La desigualdad es un determinante del conflicto en Colombia.
“En Colombia la distancia entre los muy ricos y muy pobres es de las más grandes a nivel mundial, la tercera más alta y eso también es determinante de violencia y de conflicto y se mide como índice de Gini". Al hablar de violencia no podemos omitir que está, no es más que una expresión de la desigualdad, en ese sentido la desigualdad no es más que una forma de violencia infringida en diferentes esferas sociales o ámbitos de la vida, y en un análisis de la realidad social la violencia, hablando del uso de la fuerza y de las armas, surge en la mayoría de los casos como respuesta de una población o un grupo específico cansado del flagelo y del abuso de quienes tienen el poder; partiendo de ahí en el contenido de este escrito, me dispongo a hablar un poco sobre la desigualdad en el caso específico de nuestro país, Colombia. Así pues, cabe mencionar que existen diferentes tipos desigualdad, entre las que se encuentran: La social, económica, educativa, de género y la legal; para el caso colombiano la que está más latente es la económica, en la cual se abarca la distribución de riquezas, vienes o terrenos entre las diferentes familias y poblaciones. En consecuencia a esto, el país sufre un detrimento en la economía y un estancamiento en el desarrollo social con respecto a los demás países de Latinoamérica. Aún no es claro, en épocas más recientes, cuáles fenómenos estructurales de largo plazo están cambiando la distribución del ingreso. En algunos estudios sobre el índice de desarrollo humano se determinó que, en el año 2003 Colombia se ubicó en el puesto número 69 en comparación con 177 países, y el IDH del mismo año para este país se encontró por debajo del promedio para América Latina y el Caribe. Pese, a que el anterior estudio fue realizado ya varios años atrás el panorama actual de los colombianos no ha sufrido un cambio sustancial, puesto que en muchos sectores del país aún se vive en la pobreza absoluta y también hay poblaciones enteras que no cuentan con un acceso a la educación, un sistema de salud o unas condiciones de vida mínimas para su desarrollo social integral. Otro ejemplo claro de la desigualdad, serían las diferencias abismales en los ingresos y salario de los trabajos cotidianos y los de personas que ocupan un cargo público o se dedican a la política; a esto se le suma que un salario mínimo no es proporcional con el costo de vida actual y adherido a esto como si fuera poco se debe pagar también por unos altos impuestos y demás arandeles. De este modo en las medidas monetarias de la pobreza se basan en la definición de un nivel de ingreso que sea justamente el necesario para garantizar un estándar de vida mínimo. Se clasifican en medidas relativas y absolutas: entre las medidas relativas se encuentra: la mitad del ingreso mediana. Esta medida es común en los países desarrollados, en el año 2003, fueron apenas del 23,8%. En consecuencia, a lo anterior, es fácil dilucidar el crecimiento económico del país no está estrictamente relacionado a la diminución de la pobreza, ya que esto no garantiza la distribución correcta de los recursos de los ciudadanos, o la creación de estrategias mediante las cuales se busque el apoyo a las minorías, puesto que las élites y las grandes empresas del territorio se han encargado de captar estos dineros para su beneficio y poder. A manera de conclusión, Colombia es uno de los países con mayor desigualdad en América Latina, es preocupante y digno de atención tratar la estructura de la sociedad colombiana que lleva a estas alarmantes diferencias en las rentas que impiden cerrar la brecha existente entre ricos y pobres: los ricos siguen siendo ricos y los pobres cada vez están más pobres y son más. Asimismo, ha sido considerada como un indicador de trato económico desigual entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, estando la riqueza acumulada en los primeros y la pobreza en los segundos. Podemos ver como la pobreza es una expresión de la desigualdad existente en las sociedades. Considero que el crecimiento económico no implica mejoramiento social, por ende, me adjunto a quienes abogan por la existencia de políticas diseñadas para los pobres y por un crecimiento Pro-pobre y elevado.