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3) El recibo de dinero en mutuo a interés, con garantía o sin ella, para darlo en
préstamo, y los préstamos subsiguientes, así como dar habitualmente dinero en
mutuo a interés;
EL COMERCIO Y LA ECONOMÍA.
TIEMPOS PRIMITIVOS:
Cuando el hombre era nómada y llevaban una vida rudimentaria, obtenía sus
productos de lo que le ofrecía la naturaleza, no existía la moneda ni el crédito ni el
cambio, no existía entonces un Derecho Mercantil, pues no existía comercio.
Cuando el hombre se vuelve sedentario, se agrupan en concentraciones sociales, en
tribus y se celebra el cambio a través del trueque y nace una vida comercial
rudimentaria, regidos por la costumbre comercial.
En el periodo neolítico, el hombre se agrupa en tribus y se hace sedentario, y en el
paleolítico aparecen la apetencia humana de aquellas cosas que carecen y producen
los demás, pero su ignorancia le impide el conocimiento de la actividad comercial, y
es la fuerza y la violencia la manera de adquirirlas.
Marco Polo, viajero del siglo XIII, dijo haber visto funcionar en la ciudad de Kanfú
(China) tribunales de comercio y decía que de tiempos remotos conocían el papel
moneda y la letra de cambio. A su vez el Código de Manú, libro sagrado de la India
(siglos XIII y XII a.C.) regulaba el préstamo a la gruesa ventura, que era un contrato
de comercio de carácter aleatorio de transporte marítimo de mercancías, y si el buque
se hundía, los comerciantes estaban obligados a tirar su mercancía al mar sin
retribución alguna del transportador o dueño del buque.
El comercio en Asiria y Babilonia tuvo gran importancia. Babilonia es llamada la
ciudad de los mercaderes por el profeta Ezequiel en la Biblia, y se dice que en
tiempos remotos existían bancos y sociedades mercantiles, conocieron el contrato de
préstamo, créditos nominativos y al portador, la letra de cambio y crearon el sistema
de pesos y medidas que el mundo heredó.
El pueblo judío ejerció el comercio bancario, y la Biblia aconseja a los judíos depositar
sus talentos en los bancos, pues estos los devolverán doblados, y los judíos hasta el
momento eran dueños de la banca mundial.
EL COMERCIO EN GRECIA:
EL COMERCIO EN ROMA:
Los romanos no legislaron en materia comercial, fueron los padres del Derecho Civil,
miraban con desprecio las actividades mercantiles, el ciudadano que poseía el IUS
GENTIUM o el IUS CIVILE no ejercían el comercio, era una actividad de segunda
clase que la ejercían los libertos, los esclavos y los extranjeros.
El Derecho Romano copia las Leyes Rhodias y las incorpora al Digesto para regular
asuntos mercantiles.
PERIODO DE LA CODIFICACION:
Colombia fue conquistada por el Imperio Español y debe tenerse en cuenta entonces
los periodos de la Conquista, la Colonia y los primeros años de vida independiente,
presentándose los siguientes periodos:
LEY COMERCIAL:
LA COSTUMBRE COMERCIAL.
El Art. 3° C.Co. Declara: “La costumbre mercantil tendrá la misma autoridad que la ley
comercial, siempre que no la contraríe manifiesta o tácitamente y que los hechos
constitutivos de la misma sean públicos, uniformes y reiterados en el lugar donde
hayan de cumplirse las prestaciones o surgido las relaciones que deban regularse por
ella”. La norma anterior acepta la aplicación de la costumbre comercial a falta del
Código de Comercio o norma escrita, la que tendrá la misma autoridad que la ley. En
estos casos la costumbre comercial suple a la ley, pero de ninguna manera la
sustituye.
En la antigüedad el Derecho Comercial vivió bajo la codificación de la costumbre, de
allí su característica de ser un Derecho Consuetudinario. Nuestro Código de Comercio
no define la costumbre comercial, en todo caso es lo mismo que el uso y estos
vocablos son sinónimos. El uso es la manera cómo se revela la costumbre y los usos
repetidos con efectos jurídico-patrimoniales constituyen Derecho a falta de legislación
positiva.
En el Libro de las Siete Partidas de Don Alfonso El Sabio encontramos la definición de
la costumbre como el derecho o fuero que no se ha escrito pero que lo han usado los
hombres durante largo tiempo para los casos y razones que ellos consideraron útil. La
costumbre es regla o norma de conducta que nace espontáneamente en la vida del
comercio para resolver conflictos que se suscitaron cuya aplicación se extendió a los
casos que tengan la misma analogía, toda vez que la costumbre es una conducta
repetida. Es que al señalar la historia del Derecho Comercial nos damos cuenta que
por muchos siglos éste vivió bajo el influjo de la costumbre en razón a que no había
Derecho Comercial escrito sino hábitos repetidos con distintas proyecciones sociales
que posteriormente fueron la base para formar el Derecho Escrito.
Para que ésta tenga la misma autoridad que la ley comercial es preciso que se
cumplan dos requisitos: En el orden interno la costumbre a su vez debe cumplir dos
modalidades: ser necesaria y debe ser buena. Es necesaria la costumbre cuando
exista un conflicto e intereses patrimoniales en materia mercantil y no exista norma
comercial que regule ese conflicto. Respecto de la bondad de la costumbre (que debe
ser buena) hace referencia de que ésta deba estar de acuerdo con la tradición
jurídica, que no se trate de prácticas opuestas que afecten el orden público y la moral
cristiana, por eso la doctrina afirma que son costumbres ilegales aquellas que
contraríen el orden jurídico. El Art. 13 de la Ley 153 de 1887 vigente a la fecha y
sustituyó como condición general que la costumbre esté de acuerdo con la moral
cristiana y textualmente señala: “La costumbre, siendo general y conforme con la
moral cristiana, constituye derecho, á falta de legislación positiva”.
En el orden externo la costumbre debe cumplir con los requisitos que menciona el Art.
3° C.Co. y estos son:
1. No debe contrariar ni manifiesta o tácitamente las normas del Código de Comercio
de carácter imperativo y dispositivas por vía principal, pues una de las funciones que
cumple la costumbre es de complementar la ley y no de sustituirla, suple los vacíos
cuando no exista norma escrita. El normativismo jurídico mercantil acoge como fuente
directa y principal a la ley comercial y confiere a la costumbre una autoridad supletiva.
2. Debe ser espontánea porque es de regla de conducta, nace espontáneamente en la
vida del comercio y esto la distingue de la ley porque la ley es regla preparada y
convenida por el legislador, en cambio la costumbre nace espontáneamente.
3. Los usos deben ser reiterados, esto es repetidos de manera constante, excluye el
ejercicio esporádico y sin tradición jurídica.
4. Los usos deben ser uniformes, esto es que no son reglas para aplicarlas a una solo
caso, deben servir para resolver todos los casos que se presenten con relaciones
análogas, la costumbre debe ser regla de común aceptación, fruto de una experiencia
colectiva, en otros términos debe ser social, por lo menos en la región donde se
aplica.
5. La costumbre debe ser pública porque debe ser conocida por todos por ser reglas
aceptadas por un núcleo social quienes deben dar fe de esos usos que se aplican
como reglas de conducta.
Según la ley SECUDUN LEGEM, más allá de la ley PRAETER LEGEM y contra la ley
CONTRA LEGEM:
a) Según la ley: Es la misma costumbre normativa que se practica sin contrariar los
principios sustanciales de la ley. Es la costumbre que sirve para suplir la ley o
complementarla, integra las normas legales de la legislación comercial.
b) Costumbres más allá de la ley: También se las conoce con el nombre de
costumbres extralegales, prevén lo no previsto en la ley, enmienda los errores y
deficiencias de la norma escrita, surge con profundidad en ausencia de textos legales
(Art. 7° Ley 256 de 1996 que regula los actos e competencia desleal).
c) La costumbre contra la ley: Tiene como objetivo derogar la ley. Su aplicación es en
contra de la ley, por ello es una costumbre inadmisible toda vez que uno de los
requisitos para aplicar la costumbre es de que esta no se oponga a la norma escrita.
Por eso el Art. 8° C.C. señala: la costumbre en ningún caso tiene fuerza en contra de
la ley y no podrá alegarse el desuso para su inobservancia. Al respecto deben
consultarse los siguientes criterios jurisprudenciales sobre costumbres ilegales:
CORTE CONSTITUCIONAL: Sentencia C-224 de 1994 M.P. Jorge Arango Mejía
CONSEJO DE ESTADO SECCIÓN TERCERA: SENTENCIA 14330 M.P. Ricardo
Hoyos Duque.
Las costumbres comerciales autorizadas por la ley cumplen con las siguientes
funciones:
1. Interpretan la norma legal (costumbre interpretativa): Es la costumbre que
menciona el Art. 5° C.Co. cuando precisa el sentido de las palabras o frases técnicas
de las actividades comerciales, indaga la intención de las partes y por ello también
interpreta el contrato.
2. Integra las disposiciones normativas: Son costumbres integradoras de la ley, es la
misma ley la que invoca y eleva a categoría de preceptos las costumbres de esta
naturaleza. La ley determina estos casos concretamente para completar el contenido
de las disposiciones legales.
Ej.: Art. 640, 827, 842, 871, 909, 912, etc. C.Co.
3. Colma las lagunas de la ley: Existen costumbres que suplen los vacíos que deja la
ley, cuando a falta de norma expresa o aplicable por analogía de sus disposiciones o
convenios contractuales surgen como reglas de conducta las costumbres del lugar
donde han nacido las relaciones o han de cumplirse las prestaciones pactadas y este
es quizás una de las funciones más importantes que cumple la costumbre.
En conclusión, los medios probatorios anteriores son taxativos, no hay otros medios
de prueba para demostrar la costumbre comercial. En Colombia frente a estos hechos
no hay libertad probatoria.
El Art 7° C.Co. señala cómo se prueba la costumbre comercial y dice con certificación
autenticada como lo previene el Código de Procedimiento Civil de una entidad
internacional idónea que dé fe de la existencia de esa costumbre, y con copia
autenticada conforme al Código de Procedimiento Civil de la Sentencia o laudo arbitral
que dé fe de esa costumbre.
ESTIPULACIONES CONTRACTUALES.
El contrato es otra fuente directa del Código de Comercio, desde luego después de la
ley, lo define el Art. 864 C.Co. “El contrato es un acuerdo de dos o más partes para
constituir, regular o extinguir entre ellas una relación jurídica patrimonial”. A su vez el
Art. 1602 C.C. declara que “todo contrato legalmente celebrado es una ley para los
contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por
causas legales”. Finalmente el Art 4° C.Co señala:“Las estipulaciones de los contratos
válidamente celebrados preferirán a las normas legales supletivas y a las costumbres
mercantiles”.
En el Derecho Mercantil muchos contratos están intervenidos por el Estado desde que
nacen hasta que extinguen, tal es el caso del contrato de arrendamiento de locales
comerciales, de transporte en todas sus modalidades, de sociedad, de seguro, de
Leasing comercial, de Factoring, etc. La fuerza obligatoria de los contratos radica en
el postulado del Art. 1602 C.C. La ley considera a los contratantes como legisladores
particulares, reformando o derogando las leyes dispositivas o supletivas, voluntad
contractual que no puede estar en contra de las disposiciones imperativas del Código
de Comercio y del Código Civil, tampoco de las dispositivas de carácter principal pues
carecen de fuerza obligatoria frente a ellas.
LA JURISPRUDENCIA COMERCIAL:
Hoy los tribunales del país realmente no crean normas comerciales, sino que aplican
la norma imperativa comercial y en función de esa aplicación crean la doctrina o la
jurisprudencia. El Art. 4° de la Ley 169 de 1896 vigente a la fecha declara: “tres
decisiones uniformes dadas por la Corte Suprema de Justicia como tribunal de
casación sobre un mismo punto de Derecho constituyen doctrina probable y los
jueces podrán aplicarla en casos análogos, lo cual no obsta para que varíe la Corte la
doctrina en caso de que juzgue erróneas las decisiones anteriores”. Las decisiones
jurisprudenciales de la Corte Suprema de Justicia no son obligatorias su aplicación,
son potestativas por el juzgador acatarlas y aun en cualquier tiempo la propia Corte
podría abrogarlas.
Las sentencias judiciales de acuerdo al Art. 17 C.C. solo tienen fuerza obligatoria
respecto de las causas en que fueron pronunciadas, es por tanto prohibido a los
jueces proveer en los negocios de su competencia por vía de disposición general o
reglamentaria.
EL DERECHO CIENTÍFICO:
LEY EXTRANJERA:
Es la tercera y última fuente impropia del Derecho Comercial que tiene el carácter de
ser cosmopolita, uniforme, progresista e internacional, es que la propia Comisión
Redactora del Código de Comercio para redactar nuestra actual legislación mercantil
se fundamentó en la legislación extranjera. Disposiciones de otros países que han
sido adaptadas a nuestra idiosincrasia creando figuras comerciales que han sido
aceptadas por la Comunidad Internacional, de allí la razón para que averigüemos el
contenido de la ley extranjera para interpretar nuestras propias disposiciones, pues la
Comunidad Internacional ha aceptado figuras como en los negocios a distancia, al
compraventa, el transporte, los seguros, créditos, títulos valores, etc.
JERARQUÍA DE APLICACIÓN DE LAS NORMAS COMERCIALES.
Hoy el acto de comercio está referido a una actividad económica como lo dice el
profesor Tulio Ascarelli: “el acto de comercio es equivalente a negocio como
resultante de uno o varios negocios jurídicos económicos y quien realiza esa
pluralidad de negocios de manera ordinaria, habitual y profesional con actos
coordinados, repetidos, en serie y sistemáticos adquiere en Colombia la Condición de
comerciante excluyendo ocasional o esporádico (Art. 11 C.Co.).
El tratadista italiano Alfredo Rocco ha buscado señalar las fronteras divisorias del acto
de comercio y del acto civil, más dada su complejidad y dificultad en definirlo no es
tarea fácil encontrar esa línea divisoria, es que el acto de comercio se encuentra en
distintos factores como el de la especulación, comprar para vender, comprar para
arrendar, arrendar para subarrendar. Otras veces el acto de comercio está unido al
factor empresarial como la producción de bienes, empresas de transportes, prestación
de servicios, construcción de obras, etc. Otras veces está referido a la naturaleza
intrínseca de la actividad como las operaciones bancarias y de títulos valores, otras
veces lo encontramos introducidos en el acto como la constitución de sociedades
comerciales. En conclusión esta distinción del acto de comercio con el civil produce
las siguientes consecuencias prácticas:
1. A los actos mercantiles se les aplican normas de Derecho Comercial, a los civiles
normas del Derecho Común.
2. Si el acto de comercio se realiza en forma ordinaria, habitual, coordinada y de
manera profesional imprime a quien lo realiza la calificación de comerciante.
3. Si el negocio es mixto, es decir de naturaleza comercial y civil al mismo tiempo para
una u otra parte, se regirá por las normas del Derecho Comercial dada la relevancia e
importancia del acto de comercio (Art. 22 C.Co).
4. Los actos coordinados, operaciones en serie y estables constituyen la empresa
mercantil que hoy remplaza la vetusta expresión “actos de comercio”.
La doctrina comercial ha ideado varias teorías para explicar el acto comercial sin que
hasta ahora haya sido posible obtener una solución al problema, pues ninguna teoría
lo explica satisfactoriamente. Veamos las más importantes:
Por ser enunciativa esta enumeración cabe la aplicación o extensión analógica, esto
es pueden enlistarse otras actividades como mercantiles distintas de las allí
señaladas, por eso el Art. 24 C.Co. señala que los jueces podrán resolver los casos
ocurrentes por analogía de las normas. Finalmente la doctrina ha señalado que el Art.
20 C.Co agrupa asuntos mercantiles de distinta naturaleza, actos de comercio
formales, subjetivos, objetivos, mixtos, etc. aclarando que el alcance que se le da al
acto de comercio la dogmática moderna lo emplea como negocio jurídico.
ART. 20 C.Co. NUM. 1°, 2° Y 3°:
Igualmente el Art. 533 C.Co. establece que el establecimiento mercantil puede ser
objeto de contrato de arrendamiento, usufructo, anticresis, prenda y cualquier
limitación o modificación a la propiedad debe celebrarse por documento escrito
privado o público con el reconocimiento de las firmas de los otorgantes, so pena de no
generar efectos jurídicos entre las partes mas si frente a terceros. Finalmente la venta
o enajenación de un establecimiento de comercio se entiende realizada en bloque
como unidad económica explotable, no se necesita detallar en el documento los
bienes o elementos que lo integran, a menos que el vendedor se reserve para sí un
elemento del establecimiento caso en el cual debe expresarse taxativamente.
El Art. 1° de la Ley 222 de 1995 distingue cuando una sociedad es comercial y cuando
es civil y dice que se tendrán como comerciales para todos los efectos legales las
sociedades que se formen para la ejecución de actos mercantiles o actos de
comercio, en tal caso la sociedad será comercial y si su actividad es mixta (actos
civiles y comerciales) la sociedad será mercantil aclarando que las sociedades que no
contemplen en su objeto actos mercantiles serán civiles, sin embargo cualquiera que
sea el objeto de una sociedad y sea anónima o de responsabilidad limitada estarán
sujetas para todos los efectos legales a la norma mercantil. En conclusión tanto las
sociedades comerciales como las civiles se sujetan a las disposiciones del Código de
Comercio, por ello los actos que nacen de la administración de la sociedad y de la
negociación de sus aportes son actos objetivos absolutos de comercio, es que los
aportes en la sociedad tienen nombres distintos, en la limitada se llaman cuota social,
en la colectiva partes de interés, en la anónima acciones.
Los títulos valores son el medio en que se vale el mundo comercial para movilizar sus
riquezas con mayor facilidad y seguridad. El Art. 619 C.Co. afirma que los títulos
valores son los documentos necesarios para legitimar el ejercicio del derecho literal y
autónomo que en ellos se incorpora, pueden ser al portador, a la orden, de contenido
crediticio, de tradición o de mercancías; por ello los títulos valores son documentos
formales porque deben expresarse en un texto escrito que deben reunir requisitos
generales y especiales que la misma ley lo exige y si carecen de esos elementos el
título valor igualmente carece de eficacia cambiaria. Los títulos valores son actos de
comercio formales absolutos que descansan en los siguientes principios
fundamentales: literalidad, autonomía, incorporación y legitimación.
devolverlo en una fecha preacordada pagando a favor del depositante una tasa de
interés y para ello el banco expide un título valor nominativo llamado Certificado de
Depósito a Término conocido como CDT.
ii. Depósito en Cuenta de Ahorros: Se maneja por medio de libreta de ahorros o
OPERACIONES DE BOLSA:
Los títulos negociados en bolsa tienen dos valores: el nominal que está señalado en el
documento y el comercial que depende de las fluctuaciones del mercado, por ello las
cotizaciones en bolsa pueden ser a la par si coincide el valor nominal con el
comercial, sobre la par cuando el valor comercial está por encima del valor nominal y
bajo la par si el valor nominal es inferior al mismo.
LOS MARTILLOS:
Este numeral contiene varios actos de comercio que se estudian por separado:
b) AGENCIAS DE NEGOCIOS: Un comerciante asume en forma independiente y de
manera estable el encargo de promover o explotar negocios en un determinado ramo
y dentro de una zona geográfica determinada del territorio nacional como
representante o agente de un empresario nacional o extranjero o como fabricante o
distribuidor de uno o varios productos del mismo. La persona que recibe dicho
encargo se denomina genéricamente agente.
Este numeral hace referencia a la prestación de estas actividades en forma particular. Los
muelles son obras construidas en las riveras de las costas y ríos que permiten el
cargue y descargue de mercancías y pasajeros, la reparación de las naves y el
aprovisionamiento de las mismas y por ello se cobra un tributo de muellaje que es la
tasa que toda embarcación debe cancelar cuando utiliza estos servicios.
Los particulares o personas jurídicas también pueden construir puentes o vías para uso
de ellos o con adjudicación del Estado y al usuario se le cobra una contribución como
rembolso al costo de construcción y mantenimiento, este tributo en la Edad Media se
le llamó pontazgo, hoy se le conoce como peaje.
También están los campos de aterrizaje pero se refiere a los privados o particulares
construidos por personas naturales o jurídicas, no hace referencia a los construidos
por el Estado y puede cobrar tasas aeroportuarias cumpliendo con las exigencias de
la Aeronáutica Civil. En Colombia existen innumerables aeropuertos privados donde
funcionan indistintas escuelas de aviación y que además prestan estos servicios,
también otros están dedicados a la fumigación aérea y entre los aeropuertos más
importantes está el de Matecaña. Finalmente el Art. 1819 C.Co. es el que regula esta
actividad.
Los numerales 10° a 18° del Art. 20 C.Co. hablan de las actividades empresariales en
todas sus facetas y el Art. 25 C.Co. define a la empresa como toda actividad
económica organizada para la producción, transformación, circulación, administración
o custodia de bienes o para la prestación de servicios. Todas estas actividades
comerciales se desarrollan con base en una organización estable como la actividad
bancaria, la actividad aseguradora, las empresas de transporte de personas y
mercancías, las de fabricación, transformación, manufactura y circulación de bienes,
de depósitos de mercancías, de suministros, de espectáculos públicos, editoras
tipográficas y fotográficas, empresas de publicidad, prestación de servicios,
construcción, compraventa, etc.
Esta norma permite establecer que hay otros actos de comercio fuera de los ya
enumerados permitiendo establecer que los señalados por el Art. 20 C.Co. son por vía
de ejemplo, son enunciativos, no son limitativos o taxativos, ello quiere decir que por
aplicación analógica se pueden incluir otras actividades como comerciales que no
estén señaladas en dicha normatividad.
1. La adquisición de bienes con destino al consumo doméstico o al uso propio del
adquiriente y la enajenación de los mismos o de los sobrantes. En esta clase de actos
hay ausencia evidente de lucro, no se adquieren bienes para obtener utilidad, se tiene
en cuenta la intención del adquiriente para su propio consumo, aunque posteriormente
los venda o venda sus sobrantes.
2. La adquisición de bienes para producir obras artísticas y la enajenación de estas por
su autor. Todos los elementos que adquiera el artífice para la ejecución de obras
artísticas como lienzos, pinturas, pinceles, marcos, tales actos no son comerciales
aunque el artista al adquirir esos insumos tenga la intención de venderlos, igualmente
la obra terminada vendida por su autor tampoco es un acto comercial, situación
diferente lo es la galería de arte que como intermediaria lo adquiere para revenderla,
este es un típico acto clásico de comercio mixto.
3. Las adquisiciones hechas por los funcionarios para fines de servicio público, cuando
se adquiere bienes para dotar oficinas, adquirir elementos de trabajo necesarios para
el normal desarrollo de estas oficinas la ley presume que en estos actos no existe
ánimo de lucro y el acto es civil.
4. Las ventas que directamente realicen los agricultores o ganaderos de los frutos de
sus cosechas o ganados en su estado natural, sólo lo serán si a través de la
transformación de sus productos se lo haga a través de una empresa, la
transformación artesanal no es comercial, venta de flores, apicultura, avicultura, etc.
Tres elementos exigen la norma comercial para que un sujeto adquiera la condición de
comerciante o empresario:
Sin embargo el Art. 13 C.Co. señala que quien se halle inscrito en el registro mercantil se
presume legalmente que es comerciante, presunción de orden legal que admite
prueba en contrario. En conclusión el registro comercial en Colombia tiene por objeto
dar publicidad a la calidad de comerciante mas por sí solo no confiere esa calidad.
2. Vinculación del sujeto a actividades comerciales o empresas mercantiles: Hace
referencia a la dedicación estable y ordinaria a actividades o negocios comerciales
con el ánimo de derivar de esa actividad un lucro o ganancia y frente a ello esta
actividad debe realizarse en forma habitual, reiterada, constante, ejecutando actos
objetivos de comercio porque los actos subjetivos de comercio tienen la calidad de
comerciales si sólo son realizados por el comerciante o empresario.
3. Dedicación a la actividad comercial en nombre propio: Es otro elemento para
adquirir la calidad de comerciante y esta actividad puede realizarse en nombre propio
o por cuenta ajena. Al respecto el profesor Cesare Vivante señala: “es indiferente que
quien ejerza el comercio lo haga personalmente o por medio de un representante,
puede hacerlo por su propia cuenta o por cuenta ajena, lo que se requiere en el
ejercicio del comercio es que use su nombre, que se asuma en su propio nombre y
frente a terceros los derechos y obligaciones derivados del negocio”, así lo autoriza el
Art. 10 inc. 2° C.Co. cuando afirma: “La calidad de comerciante se adquiere aunque la
actividad mercantil se ejerza por medio de apoderado o interpuesta persona”.
Hemos dicho que esta calificación nace del ejercicio material, así lo señala la
normatividad comercial, sin embargo la doctrina sin la observancia de estos principios
sostiene que hay una excepción que sin el ejercicio material la persona adquiere la
calidad de comerciante, es el caso de los socios colectivos en la sociedad colectiva y
en la encomandita simple y por acciones respecto del socio gestor quienes adquieren
la calidad de comerciantes por el solo hecho de ser socios de estas sociedades toda
vez que responden solidaria e ilimitadamente de las obligaciones contraídas por la
sociedad respondiendo con sus bienes presentes y futuros y la ley los considera
administradores natos o naturales de la sociedad y por ello los asimila a empresarios
o comerciantes aun sin ejercer el comercio. Hoy en Colombia cuando una sociedad
entra en una cesación de pagos y se produce la liquidación de la sociedad los socios
son responsables del pasivo faltante, sin embargo esta figura es discutida por la
doctrina pues unos autores la aceptan y otros la niegan. Anteriormente esto si era
factible porque cuando la sociedad entraba en quiebra también lo hacían los socios
con su patrimonio respondiendo los socios con su propio patrimonio por el total de las
obligaciones contraídas por la sociedad, hoy sólo responden por el faltante.
Los actos jurídicos comerciales son contratos mercantiles que para ejecutarlos se
necesita de capacidad legal, así lo señala el Art. 1502 C.C. y a su vez lo ratifica el Art.
12 C.Co. Toda persona que según las leyes comunes tenga capacidad para obligar y
contratarse es hábil para ejercer el comercio y las que con arreglo a esas mismas
leyes sean incapaces son inhábiles para ejecutar actos comerciales. En conclusión la
capacidad legal prevista en el Código Civil es la misma exigida para ejercer el
comercio con las excepciones legales en materia mercantil, la capacidad es la aptitud
legal de una persona para obligarse por sí misma y sin el ministerio o la autorización
de otra. Por ello toda persona se presume capaz excepto aquellas personas que la ley
declare incapaces. Son absolutamente incapaces de acuerdo al Art. 1504 C.C. los
dementes, los impúberes y los sordomudos que no pueden darse a entender por
cualquier medio.
En materia comercial la ley ha hecho excepciones sobre todo a menores de edad para
que puedan contratar directa o por representante y participe así de la actividad de
comercio, tal es el caso del mayor de 14 años comerciante que tiene su propio peculio
profesional, este sujeto se puede obligar directamente hasta por el monto de su propio
peculio, igualmente los menores de edad pueden ser socios de sociedades
comerciales donde no se comprometa su responsabilidad de manera solidaria e
ilimitada y la capacidad jurídica comprende capacidad de goce y de ejercicio, la de
goce la tiene toda persona por el hecho de serlo, la de ejercicio en cambio es la
aptitud legal de la persona para hacer valer sus derechos por sí misma y sin la
autorización de otra.
LA INCAPACIDAD E INHABILIDAD.
La regla general es de que ésta se adquiere por el ejercicio material y se pierde si deja de
ejecutar esos actos.
La Ley señala hechos internos y externos para perder esa calidad como la muerte del
comerciante, la incapacidad sobreviniente, hecho externo que le impide ejercer el
comercio y aun los hechos internos como la declaratoria de liquidación judicial del
comerciante (Ley 1116 de 2006) o la sanción de inhabilidad impuesta por el juez. Sin
embargo el Art. 17 C.Co. ha señalado que la calificación de comerciante se puede
perder por incapacidad o inhabilidad en el ejercicio del comercio en los siguientes
casos:
Toda persona comerciante debe cumplir unas obligaciones que el código establece con
el objeto de que dicho ejercicio sea honesto, claro, no perjudique a terceros y este
revestido de publicidad, el articulo 19 del código de comercio consagra las siguientes
obligaciones y deberes:
MATRICULA COMERCIAL.
El registro mercantil se cumple ante la cámara de comercio del domicilio del comerciante
y tiene por objeto hacer publica esa actividad comercial con el propósito de que
terceros y el publico en general tengan conocimiento de acerca de que personas
están dedicadas al comercio y no solo publicita la persona comercial, también a los
documentos y libros que debe llevar el comerciante así lo señala el articulo 27 del
código de comercio el registro tendrá por objeto llevar la matricula de los comerciantes
y de los establecimientos de comercio así como la inscripción de todos los actos,
libros y documentos respecto de los cuales la ley exige esa formalidad.
La señala el Art. 26 inc. 2° C.Co. El registro mercantil será público, cualquier persona
tendrá acceso a los libros y archivos que llevaren la Cámaras de Comercio y podrá
tomar anotaciones y tomar copias de los mismos, y todas las constancias registradas
ante el Registro de la Cámara de Comercio están destinadas a informar al público en
general y por eso cualquier persona tiene acceso a ellos.
2. FUNCIÓN DECLARATIVA:
3. FUNCIÓN CONSTITUTIVA:
EL acto jurídico tendrá eficacia una vez registrado en la Cámara de Comercio, es que en
ciertos casos el registro cumple una función netamente sustantiva como requisito
formal necesario para la validez del acto jurídico, tal es el caso de la constitución o
reforma de sociedades comerciales, en este caso la escritura de constitución
societaria debe registrarse ante la Cámara de Comercio del domicilio de la sociedad,
si no se hace el contrato de sociedad será irregular y este acto no producirá efectos
frente a terceros de buena fe y tal omisión hace que los socios respondan solidaria e
ilimitadamente con sus bienes presentes y futuros de las obligaciones que adquiera la
sociedad como persona jurídica(Art. 112 C.Co).
4. FUNCIÓN SANATORIA:
En ciertos casos el registro comercial sanea las deficiencias formales de que estaba
afectado el acto jurídico, esto es hecho en debida forma el registro comercial de una
escritura societaria no podrá impugnarse el contrato de sociedad por vicios de forma
pues éstos se entienden saneados con el acto de registro, sólo podrá hacerse por
defectos de fondo, así lo prevén los Art. 104 y 115 C.Co. Lo anterior permite concluir
que en algunos casos el registro comercial purga los defectos formales del contrato.
Igualmente el registro sustituye al documento perdido o destruido, basta para
reponerlo la expedición del certificado de Cámara de Comercio donde aparezca el
texto original del documento perdido y así éste es legalmente sustituido y tendrá el
mismo valor probatorio de su original, así lo señala el Art. 44 C.Co.
5. FUNCIÓN DE AUTENTICIDAD:
La prevé el Art. 252 núm. 2° C.P.C. cuando dispone que un documento privado es
auténtico entre otros casos si fuere inscrito en el registro público a petición de quien lo
firmó, explica entonces que al registro deben presentarse los actos o documentos con
las firmas previamente autenticadas por el funcionario competente y si éste es llevado
personalmente por el mismo suscribiente ante el registro mercantil se cumple con una
función de autenticidad del acto o documento registrado.
1. El Art. 112 C.Co. establece que mientras las sociedades no sean registradas en la
Cámara de Comercio del domicilio de la sociedad, el contrato será inoponible a
terceros aunque se haya consumado la entrega de aportes a los socios.
2. El Art. 116 C.Co. señala que la falta de registro mercantil de las sociedades trae
como consecuencia que el gerente o representante legal no puede iniciar operaciones
en cumplimiento de su objeto y si hay aporte de inmuebles la escritura de constitución
de la sociedad también deberá registrarse ante la Oficina de Registro de Instrumentos
Públicos para que opere la tradición a favor de la sociedad, y si los administradores
inician actividades sin el registro serán responsables solidariamente ante socios y
terceros de las operaciones que ejecute la sociedad.
3. Igualmente todos los actos que se dicten en procesos de insolvencia o liquidación
judicial deberán registrarse ante la Cámara de Comercio para que produzcan efectos
ante terceros (Art. 119 inc. Final C.Co.).
4. Los liquidadores de sociedades para que puedan ejercer su actividad deben registrar
su nombramiento ante la Cámara de Comercio, caso contrario no pueden ejercer su
cargo ni tienen la facultad para liquidar la sociedad.
Finalmente el Art. 29 C.Co. afirma que los actos y documentos sujetos a registro no
producirán efectos respecto de terceros sino a partir de la fecha de su inscripción y a
su vez el Art. 901 C.Co. señala que será inoponible a terceros el negocio jurídico
celebrado sin cumplir los requisitos de publicidad que la ley exige.
Es otro de los deberes del comerciante, y la doctrina dice que esta obligación nace del
deber de llevar libros de comercio y la correspondencia comercial sirve de medio de
prueba para dar fe de los contratos celebrados por el comerciante y además de lo
anterior testifica los asientos contables depositados en los registros mercantiles (Art.
28 Decreto 1798 de 1990), es que la mayoría de los contratos comerciales son
consensuales, los formales son la excepción, de allí el papel probatorio que juega la
correspondencia mercantil para probar la celebración de esos contratos
consensuales.
La correspondencia puede ser activa y pasiva, activa la que el comerciante envía en sus
negocios, pasiva la que recibe de sus clientes o proveedores y ambos tipos de
correspondencia debe conservarla (Art. 54 C.Co. y Art. 31 del Decreto 1798 de 1990).
El comerciante deberá dejar copia fiel de la correspondencia que dirija en relación con
sus negocios, así mismo conservará la correspondencia que reciba en relación con su
actividades comerciales y para la reproducción de copias podrá usar cualquier medio
técnico. El Decreto 2527 de 1959 y nuestro actual Código de Procedimiento Civil
establecen el procedimiento técnico de reproducción y conservación de
correspondencia comercial.
Las legislaciones universalmente han identificado tres sistemas con relación a llevar libros
de comercio: sistema liberal, restringido y mixto. El sistema liberal es el dominante en
las legislaciones más prósperas como Inglaterra, Estados Unidos, Japón, etc., aquí la
ley le impone al empresario la obligación de llevar libros contables pero la ley no le
dice cuantos ni de qué clase, deja en libertad al empresario de llevar los libros que
crea conducente según la naturaleza del negocio. El sistema restringido es adoptado
por España, Francia e Italia; la ley le obliga al empresario a llevar contabilidad y le
dice cuantos y qué clase de libros debe llevar. Finalmente tenemos el sistema mixto o
combinado utilizado en los países Latinoamericanos, la ley le dice el número de libros
principales que debe llevar y deja en libertad al comerciante de llevar otros libros
auxiliares que considere conveniente de acuerdo a la calidad del negocio. Colombia
adquiere el sistema mixto y el Art. 49 C.Co. señala que para todos los efectos legales
cuando se haga referencia a libros de comercio se entenderán por tales los que
determine la ley como obligatorios y los auxiliares necesarios para el completo
entendimiento de aquellos, se inscriben los libros principales mas no los auxiliares
pues los primeros son obligatorios, los segundos facultativos.
El Art. 11 del Decreto Reglamentario 1795 de 1990 permite al empresario o comerciante
adoptar cualquiera de los sistemas tradicionales de contabilidad, bien sea por libros o
por sistema magnético. En todo caso la contabilidad debe cumplir con los siguientes
requisitos:
1. Los asientos de contabilidad deben registrar por sistema de partida doble existiendo
una columna de debe y otra de haber, lo que permite un análisis crítico para fijar
metas y resultados de la empresa.
2. La contabilidad debe ser centralizada lo que permite conocer el estado general de los
negocios no solamente los presentes sino todos los que influyan en el patrimonio del
empresario.
3. La contabilidad debe revelar la historia fidedigna de los negocios del empresario
permitiéndole llevar libros principales y auxiliares.
4. Los libros pueden ser compactos o formarse en hojas removibles enumeradas y en
serie cronológica.
5. Las anotaciones contables deben hacerse cronológicamente con los soportes que
respaldan tales asientos contables.
6. La contabilidad debe llevarse en idioma español y en el domicilio del comerciante
(Art. 50 C.Co.). Esta norma es severamente criticada pues el comerciante extranjero
que se radica en Colombia estaría ajeno a saber lo que se expresa en los libros y si
omite esta obligación sus libros carecerían de eficacia probatoria.
Los libros contables pueden ser utilizados como prueba en cualquier clase de proceso
pero deben cumplir con los siguientes requisitos:
1. Deben estar registrados en la Cámara de Comercio del domicilio del comerciante
aclarando que los libros auxiliares no necesitan de registro, solo los principales, el
libro puede estar empastado o en hojas sueltas formándose series continuas de
tarjetas para que sean archivadas en orden cronológico.
2. En los libros no deben dejarse espacios en blanco, no deben haber interlineaciones,
raspaduras o correcciones, no se pueden arrancar hojas o alterar su orden, cualquier
error se salvará con otro asiento contable en la fecha que se advierta, quien no
cumpla estas ritualidades incurrirá en sanciones pecuniarias impuestas por la
Superintendencia de Industria y Comercio sin perjuicio de las acciones penales (Arts.
57 y 58 C.Co., Decreto Reglamentario 1798 de 1998 Art. 18 y Decretos 2195 y 3012
de 1992).
RESERVA DE LOS LIBROS MERCANTILES.
Nuestra actual Constitución Nacional consagra como derecho fundamental que las cartas
y papeles privados no pueden ser interceptados ni registrados sino por orden de
autoridad competente, por ello la reserva de los libros contables representan una
garantía para los comerciantes, es una regla de carácter imperativo y sólo pueden
hacer excepciones en los casos previstos por la ley. Estos libros no podrán ser
examinados sino por sus propietarios o personas autorizadas para ello mediante
orden judicial, así lo señala el Art. 22 del Decreto Reglamentario 1798 de 1990, el
derecho a la reserva no restringe ni es aplicable a funcionarios que cumplan funciones
de inspección y vigilancia o auditorías con la obligación de guardar la reserva (Art. 62
C.Co.).
CASOS ESPECIALES DE EXHIBICIÓN.
Las excepciones al principio de reserva de libros comerciales son taxativas y las señala el
Art. 63 C.Co. y estas son:
1. Para efectos de tasación de impuestos a fin de verificar la exactitud de las
declaraciones de renta o la existencia de hechos gravables declarados o no.
2. Todos los establecimientos de crédito están obligados a exhibir libros a las
autoridades como son bancos y entidades financieras, el Gobierno como autoridad
suprema administrativa puede ejercer inspección y vigilancia sobre ellos, no significa
esto que pueda cambiar las políticas de administración, al respecto son autónomos
(Art. 559 C.C.).
3. Para la investigación de delitos penales conforme al Código de Procedimiento Penal.
4. En los procesos civiles conforme a las reglas del Código de Procedimiento Civil y
tiene por objeto buscar pruebas para poder desatar el litigio. El Art. 68 C.Co. les
concede a los libros contables pleno valor probatorio en las causas mercantiles y
entre comerciantes.
En conclusión la exhibición de libros de comercio es una excepción al principio de reserva
y esta exhibición puede ser parcial o general, la parcial se hace para fines probatorios
a los asientos contables determinados objeto de litigio y el juez hará constar los
hechos y piezas contables verificadas, también la exhibición podrá ser general y estos
casos son taxativos y el comerciante está obligado sin reserva alguna a aportar todos
sus asientos contables y libros en los siguientes casos:
1. En los procesos de insolvencia y liquidación judicial (Ley 1116 de 2006)
2. Liquidación de sucesiones
3. Liquidación de comunidades
4. Liquidación de sociedades comerciales
5. Liquidación de sociedades cuando cualquiera de los cónyuges sea comerciante
(Decreto 1798 de 1990 Art. 27).
SANCIÓN A LA NEGATIVA DE EXHIBIR LIBROS.
1. Si es para efecto de impuestos podrá ordenarse inspección tributaria para determinar
la exactitud de la declaración y si el comerciante no presenta libros exigidos por la
administración de impuestos no podrá invocarlos posteriormente como prueba a su
favor y tal hecho se tendrá como indicio en su contra.
2. Si los establecimientos de crédito se niegan a exhibir libros podrá cancelársele su
autorización para funcionar con sanciones pecuniarias sucesivas.
3. Para casos penales es viable el allanamiento.
4. En los procesos civiles se busca es obtener pruebas y se presentan dos situaciones:
a. Si el comerciante se niega a presentar libros o los oculta una vez decretada su
exhibición, se tendrán como probados en su contra tales hechos si son admisibles de
prueba de confesión.
b. Si un comerciante solicita exhibición de libros se entiende que pone a disposición del
juez los propios, estas obligaciones son recíprocas, quien solicita está obligado a
exhibir los propios.