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PORTAFOLIO MIRIADAX

Módulo 4 al 8

Carol Viviana Rojas Duarte

UNIVERSIDAD CUNDINAMARCA

FACULTAD CIENCIAS ADMINISTRATIVAS,


ECONOMICAS Y CONTABLES

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

GIRARDOT

2018
PORTAFOLIO MIRIADAX

Módulo 4 al 8

Carol Viviana Rojas Duarte

Docente: Hernán caballero

Administración FINANCIERA

VI SEMESTRE

UNIVERSIDAD CUNDINAMARCA

FACULTAD CIENCIAS ADMINISTRATIVAS,


ECONOMICAS Y CONTABLES

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

GIRARDOT

2018
MÓDULO 4: AMORTIZACIONES, PROVISIONES Y CASH
FLOW.

4.1. Amortización
Estamos introduciendo una idea muy importante dentro de la
contabilidad financiera, que es el concepto de amortización. Todos los
bienes materiales e inmateriales que forman el activo no corriente
sufren una depreciación a lo largo del tiempo. Ya sea por su utilización,
su obsolescencia o por el simple transcurso del tiempo, cada año que
pasa estos bienes pierden algo de valor, hasta que al final de unos años
no tienen valor alguno y normalmente se sustituyen. Para que el balance
de situación se aproxime más a la realidad patrimonial de la empresa,
esta pérdida de valor de sus bienes ha de estar reflejada en el balance,
reduciendo el valor contable de esos activos. Esta adecuación del valor
de las inversiones de una empresa en el balance se realiza a través de la
amortización:

• Concepto y cuantificación. La amortización económica es la


cuantificación de la depreciación que sufren los bienes que componen el
activo no corriente de una empresa. La cuantificación de la depreciación
se calculará en función de la vida útil del bien. Dependiendo del tipo de
bien que sea, tendrá una vida útil u otra. Por ejemplo, a una máquina
industrial generalmente se le puede dar una vida útil de diez años, y a
los equipos informáticos, entre cuatro y cinco años.

• Amortización acumulada. Contablemente, la amortización se


registra en el activo no corriente, en una cuenta que se denomina
“amortización acumulada”. El saldo de esta cuenta es negativo, ya que
su función es la de ajustar el valor del bien inmovilizado a su valor real
en cada ejercicio durante el periodo de tiempo de su vida útil. Se llama
amortización acumulada porque esta cuenta va acumulando año tras
año la pérdida de valor del bien para adecuarlo a su valor real hasta
llegar al final de su vida útil, momento en el cual su valor en el balance
ha de ser igual a cero.
• Cuota de amortización anual. En función de la vida útil del bien, en
cada ejercicio calcularemos la cuota de amortización anual.
Contablemente se reflejará como pérdida del ejercicio la disminución del
valor experimentado. Una vez efectuada esta aclaración de los
conceptos de inversión y gasto, seguimos con la descripción de las
principales masas patrimoniales.

4.2. Flujo de caja o “Cash flow”

El flujo de caja (Cash Flow, en inglés) es el dinero que genera la


empresa a través de su actividad ordinaria de explotación. El flujo de
caja puede calcular de varias formas, Los dos métodos más utilizados
son los siguientes:

a) Flujo de caja financiero: se obtiene restando los pagos de


explotación a los cobros de explotación: El saldo es el flujo de caja
generado por la explotación de la empresa: Flujo de caja financiero =
cobros de explotación – pagos de explotación El cálculo y análisis de la
evolución del flujo de caja financiero ayuda a diagnosticar la capacidad
de la empresa para hacer frente a sus deudas.

b) Flujo de caja económico o Cash Flow económico: se obtiene


sumando al beneficio neto de la empresa la amortización del periodo y
las provisiones realizadas, ya que ambos son gastos que no se pagan.
Recordemos los conceptos de amortización y expliquemos el de
provisión:

• Amortización: es la pérdida de valor que va sufriendo todos los años


el inmovilizado de la empresa (edificios, maquinaria, utillaje, equipos
informáticos, etc.) debido a su uso, obsolescencia, etc. Cada año la parte
de la pérdida de valor del inmovilizado que le corresponde se incluye
como gasto del ejercicio, disminuyendo los resultados del mismo. El
gasto de la amortización no supone un desembolso financiero, puesto
que el momento en que se paga la inversión realizada en un activo es
independiente del momento en que va gastando ese activo.
• Provisiones: es la pérdida de valor que en un momento puntual
puede sufrir algún elemento del activo.

En la mayoría de los casos, el flujo de caja financiero no coincide con el


flujo de caja económico, ya que el primero se basa en movimientos de
efectivo (cobros y pagos) y el segundo en el principio de devengo
(ingresos y gastos). De hecho, sólo coincidirían en aquella empresa en la
que todos sus ingresos se cobraran al contado y todos sus gastos se
pagaran también al contado.

La importancia del análisis del flujo de caja proviene del hecho de que
éste mide la capacidad de generación de fondos que tiene la empresa a
través de su actividad ordinaria, por tanto, es una medida de las
posibilidades de autofinanciación.

MÓDULO 5. RATIOS DE RENTABILIDAD: ROE Y ROA (ROI)

5.1. Análisis de la rentabilidad económica


El análisis de la rentabilidad permite relacionar lo que se genera a través
de la cuenta de pérdidas y ganancias con lo que se precisa de activos y
capitales propios para conseguirlo, en otras palabras, es el cociente
entre un concepto de resultado y un concepto de capital invertido para
obtener ese resultado.

Las principales ratios que se analizarán dependen de cuatro variables:

1. Activo 3. Ventas
2. Capitales propios 4. Beneficio

A través de estas cuatro variables se pueden obtener las ratios de


rendimiento, rentabilidad, margen, apalancamiento y rotación.
De este modo:

 La rotación compara las ventas con el activo.


 El margen puede medirse dividiendo el beneficio por las ventas.
 La rentabilidad es la relación entre beneficio y capitales propios.
 El rendimiento es el beneficio dividido por el activo.
 El apalancamiento compara el activo con los capitales propios.

5.1.1. Rentabilidad económica o rendimiento


(ROA o ROI)
La rentabilidad económica o rendimiento es la relación entre el beneficio
antes de intereses e impuestos (BAII) y el activo total. Es una medida de
capacidad de los activos de una empresa para generar valor con
independencia de cómo han sido financiados y de la situación fiscal de la
empresa, por eso se toma como referencia el BAII para evaluar el
beneficio generado por el activo, independientemente de cómo está
financiado y de la presión fiscal que recibe, por tanto, sin tener en
cuenta los gastos financieros ni los impuestos. Permite la comparación
de la rentabilidad entre empresas, sin tener en cuenta las distintas
estructuras financieras ni las distintas fiscalidades de cada una de ellas.

La rentabilidad económica es el indicador básico para juzgar la eficiencia


en la gestión empresarial, pues es precisamente el comportamiento de
los activos, con independencia de su financiación, el que determina con
carácter general que una empresa sea o no rentable en términos
económicos. Además, el hecho de no tener en cuenta la forma en que
han sido financiados los activos ni su fiscalidad, permitirá determinar si
una empresa no rentable lo es por problemas en el desarrollo de su
actividad económica o por una deficiente política de autofinanciación o
excesiva presión fiscal.

5.1.2. Rentabilidad financiera


La rentabilidad financiera o rentabilidad propiamente dicha es la relación
entre el beneficio neto y los capitales propios. Es la rentabilidad del
accionista. La rentabilidad financiera es la ratio más importante para las
empresas con ánimo de lucro, ya que mide el beneficio neto generado
en relación a la inversión realizada por los propietarios de la empresa.
Generalmente, los propietarios de una empresa invierten en ella para
obtener una rentabilidad suficiente; por lo tanto, esta ratio permite
medir la evolución del principal objetivo del inversor. Cuanto mayor sea
esta ratio, mayor será la rentabilidad para el accionista o propietario de
la empresa. En cualquier caso, como mínimo ha de ser positiva y
superior a las expectativas de los accionistas. Estas expectativas suelen
estar representadas por el denominado coste de oportunidad, que
indica la rentabilidad que dejan de percibir los accionistas por no invertir
en otras alternativas financieras de riesgo similar o en inversiones con
riesgo casi nulo, como puede ser, por ejemplo, la Deuda Pública de
determinados países.

MÓDULO 6. BALANCE EQUILIBRADO. FONDO DE MANIOBRA.

6.1. Fondo de maniobra o capital circulante


El fondo de maniobra es la diferencia entre el activo corriente
(circulante) y el pasivo corriente (exigible a corto plazo). Es una de las
magnitudes claves que deben ser controladas en una empresa y
totalmente indispensables dentro del análisis financiero, ya que permite
conocer la estructura de "circulante" que más conviene a una
determinada empresa. El fondo de maniobra es la parte del activo
corriente que está financiado con recursos permanentes (fondos propios
+ exigible a largo). No sólo hay que disponer de un fondo de maniobra
positivo, sino que ha de ser suficiente para garantizar la estabilidad de la
empresa.

Tal como se puede comprobar en este cuadro, el fondo de maniobra


también puede calcularse restando el activo no corriente a los capitales
propios más el exigible a largo plazo.

Teniendo en cuenta las definiciones anteriores, podemos decir que el


fondo de maniobra se refiere a la capacidad (de maniobra) que tiene
una empresa para poder atender sus pagos a corto plazo y, a la vez,
para poder realizar inversiones o adquisiciones que le permitan
desarrollar su actividad.

En términos generales, el fondo de maniobra de una empresa ha de ser


positivo, y estará tanto más saneada, desde el punto de vista de la
liquidez, cuanto mayor sea esta magnitud. En caso contrario, cuando el
fondo de maniobra sea negativo, puede significar que la empresa no
tiene recursos suficientes para atender sus obligaciones más
inmediatas, lo cual aumentaría la probabilidad de entrar en concurso de
acreedores. El principio básico de que las inversiones a largo plazo han
de estar financiadas con recursos a largo plazo, y teniendo en cuenta
que hay una parte del stock (el llamado stock de seguridad), así como
un saldo mínimo necesario de disponible, que por su permanencia en el
tiempo se podrían considerar como inversión a largo plazo, refuerza la
necesidad de poseer un fondo de maniobra positivo.

6.1.1. Ciclo de maduración


Para calcular las necesidades del fondo de maniobra, es necesario como
paso previo el estudio del ciclo de maduración de la empresa. El ciclo de
maduración es el tiempo que dura todo el ciclo de explotación de una
empresa, desde que se produce la entrada de los materiales en el
almacén hasta que se cobran las facturas de los clientes. Dicho de otra
manera, es el plazo, en días, que transcurre desde que se compra la
materia prima hasta que se cobra del cliente. Con él se pretende
calcular y analizar el tiempo medio durante el cual el ciclo de
explotación de la empresa debe ser financiado con capital circulante ya
que, desde su inicio hasta que se produce el pago de los bienes a los
suministradores, el ciclo se financia con pasivo circulante, que es lo
mismo que decir que se financia con exigible a corto plazo. En una
empresa productiva hay que distinguir los siguientes periodos medios:

• De almacenamiento de materias primas: tiempo que transcurre desde


que las materias primas son compradas hasta que se introducen en el
proceso productivo.

• De fabricación: periodo que transcurre desde que las materias primas


se incorporan al proceso productivo hasta que salen del mismo
convertidas en producto terminado.

• De ventas de productos terminados: tiempo transcurrido desde que el


producto terminado sale del proceso productivo hasta que es vendido.

• De cobro a cliente: tiempo que tarda la empresa por término medio en


cobrar de sus clientes.

• De pago a proveedores: tiempo que tarda la empresa por término


medio en pagar a sus proveedores. Cualquier empresa ha de estar
interesada en que los cuatro primeros periodos sean tan cortos como
sea posible para reducir sus necesidades de financiación y disminuir su
endeudamiento con los bancos.

6.1.2. Ciclo de caja


En este ciclo de maduración, desde que se compran los materiales hasta
que se cobra del cliente, transcurre un intervalo de tiempo en el que la
empresa tiene la necesidad de destinar dinero para hacer frente a todos
los pagos de la explotación (compras, salarios, gastos de fabricación y
gastos de comercialización entre otros) y no será hasta el final del ciclo
cuando empiece a recuperarse con los pagos de los clientes. El ciclo de
caja es el intervalo o tiempo promedio que transcurre entre que el
dinero sale de la empresa para comprar materias primas hasta que
vuelve a la misma al haber cobrado de los clientes Por otro lado, la
mayoría de las empresas no pagan al contado sus compras a
proveedores, sino que obtienen un crédito para pagar las facturas. Esta
circunstancia hace que el tiempo que transcurre desde que la empresa
invierte en el ciclo de producción hasta que recupera la inversión sea
inferior al ciclo de maduración, ya que una parte del mismo está
financiado por los proveedores. Cuando mayor sea el intervalo del ciclo
de caja, menor será la eficiencia de la empresa y menor será la
rentabilidad del negocio. Esto es así puesto que necesitará financiar su
actividad operativa durante un período de tiempo más largo y, por
consiguiente, tardará más en poder recuperar dicha inversión y realizar
los beneficios.

6.1.3. Fondo de maniobra aparente y fondo


de maniobra necesario
El fondo de maniobra aparente es el que obtenemos a partir de los datos
que nos proporciona el balance de situación. Es el fondo de maniobra
que, como ya hemos visto anteriormente, se puede calcular de dos
maneras:

a) Fondo de maniobra= activo corriente – pasivo corriente

b) Fondo de maniobra = recursos permanentes – activo no corriente El


fondo de maniobra aparente es la parte de los recursos permanentes
que no financia el activo no corriente.

El fondo de maniobra necesario se calcula sobre la base del presupuesto


de tesorería de las actividades ordinarias. Es un método muy sencillo y
consiste en confeccionar un presupuesto de caja de las actividades
ordinarias para los próximos 12 meses, tal como hemos visto hace un
momento. El fondo de maniobra necesario es el que realmente precisa la
empresa para financiar su explotación. En el supuesto de que una
empresa tenga un fondo de maniobra aparente inferior al fondo de
maniobra necesario (que es el que debería tener), existe un déficit de
fondo de maniobra. Si se da esta situación, la empresa deberá buscar
financiación adicional para cubrir este desequilibrio. En caso contrario,
cuando el fondo de maniobra aparente sea mayor que el necesario,
existirá un superávit de fondo de maniobra:

Déficit: En el caso de que existiera un déficit de fondo de maniobra, la


empresa tendría que tomar con la mayor celeridad posible alguna de las
medidas siguientes (o una combinación de ellas) para evitar los
problemas de liquidez y restablecer su equilibrio financiero:
• Mejorar la gestión de stock de la empresa: - Disminuir los días de
almacenamiento de las materias primas. - Disminuir los días del ciclo de
producción. - Disminuir las existencias de productos acabados.

• Negociar con los proveedores plazos de pago más largos.

• Aumentar los fondos propios mediante aportaciones de los


accionistas.

• Aumentar el pasivo no corriente. Convertir la deuda de corto a largo


plazo.

• Vender activo no corriente (inmovilizado intangible, material o


financiero).

• Reducir el pasivo corriente. Superávit Tambiénmode podría ocurrir lo


contrario, que existiera un superávit de fondo de maniobra. En este
caso, el problema puede venir si algunos elementos del activo corriente
están deficientemente gestionados (por ejemplo, tener un exceso de
tesorería mal retribuido). Si se da esta situación, se deberían tomar
alguna de las medidas siguientes:

• Rentabilizar al máximo la inversión en activos corrientes (existencias,


disponible, etc.) • Reducir los capitales permanentes.

6.2. Punto de equilibrio


Se puede definir el punto de equilibrio como aquella cifra de ventas que
la empresa ha de alcanzar si quiere cubrir todos sus gastos y su
beneficio sea cero, es decir, es aquel nivel de ventas en que la empresa
ni pierde ni gana, solo cubre sus gastos. El punto de equilibrio también
se denomina “punto muerto” o “umbral de rentabilidad” (en inglés:
(Break Even Point). Se llama umbral de rentabilidad porque a partir de
este punto la empresa empieza a tener beneficios. Por consiguiente, es
muy importante saber cuál es el punto de equilibrio, ya que, si no se
vende por encima de él, es seguro que la empresa tendrá pérdidas y, en
la medida en que sus ventas sobrepasen este punto, empezará a tener
beneficios. El punto de equilibrio se puede expresar en unidades de
producto o bien en unidades monetarias. También nos permite conocer
la viabilidad de un proyecto, o saber a partir de qué nivel de ventas
puede ser recomendable cambiar un coste variable por un coste fijo, o
viceversa (por ejemplo, cambiar las comisiones de ventas por un sueldo
fijo a un vendedor). Los elementos que intervienen en el cálculo del
punto muerto son los siguientes: El importe de las ventas. Los costes
fijos: son aquellos que se tienen con independencia del volumen de
actividad de la empresa. Se venda o no se venda se tendrán igualmente;
por ejemplo, el alquiler que se paga por el espacio que ocupa la
empresa se tiene que pagar, independientemente del importe de las
ventas. Los costes variables: son aquellos que dependen del volumen de
actividad de la empresa (están en función de las ventas), por ejemplo,
las materias primas consumidas dependerán del nivel de producción o
las comisiones que se pagan a un comisionista estarán en función de lo
que venda. Las unidades vendidas: comprenden la cantidad total de lo
que se vende. Se pueden expresar en unidades de producto (cantidad
de productos vendidos) o en unidades monetarias, en este caso coincide
con el importe de las ventas. El cálculo del punto de equilibrio es
interesante porque nos permite conocer el efecto que produce un
incremento de los costes fijos o la variación de los volúmenes de
producción en los resultados de una empresa.

MÓDULO 7. RATIOS DE ENDEUDAMIENTO

7.1. Ratio de endeudamiento


Los ratios de endeudamiento se utilizan para:

• Diagnosticar sobre la cantidad y calidad de la deuda que tiene una


empresa.

• Comprobar hasta qué punto se obtiene el beneficio suficiente para


soportar la carga financiera del endeudamiento. Es sumamente
importante conocer el grado de endeudamiento de la empresa, ya que
una dependencia excesiva puede repercutir muy negativamente no sólo
en los resultados, sino en la propia viabilidad de la misma. El ratio de
endeudamiento es igual al total de las deudas dividido por el pasivo
total. Algunas veces se calcula poniendo el total del activo en el
denominador, que lógicamente no modifica el resultado de la ratio. El
valor óptimo de esta ratio se sitúa entre 0,4 y 0,6
• En caso de ser superior a 0,6 indica que el volumen de deudas es
excesivo y la empresa está perdiendo autonomía financiera frente a
terceros, o lo que es lo mismo, se está descapitalizando y funcionando
con una estructura financiera más arriesgada.

• Si es inferior a 0,5, puede ocurrir que la empresa tenga un exceso de


capitales propios. Como veremos más adelante, en muchas ocasiones es
rentable tener una cierta proporción de deuda.

• Todas estas cifras son orientativas, pero dependerán mucho de cada


empresa y sobre todo el sector de actividad de cada empresa. Siempre
es recomendable comprara las ratios con el resto.

7.2. Ratio de calidad de la deuda


La ratio de calidad de la deuda se calcula dividiendo el exigible a corto
plazo por el total de las deudas. Cuando el resultado es 1 (nivel máximo
posible) quiere decir que la totalidad de la deuda de la empresa es a
corto plazo, por lo que cuanto menor sea esa ratio significa que la deuda
es de mejor calidad en lo que al plazo se refiere. Hay que tener en
cuenta que muchas empresas, bien por su reducida dimensión o por la
actividad que desarrollan, tienen dificultad para acceder a la
financiación a largo plazo, lo que explica que tengan una deuda
básicamente a corto plazo.

7.3. Ratio de capacidad de devolución de los


préstamos
El ratio de capacidad de devolución de los préstamos se calcula
dividiendo el beneficio neto más las amortizaciones y provisiones (“Cash
Flow”) por el total de los préstamos recibidos. Cuanto mayor sea esta
ratio, más capacidad se tendrá para poder devolver los préstamos, ya
que el numerador refleja, como veremos en un capítulo posterior, el flujo
de caja que genera la empresa.

7.4. Ratio de gastos financieros sobre ventas


Este ratio requiere datos de la cuenta de pérdidas y ganancias, y se
calcula dividiendo los gastos financieros por la cifra de ventas. Con el
empleo de esta ratio, la idea es conocer hasta qué punto la cuenta de
resultados está dedicada al pago de intereses. Este ratio depende
mucho del tipo de interés del mercado y al que la empresa pueda
obtener su financiación.

MÓDULO 8. APALANCAMIENTO

8.1. Apalancamiento financiero


Se entiende por apalancamiento financiero, o efecto leverage, la
utilización de la deuda para incrementar la rentabilidad de los capitales
propios. Rentabilidad no es sinónimo de resultado contable (beneficio o
pérdida), sino la relación entre el resultado y la inversión.

El apalancamiento financiero es la medida de la relación entre deuda y


rentabilidad. Se estudia valorando la correspondencia entre:

 La deuda y los capitales propios, por un lado.


 El efecto de los gastos financieros por el otro.

En teoría, el apalancamiento financiero es positivo en el momento en


que el uso de la deuda permite aumentar la rentabilidad financiera de la
empresa (ROE). Cuando el coste de la deuda (tipo de interés) es inferior
al rendimiento ofrecido por la inversión, resulta conveniente financiarse
con recursos ajenos, de esta forma el exceso de rendimiento respecto al
tipo de interés supone una mayor retribución a los fondos propios. (En el
documento descargable podrás ver un ejemplo de Apalancamiento
financiero)

Al incrementar una empresa la deuda financiera, disminuye el beneficio


neto porque los gastos financieros aumentan. Pero, por otro lado, al usar
más deuda disminuye la proporción de capitales propios en relación con
el pasivo total.
Se pueden utilizar estas dos ratios, la que compara el beneficio antes y
después de gastos financieros y la que nos mide la correlación entre los
capitales propios y el activo total para comprobar si una empresa tiene
un apalancamiento financiero positivo:

Si el producto de estas dos ratios es superior a 1, quiere decir que la


rentabilidad financiera (ROE) aumenta con el uso de la deuda.

Si es inferior a 1, significa que la deuda no le conviene a la empresa


porque reduce su rentabilidad financiera (ROE).

El apalancamiento financiero depende de:

 Que la empresa genere unos beneficios antes de intereses e


impuestos (BAII) suficiente para poder hacer frente al coste
financiero
 Del coste financiero de la deuda. A medida que los tipos de interés
sean más elevados es más difícil que el apalancamiento produzca
un efecto positivo.
 Del volumen de deuda. Un alto volumen de deuda desaconseja,
por prudencia, un mayor apalancamiento financiero.

8.1.1. Descomposición de la rentabilidad


financiera
Una vez definido el concepto de apalancamiento financiero, podemos
explicar la rentabilidad financiera (ROE), descomponiendo esta ratio en
varias ratios representativas de una seria de variables económicas que
inciden cada una de ellas de forma individual en la rentabilidad de la
empresa.

De esta forma podemos decir que la rentabilidad financiera depende de


cuatro variables:
1. El beneficio antes de intereses e impuestos obtenido en la cuenta
de explotación
2. La rotación de sus activos.
3. El efecto apalancamiento financiero.
4. El efecto fiscal.

Descomponemos el ROE, multiplicando y dividiendo por BAII, Ventas, Activos y BAI:

Esta descomposición permite explicar cómo se genera la rentabilidad


financiera (ROE). La primera ratio es de margen, la segunda de rotación,
la tercera de apalancamiento y la cuarta de efecto fiscal. El efecto fiscal
mide la repercusión que tiene el impuesto sobre el beneficio en la
rentabilidad financiera de la empresa.

Para que la rentabilidad financiera aumente, cada una de las ratios


anteriores ha de crecer:

 Aumentando el margen: elevando precios, potenciando la venta de


aquellos productos que tienen más margen, reduciendo los gastos
o una combinación de las medidas anteriores.
 Aumentando la rotación: vendiendo más, reduciendo el activo o
ambos.
 Aumentando el apalancamiento: buscando la mejor proporción
entre deuda, capitales propios y gastos financieros.
 Aumentando la ratio de efecto fiscal: optimizando dentro de la ley
el efecto que supone el impuesto de sociedades sobre la cuenta de
resultados de la empresa.

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