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del saber y de las tecnologías biomédicas". O fundamentales, que son el respeto a la perso-
señalan su papel de solución a "los conflictos na humana, con la protección de las personas
de valores" en el mundo de la intervención concretas, y el respeto y promoción de la
bio-médica (3). vida humana en sí misma. Es una concepción
Existen bastantes divergencias en cuanto que podríamos llamar personalista de la bio-
al contenido de la bioética. Algunos la ven ética: "Llamamos bioética a la búsqueda del
como un simple marco de reflexión y de conjunto de exigencias del respeto y de la
investigación interdisciplinaria sobre los promoción de la vida humana y de la perso-
desafíos a raíz de los progresos técnico-médi- na en el sector bio-médico".
cos. Otros van más lejos y ven en la bioética Como puede verse, son distintas concep-
un "método de análisis" que ayude en los ciones y distintos ámbitos de aplicación, más
casos de toma de decisiones. O más aún, si se o menos extensos.
considera que forma parte de la ética o es una Principios, reglas y valores
forma de ética, se puede entender como una Como comenta Cuy Durand, "la reflexión
"búsqueda normativa" del deber ser en el bioética se basa en los hechos y en principios
ejercicio profesional. y reglas. La bioética no quiere principios
Dentro de esta búsqueda de normas que determinados de forma abstracta y que se
orienten la acción, cabe una posición pragmá- impongan a la realidad de forma autoritaria.
tica que considera imposible el consenso en Tampoco quiere un sistema de principios que
las cuestiones de fondo dentro de una socie- funcionaran como prohibiciones incuestiona-
dad pluralista, y propone por tanto una ética bles... quiere concluir en los hechos, pero nece-
de mínimos aceptables que siga el parecer de sita sin embargo de principios y reglas (4).
la mayoría, en la búsqueda de compromisos Existen dos principios fundamentales,
prácticos. "La bioética es la ciencia normativa unánimemente reconocidos, que son comple-
del comportamiento humano aceptable en el mentarios: el respeto a la vida humana, que
dominio de la vida y de la muerte". En esta pertenece al orden de la objetividad y debe
posición, se borra prácticamente la diferencia servir de finalidad a la actuación ética; y el
entre ética y derecho. principio de la autodeterminación de la perso-
Otra posición distinta es la que destaca la na, que remite al dominio de la subjetividad y
perspectiva ética de la,palabra y de la refle- es esencial en la ética. Estos dos grandes prin-
xión, buscando una sistematización, el análi- cipios no suprimen las reglas y normas más
sis de los valores y postulados fundamenta- concretas y específicas: el precepto de no
les que están en juego y una búsqueda ética matar, la noción de medios proporcionados, el
personal: " la bioética es el estudio de las nor- principio de totalidad, el acto de doble efecto,
mas que deben regir nuestra acción en el el consentimiento libre e informado, etc.
terreno de la intervención técnica del hombre Hay que tener en cuenta' asimismo las
sobre su propia vida". Si quisiéramos preci- reglas clásicas específicas de la deontología
sar aún más esta definición, tendríamos que médica, como el principio de beneficencia, el
enumerar esos principios o valores principio de benevolencia y la confidenciali-
dad; y también principios más recientes que sus opciones y creencias, por la manera de
influyen en la consideración bioética: el princi- entender al hombre, la vida y la medicina.
pio utilitarista de buscar el mayor bien para el Son decisivas las opciones fundamentales
mayor número de personas; el principio de sobre el sentido de la vida humana y su defi-
universalización que propone siempre a la per- nición, el sentido de la persona, del sufri-
sona como fin y nunca como un medio; el prin- miento, de la vejez y de la muerte, el sentido
cipio de igualdad en dignidad y valor de todas de la procreación y de la sexualidad, y por
las personas humanas; el principio de justicia y supuesto, el sentido de la misma ética.
equidad, que puede compensar el utilitarismo En este sentido, es de enorme interés la
primando la ayuda a los menos favorecidos. actual discusión, especialmente en los Esta-
Estos principios designan, por tanto, una dos Unidos, sobre si la bioética debe basarse
orientación fundamental, inspiradora de la en los principios o en la virtud: en un sistema
acción. Las reglas están en cambio más cerca normativo basado en principios o en una ética
de la misma acción, la determinan y enmar- de la virtud personal (5). Según esta postura,
can, y en definitiva, permiten la aplicación "frente a una ética cientifica, que antepone el
concreta de los principios. conocimiento, y la ética profesional que dicta
La palabra valor incluye dos aspectos, la los límites deontológicos sin establecer el con-
significación y la orientación a la acción, por lo tenido humano como único fundamento del
que también puede utilizarse en relación con acto médico, hay que levantar la ética del
los principios, aunque en su acepción filosófi- médico: hacer cuanto pueda y sepa para el
ca una moral de valores se opone a una moral bien del enfermo... supeditando el método
de principios. Los valores pertenecen al orden científico al acto médico... entendido como
del bien o del ser, como el valor de la vida, la compromiso interpersonal" (6). También se
dignidad de la persona o la autonomía del está poniendo de relieve, en definitiva, la
hombre como ser libre. El respeto a esos valo- importancia de la actitud ética del médico y la
res funda los principios éticos de respeto a la formación de su propia conciencia, que puede
vida, prohibición de matar, autodetermi- llevar a su realización como persona y como
nación, etc. Los principios y reglas -las nor- científico, o a su destrucción desde el punto
mas- deben estar al servicio de los valores y de vista moral (7). Ambas posiciones no son
traducirlos en términos operativos. excluyentes y depende también su relación
Como puede verse, el equilibrio entre del modelo ético que se tenga.
todos estos principios y valores no es siem-
pre fácil. En el ámbito de la bioética nos 2.- Posiciones filosóficas socialmente
encontramos frecuentemente con confictos extendidas sobre la vida y la muerte del
de principios y valores que es necesario jerar- ser humano, y la asistencia médica
quizar o regular, en los casos concretos y a Aunque la bioética trata siempre de per-
nivel teórico. De cualquier manera, está claro manecer cerca de las situaciones concretas,
que toda reflexión bioética de la persona está las teorías éticas están siempre presentes en
condicionada por sus propios valores, por las discusiones y en las soluciones que se
posiciones filosóficas dentro del conjunto, a la Incide profundamente sobre las convicciones
hora de abordar cualquier problema de bioéti- personales de cada uno y sobre los valores
ca: es necesario contar con los medios econó- colectivos de una sociedad. Es lo que hace
micos para tener un buen sistema sanitario, y difícil la reflexión bioética, tanto a nivel de
distribuirlos según justicia; es precio el debate coherencia personal como de discusión
social que influya en el orden político y en la social. Pero esto precisamente nos señala la
consiguiente legislación de las nuevas tecnolo- urgencia que tiene si queremos un progreso
gías que afectan a la vida humana. Pero no científico, médico y social a la altura de la
podemos dejar encerrados los valores y creen- dignidad del hombre.
cias en el ámbito estrictamente cultural, sin
repercusión en la vida pública, en el desempe- Notas bibliográficas
ño del trabajo de los profesionales de la salud
(1) W.T. Reich (ed.), Encydopedia ob Bioethics l. The
o en el orden político y jurídico. Cada grupo Free Press, New York 1978,XD<.
social, cada grupo cultural, cada grupo profe-
(2) Para la historia del nacimiento de la Bioética den-
sional debe aportar lo mejor de sí mismo al
tro de la tradición médica,y para su fundamentación,
conjunto de la sociedad, sin imposiciones into- Diego Gracia, Fundamentos de Bioética. Eudema,
lerantes del signo que sean, frecuentemente Madrid, 1989. En cuanto a la relación entre ciencia y ética,
imprescindible en una fundamentación de la bioética, ver
desde posiciones que, en Europa por lo menos,
Antonio Ruiz Retegui, "La Ciencia y la fundamentación
se excudan detrás de la palabra 'tolerancia'. El de la Etica", en Varios Autores, Deontología Biológica,
debate político y social debe contar con el res- Facultad de Ciencias, Universidad de Navarra, Pamplona,
1987, pp. 7-51.
peto a unos valores y bienes humanos, por
debajo de los cuales una sociedad sería in- (3) Guy Durand, La Bioética. Desdée de Brouwer,
humana, y entre esos bienes está la dignidad Bilbao, 1992, pp. 29-34.
de la persona humana, y como expresión jurí- (4) lbidem, p. 41.
dica, una decidida y efectiva tutela de los dere-
chos humanos fundamentales. (5) Laura Palazzani, "Bioetica dei principi e bioetica
delle virtu: il dibattito attuale negli Stati Uniti". Revista
En el campo de la atención a la infancia, de Medicina e Morale, lstituto di Bioetica de1Ia Facolta di
los derechos del ser humano en estado embrio- Medicina e Chirurgia "A. Gemelli", Roma, nO 1/1992, pp.
nario o fetal, del ser humano neonato o en sus 59-85.
primeros años de vida, los médicos puericul- (6) Varios Autores, "Etica médica e investigación clí-
tores tienen una extraordinaria labor que reali- nica", Revista Medicina y Persona, Facultad de Medicina
zar, no sólo en el desempeño de su propia de la Universidad de Navarra, vol.XXxm,no 2, abril-junio
1989. pp. 113-117.
tarea médica específica, procurando adecuarla
lo más posible al respeto de esos principios y (7) Alfred R. Sonnerueld, "La conciencia y la actitud
ética en el oficio del médico". lMABE-Quarta1sbJatter,
valores éticos, sino también en divulgar en
lnstitut für Medizinische Anthropologie und Bioethik,
toda la sociedad el respeto más delicado por el Viena, enero 1991. Original publicado en "Deutschen Arte-
ser humano en su estado más fragil. blatt-Árztliche Mittei1ungen,ID-V-1990 (87, revista 19).
En definitiva, la práctica de la bioética
(8) Enrique Bonete. La faz oculta de la Modernidad.
está lejos de ser algo inocente o superficial. Tecnos, Madrid, 1995.