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La evolución en las composiciones vocales, iniciada en la escuela flamenca
hacia 1450-1475, con la tendencia a componer con más frecuencia una línea
musical en un registro grave, y la avidez natural del pueblo italiano por la melodía
aportaron los ingredientes para el desarrollo del violín y del violonchelo en
el país transalpino.
La evolución en las composiciones vocales, iniciada en la escuela flamenca
hacia 1450-1475, con la tendencia a componer con más frecuencia una línea
musical en un registro grave, y la avidez natural del pueblo italiano por la melodía
aportaron los ingredientes para el desarrollo del violín y del violonchelo en
el país transalpino.
La evolución en las composiciones vocales, iniciada en la escuela flamenca
hacia 1450-1475, con la tendencia a componer con más frecuencia una línea
musical en un registro grave, y la avidez natural del pueblo italiano por la melodía
aportaron los ingredientes para el desarrollo del violín y del violonchelo en
el país transalpino.
La evolución en las composiciones vocales, iniciada en la escuela flamenca
hacia 1450-1475, con la tendencia a componer con más frecuencia una línea musical en un registro grave, y la avidez natural del pueblo italiano por la melodía aportaron los ingredientes para el desarrollo del violín y del violonchelo en el país transalpino. En cuanto el violín comenzó a independizarse, su sonido potente, áspero y algo ácido contrastaba con la dulzura de la viola. Había que buscarle un complemento: el violonchelo, que será, durante siglos, un enriquecedor en vez de un oponente. Según Margareth Campbell, las primeras citaciones del violín, en su forma más primitiva, se sitúan entre los siglos XII y XIII. El abajo del violín», en realidad el violonchelo, sólo aparece citado en el siglo xv. Según Wasielewski, los innumerables hábiles artesanos italianos comenzaron a experimentar para obtener la potencia del violín y la gravedad del registro de la viola de gamba. Es evidente que hubo tentativas que dieron resultados híbndos, hasta llegar a la fisonomía que conocemos -9 En el famoso cuadro La cena de Caná, de Pablo Veronese, pintado en 1555, vemos claramente un violín, ya con la forma actual, y un violonchelo, pero con los «oídos» de la tapa superior en forma de ( ); también en el cuadro de A. Van Ostade (1610-1685) uno de los personajes afina un vinhncheln. nem la ~osiciónd el arco es típica de la gamba. Teo nos trui Em trar los de yu. ha1 gra sig: cor Da gre Pr 4 o f fe "r, re 'IL trí ar AN~PASADOSD E LOS INSTRUMENTOS DE CUERDA 19 Según Vida1,'o los primeros violonchelos se fabricaron en Italia hacia 1520. Teoría interesante, pero difícil de comprobar, ya que los primeros ejemplares que nos han llegado son de Gasparo da Saló, de Amati y de Maggini, y fueron construidos entre 1550 y 1600. Tengamos presente que en el norte de Italia, concretamente en Lombardía, Emilia y el Véneto, trabajaban, en multitud de talleres, artesanos italianos y extranjeros que habían adquirido un grado de perfección envidiable; poseían todos los secretos gracias a la acumulación del saber, inherente a una larga tradición. Estos talleres en Bolonia, Milán, Brescia o Cremona se abastecían de madera de calidad inmejorable. en la parte oriental de los Alpes Marítimos, en Suiza, en Yugoslavia, donde los árboles eran muy preciados, especialmente sus pinos. No hay que olvidar la aportación de Venecia, república temida, envidiada, con un grado de cultura y refinamiento de costumbres muy superior a lo común, en el siglo XVI. Abierta al intenso tráfico marítimo, sus intercambios con Oriente eran constantes, lo cual aseguraba la llegada de maderas exóticas (arces de Bosnia y Dalmacia); de ámbares, necesarios para las mezclas de los barnices, y de los ingredientes indispensables para fabricar la resina.IL 'O Vidal: La lutherie et les luthiers, París, Quantin, 1899. " Los maestros del violonchelo, en los siglos xvrlr y XIX, no omitían en sus métodos consejos prácticos que hoy, con el paso del tiempo, nos resultan entemecedores. B. Romberg, en su método ofrecido al Conservatorio de París, en 1839, y aceptado por su director, L. Cherubini, y por los profesores Norblin y Franchomme, recomienda: <<obteneur na buena resina no es fácil. La mejor es la "résine animée". Si pierde su eficacia, se puede fundir una parte de colophame sobre tres partes de resina con mucho cuidado, ya que una temperatura demasiado alta evaporaría aceites necesarios para que la mezcla sea perfecta. El resultado debe dar una pastilla de "résine animée" de tono muy claro, tras la fusión. Las más apreciadas se venden en Hamburgo o en Amsterdam y se llaman "Gurnrni animé". . . ». PRIMERA En Francia En Austria 2. La escuela italiana. Primeras obras del repertorio En las ciudades italianas de Bolonia y Roma nacen y florecen las escuelas propiamente dichas. En el siglo XVII sobresalen los nombres de los violonchelistas Franceschini, Gabrielli y Jacchini y las primeras obras se atribuyen a la pluma del compositor boloñés G. C. Arresti, quien en 1665 publicó 12 sonatas para dos violines, violonchelo y continuo. En Bolonia aparecieron igualmente los ricercares, sonatas y sinfonías de Giovanni Battista degli Antoni, de Petronio Franceschini, de Domenico Gabrielli, de los Bononcini, Bom, Jacchini y Torelli. En Bolonial2 ya existía la capilla de San Petronio y su reputación desbordaba el marco de las fronteras nacionales. En 1666 el marqués Vicenzo Maria Carrati fundó en la misma ciudad la Academia Filarmónica. Antes de continuar con unos datos biográficos sucintos de los principales violonchelistas italianos de los siglos XVII y XVIIIm, e parece útil reflejar en un esquema la influencia que la escuela italiana tendrá sobre el resto de Europa, en el período entre 1650 y 1850. Se admite generalmente que Francesco Alborea, llamado Francischiello, fue uno de los fundadores de la escuela francesa; Barrikre y Berteau progresaron gracias a sus consejos. Además de Francischiello, una pléyade de violonchelistas italianos se expatriaron durante un período más o menos largo y contribuyeron de forma evidente al desarrollo del instrumento en otros países. Expondremos seguidamente la primera generación que emigró y se afincó en el extranjero.