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Año 1 Volumen 3
DERECHO
PROCESAL PENAL
Actualidad
Área
Penal Derecho
Derecho procesal
procesal penal penal
Contenido
GIOVANNA F. VÉLEZ FERNÁNDEZ: La excepción de naturaleza de juicio: Reflexiones
DOCTRINA PRÁCTICA 250
sobre su tratamiento en el Código Procesal Penal de 2004
BENJI ESPINOZA RAMOS: La exclusión de "prueba inauténtica" en la audiencia de
DOCTRINA PRÁCTICA 260
tutela de derechos
análisis jurispru- RONAL HANCCO LLOCLLE: El tercero civil: Análisis dogmático-procesal de la
dencial
270
oportunidad para su “constitución”
CONSULTA Nº 1: ¿Es procedente el levantamiento del secreto de las comuni-
281
caciones frente a terceras personas?
NOS PREGUNTAN Y
CONTESTAMOS CONSULTA Nº 2: ¿Un Fiscal Superior, que considere cuestionable la conducta
funcional del Fiscal Provincial, puede excluirlo de oficio de la investigación o 282
tiene que existir un requerimiento de uno de los sujetos procesales?
RESEÑA DE La desvinculación judicial de la acusación fiscal (Sentencia del Expediente
JURISPRUDENCIA
283
N° 480-2013)
RESEÑA DE La cadena de custodia en los proceso por acción privada (Casación N°
JURISPRUDENCIA
298
63-2011-Huaura)
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Marco normativo
2. Naturaleza jurídica de la excepción
3. Presupuestos materiales para la procedencia de la excepción
4. Tratamiento jurisprudencial de la excepción
5. Legislación comparada
En efecto, sino estaba prevista la excepción de • Constitución Política del Perú: Artículo 99°
naturaleza de acción, no existía ningún medio • Código Procesal Penal 2004: Artículos 6°,
de defensa técnico que permitiera resolver 7°, 8°, 28°, 29°, 30°, 449°, 450° y 473°.
los casos en los que el hecho denunciado no • Código de Procedimientos Penales 1940:
era delito y evidentemente no era justo ni Artículo 5°
razonable esperar a la conclusión del proce-
so para advertir dicha situación. Es por ello PALABRAS CLAVE
que, los jueces con muy buen criterio como
lo señala Florencio Mixan consideraron que: Excepción de naturaleza de juicio / Debido
“La excepción de naturaleza de juicio procede proceso / Procesos especiales
cuando se abre instrucción por hecho no previsto
en la ley penal como delito”4. Así las cosas, como indica el maestro San
Martín Castro: “La Corte Suprema, pese a los
2 Mediante Decreto Legislativo Nº 126 que entró en reparos de un sector de la doctrina que afirmaba
vigencia el 16 de junio de 1981 se modificaron varios que se rebasaba el texto y sentido de la excepción
artículos del Código de Procedimientos Penales entre de naturaleza de juicio, fijó definitivamente la
ellos el articulo 5º incorporando la excepción de de
naturaleza de acción. doctrina jurisprudencial de que dicha excepción
3 MIXAN MASS, Florencio, Cuestión Previa, Cuestión Preju- puede ser deducida no solamente por la equivo-
dicial, Excepciones en el procedimiento penal, cit., p.233. cada tramitación procesal de la denuncia, sino
4 Parte pertinente de la Ejecutoria Suprema, Año 1945, también por considerar que los hechos imputados
extraída del Código de Procedimientos Penales, p.53; no tienen carácter penal”5.
editado por Fernando Guzmán Ferrer, Lima-Perú,
1982, citado por MIXAN MASS, Florencio, Cuestión
Previa, Cuestión Prejudicial, Excepciones en el procedi- 5 SAN MARTIN CASTRO, Cesar, Derecho Procesal Penal,
miento penal, cit., p.234. Grijley, Lima, 1999, V. I., pp.282-283.
no de las sanciones penales por parte del visto en el artículo doscientos noventa y seis
Ministerio Público. del Código Penal cuyo trámite procesal es el
ordinario, y que si bien posteriormente se
La controversia que se plantea es en rela- amplió instrucción por el delito comprendi-
ción al proceso de ejecución que debe es- do en el artículo doscientos noventa y ocho
tar bajo la conducción del Poder Judicial, del Código Penal, al cual le correspondería
ello en virtud al artículo 29º numeral 4 el trámite sumario, y el Fiscal Superior en
que establece que a los juzgados de inves- su acusación no acusó por el delito previsto
tigación preparatoria les compete: “(…) la en el artículo doscientos noventa y seis, por
ejecución de sentencia”. ello, debe proseguirse la causa por el trá-
Cabe señalar que, si lo que se cuestiona- mite ordinario conforme a lo dispuesto en
ba era la facultad del Ministerio Público el dispositivo legal primigeniamente seña-
para asumir la ejecución de la sentencia, lado. Por estas consideraciones: Declararon
este era un tema que considero podía ha- nulo el auto de fojas sesenta y dos, de fecha
berse resuelto planteando una excepción veinticuatro de junio de dos mil tres, en el
de naturaleza de juicio, pues se trataría extremo que declara fundadas las excepcio-
de un tema vinculado a la competencia y nes de naturaleza de juicio formuladas por
por ende a la vía adecuada para seguir el Abel Wenceslao Velásquez Cuadros y Dora
proceso penal de ejecución. La Casación Torres Zapana y fundada de oficio la ex-
en análisis considera que es de naturaleza cepción de de naturaleza de juicio a
jurisdiccional, sin embargo si bien el ar- favor de Lorenzo Salas Canazas y Eustaquio
tículo 6º literal a del CPP-2004 establece Paredes Alegría, derivada de la instrucción
que la excepción de naturaleza de juicio que se les sigue por el delito contra la salud
es procedente cuando se ha dado al proce- -tráfico ilícito de drogas- y otro, en agravio
so una sustanciación distinta a la prevista en del Estado; dispusieron que el presente pro-
la Ley, el problema sería la oportunidad ceso continúe con el trámite establecido en
para su deducción, pues estaríamos en la el proceso ordinario (…)”.
fase final.
Quizás resulte un poco forzado plantear
esta figura en este caso, sin embargo con- 5. Legislación comparada
sidero que es el medio de defensa técnico
idóneo para evitar que precisamente este En el Código Procesal Penal Chileno no se ha
tipo de situaciones lleguen a la Casación. encontrado una excepción igual a la excep-
ción de naturaleza de juicio contemplada en
Código de Procedimientos Pena- nuestra legislación. Sin embargo, en el artículo
les de 1940 264º de dicho cuerpo normativo en donde se
Resolución N.º 2 encuentran reguladas las excepciones de pre-
Recurso de Nulidad N.º 002196-2003 vio y especial pronunciamiento se establece
Procedencia: Arequipa lo siguiente:
Sala: Sala Penal Permanente de la Cor-
te Suprema. a) Incompetencia del juez de garantía
Delito: Trafico ilicito de drogas y otros b) Litis pendencia
Fecha: 10 de junio de 2004 c) Cosa juzgada
Materia: En este caso el Fiscal Superior
interpuso recurso de nulidad consideran-
d) Falta de autorización para proceder crimi-
do: que, conforme el artículo primero del nalmente, cuando la Constitución o la ley
Decreto Legislativo ciento veinticuatro, en lo exigieren
los casos de concurso de delitos cuando
alguno de ellos sea más grave que los e) Extinción de la responsabilidad penal.
comprendidos en dicha norma, el proce- La primera excepción sería la equivalente a
dimiento seguirá por los trámites del pro- excepción de naturaleza de juicio en nues-
ceso ordinario previstos en el Código de
Procedimientos Penales. tra legislación, toda vez que si el juez de
La Sala consideró que: “(…) revisados los garantía no es el competente entonces no
actuados se advierte que se aperturó proce- se estaría tramitando el proceso en la vía
so por delito de tráfico ilícito de drogas pre- correspondiente.
ENTREGA GRATUITA
PARA LOS SUSCRIPTORES DE
Penal
PENAL • PROCESAL PENAL • PENITENCIARIO • CRIMINOLOGÍA
LA INVESTIGACIÓN
PREPARATORIA
EN EL NUEVO PROCESO PENAL
SOBRE LA OBRA
La investigación preparatoria, que ha sido
interpretada de acuerdo a la jurisprudencia
como una fase compuesta por las Diligen-
cias Preliminares y la Investigación Formali-
zada, se ha ubicado en el escenario dogmá-
tico y operacional como el principal proble-
ma en la aplicación del Código Procesal
Penal 2004, puesto que el número de
sentencias absolutorias que se vienen
presentando, demuestran una deficiencia
en la Fase Intermedia y sobre todo en la de
investigación, en términos de una correcta
recolección de elementos de cargo que
hayan servido para que el Fiscal sostenga
una Acusación ante el Juez penal.
Es por ello que el autor, asumiendo el reto
de descifrar los contornos de la problemáti-
ca, pone a disposición de los Fiscales,
Jueces y Abogados, un desarrollo teórico,
con sus concordancias normativas y
pronunciamientos jurisprudenciales, de las
instituciones procesales, reflejadas en los
roles de los sujetos en la fase investigatoria,
los actos ordinarios y especiales de investi- FICHA TÉCNICA
gación, los plazos de la investigación y su Formato 17 x 24 cm
Formato:
control jurisdiccional. Tapa dura
PRESENTACIÓN
PRESEN
NTACIÓN Cosido y encolado
DE LLUJO
UJO EN Hot Melt
TAPA
TA
APA DURA
Actualidad
DOCTRINA PRÁCTICA
Doctrina práctica
1. Introducción
2. La audiencia de tutela de derechos
2.1. Definición
2.2. Fundamento constitucional de la audiencia de tutela de derechos: La tutela judicial
urgente
2.3. Características
SUMARIO
11 Acuerdo Plenario N° 4-201o. Audiencia de tutela, 16 12 STC. Exp. Nº 6712-2005-HC/TC. Caso Magaly Medina
de noviembre de 2010, Fundamento Jurídico 17. y Ney Guerrero Orellana.
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PARA LOS SUSCRIPTORES DE
Penal
PENAL • PROCESAL PENAL • PENITENCIARIO • CRIMINOLOGÍA
SOBRE LA OBRA
El Código Procesal Penal del 2004 regula
en total 97 audiencias, que de acuerdo a
las normas procesales, así como al Regla-
mento General de Audiencias aprobado
por el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial,
se rigen bajo los principios de imparciali-
dad, publicidad, igualdad de armas,
inmediación, contradicción y concentra-
ción. Ello demanda que los Jueces,
Fiscales y Abogados, que constituyen el
triángulo necesario para que se realice una
audiencia, conozcan la naturaleza de cada
una de ellas, el momento procesal de su
realización y los puntos materia de debate.
Siendo así, esta obra representa una
herramienta importante para todos los
operadores jurídicos que desean conocer
el universo de audiencias que regula el
Código Procesal Penal del 2004, pudiendo
aprender de su lectura el accionar adecua-
do de su papel como sujeto del proceso
penal moderno, a través de las herramien-
tas argumentativas y de ejecución oral que
FICHA TÉCNICA
el autor desarrolla.
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PRESENTACIÓN
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NTACIÓN Cosido y encolado
DE LLUJO
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Actualidad
ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL
Análisis jurisprudencial
El tercero civil
Análisis dogmático-procesal de la oportunidad para su “constitución”
1. Introducción
2. Planteamiento del problema
3. Aspectos generales
4. Concepto
SUMARIO
TEXTO DE LA RESOLUCIÓN
CONSULTA N° 1
César es un funcionario público, al cual se le vincula con actos de corrup-
ción derivados de negocios con la empresa HCN, para acreditar la relación
entre el representante de la empresa HCN y César, el Ministerio Público,
solicita el levantamiento del secreto de las comunicaciones del celular
de César, sin embargo el número telefónico requerido se encuentra a
nombre de un tercero. ¿Es procedente el levantamiento del secreto de
las comunicaciones frente a terceras personas?
En principio, el levantamiento del secreto de tramita (por cuenta del investigado) deter-
las comunicaciones se encuentra regulado en minadas comunicaciones. Lo anteriormente
el artículo de 230° del Código Procesal Penal dicho nos permite. Es en ese sentido que la
de 2004, el cual prescribe que el fiscal podrá medida de levantamiento del secreto de las
solicitar al juez de investigación preparatoria comunicaciones frente a terceras personas
(en el marco de la investigación de un delito es procedente.2
que supere los 4 años de pena privativa de Por lo tanto, en el presente, es procedente la
libertad) la intervención y grabación de la medida requerida por el Ministerio Público;
comunicaciones telefónicas, radiales, o de puesto que el levantamiento del secreto de
otras formas de comunicación, rigiendo lo las comunicaciones, permitirá, a través del
dispuesto por el artículo 226° numeral 41 CPP. conocimiento del historial de comunica-
Asimismo dicho artículo señala en el inci- ciones, las veces que se han contacto César
so 2 que la medida de levantamiento de (funcionario público) y el Representante de
secreto de las comunicaciones puede ser la Empresa HCN.
dirigida contra el investigado o contra un
tercero. Respecto a la dación de la medida Fundamento legal:
en contra de estos últimos, es necesario
mencionar que la medida opera cuando Código Procesal Penal: Artículos 230° y
se tiene certeza que dicho sujeto recibe o 231°.
CONSULTA N° 2
Durante del desarrollo de las diligencias preliminares, el fiscal superior
López, advierte irregularidades en el desarrollo de la investigación a
cargo del fiscal provincial Martínez, por lo que solicita eleve la carpeta
fiscal, luego de su revisión decide excluir al fiscal provincial y nombrar
a otro que prosiga la investigación. ¿Un Fiscal Superior, que considere
cuestionable la conducta funcional del fiscal provincial, puede excluirlo
de oficio de la investigación o tiene que existir un requerimiento de uno
de los sujetos procesales?
Cabe señalar que a partir de un análisis del con el imputado, la víctima, o contra sus
artículo 62° del Código Procesal Penal po- representantes.
demos colegir que el fiscal superior tiene la c) Cuando fueren acreedores o deudores del
potestad de remplazar, de oficio o a pedido imputado, víctima o tercero civil.
del afectado, al fiscal provincial a cargo de
d) Cuando hubieren intervenido anterior-
la investigación en curso. Ello debido a que
mente como Juez o Fiscal en el proceso, o
el fiscal superior ha advertido, de oficio o a
como perito, testigo o abogado de alguna
instancia del afectado, que el fiscal provincial
de las partes o de la víctima.
no cumple adecuadamente con sus funciones
o incurre en irregularidades1. Por otra parte el e) Cuando exista cualquier otra causa, fun-
fiscal superior también podrá retirar al fiscal dada en motivos graves, que afecte su
provincial de la dirección de una investigación imparcialidad.
cuando el provincial se encuentre incurso en las Esta regulación de carácter incidental, guarda
causales de inhibición reguladas en el artículo relación con el principio de jerarquía que
53° del Código Procesal Penal, las cuales son: rigen dentro del desempeño fiscal, el mismo
a) Cuando directa o indirectamente (el que se encuentra regulado en el artículo 5°
fiscal) tuviese interés en el proceso o lo de la LOMP (D.L. 052), en cuanto establece
tuviere su cónyuge, sus parientes dentro que el Ministerio Público es una entidad
del cuarto grado de consanguinidad o jerárquicamente organizada, por lo que las
segundo de afinidad, o sus parientes por ordenes que imparte el Superior, deben ser
adopción o relación de convivencia con acatadas, así de acuerdo al caso propuesto,
alguno de los demás sujetos procesales. el fiscal superior, si puede excluir al provincial
En el caso del cónyuge y del parentesco en tanto que considera que ha desplegado
que de ese vínculo se deriven, subsistirá una conducta inadecuada, emitiendo la
esta causal incluso luego de la anulación, disposición correspondiente motivando su
disolución o cesación de los efectos civi- decisión.
les del matrimonio. De igual manera se Finalmente una vez excluido el fiscal, la norma
tratará, en lo pertinente, cuando se pro- regula que el juez está obligado a admitir la
duce una ruptura definitiva del vínculo intervención del nuevo fiscal designado por
convivencial. el fiscal superior.
b) Cuando tenga amistad notoria, enemistad
manifiesta o un vínculo de compadrazgo Fundamento legal:
Código Procesal Penal: artículo 62°.
Ley Orgánica del Ministerio Público (D.L. N.°
1 SÁNCHEZ VELARDE, Pablo, Código Procesal Penal
Comentado, cit., p. 87.
052): artículo 5°.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Sentencia del Exp.
N° 480-2013
La desvinculación judicial de la
acusación fiscal
NORMAS APLICADAS Código Penal (D. Leg. N.° 635): Arts. 108°-B y 121°-B.
Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024): Art. 285°-A.
CONTEXTO FÁCTICO El 11/07/2013 a las 08:30 horas, el encausado LUIS Á. LAYA ÁNGELES sorprendió con
un cuchillo a MARCELINA V. BARRETO ACHULLI quien se encontraba caminando en
el distrito de Villa el Salvador; amenazándola de muerte la llevó a la fuerza hacia su
domicilio, haciendo entrar con violencia y una vez dentro cerró la puerta y empezó
a propinarle patadas a la agraviada en diversas partes del cuerpo y al querer huir
la agraviada este empezó atacarla con el cuchillo llegando a hacerle un corte en el
parpado derecho, lo que produjo sangrado.
EXTREMOS DE LA PRE- El Ministerio Público acusa a LUIS Á. LAYA ÁNGELES, con la presunta comisión del delito
TENSIÓN de feminicidio en grado de tentativa, en agravio de MARCELINA V. BARRETO ACHULLI.
CRITERIOS DE LA SALA La desvinculación del órgano jurisdiccional respecto de la acusación requiere la concu-
SUPERIOR: rrencia conjunta de 4 requisitos: a) Homogeneidad del bien jurídico.- Esto es, que
la nueva calificación legal a realizar no se salga del rubro de tipicidad que informa el
bien jurídico; b) Inmutabilidad de los hechos y de las pruebas.- El Magistrado no
podrá variar los hechos ni invocar otros ni valorar pruebas no propuestas ni evaluadas
judicialmente para proceder a la recalificación; c) Preservación del derecho de
defensa.- Este requisito implica que las partes involucradas hayan tenido la opor-
tunidad de presentar acusación o defensa, sobre todo esta última, en función a la
nueva calificación legal postulada en sede judicial y que ingresará al discurso múltiple;
d) Coherencia entre elementos fácticos y normativos para realizar la correcta
adecuación al tipo.- Es decir, dato fáctico, o léase el supuesto de hecho ilícito, debe
resultar perfectamente asimilable (subsumible) en las exigencias de tipificación de la
nueva figura delictiva postulada, de forma que supere la incorrecta calificación anterior.
TEXTO DE SENTENCIA
SENTENCIA
VISTOS y OIDOS: En audiencia pública de la causa seguida contra: LUIS ÁNGEL LAYA ÁN-
GELES (REO CARCEL)1; como presunto autor del delito contra la Vida el Cuerpo y la Salud
–FEMINICIDIO EN GRADO DE TENTATIVA - en agravio de Marcelina Verónica Barreto
Achulli.
RESULTA DE AUTOS:
A mérito del Atestado S/ N° DIVISION TERRITORIAL SUR 2 CLVD- SEINCRI-MP, obrante de fo-
lios 02 a 33, el Representante del Ministerio Público formalizó su correspondiente denuncia,
obrante de folios 34 a 36, dando lugar a la resolución de fecha 12 de Julio del 2013, obrante
de folios 38 a 42, mediante la cual se abre instrucción en contra de LUIS ÁNGEL LAYA ÁN-
GELES como presunto autor del delito contra la Vida el Cuerpo y la Salud –FEMINICIDIO EN
GRADO DE TENTATIVA - en agravio de Marcelina Verónica Barreto Achulli, dictándole
mandato de detención; tramitada la causa conforme a su naturaleza y vencido el plazo de
instrucción con los informes finales respectivos, obrante de folios 108 a 110, se elevaron los
actuados al Superior Jerárquico y remitidos a la Fiscalía, el Fiscal Superior emitió su acusación
escrita, obrante de folios 122 a 129, y la Sala emite el Auto Superior de Enjuiciamiento por
resolución de fecha 23 de Junio del 2014, obrante de folios 146 a 148, señalándose fecha
para la realización del acto oral, el mismo que iniciado la audiencia en la forma como apare-
cen en las actas que anteceden, así habiendo la representante del Ministerio Público expuesto
oralmente su acusación se puso a conocimiento del acusado los alcances de la Ley 28122,
quien luego de consultar con su abogado defensor no acepto la invitación de acogerse a los
alcances de dicha norma, por lo que se continuó con el juicio conforme a su naturaleza, para
que luego de examinado al acusado, actuado los medios probatorios admitidos y oralizados
las piezas, se procedió a la requisitoria oral, alegatos y última palabra del acusado, quedando
la causa en estado de sentenciarse, y valorando las pruebas de acuerdo a la sana crítica se pasa
a deliberar y emitir la correspondiente sentencia, y;
CONSIDERANDO
I. IMPUTACIÓN FÁCTICA
Se incrimina al encausado LUIS ÁNGEL LAYA ÁNGELES, que el día once de julio del año dos
mil trece, siendo aproximadamente las 08:30 horas, en circunstancias en que la agraviada
Marcelina Verónica Barreto Achulli se encontraba caminando por el grupo 8 sector 1 en el Dis-
trito de Villa el Salvador, luego de haber dejado en el colegio a sus hijos, fue sorprendida por
el denunciado Luis Ángel Laya Ángeles quien la cogió del cuello y poniéndole un cuchillo
por la parte posterior, a la altura de su cintura, y amenazándola de muerte la llevo a la fuerza
hacia su domicilio, haciendo entrar con violencia y una vez dentro cerro la puerta y empezó
a propinarle patadas a la agraviada en el vientre y en diversas partes del cuerpo y al querer
huir la agraviada este empezó atacarla con el cuchillo que portaba en la mano, tratando de
1 Documento Nacional de Identidad número cero siete ocho uno seis siete ocho tres, natural de Lima, haber nacido
el veintiuno de abril de mil novecientos sesenta y tres; hijo de Don Ángel y Doña Nelda, de estado civil soltero
– conviviente, con hijos, grado de instrucción cuarto de secundaria, refiriendo dedicarse a ser cobrador de micro
antes de su detención, ganando cincuenta soles semanales, presenta diversas cicatrices de aproximadamente un
centímetro por diversas partes del rostro, refiere que le dicen “Viejo” domiciliado en Sector 1 Grupo 26 Manzana F
Lote 14- Distrito de Villa el Salvador, Refiere no tener antecedentes, sin embargo indica haber tenido un problema
por estafa
y el acta de Recepción y después puso a disposición del instructor los actuados para que
investigue la causa.
2.1.5. En cuanto al examen del testigo MANUEL FELIPE ARANGO ZAVALA, llevado a
cabo en la audiencia de juicio oral el 05 de Agosto del 2014: precisó, ser efectivo
policial, que no conoce al acusado que su participación fue instruir el atestado, habiendo
recepcionado el parte policial y el acta de recepción de cuchillo; asimismo preciso que
el acusado tiene antecedentes por violencia familiar, además manifestó que el día de
los hechos cuando el acusado fue conducido a la comisaria estaba en estado etílico.
2.2. DE LA PRUEBA INCORPORADA AL JUICIO VÍA PROCEDIMIENTO DE ORALIZACIÓN:
Junto a la prueba actuada en el proceso, también ha ocurrido la incorporación de material válido
al acervo probatorio vía el mecanismo de la oralización (o glose de piezas: procedimiento de
lectura de documentales) conforme lo estipula el Artículo 262º del Código de Procedimien-
tos Penales2. La discusión ilustrativa y copiosa que esa oralización generó que se encuentre
consignada en las actas correspondientes. En lo que a continuación sigue, enunciamos cuál
es aquella prueba incorporada:
a) El Certificado Médico Legal de fojas 20
b) La toma fotográfica de fojas 26
c) El acta de recepción de fojas 28
d) La declaración de Clorilde Santillán Berlanga, de fojas 60 a 61
e) Acta de Registro Personal de fojas 30
f) Dictamen Pericial de Biología Forense de fojas 54
g) Dictamen Pericial de Química Forense de fojas 58
La pena privativa de libertad será no menor de veinticinco años, cuando concurran cualquiera de las
circunstancias agravantes previstas en los numerales 1, 2, 3 y 4 del artículo 108.
Si la víctima del delito descrito es o ha sido la cónyuge o la conviviente del autor, o estuvo ligada
a él por una relación análoga el delito tendrá el nombre de feminicidio.”. (Subrayado y resaltado
nuestro).
3.2. El hecho descrito por el Ministerio Público en su escrito de acusación, que ha sido materia
del auto de enjuiciamiento y de los debates orales por el órgano jurisdiccional, versa que el
acusado LUIS ÁNGEL LAYA ÁNGELES, ha intentado terminar con la vida de su ex-conviviente,
actuando violentamente; hecho ocurrido aproximadamente a las 8:30 horas del 11 de julio del
año 2013, cuando el acusado la cogió del cuello y poniéndole un cuchillo por la parte poste-
rior, a la altura de su cintura, y amenazándola de muerte condujo a la fuerza a su domicilio,
haciéndola entrar con violencia y cerrando la puerta empezó a propinarle golpes de puño en
el rostro y patadas en diversas partes del cuerpo, y al querer huir la agraviada éste empezó a
atacarla con el cuchillo que portaba en la mano, y ante la resistencia logró inferirle un corte
en el rostro -Al costado del ojo izquierdo- que le produjo el sangrado, por lo que el encausado
a ver ello, se asustó, circunstancia que fue aprovechada por la agraviada para empujarlo y
así huir del lugar corriendo hacia el exterior.
3.3. Que de la revisión y análisis de los actuados, es de verse que el hecho punible imputado por
el Fiscal en su acusación escrita y materia de los debates orales, no se encuentra debidamente
acreditado en los términos de la acusación. Por cuanto si bien es cierto de los actuados se
encuentra probada que la agraviada Marcelina Verónica Barreto Achulli presenta lesiones las
mismas que se encuentran descritas en el Certificado Médico Legal Nº 007927-VFL, de folios
veinte, en la cual se advierte que la agraviada presenta: “…TUMEFACCIÓN LEVE EN CUERO
CABELLUDO DE REGIÓN PARIETAL ANTERIOR DERECHA, HERIDA CONTUSA ABIERTA DE 1CM.
EN PARPADO SUPERIOR DERECHO, TUMEFACCIÓN LEVE MAS EQUIMOSIS VIOLACEA DIFUSA EN
REGIÓN BIPALPEBRAL DE LADO DERECHO EQUIMOSIS ROJIZAS DIFUSAS EN DORSO DE AMBAS
MANOS…”; concluyéndose que ha sido: “…ocasionado por agente contundente duro…”.
No se advierte animus necandi que ha postulado la Representante del Ministerio Público
por cuanto la acción del acusado no viene guiada por la intención de causar la muerte a la
agraviada, pues no está probado que el acusado tenía una voluntad homicida o únicamente
tenía una intención de mermar la integridad física de la agraviada. Debiendo examinarse la
insistencia o perseverancia en el actuar agresivo como elemento clave en la búsqueda del
ánimo o sentimiento del acusado.
3.4. Apreciándose de los actuados que se cuenta con la sindicación de la agraviada Marcelina
Verónica Barreto Achulli, refiriendo en sus manifestaciones tanto a nivel policial, judicial y
a través del juicio oral el actuar del acusado, sin embargo, también es cierto que refirió que
entre el acusado y ella se realizó un forcejeo, aunado a ello que el acusado se encontraba en
estado de ebriedad no hallándose en poder del acusado el objeto con el cual hubiese podido
causar la muerte a la agraviada.
3.5. Que, es preciso señalar que el Acuerdo Plenario Nº 2-2005/CJ-116- Pleno Jurisdiccional de
las Salas Permanente y Transitoria de la Corte Suprema de Justicia, cuyos párrafos nueve y diez
constituyen precedente vinculante de aplicación para los órganos jurisdiccionales, establece
una serie de reglas de valoración de las declaraciones de coimputados, testigos y agraviados
sobre la base de los siguientes fundamentos: “Tratándose de las declaraciones de un agraviado,
aún cuando sea el único testigo de los hechos, al no regir el antiguo principio jurídico testis unus testis
nullus, tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y, por ende, virtualidad procesal
para enervar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se adviertan razones
objetivas que invaliden sus afirmaciones. Las garantías de certeza serían las siguientes: a) Ausencia
de incredibilidad subjetiva. Es decir, que no existan relaciones entre el agraviado e imputado basadas
en el odio, resentimientos, enemistad u otras que puedan incidir en la parcialidad de la deposición,
que por ende le nieguen aptitud para generar certeza; b) Verosimilitud; que no sólo incide en la
coherencia y solidez de la propia declaración, sino que debe estar rodeada de ciertas corroboraciones
periféricas, de carácter objetivo que le doten de aptitud probatoria; c) Persistencia en la incriminación,
con las matizaciones que se señalan en el literal c) del párrafo anterior.” En el presente caso se
puede evidenciar que no existe Ausencia de incredibilidad subjetiva ello atendiendo a que
conforme se puede apreciar del punto cuarto del protocolo de pericia Psicológica practicada
a agraviada Marcelina Verónica Barreto Achulli, la misma que en el análisis e Interpretación
de resultados refiere “alberga sentimientos de impotencia frente a la actitud hostil y ofensiva de
su pareja, se siente minimizada por este en su ego femenino.....Hay comportamientos de colopatía
(celos), ya que la peritada está separada de cuerpo y este no acepta su situación, se siente intran-
quila, hay sensaciones de tristeza, además que altera su desempeño laboral ante intromisión de su
pareja e hijos en su trabajo…no evidencia animo conciliador…” de lo que se evidencia que entre
el acusado y la agraviada existe una relación sentimental la misma que ha conllevado que la
agraviada se encuentre en un estado de malestar emocional e intranquilidad.
3.6. El relato incriminador por parte del Ministerio Publico, no está mínimamente corroborado
por otras acreditaciones indiciarias en contra del sindicado que incorporan algún hecho, dato
o circunstancia externa, aún de carácter periférico, que consolida su contenido incriminador,
y dote de este modo a la sindicación de aptitud probatoria con respecto a que el acusado esté
involucrado en el delito de Feminicidio.
3.7. Que, de los actuados en el Juicio Oral, está acreditado que los hechos se produjeron el día
once de julio del año 2013, cuando el acusado LUIS ÁNGEL LAYA ÁNGELES propinó golpes
en diversas partes del cuerpo de la agraviada Marcelina Verónica Barreto Achulli, lesiones que
el acusado acepta haber ocasionado, no utilizando un cuchillo, pero si ocasionado con golpes
de puño; asimismo refiere que la agraviada al momento de coger un palo del interior de su
casa es que también se lastima, habiendo narrado incluso a nivel del juicio oral el acusado en la
sesión de audiencia Nº dos de fecha veintidós de julio del año dos mil catorce que las lesiones,
las ocasiono porque surgió una discusión con la agraviada, asimismo en su manifestación a
nivel policial que obra fojas 10 a 13 la misma que contó con presencia del Representante del
Ministerio Público, refirió que las lesiones que presenta la agraviada fueron realizadas por él,
pero con su mano debido a que su hueso choco e incluso manifiesta que la agraviada producto
de esas lesiones estuvo sangrando, lesiones que han sido acreditadas debidamente con el Reco-
nocimiento Médico practicada por la Médico Legista Clorilde Santillán Berlanga cuya secuela ha
sido corroborada por este Colegiado en la sesión de audiencia de fecha cinco de agosto del 2014
(cicatriz de un centímetro a la altura de la ceja derecha), no habiendo sido evaluada posteriormente
para determinar la desfiguración del rostro, sin embargo por el principio de inmediación y por
tratarse de un hecho notorio, no existe duda, sobre la secuela de las lesiones que efectivamente
presenta en el rostro (parte superior del ojo) de la agraviada y se debe aplicar el artículo 121
–B primer párrafo del Código Penal Vigente al momento de los hechos.
3.8. Que, de los actuados es de verse que el testigo SAN ADRIÁN BARRETO ACHULLI en su
manifestación rendida a nivel de juicio oral, si bien es cierto el día de los hechos no estuvo
presente en el lugar donde se suscitaron los hechos, pero al haber recibido una llamada de
parte de su hermana indicándole lo sucedido y al acudir en su auxilio corrobora las lesiones las
cuales habría sido víctima la agraviada, señalando “tenía un corte en la ceja”, sin embargo no
indica que haya sufrido algún otro tipo de lesión de golpes en alguna otra parte del cuerpo.
3.9. Que de los actuados obra el parte S/ Nº obrante a fojas 31, de la cual se ha determinado
que el acusado ha sido puesto a disposición ante las autoridades policiales el día 11 de julio
del año dos mil trece, por parte de San adrian Barreto Achulli y Luis Alberto Changa Enríquez;
empero no se da cuenta de una detención en flagrante delito, si bien es cierto estas
personas condujeron a la Comisaría al acusado Luis Ángel Laya Ángeles, refiriendo que
esta persona habría causado lesiones con un arma blanca a la persona Marcelina Verónica
Barreto Achulli, a quien le habría causado un corte a la altura de la ceja derecha, con un
cuchillo de aproximadamente treinta centímetros, de este modo se tiene determinado que
el acusado Luis Ángel Laya Ángeles, no ha sido intervenido en flagrante delito, sino por
una intervención de parte de familiares de la agraviada, conforme lo precisó a través de la
inmediación el testigo San Adrian Barreto Achulli cuando concurrió y brindo su declaración
a nivel de Juicio Oral, refiriendo que como en la Comisaría no querían detenerlo después de
haber puesto la denuncia, conjuntamente acompañado de otras persona fue a intervenir al
acusado quien se encontraba en su casa, el mismo que no opuso resistencia lo subieron a un
taxi y lo condujeron a la Comisaría; sin embargo, con ello no se demuestra que el acusado
haya tenido la intención de matar a la agraviada.
3.10. Que, en el caso sometido a revisión, es de verse que después de llevarse a cabo toda una
actividad probatoria, existe una contundencia de pruebas las cuales no generan convicción
de los hechos imputados por el Fiscal en su acusación, en los términos de la acusación, no
habiendo prueba suficiente que demuestre el «deseo de matar» del acusado.
3.11. Que, siendo así las cosas, el hecho descrito por el Ministerio Público en su dictamen fiscal,
en la cual se imputa el delito contra La Vida, el Cuerpo y la Salud - FEMINICIDIO, no se en-
cuentra debidamente acreditada, empero la conducta no deja de ser ilícita y merecedor de
reproche social por haber vulnerado un bien jurídico protegido por nuestro ordenamiento
jurídico penal- La Vida y Salud. De lo que se tiene que al no probarse el delito de FEMINI-
CIDIO por no existir suficientes elementos de juicio que demuestren uno de sus elementos
constitutivos necesarios (animo de quitar la vida), los hechos se encuadran en el tipo penal
de delito contra La Vida, el cuerpo y la Salud en su modalidad de Lesiones agravadas
por violencia Familiar, regulado en el primer párrafo del artículo 121-B del Código Penal
vigente al momento de los hechos.
IV.- LA TESIS DE DESVINCULACIÓN EN EL PRESENTE CASO:
4.1.- Que, en el presente caso los hechos incriminados por el Ministerio Público como delito contra
La Vida el Cuerpo y la Salud – Feminicidio en grado de tentativa no se encuentran probados,
en los términos de la acusación fiscal, y que este Tribunal Superior considera que los hechos
imputados y actuados en los debates orales sí han probado la comisión del delito contra La
Vida el Cuerpo y la Salud - LESONES GRAVES POR VIOLENCIA FAMILIAR, ilícito penal que
es menos gravoso que la anterior calificación postulada por el Ministerio público y donde
no se ha alterado la calificación jurídica, así como se procede de conformidad al “Artículo
285-A.- Sentencia y Acusación. Modificación de la calificación penal. “1. La sentencia
condenatoria no podrá sobrepasar el hecho y las circunstancias fijadas en la acusación y materia del
auto de enjuiciamiento o, en su caso, en la acusación complementaria a que hace referencia el artículo
283. 2. En la condena, no se podrá modificar la calificación jurídica del hecho objeto de
la acusación, salvo que la Sala previamente haya indicado al acusado esta posibilidad
y concedido la oportunidad para defenderse, y siempre que la nueva calificación no
exceda su propia competencia. El acusado tiene derecho a solicitar la suspensión de la
audiencia para preparar su defensa e incluso -si resultara pertinente y necesario- a ofrecer
nuevos medios de prueba. El término de suspensión de la audiencia en ambos casos no
excederá el fijado por el artículo 267. 3. Se procederá de la misma forma si en el debate se
advierten circunstancias modificativas de la responsabilidad penal no incluidas en la acusación, que
aumentan la punibilidad o justifiquen la imposición de una medida de seguridad. 4. En la condena,
la Sala podrá aplicar al hecho objeto de acusación una sanción más grave que la solicitada por el
Fiscal. Esta posibilidad debe motivarse especialmente haciendo mención expresa de los fundamentos
en que se sustenta”. (Artículo incorporado por el Artículo 2 del Decreto Legislativo N°
959, publicado el 17-08-2004.) Y el Acuerdo Plenario Nº 4-2007/CJ-116 conforme a lo
estipulado en el apartado doce “Si bien es posible que el Tribunal dicte una sentencia apartándose
de los exactos términos de la acusación, esa posibilidad requiere del cumplimiento de determinados
requisitos. La norma procesal últimamente invocada impone al Tribunal que de oficio plantee la tesis
de desvinculación en los dos supuestos habilitados: nueva tipificación e incorporación de circuns-
tancias agravantes. Es evidente que no hará falta el planteamiento de la tesis cuando el acusado, por
ejemplo, en su resistencia incorporó una distinta calificación jurídica de los hechos acusados –como
argumento principal, alternativo o secundario-, ya sea expresa o implícitamente, es decir, en este
último caso, cuando sin proponerlo puntualmente es evidente que incorporó ese planteamiento en
su estrategia defensiva. En este supuesto no existe problema alguno con el principio acusatorio y la
decisión del Tribunal, debidamente motivada, por una u otra opción jurídica respetará igualmente
el principio de contradicción y el derecho de defensa. Tratándose del supuesto de modificación de
la calificación jurídica, y aún cuando no se ha planteado la tesis, es posible una desvinculación en los
casos de manifiesto error, de evidencia de la opción jurídica correcta, fácilmente constatable por la
defensa, de tal modo que por lo obvio o semejanza de la opción asumida no se produce un supuesto
de indefensión, en tanto que todos los puntos de la sentencia pudieron ser debatidos al haber sido
contenidos en la acusación. En estos casos, como regla básica del principio acusatorio, el tipo legal
objeto de condena en relación con el tipo legal materia de acusación ha de ser homogéneo: mismo
hecho histórico subsumible en una figura penal que lesione el mismo bien jurídico protegido [esta
regla expresa una importante limitación al principio”. La tesis de desvinculación se encuentra
indisolublemente unida a los principios de legalidad penal, de instrucción y de la verdad
real, de suerte que cumple similar propósito que el iura novia curia del derecho privado3. Para
tal efecto, la tesis de la desvinculación requiere la concurrencia conjunta de cinco requisitos
indispensable4: a) Homogeneidad del bien jurídico. Esto es, que la nueva calificación legal a
realizar no se salga del rubro de tipicidad que informa el bien jurídico; b) Inmutabilidad de
los hechos y de las pruebas. El Magistrado no podrá varias los hechos ni invocar otros ni va-
lorar pruebas no propuestas ni evaluadas judicialmente para proceder a la recalificación; c)
Preservación del derecho de defensa. Este requisito implica que las partes involucradas hayan
tenido la oportunidad de presentar acusación o defensa, sobre todo esta última, en función
a la nueva calificación legal postulada en sede judicial y que ingresará al discurso múltiple;
d) Coherencia entre elementos fácticos y normativos para realizar la correcta adecuación al tipo. Es
decir, dato fáctico, o léase el supuesto de hecho ilícito, debe resultar perfectamente asimilable
(subsumible) en las exigencias de tipificación de la nueva figura delictiva postulada, de forma
que supere la incorrecta calificación anterior.
V. APLICACIÓN DE LA TEORIA DEL DELITO AL CASO CONCRETO DE LESIONES AGRA-
VADAS POR VIOLENCIA FAMILIAR
5.1. JUICIO DE TIPICIDAD
5.1.1 Descripción típica del delito contra La Vida El Cuerpo y La Salud – Lesiones Graves por
Violencia Familiar, previsto y sancionado en el ilícito penal contemplado en el primer
párrafo del artículo 121 – B del Código Penal vigente, que sanciona: “El que causa
a otro daño grave en el cuerpo o en la salud por violencia familiar será reprimido con
pena privativa de la libertad no menor de cinco ni mayor de diez años y con suspensión
de la patria potestad.
5.1.2 Que, en la presente investigación ya precluída se ha establecido que la agraviada Mar-
celina Barreto Achulli según el Certificado Médico Certificado Médico Legal Nº 007927-
VFL, de folios veinte, en la cual se advierte que la agraviada presenta: “…TUMEFACCIÓN
LEVE EN CUERO CABELLUDO DE REGIÓN PARIETAL ANTERIOR DERECHA, HERIDA CONTUSA
ABIERTA DE 1CM. EN PARPADO SUPERIOR DERECHO, TUMEFACCIÓN LEVE MAS EQUIMOSIS
VIOLACEA DIFUSA EN REGIÓN BIPALPEBRAL DE LADO DERECHO EQUIMOSIS ROJIZAS DI-
FUSAS EN DORSO DE AMBAS MANOS…”; concluyéndose que ha sido: “…ocasionado por
agente contundente duro…”, asimismo se tiene que según la medico Clorinda Santillán
Berlanga en su ratificación del Certificado Médico legal antes descrita obrante a fojas
60 a 61 refiere que “las lesiones descritas especialmente si no tiene un tratamiento médico
adecuado, podrían llevar a un mayor daño al estado de salud de la persona; especialmente las
lesiones descritas en la región ocular derecha, puesto que el ojo es un órgano noble de tejidos
muy delicado por lo cual una herida a ese nivel que no tenga el tratamiento médico puede
llevar a una infección y comprometer la visión de ese ojo”; peligro de muerte tal como lo
prevé el inciso 1 del artículo 121 del Código penal, debe ser actual, serio, efectivo y
no remoto o meramente presumido. El peligro inminente será reconocido por síntomas
objetivamente demostrables y en referencias a las funciones más importantes de la vida
orgánica5. Es decir, sólo aquellas que efectivamente crearon una situación patológica en
la que la probabilidad de ocasionar la muerte es innegable y captable en la realidad6.
El medio empleado por el sujeto ha de ser apto para poner en peligro la vida de la
persona7. Además debemos de señalar que estamos ante un supuesto de un delito de
3 SAN MARTIN CASTRO, César; “Principio de correlación y persecución penal de los delitos violentos en la jurisprudencia
constitucional”, en: Advocatus 7, 2002-II, Pág. 379
4 ROJAS VARGAS, Fidel; Derecho Penal. Estudios fundamentales de la Parte General y Especial, Lima, 2013, Pág. 34
5 SALINAS SICCH, Ramiro; Derecho Penal. Parte Especial, Lima, 2013, Pág. 203
6 ANGELES GONZALES, Fernando/ FRISANCHO APARICIO, Manuel; Código Penal, tomo II, Lima, 1997, Pág. 795. GALVEZ
VILLEGAS, Tomás Aladino / ROJAS LEÓN, Ricardo César; Derecho Penal. Parte Especial, tomo I, Lima, 2011, Pág. 691
7 BRAMONT-ARIAS TORRES, Luis Alberto / GARCIA CANTIZANO, María del Carmen; Manual de Derecho Penal. Parte
Especial, Lima, 2006, Pág. 103
12 Víctor Prado Saldarriaga: Determinación Judicial de la Pena y Acuerdos Plenarios. Pp. 291-292. así, “En un nivel
operativo y práctico la determinación judicial de la pena tiene lugar a través de etapas. Generalmente se alude a
dos etapas secuenciales. En la primera etapa, el Juez debe determinar la pena básica. Esto es verificar el mínimo
y el máximo de pena conminada aplicable al delito”…“En la segunda etapa, el juzgador debe individualizar la
pena concreta, entre el mínimo y el máximo de la pena básica, evaluando, para ello, diferentes circunstancias
como las contenidas en los artículos 46°, 46°A, 46°B y 46°C del Código Penal y que estén presentes en el caso
penal”
13 Ley N° 30076, publicado el 19 de agosto del 2013.
14 Resulta ilustrativo citar a VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe; Derecho Penal. Parte General, Grijley, Primera Reim-
presión, 2006, Pág. 117, cuando sostiene que el “… proporcionalidad no significa equivalencia entre la gravedad
del delito y la pena, sino que el mal que causa la pena es el mínimo posible según el grado de necesidad que
surge de la falta de otros instrumentos de respuesta que no sea la violencia”. Por su parte: CASTILLO ALVA, José
Luis; Principios del Derecho Penal. Parte General, Gaceta Jurídica, 1° edición, 2002, Pág. 294, al comentar sobre
la proporcionalidad de las penas, señala, que “Puede suceder que una pena que no es excesiva sea despropor-
se trata de una facultad de los Jueces el aplicar criterios de racionalidad en las decisiones
que son de su competencia, así lo ha dejado sentada la Constitución Política del Perú, en
el Artículo 200°, último párrafo, que señala expresamente: “Son garantías constituciona-
les: “Cuando se interponen acciones de esta naturaleza en relación con derechos restringidos
o suspendidos, el órgano jurisdiccional competente examina la razonabilidad y la
proporcionalidad del acto restrictivo”. Del sentido literal de la norma pareciere que
el principio se delimita al ámbito de estos supuestos de estado excepción, sin embargo,
conforme a la doctrina jurisprudencial desarrollada por el Tribunal Constitucional 15, este
principio al tener connotación constitucional comprende todo el ámbito del derecho, es
decir, se convierte en el baremo para evaluar si las acciones desplegadas por los poderes
públicos no lesionan los derechos fundamentales y, en caso de que sí lo hagan, estén
fáctica y jurídicamente justificadas.
6.2. FUNDAMENTOS ESPECÍFICOS APLICABLES AL CASO:
6.2.1 En el caso concreto; en primer lugar para proceder a identificar la pena conminada
(mínima y máxima) debemos remitirnos al primer párrafo del artículo 121-Bº, el cual
prevé una pena conminada no menor de cinco ni mayor de diez años de pena privativa
de libertad y suspensión de la patria potestad. Por lo tanto el principio de Legalidad, este
en el parámetro imprescindible (marco mínimo y máximo de la pena).
6.2.2 En segundo momento, para determinar la individualización de la pena concreta,
la cual está determinada por las circunstancias del caso, las que finalmente nos ha de
permitir establecer la pena entre los márgenes señalados precedentemente; siendo que,
las circunstancias se encuentran catalogadas en tres clases, circunstancias comunes o ge-
néricas, circunstancias especiales o específicas y en la última clase están las circunstancias
vinculadas a los elementos típicos accidentales.
A) Respecto a las circunstancias que permiten valorar la gravedad del hecho punible, con-
forme lo precisado, en el presente caso, no hay más agravantes que las propias del tipo
penal.
B) De otro lado, tenemos en consideración que el procesado, conforme a sus antecedentes
penales registra antecedentes por el delito de Falsificación de Documentos habiendo sido
sentencia do a una pena Privativa de la Libertad Condicional de dos años, sin embargo
si bien es cierto presenta un antecedente este no es por el mismo delito materia de la
presente investigación.
C) Por otro lado, debe valorarse las circunstancias atenuantes cualificantes del hecho punible,
que nos permiten reducir la pena concreta hasta por debajo del mínimo legal; en ese
sentido, se advierte, que el acusado ha señalado tanto en su manifestación policial de
folios 10 a 13, así como en su instructiva de folios 43 a 48 y en este Juicio Oral, haberse
encontrado en estado de ebriedad al momento de su intervención; aunado a ello, se
tiene la declaración de la agraviada, quien señaló que el procesado se encontraba en
estado de ebriedad al momento de los hechos (léase pregunta 14 de folios 16). Ahora
cional, ya sea por lenitiva al imponer un castigo muy leve o por no adecuarse a una correcta valoración del bien
jurídico, la dañosidad social, la actitud interna o a las circunstancias”. Asimismo, en el IV Pleno Jurisdiccional Penal
Nacional Chiclayo – 2000, en el considerando Primero, se señala: Por consenso: “El principio de proporcionalidad
de las penas es un límite a la potestad punitiva del Estado que consiste en el juicio de ponderación entre la carga
coactiva de la pena y el fin perseguido por la conminación legal. Tiene que existir una proporcionalidad entre
gravedad del delito (injusto) y la pena. Este principio complementa el principio de culpabilidad, que en sí mismo
no garantiza la necesaria proporción entre delito y pena”.
15 Nuestro Tribunal Constitucional ha definido al principio de proporcionalidad como un principio general del Derecho
expresamente positivizado, cuya satisfacción ha de analizarse en cualquier ámbito del Derecho. En efecto, en nuestro
ordenamiento jurídico, este se halla constitucionalizado en el último párrafo del artículo 200 de la Constitución.
Así, el Tribunal Constitucional encuentra que el fundamento de este principio proviene de la consideración de que
se trata de un principio que “(…) se deriva de la cláusula del Estado de Derecho” que, a decir del Tribunal, exige
concretas exigencias de justicia material que se proyectan a la actuación no solo del legislador, sino de todos los
poderes públicos” (Caso sobre la legislación contra el terrorismo. STC Exp. Nº 0010-2002-AI/TC del 3 de febrero
de 2003, ff. jj. 197-199)
bien, si bien es cierto, que según el dictamen pericial de Química Forense de folios 58,
el dosaje etílico, arroja negativo, también es cierto, que la toma de la muestra al acusado
se realizó a las tres horas con treinta minutos del 12 de julio de 2013, siendo la hora de
los hechos a las quince horas del día once de julio del 2013,; tiempo en el cual se ha
eliminado la presencia del alcohol en la sangre; empero, el estado etílico del acusado al
momento de los hechos le ha provocado perturbación de su conciencia y alteración de
la personalidad de manera relativa, y conforme al artículo 21 del Código Penal, dicho
estado constituye una circunstancia de atenuación, que faculta al juzgador a disminuir
prudencialmente la pena hasta límites inferiores al mínimo legal.
D) Aunado a ello, para determinar la pena a imponerse al encausado, tomamos en cuenta,
de conformidad al artículo 45° del Código Penal, sus condiciones personales; es decir,
se considera su situación laboral (cobrador) al momento de cometer el delito, su gra-
do cultural (cuarto de secundaria), su formación y arraigo social, aunado a la falta de
oportunidades, hayan influenciado para que incurra en el acto delictivo que nos ocupa,
quizás tratando erróneamente de esa manera superar sus carencias económicas y sociales;
por lo que, atendiendo a dichas circunstancias, corresponde atenuar prudencialmente la
sanción a imponérsele al acusado.
E) Finalmente, incidimos en la aplicación del Principio de Proporcionalidad, como razón
Jurídica para disminuir la pena por debajo del mínimo legal, cuando el marco penal en
sí mismo es desproporcionado al delito; esto es, se valora como desproporcionado y/o
excesivo con relación a la culpabilidad por el delito (entendido con injusto y culpabilidad
en sentido estricto), lo que ocurre en el presente caso por las circunstancias del hecho. La
conducta procesal del acusado y la lesión específica del bien jurídico protegido, razones
por las cuales, es permisible reducir la pena por debajo del mínimo legal previsto por la
ley.
16 “El menor capaz de discernimiento responde por los daños y perjuicios que causa”.
17 GIONANA VISINTINI sostiene “(...) el daño, entendido como lesión de los intereses ajenos, debe ser injusto” pp. 3,11)
y el daño injusto constituye una cláusula general a través de la cual el legislador remite al juez “(...) la valoración
y la selección de cuáles han de ser los intereses merecedores de tutela” (p. 9). VISINTINI, Giovanna. Tratado de la
Responsabilidad Civil. Tomo II. 1 ed., Editorial Astrea, Buenos Aires, 1999.
18 En este sentido el Acuerdo Plenario Nº 6-2006/CJ-116 (Asunto: reparación civil y delitos de peligro, Fundamento 8)
señala que el daño civil debe entenderse como aquellos efectos negativos que derivan de la lesión de un interés
protegido, lesión que puede originar consecuencias patrimoniales y no patrimoniales ocasionadas por una concreta
conducta. Los daños no patrimoniales, constituye una circunscrita a la lesión de derechos o legítimos intereses
existenciales- no patrimoniales- tanto de las personas naturales como de las personas jurídicas- se afectan bienes
inmateriales del perjudicado, que no tienen reflejo patrimonial alguno.
19 ASENCIO MELLADO, José María. La acción civil en el proceso penal. El salvataje financiero. Ara Editores, Lima, 2010. p. 29.
20 “Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá fijarlo el Juez con valoración
equitativa”.
aplicarla a los daños extra contractuales- en los cuales autoriza al órgano jurisdiccional
la aplicación del principio general de la equidad21.
7.6. A nuestro criterio la suma que corresponde fijar debe ser proporcional a la magnitud del daño
e institución afectada, considerando que debe fijarse en la suma de DOS MIL NUEVOS SOLES.
21 “La equidad es un principio superior del ordenamiento jurídico que permite a veces hacer primar el valor justicia
sobre el frio texto de la ley”. LÓPEZ HERRERA, Eduardo. Teoría General de la Responsabilidad Civil. Editorial Lexis
Nexis, Buenos Aires, 2006. p. 392.
RESEÑA DE JURISPRUDENCIA
Reseña de jurisprudencia
Casación N.°
63-2011-Huaura
La cadena de custodia en los
proceso por acción privada
NORMAS APLICADAS Código Penal (D. Leg. N.° 635): Arts. 108°-B y 121°-B.
Código de Procedimientos Penales (Ley N.° 9024): Art. 285°-A.
CONTEXTO FÁCTICO Jaime Cirilo Uribe Ochoa, a través del programa televisivo “Cables Noticias Inter-
nacional de Chancay”, emitido desde las 21:30 horas hasta las 22:30 horas del
24/01/2008, vertió expresiones difamatorias en agravio de Ana Aurora Kobashi
Kobashi de Moruya entre las cuales se encuentra la siguiente: “(…) Está proveyendo
actualmente al PRONAA y está dando productos similares de los que dicen intoxican
a los niños, (…) si yo soy un maldito, pues ella será una recontra maldita porque está
vendiéndole prácticamente a una gran parte del país(…)”.
EXTREMOS DE LA PRE- El imputado señala que en el recurso de casación que el procedimiento de cadena de
TENSIÓN custodia alcanza a toda cosa u objeto que ha de servir como medio de prueba en el
Juicio oral, independientemente de su forma de obtención; en en el presente caso, la
grabación de audio y video presentado por la querellante fue ofrecida por ella misma,
si que se diera la cadena de custodia, no habiéndose logrado su autenticación, por
consiguiente debió haber tenido un nivel de inadmisibilidad o de exclusión que no
cumplió el juez de fallo, si la Sala de Apelaciones, debido a que dicha prueba vulnera
sus derechos fundamentales.
TEXTO DE LA CASACIÓN
SENTENCIA CASATORIA
Lima, veinticuatro de abril de dos mil doce.-
VISTOS; en audiencia pública; el recurso de casación para el desarrollo de doctrina juris-
prudencial por la presunta inobservancia de garantías constitucionales de carácter procesal
y falta o manifiesta ilogicidad de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor
interpuesto por el encausado Jaime Cirilo Uribe Ochoa contra la sentencia de vista de fecha
doce de julio de dos mil diez, obrante a fojas ciento ochenta y siete, que en mayoría confirmó
la sentencia de fecha treinta de marzo de dos mil diez, que lo condenó por el delito contra
el Honor, en la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de
Muroya, a un año de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el período
de prueba de seis meses, bajo determinadas reglas de conducta, y fijó en cinco mil nuevos
soles el monto que por concepto de reparación civil deberá abonar a favor de la agraviada,
con lo demás que contiene; interviene como ponente e! señor Juez Supremo José Antonio
Neyra Flores.
ANTECEDENTES
Primero: Que, Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya interpuso querella contra Jaime
Cirilo Uribe Ochoa por el delito contra el Honor, en la modalidad de difamación mediante
medio de comunicación social, conforme se advierte del escrito recepcionado por el Órgano
Jurisdiccional respectivo con fecha veintidós de febrero de dos mil ocho, obrante en copia
certificada a fojas seis.
Segundo: Que, por resolución de fecha dieciocho de abril de dos mil ocho, obrante en copia
certificada a fojas trece, el Juzgado Penal Unipersonal de Huaral resolvió admitir la querella
interpuesta contra Jaime Cirilo Uribe Ochoa, por el delito contra el Honor, en la modalidad de
difamación – previsto en el artículo ciento treinta y dos del Código Penal-, en agravio de Ana
Aurora Kobayashi Kobayashi de Muroya, dándosele el trámite correspondiente.
Tercero: Que, mediante sentencia de fecha quince de octubre de dos mil ocho, obrante en
copia certificada a fojas veinticuatro, se falló: absolviendo a Jaime Cirilo Uribe Ochoa por el
delito contra el Honor, en la modalidad de difamación agravada, en agravio de Ana Aurora
Kobayashi Kobayashi de Muroya.
Cuarto: Que, a mérito de la sentencia de vista de fecha siete de enero de dos mil nueve,
obrante en copia certificada a fojas treinta y siete, se resolvió declarar Nula la sentencia de
fecha quince de octubre de dos mil ocho, disponiéndose la realización de un nuevo Juicio oral
q cargo de otro Magistrado.
Quinto: Que, por resolución de fecha trece de marzo de dos mil nueve, obrante en copia
certificada a fojas cuarenta y dos, el Juzgado Penal Unipersonal Transitorio de Huaral, resuelve
citar a Juicio oral a las partes procesales, luego de lo cual se realizaron las correspondientes
sesiones del Juicio oral.
Sexto: Que, mediante sentencia de fecha seis de mayo de dos mil nueve, obrante en copia
certificada a fojas sesenta y dos, se resolvió absolver a Jaime Cirilo Uribe Ochoa, por el de-
lito contra el Honor, en la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi
Kobayashi de Muroya; y condenó al querellado Jaime Cirilo Uribe Ochoa al pago por respon-
sabilidad civil de cuatro mil novecientos nuevos soles a favor de la querellante Ana Aurora
Kobayashi Kobayashi de Muroya, sin perjuicio de formular las disculpas de los términos uti-
lizados contra la referida Regidora – querellante, por el mismo medio televisivo; asimismo
deberá proceder a efectuar las disculpas públicas en el primer acto público que desarrolle en
su calidad de Alcalde de la Provincia de Huaral.
Sétimo: Que, a mérito de la sentencia de vista de fecha veintisiete de agosto de dos mil nue-
ve, obrante en copia certificada a fojas noventa y nueve, se resolvió declarar Nula la sentencia
de fecha seis de mayo de dos mil nueve, ordenándose la realización de un nuevo Juicio oral.
Octavo: Que, por resolución de fecha trece de noviembre de dos mil nueve, obrante en copia
certificada a fojas ciento dos, el Segundo Juzgado Penal de Investigación Preparatoria de la
Corte Superior de Justicia de Huaura, resuelve citar a Juicio oral a las partes procesales, luego
de lo cual se realizaron las correspondientes sesiones del Juicio oral.
Noveno: Que, mediante sentencia de fecha treinta de marzo de dos mil diez, obrante a fojas
ciento diez, se falló: condenando a Jaime Cirilo Uribe Ochoa, como autor del delito contra
el Honor en la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi Kobayashi de
Muroya, a un año de pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el período de
prueba de seis meses, bajo determinadas reglas de conducta, y fijó en cinco mil nuevos soles
el monto que por concepto de reparación civil deberá pagar a favor de la agraviada.
Décimo: Que, por sentencia de vista de fecha doce de julio de dos mil diez, obrante a fojas
ciento ochenta y siete, se resuelve confirmar la sentencia de fecha treinta de marzo de dos mil
diez, por unanimidad en los extremos que condenó a Jaime Cirilo Uribe Ochoa, por el delito
contra el Honor, en la modalidad de difamación, en agravio de Ana Aurora Kobayashi Koba-
yashi de Muroya, y fijó en cinco mil nuevos soles el monto que por concepto de reparación
civil deberá pagar a favor de la agraviada; y por mayoría el extremo que le impone un año
de |pena privativa de libertad, suspendida en su ejecución por el período de prueba de seis
meses, bajo determinadas reglas de conducta.
Décimo primero: Que, el sentenciado Jaime Cirilo Uribe Ochoa interpuso recurso de casación
contra la sentencia de vista de fecha doce de julio de dos mil diez -ver fojas doscientos
tres-, el mismo que fue declarado improcedente por resolución de fecha dieciocho de agosto
de dos mil diez, obrante a fojas doscientos diecinueve.
Décimo segundo: Que, por resoluciones de fechas veintidós de setiembre y diecisiete de
diciembre de dos mil diez, obrantes a fojas doscientos veintisiete y doscientos treinta y siete,
respectivamente, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia, por mayoría de-
claró fundado el recurso de queja de derecho interpuesto por el causado Jaime Cirilo Uribe
Ochoa contra la resolución de fecha dieciocho de agosto de dos mil diez, que declaró im-
procedente su recurso de casación; habiéndose elevado el cuaderno correspondiente a este
Supremo Tribunal el dieciséis de marzo de dos mil once.
Décimo tercero: Que, cumplido el trámite de traslados a los sujetos procesales por el plazo
de diez días, se emitió la Ejecutoria Suprema de calificación de casación de fecha cuatro de
octubre de dos mil once, que declaró bien concedido el recurso de casación para el desarrollo
de doctrina jurisprudencial, conforme al inciso cuatro del artículo cuatrocientos veintisiete del
Código Procesal Penal, por las causales de presunta inobservancia de algunas de las garantías
constitucionales de carácter procesal o material y por falta o manifiesta ilogicidad de la mo-
tivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor, previstas en los incisos uno y cuatro del
artículo cuatrocientos veintinueve del referido Texto legal, respectivamente.
Décimo cuarto: Que, producida la audiencia de casación, deliberada la causa en secreto y
votada el mismo día, corresponde pronunciar la presente sentencia casatoria que se leerá en
audiencia pública –con las partes que asistan–, conforme a la concordancia de los artículos
cuatrocientos treinta y uno, apartado cuatro, y artículo cuatrocientos veinticinco, inciso cuatro
del Código Procesal Penal, el día tres de mayo de dos mil doce a horas ocho y cuarenta y
cinco de la mañana.
CONSIDERANDOS
Primero: Que, conforme a la Ejecutoria Suprema de fecha cuatro de octubre de dos mil once
-calificación de casación-, obrante a fojas ciento uno del cuadernillo formado en esta
instancia, el motivo de casación admitido está referido al desarrollo de la doctrina jurispruden-
cial respecto a la cadena de custodia y las exigencias que plantea su invocación y si los criterios
para su valoración incluirían la regla de exclusión en caso se vulneren los presupuestos esta-
blecidos en el Reglamento de la Cadena de Custodia de Elementos Materiales, Evidencias y
Administración de Bienes incautados, aprobado mediante resolución número 729-2006-MP-
FN de fecha quince de junio de dos mil y seis, tratándose de un proceso de ejercicio privado
de la acción penal –como lo es la presente investigación judicial–, por la causal
de inobservancia de garantías constitucionales de carácter procesal o material, prevista en el
inciso uno del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal; así como respecto
a la debida motivación respecto a la determinación e individualización de la pena a imponer y
el monto a fijar por concepto de reparación civil, por la causal de falta o manifiesta ilogicidad
de la motivación, cuando el vicio resulte de su propio tenor, prevista en el inciso cuatro del
artículo cuatrocientos veintinueve del aludido Texto procesal penal.
Segundo: Que, se le imputa concretamente al querellado Jaime Cirilo Uribe Ochoa –ex Al-
calde de la Municipalidad Provincial de Huaral–, que a través del programa televisivo Cables
Noticias Internacional de Chancay, emitido desde las veintiún horas con treinta minutos hasta
las veintidós horas con treinta minutos del día veinticuatro de enero de dos
mil ocho, en el medio televisivo del canal cuarenta y seis, TV Cable Internacional, habría
vertido expresiones difamatorias en agravio de la querellante Ana Aurora Kobashi Kobashi de
Muroya (Regidora de la Municipalidad Provincial de Huaral), entre otras la siguiente:
“está proveyendo actualmente al PRONAA y está dando productos similares a los que dicen intoxi-
can a los niños, si yo soy un maldito, pues ella será una recontra maldita porque está vendiéndole
prácticamente a una gran parte del país”.
Tercero: Que, el encausado recurrente al interponer su recurso de casación, obrante en co-
pia certificada a fojas doscientos tres, alega lo siguiente: i) el procedimiento de cadena de
custodia alcanza a toda cosa u objeto que ha de servir como medio de prueba en el Juicio
oral, independientemente de su forma de obtención; en el presente caso, la grabación del
audio y video presentado por la querellante fue ofrecido por ella misma, sin que se diera la
cadena de custodia, no habiéndose logrado su autenticación, por consiguiente, debió haber
tenido un nivel de inadmisibilidad o de exclusión que no cumplió el Juez de Fallo, ni la Sala
de Apelaciones, debido a que dicha prueba vulnera sus derechos fundamentales; ii) en el
presente caso se presentó la evidencia física (video) sin ninguna acta de aseguramiento, ni
confiabilidad, que demuestre que sea él mismo que supuestamente se filmó el día de los
hechos investigados, siendo que dicha evidencia debió ser ingresada por un tercero (el que
realizó la entrevista) quien debió presentar el Master y debió ser interrogado como Órgano de
Prueba, permitiendo el derecho de contradicción, habida cuenta que la fuente de prueba que
contiene el video tuvo que ser contradicha; precisa, que incluso la entrevista fue interna, esto
es, no autorizó su difusión, por eso sostiene que si bien existe un video, ello no prueba que
hubiese sido difundido, lo cual no configuraría el delito de difamación mediante medios de
comunicación masiva, por consiguiente su introducción al proceso debió haber sido garantiza-
do con una cadena de custodia desde la tenencia del bien por parte de la Televisora Telecable
Internacional Canal cuarenta y seis de Chancay, cuyos representantes nunca autenticaron si el
video en cuestión es el mismo que le fue realizado en la fecha de la entrevista interna y sin
lugar a difusión; en consecuencia la querellante ha incumplido la obligación que le impone la
Ley al Fiscal respecto a la cadena de custodia, debido a que el inciso tres del artículo cuatro-
cientos sesenta y dos del Código Procesal Penal, establece que el querellante particular tendrá
las facultades y obligaciones del Ministerio Público, sin perjuicio de poder ser interrogado;
iii) la querellante no explicó de quién recibió el video, ni pudo presentar al que lo filmó, por
tanto, se ha infringido un derecho fundamental de carácter procesal, esto es, el aseguramiento
de la prueba y el derecho a controvertir la misma, sometiendo al interrogatorio o contrain-
terrogatorio al periodista respectivo, hecho que no se pudo realizar vulnerándose todos los
procedimientos, lo cual no permite conceder adecuada tutela judicial, por consiguiente se ha
incurrido en una nulidad de oficio, extremo sobre lo cual la Corte Suprema debe sentar el de-
sarrollo de una adecuada doctrina jurisprudencial; iv) el nuevo procedimiento procesal penal
implica no sólo la conservación de las especies que constituyen la evidencia hasta .su presen-
tación en el Juicio, sino también la introducción de reglas claras y objetivas que garanticen la
corrección de los procedimientos de su levantamiento, sellado, manejo y conservación hasta
la referida etapa, y que consideren el factor responsabilidad de los funcionarios policiales que
intervengan en ellos. Los procedimientos indebidos debieran acarrear como consecuencia la
exclusión de esa evidencia del procedimiento o la privación de su valor probatorio, por falta
de certeza sobre cualquier conclusión que pudiera derivarse de la misma, de lo que se trata es
de entregar elementos al Juez para que en su razonamiento sobre la valoración de la prueba
deseche la prueba rendida por la contraparte, en atención a su falta de veracidad, autentici-
dad o integridad; por consiguiente, en el presente caso, la valoración del video sin cadena de
custodia, sin autenticación, sin contradicción, debió ser excluido como material probatorio,
dado que es fácilmente susceptible de alteración, situación sobre lo cual debe pronunciarse
la Corte Suprema para el desarrollo adecuado de la doctrina jurisprudencial en materia de
dos mil ocho, en el medio televisivo del canal cuarenta y seis, TV Cable Internacional, debido
a que el querellado no contestó la demanda de querella ni cuestionó en su oportunidad la
referida prueba, más aún, si se cumplió con visualizar dicho documento en presencia de las
partes procesales el Juicio oral, cuyo contenido visualizado fue reconocido incluso por el pro-
pio querellado, conforme se advierte del acta de la sesión del veinticinco de marzo de dos mil
diez, obrante a fojas ciento seis.
Noveno: Que, en consecuencia, habiéndose establecido en la presente Ejecutoria, que la
normatividad procesal penal y Reglamento aprobado por Resolución n° 729-2006-MP-FN
de fecha quince de junio de dos mil seis, referida a la cadena de custodia, sólo es aplicable a
procesos por delitos de ejercicio público de la acción penal, mas no a los procesos por delito
de ejercicio privado de la acción penal y no advirtiéndose que en el proceso de querella que
nos ocupa se haya vulnerado garantías constitucionales de carácter procesal o material refe-
rida a la incorporación al proceso como prueba documental del video ofrecido por la parte
querellante en su escrito de querella, este Supremo Tribunal concluye, que no es amparable
la causal invocada por el encausado recurrente en su recurso de casación, prevista en el inciso
uno del artículo cuatrocientos veintinueve del Código Procesal Penal; sin perjuicio de indicar
que este Supremo Tribunal en la resolución de un recurso extraordinario de casación, sólo está
facultado para realizar Pronunciamiento de fondo respecto a la responsabilidad penal o no
de en imputado, en la medida que se haya presentado en un caso concreto, algunas de las
causales previstas en el artículo cuatrocientos .veintinueve del Código Procesal Penal, lo cual
no sucede en el caso sub examine.
Décimo: Que, en cuanto al extremo de la debida motivación de las reglas de determinación e
individualización de la pena y del monto a fijar por concepto de reparación civil en una sen-
tencia judicial, debe indicarse lo siguiente: i) el inciso cinco del artículo ciento treinta y nueve
de la Constitución Política del Estado, establece como uno de los principios de la función juris-
diccional “La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas Jas instancias, excepto
los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos
de hecho en que se sustentan” ii) el Tribunal Constitucional mediante sentencia de fecha ca-
torce de noviembre de dos mil cinco, recaída en el expediente ocho mil ciento veintitrés - dos
mil cinco -PHC/TC (Caso: Nelson Jacob Gurman), ha establecido que “(...) la necesidad de que
las resoluciones judiciales sean motivadas es un principio que informa el ejercicio de la fun-
ción jurisdiccional y, al mismo tiempo, un derecho constitucional de los justiciables. Mediante
ella (...) se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo de conformidad con la
Constitución y las leyes (...) y (...) que los justiciables puedan ejercer de manera efectiva su
derecho de defensa”; agregando que uno de los contenidos esenciales del derecho al debido
proceso es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada
y congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase
de procesos; mientras que en la sentencia de fecha trece de octubre de dos mil ocho, recaída
en el expediente setecientos veintiocho - dos mil ocho -PHC/TC (Caso: Giuliana Flor de María
Llamoja Hlares) se indica que “El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales
es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones
no se encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objeti-
vos que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso”, estableciendo
además los supuestos que deben tenerse en consideración para una debida motivación de las
resoluciones judiciales: y iii) el Título III, Capítulo II del Código Penal, establece expresamente
los criterios que debe tener el Juez para determinar e individualizar la pena aplicable al agen-
te responsable de la comisión de un delito; de igual forma el Título VI, Capítulo I del Código
Penal, regula el tema relacionado a la reparación civil y consecuencias accesorias, indicándose
entre otras cosas, que la reparación civil se determina conjuntamente con la pena, y que la
reparación comprende, la restitución del bien o, si no es posible, el pago de su valor; y la
indemnización de los daños y perjuicios; y iv) mediante Resolución Administrativa n° 311-
2011-P-PJ de fecha uno de setiembre de dos mil once, emitida por el Presidente del Poder
Judicial, se dictaron líneas directrices para la correcta determinación judicial de la pena, en
base a los fundamentos jurídicos siete, ocho y nueve del Acuerdo Plenario número uno - dos
mil ocho/CJ-ciento dieciséis, de fecha dieciocho de julio de dos mil ocho.
Décimo primero: Que, atendiendo a la normatividad anotada en el considerando anterior,
debe indicarse que la debida motivación de las resoluciones judiciales a que hace referencia
nuestra Constitución Política, no sólo está referida a la fundamentación táctica y jurídica que
debe realizarse en una sentencia judicial de índole penal para efectos de acreditar la respon-