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PLANTAS ORNAMENTALES
Una planta ornamental es aquella que se cultiva y se comercializa con propósitos decorativos
por sus características estéticas, como las flores, hojas, perfume, la peculiaridad de su follaje,
frutos o tallos en jardines y diseños paisajísticos, como planta de interior o para flor cortada. Su
cultivo, llamado floricultura, forma una parte
fundamental de la horticultura.
Su importancia se ha incrementado con el desarrollo
económico de la sociedad, el incremento de las áreas
ajardinadas en las ciudades y el uso de plantas de
interior en hogares y edificios públicos.
Las plantas ornamentales normalmente se cultivan al
aire libre en viveros, con una protección ligera bajo
plásticos o en un invernadero con temperatura
controlada. Estas plantas se suelen vender con o
sin maceta para ser trasplantadas al jardín o
simplemente ubicadas como planta de interior.
Helechos: asplenio, Angiopteris, Osmunda.
Helechos arborescentes como Dicksonia.
Trepadoras: hiedra, pasionaria, helecho trepador japonés.
Acuáticas y palustres: nenúfares, entre los que se encuentran el loto y el irupé, helecho
acuático, lentejas de agua.
Palmeras: todas las de la familia Arecaceae, como Phoenix, Washingtonia, Roystonea,
etc. Sin embargo también son incluidas pseudo-palmas como las cícadas (por
ejemplo Cycas revoluta) y la palma del viajero (Ravenala madagascariensis).
Plantas bulbosas y tuberosas: narcisos, jacintos, gladiolos, dalias.
Cactus y crasas como algunas Euphorbia y la conocidísima Aloe vera.
Anuales: petunia, Impatiens, albahaca, etc.
Céspedes: muchas especies de pastos poáceos.
Bambúes: Bambusoideae.
Plantas de interior: Ficus, Dieffenbachia, Croton, orquídeas, Dionaea, Nepenthes .
Epífitas: como el clavel del aire.
CACTUS
Los cactus conforman la familia de plantas suculentas denominada Cactaceae. Estas especies,
como buenas crasas que son, se caracterizan por acumular agua y nutrientes en sus
tejidos, así, pueden adaptarse sin problema al hábitat en el que se encuentren.
Gracias a ello, pueden sobrevivir en terrenos áridos y secos.
La mayoría de los cactus, defienden esas reservas de agua a toda costa y lo hacen
desarrollando unas espinas. Y, aunque pueda parecer que estas plantas son todas iguales (al
menos en apariencia), nada más lejos de la realidad
1. CULTIVO
Los cactus de clima árido y seco son xerófilos, es decir aguantan bien la sequía, pero como
todas las plantas también necesitan obtener agua para vivir. Cuando son cultivados
conviene dejar que el sustrato se seque entre riego y riego. Es muy importante que la tierra
no se encharque: demasiada agua y, sobre todo, un sustrato mal drenado, provocan la
aparición de hongos y la muerte de la planta. De hecho, uno de los mayores errores en el
cuidado de las cactáceas xerófilas es el exceso de riego.
El riego depende de muchos factores: exposición, época del año, tipo de sustrato, clima, si
está en maceta o en tierra, el material de la maceta, si se encuentra en el exterior o no. Así,
en una zona muy cálida y seca, un cactus en maceta de barro orientado al sur (en el
hemisferio Norte) necesitará bastante más riego en la misma época del año que uno
plantado en semisombra directamente en la tierra en una zona más templada y lluviosa.
Durante el verano, un riego cada 10 días puede ser correcto como referencia; en primavera
y otoño se han de espaciar más. Mientras dure el frío invernal prácticamente no hará falta
regar. Pero dentro de casa y con calefacción se debe seguir regando ocasionalmente
durante el invierno para evitar que se seque completamente el sustrato.
Como norma general, la mayoría de los cactus del desierto prefieren una exposición
soleada. Sin embargo, los cactus epífitos, en cambio, necesitan una posición en
semisombra pero mucha luz, y más agua para sobrevivir bien; entre ellos podemos
encontrar los cactus del género Rhipsalis y Epiphyllum. También requieren una exposición
más sombreada en su periodo de adaptación los cactus recién trasplantados, los muy
jóvenes y los que vienen de pasar una temporada en el interior.
Muchos cactus, al provenir de zonas desérticas donde las noches pueden ser muy frías,
tienen una resistencia moderada a las heladas. Sin embargo, entre las 2.000 especies de
cactáceas que existen, muchas son de climas más cálidos (generalmente las epífitas) y
toleran mal las bajas temperaturas. Las lluvias invernales hacen a los cactus más sensibles
Los cactus son la familia de plantas suculentas más común y popular de todas las que
existen. En la actualidad, se desarrollan un gran número de ellos, siendo diferentes entre sí
en cuanto al tamaño, la forma, el tallo o las flores.
Pero, al igual que muchas otras plantas con diferentes especies en su haber, algunas son
más populares que otras.
Vamos a despertar tu curiosidad empezando con un de los cactus más peculiares que
hay hoy en día.
Esta planta arbustiva de la
familia Cactaceae es originaria de América,
pero está naturalizada en la Cuenca del
Mediterráneo y en las regiones del norte de
África.
3. CARACTERISTICAS
Pues bien, en general, el cuerpo viene conformado por un tallo, una estructura de color
verde y engrosada debido al desarrollo de tejidos fundamentales que prevalecen.
A. Columnar: los cactus columnares destacan por tener uno o varios tallos cilíndricos que
crecen de forma erguida (erecta). Son los que más llaman la atención y pueden o no
dividirse (por la base, la mitad o por arriba). Según su división, la planta se denomina
basítona, mesótona o acrótona (sub-tipos).
B. Cladodio: es el tallo aplanado, con forma de raqueta. El género que los representan son los
cactus Opuntia.
C. Globoso: redondeados, con forma de barril. Son uno de los más populares, pues no ocupan
demasiado espacio y, además, existen una gran variedad de ellos. Los géneros más
comunes son los Echinocactus o las Mammillaria.
Estas plantas crasas presentan una areola, es decir, una estructura vegetal que se encuentra
sobre los podarios (la base foliar dilatada y expandida en forma de pequeño tubérculo) y las
costillas.
En la zona superior se producen las flores y en la inferior los meristemos espinulíferos. Las
areolas de los cactus desarrollan pelos o espinas.
Las flores son solitarias y en su mayoría hermafroditas. Los periantos están formados por
numerosos tépalos colocados en espiral. Los frutos suelen ser indehiscentes, en forma de baya
y rara vez secos.
Los cactus son perfectos para decoración interior del hogar, sobre todo aquellas
variedades que por su origen no sobrevivirían a la intemperie. Y no solo eso, además, pueden
plantarse para formar parte de la ornamentación exterior.