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“El Aleph”

El cuento “El Aleph” es representado por Borges, para mí este autor está obsesionado con una mujer llamada Beatriz, que murió hace

mucho tiempo y que nunca le correspondió al amor que él le daba. A pesar de que Beatriz murió él continúa visitando la casa en la que vivía y

tolerando a su primo, Carlos, cada vez cuando se reúnen para concertar el tema de Beatriz, Carlos le pide ayuda a Borges para mirar la

posibilidad de derrumbar su casa, él dice que tiene un Aleph. Por ello Borges decide verificar, él ve todo el universo, el presente y el pasado

dentro del Aleph que se encontraba ubicado en el sótano; cuando Borges llega y lo ve el decide callarse y vengarse de Carlos diciéndole que no

veía nada, haciéndole creer que estaba loco. Con que él era el único que veía el Aleph en el sótano de Carlos Argentino era falso pero que se

había encontrado un verdadero dentro de una columna en El Cairo.

“El Inmortal” comienza explicando cómo llegó la historia a manos de quién la lee se explica que fue entregada a una princesa junto con los

seis volúmenes de la “Ilíada”. Luego se lee el manuscrito en el que Marco Flaminio Rufo escribió la historia de cómo dio con el río de los

Inmortales, cuenta que un soldado antes de morir le dijo que existía un río que regalaba inmortalidad a quien bebiera de sus aguas y así es como

Rufo emprendió su búsqueda con doscientos hombres a quienes perdió en el desierto. A punto de morir de sed y por una flecha que recibió en

un motín Flaminio Rufo bebe de un río sin saber que era el río que había estado buscando, cuando despierta a la mañana siguiente descubre que

está en un territorio de trogloditas y muy cerca de la Ciudad de los Inmortales. Decide ir hasta la ciudad con uno de los trogloditas a quién había
llamado Argos, como al perro de Ulises en la Odisea, en el viaje de regreso de la ciudad el troglodita le confiesa que él es Homero, el autor de la

Ilíada y la Odisea. En ese momento, Rufo comprende que los trogloditas eran realmente los Inmortales que habían abandonado su ciudad y que

el río del que él había bebido era el río de la Inmortalidad. Tras varios años, Flaminio Rufo comprende que la inmortalidad es en verdad una

tortura ya que cada acción pierde emoción al saber que no será la última, que todos los hombres de la raza humana están condenados a hacer l o

mismo, y él que vivirá mucho más que todos los hombres hará lo mismo por lo tanto todos los hombres son él y él es todos los hombres ya que

vivirá tanto tiempo que no habrá acción que no haya realizado.

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