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1.

Voy en busca de un tesoro, voy poco, con el tiempo, fui alejándome de ti, Amando sin milagros, viviendo de su
buscando un manantial, en tu regazo lo por caminos que se alejan me perdí. fe, la esposa, siempre alegre, de José. 13. Venid y vamos todos, con flores, a
encontré, en ti, Señora de la Paz. Hoy he vuelto, Madre, al recordar María, que Madre nuestra es.
Tienes un trono de rosas, oh Señora de la cuántas cosas dije ante tu altar, y al 9. Mi alma glorifica al Señor, mi De nuevo, aquí nos tienes, purísima
Paz, quiero en mi vida tenerte yo como en rezarte pude comprender que una Dios, gózase mi espíritu en Dios, mi doncella, más que la luna bella, postrados
un trono, Madre de Dios. madre no se cansa de esperar. Salvador. Él es mi alegría, es mi a tus pies.
Al llegar a tu presencia no quisiera yo Al regreso me encendías una luz, plenitud, él es todo para mí Venimos a ofrecerte las flores de este
marchar; junto a tu lado, en oración, siente sonriendo desde lejos me esperabas, en la Ha mirado la bajeza de su sierva, muy suelo, con cuánto amor y anhelo, Señora,
alegría mi corazón. mesa, la comida aún caliente y el mantel, dichosa me dirán todos los pueblos tú lo ves.
En esta tierra norteña nunca dejes de brillar, y tu abrazo es mi alegría de volver. porque en mí ha hecho grandes
noches de luna, días con sol, eres, oh maravillas, el que todo puede, cuyo 14. Madre de los creyentes que,
Madre, vida y calor. 6. María, tú eres mi madre; María, tú nombre es Santo. siempre, fuiste fiel, danos tu confianza,
eres mi amor; María, Madre mía, yo te Su clemencia se derrama por los siglos danos tu fe.
2. Cantad a María, cantad en su honor, doy mi corazón. sobre aquellos que le temen u le aman, Pasaste por el mundo en medio de
tejedle guirnaldas, guirnaldas de amor. María cuyo nombre es música, más suave desplegó el gran poder de su derecha, tinieblas, sufriendo a cada paso la noche
Ave, ave, ave María (2) que el cántico del ave y que del arpa, en dispersó a los que piensan que son de la fe, sintiendo cada día la espada del
son; tu nombre sea la fuente, do’ beba el algo. silencio, a oscuras padeciste el riesgo de
La Virgen bendita sonríe de amor, cuando
oye a sus hijos tan grata canción. alma mía y llene de alegría mi pobre creer.
corazón. 10. Los cielos y la tierra en ti se La fe por el desierto a lomos de un
De nuevo nos tienes al pie de tu altar, qué
dulce es, Oh Madre, venirte a cantar. encontrarán. María, dulce abrazo, asnillo, la fe cuando, en las bodas, Jesús
7. Junto a ti, María, como un niño quiero que el hombre y Dios se dan se hizo esperar; la fe cuando pensaban
estar, tómame en tus brazos, guíame en Las viejas profecías que hablaban del que el Hijo estaba loco, la fe en Calvario,
3. El trece de mayo la Virgen María bajó de mi caminar. Quiero que me eduques, que Señor nutrían la esperanza de Israel. al borde de acabar.
los cielos a Cova de Iría. me enseñes a rezar, hazme transparente, La flor que nacería en tierra virginal,
Ave, ave, ave María (2). lléname de paz. un Hijo que sería el Emmanuel. 15. Hija del pueblo, María, de un pueblo
A tres pastorcitos la Madre de Dios Madre (8) Quien hizo las estrellas te vino a de vino y pan, eres morena y hermosa,
descubre el misterio de su corazón. mendigar tu carne y tu latido de mujer.
Gracias, Madre mía, por llevarnos a como el sol brilla tu faz. Dios, al pasar a
Haced penitencia, haced oración por los Jesús, haznos mas humildes, tan sencillos El Dios omnipotente no quiso tu lado, toda la gracia te dio.
pecadores, implorad perdón. como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu renunciar al gozo de acunarse en tu Hija del pueblo, María, Madre del
El santo rosario constantes, rezad; y la paz corazón, porque nos congregas y nos das querer. hermoso amor.
al mundo el Señor dará. tu amor. Lámpara siempre encendida, amas y
11. María de Nazareth, María me esperas a Dios, y él siembra en ti la
4. Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, 8. ¿Quién será la mujer que a tantos cautivó, hizo más grande mi fe y por semilla que nos dará el Salvador. ¡Salve,
Madre mía del cielo. Si en mi alma hay inspiró poemas bellos de amor? le rinden hijo me adoptó. oh llena de gracia! ¡Salve, oh Madre de
dolor, busco apoyo en tu amor y hallo en ti honor la música y la luz, el mármol, la Hay veces que yo me pongo a pensar Dios!
mi consuelo. palabra y el color. ¿Quién será la mujer y, sin percibir, me voy a rezar, y mi
Hoy te quiero cantar, hoy te quiero rezar, que el rey y el labrador la invocan en su corazón se pone a cantar a la Virgen de 16. En el trabajo de cada día, como
mi plegaria es canción. Yo te quiero dolor? el sabio, el ignorante, el pobre y el Nazareth. Doncella que Dios amó y vivías y amabas tú, queremos, Madre,
ofrecer lo más bello y mejor que hay en señor, el santo al igual que el pecador. escogió, Madre de Jesús, el Hijo de seguir amando, sirviendo siempre
mi corazón. María es esa mujer, que desde siempre Dios; María, que el pueblo entero junto a Jesús.
Porque tienes a Dios (2) Madre, todo lo el Señor se preparó, para nacer como eligió, Señora y Madre del amor.
En el silencio de aquella aldea, la casa
puedes. Soy tu hijo también (2) y por eso una flor en el jardín que a Dios humilde de Nazareth se va empapando de
me quieres. enamoró. 12. Oh María, Madre mía, oh tu ternura, de tu trabajo, de amor y fe.
¿Quién será la mujer radiante como el consuelo del mortal, amparadme y Tú te afanabas como mi madre e mil
5. Cuantas veces siendo niño te recé, con sol, vestida de resplandor?; la luna a sus guiadme a la patria celestial. trabajos que da un hogar, mujer humilde,
mis besos te decía que te amaba; poco a pies, el cielo en derredor y ángeles Con el ángel de María, las grandezas, de hermosas manos, encallecidas de
cantándole su honor ¿Quién será la mujer celebrad; inundados de alegría, sus trabajar.
humilde, que vivió en un pequeño taller? finezas, proclamad.
tu Madre le pesaba la vida, le pesaba la así, tú, borriquito gris? Porque espíritu arroba y ensancha tanta fe, tanto
17. Tú la Madre de la Iglesia ven, ayúdanos. cruz. jamás tuve un peso tan dulce sobre amor, tanto afán.
enseñaste a caminar a tu Hijo, Dios. mí. Y al mirarte entre el ser y la nada,
Madre enséñanos a amar; María, Madre, 21. Dichoso quien, en su vida, vive Un pensamiento de cielo, ojos que modelando tu cuerpo, exclamó: “Desde el
enséñanos a amar al Hijo, amar a Dios, como vivió María (2). Siempre amando miran sin ver, guarda un tesoro María seno será Inmaculada si del suyo nacer
en ti es, siempre, un mismo amor. a los demás, siempre sirviendo a los en sus entrañas de miel. ¡Qué debo yo”.
Tú hablabas con tu Hijo, era hablar con demás. silenciosa va le arca hecha de rosa y
Dios. Yo quisiera hablarle así y saber rezar. Con tu entrega permitiste que nos clavel! Dentro sonríe, escondido, el 28. Cantemos al Señor un canto nuevo,
acompañe Dios y, creciendo él a tu lado, que esperaba Israel. un canto a la mujer, porque ella es el
Madre del Amor hermoso, Madre virginal,
todo el cielo floreció en tu corazón. compartía nuestra vida. pilar de nuestra historia, la roca de la
En tu canto de alabanza retrataste a 25. Hoy quiero cantarte, Señora de los fe.
nuestro mundo, donde siempre los ángeles, Reina soberana, Madre Una mujer quisiste que sirviera para
18. Madre, esta mañana, al levantarme, de
pequeños del Señor son preferidos. celestial. Yo soy una alondra que ha ahuyentar las sombras de la noche. Una
pronto vi ese retrato tuyo que siempre vela puesto en ti su nido, viendo tu mujer nos trajo luz al mundo, por ella
cerca de mí. Algo en tu mirada era más hermosura te vengo a cantar. Dios bajó a ver los hombres.
dulce, no sé por qué, tal vez porque nunca 22. Yo tengo una Madre (2) se llama
antes lo había mirado como esta vez. María (2) María es la Virgen (2) y es Luz de la mañana, María, templo y Una mujer quisiste que quitara la espada
Madre de Dios (2). Yo cada mañana, cuna, mar de toda gracia, fuego, de las manos del tirano, por la mujer nos
Madre, María, Madre, llena mi alma de
cuando me levanto, la miro y le digo: nieve y flor; puerta siempre abierta, vino Jesucristo que nos libró, glorioso,
tu calor. Madre de la ternura quema mi
María te quiero por Madre y por Virgen y rosa sin espinas, yo te doy mi vida, del pecado.
vida con este amor para dejarlo todo,
guapa también (2). soy tu trovador.
para seguir sólo a mi Señor. Madre,
María, Madre, llévame siempre en tu Sí, sí, sí, sí, sí. María es, María es la Salve surco abierto donde Dios se 29. Reina de los apóstoles, Madre de
corazón. Madre de Dios y mía también. siembra. Te eligió por Madre, Cristo Dios; forma, tú, nuestra mente y
redentor. Salve esclava y reina, virgen voluntad, y nuestro corazón.
Madre, soy tallo tierno que quiere, joven, al Yo tengo una Madre (2) se llama María nazarena, casa, paz y abrazo para el
sol salir, siempre sé tú mi estrella, a ti me (2) María es la Virgen (2) y es Madre de Cuando se fue Jesús, tú te quedaste al
pecador.
entrego, dame tu fuerza, dame valor para Dios (2). Al ir por las calles, con tantos frente de la fe y de la oración, alentando
ser en el mundo la lea pura que encienda a peligros, le digo en silencio: No me dejes la unión de los discípulos y esperando al
Dios. solo, protege mis pasos y hazme mejor. 26. Eres, Madre, muy sencilla criatura Espíritu, que es vida y es amor.
del Señor, Virgen pobre, Madre mía, Sigues, oh Madre, hoy, viva en la Iglesia,
llena de gracia y de amor. Fuiste pendiente de quien va, firme, al timón,
19. Si quieres ir a Jesús, María te llevará. 23. Celebremos unidos a la Virgen arcilla entre sus manos y el Señor te esperando puntual, con los que esperan,
Tienes que renunciar a tu manera de María porque estábamos ciego y nos modeló, aceptaste ser su esclava, la llegada gozosa de Cristo redentor.
reflejar. dio a luz el día, porque estábamos siempre dócil a su voz.
Madre castísima, Madre purísima, tristes y nos dio la alegría.
Yo quiero ser arcilla entre sus
Virgen clemente y fiel. Mujer tan silenciosa y encumbrada, 30. Dijo que “sí”, María, cuando al
manos, yo quiero ser vasija de su
Si quieres hallar la paz, la dicha y la ahora, más que el sol. Tú nutres con la amanecer pudo ofrecer su casa al Santo
amor; quiero dejar lo mío para él.
bondad, María te llevará y la verdad leche de tu pecho al que es tu Creador. de Israel. era un jardín la Virgen, Dios
No entendías sus palabras pero quiso ser clavel. Nunca mi pobre tierra
encontrarás. Lo que Eva en una tarde misteriosa, respondes con fe, dejas que su amor te fuera tan buen vergel.
buscando, nos perdió; tú, Madre, lo guíe confiando siempre en él. Por su
20. Señor, me llamaste un día y dejando mis devuelves en fruto salvador. Dijo que sí, María, y al recibirle a él, en
Espíritu de vida te dejaste transformar,
cosas te seguí con amor, también, una joven su morada humilde, nos acogió
te abandonas en sus manos para hacer
humilde, cuyo nombre es María, dijo “sí” al 24. Muy de mañana, María abandonó también. Madre de Dios y nuestra,
su voluntad.
Señor (2). Nazareth, un trotecillo contento la llevará Virgen de Nazaret, en tu jardín de
hasta Isabel. Nadie en le mundo sabía que amores yo quiero florecer.
Quiero decirte gracias porque un día dije 27. Salve, salve, cantaban, María,
“sí”, quiero cantar mi gozo, con María ya llegó nuestro bien, que un borriquito ¿quién más pura que tú? Sólo Dios.
soy feliz. traía al que esperaba Israel. Y en el cielo, una voz repetía: ¡Más
Señor, cómo pesa la vida, cómo pesan los Por los caminos del alba, amanecer de que tú, sólo Dios, sólo Dios!
años, cómo pesa tu cruz; también, a María abril, blandas orejas al viento y un Pues, llamándote pura y sin mancha,
caminar feliz. Dime ¿por qué caminas de rodillas los mundos están. Y tu

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