisoluble de cantidad y calidad, de inducción deducción objetivo y subjetivo. Para algunos estudiosos la dicotomía cuantitativo/cualitativo,siempre dentro de este segundo argumento, parece confundir una disyuntiva epistemo- lógica con una disyuntiva lingüístico-semiótica. En realidad, no hay producción de conocimientos que solamente aborde cantidades excluyendo las cualidades, ni viceversa. El mundo contiene aspectos cuantitativos indisolublemente mezclados con aspectos cualitativos, de tal modo que resulta imposible reconstruirlo atendiendo sólo a uno de ambos aspectos. La única diferencia está en el lenguaje. ¿Pesa más una diferencia de lenguaje (lógico matemático vs verbal) sobre una diferencia de métodos (inductivo vs deductivo) a la hora de hacer distinciones relevantes. el rol del investigador y su implicación, el proceso de objetivación y de la plasmación y la construcción del dato científico; las cuestiones de validez, confiabilidad, generalización y ética que deben estar presentes en todo proceso de investigación desde cualquier visión paradigmática. Así pues la polémica entre paradigmas y métodos se centra en los siguientes puntos: la compatibilidad e incompatibilidad entre los enfoques, en la existencia de varias formas válidas y aceptables de hacer ciencia, en que ningún método tiene patente de exclusividad para hacer investigación científica y en el hecho de que no se deben confundir los dos paradigmas, porque sería mezclar planos conceptuales y de intervención distintos. El debate entre lo cuantitativo y lo cualitativo en investigación social, sólo puede resolverse apelando a la naturaleza del objeto-problema y a los posicionamientos epistemológicos del investigador sobre las concepciones del hecho social y de la construcción de conocimiento en torno al hecho social. Implica superar debates reduccionistas sobre lo cuantitativo o cualitativo o sobre la elección de técnicas de obtención y análisis de información que no consideran las bases epistemológicas de dicha elección. De ahí la importancia que le damos a la diferencias entre paradigma, método científico universal, metodologías y técnicas de recogida de datos. En el debate entre lo cuantitativo y lo cualitativo han primado tres perspectivas: la epistemológica, la metodológica y técnica y que son aspectos sumamente imbricados con la formación y la visión del mundo de los investigadores, pero que también portan conceptos con diferente grado de generalidad, porque lo epistemológico, lo metodológico y lo técnico, actúan en un continuo que tiene por finalidad la aprehensión de la realidad para obtener nuevos conocimientos sobre ella, para explorarla, describirla, explicarla y lo que es más importante, transformarla.
Bibliografía
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Kuhn, (1978)Tomas La estructura de las revoluciones científicas, FCE, México, 1978.
-Rodríguez, R, (2005) La triangulación como estrategia de investigación
en ciencias sociales -Sabino Carlos. (1996)El proceso de investigación. Argentina: Edit. Lumen Humanitas