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Gestión Del Riesgo: 5 Básicos

Imprescindibles Para Pymes

El riesgo es una parte inherente de cualquier negocio.

Sin embargo el riesgo puede ser administrado y sus


resultados adversos pueden ser mitigados.

El mayor desafío para los propietarios de empresas


pequeñas es encontrar el equilibrio adecuado entre la paz
de la mente y la rentabilidad deseada.

Tratar de eliminar por completo el riesgo en el negocio, es


realista, pero en algunos casos puede ser prohibitivamente
caro, el otro extremo es instalar políticas tan reacias para
tratar el riesgo que hagan que su negocio nunca crezca.
Cuando algunos propietarios de empresas pequeñas
piensan en “gestión de riesgos” se limitan por lo general a la
compra de diversos seguros de protección, sin mucha
consideración a otras formas de proteger su negocio.

La gestión de riesgos puede ser muy compleja, pero no


tiene que serlo al momento de iniciarse.

Inicie con algo sencillo, con un plan fácil de seguir y si es


necesario, amplíe a partir de ahí, a madurar se ha dicho.

Sigua estos pasos básicos para realizar un plan inicial de


gestión de riesgos en su empresa:

Primero: identificar los riesgos

Algunos riesgos son comunes a la mayoría o todos los


negocios.

Otros son muy específicos de su negocio y sólo usted,


como el propietario, puede conocerlos.

La mejor manera de abordar esto, es utilizar una lista de


verificación de riesgos estándar como punto de partida y
luego añadir riesgos particulares a la misma en base a su
experiencia específica.

Algunas compañías de seguros o diferentes organismos


ofrecen guías de gestión de riesgos para diversos aspectos
de empresas pequeñas.

Por ejemplo:

Documento en pdf “Guías para la gestión del riesgos” <-


Clic para descargar, elaborado por Superintendencia de
Bancos y Entidades Financieras de Bolivia, con el apoyo de
la Fundación para el Desarrollo Productivo y Financiero
(PROFIN)

Algunos riesgos iniciales en los que pensar son:

Pérdidas de propiedad – por lo general se producen a


partir de los daños físicos, la pérdida y / o la actividad
delictiva.
Pérdidas por interrupción del negocio – se produce si
su empresa deja de vender por alguna razón (por
ejemplo a causa de un incendio). Además de las
pérdidas de bienes, la empresa no sería capaz de
producir productos y venderlos. Esta “interrupción en
sus actividades de negocios” puede ser tratada
anticipadamente.
Las pérdidas por responsabilidad – se refieren a la
responsabilidad legal por los daños y perjuicios
causados a los demás por su compañía.
Las pérdidas de personas – se refieren a los costos
asociados con las personas; al sufrir enfermedades,
una discapacidad o morir. Está de moda dejar un
trabajo para emprender una meta personal. El impacto
de la pérdida de una persona clave en una pequeña
empresa puede ser catastrófico.
Lesión a los empleados – se refiere a los costos
asociados a un empleado al quedar herido mientras
esta en el trabajo.

Segundo: evaluar la vulnerabilidad de su empresa para


cada riesgo

La vulnerabilidad está en función de la probabilidad –


¿Cuáles es la probabilidad de que un riesgo particular se
materialice? – y su costo – ¿Cuánto de su empresa puede
verse afectada como resultado?

El objetivo de este paso es cuantificar los riesgos y


determinar cuáles valen la pena tratar y cuáles no, ¿para
qué preocuparse por todo?

Para los que valen la pena preocuparse, la pregunta es


cómo proteger su empresa contra ese riesgo de forma
eficaz.

Si un riesgo particular tiene una baja probabilidad de que


ocurra, y de ocurrir, le costaría a su empresa un máximo de
$ 50,000 en pérdidas, pero va a costar $ 65,000 protegerse
contra este riesgo, puede que tenga que analizarlo más,
aparentemente puede que no sea un buen uso de los
recursos.

Tercero: preparar planes de contingencia

La planificación de contingencia va más allá de la compra


de seguros. Hay muchas formas de gestionar los riesgos,
por ejemplo:

La implementación de políticas que valoren la


seguridad de los empleados sobre acciones riesgosas.
Instalación de un sistema de seguridad para protegerse
contra las pérdidas de bienes.
Evitar las transacciones crediticias con clientes con
historial de morosidad.
El entrenamiento de gerentes de alto potencial, en las
funciones y responsabilidades de sus superiores para
protegerse contra las pérdidas de personas clave.

Un plan eficaz de gestión de riesgos es integral y creativo.


Va más allá de los seguros.

Cuarto: Adquirir los tipos adecuados de seguros

Seguros, ¡Claro!, sin embargo, no hay que olvidar minimizar


el riesgo. Es una parte central de la gestión de riesgos.

Los tipos principales de seguros son:

Seguro de responsabilidad civil general – Cubre los gastos


relacionados con la responsabilidad legal por lesiones a un
tercero. Normalmente cubre daños materiales, lesiones
corporales, gastos médicos y el costo de contratar a un
abogado para defender a su empresa.

Seguro de responsabilidad de producto – Cubre los gastos


relacionados con la responsabilidad legal por lesiones o
daños causados por un producto defectuoso. Si su
empresa, fabrica, distribuye o vende productos en venta al
por menor, entonces sería aconsejable obtener un seguro
de responsabilidad de producto.

Seguro de responsabilidad profesional – Al igual que el


seguro de responsabilidad de productos, este es para los
servicios en lugar de productos. Este protege contra las
malas prácticas, errores y negligencia. Se refiere a veces
como seguros para “errores y omisiones”

Seguros de propiedad comercial – Cubre la pérdida y daños


a la propiedad del negocio. Pérdidas de propiedad y por
interrupción del negocio son típicamente cubiertos por el
seguro de propiedad comercial.

Por ejemplo, si la empresa cuenta con un plan de combate


contra incendio, documentado y bien implementado, es
probable que tenga que pagar montos menores por un
seguro sobre la propiedad comercial.
De no contar con planes de gestión de riesgo, es probable
que los seguros sean más caros. Entre más alto el riesgo
más caros son.

Quinto: Mejorar según sea necesario

Los planes de gestión de riesgos deben ser revisados y


actualizados regularmente.

Tomar un par de días cada seis meses para revisar y


actualizar los planes a las condiciones actuales de su
negocio es una inversión inteligente.

Esta revisión planificada debe incluir a los propietarios, jefes


de departamento y (si se justifica y si se puede) un
consultor de gestión de riesgos.

Muchas compañías de seguros a veces – con la vista puesta


en la reducción de los pagos de las reclamaciones –
proporcionan el asesoramiento en la mitigación de riesgos,
¡Tontos no son!

Durante el período de actualización, sería un buen momento


para acercarse a ellos y tratar el tema de la asesoría.

Demostrar que se es bueno en la gestión del riesgo en su


negocio, será importante si pretende crecer aumentando el
capital con nuevos inversionistas.
Es esencial para conseguir que se sientan cómodos con la
nueva oportunidad de inversión.

Como dicen por ahí:

Los líderes impudentes toman riesgos imprudentes;


líderes prudentes toman riesgos calculados. La gestión
de riesgos es la “calculadora”.

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