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Positivismo lógico

Los postulados fundamentales del positivismo son (Katauzian, 1982):


- La investigación científica comienza con la observación parcial o experiencia
personal. Las observaciones son formuladas mediante hipótesis primarias o
enunciados singulares, totalmente libres de prejuicios mentales, describiendo un
determinado acontecimiento o estado de las cosas en un lugar y un momento
prefijados. Los enunciados singulares(particulares) derivan en enunciados
universales(generales).
Mediante el procedimiento se llega a la elaboración de teorías generales que se
someten a contrastación por medio de un método adecuado de observación o
experimentación para verificar sus implicaciones. Si la contrastación tiene éxito se
acepta la teoría; de otro modo se rechaza.
El empirismo o positivismo lógico construyó una doctrina sobre la estructura lógica
del conocimiento científico. De esta manera, se distinguió, o al menos se propuso
distinguir, la ciencia de la metafísica, basándose en un criterio epistemológico de
significatividad cognoscitiva.
Los principios originales del positivismo lógico, son los siguientes:
1.      El principio del Empirismo; según el cual todo conocimiento (no analítico)
depende de la experiencia, y
2.      El principio del significado cognoscitivo; de acuerdo con el cual la
significación cognitiva de un enunciado es tal, solo si es (a) analítico o auto
contradictorio (como en el caso de las ciencias formales como la lógica y las
matemáticas) o (b) puede ser verificado experimentalmente.
El positivismo lógico estableció como meta alcanzar los siguientes objetivos
fundamentales:
(1) Dar a la ciencia una base positiva y
(2) adoptar el análisis lógico del lenguaje, de los conceptos de la ciencia empírica
(y mediante estos recursos demostrar la inutilidad de la metafísica).
 El positivismo lógico pretendía alcanzar sus objetivos mediante su particular
método científico que constaba de dos factores: la verificación empírica y el
análisis lógico del lenguaje.

Racionalismo critico
Autoes Max Horkheimer, Theodor Adorno, Erich Fromm y Herbert Marcuse

Cuya pretensión es analizar la sociedad occidental capitalista y proporcionar una


teoría de la sociedad que posibilite a la razón emancipadora las orientaciones para
caminar hacia una sociedad buena, humana y racional.
Al principio de la ciencia, no está el problema mental, si no el problema real, es
decir, la contradicción. Por consiguiente, al comienzo de las Ciencias Sociales
están las contradicciones sociales.
Se impone, por tanto, una metodología que atienda a los datos de la realidad, pero
que no
olvide que hay que ir más allá de lo que aparece para captar el fenómeno en su
objetividad.
Esto sólo se logra si se acepta que la razón mantiene una relativa autonomía
respecto de
los hechos.
La sociedad no puede concebirse como un objeto más. La sociedad es también
algo subjetivo. En
razón de su estructura es algo subjetivo y objetivo. La objetividad se alcanza con
el método crítico:» Si la crítica no se convierte en crítica de la sociedad sus
conceptos no son verdaderos
El interés por la supresión de la injusticia social. De aquí deriva su no
conformismo, su beligerancia en pro de una sociedad buena y racional y la
constante atención a los desarrollos de la realidad

Teoría critica

El término Teoría crítica agrupa un conjunto de estudios provenientes de varias


generaciones de filósofos y teóricos sociales de Europa occidental. Esto se
relaciona con los últimos adscritos a la Escuela de Frankfurt, movimiento
intelectual de tradición marxista, freudiana y hegeliana fundado en Alemania a
finales de la década de los 20.

Dos de los máximos exponentes de la primera generación de esta escuela son


Max Horkheimer y Theodor Adorno. De hecho, la obra de 1937 de Horkheimer,
llamada “Teoría tradicional y teoría crítica” es reconocida como una de las obras
fundacionales de estos estudios.

En la segunda mitad del siglo XX, filósofos como Herbert Marcuse y Jürgen
Habermas continuaron los trabajos de la teoría crítica en una segunda generación
de la Escuela de Frankfurt, extendiendo sus intereses hacia el análisis de distintos
problemas de la sociedad contemporánea.

Esto último emerge en un contexto donde distintos movimientos sociales ya


venían luchando por lo mismo. De hecho, aunque en el contexto académico se
atribuye el desarrollo de esta teoría a la Escuela de Frankfurt, en términos
prácticos cualquier movimiento social o teórico que se inscriba en los objetivos
antes descritos podría considerarse una perspectiva crítica, o bien, una teoría
crítica. Tal es el caso, por ejemplo, de las teorías y movimientos feministas o los
decolo niales.

En términos generales, la teoría crítica se distingue por ser una aproximación


filosófica que se articula con campos de estudio como la ética, la filosofía política,
la filosofía de la historia y las ciencias sociales. De hecho, se caracteriza
precisamente por sustentarse en una relación de reciprocidad entre la filosofía y
las ciencias sociales.

El desarrollo académico de la teoría crítica tiene relación con tres de los


antecedentes teóricos de la teoría crítica: Marx, Freud y Hegel.

Por un lado, Hegel era reconocido como el último pensador de la época moderna
capaz de brindar herramientas históricas para la comprensión de la humanidad.

Por su parte, Marx hacia una importante crítica al capitalismo, y al mismo tiempo,
defendía superar la filosofía puramente teórica para darle un sentido práctico.

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