Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ISSN: 1405-0269
ciencia.ergosum@yahoo.com.mx
Universidad Autónoma del Estado de México
México
González, Rush
Verdad de hecho y verdad de teoría: acerca del sentido de la verdad y los principios de la ciencia en
Eduardo Nicol
Ciencia Ergo Sum, vol. 12, núm. 3, noviembre-febrero, 2005, pp. 255-263
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México
* Facultad de Humanidades, Universidad Resumen. En el presente texto presentamos Factual Truth an Theoretical Truth: About
Autónoma del Estado de México. la concepción general acerca de la Verdad en the Meaning of Truth an the Principles of
Teléfono: (01 713) 1 31 35 81.
Correo electrónico: rushlogo@yahoo.com.mx el pensamiento filosófico de Eduardo Nicol. Science According to Eduardo Nicol
Para este autor catalán la Verdad posee tres Abstract. This paper presents the general
acepciones: verdad como comunidad, verdad conception of Truth according to the
como teoría, y verdad como hecho. Sin philosophy of Eduardo Nicol. On the word
embargo, pretendemos mostrar que entre of this Catalunian philosopher, Truth has
estas tres acepciones existe una sistemática three different dimensions: community
entreveración. La verdad preeminente truth, theoretical truth, and factual truth.
ontológicamente es la verdad de hecho, de However, this work seeks to show that there
donde se levanta la verdad de la presentación is a systematic compenetration among these
del ser en tanto que presentación social o three meanings. Ontologically, factual truth is
comunal, de aquí surge la posibilidad para la considered the principal one, from which
verdad como creación teórica. truth of self-presentation emerges, as well as
Palabras clave: verdad, comunidad, teoría, social an community one. Thus arises the
ciencia. possibility of truth as a theoretical creation.
Key words: true, community, theory, science.
Introducción cuestión del ser, del conocer, del actuar, la idea del hom-
bre, por ejemplo. En cada peldaño muestra signos rele-
Este texto pretende trazar los distintos ángulos acerca de la vantes de originalidad en sus concepciones. La filosofía de
concepción de la verdad en el contexto de la filosofía de Nicol se desarrolla en abierto diálogo con los filósofos
Eduardo Nicol. del ser y los de la ciencia del siglo XX. Entre algunos de
Eduardo Nicol es un filósofo catalán nacionalizado mexi- sus aportes relevantes a la historia de la tradición destacan
cano. Nació en 1907 y murió en 1992. Su producción los siguientes: la compleja concepción del hombre como
teórica recorre distintos caminos del pensar virando por ser de la expresión, de donde se derivan múltiples for-
distintas temáticas graves para la filosofía, tales como la mulaciones acerca del humanismo, de la estructura de la
transferible es lo que no hace comunidad, es incomprensi- La palabra, que es un símbolo del ente, representa a la
ble, es irrepresentable. La percepción no es una auténtica cosa porque posee un significado que afecta ‘significativamente’
representación, porque no está expuesta. La exposición no a los hombres que la emplean. La palabra se refiere a la
se hace con los sentidos, se realiza mediante el logos expreso. cosa, la significa, le infunde un sentido a la realidad, el cual
De hecho, el logos posee dos componentes: “la expresión y siempre es consentido. En suma, la representación es posi-
la representación” (Nicol, 2000: 78); ambos son como el ble porque existe una conveniencia original entre el logos y
anverso y el reverso de una moneda, solidariamente consti- la realidad, y en segundo lugar, porque existe otra conve-
tutivos e inseparables; la expresión es la palabra con la que niencia entre las personas, quienes son esencialmente ex-
se exterioriza una impresión, asimismo la representación es presivos en su ser, requieren indispensablemente expresar
el pensamiento, que nunca es inconexo porque se teje me- para ser; y la ocasión para esto es el ente, que al paso les
diante palabras. sale en común.
Todo acto de presentación se realiza mediante una expo- Por eso el sentido ético de esta acepción de la verdad
sición por el logos, en una operación apofántica; de tal ma- alude estrictamente a un sentido social, comunal; porque
nera que podríamos apresurar la carrera a inferir que el esta exposición es doble: “queda expuesto el ser que expo-
topos, tanto de la representación como de la presentación, ne, y queda expuesto el ser que es contenido de la exposi-
subyace en el logos. El logos es por antonomasia vinculatorio, ción” (Nicol, ibid.: 47). Al hablar, el sujeto está recogiendo
une la razón con el ser, y a la vez reúne a los parlantes. el dato de la presencia, está exponiéndolo, está presentán-
La huella de la representación podría entenderse en más dolo, pero simultáneamente su ser propio está, igualmen-
de un sentido como otra radiografía del conocimiento. ¿Cómo te, siendo expuesto. No hay representación sin presenta-
ocurre la representación?, ¿en qué orden aparecen las ins- ción; podría decirse que la representación es gestionada
tancias implicadas en esta hazaña? El autor afirma: “La por la presentación, es decir, por la palabra. Pero en ella
apofánsis es una presentación. Viene después la representa- no sólo queda expuesta la evidencia de la presencia, tam-
ción, mediante un símbolo conceptual” (Nicol, ibid.: 71). La bién queda confirmada la presencia del ser de quien, ha-
palabra es un órgano eminente para el conocimiento, el co- ciendo la presentación de la realidad, se expresa. No hay
nocimiento es un pensar, y se piensa sólo con palabras. Me- propuesta sin representante, exponer el ser es exponerse.
diante la palabra se fija la mismidad y objetividad de la cosa ¿Ante quién quedan expuestas estas dos presencias? Ante
mentada; es decir, la cosa queda expuesta y fija por la pala- el otro. Y sólo en el otro se completa este circuito de la
bra. “Pensar no es combinar imágenes mentales. Es expo- representación.
ner el ser: darle exterioridad [...] se piensa con palabras” Nuestro filósofo dice: “el carácter ético de la verdad [...]
(Nicol, 2002: 52). es una respuesta que implica una doble exposición o res-
Primero está la ‘presencia’ positiva del ser, luego la ‘pre- ponsabilidad: con ella queda expuesta [...] la cosa, y queda
sentación’, y en un tercer momento, la ‘representación’. el expositor comprometido o expuesto, en el sentido ético
Primero está el ser, posteriormente la percepción sobre éste, existencial” (Nicol, ibid.: 163). ¿Cuál es la responsabilidad
y en tercer lugar el parecer. La representación es la tercera ética que el sujeto contrae en esta acepción? Podría decir-
de estas fases, y en este orden converge con el de la se que el compromiso sobreviene por partida doble: una
objetivación del ente, la cual sucede también en un tercer es la responsabilidad social de hacer presente, en cada
momento como consecuencia de la contrastación entre los momento, al ser mediante la palabra; y la segunda, esfor-
pareceres. Presencia-presentación-representación: este, po- zarse permanentemente en realizar una adecuada presen-
dría decirse, es el hilo del esquema del conocimiento. tación ante el otro, es decir, responsabilizarse tanto por la
Pero queda una pregunta más: ¿cómo puede el logos pen- forma y el contenido de sus expresiones. El humano es el
sar o representar efectivamente a la realidad? Nicol afir- ser de la expresión eminentemente, a través de ella expo-
maría que es posible gracias a la conveniencia original entre nemos nuestro ser ante el otro, y a la vez asimilamos el ser
ser y logos: del otro. La expresión es el medio por el cual la comuni-
dad se retroalimenta, de tal manera que una desafortuna-
Primero: la relación significativa es posible por aquella adecua- da forma de expresión habrá de repercutir negativamente
ción primaria entre el ser que habla y el ser de que se habla [...] no sólo en el otro; tarde o temprano, se revertirá sobre
Segundo: la relación significativa es factible porque los términos nosotros. Somos lo que expresamos, nuestras expresiones
que la constituyen no son heterogéneos: la significatividad es alimentan al ser de los otros, y a la vez, de las expresiones
dialógica [...] todo sentido es consentido (Nicol, 1974: 181). de los demás se nutre mi ser. Esto nos compromete recí-
procamente en el cuidado de la forma de la manifestación, cionarla, porque representa un perfil desde donde puede
o presentación, del ser. atisbarse, una vez más, esta reunión total del ser a través de
“La verdad es la manifestación del ser” (Nicol, 2000: 70). la presentación de la verdad, que no es sino la reunión total
Tal verdad es esencialmente dialógica, lo cual le confiere el y cabal que el ser logra mediante el logos. Todo está inter-
adjetivo de comunitaria. La verdad es estrictamente comunidad. conectado, cada movimiento repercute en el resto del todo.
El ser es presencia, la verdad es adquirida. Un sujeto solo, Todo está integrado, nada queda fuera, el ser es el non plus
no adquiere la verdad de la presencia del ser, antes bien, la ultra, todo está en él contenido, no hay más allá, todo lo
adquiere mediante un acto comunicativo, expresivo; es de- posee. Por el logos, el ser logra confirmar ese recogimiento
cir, en un acto comunal. La “metafísica de la expresión [...] íntegramente desde su centro mismo.
revela que esa evidencia, que es inmediata y común, se
obtiene precisamente en un acto expresivo o comunicati- 2. Sobre la verdad de teoría
vo” (Nicol, 1974: 122). Sólo en el diálogo queda plasmada
la evidencia del ser. Esta evidencia es positiva, y no requie- No toda verdad es evidente desde el inicio. Hay que reco-
re explicaciones ulteriores. Esta verdad sostiene todas las nocerle el mérito a Nicol de haber aportado una variante
posibilidades epistémicas de los hombres. Ninguna duda o más en la tradición acerca de la idea de la verdad entendida
postura quebranta la verdad del ser. Más que un resultado como evidencia del ser, la cual no puede ser en absoluto
de la investigación parsimoniosa, es una forma de ser del discutida. Se discute la esencia de las cosas, pero no se discute
hombre, que consiste en dialogar, unos con otros, perma- la presentación del ser. La presentación de la evidencia del ser
nentemente de cara al ser. se corresponde con la idea de la verdad como comunidad.
“La relación pura con el ser siempre es verdadera” (Nicol, A su vez, la comunidad de las verdades hipotéticas, forma-
1980: 229), esta verdad no puede entrar en crisis ni que- das por la razón, se corresponde con la idea de la verdad de
brantarse. No posee contrario, pues no es una verdad posi- teoría.
ble producto de una variable teórica. No es acumulable ni Con lo anterior podría decirse que si bien en la verdad
perfectible, cual si fuese producto de una rectificación. La primitiva estriba la más segura de las posesiones del hom-
manifestación del ser nunca es incorrecta, es positiva y éti- bre, no posee estrictamente un valor epistemológico. No
ca. El hombre habita comunalmente en el abrigo de esta puede ser invalidada, tampoco puede adquirir un rango
verdad, actualizando en cada operación del logos su eminen- mayor de certeza. En esta verdad, poco o en nada cuentan
te realidad. las diferencias entre los participantes, lo cual equivale a que
Podría decirse que los hombres se encuentran interrela- es independiente del punto de vista de los hombres, no es
cionados, y su nexo es precisamente la expresión: “La ex- resultado del planteamiento de un problema. En pocas pa-
presión no es mediadora, sino inmediatamente comunica- labras, esta verdad no posee un valor epistemológico por-
dora del ser” (Nicol, 1980: 39). Al expresarse en cada situa- que no es resultado de una búsqueda parsimoniosa por el
ción, el hombre reaviva permanentemente la comunidad camino de las variables hipotéticas, es antes bien una mane-
de la verdad. Ciertamente la morada de la verdad es el logos, ra de ser. No le interesa transitar de la hipótesis a la teoría,
pero en cierto sentido la morada espiritual de los seres que le preocupa presentar la evidencia del ser.
se expresan es la verdad. Por esto, conjuntamente con el El valor epistemológico de una proposición sólo puede
autor asentimos, en el hombre habita en la verdad, porque ser el resultado de una alternativa. La verdad primitiva no
es esencialmente el ser de la verdad. Su modo de ser, inva- posee opción, es un hecho. Nicol mismo, indirectamente,
riablemente, consiste en manifestar la verdad de la presen- así lo ha sugerido cuando afirma contrastantemente: “El
cia del ser. científico puede ser engañoso. Pero la relación pura con el
Cabe señalar que a través de la vía de la verdad, el autor ser siempre es verdadera, aunque resulte errónea [...]. El
logra establecer, una vez más, la reunión total y cabal de error es una aproximación fallida, y tiene la misma inten-
todo lo que es. Siendo la expresión el medio para reavivar ción que la verdad” (Nicol, 1980: 229).
permanentemente la verdad de la presencia del ser, “es un En este pasaje podemos leer los dos modos de la ver-
nexo efectivo de cada uno con todos y con todo: en ella se dad: como presentación y como hipótesis de teoría. La
manifiesta la interdependencia y solidaridad de todo lo que verdad como presentación es infalible e indubitable, por
existe” (Nicol, 1992: 19). Esto evidentemente no es nove- lo tanto no puede ser refutada, es decir, no puede adquirir
dad; el filósofo encontrará distintas ocasiones para acen- cualitativamente el adjetivo epistemológico tentativo de
tuar la integración del ser consigo; sin embargo cabe men- válida o no válida. Puede refutarse sólo una proposición
(Nicol, 1990: 337) de la ciencia. Si crear es innovar, signifi- ficiencia explicativa. La historicidad es un rasgo constitutivo,
ca aportar algo novedoso, literalmente, producir un incre- no una cualidad adventicia. Las verdades de teoría son esen-
mento. La creación de una teoría es el incremento del cuer- cialmente históricas, en primer lugar porque son creaciones
po de la ciencia. Su novedad es una innovación cultural, no humanas, y en segundo, porque son esencialmente insufi-
por necesidad natural, sino por una alternativa racional- cientes en sus explicaciones.
mente elegida y construida. Finalmen-
te el ser mismo se reinventa al recrear 3. Sobre la verdad de hecho o de
la ciencia. la ahistoricidad
“La historicidad no es un rasgo ad- de la verdad
quirido por la ciencia recientemente,
sino constitutivo de ella en general” Una de las peculiaridades en la obra
(Nicol, 2000: 42). La ciencia es históri- de Nicol es la contrastación recurren-
ca, en primer lugar, porque figura como te entre la noción de verdad de teoría
una de las apoteóticas creaciones del y la verdad de hecho. Existe entre ellas
hombre. El hombre es histórico en su un juego dialéctico, dibujado por la
ser mismo porque es una creación pro- requisición epistemológica de
pia. De aquí se infiere que toda pro- fundamentación. Las verdades de teo-
ducción humana es por definición his- ría son una construcción histórica y ra-
tórica. cional, que poseen el valor de tesis, lle-
Pero aún más: podríamos afirmar que van en su haber “la posibilidad de des-
la historicidad de la ciencia no sólo se echarlas, corregirlas o ampliarlas, por
explica por este dejo de creación, por lo cual el pensamiento permanece en
parte del hombre en las teorías, tam- estado dinámico” (Nicol, 2002: 201).
bién por la esencial incompletitud que El fenómeno del conocimiento cien-
posee cada construcción teórica. Nin- tífico en el siglo X X está repleto de ma-
guna teoría puede arroparse para sí el tices. La imagen del universo, por ejem-
título de ser una respuesta o explica- plo, ya no está constreñida en las aco-
ción final de un fenómeno. Todo plan- taciones de un universo cerrado, aho-
teamiento teórico es, como ya lo dijo ra se ha desbocado, se ha vuelto im-
Popper, provisional. Nicol afirma: “Las predecible. Esto gestiona la asignatura,
verdades de la ciencia [...], son meras hipótesis, siempre ya no de predecir, sino de encontrar la manera “de hacer
sujetas a variación” (Nicol, 1998: 169). Podríamos conside- comprensible lo impredecible” (Balandier, 2000: 55). De
rar la insuficiencia explicativa por parte de la verdad de ahí, Balandier también expone:
teoría como pieza fundamental para complementar la ra-
zón de la historicidad de la ciencia. Es histórica porque en La ciencia actual ya no intenta llegar a una visión del mundo
ninguna de sus creaciones puede agotarse la explicación fi- totalmente explicativa, la visión que produce es parcial y
nal de la realidad. Toda verdad de teoría es tentativa, es provisoria. Se enfrenta con una realidad incierta, con fronteras
aproximativa, pero finalmente perfectible; son precisamen- imprecisas o móviles [...], explora lo complejo, lo imprevisible
te las conclusiones que están siempre sujetas a revisión. y lo inédito [...]. En esta posición incierta, los individuos y los
Cada verdad de teoría, por cuanto que no es respuesta grupos no logran definirse bien, fijar sus elecciones, orientar
final; tiene, en breve, que ser complementada por otra res- sus conductas. La señalización anticipada es aleatoria [...], es
puesta o explicación más convincente, así que la estructura una de las respuestas a esta incertidumbre (Balandier, 2000:
de la ciencia. La insuficiencia explicativa de las verdades de 10, 233, 234).
teoría constituye el motor de la historicidad de la ciencia.
De hecho la epistemología contemporánea se ha apropiado El fenómeno del conocimiento experimenta un
de este ‘principio’: la complementariedad teórica, que po- trastrocamiento sin precedente: ninguna construcción teó-
demos apreciar a partir de Nicol. rica es perenne ni necesaria. Ninguna construcción científi-
Vemos entonces que la historicidad de la ciencia encuen- ca es eterna; todas son posibles y advenedizas; ninguna po-
tra justificación en dos razones: como creación y como insu- see cabal persistencia ni suficiente evidencia.
de la realidad. Quizá esta procedencia nos permita enten- epistemológicamente incompleta, es, stricto sensu, apodíctica,
derlos como verdades de hecho. Los principios no son hi- luego no es complemento de ninguna otra explicación, por
pótesis, son hechos, donde las opiniones variables de la cien- lo tanto no es histórica, porque, además, no es una verdad
cia encuentran justo apoyo. posible como las demás. “Las verdades de hecho son inmu-
Esta fundamentación que lleva a cabo Nicol no tiene pre- tables [...], no puede ser histórica [...], como lo son las teo-
cedente, es sui generis, pues rompe el cerco de la razón hipo- rías” (Nicol, 1990: 173).
tética y resbala sigilosamente hacia los hechos, donde en- La historicidad de la verdad se explica como creación y
cuentra la ocasión para la primera, y más segura evidencia. como incompletitud argumentativa, factores que están au-
El edificio de la ciencia, una vez más, encuentra una nueva sentes en la geografía de la verdad de hecho; por lo tanto,
fundamentación, ahora ya no en el sujeto, sino en un siste- ésta no es histórica. No posee alternativas, porque no es
ma de verdades de hecho que representa un asidero seguro producto de un menú de opciones. Al ser completa, no es el
para la confianza del conocimiento, a la altura del momen- relevo de otra. Es inmutable, inalternable. Es el rostro de la
to; con esto prolongando la historia de la metafísica y reite- ahistoricidad de la verdad.
ra su importancia. “Las verdades de hecho, no tienen historia. Sólo se ins-
Un eje para la historia de la metafísica podría ser la his- cribe en la historia el suceso de su hallazgo” (Nicol, 2002:
toria de las fundamentaciones epistémicas. En la historia 49). Las verdades de hecho no son producciones huma-
no ha existido una manera unitaria ni uniforme de expli- nas, por eso no son históricas; es histórico sólo el suceso
car el fenómeno de la ciencia ni su fundamentación. En de su hallazgo. En otras palabras, el mérito de la filosofía
Nicol encontramos una manera dispar de fundamentarla, de nuestro autor no se calibra por haber reconocido que
la cual se engarza en la concatenación de las fundamen- los principios del conocer no son, en absoluto, elaboracio-
taciones metafísicas y pone de relieve la insuficiencia de la nes mentales: nadie los forma; sino más bien en haberlos
razón para proveerse a sí misma del sustento de sus pro- especificado y conferirles una organización sistemática en
pias creaciones. La razón es literalmente obligada a re- el cuerpo de una estructura metódica. Histórico es el ha-
conocer con humildad sus limitaciones y a ver en los llazgo de la sistematización rigurosa de unas verdades,
hechos la fuente de su información. específicas, de hecho. Histórica es la manera de buscar y
Otra peculiaridad más salta en la geografía de las verda- hallar otro fundamento para la ciencia. Lo meritorio es la
des de hecho: la ahistoricidad. Una verdad de hecho no es articulación rigurosa de una suerte de hechos vueltos el
una creación de teoría, luego no es histórica. Tampoco es cuerpo propio de los principios de la ciencia.
Bibliografía
Balandier, G. (2000). El desorden y la teoría del caos. ______ (1990). Ideas de vario linaje. Universidad revolución en la filosofía. Fondo de Cultura
______ (1980). La reforma de la filosofía. Fondo de de Cultura Económica, México. Villoro, L. (1999). “La verdad”, El conocimiento.
Cultura Económica, México. ______ (2002). Crítica de la razón simbólica. La Trotta, Madrid.