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La coma joánica (en latín, comma johanneum), también conocida como coma juanina,

paréntesis joánico, cláusula joánica o apócrifo joánico, es la identificación dada a la


cláusula añadida en algunas versiones bíblicas en los versículos de la Primera epístola de
Juan 5:7-8.

El texto original, según la Biblia de Jerusalén, dice:[1]

Pues tres son los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres convienen en lo
mismo.

1 Juan 5:7-8

Los mismos versículos, con el texto conocido como la coma joánica entre paréntesis, es
citado así en las notas de esta misma versión:

Pues tres son los que dan testimonio (en el cielo, el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres
son uno; y tres son los que dan testimonio en la tierra): el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres
convienen en lo mismo.

El consenso general es que la coma joánica es una añadidura apócrifa introducida


tardíamente en el texto de 1 Juan 5:7-8, por lo cual no puede ser atribuida al escritor de esa
epístola, y por tanto no pertenece a la Biblia. Sin embargo, un pequeño sector defiende su
uso tradicional, porque desde su punto de vista, la coma joánica sirve como apoyo para el
dogma de la Santísima Trinidad.

La cláusula joánica figura en la mayoría de las traducciones bíblicas publicadas desde 1522
hasta la última parte del siglo XIX, debido al uso generalizado de la tercera edición del
Textus Receptus (TR) que fue elaborado por Erasmo de Róterdam, y fue utilizado como la
única fuente para la traducción en ese periodo.

Origen de la coma joánica]

Este texto podría haberse añadido como una glosa ya en el siglo IV y fue agregada al texto
de la epístola en la Vulgata latina cerca del año 800.[2]

La coma joánica no era conocida durante las primeras controversias sobre el dogma de la
Trinidad que se dieron en los siglos III y IV. De haber conocido la frase, aquellos
tempranos defensores del dogma de la Trinidad, tales como Tertuliano, Orígenes y
Atanasio, ciertamente la habrían empleado. No obstante, la cita está ausente de todas sus
argumentaciones.

Asimismo, esta frase está ausente en los manuscritos de todas las versiones bíblicas
antiguas (siria, copta, armenia, etíope, árabe y eslavónica). La coma joánica tampoco se
encuentra en los escritos de uno de los más notables y prolíficos escritores trinitarios, san
Agustín.
El Códice fuldensis, una copia de la Vulgata aproximadamente del año 546, contiene un
prólogo a los evangelios canónicos que parece hacer referencia a la coma joánica, pero en
la versión de 1 Juan omite la cláusula joánica, lo que ha llevado a muchos a creer que dicho
prólogo es falso.

En el siglo VIII, la añadidura aparece en latín en las copias de la Vulgata. La primera


mención de la coma joánica en griego se encuentra en la versión (latina) de las actas del IV
Concilio de Letrán, en 1215. Solo a partir del siglo XVI, la coma joánica aparece en
manuscritos bíblicos en griego.

Los versículos 7 y 8 [...] constituyen, sin duda alguna, una glosa marginal, que algún escriba poco
escrupuloso intercaló en el texto, al pensar que era buena oportunidad para fundamentar el dogma
trinitario. Dichas frases faltan en todos los manuscritos griegos de la antigüedad y aun en las
primeras versiones latinas, pero fue introducido en la Vulgata y pasó al Textus Receptus[, o Texto
Recibido]. La interpolación rompe totalmente el hilo de la argumentación de Juan

Comentario Bíblico de Matthew Henry, Traducido y Adaptado al Castellano por Francisco Lacueva.
Editorial Clie. pág. 1897

Evidencia manuscrita

La posición sobre 1 Juan 5:7-8 del Nuevo Testamento Griego de Nestle-Aland (NA27), y
de las Sociedades Bíblicas Unidas (UBS4) se basa en tres variantes. Las Sociedades
Bíblicas Unidas reflejan su preferencia por la primera variante {A}, significando que es
"casi cierto" que refleje el texto original. La segunda variante es una versión griega más
larga, encontrada en solo cuatro manuscritos, pero también en los márgenes de otros tres y
en algunas lecturas minoritarias de leccionarios. Todos los demás centenares de
manuscritos griegos que contienen a 1 Juan, apoyan a la primera variante. La tercera
variante solo se encuentra en latín, en una clase de manuscritos de La Vulgata y en tres
trabajos patrísticos. Las otras dos vertientes de la Vulgata omiten la coma, así como
también más de un docena de los llamados Padres de la Iglesia que citan aquellos versos.
La variante latina es considerada una glosa trinitaria explicativa, proveniente de la segunda
variante griega.

Sin la coma joánica


«μαρτυροῦντες τὸ πνεῦμα καὶ τὸ ὕδωρ καὶ τὸ αἷμα» [«Testigos, el Espíritu, y el agua, y la
sangre»].
Evidenciada en: Códice Sinaítico, Códice Alejandrino, Códice Vaticano; en otros códices
unciales 048, 049, 056, 0142; en los textos con minúsculas 33, 81, 88, 104, y otros
minúsculos como el Texto mayoritario bizantino; la mayoría de Leccionarios, en particular
el Menologion, o Leccionario 598; en latín antiguo (Códice vercellensis IV, y Códice
schlettstadtensis VII/VIII), Vulgata (John Wordsworth and Henry Julian White edition and
the Stuttgart), siríaca, cóptica (sahídica y bohaírica), y otras traducciones; Ireneo (fallecido
en 202), Clemente de Alejandría (fallecido en 215), Tertuliano (fallecido en 220), Hipólito
de Roma (fallecido en 235), Orígenes (fallecido en 254), Cipriano (fallecido en 258), y
otras citas de los llamados Padres de la Iglesia.
La coma en griego
No se encuentra en ningún leccionario. Se evidencia en el Minúsculo 61 (Códice
montfortiano, c. 1520), 629 (Códice ottoboniano, siglo XIV o XV), 918 (siglo XVI), 2318
(siglo XVIII).

La coma a los márgenes de manuscritos en griego


Se evidencia al margen del Minúsculo 88 (Códice regis, del siglo XI con la escritura
marginal del siglo XVI), 221 (del siglo X con la nota al margen de los siglos XV o XVI),
429 (del siglo XIV, con la nota al margen del siglo XVI), 636 (siglo XVI); algunas
variantes minoritarias escritas en leccionarios.

La coma en latín
7
Testimonium dicunt [o dant] in terra, spiritus [o: spiritus et] aqua et sanguis, et hi tres
unum sunt in Christo Iesu
8
et tres sunt, qui testimonium dicunt in caelo, pater verbum et spiritus».
7
‘dan testimonio en la tierra, espíritu, agua y sangre, y estos tres son uno en Cristo Jesús 8y
tres que dan testimonio en el cielo, son el padre, la palabra y el espíritu’]

Toda la evidencia de las citas de los siguientes Padres: Clemente en la edición traducida de
la Vulgata; cita seudo augustina en Speculum peccatoris (V), también (con alguna
variación) Prisciliano (fallecido en 385), Líber apologéticus y Fulgentius de Ruspe
(fallecido en 527) respondiendo contra los arrianos.

Erasmo y el Textus Receptus

Erasmo de Róterdam en 1523.


En el siglo XVI, la figura central en la historia de la coma joánica fue el humanista Erasmo
de Róterdam (1466-1536), aunque este texto ya había sido cuestionado anteriormente por el
humanista italiano Lorenzo Valla. Erasmo estuvo trabajando durante años en el proyecto de
compilar los textos griegos y latinos del Nuevo Testamento. En 1512, comenzó su trabajo
para la compilación del Nuevo Testamento en latín. Recogió todos los manuscritos de la
Vulgata que pudo encontrar para crear una edición crítica.[3]

En 1516, fue publicada una segunda edición que contenía la compilación del Nuevo
Testamento en latín y en griego. Esta segunda edición, eventualmente se convirtió en una
importante fuente para la traducción de la Biblia al alemán, efectuada por Martín Lutero.

La coma joánica no apareció en las dos primeras versiones del Textus Receptus. Esta solo
se introdujo hasta la tercera edición publicada en 1522. Su aparición en la tercera edición,
ha sido explicada como el resultado de la presión que la Iglesia católica impuso sobre
Erasmo.

Inicialmente, Erasmo había respondido a las críticas de la jerarquía eclesiástica,


argumentando que él no había podido encontrar dicha cláusula en ningún manuscrito
griego, pero que la añadiría en una futura edición si esta cláusula aparecía, así fuera en un
solo manuscrito griego. Entonces dicho manuscrito fue elaborado en ese mismo momento
por un franciscano, aunque se reclamó que poseía mayor antigüedad, y Erasmo, fiel a su
palabra, agregó la coma en su edición de 1522, pero colocó una larga nota a pie de página
en la que exponía su sospecha de que el manuscrito había sido preparado expresamente
para engañarlo.[cita  requerida]

Esta tercera edición se convirtió en la principal fuente de traducción de la versión de


Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, con lo que la coma joánica fue fijada en aquella
célebre versión bíblica en idioma español. De igual forma, esa tercera edición, sirvió de
base para la traducción a los más importantes idiomas de Europa, y por eso las versiones
bíblicas elaboradas durante los siglos XVI al XIX llegaron a incluir la coma joánica.

Crítica moderna

Las versiones modernas de la Biblia han tomado diferentes posiciones acerca de la coma
joánica. Algunas la han dejado en letra cursiva para reflejar su controvertida autenticidad.
Otras la han omitido por completo por considerarla una añadidura apócrifa, o la han
relegado a una nota a pie de página, explicando las dudas sobre su veracidad.

Se presentan ejemplos de versiones modernas en idioma español, que omiten la coma


joánica.
7
Porque tres son los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres
concuerdan.|La Biblia Textual, Sociedad Bíblica Iberoamericana}}
7
Tres son los que dan testimonio, 8y los tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua y la sangre.
Nueva versión internacional

7
Tres son, pues, los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres coinciden en lo
mismo.

Biblia latinoamericana

7
Pues tres son los que dan testimonio: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres convienen en lo
mismo.

Biblia de Jerusalén

7
Porque tres son los que testifican, 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres se reducen a uno solo.

Nácar-Colunga

7
Tres son los testigos: 8el Espíritu, el agua y la sangre.

Dios habla hoy

7
Hay tres testigos: 8el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo en su testimonio.

Palabra de Dios para todos

7
Y el espíritu da testimonio, porque el espíritu es la verdad. 8Y tres son los testigos: el espíritu, el
agua y la sangre, y los tres concuerdan.

Peshita en español

7
Son tres los que nos enseñan que esto es verdad: 8el Espíritu de Dios, el agua del bautismo, y la
sangre que derramó Jesús al morir en la cruz. Y las tres dicen lo mismo.

Biblia en lenguaje sencillo

7
Sabemos que Jesucristo vino al mundo por medio de agua y de sangre: no solo por medio del
agua, sino por el agua y por la sangre vertida en la cruz. De esto da testimonio el Espíritu Santo, que
es la verdad misma, y de ese modo los testigos son tres. 8que concuerdan entre sí: el Espíritu Santo,
el agua y la sangre.

Castillian

7
οτι (porque) τρεις (tres) εισιν (son) οι (los) μαρτυρουντες (dando testimonio). 8 το (el) πνευμα
(espíritu) και (y) το (el) υδωρ (agua) και (y) το (la) αιμα (sangre) και (y) οι (los) τρεις (tres) εις
(hacia dentro) το (el) εν (uno) εισιν (son).

Interlineal griego-español (programa E-Sword)


7
Porque hay tres que dan testimonio: 8el espíritu y el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.

Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (de los testigos de Jehová)

Evidencia interna

Las diferentes corrientes teológicas cristianas están de acuerdo en que uno de los mensajes
principales del capítulo 5 de la Primera Epístola de Juan, es que Jesús es el Cristo, el Hijo
de Dios.

Así, inmerso dentro de ese contexto, lo que transmite 1 Juan 5:7-8, es que los creyentes
tienen un testimonio triple de que Jesús es el Hijo de Dios, y ese testimonio ha sido dado
(1) por el Espíritu Santo (2) por el testimonio que fue dado en el bautismo de Cristo (o
testimonio del agua) y (3) por el testimonio que fue dado cuando Jesús derramó su sangre
en la cruz (o testimonio de la sangre).

De la victoria por la fe en el Hijo de Dios, pasa Juan ahora a describir las credenciales que nos
atestiguan la verdad sobre la persona y la obra de Jesucristo. Tenemos en los versículos: 1) Lo
testificado (v. 6a); 2) Los testificantes (vv. 6b-8); 3) La garantía del testimonio (vv. 9, 10); y 4) La
consecuencia de la aceptación del testimonio (vv. 11, 12). La primera parte del versículo 6, donde
se halla el contenido de lo que Juan testifica, no se puede entender si no se recuerda la enseñanza de
los gnósticos sobre la persona y la obra de Cristo. Según ellos, el Cristo celestial vino sobre el
Hombre-Jesús después de ser este bautizado en el Jordán, y le abandonó antes de que padeciera la
muerte en la Cruz. A esto resonde Juan: (A) "Este es el que vino a través de agua y sangre,
Jesucristo" (lit.) Es decir, Jesús era ya el Cristo antes de ser bautizado, pues el Cristo vino a través
de agua, siguió siendo el Cristo cuando murió en la Cruz, pues pasó a través de sangre. (B) Insiste
en la segunda frase del mismo versículo 6, en que no solo (vino) en el agua (del bautismo), sino en
el agua (del bautismo) y en la sangre (de la Cruz). Viene a decir en estas frases que el Cristo (¡El
Mesías!) se hallaba ya en el agua del Jordán, cuando Jesús estaba siendo bautizado, y en la sangre
de su sacrificio, cuando fue crucificado.

Comentario bíblico de Matthew Henry, traducido y adaptado al castellano por Francisco Lacueva.
Editorial Clie. pág. 1897

En definitiva, de forma ya comúnmente aceptada entre la mayoría de estudiosos de


múltiples corrientes y tendencias, se considera que la inserción de la coma joánica en el
texto de 1 Juan 5:7-8 es un texto añadido posteriormente a la redacción original de la
epístola de Juan.

Referencias

1. Jump up ↑ Biblia de Jerusalén. Bilbao: Club Internacional del Libro, 1988. Tomo III,
pág. 1756.
2. Jump up ↑ Según el profesor Daniel B. Wallace, del Seminario de Teología de
Dallas:

Aparentemente la glosa surgió cuando se entendió que el pasaje original se refería simbólicamente a
la Trinidad (por la mención de los tres que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre), una
interpretación que al principio podría haber sido escrita como una nota marginal, pero que más tarde
fue incorporada al texto.

Wallace, bible.org «The comma johanneum and Cyprian»)

3. Jump up ↑ Jaroslav Pelikan: Historia de la Biblia. Barcelona: Kairós, 2008, págs.


194-98.

La “Coma Joánica” (1 Juan 5:7) y su


AUTENTICIDAD / VERACIDAD
La “Coma Joánica” (1 Juan 5:7) y su AUTENTICIDAD / VERACIDAD

Algunos consideran falso el versículo 7 del capítulo 5 de la Primera epístola universal de Juan que dice asi :

“Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y
estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra” (I Juan 5:7)

Argumentando que debería recitar solamente de esta manera: “Porque tres son los que dan testimonio.”
Se sostiene que la frase “entre comas” donde se menciona al Padre, al Verbo y al Espíritu Santo, es una
“interpolación romanista del siglo VII con el ánimo de otorgar una pseudo prueba bíblica de la
doctrina de la Trinidad.”

Los mismos estudiosos dicen también que no está presente en los manuscritos más antiguos en griego, ni en la
Vulgata Latina original, sino en una versión más tardía, y de la cual pasó al Textus Receptus elaborado por
Erasmo de Rotterdam en el siglo XVI. Se dice también que en los pocos textos donde sí aparece esta supuesta
“adición Trinitaria”, se halla en los márgenes del versículo 7, y no como parte del texto. Finalmente se
argumenta también que no existe ninguna referencia a este versículo en los escritores cristianos de la
antigüedad con la “adición Trinitaria.”

Esta corriente ha tomado tal fuerza a partir del siglo XX, que la impresión de nuevas Biblias en algunos casos
como la Biblia de Jerusalén, la omiten por completo, y en las versiones protestantes de estudio viene en letra
cursiva. Esta teoría modernista y liberal no es más que una manipulación masónica proveniente de la
Edad Media, para destruir la credibilidad en la Santa Escritura, despojándola de su Inerrancia
e Infalibilidad.

A través de esta ARTIMAÑA SATÁNICA, se pretende exponer a la Biblia como un producto de origen humano,
susceptible a errores y manipulaciones, rindiéndola totalmente a algo inconfiable, ya que si un error tal se
puede filtrar en el texto bíblico por tantos siglos, de seguro debería tener otros errores mas aun no percibidos.
De hecho muchos argumentan sobre otras partes de la Biblia, del Nuevo y Antiguo Testamento , ser “adiciones
espúreas”, como el caso de Marcos 16, del 9 al 20, rindiendo al Evangelio de Marcos a un libro incompleto, y
por ende inválido en su totalidad.

Que respondemos?

Frente a esta TRETA y TRABAJO DIABÓLICO que se enciende más aun en estos tiempos de apostasía y tibiez,
se deben tomar en cuenta estos otros hechos que contradicen y echan por tierra dicha deshonesta triquiñuela,
entre estos:

1 – NO ES CIERTO que todos los manuscritos griegos antiguos carecen de este pasaje. Los manuscritos Omega
110, #61, #88, #177, #221, #429, Ottobonianus #629, #634, # 635, #636, #918 y #2318, contemporáneos a
estos SÍ LO CONTIENEN.

2 – La razón del porqué en algunos manuscritos se halla escrito al margen del texto, es porque los copistas que
así lo hicieron, lo hicieron corrigiendo los textos parcialmente recibidos de acuerdo a la versión original que
ellos sabían ser correcta, y de las cuales estos textos carecían. Si hubiesen sido “adiciones al texto original”,
hubiese sido una acción altamente temeraria y que habría atraído una condenación inmediata y abrumadora
sobre ellos. Algo poco probable en estos días, mucho menos probable en la Edad Media.

3 – El hecho de que se encuentre en algunos manuscritos y otros no, tampoco es evidencia de interpolación.
Entre las copias más antiguas de los Evangelios, en el Códex Sinaíticus y en el Códex Vaticanus, HAY MÁS DE
TRES MIL VARIANTES en sus textos comparados el uno con el otro, solo en los 4 evangelios.

4 – Otras partes de las Escrituras han seguido las versiones menos populares sin ser esto motivo de disputa.
Por ejemplo en las traducciones modernas de Mateo 11:19 donde dice : “La Sabiduría es justificada por sus
hechos”, es sacada de solo tres manuscritos en existencia, cuando todos los demás dicen : “La Sabiduría es
justificada por sus hijos”. SIN EMBARGO NADIE HA ORGANIZADO UNA CAMPAÑA PARA ERRADICAR
ESTE VERSÍCULO COMO SÍ SE HA HECHO CON 1 Juan 5:7.

5 – Hay evidencia de que los Padres de la Iglesia atribuyen la eliminación de dicho versículo a los Nestorianos
del siglo V, como lo atestigua Sócrates Scholasticus en su Historia Eclesiástica, Libro 7, capítulo 32, en el año
485

6 – ES ABOLUTAMENTE UNA FALSEDAD que Jerónimo, el hacedor de la Vúlgata Latina, haya omitido este
pasaje de su versión original porque creía que era farsa o que no existía en su época. Jerónimo mismo en su
“Prólogo a Las Epístolas Canónicas”, explícitamente declara sorprenderse de que este versículo 7 se haya
olvidado o dejado atrás de algunas copias en su tiempo, declarando que ERAN PARTE LEGÍTIMA DE LA
PRIMERA EPÍSTOLA UNIVERSAL DEL APÓSTOL JUAN.

7 – El Teólogo ANGLICANO, Sir Rev. Thomas Scott, en sus estudios de historia cristiana, declara en su
“Commentary on The Holy Bible”, de la Carta de Saint John’s, que esta frase también fue sacada del original
por los escribas arrianos que tomaron el poder en el Oriente durante la persecución en contra de  Atanasio en el
siglo IV.

8 – Al margen de todas las interpolaciones y manipulaciones que los herejes atribuyen al Papado, NÓTESE que
por TRADICIÓN APOSTÓLICA (es decir, por saber que esto es así desde el principio), la Santa Iglesia
Ortodoxa, tiene en su Texto Oficial de las Escrituras 1 Juan 5:7 en su totalidad, REDACTADO de acuerdo NO A
LA VÚLGATA LATINA NI LOS TEXTOS DE ERASMO DE ROTTERDAM, sino a los manuscritos griegos
antiguos de Monte Athos en Grecia.
9 – ES UNA FALSEDAD TOTAL que el Franciscano Fray haya creado el Manuscrito Brittánicus. Este
manuscrito, propiedad en la actualidad de la IGLESIA ANGLICANA, fué estudiado cuidadosamente por los
obispo anglicanos, muy en especial por el High Reverend Archbishop Ussher. El Códex Brittánicus es una copia
hecha de otra copia griega anterior llamada Lincoln Códex. Es más, la forma en que este versículo 7 esta escrito
en Brittánicus, es diferente a la versión de Erasmo de Rotterdam.

10 – Los Valdenses, que cierto o no, clamaban ser una secta con una raíz proveniente del siglo III del
Cristianismo, contenían en sus textos la Comma Johanneum, DE ACUERDO A COPIAS QUE ELLOS DECÍAN
PRESERVAR DE INTERPOLACIONES Y AÑADIDOS PAPALES.

11 – Con respecto a no aparecer en los textos Syriacos: OTRA FALSEDAD. Jacobo de Edessa, cita este texto
PALABRA POR PALABRA en su libro “Sobre los Santos Misterios” en el año 700. Considerese también que
estas iglesias habían estado separadas del resto del cristianismo desde el siglo V.

12 – También forma parte del Texto Oficial de la Iglesia de Armenia, Monophysita y en comunión con la Iglesia
Copta y Etiope, separados de resto del cristianismo desde el siglo V.

13 – Citado por el escritor griego y pagano Athenágorus, frente al Emperador Marcus Aurelius, en el siglo II, en
su epístola “Suplica a favor de los Cristianos”, capítulo 10, donde cita este versículo PALABRA POR PALABRA,
explicando lo inofensivo de la Fe Cristiana al Emperador Romano.

14 – San Cypriano cita el versículo PALABRA POR PALABRA en su libro “Sobre la Unidad de la Iglesia
Universal”, capítulo 6, en el año 250.

15- Es citado por Edacius Clarus de España PALABRA POR PALABRA en el año 350 según el historiador
francés Jaques Paul Migne en su Historia Patrística Latina, volumen 62., y de quien saco este manuscrito
Priscillian, al cual acusan los modalistas FALSAMENTE, de haber “inventado la Comma”.

16 – Mencionado PALABRA POR PALABRA por Virgilius Tapensies de Nor-Africa, en el año 490, en su
tratado “Sobre La Trinidad”.

17 – Mencionado por San Agustín en el año 390, en su libro “Contra Maximinum”, libro II, capitulo 22.

18 – Aludida por Gregorio de Nazianzus, el siglo IV, en su libro “El Quinto Punto Theologico: Sobre el Espiritu
Santo”, Oratio #32.

Existen muchos críticos textuales que rechazan la autenticidad de este versículo. Como en muchos de sus
argumentos se carecen de evidencia bíblica. ¿Existe este versículo en los manuscritos existentes? La respuesta
es enfáticamente sí.

Los Manuscritos Existentes Contienen 1 Juan 5:7

D.A. Carson declara que existen solamente cuatro manuscritos que contienen el versículo, pero el está
equivocado. Aun el N.T. de las Sociedades Bíblicas Unidas (Texto Crítico) cita seis manuscritos (61, 88mg,
429mg, 629, 636mg, y 918). Dr. D.A. Waite cita más evidencia en los manuscritos y los padres (61, 88mg, 629,
634mg, 636mg, omega 110, 429mg, 221, y 2318); dos leccionarios (60, 173); y cuatro padres antiguos
(Tertuliano, Cipriano, Agustín, y Jerónimo) [1Juan 5:7, The Dean Burgon News 5, 1979].

Las Grandes Versiones de la Biblia Contienen 1 Juan 5:7

Este versículo se encuentra en la traducción de la Biblia Latín Antigua que fue traducida directamente del
griego en el año 150 d. de J.C. También se encuentra en las Biblias Latín Africana y Europea. Además se
encuentra en las traducciones en Inglés: Wycliffe (1380); Tyndale (1525); Coverdale (1535); Matthew (1537);
Taverner (1539); Great (1539); Geneva NT (1557); Bishop (1568) y King James (1611). Este versículo fue sacado
primeramente en la Revisión Inglesa de 1881 (basado en el Texto Crítico de Wescott y Hort).

La Gramática del Pasaje Exige que el Versículo 7 Esté en el Pasaje


Si se omite este versículo entonces se crearían varias complicaciones gramaticales. Un erudito, Robert Lewis
Dabney de hace dos siglos es un hombre que defendió arduamente y cabalmente la necesidad de mantener este
versículo por la gramática del pasaje.

Su argumento se resume así:

1) Las palabras “Espíritu”, “agua” y “sangre” son todas palabras en el género neutro, pero son tratadas como
masculinos en el versículo 8. Si se omite el versículo 7 entonces no tiene sentido, pero si se retiene se justifica
perfectamente por la regla de sintaxis en el griego que dice que los sustantivos masculinos gobiernan el género
en el siguiente versículo debido al principio de atracción de poder. Entonces los sustantivos masculinos “Padre”
y “Verbo” en el versículo 7 gobiernan el género del siguiente versículo por el principio de atracción de poder.

2) Si estas palabras son omitidas, entonces el versículo 8 vendría después del versículo 6 y daría una repetición
torpe y sin significado del testimonio del Espíritu dos veces en seguida.

3) Si las palabras son omitidas, entonces la conclusión del versículo 8 “to hen” “en uno” [nota:
lamentablemente no aparecen en la RV 60 por seguir el texto crítico] sería sin sentido. Si mantiene el versículo
7 en el pasaje, entonces ese “uno” del versículo 8 tendría antecedente. ¿Quién es ese uno a que estas tres
concuerdan? Si omite el versículo 7 entonces ese “uno” no aparece, no tiene antecedente.

4) Juan ha afirmado en el versículo 6 que la fe es el vínculo de nuestra vida espiritual y victoria sobre el
mundo.

Esta fe debería tener un fundamento sólido, y la verdad a que esta fe debe ser asegurada es la Deidad de Cristo.
La única fe que regenera el alma y vence al mundo es la creencia que Jesús es el Hijo de Dios, que Dios ha
hecho Jesús nuestra vida, y que esa vida está en el verdadero Dios.

El poder de esta fe viene:

o Primero en el versículo 6, en las palabras del Espíritu Santo hablando por hombres inspirados;
o Segundo, en el versículo 7 las palabras del Padre, el Verbo y el Espíritu afirmando y confirmando por
milagros del parentesco y la unidad de Cristo con el Padre;
o Tercero, en el versículo 8, en la obra del Espíritu Santo aplicando la sangre y el agua que fluye del
costado traspasado de Cristo para nuestra limpieza.
o Cuarto, en el versículo 10, en la consciencia espiritual del creyente mismo, certificándole que se siente
adentro un cambio divino.

Todo es armonioso si aceptamos el versículo 7 como genuino, pero si lo omitimos, el fundamento principal se
carece, y la prueba coronadora que es el poder de nuestra fe (vs. 9) es completamente borrada. (The Doctrinal
Various Readings of the New Testament Greek,” Discussions: Evangelical and Theological, Vol. 1, 1891, p.
350-390 (Edinburgh: Banner of Truth Trust, 1891, reprinted 1967).

La doctrina de la Santisima Trinidad no provienen de este versículo, o algún otro aislado. Es el producto de la
enseñanza Apostolica transmitida por boca de los doce Apóstoles de Cristo y san Pablo a sus sucesores, para ser
enseñada como una Verdad Revelada, que distingue al Cristianismo del Judaismo y es conforme a la
Revelacion completa prometida para estos días por los Profetas de antaño :

o “Porque en verdad les digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes
ven, y no lo vieron; y oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.” (Mat 13:17).

Esta basada también en un estudio completo de las enseñanzas contenidas en todos los libros que conforman
las actuales Escrituras, desde el plural del Creador en Genesis, la connotación de su Santo Nombre “Elohim”,
pasando por el Angel de YHWH, hasta la Encarnación de Cristo.

BIBLIOGRAFÍA COMPLETA

(1) – Peake’s Commentary on the Bible, Eds. M. Black, H.H. Rowley, A.S. Peake, p. 1038
(2) – The Interpreter’s Dictionary of the Bible, Eds. K.R. Crim, G.A. Buttrick, Vol. IV, p. 711

(3) – Ibid., p. 871

(4) – The Eerdmans Bible Dictionary, Ed. A.C. Myers, p.1020

(5) – D.E. Hiebert, The Epistles of John: An Expositional Commentary, p. 27

(6) – C.C. Ryrie, The Ryrie Study Bible: King James Version, Expanded Edition (1994), note on I John 5:7-8.
We should note that Ryrie is in fact in error on this point, as “the spirit, the water, and the blood, and these
three agree in one” appear in all manuscripts containing this passage.

(7) – B. Metzger, Textual Commentary on the Greek New Testament, p. 647

(8) – The Greek New Testament, 4th Edition, Eds. K. Aland, B. Aland, J. Karavidopoulos, and C. Martini

(9) – T. Holland, Crowned With Glory, p. 164

(10) – W.N. Pickering, The Identity of the New Testament Text, p. 51; citing H.C. Hoskier, Codex B and it’s
Allies, Vol. 2, p. 1

(11) – Holland, loc. cit.

(12) – See Burgon, where he states, “The impurity of the Texts exhibited by Codices B and Aleph is not a
matter of opinion, but a matter of fact”, in J. Burgon, The Revision Revised, p. 315; see also Pickering, op. cit.,
pp. 126-9

(13) – Socrates Scholasticus, Ecclesiastical History, Bk. 7, Ch. 32

(14) – Jerome’s original commissioning by Damasus took place around 380 AD, but Jerome did not finish his
revision of the general epistles until around 395-400 AD. Some try to claim that the revision of these epistles
was not the work of Jerome, but instead of some other unnamed reviser, but there is no real evidence that this
is the case, and that position is rejected in this article, as well as by the majority of the relevant scholarship.

(15) – Jerome, Prologue to the Canonical Epistles, from the text of the prologue appended to Codex Fuldensis,
Trans. T. Caldwell.

(16) – Eusebius of Caesarea drafted a creed for the Arian party at the Council of Nicaea in 325 AD, in “which
every term of honor and dignity, except the oneness of substance, was attributed to Our Lord” -

http://www.newadvent.org/cathen/01707c.htm

(17) -  En varias ocasiones San Agustin cita el versiculo 7 como sin la mencion Trinitaria, porque asi lo tenian
la mayoria de las ediciones de su epoca en Africa del Norte, pero el sabia de la existencia anterior de ella, como
tambien lo sabia Jeronimo.

Mencion de esto se puede encontrar en su sermon en el punto 77, donde cita la version sin la Trinidad pero
menciona las Palabras Trinitarias en base a ese verso.

El verso es tambien citado especificamente por su contemporaneo el obispo Cypriano, en el punto 64, sobre la
controversia del Re-bautizo de herejes, y es aceptada por Agustin en todos sus escritos sin refutar el hecho.

Por ultimo, hay una antigua version compilada por San Aguntin en latin “africano”, del Nuevo Testamento
llamada Codex Speculum, donde esta 1Juan 5:7 esta con la mencion Trinitaria Palabra por Palabra, junto con
un fragmento a la Carta a la Iglesia de Laodicea que Pablo menciona en Colosenses 4:16
T. Scott, Commentary on the Holy Bible (1812), note on I John 5:7-8

(18) – Pickering, op. cit., p. 83; the scribal study he references is E.C. Colwell, “Scribal Habits in Early Papyri:
A Study in the Corruption of the Text,” The Bible in Modern Scholarship, Ed. J.P. Hyatt, pp. 370-89, spec. 367-
7.

(19) – From M. Maynard, A History of the Debate Over 1 John 5:7-8, p. 265

(20) – Ibid., p. 252

(21) – B. Metzger, The Text of the New Testament, p. 291

(22) – C. Forster, A New Plea for the Authenticity of the Text of the Three Heavenly Witnesses, p. 126

(23) – A. Clark, The New Testament: A Commentary and Critical Notes, Vol. 6, pp. 928-9

(24) – E.F. Hills, The King James Version Defended, p. 198

(25) – See F.H.A. Scrivener, A Plain Introduction to New Testament Criticism, Vol. 2, pp. 42-3; H.S. Miller,
General Biblical Introduction, p. 236

(26) – Augustine, On Christian Doctrine, Bk. 2, Ch. 15

(27) – M. Maynard, in a presentation to the 13th annual meeting of the Dean Burgon Society in 1991, as cited
in “In Defense of the Johannine Comma”, The Burning Bush, Vol. 3, no. 1, Jan. 1997

(28) – Treatise on Re-Baptism, para. 19

(29) – Ante-Nicene Fathers, Vol. 5, Ed. A.C. Coxe, Anonymous Treatise on Re-Baptism, note #61

(30) – F. Kenyon, The Story of the Bible, p.110

(31) – While there was initial resistance to the introduction of the Vulgate in the Latin West, by the latter part
of the 5th century, the Vulgate had become generally accepted (see, e.g., H. Lusseau and M. Collomb, Manuel
d’Etudes Bibliques, Vol. 1, p. 456). Even Augustine (d. 430) grew to become sympathetic to the revision
towards the end of his life, though he did not use it publicly (see F. Stummer, Einführung in die Lateinische
Bibel: Ein Handbuch für Vorlesungen und Selbstunterricht, p. 126). Hence, while we cannot be absolutely
certain that any citation from this period is taken from Jerome’s Vulgate, its original commissioning by
Damasus, and its increasing popularity toward the end of the 5th and into the 6th centuries increases the
likelihood that the Vulgate was the Latin version used by these early Catholic sources.

(32) – The UBS-3 textual apparatus listed John Cassian (435 AD) as a writer who cited the Comma. I have not
been able to confirm this citation, and UBS-4 has since removed Cassian from its listing.

(33) – Dabney cites this manuscript as a very early Greek witness to the Comma – see Discussions of Robert
Lewis Dabney, “The Doctrinal Various Readings of the New Testament Greek,” Discussions: Evangelical and
Theological, Vol. 1 (1891), p. 381. It first appeared in the Southern Presbyterian Review, April 1871. This
citation seems to arise from a speculated misunderstanding on Dabney’s part relating to some textual citations
from the 19th century philologist Karl Lachmann. While this is the most likely possibility, such an error on
Dabney’s part has not actually been proven, nor has it been adequately explained why a man of his tremendous
erudition should have made such a seemingly simple mistake. The possibility always exists that Dabney was
indeed referring to a Greek manuscript of this great antiquity, one which, for whatever reason, is not generally
known nowadays. Bengel, on his part, lists Wizanbergensis (99) as a Vulgate ms. from the 8th century that
contains the Comma (see J.A. Bengel, E. Bengel, J.C.F. Steudel, and A.R. Faucette, Gnomon of the New
Testament, Vol. 5, p. 136, in the notes). Bengel’s assertion about the words of the Comma that “All the old
versions, as well as Greek MSS, reject them…” has since been shown to be quite false, though we should note
that Bengel’s information is very outdated. Oddly enough, despite his general agreement with the textual
arguments, Bengel still maintained the genuineness of the Comma.

(34) – A.W. Mitchell, The Waldenses: Sketches of the Evangelical Christians of the Valleys of the Piedmont,
pp. 28-9

(35) – W. Gilly, Waldensian Researches, p. 50

(36) – G.S. Faber, An Inquiry into the History and Theology of the Ancient Vallenses and Albigenses, p. 275

(37) – A. Neander, General History of the Christian Religion and Church, Vol. 8, p. 352

(38) – Faber, op. cit., p. 293

(39) – From Jerome, Jerome Against Vigilantius, Ch. 2

(40) – See W. Preger, Beitrage zur Geschichte der Waldesier, pp. 6-8

(41) – Faber, op. cit., pp. 281, 286-7

(42) – C. Neff and H.S. Bender, “Waldenses”, Mennonite Encyclopedia, Vol. 4, p. 876

(43) – E.g., G. Audisio, The Waldensian Dissent, p. 10, quoting Bernard Gui’s statement on the subject from
his De Secta Valdensium

(44) – M. Raynouard, Monumens de la Langue Romane, p. 137

(45) – F. Owen, The Germanic People, p. 114

(46) – P. Allix, Ancient Churches of the Piedmont, p. 37

(47) – M. Jacobus, Roman Catholic and Protestant Bibles Compared, pp. 4, 200

(48) – E.g. Irenaeus, Against Heresies, Bk. 3, Ch. 20.4, note #399 in Ante-Nicene Fathers, Vol. I, Ed. A.C. Coxe,
where Irenaeus’ quotation from Habakkuk differs both from the Hebrew and from the LXX, most nearly
approximating the Old Latin; also see Bk. 4, Ch. 9.2, note #109, where Irenaeus’ quotation of I Cor. 4:4 is
incorporated into Phil. 3:12 in a manner remarkably similar to the ancient Italic ms. St. Germain.

(49) – F. Nolan, Integrity of the Greek Vulgate, pp. xvii-xviii

(50) – J. K. Elliot, “Old Latin MSS in NT Editions,” A Survey of Manuscripts Used in Editions of the Greek New
Testament, p. 280; also A. Merk lists the Tepl among the Old Latin related codices in his critical edition Novum
Testamentum: Graece et Latine

(51) – Maynard, op. cit.

(52) – Maynard, A History of the Debate Over I John 5:7-8, pp. 15-6

(53) – Anton Baumstark, a prominent scholar in the studies of Syriac and Eastern Christianity, observed this
citation in his Ein Syrisches Citat des Comma Johanneum, appearing in the German journal Oriens
Christianus: Hefte für die Kunde des Christlichen Oriens, Part 2 (1902), pp. 440-1, noting its appearance in
Jacob’s On the Holy Mysteries. Brown mentions this citation in his discussion of the evidences for and against
the Comma, attempting in a rather unconvincing manner to downplay its evidentiary value, see The Anchor
Bible: Epistles of John, Ed. R.E. Brown, p. 778
(54) – It is interesting to note that at least one Armenianist observed that the text of the Armenian version in
the general epistles has textual affinities with the Greek Codex Vaticanus (see Lyonnet in M.-J. Lagrange,
Critique Textuelle: La Critique Rationelle, p. 578, as cited by B. Metzger, The Early Versions of the New
Testament: Their Origin, Transmission, and Limitations, p. 168). This presents an interesting question – what
if this is evidence that could suggest that even the Alexandrian text-type bore witness to the Comma, witness
that was eliminated in the main, but preserved here?

(55) – A. Vööbus, Early Versions of the New Testament, p. 206

(56) – The Abingdon Bible Commentary: First John, Ed. B.S. Easton, p. 1357

(57) – K. Künstle, Das Comma Johanneum auf seine Herkunft Untersucht (1905), pp. 45-57

(58) – E.g., T.J. Shahan’s review of Künstle’s monograph in The Catholic University Bulletin, Vol. 12, No. 1
(Jan. 1906), pp. 93-4; W.L. Sullivan, “The Three Heavenly Witnesses,” The New York Review, Vol. 2 (1907), pp.
175-88, esp. 184-5; etc.

(59) – These can be found in E.-Ch. Babut, Priscillien et le Priscillianisme, pp. 267ff; cited by A.E. Brooke, The
International Critical Commentary on the Holy Scriptures Old and New Testaments: A Critical and Exegetical
Commentary on the Johannine Epistles (1912), p. 160; other contemporary scholars who refuted Künstle’s
theory include Eugène Mangenot, Le Comma Johanneum (1907) and Adolf Jülicher, Göttingische Gelehrte
Anzeigen, Vol. 167 (1905), pp. 930-5, both reported by J. Moffatt, An Introduction to the Literature of the New
Testament, p. 586

(60) – Athenagorus, Plea for the Christians, Ch. 10

(61) – Ibid.

(62) – Tertullian, Against Praxeas, Ch. 25

(63) – A. Souter, Tertullian: Against Praxeas, p. 125

(64) – Cyprian, On the Unity of the Catholic Church, Ch. 6

(65) – Cyprian, Epistle 72, To Jubaianus, para. 12

(66) – See Scrivener, op. cit., p. 405; Coxe also notes Scrivener’s position – and the tendency on the part of
critics to contort the evidence to try to deny that Cyprian knew the verse – when he writes, “And Scrivener
decides that ‘it is surely safer and more candid to admit that Cyprian read it in his copies, than to resort to,’ etc.
the usual explainings away.” See Coxe, op. cit., p. 418.

(67) – J. Bennett, The Theology of the Early Christian Church (1855), p. 94

(68) – J.C. Elowsky, Ancient Christian Commentary on Scripture: New Testament, IVa, John 1-10, p. 359, note
# 37

(69) – E. Gallicet, Cipriano di Cartagine: La Chiesa, p. 206, note # 12

(70) – F.A.O. Pieper, Christian Dogmatics, Trans. T. Engelder, Vol. 1, pp. 340-1; emphasis mine

(71) – M.F. Sadler, The General Epistles of Ss. James, Peter, John, and Jude (1895), p. 252, note #1

(72) – J.-P. Migne, Patrilogiae Cursus Completus: Series Latina, Vol. 62, Col. 359

(73) – See John Gill’s Exposition of the Bible, comments on I John 5:7, where he states that Athanasius cites
the verse in his Contr. Arium.
(74) – Forster, op. cit., pp. 48-63

(75) – See D. Martin, The Genuineness of the Text of the First Epistle of Saint John, Chap. v., V. 7, pp. 137-8

(76) – Forster, op. cit., pp. 43-4

(77) – Augustine, Against Maximinium, Bk. 2, Ch. 22.3

(78) – Gregory of Nazianzus, Oration 32, The Fifth Theological Oration, On the Holy Spirit, para. 19

(79) – F.A. Knittel, New Criticisms on the Celebrated Text 1 John v.7, Ed. Trans. W.A. Evanson, p. 208

(80) – Dabney, op. cit., p. 378.

(81) – It should be noted here that some critics of the Comma do not seem to fully understand the Power of
Attraction rule. For instance, see G.G. Thomason, “Scripture, Authentic and Fabricated,” which can be found
online here. Thomason argues (pp. 49-50) that the grammatical arguments against the exclusion of the Comma
are refuted by the presence of the exact same solecism if the Comma is included, whereby the masculine treis…
marturountes en te ge in v. 8 is mismatched with the three neuter earthly witnesses. He either ignores or is
unaware of the fact that the pneuma “attracts” a carried over masculineness (as Dabney and others pointed
out) that allows this second list of three witnesses to then agree in gender with the masculine clause at the
beginning of v. 8. Incidentally, Thomason’s article also perpetuates the discredited “Erasmus’ Promise”
mythology, perhaps giving a hint to the seriousness of his investigations into this issue.

(82) – J.A. Bengel, Gnomon of the New Testament, Vol. 2, p. 808

(83) – See Knittel, op. cit., pp. 206-8; interestingly, Knittel also notes where Gregory Nazianzus dealt with the
grammatical issue.

(84) – F. Nolan, An Inquiry into the Integrity of the Greek Vulgate, or Received Text of the New Testament, pp.
254-61, 564-5

(85) – T.F. Middleton, The Doctrine of the Greek Article Applied to the Criticism and Illustration of the New
Testament, pp. 441-3

“Poned, pues, todo vuestro empeño en afianzaros en doctrina del Señor y de los apóstoles, a fin de que todo
cuanto emprendáis tenga buen fin, así en la carne como en el espíritu, en la fe y en la caridad, EN EL HIJO,
EN EL PADRE Y EN EL ESPÍRITU SANTO, en el principio y en el fin, unidos a vuestro dignísimo obispo, a la
espiritual corona tan dignamente formada por vuestro colegio de presbíteros, y a vuestros diáconos, tan
gratos a Dios. Someteos a vuestro obispo, y también mutuamente unos a otros, así como Jesucristo está
sometido, según la carne, a su Padre, y los apóstoles A CRISTO, AL PADRE Y AL ESPÍRITU, a fin de que
entre vosotros haya unidad tanto corporal como espiritual.” Ignacio de Antioquía a los Magnesios, cap. 6 ó
párrafo XIII

o “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean
con todos vosotros. Amén.” (2 Cor. 13:14)
o “Porque Tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo, y estos tres son Uno.” 1 Jn. 5:7)

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