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Ficha Técnica:

Nombre: PAI. Inventario de evaluación de la personalidad.


Nombre original: PAI. Personality Assessment Inventory.
Autor: Leslie C. Morey
Procedencia: PAR, Psychological Assessment Resources, 1991, 1997, 2007.
Adaptación española: Universidad de Málaga, TEA Ediciones y Universidad
Complutense de Madrid.
Aplicación: Individual y colectiva.
Ámbito de aplicación: Adultos (18 años en adelante).
Duración: Variable, entre 50 y 60 minutos.
Finalidad: Evaluación comprehensiva de la psicopatología de adultos mediante 22
escalas: 4 escalas de validez, 11 escalas clínicas, 5 escalas de consideraciones para el
tratamiento y dos escalas de relaciones interpersonales.
Baremación: Baremos provisionales en la versión experimental en puntuaciones T a
partir de una muestra de adultos americanos normales.
Material: 
• Manual de aplicación experimental
• cuadernillo de evaluación
• hoja de respuestas
• PIN de corrección.

Desarrollo:
El PAI (Inventario de evaluación de la personalidad) es un cuestionario de evaluación de
la personalidad diseñado para proporcionar información sobre variables clínicas críticas
de los evaluados. El PAI fue descrito en sus primeras ediciones en EEUU como “una
mejora sustancial desde la perspectiva psicométrica sobre el estándar existente en el
área” o como “uno de los nuevos tests de personalidad más interesantes”

Desde su publicación original en EEUU, el PAI ganó rápidamente popularidad como


herramienta clínica y de investigación. En la encuesta realizada por Piotrowski y Belter
(1999) encontraron que el PAI era el cuarto instrumento de personalidad más empleado
por los alumnos en prácticas de acuerdo al informe de sus directores. Belter y Piotrowski
(2001) obtuvieron que el PAI era la cuarta prueba más valorada como test objetivo de
personalidad en los cursos de formación de la Asociación Americana de Psicología y

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Boccaccini y Brodsky (1999) informaron que era una de las herramientas más
frecuentemente empleadas en los casos legales que implicaran daño emocional.
Finalmente y de acuerdo a la encuesta de Lally (2003), el PAI fue considerado como uno
de los instrumentos más ampliamente aceptados para una variedad de aplicaciones
forenses y legales.

Su importancia internacional ha hecho que un equipo conjunto de la Universidad de


Málaga, la Universidad Complutense y TEA Ediciones haya decidido emprender el
proceso de adaptación de la prueba. La tarea de adaptar un cuestionario extranjero a
población española es ardua y laboriosa.

La adaptación del PAI requiere la recogida de muestra clínica y de muestra normal para lo
cual se va a contar con su colaboración junto a la de múltiples profesionales. Con el
objetivo de proporcionar unas pautas básicas sobre la prueba, su aplicación e
interpretación se ha generado este manual de aplicación experimental que en ningún
modo podrá sustituir a la versión íntegra del manual que se publicará una vez se finalice
la adaptación. Si la evaluación de personas es siempre un proceso complejo y delicado
que requiere interpretar los resultados con prudencia y sin extraer conclusiones
precipitadas o exageradas, estas precauciones han de extremarse más aún tratándose de
una prueba que está en su fase experimental y cuyas muestras de comparación
empleadas actualmente son de población general de adultos americanos.

El PAI fue construido siguiendo un modelo que enfatizaba tanto los aspectos teóricos y
conceptuales como los empíricos en la construcción y depuración de las escalas. Este
enfoque puso un especial énfasis en el proceso de construcción y selección de los ítems,
así como en su estabilidad y correlatos. En este proceso jugó un importante papel para la
inclusión del ítem en la versión definitiva del cuestionario tanto su adecuación teórica y
conceptual como sus propiedades psicométricas. El desarrollo del test siguió un proceso
iterativo con 4 iteraciones de acuerdo a una estrategia secuencial de validación de
constructo similar a las descritas por Loevinger (1957) y Jackson (1971), si bien
incluyendo un mayor número de parámetros de los ítems adicionales a los descritos por
estos autores.

Un aspecto clave en el proceso de desarrollo de la prueba fue la asunción de que ningún


parámetro individual sería empleado como criterio aislado para decidir la inclusión de un
ítem en la versión final. El exceso de confianza en un único parámetro a la hora de
seleccionar los ítems suele llevar a escalas que presentan alguna de sus propiedades
psicométricas especialmente cuidada, si bien a costa de descuidar otro amplio número de
aspectos. El PAI buscó incluir ítems que reflejaran un adecuado equilibrio entre las
diferentes propiedades deseables de los mismos, entre ellas que cubrieran
adecuadamente todo el contenido del constructo a la vez que mostraran unas
satisfactorias propiedades empíricas, de forma que las escalas resultaran útiles en un
amplio número de contextos y aplicaciones.

Los síndromes clínicos evaluados por el PAI fueron seleccionados de acuerdo a dos
criterios:

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a) Su importancia histórica en la nosología de trastornos mentales
b) Su relevancia en la práctica diagnóstica contemporánea.

Estos criterios fueron evaluados mediante una revisión de la literatura científica así como
con encuestas de profesionales. A la hora de generar los ítems para cada uno de los
síndromes se examinó la literatura dedicada a dicho síndrome clínico específico para
identificar aquellos componentes centrales a la definición del trastorno y se escribieron
ítems que proporcionaran una evaluación de cada componente del síndrome en cuestión.

DESCRIPCIÓN DEL PAI

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Desde su publicación, el PAI ha sido considerado una de las innovaciones más
importantes en el ámbito de la evaluación clínica. El PAI contiene 344 ítems que permiten
obtener una evaluación comprehensiva de la psicopatología en adultos mediante 22
escalas: 4 escalas de validez (Inconsistencia, Infrecuencia, Impresión negativa e
Impresión positiva), 11 escalas clínicas (Quejas somáticas, Ansiedad, Trastornos
relacionados con la ansiedad, Depresión, Manía, Paranoia, Esquizofrenia, Rasgos límites,
Rasgos antisociales, Problemas con el alcohol y Problemas con las drogas), 5 escalas de
consideraciones para el tratamiento (Agresión, Ideaciones suicidas, Estrés, Falta de
apoyo social y Rechazo al tratamiento) y dos escalas de relaciones
interpersonales (Dominancia y Afabilidad). Diez de estas escalas incluyen subescalas
específicas (30 subescalas)  que fueron derivadas conceptualmente para facilitar la
interpretación y asegurar que se cubría todo el amplio rango de constructos clínicos
complejos,  que proporcionan una información más pormenorizada.

En el ámbito clínico cubre los constructos más relevantes para una evaluación
comprehensiva de los trastornos mentales, proporcionando información clave tanto para
el diagnóstico como para la planificación del tratamiento.

En el ámbito forense el PAI es utilizado tanto para el screening y diagnóstico como para


la detección de grupos forenses específicos (p. ej., valoración de peligrosidad, custodia de
menores, psicopatía, maltrato…). Es empleado también en procesos de selección de
personal (p. ej. selección de fuerzas armadas y seguridad).

El PAI destaca por su claridad en la interpretación y la exhaustiva información que


proporciona. Informa además de aquellos ítems críticos que requieren la atención
inmediata del profesional. La amplia cantidad de información clínicamente relevante que
ofrece lo convierte en una excelente opción para la evaluación de la psicopatología de
adultos en múltiples contextos.

En las tablas 1, 2 y 3 pueden encontrarse una breve descripción de cada una de estas
escalas y subescalas respectivamente. Adicionalmente, a partir del análisis del conjunto
de las escalas del PAI se obtienen una serie de índices complementarios que se detallan
en la tabla 4.

Los síndromes clínicos evaluados por el PAI fueron seleccionados de acuerdo a dos
criterios: su importancia histórica en la nosología de los trastornos mentales y su
relevancia en la práctica diagnóstica contemporánea. Estos criterios fueron evaluados
mediante una revisión de la literatura científica y encuestas a profesionales. A la hora de
crear los ítems de cada uno de los síndromes se examinó la literatura relativa a dicho
síndrome clínico específico para identificar aquellos componentes centrales a la definición
del trastorno y se escribieron ítems que evaluaran cada componente del síndrome en
cuestión.

En el proceso de construcción y depuración de las escalas del PAI se enfatizaron tanto los
aspectos teóricos y conceptuales como los empíricos. Este enfoque puso una especial
atención en el proceso de construcción y selección de los ítems, así como en su

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estabilidad y en sus correlatos. El desarrollo del test siguió un proceso iterativo de 4 pasos
de acuerdo a una estrategia secuencial de validación de constructo similar a las descritas
por Loevinger (1957) y Jackson (1971), si bien incluyendo un número adicional de
parámetros de los ítems a los descritos por estos autores.

Un aspecto clave en el proceso de desarrollo de la prueba fue la asunción de que ningún


parámetro individual sería considerado aisladamente para decidir la inclusión de un ítem
en la versión final. El exceso de confianza en un único parámetro a la hora de seleccionar
los ítems suele llevar a escalas que presentan alguna de sus propiedades psicométricas
especialmente cuidada, si bien a costa de descuidar otro amplio número de aspectos. El
PAI buscó incluir ítems que cumplieran simultáneamente distintos requisitos, entre ellos
que cubrieran adecuadamente todo el contenido del constructo y en sus diversas
intensidades (desde formas más leves a más severas) a la vez que mostraran unas
satisfactorias propiedades empíricas, de forma que las escalas resultaran útiles en
diversos contextos y aplicaciones.

Las puntuaciones del PAI aparecen expresadas en puntuaciones típicas T que tienen una
media de 50 y una desviación típica de 10 y cuya interpretación aparece detallada en el
capítulo 3 de este manual. Estas puntuaciones son calculadas a partir de la comparación
con una amplia muestra de 940 casos representativa de la población normal. Se incluye
también una amplia muestra de referencia clínica compuesta por 1.009 casos y una
muestra de referencia de estudiantes compuesta por 400 casos. En el capítulo 4 del
manual técnico se presenta una descripción detallada de cada una de estas muestras.

MATERIALES
Los materiales que componen el PAI son los siguientes:
 Manual de aplicación, corrección e interpretación. En él aparecen las
instrucciones de aplicación, corrección e interpretación de las puntuaciones que se
deberán seguirse para un correcto uso del PAI.
 Manual técnico. Incluye información comprehensiva sobre la lógica subyacente a
la prueba, sus fundamentos teóricos y los métodos específicos implementados
para acometer su construcción. Asimismo también incluye documentación
detallada sobre el proceso de adaptación española y sus propiedades
psicométricas de fiabilidad y validez.
 Cuadernillo. Contiene las instrucciones de aplicación para el sujeto evaluado y los
344 elementos de la prueba. Es un material no fungible, esto es, reutilizable de
aplicación a aplicación. Los sujetos evaluados deberán anotar todas sus
contestaciones a la prueba en la hoja de respuestas.
 Hoja de respuestas. En la hoja de respuestas se deberán anotar todas las
contestaciones a la prueba así como los datos identificativos requeridos. Una vez
finalizada la evaluación, el evaluador deberá revisar que se hayan rellenado
correctamente todos los campos identificativos, que se hayan anotado
adecuadamente las contestaciones a los ítems y que el número de elementos
omitidos sea el menor posible, dado su efecto en la corrección e interpretación de
la prueba. En aquellos casos en que haya respuestas omitidas, será
recomendable que el profesional inste al evaluado a dar una respuesta a dichos
elementos.

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NORMAS DE CALIFICACIÓN

Ψ El PAI, es una prueba susceptible de aplicarse de manera individual o colectiva.


Ψ El tiempo de aplicación oscila entre 45 y 55 minutos.
Ψ No requiere de instrucciones especiales para su aplicación.
Ψ Se sugiere establecer un buen clima de comunicación entre aplicador y evaluado.
Ψ Se utiliza en contextos tales como la psicoterapia, psicología forense, selección de
personal, orientación educativa, evaluación e intervención en crisis, tratamiento de
adicciones y más.
Ψ El sistema de respuesta del PAI, ha sido construido manteniendo la clásica
dicotomía de verdadero/falso pero permitiendo matizar el grado de respuesta. Si el
evaluado percibe que algo es falso en su caso, marcará la opción falso, si percibe
que no es del todo falso tendrá que elegir en qué medida, marcando ligeramente
verdadero, bastante verdadero o completamente verdadero. Esta posibilidad es
aceptada en gran medida por los evaluados que se ven forzados al responder a
otras pruebas de personalidad con un falso o verdadero.
Ψ La prueba no se debe aplicar a menores de 18 años ni a personas analfabetas.
Ψ Se debe realizar observación directa del evaluado para determinar qué aspectos
del medio pueden afectar sus respuestas.
Ψ Es importante tener en cuenta la historia clínica, entrevistas clínicas y valoraciones
previas del estado mental con el fin de no realizar diagnóstico solo con la prueba
PAI.
Ψ Para hacer la versión abreviada, se pueden aplicar los primeros 165 ítems. Esta
versión sólo se aplica cuando hay poca disponibilidad de tiempo o en personas
que tengan problemas de concentración o retraso psicomotor (ver pág. 117
manual de aplicación) 

EVALUACIÓN E INTERPRETACIÓN

1. Determinar potenciales distorsiones en las respuestas, o sea si es válido o no.

2. Se valora la puntuación individual de cada escala. Se obtiene puntajes T y se compara


con las puntuaciones medias de la población. Se debe usar el baremo general para ser
más confiable los resultados. 

PUNTUACIÓN T PERCENTIL
50 Media
60 84
70 96
80 99

3. Luego se analizan los puntajes de las subescalas.

4. Valoración de las combinaciones (índices complementarios).

5. Considerar el perfil y los ítems críticos para profundizar en los aspectos relevantes de la
prueba. 

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Tabla 1.- ESCALAS DE VALIDEZ

Reactivos omitidos: Este es el primer criterio para decidir si el perfil es válido. Para ello,
se requiere que el usuario responda al 95% de los ítems para proceder a su corrección.
En otras palabras cuando un evaluado haya dejado de responder a 18 ítems o más, o
dobles respuestas, el sistema informático no permitirá la corrección del perfil al
considerarlo inválido. Hay que considerar que en aquellos ítems que el evaluado ha
omitido responder se puntúan como cero, o bien instar al evaluado a que conteste y
proceder a su contestación.

INCONSISTENCIA (INC)

Consistencia con que la persona contesta ítems con contenidos parecidos de forma
similar. Indica si el evaluado responde de forma inconsistente a lo largo de la prueba.
Para ello tiene en cuenta su respuesta a pares de ítems altamente relacionados entre sí.

Puntuación T Interpretación
>- 75 Sugieren que la persona no ha prestado la suficiente atención al
73 o más contenido de los ítems. Las posibles razones incluyen descuido,
dificultades de lectura, confusión, problemas de lenguaje, errores en la
anotación de las respuestas o de corrección o fallos al seguir las
instrucciones. Independientemente de la razón los resultados del test
son inválidos. No se procede a la interpretación clínica.
64-74 Indican cierta inconsistencia en las respuestas probablemente
64 a 72 motivadas por descuido o confusión. Habrá que tener cuidado o
reservas al elaborar las hipótesis interpretativas.
<- 63 La persona ha contestado de forma consistente y ha prestado la
64 o menos atención adecuada al contenido de los ítems.

INFRECUENCIA (INF)

Indica si el evaluado ha respondido poco cuidadosamente, al azar o de una forma muy


peculiar, con indiferencia, descuido confusión, dificultades de lectura. Los ítems son
neutrales con respecto a psicopatología y resultan muy poco frecuentes tanto en personas
normales como en pacientes clínicos.

Puntuación T Interpretación
>- 75 Puntuaciones altas sugieren que el sujeto no prestó la atención
necesaria al responder el test. Hay varias razones para suponer porque
se alcanzan puntuaciones en este nivel, tales como confusión,
problemas de comprensión lectora, respuestas al azar etc.
60-74 Elevaciones en este rango (moderadas) indican la presencia de algunas
respuestas poco frecuentes a los ítems; así mismo, las puntuaciones
más altas hacen necesario tener en cuenta posibles fuentes de
distorsión como dificultades de lectura, respuestas al azar,
interpretación idiosincrásica de los ítems etc. Toda interpretación
efectuada en otras escalas del PAI, deben realizarse con cautela.
<- 59 La persona ha prestado la suficiente atención al contenido de los ítems.

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EL USO DE INC e INF para detectar respuesta aleatoria. Como ambas escalas están
orientadas a la detección de respuesta aleatoria podemos establecer que:

T INF >- 75 ó T INC >- 75: Una de las dos escalas obtiene puntuaciones T superiores a
75 (aparece en la zona más clara del perfil).

T INF >- 60 y T INC >- 64: Las dos escalas (INC e INF) obtienen puntuaciones T
superiores a los puntos de corte menos estrictos (ambas puntuaciones aparecen en la
zona intermedia del perfil).

IMPRESIÓN NEGATIVA (IMN)

Indica si el evaluado está presentando una imagen de sí mismo extremadamente


desfavorable que pueda sugerir exageración de síntomas raros, extremos e improbables.

Puntuación T Interpretación
>- 101 Puntuaciones en este rango sugieren un intento por parte del evaluado
de proporcionar una imagen negativa de sí mismo. Puede ser debido a
la falta de atención al responder, a una presentación extremadamente
negativa o a un patrón de exageración de síntomas.
Independientemente del motivo de elevación los datos se tomarán como
inválidos y se debe considerar el hecho de que los resultados de las
siguientes escalas reflejan el deseo de la persona por informar sobre
dichos síntomas que su existencia real en el nivel adecuado.
73-100 Sugiere presencia de un elemento de exageración de quejas y
problemas.
<- 72 Puntuaciones iguales o inferiores a 72 sugieren baja distorsión negativa
en las escalas clínicas y posiblemente el evaluado no haya mostrado
una impresión más negativa que la que sugeriría su situación clínica.

IMPRESIÓN POSITIVA (IMP)

Indica si el evaluado está presentando una imagen de sí mismo muy favorable y/o niega
o evita admitir pequeños defectos poco importantes o menores.

Puntuación T Interpretación
>- 65 Ha intentado mostrarse libre de los defectos comunes que la mayoría de
las personas están dispuestos a admitir. Validez discutible.
55-64 Pretende mostrarse relativamente libre de los problemas que la mayoría
de las personas admite.
44-54 El evaluado no pretende presentar una impresión favorable irreal al
contestar el test.
>- 43 Indican una alta sinceridad en la respuesta del inventario.

Tabla 2- ESCALAS CLÍNICAS

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La eficacia de las escalas clínicas y de las subescalas ha quedado sólidamente
demostrada y avala el posible diagnóstico a partir de las medidas directas que ofrece el
propio entrevistado en distintos ámbitos.

QUEJAS SOMÁTICAS (SOM)

Evalúa las preocupaciones relacionadas con la salud física y las quejas somáticas
habitualmente presentes en los trastornos de somatización o de conversión. Incorpora 3
subescalas: Conversión (SOM-C), Somatización (SOM-S) e Hipocondría (SOM-H).

Puntuación T Interpretación
>- 87 Este rango es poco frecuente incluso en muestras clínicas, sugieren una
preocupación constante a cerca de aspectos de la salud así como un
gran deterioro como consecuencia de síntomas somáticos. Las quejas
somáticas probablemente sean crónicas y estén acompañadas de fatiga
y debilidad incapacitantes para la persona. Puede adoptar el rol de
paciente. Gran cantidad de preocupaciones físicas. Puede presentar
trastornos somatomorfos.
70-86 Sugieren preocupaciones significativas sobre la salud y el cuerpo y un
probable deterioro consecuencia de los síntomas somáticos. Sienten
tener mala salud y perciben sus problemas de salud complejos y de
difícil tratamiento. Probablemente se vea infeliz, demandante, pesimista
60-69 Alguna preocupación sobre la salud. Común en adultos mayores y en
caso de pacientes con problemas médicos específicos.
<- 59 Persona con pocas quejas corporales. Optimistas, activos y eficaces.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE QUEJA SOMÁTICA (SOM)

 Conversión (SOM-C) Contiene ítems referidos a síntomas psicológicos


prototípicos de trastornos de conversión. Sensorio-motores, problemas visuales o
auditivos, motores (parálisis). Puntuaciones T 70 o superiores puede explicarse
por enfermedad física que causa graves problemas sensoriomotores, por una
reacción de conversión incluso delirio de tipo somático
 Somatización (SOM-S) estos individuos informan de una frecuente ocurrencia de
síntomas físicos (como dolores de cabeza, cefalea. dolores de espalda,
problemas gastrointestinales) y preocupaciones vagas sobre su salud y fatiga.
Frecuentemente acompañado de depresión y ansiedad. Las personas con T 70 o
más señalan somnolencia y malestar general.
 Preocupación por la Salud, Hipocondría (SOM-H) individuos preocupados por
su estado de salud y estado físico. La interacción social y las conversaciones
tienden a estar centrados en tales preocupaciones y su autoimagen puede ser
influenciada por creencia de incapacidad por su pobre salud. Puntajes T 70 o
más indican que una mala salud puede ser un componente importante de la
autoimagen de la persona acostumbrada a ocupar el rol de paciente.

ANSIEDAD (ANS)

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Evalúa el grado de tensión y afecto negativo con experiencias de ansiedad, que van
desde rumiaciones, sentimientos de aprehensión y tensión, hasta síntomas físicos de
estrés. Se compone de 3 subescalas: Cognitiva (ANS-C), Emocional (ANS-E) y
Fisiológica (ANS-F).

Puntuación T Interpretación
>- 89 Poco frecuente. Puede ser que no puedan cumplir ni con las
expectativas mínimas sin sentirse desbordadas. Estas puntuaciones
reflejarán un diagnóstico de ansiedad diagnosticable. 91 o más:
deterioro generalizado asociado a la ansiedad. La vida del sujeto es
probablemente muy estrecha. Cualquier estresor puede provocar crisis
70-88 Sugieren niveles significativos de ansiedad y tensión. Los que puntean
así pueden estar tensos la mayor parte del tiempo, pueden ser
percibidos como nerviosos, tímidos y dependientes.
60-69 La persona con este rango puede estar experimentando cierto nivel de
estrés y puede mostrarse preocupado, sensible y emotivo.
40- 59 Puntuaciones moderadas indican que el evaluado experimenta pocas
quejas de ansiedad o tensión. Tranquilos, optimistas y eficaces para
afrontar el estrés.
<- 39 Indicativas de ausencia de temor. Puede suponer falta de precaución

SUBESCALAS CLÍNICAS DE ANSIEDAD

 Cognitiva (ANS-C) Evalúa la presencia de inquietudes sobre asuntos cotidianos y


preocupaciones rumiativas importantes acerca de diferentes temas que afectan y
limitan su capacidad de atención y concentración.
 Afectiva, Emocional (ANS-E) Evalúa la presencia de tensión, cansancio y
dificultad para relajarse como resultado del alto nivel de estrés percibido.
 Fisiológica (ANS-F) Evalúa los signos físicos manifiestos de tensión y estrés (p.
ej., palmas sudorosas, temblor de manos, palpitaciones, arritmias cardíacas
sensación de ahogo o de falta de aire). tienden a experimentar y expresar el estrés
somáticamente.

TRASTORNOS RELACIONADOS CON LA ANSIEDAD (TRA)

Se centra en tres diferentes áreas de síntomas y conductas vinculadas a trastornos


específicos de la ansiedad. Se refieren a miedos y fobias, conductas y pensamientos
obsesivo-compulsivos y experiencias molestas relacionados con eventos traumáticos.
Consta de 3 subescalas: Obsesivo-compulsivo (TRA-O), Fobias (TRA-F) y Estrés
Postraumático (TRA-E).

Puntuación T Interpretación

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>- 83 Poco frecuente en muestras clínicas, quienes alcanzan este puntaje
enfrentan constantes preocupaciones y a menudo asoman sentimientos
de culpa por faltas del pasado ya sean reales o imaginarias.
91 o más: deterioro asociado a ansiedad. Sufre desordenes psicológicos
severos, se la pasa mortificándose con rumiaciones, sobre todo de
situaciones pasadas, reales o imaginadas. Patrones desadaptativos
70-82 Puntajes con este nivel sugieren limitaciones asociadas con miedos
específicos. Pueden ser percibidos como inseguros y con dudas sobre
si mismos, preocupados y especialmente incómodos en situaciones
sociales.
60-69 Indican la existencia de algunos miedos específicos o preocupaciones.
Persona con poca confianza en sí misma.
<- 59 Personas con poco malestar en general. Personas con buena confianza
en sí mismos, flexibles y serenos bajo presión.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE TRASTORNOS DE ANSIEDAD RELACIONADOS

 Obsesivo-Compulsivo (TRA-O) Evalúa la presencia de comportamientos o


pensamientos intrusivos así como rigidez, indecisión, perfeccionismo y restricción
afectiva. Tienden a ser bastante rígidos y siguen sus propias pautas de conducta
de manera inflexible. Otros los ven como perfeccionistas y estrechos. Su
detallismo los inhibe para tomar decisiones. Los cambios en la rutina los sucesos
inesperados y la información contradictoria son probables generadores de un
estrés incontrolable. Pueden temer de sus propios instintos y dudan de su
autocontrol.
 Fobias (TRA-F) Evalúa la presencia de miedos fóbicos comunes tales como a las
situaciones sociales, al transporte público, a las alturas, a los espacios cerrados y
a otros objetos específicos. Tienden a supervisar su entorno de una manera
vigilante irreal para evitar contacto con el o los objetos temidos y esta vigilancia
probablemente limite sus actividades
 Estrés Traumático (TRA-E) Evalúa la existencia de hechos traumáticos que
continúan causando malestar y que el sujeto percibe como hechos que le han
cambiado o alterado en algún aspecto fundamental de sí mismo. Comúnmente
han experimentado un evento perturbador traumático en el pasado, un evento que
continúa generando estrés y produciendo episodios recurrentes de ansiedad.

DEPRESION (DEP)

Evalúa las características clínicas del síndrome depresivo. Incluye pesimismo,


expectativas negativas, sentimientos de infelicidad y apatía y signos físicos tales como
poca energía, cambios del sueño y del apetito. Está compuesta por 3 subescalas:
Cognitiva (DEP-C), Emocional (DEP-E) y Fisiológica (DEP-F).

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Interpretación
Puntuación T
>- 92 Poco frecuente en escenarios clínicos. Este rango indica
acusadamente la posibilidad de un Dx. de episodio depresivo mayor
si aparecen puntajes altos en las tres subescalas de depresión. La
persona con este puntaje se siente inútil, sin esperanza ni ánimo.
Relaciones poco profundas, se muestra retraído, incomprendido y
carente de importancia para otros. Poca energía, escasa motivación,
ideación suicida es común en personas con este rango. Checar
(SUI).
70-91 Estos puntajes sugieren infelicidad notable, disforia (emoción
desagradable acompañada de tristeza). Pueden estar sumidos en la
tristeza la mayor parte del tiempo, pérdida de interés por actividades
que antes le interesaban o disfrutaba. Los perciben como
insatisfechos, con sentimientos de culpa, deprimidos y en la medida
que aumenta el puntaje T80 y más aumenta probabilidad de un Dx.
de episodio depresivo mayor.
70 a 79: disforia importante. Probablemente esté muy abatido y se
aleja de actividades sociales que antes disfrutaba. Culposo,
inestable, insatisfecho
60-69 Una persona sensible y pesimista, con predisposición a dudar de si
misma y que es infeliz, pesimista, sin autoconfianza al menos una
parte del tiempo.
<- 59 Persona con pocas preocupaciones acerca de la infelicidad o
aflicción. Es visto como estable, autoconfiado, activo y relajado

SUBESCALAS CLÍNICAS DE DEPRESIÓN

 Cognitiva (DEP-C) Evalúa la presencia de pensamientos de inutilidad,


desesperanza y fracaso personal, indecisión y probables dificultades de
concentración.
 Afectiva, Emocional (DEP-E) Evalúa la presencia de tristeza, poco interés en las
actividades normales y poco placer en actividades que antes disfrutaba.
Anhedonia
 Somática, fisiológica (DEP-F) Evalúa la depresión de forma somática, con
cambio en el funcionamiento físico, actividad y energía. Suelen presentar
problemas en el sueño, y baja en la sexualidad, apetito y/o peso.

MANÍA (MAN)

Engloba la sintomatología común de la manía y la hipomanía. Elevado estado de ánimo,


expansividad, grandiosidad, hiperactividad, irritabilidad e impaciencia. Está formada por
3 subescalas: Nivel de actividad (MAN-A), Grandiosidad (MAN-G) e Irritabilidad (MAN-I).

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Puntuación T Interpretación
>- 77 Puntaje poco frecuente. Son típicamente impulsivos y tienen poca
+75 capacidad para demorar el refuerzo. Sujetos con falta de juicio, pueden
experimentar fuga de ideas y delirios de grandeza. Las interacciones
con otras personas son problemáticas debido a la exagerada
importancia que se dan a sí mismos, la hostilidad y el narcicismo que les
impiden empatizar hábilmente en las relaciones. Es posible que asuma
más de lo que puede manejar. Bastante impulsivo y posee poca
capacidad de postergar la gratificación. Su falla de criterio en tales
situaciones, lo puede llevar a un deterioro en su funcionalidad. Asociado
a trastornos como manía, hipomanía o ciclotimia.
65-76 Puntajes T en este rango sugieren un aumento en la impulsividad y altos
65 a 74 niveles de energía. Otros observadores podrían describirlas como
personas antipáticas, malhumoradas y temperamentales. Asociado con
u incremento en la inquietud, impulsividad y altos niveles de energía.
Algunos pueden ser vistos como fríos y exaltados.
55-64 Sugieren a una persona que se muestra activa, sociable, ambiciosa y
con autoconfianza. Sin embargo, hacia la parte superior de este rango,
también puede ser, en cierta medida, ser impaciente, hostil, y fácilmente
irritable.
<- 54 Personas con pocas características con manía o hipomanía. Aunque los
individuos deprimidos raramente poseen sentimientos de grandeza y no
tienen niveles elevados de actividad pueden asociarse con puntajes
muy bajos en (MAN)

SUBESCALAS CLÍNICAS DE MANÍA

 Nivel de Actividad (MAN-A) Evalúa la desmedida participación en una amplia


variedad de actividades de un modo desorganizado y la experimentación de
procesos de pensamiento y comportamientos acelerados. Tiene un nivel de
actividad y energía perceptiblemente altos para los demás. Pueden estar
involucrados en una gran cantidad de actividades de una manera desorganizada y
pueden experimentar procesos de pensamiento acelerados.
 Grandiosidad (MAN-G) Evalúa el contenido del pensamiento está compuesto por
exagerada autoestima, expansividad o grandiosidad, que puede ir de creencias de
tener altos niveles excepcionales de habilidades comunes a creencias de tener un
talento o don especial que lo llevarán a la fama y la fortuna.
 Irritabilidad (MAN-I) Evalúa la existencia de tensión en sus relaciones debido a la
frustración del sujeto por la incapacidad o la falta de voluntad de los otros para
seguir sus planes, sus exigencias y sus ideas probablemente poco realistas. En
sus relaciones con otros son tirantes debido a su frustración por la renuencia de
éstos de someterse al ritmo de sus demandas, planes, e ideas posiblemente poco
realistas. En el extremo, esta irritabilidad puede producir acusaciones de que otros
están intentando frustrar sus planes.

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PARANOIA (PAR)

Evalúa las manifestaciones comunes de la paranoia y de la personalidad paranoide.


Actitud vigilante que supervisa el ambiente por un posible daño. Tendencia a estar
resentido y guardar rencor. Se compone de 3 subescalas: Hipervigilancia (PAR-H),
Persecución (PAR-P) y Resentimiento (PAR-R).

Puntuación T Interpretación
>- 80 Sujetos típicamente relacionados con la paranoia. La persona se
84 o más encuentra amargada, es resentida por la manera en que cree haber sido
tratada por los demás y se anticipa a los supuestos intentos por parte de
otros de aprovecharse de ella. Los celos y acusaciones probablemente
son características habituales en sus relaciones cercanas. Pueden estar
presentes ideas de referencia y delirios de persecución o grandiosidad.
Ideas de referencia y persecución.
70-79 Públicamente, tiende a ser una persona suspicaz y hostil, desconfiada
70 a 83 en sus relaciones cercanas y a tener pocos amigos íntimos
60-69 Tenemos una persona susceptible, intransigente, sensible, escéptica y
dispuesta a pelear.
Cerca de la puntuación más alta de este rango, las personas son
bastante precavidas y cautelosas en sus relaciones interpersonales.
<- 59 Personas abiertas y que generalmente perdona a los demás.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE PARANOIA

 Hiper-Vigilancia (PAR-H) Evalúa la suspicacia y la tendencia a estar atento a


posibles desaires reales o imaginarios producidos por otros.
 Persecución (PAR-P) Evalúa la creencia de haber sido tratado injustamente y de
que existe un interés común entre diversas personas para socavar sus intereses.
 Resentimiento (PAR-R) Evalúa la presencia de resentimiento y desconfianza en
las relaciones interpersonales y una tendencia a guardar rencor y a echar la culpa
a los demás de cualquier desgracia.

ESQUIZOFRENIA (ESQ)

Incorpora los principales síntomas del espectro esquizofrénico: creencias y percepciones


inusuales, pobre competencia social, anhedonia social, perturbaciones e ineficacia en la
atención y concentración. Engloba 3 subescalas: Experiencias psicóticas (ESQ-P),
Indiferencia social (ESQ-S) y Alteración del pensamiento (ESQ-A).

Puntuación T Interpretación
>- 84 Poco frecuente aún en escenarios clínicos. Estos puntajes se asocian
típicamente con un episodio de esquizofrenia activo. La persona esta
confusa, retraída y suspicaz. Tiende a tener un juicio limitado y poca
claridad en la percepción de la realidad. Presencia de sintomatología
psicótica positiva y elevaciones específicas en otras escalas pueden

14
ayudar a identificar la naturaleza precisa de tales síntomas. Conforme
aumenta el puntaje T, es más probable que aparezcan delirios, robo o
control de pensamiento.
90 o más: episodio psicótico activo. Propensos a estar confundidos,
apenados y suspicaces y tienen juicio pobre en la prueba de realidad
70-85 Persona propensa a estar aislada e incomunicada, puede sentirse
70 a 89 incomprendida y rechazada por los demás. Son posibles algunas
dificultades en el pensamiento, la concentración y la toma de
decisiones. La elevación de las subescalas puede revelar presencia de
percepciones inusuales o creencias de naturaleza psicótica.
60-69 La persona se presenta retraída, distante y poco convencional.
En el extremo superior de este rango, puede ser bastante cauteloso y
hostil en sus pocas relaciones interpersonales
<- 59 La persona suele ser eficaz en las relaciones sociales y que no tiene
problemas de atención o concentración.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE ESQUIZOFRENIA

 Experiencias Psicóticas (ESQ-P) Evalúa la presencia de sensaciones y


percepciones poco comunes así como de pensamiento mágico y otras ideas
inusuales que pueden incluir creencias delirantes.
 Desapego o Indiferencia Social (ESQ-S) Evalúa el aislamiento social así como la
torpeza y la incomodidad en las relaciones sociales.
 Trastorno del Pensamiento (ESQ-A) Evalúa la confusión, los problemas de
concentración y la desorganización de los procesos de pensamiento.

RASGOS LIMITES (BORDERLINE) (LIM)

Focaliza en los atributos indicativos de aspectos de la personalidad límite. Abarcan pobre


control de las emociones y el enojo, intensas y frecuentes peleas en las relaciones
interpersonales inestables y fluctuantes, confusión en temas como identidad y valor
propio. La impulsividad, la inestabilidad, la labilidad emocional y la ira incontrolada que
frecuentemente termina en conductas autodestructivas. Contiene 4 subescalas:
Inestabilidad emocional (LIM-E), Alteración de la identidad (LIM-I), Relaciones
interpersonales problemáticas (LIM-P) y Autoagresiones (LIM-A).

Puntuación T Interpretación
>- 86 Puntuaciones en este rango se asocian a una estructura de
92 o más personalidad de rasgos límites. Estas personas presentan estado de
crisis, a menudo relacionado con dificultades en sus relaciones. Son
hostiles, se sienten enfadados y traicionados por las personas que les
rodean. Los síntomas indican a menudo depresión y ansiedad como
respuesta a sus circunstancias. Son impulsivos y actuarán de una forma
que los demás perciben como autodestructiva. Las conductas pueden
incluir abuso de alcohol, drogas, explosiones de agresividad.
70-85 Estos puntajes probablemente indiquen impulsividad y labilidad

15
emocional. Se sienten faltos de comprensión por parte de otros, se
muestran enfadados, suspicaces y a la vez ansiosos y necesitados,
haciendo que sus conductas sean ambivalentes en sus interacciones
con los demás.
60-69 Este rango sugiere a una persona malhumorada, sensible y con ciertas
incertidumbres sobre sus metas vitales.
<- 59 Reflejan a una persona emocionalmente estable y con relaciones
sólidas.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE CARACTERÍSTICAS BORDERLINE

 Inestabilidad Emocional (LIM-E) Evalúa la sensibilidad emocional, los cambios


bruscos de humor y el escaso control emocional.
 Problemas de Identidad (LIM-I) Evalúa la existencia de dudas sobre los
principales aspectos de la vida y la presencia de sentimientos de vacío, de falta de
realización y de ausencia de objetivos.
 Relaciones interpersonales problemáticas (LIM-P) Evalúa la presencia de una
historia de relaciones intensas y ambivalentes en las que se ha sentido traicionado
y explotado.
 Daño a sí mismo. Autoagresiones (LIM-A) Evalúa la impulsividad en áreas que
tienen un alto potencial de consecuencias negativas.

RASGOS ANTISOCIALES (ANT)

Evalúa comportamientos relacionados con la personalidad antisocial y la psicopatía.


Evalúa el historial de actos ilegales y problemas con la autoridad. Indicadores de
egocentrismo, espíritu de aventura y pobre empatía, dirigidos a conductas y actitudes
psicopáticas. Consta de 3 subescalas: Conductas antisociales (ANT-A), Egocentrismo
(ANT-E) y Búsqueda de sensaciones (ANT-B).

Puntuación T Interpretación
>- 82 La presencia de puntuaciones en este rango o superiores indica que el
evaluado muestra gran parte de las características del trastorno de
personalidad antisocial. Es por tanto, probable que sea poco fiable y
responsable. Son personas frías en sus contactos sociales explotarán
sus interacciones sociales en su propio beneficio. Tienden a ser
desconsiderados y con conflictos con figuras de autoridad. Inestables e
irresponsables, con poco éxito en las áreas profesional y social.
70-81 Suelen ser personas impulsivas y hostiles, quizá con un historial de
actos temerarios o antisociales: Se muestran insensibles en sus
relaciones y raramente conservan sus amistades.
60-69 Tendencia a la impulsividad y a correr riesgos. Puntuaciones
moderadamente elevadas son comunes en adultos jóvenes
particularmente varones, en los que la puntuación T media se acerca a
60. Más arriba tenemos a sujetos egocéntricos, escépticos y
desinhibidos además de poco sentimentales en las relaciones
interpersonales.
<- 59 Indicativo de personas con relaciones cálidas y cercanas a los demás.

16
Buen control de impulsos y conductas.

SUBESCALAS CLÍNICAS DE CARACTERÍSTICAS ANTISOCIALES

 Conducta Antisocial (ANT-A) Evalúa el historial de actos antisociales y la


implicación en actividades ilegales.
 Egocentrismo (ANT-E) Evalúa la falta de empatía o remordimiento y un enfoque
generalmente explotador de las relaciones interpersonales.
 Búsqueda de Sensaciones (ANT-B) Evalúa el ansia por nuevas sensaciones y
emociones así como una baja tolerancia al aburrimiento y una tendencia a ser
temerario y a asumir riesgos.

PROBLEMAS CON EL ALCOHOL (ALC)

Incluye las conductas relacionadas con el uso, abuso y dependencia del alcohol, y las
consecuencias negativas de este consumo.

Puntuación T Interpretación
>- 84 Es probable que las puntuaciones en este rango reflejen problemas
actuales además de históricos que se asocian con una grave
dependencia del alcohol. Indica también que el consumo de alcohol ha
producido consecuencias adversas. Es probable que existan numerosos
problemas relacionados con el alcohol, incluyendo dificultades con las
relaciones interpersonales, problemas laborales y posiblemente
complicaciones de salud. Las personas con puntuaciones tan altas
probablemente sean incapaces de reducir su ingesta de bebida a pesar
de intentos repetidos de abstinencia. Se suelen sentir culpables por
beber pero indican poca habilidad para controlar el efecto que tiene en
sus vidas.
70-83 Problemas relacionados con el abuso de alcohol en algún momentos de
la vida del sujeto, afectando sus relaciones interpersonales o su
rendimiento laboral. Pueden aparecer puntajes altos en ALC con un
historial de problemas con el alcohol pero que actualmente no beban.
60-69 Reflejan consumo regular de alcohol que puede haber causado algunas
consecuencias adversas relevantes.
<- 59 Este puntaje refleja un consumo bajo o moderado de alcohol con pocas
o nulas consecuencias adversas asociadas a la bebida.

PROBLEMAS CON LAS DROGAS (DRG)

Incluye las conductas relacionadas con el uso, abuso y dependencia de drogas (tanto
prescritas como ilegales), y las consecuencias negativas de este consumo.

17
Puntuación T Interpretación
>- 80 La aparición de estos puntajes se asocia típicamente con
drogodependencia. Probablemente la persona no sea capaz de reducir
su consumo de drogas a pesar de repetidos intentos para controlar su
dese de consumir. Es probable que tenga fracasos sociales y laborales
asociados al consumo de drogas.
70-79 Puntuaciones en este rango probablemente indican que el sujeto ha
cumplido criterios de abuso de drogas en algún momento de su vida,
afectando sus relaciones interpersonales y a su rendimiento laboral, Al
igual que la escala ALC, esta escala incluye la evaluación de aspectos
históricos y actuales, ello puede provocar puntajes moderadamente
altos en personas que probablemente hayan tenido consumos históricos
pero que actualmente no estén consumiendo.
60-69 Las puntuaciones T indican que el sujeto puede consumir drogas de
manera habitual y que puede haber sufrido algunas consecuencias
adversas como resultado de ello. Hacia la parte superior de este rango,
hay una probabilidad de que el consumo de drogas causara o esté
causando problemas a la persona.
<- 59 Este puntaje afirma que la persona afirma consumir drogas de manera
infrecuente si es que las consume.

ESCALAS RELACIONADAS CON EL TRATAMIENTO

AGRESIÓN (AGR):

Evalúa características actitudinales y conductuales en relación a la agresividad, la ira y


hostilidad que van desde la asertividad al descontrol. Contiene 3 subescalas: Actitud
agresiva (AGR-A), Agresiones verbales (AGR-V) y Agresiones físicas (AGR-F).

Puntuación T Interpretación
>- 83 83 o más: individuos que son fácilmente provocados y pueden expresar
explosiones de enojo ante la frustración. Si Agresión verbal es baja y
agresión física elevada, el enojo puede venir con advertencia. Es
posible que otras personas tengan temor del temple del sujeto, y las
relaciones íntimas sufrirán como consecuencia. Hay historias de luchas
y episodios de enojo que nubla el juicio y provocan problemas
70-82 Propensos a estar crónicamente enojados y a expresar libremente su
hostilidad y enojo.
60-69 60 a 64: persona que puede ser vista como impaciente, irritable y
cambiante. 65 a 69: los individuos pueden ser cada vez más enojosos y
éste es provocado fácilmente por los que le rodean.
<- 59 Refleja un control razonable sobre la expresión del enojo y la hostilidad.
40 o menos refleja una persona dócil y no asertiva

SUBESCALAS CLÍNICAS DE AGRESIVIDAD

 Actitud Agresiva (AGG-A) Evalúa la hostilidad, el escaso control de la expresión


de la ira y la creencia en la utilidad instrumental de la agresión.

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 Agresión Verbal (AGR-V) Evalúa las expresiones verbales de ira, incluyendo
desde las asertivas a las ofensivas, así como una tendencia a expresar su ira a los
demás.
 Agresión Física (AGR-F) Evalúa la tendencia a manifestar físicamente su ira,
incluyendo los daños a la propiedad, las peleas físicas y las amenazas de
violencia.

IDEACIÓN SUICIDA (SUI):

Evalúa la ideación suicida cubriendo un amplio rango que va desde la desesperanza


hasta los pensamientos en referencia a la muerte y al suicidio, y planes concretos de
suicidio.

Puntuación T Interpretación
>- 101 Son raros, pero hacen pensar una preocupación morbosa con
pensamientos suicidas.
80-100 Están frecuentemente asociados con planes inminentes de suicidio.
Debe evaluarse el riesgo potencial y realizar intervenciones pertinentes
sin demoras. Poseen poca esperanza, están desesperados, se creen
inútiles para otros e incapaces de ayudarse a sí mismos. Se sienten
rechazados por quienes los rodean y frecuentemente amargados por
cómo han sido tratados.
70-79 Manifiesta ideación suicida. Son comúnmente ansiosos y depresivos.
60-69 Persona con pensamientos periódicos y pasajeros acerca de la muerte y
el suicidio.
<- 59 Persona con pocos sentimientos de muerte o suicidio.

ESTRÉS (EST):

Mide los estresores vitales que el sujeto experimenta cotidianamente. Evalúa el impacto
de circunstancias o situaciones estresantes recientes en la vida del sujeto en cuanto a:
problemas en las relaciones familiares, dificultades económicas, problemas en relación al
trabajo y cambios ocurridos recientemente.

Puntuación T Interpretación
>- 77 El sujeto se percibe como rodeado por crisis. Manifestará que
aproximadamente todas las áreas importantes de su vida se encuentran
en confusión. Sienten que no tienen control sobre una serie de eventos
indeseables que le ocurren. Se ven a sí mismos como infelices,
dependientes y a merced de quienes les rodean, situaciones que
conducen a cierto rencor. Dicho estrés lo hace vulnerable a trastornos
clínicos.
70-76 Estas dificultades probablemente están teniendo un gran impacto en el
sujeto. Estos individuos se encuentran en riesgo de desarrollar
trastornos reactivos o adaptativos
60-69 Puede estar experimentando cierto estrés como resultado de tener
dificultades en algún área importante de su vida.
<- 59 Manifiesta que su vida es estable, predecible y tranquila.

19
FALTA DE APOYO SOCIAL (FAS):

Medida de la ausencia de apoyo social percibida, sin tener en cuenta el nivel de


disponibilidad y calidad del apoyo disponible de las relaciones del sujeto.

Puntuación T Interpretación
>- 88 Percibe que tiene poco o ningún sostén social que lo ayude en
circunstancias significativas de su vida. Tiende a ser criticado por sí
mismo y por otras personas, de quienes se percibe descuidado y
rechazado. Tiene pocos recursos emocionales para lidiar con las crisis y
es propenso a fuertes reacciones de estrés.
70-87 Está manifestando que sus relaciones le ofrecen poco apoyo. Las
relaciones familiares pueden estar algo distantes o conflictivas, mientras
que los amigos son vistos como no disponibles para ayudar cuando se
los necesita.
60-69 Puede tener pocas relaciones de intimidad o estar insatisfecho con la
naturaleza de estas relaciones.
<- 59 Manifiesta intimidad, generalmente relaciones de apoyo con familiares y
amigos.

RECHAZO DEL TRATAMIENTO (RTR):

Medida de los atributos y actitudes asociados con poca motivación al cambio personal de
naturaleza psicológica y/o emocional.

Puntuación T Interpretación
>- 63 Refleja que admite pocas dificultades y no tiene deseos de cambio. No
es probable que busque terapia por su propia iniciativa y es probable
que sea resistente si comienza un tratamiento. Cuestionará el valor de
la terapia y tendrá poca o ninguna colaboración con ella.
53- 62 Personas que están generalmente satisfechas consigo mismas y su
estado. Ven una pequeña necesidad de cambios importantes en su
conducta. En el extremo superior de este rango, los sujetos no tienen
poca motivación para comenzar psicoterapia y hay riesgo de abandono
temprano de la misma
44-52 Reconoce la necesidad de hacer algunos cambios. Tiene una actitud
positiva ante la posibilidad del cambio personal y acepta la importancia
de la responsabilidad personal.
<- 43 Reconoce dificultades severas en su funcionamiento. Percibe una
aguda necesidad de ayuda para afrontar sus problemas

ESCALAS DE RELACIÓN INTERPERSONAL:

DOMINANCIA.

Evalúa el grado en que una persona es controladora e independiente en sus relaciones


personales. Las puntuaciones altas están asociadas a un estilo dominante mientras que
las puntuaciones bajas reflejan un estilo sumiso.

20
Puntuación T Interpretación
>- 70 La necesidad de control es bastante pronunciada y probablemente
colmará la paciencia de quienes lo rodean. Son bastante dominantes y
tienden a tener poca tolerancia con aquellos que se opongan a sus
planes y deseos. Otros los ven como dominadores y dictadores.
40-69 Hace pensar en un individuo que es seguro de sí mismo. Confiado y
controlado. Se siente cómodo en las situaciones sociales, pero a
menudo prefiere estar acompañado en situaciones en las que él puede
tener el mando.
31-39 Bastante modesto y retraído. Tiende a ser tímido y probablemente no es
hábil en imponer sus necesidades. Se pone incómodo cuando es el
centro de atención.
<- 30 Persona que tiene poca confianza en la interacción social, tendiente a
encontrar dificultades y a subordinar sus intereses por el de los otros.
Esto puede resultar en un maltrato o explotación por parte de los
demás.

CALIDEZ. AFABILIDAD (AFA):

Evalúa la capacidad de la persona para ser empática, simpática y agradable o retraída,


rechazada y desconfiada en sus relaciones interpersonales. Las puntuaciones altas estás
asociadas a un estilo afable y sociable y las puntuaciones bajas a un estilo frío e
indiferente.

Puntuación T Interpretación
>- 70 La necesidad de aceptación es bastante pronunciada y puede producir
una dependencia importante. Los demás pueden verlos como confiados
y estando a favor de su propio bien.
40-69 Individuos cálidos, simpáticos y solidarios con los demás. Anhelan
agradar a los demás y consideran duro el ser criticados por otros incluso
cuando la crítica es merecida. Su naturaleza confiada y su prontitud a
perdonar pueden ponerlo en riesgo de que otros tomen ventaja en las
relaciones personales.
31-39 Tiende a estar algo distante en las relaciones interpersonales. Le dan
poco valor a la intimidad, a las relaciones duraderas y no se muestran
entusiasmados en otros tipos de relaciones sociales. Pueden ser vistos
como desconsiderados y duros. No están muy interesados en las
opiniones de los demás.
<- 30 Persona que tiene poco interés en las relaciones sociales. Parece fría y
sin sentimientos y es poco tolerante a las fallas de otros. Vistos como
incapaces de mostrar afecto y desinteresados en compromisos
interpersonales. Solo pocas personas los consideran algo más que
conocidos.

21
Tabla 3. ÍNDICES COMPLEMENTARIOS DE VALIDEZ:

• Inconsistencia al final del cuestionario (INC-F): Detecta el cansancio o la falta de


atención en la segunda parte del cuestionario. Indica si el evaluado ha respondido a la
parte final del cuestionario de forma inconsistente. Para ello compara las respuestas del
sujeto a las escalas SUI y ALC en la primera parte del cuadernillo (primeros 165 ítems) y
en la segunda parte. Puntuaciones altas son indicativas de un patrón de respuesta al azar
en la parte final de la prueba. Alerta para interpretar sólo el PAI abreviado, que es el perfil
resultante de los 165 primeros ítems.
• Índice de simulación (SIM): Evalúa la presencia de ocho características del perfil
que suelen observarse más frecuentemente en muestras de simuladores. Puntuaciones
altas son indicativas de exageración de síntomas. Alerta de la posible manipulación de las
respuestas para fingir una patología.
• Función discriminante de Rogers (FDR): Índice resultado de la función
discriminante calculada para maximizar la diferencia entre sujetos instruidos para
responder simulando síntomas frente a pacientes clínicos genuinos. Puntuaciones altas
son indicativas de exageración de síntomas.
• Índice de defensividad (DEF): Evalúa la presencia de defensividad teniendo en
cuenta diferentes características del perfil que se relacionan con el intento de mostrarse
de forma positiva. Evalúa la presencia de ocho características del perfil que suelen
observarse más frecuentemente en muestras de disimuladores. Puntuaciones altas son
indicativas de disimulación.
• Función discriminante de Cashel (FDC): Refleja la probabilidad de que esté
presente una tendencia a la defensividad o a mostrarse de forma positiva. Índice resultado
de la función discriminante calculada para maximizar la diferencia entre sujetos instruidos
para presentarse idealmente frente a sujetos que respondían honestamente a la prueba.
Puntuaciones altas son indicativas de disimulación.

Tabla 4. ÍNDICES COMPLEMENTARIOS CLÍNICOS:

Estas medidas clínicas directas, además, se enriquecen con una serie de Índices
complementarios que se exponen a continuación y que se refieren a cuestiones nucleares
del paciente o la persona evaluada, como el riesgo de que se autolesione, de que dañe a
otros, de que abuse de sustancias o de que rechace el tratamiento.

Estos índices se obtienen a partir de la combinación de las respuestas del evaluado a


diversos aspectos psicológicos y sociales significativos, de forma que ofrecen
estimaciones sobre la posibilidad de que esos factores de riesgo deriven en
comportamientos patológicos. Tienen mucho valor como posible alerta al profesional ya
que son indicadores potenciales de esas conductas problemáticas.

22
Tabla 4.1 ÍNDICES POTENCIALES

• Índice potencial de suicidio (IPS): Complementa la interpretación de las pun-


tuaciones altas en la escala SUI. Se compone de 20 indicadores que exploran factores de
riesgo clave para el suicidio. Evalúa la presencia de veinte características del perfil que
suelen estar asociadas a la conducta suicida. Es un indicador indirecto ya que no incluye
la puntuación en la escala SUI que evalúa explícitamente la presencia de ideación suicida.
Puntuaciones altas son indicativas de una mayor probabilidad de suicidio.
• Índice potencial de violencia (IPV): Complementa la evaluación del riesgo de
violencia. Se compone de 20 indicadores que se han mostrado útiles para predecir el
riesgo de violencia. Evalúa la presencia de veinte características del perfil que suelen
estar asociadas a la conducta violenta hacia otros y peligrosidad. Es un indicador
indirecto. Puntuaciones altas son indicativas de una mayor probabilidad de violencia hacia
otros.
• Índice de dificultades en el tratamiento (IDT): Estima la posibilidad de un tratamiento
complejo o difícil a través de 12 indicadores. Evalúa la presencia de doce características
del perfil que suelen estar asociadas a dificultades en el tratamiento o la intervención.
Puntuaciones altas son indicativas de una mayor probabilidad de dificultades en el
tratamiento y su abandono.

Tabla 4.2 ÍNDICES ESTIMADOS

• Índice estimado de problemas con el alcohol (ALC-Est): Es una vía


complementaria e indirecta para valorar el riesgo de consumo de alcohol. Indica qué
puntuación en la escala ALC cabría esperar a partir de las puntuaciones en otras escalas
del PAI. Una puntuación en ALC-Est sensiblemente superior a la obtenida en ALC puede
ser indicativa de disimulación de problemas relacionados con el consumo de alcohol.
• Índice estimado de problemas con las drogas (DROG-Est): Es una vía com-
plementaria e indirecta para valorar el riesgo de ingesta de drogas. Indica qué puntuación
en la escala DRG cabría esperar a partir de las puntuaciones en otras escalas del PAI.
Una puntuación en DRG-Est sensiblemente superior a la obtenida en DRG puede ser
indicativa de disimulación de problemas relacionados con el consumo de drogas.

GUÍA DE INTERPRETACIÓN DEL PAI

En la primera parte de esta guía se exponen de manera resumida algunas de las


principales aportaciones que ofrece el PAI a los profesionales que deben realizar una
evaluación psicológica en distintos ámbitos. Todos ellos van a coincidir en la necesidad y
la responsabilidad que tienen a la hora de tratar de contestar, de la manera más precisa
posible, a algunas de las siguientes preguntas en relación a la persona evaluada:

• ¿Cuál es el posible diagnóstico?

• ¿Cuál es el riesgo de que se dañe a sí misma?

23
• ¿Qué riesgo hay de que dañe a otros?

• ¿Existe riesgo de que abuse de sustancias?

• ¿Cómo percibe su entorno y qué apoyos tiene?

• ¿Cuáles son sus principales fortalezas?

• ¿Qué intervención es la más adecuada?

• ¿Cómo será su evolución o pronóstico?

El PAI es un cuestionario de evaluación de la personalidad diseñado para proporcionar


información clave sobre las variables clínicas de las personas evaluadas. El presente
informe ha sido creado con el objetivo de facilitar la interpretación de los resultados
obtenidos mediante la generación de hipótesis interpretativas a partir de sus respuestas y
puntuaciones en el PAI. Para ello, se estructura en seis grandes apartados:

1. Actitud ante la prueba: indicadores de validez.

2. Escalas y subescalas destacables.

3. Orientaciones para la evaluación general: análisis de las escalas.

4. Orientaciones para la evaluación específica: análisis de las subescalas.

5. Índices complementarios.

6. Otras consideraciones orientativas: aspectos psicosociales

Debe tenerse en cuenta que este informe se ha elaborado de forma automática a la vista
de las respuestas dadas por la persona evaluada al cuestionario y atendiendo
exclusivamente a sus puntuaciones más destacadas. Su valoración e interpretación debe
realizarse de forma conjunta con todos los datos adicionales provenientes de la
evaluación. Este informe debe considerarse meramente como una fuente más de
hipótesis interpretativas. Ninguna decisión o diagnóstico deberá basarse aisladamente en
la información aquí contenida.

El profesional deberá contrastar las posibles sugerencias interpretativas mencionadas con


el conjunto de información adicional disponible y determinar la idoneidad de estas
afirmaciones. Se requerirá del profesional la integración de todos los datos para hacer una
interpretación más completa, todo ello, al objeto de lograr una evaluación lo más ajustada
posible. El profesional, como resultado de sus consideraciones, podrá adaptar, añadir y
cambiar los contenidos según sus propios criterios realizando así un informe definitivo.
Por lo tanto, este informe debe considerarse de carácter orientativo para los especialistas
y no se ha de mostrar a las propias personas evaluadas ni a sus familiares.

24
ACTITUD ANTE LA PRUEBA: INDICADORES DE VALIDEZ

En este apartado se consideran las puntuaciones obtenidas por la persona evaluada en


las cuatro escalas de validez, diseñadas para valorar aquellos factores que podrían
distorsionar los resultados del cuestionario, así como en los cinco índices
complementarios elaborados para reforzar la interpretación de estas escalas (INC-F, SIM,
FDR, DEF, FDC). Puntuaciones elevadas en cualquiera de estas escalas indican que el
resto de la información del perfil debe considerarse con precaución y que cualquier
interpretación de los resultados debe realizarse con cautela. Asimismo, puntuaciones muy
altas en estas escalas e índices harán que se tengan serias dudas sobre la validez de la
información derivada del test. En estos casos será imprescindible que la interpretación del
PAI se lleve a cabo teniendo en cuenta la información procedente de otras fuentes.

Consistencia de las respuestas

El análisis de las respuestas del evaluado y sus puntuaciones en las escalas


Inconsistencia (INC) e Infrecuencia (INF) parece indicar que la persona evaluada ha
respondido de manera coherente y consistente a las preguntas de la prueba.

No obstante, su moderada elevación en el índice complementario Inconsistencia al final


del cuestionario (INC-F) sugiere que ha podido empezar a responder con menor atención
a las últimas preguntas de la prueba, probablemente por cansancio o distracción. En
estos casos, puede ser conveniente consultar el perfil que se obtiene a partir de los
primeros 165 ítems (versión abreviada del PAI), menos afectado por este patrón de
inconsistencia a los ítems finales de la prueba. Por lo tanto, la interpretación de las
puntuaciones del perfil completo sugeridas en este informe deben tomarse con cierta
precaución, especialmente en aquellas escalas en las que se observe una diferencia de
más de 5 puntuaciones T respecto a su puntuación en la versión abreviada. En caso de
observar importantes discrepancias con los resultados con la forma abreviada, resultará
conveniente centrar la interpretación en esta última.

Impresión negativa

De acuerdo a sus resultados en la escala Impresión negativa (IMN), la persona evaluada


podría presentar una cierta exageración de las quejas referidas a sus problemas. Por
tanto, las hipótesis interpretativa basadas en las elevaciones en las escalas clínicas, como
las que aparecen en este informe, deberían considerarse con cierta precaución ya que
pueden exagerar en cierta medida los resultados reales. Puede ser que la persona
evaluada esté haciendo una “llamada de socorro” o que quiera ofrecer una imagen más
negativa de sí misma y de su vida. También es posible que refleje cierta distorsión
negativa deliberada de su imagen clínica. Será necesario disponer de otras fuentes de
información para determinar el posible origen y explicación de esta elevación.

ESCALAS Y SUBESCALAS DESTACABLES

En este apartado se indican las escalas y subescalas en las que la persona evaluada ha
obtenido alguna puntuación significativa, ya sea por encontrarse en el rango inferior

25
(puntuaciones muy bajas o bajas) o en el rango superior (puntuaciones en la zona medio-
alta, en la zona alta o en la zona extrema). Estas puntuaciones aparecen en el perfil
identificadas en una zona más clara y requieren nuestra atención ya que suelen conllevar
asociadas posibles hipótesis interpretativas que serán detalladas en los siguientes
apartados de este informe. Los percentiles no se utilizan en el informe, aunque se
muestran en tabla aparte los correspondientes a las puntuaciones T 60, 70 y 80.

Escalas:

1. Escalas en la zona extrema T + 80


2. Escalas en la zona alta T 70
3. Escalas en la zona medio-alta T 60
4. Escalas en la zona baja T 40
5. Escalas en la zona muy baja T- 30

Subescalas:

1. Subescalas en la zona extrema T 80


2. Subescalas en la zona alta T 70
3. Subescalas en la zona medio-alta T 60
4. Subescalas en la zona baja T- 30

ORIENTACIONES PARA LA EVALUACIÓN GENERAL: ANÁLISIS DE LAS ESCALAS

Las escalas clínicas reflejan medidas directas de las características y síntomas de cada
uno de los constructos clínicos evaluados. Por tanto, elevaciones en alguna de estas
escalas indicarán que la persona evaluada presenta dichos síntomas con una frecuencia
o una intensidad superior a la mayoría de las personas. A continuación, se indican
algunas posibles hipótesis interpretativas derivadas de las elevaciones encontradas y que
se basan en los síntomas o características que suelen estar asociados.

No obstante, ha de tenerse en cuenta que en muchos casos el significado otorgado a una


determinada elevación en una escala deberá matizarse o ajustarse en función de la
información que disponga sobre la persona que está siendo evaluada, incluyendo su
historial, el comportamiento observado, el contexto específico de la evaluación y otras
fuentes de información alternativas.

ORIENTACIONES PARA LA EVALUACIÓN ESPECÍFICA: ANÁLISIS DE LAS


SUBESCALAS

Las subescalas reflejan las características principales de cada una de las escalas, el
colorido particular de los síntomas que las definen y representan. Las puntuaciones altas
o bajas en cada una de ellas significan que la persona presenta con mayor frecuencia e
intensidad las peculiaridades propias de esa subescala y señalan las dificultades que
permiten al profesional valorar con detalle cuál es la particularidad en la que la persona
evaluada presenta mayores problemas.

26
A continuación, se indican aquellas subescalas con puntuaciones destacadas junto con
algunas posibles hipótesis interpretativas derivadas de las elevaciones encontradas y que
se basan en los síntomas o características que suelen estar asociados. No obstante,
como se ha señalado anteriormente en este informe, ha de tenerse en cuenta que en
muchos casos el significado otorgado a una determinada elevación en una subescala
deberá matizarse o ajustarse en función de la información que disponga sobre la persona
que está siendo evaluada, incluyendo su historial, el comportamiento observado, el
contexto específico de la evaluación y otras fuentes de información alternativas.

OTRAS CONSIDERACIONES ORIENTATIVAS: ASPECTOS PSICOSOCIALES

A continuación, se incluyen algunas consideraciones orientativas relativas a la percepción


que tiene la persona de sí misma, a cómo percibe su entorno y a cómo es su estilo
interpersonal en las interacciones sociales que lleve a cabo. Esta información ha sido
deducida a partir de la presencia de determinadas combinaciones de puntuaciones en
diversas escalas y subescalas de la prueba y tratan de proporcionar algunas hipótesis
interpretativas que puedan ser sugerencias en las que indagar o tener en cuenta para el
proceso global de evaluación o intervención. Al igual que se señalaba en otras partes de
este informe, las hipótesis interpretativas aquí sugeridas deberán matizarse y modificarse
de acuerdo a los resultados obtenidos en otras escalas y a la información adicional
disponible sobre la persona evaluada.

 Percepción de sí misma Las puntuaciones obtenidas por la persona evaluada en


las escalas más relacionadas con su percepción de sí misma Grandiosidad (MAN-
G), Depresión Cognitiva (DEP-C) y Alteración de la identidad (LIM-I) indican que
autoconcepto tiene.
 Percepción de su entorno De acuerdo a sus respuestas en las escalas Estrés
(EST) y Falta de apoyo social (FAS).
 Estilo interpersonal De acuerdo a sus respuestas en las escalas Afabilidad (AFA)
y Dominancia (DOM).

Perfiles psicopatológicos, se da un paso más allá en la interpretación del PAI, por encima
del análisis aislado de las puntuaciones en las escalas, subescalas e índices
complementarios. En este capítulo se presenta un nivel diagnóstico configuracional
relativo a diferentes perfiles de grupos clínicos estudiados por Morey. Esta aproximación
permite considerar las peculiaridades de cada persona y a la vez relacionarlas con
prototipos clásicos en psicopatología, pero sin perder un abordaje idiosincrásico que
siempre ha de guiar el proceso de evaluación

La posibilidad de diseñar líneas de intervención siempre está presente cuando es


necesario proponer cambios en el comportamiento de la persona. Variables protectoras
en el PAI, se destacan las escalas que detectan las fortalezas de las personas, sus
valores positivos y su compromiso para un posible cambio, los apoyos psicosociales
percibidos y, en definitiva, los factores que contribuyen de forma relevante a que el
pronóstico y la evolución sean favorables.

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Los ámbitos de aplicación ponen de manifiesto que el PAI es un instrumento que
trasciende la meta de ofrecer solamente un diagnóstico -teniendo en cuenta la
importancia e interés que esto conlleva- para ofrecer aportaciones muy variadas,
dependiendo de las demandas que plantee cada profesional, sobre el mundo psicológico
de la persona, sus rasgos de personalidad principales, sus síntomas clínicos, sus
relaciones interpersonales y su contexto social y ambiental.

Toda esta información desglosada sobre la interpretación del PAI se complementa con los
catorce casos clínicos que se presentan en la parte II de esta guía. Cada uno de los casos
ha sido valorado e interpretado por los propios profesionales que han evaluado a estas
personas y que han participado en la adaptación española del PAI.

Se aprecia un esfuerzo en facilitar al usuario la interpretación de las normas. Se explica


con claridad el significado de las puntuaciones T y se ofrecen algunas sugerencias en
forma de gráfico (áreas) para determinar zonas de puntuación de riesgo. Se ofrecen tres
baremos (general, clínico y de estudiantes) por escalas y subescalas. La escala elegida
para facilitar la interpretación de las puntuaciones es la escala T. Los percentiles no se
utilizan en el informe, aunque se muestran en tabla aparte los correspondientes a las
puntuaciones T 60, 70 y 80.

PARTE II

INTERPRETACION PERFIL PAI

A continuación se muestra la interpretación del perfil de la prueba de personalidad PAI.

Validez del perfil

El perfil es válido y es interpretable, las puntuaciones obtenidas en las escalas de


inconsistencia e infrecuencia, indican que el evaluado ha contestado los ítems de forma
consistente y atenta. La escala de impresión negativa, en la cual la puntuación obtenida
fue de 90, puede indicar una exageración de síntomas, quejas y de la imagen negativa de
sí misma, lo que puede alertar sobre una posible llamada de auxilio, dado el rango en que
se encuentra la puntuación. Lo anterior sugiere que se debe tener cuidado al momento de
interpretar las escalas clínicas con puntuaciones elevadas debido a la posible exageración
de síntomas (esto último corroborado por el índice de simulación el cual arrojó un
resultado de 82).

Interpretación de las escalas clínicas

La escala TRA (trastornos relacionados con la ansiedad) arrojo una puntuación T de 78, lo
que sugiere la presencia limitante de un miedo específico en la vida de la evaluada; la
subescala TRA-E (estrés postraumático) indica la presencia de un acontecimiento del
pasado de la evaluada el cual puede estar influyendo de manera negativa
desencadenando reacciones ante los eventos estresantes derivados. Un análisis a los
ítems que componen esta escala da cuenta de algunas reacciones de la evaluada ante el

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recuerdo del evento estresor, estas son entonces la presencia de pesadillas, sentimiento
de culpa, perdida de interés ante situaciones de usual disfrute, entre otras.

La escala MAN (manía) arrojo un puntaje T de 76, lo que sugiere un aumento de


impulsividad y energía. La subescala MAN-A, con un puntaje T de 84, indica en la
evaluada la presencia de un nivel de actividad muy alto, confusión y dificultades de
comprensión. Este resultado puede estar indicando una exageración de síntomas puesto
que deberían indicar una dificultad al momento de contestar la prueba y así mismo
deberían verse reflejados en las escalas de validez de inconsistencia e infrecuencia,
corroborando la hipótesis de la llamada de auxilio descrita anteriormente.

La escala ESQ (esquizofrenia) arrojo un puntaje T de 76, lo que puede sugerir la


presencia de dificultades en cuanto al aislamiento, la incomprensión y el rechazo de los
demás, así mismo, la subescala ESQ-A (alteración del pensamiento), puede sugerir la
presencia de ideas inconexas y dificultades en cuanto a la comunicación.

La escala LIM (rasgos limites) arrojo un puntaje T de 77, lo cual puede indicar en la
evaluada impulsividad, labilidad emocional (corroborado con la subescala LIM E),
sentimiento de incomprensión (sentimiento corroborado con la escala ESQ) y dificultad
para mantener relaciones cercanas, lo cual se corrobora con la subescala LIM P
(relaciones interpersonales problemáticas).

La escala ANT (rasgos antisociales) arrojo un puntaje T de 78, lo que puede indicar que la
evaluada presenta rasgos de hostilidad e impulsividad, así mismo refleja una dificultad en
sus relaciones interpersonales y sentimientos de culpa por sus actos pasados (síntoma
visto por su señalamiento como ítem en el cuestionario), esto último se observa en la
escala ANT E (egocentrismo) con un puntaje T de 79. Esta escala se relaciona
directamente, por la sintomatología descrita, con la escala LIM.

Interpretación de las escalas relacionadas con el tratamiento

La escala de estrés (EST) arrojo un puntaje T de 79, lo cual indica que las dificultades y
los síntomas producto de su problemática están teniendo un impacto significativo en la
evaluada, aspecto que puede dar cuenta de la exageración de sus síntomas y la
posibilidad implícita de un llamado de auxilio. A si mismo obtuvo un puntaje T de 65 en la
escala de falta de apoyo social (FAS), lo que relacionado con lo percibido en las escalas
clínicas ANT, ESQ y LIM, puede dar cuenta de su dificultad en el presente de sostener
relaciones interpersonales como reacción ambivalente de su percepción de que no recibe
el suficiente apoyo social.

Características psicométricas

Fiabilidad

En el estudio original, las propiedades psicométricas del PAI se analizaron en tres


muestras: una muestra normativa estratificada por género, raza y edad de 1.000 adultos,
una muestra clínica de 1.265 pacientes, y una muestra de 1.051 estudiantes

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universitarios. La fiabilidad promedio test-retest del PAI fue de 0,83, la consistencia
interna para el conjunto de escalas en la muestra normativa presentó valores de 0,75
respectivamente para cada una de las muestras.
En la adaptación española, las propiedades psicométricas del PAI se revisaron también
en tres muestras: una muestra normativa de 940 participantes, una muestra clínica de
1.009 casos, y una muestra de 400 estudiantes universitarios.
En la adaptación española la fiabilidad promedio test-retest del PAI fue de 0,82 y la
consistencia interna de sus escalas obtuvo coeficientes alfa de Cronbach promedio de
0,78 para la muestra normal y de 0,83 para la muestra clínica.
Validez

El manual de la adaptación española recoge un amplio capítulo con los distintos


estudios de validez disponibles sobre el PAI y las evidencias acumuladas de cada una de
sus escalas.
Se analizan las evidencias de validez de contenido a partir de los estudios con jueces
realizados en distintos puntos del desarrollo de la prueba. Se incluye la convergencia del
PAI con numerosos indicadores clínicos, diagnósticos y valoraciones clínicas de
profesionales y con instrumentos diagnósticos comúnmente utilizados (p. ej., MMPI-2,
MMPI-2-RF, MCMI-III, NEO-PI, IAS-R, escalas de alcoholismo, escalas de depresión,
Escala Breve de Evaluación Psiquiátrica BPRS, HAM-D, CODE-DD…), observando una
satisfactoria validez convergente con estos criterios.
También se incluyen estudios con diversos grupos clínicos de cada una de las escalas
principales del PAI, obteniendo perfiles para simuladores, disimuladores, trastornos
somatomorfos, trastornos de ansiedad, trastorno de estrés postraumático, depresión
mayor, trastorno distímico, trastorno adaptativo, manía, esquizofrenia, trastorno
esquizoafectivo, delirios paranoides, alucinaciones auditivas, trastorno límite, trastorno
antisocial, abuso de sustancias, agresores, violadores, maltratadores e ideaciones
suicidas. Su validez discriminante se ve reforzada por la concepción de escalas
independientes con ítems que no se solapan.
Por tanto, puede considerarse que el PAI es un instrumento sólido, muy completo y
riguroso que aporta a los profesionales, en distintos ámbitos de aplicación, una ayuda
fundamental para realizar el proceso de evaluación de la forma más eficaz posible.

4. VERSIÓN ABREVIADA DEL PAI

La mayoría de las personas pueden contestar íntegramente al PAI en unos 40 ó 50


minutos, incluso pacientes gravemente afectados lo hacen con escasa dificultad. Sin
embargo, en determinadas circunstancias puede hacerse necesario el empleo de una
forma abreviada del PAI, como por ejemplo cuando un paciente se niega a seguir
completando el cuestionario tras haber contestado a la primera mitad, cuando responde al
azar la segunda parte del mismo, cuando se utiliza en investigaciones o en evaluaciones
iniciales o cuando se aplica en condiciones en las que el factor tiempo o la presencia de
dificultades imposibilitan la aplicación de la versión íntegra (344 ítems). En estos casos se

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puede disponer de la corrección de los primeros 165 ítems del PAI que permite obtener
una estimación de la puntuación en sus escalas principales.
El PAI fue diseñado para maximizar la utilidad de la información que se obtiene en sus
165 primeros elementos. Se seleccionaron para esta primera parte los ítems con mayores
correlaciones y se ordenaron de forma que permitiera obtener una muestra de todas las
escalas (con una adecuada representación de las distintas subescalas). Este orden
proporciona por un lado información discriminante aunque se conteste un número de
ítems reducido y, por otro, una forma abreviada que posee una estabilidad y
características internas óptimas.

La versión abreviada del PAI se compone de los primeros 165 ítems del cuestionario y
para su aplicación se emplea el mismo cuadernillo del PAI aunque contestando solo a
estos primeros 165 elementos. Para su aplicación, corrección e interpretación se han de
seguir las instrucciones indicadas para el PAI en los capítulos 2 y 3 de este manual que
son generalizables a esta versión abreviada. El uso de la versión abreviada del PAI no
requiere de ningún material específico, sino que se utiliza el cuadernillo, la hoja de
respuesta, los manuales y el PIN (clave de corrección) del PAI. En relación con la
corrección, los usos del PAI (claves de corrección o PINs) son comunes a la versión
completa y abreviada. Independientemente de que se corrija la versión íntegra del PAI
(344 ítems) o su versión abreviada (primeros 165 ítems) se consumirá un uso en el
proceso de corrección y generación del perfil. Finalmente, ha de volver a advertirse que la
presencia de omisiones o de dobles respuestas reduce artificialmente las puntuaciones
obtenidas afectando a la interpretación de las escalas. Por este motivo, se considera un
protocolo inválido a partir de 8 o más omisiones o dobles respuestas, sin que sea posible
su corrección o interpretación dado su efecto en los resultados obtenidos. Incluso un
número menor de respuestas en blanco o dobles respuestas puede afectar a la
interpretación.

A partir de estos primeros 165 ítems, es posible obtener estimaciones de las 22 escalas
principales de la prueba (en la figura 4.1 aparece el perfil de la versión abreviada de un
caso ilustrativo). Sin embargo, no es posible estimar las puntuaciones de las subescalas
ni de los índices complementarios. Las puntuaciones T de la forma abreviada se obtienen
de la comparación con las medias y las desviaciones típicas de las muestras en los
primeros 165 ítems (una descripción de estas muestras en la adaptación española puede
consultarse en el capítulo 4 del manual técnico). Esta forma de tipificación de la forma
abreviada suele ser más adecuada que el empleo de fórmulas de prorrateo o
estimaciones de regresión (Tellegen y Briggs, 1967).

En la tabla 4.1 aparecen las principales características psicométricas de la versión


abreviada del PAI en su adaptación española (1). Respecto a los datos de fiabilidad de la
forma abreviada, la consistencia interna media, coeficiente alfa, fue de 0,74 en muestras
normales y de 0,81 en muestras clínicas; su fiabilidad media entendida como consistencia
temporal (test-retest) fue de 0,82. Estos valores indican una satisfactoria consistencia
interna para el número reducido de ítems que se incluyen en cada escala. La correlación

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media entre la forma abreviada y la forma completa fue de 0,90 en muestras normales y
de 0,93 en muestras clínicas, lo que sostiene la conclusión de que la puntuación de la
forma abreviada proporciona una puntuación razonablemente cercana a la que la persona
obtendría con la forma completa del cuestionario. De hecho, una diferencia grande entre
las puntuaciones de la forma abreviada y la completa es indicadora de alguna
irregularidad al contestar los últimos ítems de la prueba, cuando el evaluado puede estar
más fatigado o prestar menos atención a la cumplimentación de la prueba (Morey y
Hopwood, 2004). Como se describe en el capítulo 3, cuando aparecen puntuaciones altas
en el índice complementario de Inconsistencia al final del cuestionario (INC-F) se hace
necesario interpretar las puntuaciones T de la forma abreviada.

En resumen, los primeros 165 ítems del PAI pueden aportar una estimación del perfil de
una persona en las 22 escalas principales del PAI. No obstante, cabe reseñar que
siempre es recomendable la aplicación de la versión íntegra por la cantidad de
información adicional que aporta. En la mayoría de los contextos clínicos, la obtención de
mayor cantidad de información justifica el incremento del tiempo de aplicación, sobre todo
cuando en las técnicas de autoinforme ese tiempo adicional no se le requiere al
profesional sino al evaluado que está contestando autónomamente a la prueba.

Referencias.

Leslie C. Morey PAI (inventario de Evaluación de la Personalidad). Manual de aplicación,


corrección e interpretación. Adaptación española. TEA Ediciones, S.A. Madrid, 2011

Margarita Ortiz-Tallo, Violeta Cardenal y Mª Pilar Sánchez Guía de interpretación y


evaluación de casos clínicos con el PAI (inventario de Evaluación de la Personalidad) TEA
Ediciones, S.A. Madrid, 2012

Sílvia Font-Mayolas Adaptación española del inventario de evaluación de la personalidad


(PAI).

Ulises Tomas PAI Inventario de Evaluación de la Personalidad. El Psicoasesor.


http://elpsicoasesor.com/pai-inventario-de-evaluacion-de-la-personalidad/

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