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(y otros textos)
© Otto Niemann
© ANEP
ISBN: 978-9974-887-32-9
Diseño: Maca
Se utilizaron tipografías uruguayas:
Quiroga (© Fernando Díaz)
y Rambla (© Martín Sommaruga)
Colección PEDAGOGÍA NACIONAL # 5
La libertad en la escuela
(y otros textos)
Prefacio
Estudio introductorio: Una revolución inmensa,
Gerardo Garay/ 15
Primera etapa
Escritos juveniles / 31
Patriotismo o exterminio / 33
La educación, factor de la evolución / 36
Los anarquistas / 43
13 de octubre / 45
Hacia la paz universal / 47
Necesidad de la Escuela Moderna / 49
La aspiración de la humanidad / 52
Hacia nuestro perfeccionamiento / 54
Deslinde de términos / 56
Nuestro momento / 58
Educación razonada / 61
Preparemos al hombre educando al niño / 65
¿Qué hacer? / 70
Los niños en la fábrica y en el taller / 71
¿Escuela paga o gratuita? / 74
La intervención del Estado en el malestar del pueblo / 76
Protección a los pobres / 79
Palabras de apertura / 80
Los textos escolares y la enseñanza laica / 81
Los anarquistas y el racionalismo / 83
La Liga Racionalista frente a las escuelas del Estado / 84
Cómo se prepara la guerra en el hogar, la escuela,
el periodismo y la política / 87
La escuela religiosa / 90
Al dejar la redacción / 91
La obra del pueblo y para el pueblo / 92
Ferrer y los racionalistas / 93
Segunda etapa
En la escuela / 99
El ideal del maestro / 101
Una Escuela Agrícola modelo / 114
La escuela del porvenir / 120
La libertad en la escuela / 121
La libertad en la escuela II / 123
La libertad en la escuela III / 125
Educación por la bondad / 131
Educación por la bondad / 135
La enseñanza dogmática / 139
La situación económica del maestro y sus conscuencias / 142
Qué hace la institución escolar para que el maestro
cumpla con su deber / 143
Necesidad de la colaboración entre el hogar
y la escuela sobre las que funciona la Escuela Rural
de Experimentación Libre / 148
Hay algo que los niños no deben olvidar jamás / 159
Rasgos del Dr. José P. Varela / 162
El problema del niño es el problema de la sociedad / 167
Las escuelas libres / 169
Una reforma escolar no se puede aceptar ni rechazar
sin un ensayo racional previo / 172
Ideas básicas sobre las que funciona la Escuela Rural de
Experimentación Libre Estación Progreso (Canelones) / 174
Plan Educacional de la Escuela Experimental
de Progreso / 179
La moral y el patriotismo en la Escuela Activa / 185
En el día de la raza. ¡Madre España! / 186
¿Por qué no nos hacen el edificio? / 187
Paz / 189
Nuestra cooperativa / 190
Vida admirable de las abejas / 191
La escuela y la colmena / 192
La Escuela Experimental de Progreso. Habla nuestro
Director / 192
Escuela pública / 195
Alguien te ve… Lo que sucedió a un niño / 196
El hombre y su obra / 197
Cristo / 197
Escuela laica / 198
Saludo de primavera / 199
Pasado, presente, futuro / 199
Tercera etapa
Labor sindical y defensa de la laicidad / 201
Algo más sobre democracia / 203
Además de perfección, la escuela rural necesita
ampliar su función / 205
Carta abierta / 210
La Educación Nueva / 213
La Educación Nueva II / 215
Dinero y trabajo / 217
El hombre y la tierra / 218
La voz de FAMU / 220
Interdependencia: vida humana / 223
Lo que falta a la democracia / 225
La misión de la escuela rural / 228
Ideas directrices para un plan de orientación cultural
y activa del pueblo / 231
Los diarios no tienen espacio… / 235
¿Quiénes son los enemigos de la escuela laica? / 237
La guerra está ganada. Hay que ganar la paz / 240
Los educadores frente a la reorganización social / 242
La libertad en la escuela / 246
¿De quién debe ser la tierra de producción? / 257
¿Que el pueblo no está preparado? / 260
La primera ley de educación común del Uruguay / 264
Producción y distribución / 269
Debe ser eliminada la escuela dogmática / 274
La función educativa será la función coordinadora / 276
Rige un falso concepto del valor humano / 278
Los precios y los salarios. Inútiles perturbaciones
de la vida humana / 283
Religión no es sinónimo de moral / 286
Adoptar la laicidad implica realizar obra de respeto / 287
El Pueblo desea la escuela laica / 288
Enfrentándonos a los «laicos» equivocados / 289
Una charla con los campesinos / 291
Por la formación del hombre consciente y libre / 298
Datos históricos de interés / 299
Fundamentos para la Educación Democrática / 301
Algunas ventajas de la Escuela Laica y Pública / 304
Tenemos escuelas dogmáticas incontroladas / 305
Discurso del delegado de la Federación Uruguaya
del Magisterio / 307
Algunos aspectos históricos de la libertad
de enseñanza / 322
Con motivo del fallecimiento del Dr. José Pedro Varela / 325
De los discursos / 327
La Escuela Nueva es un espíritu nuevo / 328
Aclaremos / 331
La libertad de enseñanza y el control
de la escuela privada / 332
Mesa redonda / 343
La universalidad de la posición laica / 343
El nuevo programa escolar / 345
El más importante servicio público / 347
No hay efecto sin causa / 348
Los hechos sociales son previsibles / 350
En el buen camino / 351
Se acerca un nuevo curso escolar / 353
Así es la escuela de la democracia / 354
La sociedad debe defender al niño / 356
La familia en la democracia / 358
Signo de afirmación democrática / 359
Merecido recuerdo / 361
Evolución de la laicidad en Uruguay, Conferencia
en el Museo Pedagógico / 363
Los niños merecen atención y defensa / 365
Abramos camino a los que vendrán / 367
Por el orden público de la democracia / 368
Retroceso imposible / 370
Contamos con fecundo idealismo / 372
Publicaciones periódicas
El Surco / 377
Educación Sociológica / 377
Infancia / 377
Anales de Instrucción Primaria / 378
Educación / 378
La Colmena, Caracolitos y El Hornero / 379
Verdad / 379
Educación y Cultura / 380
Laicidad / 380
El Día / 381
Posfacio
Pía Batista / 382
Referencias / 393
Agradecimientos
Bibliografía
30
Primera etapa. Escritos juveniles
Patriotismo o exterminio,
El Surco, n.º 1,
25 de junio de 1909
---
45
13 de octubre, Educación Sociológica, n.º 1,
octubre de 1911, p. 2
p. 22-23
-o-
-o-
Y ahora, apartándonos de todas las causas y efectos:
¿Qué derecho tiene un hombre o un grupo de hom-
bres, constituidos en gobierno o por gozar de todas las
comodidades, de ofrecer una migaja a los hambrientos o
un hospital a los enfermos?
¿Quién ha dado a unos hombres el derecho de vivir
•
Lamentase en todas formas y por todos la actual guerra
europea. Los mismos que la han preparado horrorízanse 87
de su obra destructora e inútil, sin creerse responsables.
Cuando los verdaderos amantes de la paz y la fraterni-
dad universal propagan sus ideales de amor, ese amor aún
desconocido en la práctica por imposible, actualmente, con
la organización social que nos rige y encadena, entonces,
a esos hombres buenos de corazón y desinteresados se los
tilda de «enemigos del orden» y se los persigue, se los
encarcela, deporta y tortura o fusila.
Los que en tiempo de «paz» luchan, no para que la
guerra no se efectúe, sino para preparar a todos los seres
en la práctica del bien, anulando las causas que pueden
ser origen de odios y desigualdades, esos son los «locos»,
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
97
Segunda etapa. En la escuela
El ideal del maestro,
Anales de Instrucción Primaria.
Año XIX-XX, Tomo XIX, n.º 1, 2 y 3;
enero-marzo de 1922, p. 41-52
dad y trascendencia.
Yo creo que el magisterio se encuentra en la posición so-
cial en que él mismo se ha colocado. Si no se encuentra a ma-
yor altura será, francamente, porque no se lo merece. Sólo de
nosotros depende nuestra elevación. Sólo de nosotros depende
nuestro prestigio. Y sólo de nosotros, de nuestra elevación y
prestigio depende que la marcha de la humanidad hacia sus
destinos se realice a base de concordia y de justicia.
Industrias
El señor Niemann no ha descuidado la enseñanza
de ciertas industrias, sobre todo de aquellas cuyas ma-
terias primas se encuentran en el medio ambiente. En
su escuela se fabrican alpargatas, cepillos y diversos
modelos de cestería. Las niñas se dedican a las labores
femeninas, con preferencia al hilado y el tejido, siendo
•
atendidas honorariamente en estas labores por su seño-
116 ra esposa. De cómo se trabaja en la rama industrial y de
la adquisición de los elementos necesarios da cuenta el
siguiente extracto:
a) Fabricación de cepillos: los niños proporcionan ma-
deras de cepillos inservibles y cerda de caballo.
b) Cestería: se aplica exclusivamente la madera de los
sauces plantados en la escuela a ese efecto.
c) Hilado y tejido: de lana proporcionada por los alum-
nos y de algunos lanares del establecimiento.
d) Fabricación de alpargatas: son las únicas materias
primas adquiridas en la plaza comercial de Montevideo.
Todos estos productos pasan a propiedad de los alum-
nos, con exclusión de las alpargatas, por las que deberán
Algunas innovaciones
Si el desarrollo agrícolo-ganadero-industrial anotado
más arriba es un factor suficiente para dar carácter espe-
cial a una escuela y para destacar la figura de un maestro,
en cuya labor tiene el trabajo un símbolo, nos quedan aún
por citar otras innovaciones que pertenecen al caudal ideo-
lógico de su director. La creación del Día de la Libertad,
en aquellas zonas ajenas a las corrientes de emancipación
espiritual y atadas aún a los conceptos arcaicos de una dis-
ciplina torturante, no pudo menos que causar sorpresa en
el ambiente.
El Día de la Libertad –nos dice el señor Niemann–
consiste en autorizar a los niños, una vez al mes, para
que obren dentro de la escuela según sus inclinaciones
o su estado de ánimo. Y, cosa curiosa –nos agrega–, ese
•
día que alguien sospechará perdido es el más fecundo del
mes. La asistencia es mayor y la concurrencia al trabajo 117
más decidida, y tiene valores personales muy estimables
por lo que tienen de espontáneo. Se educa el concepto de
la libertad y se descubre la vocación individual.
Es un digno ensayo de acercamiento hacia la escuela de
Tolstoi, el eminente apóstol ruso. Nada de rigideces, ni de
posturas convencionales que alteran el desenvolvimiento
normal de las funciones físicas y morales del niño. La ma-
yor libertad posible dentro del orden racionalmente esta-
blecido: tal debe ser el principio disciplinario de la escuela
moderna.
Fichas individuales
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
Excursiones
Mensualmente, las clases realizan una excursión en
compañía de su director, sin fecha ni destinos fijados de
antemano. Hoy es un día hermoso. La Naturaleza parece
que está de fiesta. Bien, nosotros la acompañaremos. Y un
enjambre de niños y niñas, ebrios de alegría, se lanzan al
campo con el deseo insaciable de abarcarlo y comprenderlo
todo, todo el enigma de la Creación. Y ahí, bajo la bóveda
•
azul y el fecundo silencio de los campos, levanta su cátedra
118 el señor Niemann para explicar buenamente, santamente,
el porqué de las mil maravillas, que son otras mil interro-
gaciones con que sus niños lo acechan.
La ciencia aplicada
La concepción pedagógica del señor Niemann puede
sintetizarse así: la ciencia aplicada.
En la división del terreno en pequeñas parcelas y su
cultivo por dos niños tienen aplicación la geometría, la
aritmética, la botánica y el cooperativismo.
Las excursiones escolares dan lugar a valiosas observa-
ciones de perspectiva, formas y colores de capital impor-
tancia para la enseñanza del dibujo, y observaciones sobre
***
•
La situación económica del maestro y sus
142 conscuencias, Educación, n.º 20, noviembre de 1923,
p. 286-291
•
Qué hace la institución escolar para que el maestro
cumpla con su deber 143
Teniendo en cuenta que la tarea diaria del maestro es
extenuante, ella se limita a cinco horas de trabajo, porque
él necesita, para hacer la libreta de lecciones y prepara-
ción de ellas, etcétera, varias horas por día. Además, y
por la misma razón de higiene, se ha creado el jueves de
asueto; y el año escolar se ha reducido a nueve meses y
medio, gozando así de dos meses y medio continuos de
vacaciones.
Porque el maestro que quiera cumplir a conciencia su
misión siente, además, la necesidad de estudiar ininte-
rrumpidamente para estar al día con el progreso que se
efectúa en todas las esferas de la actividad humana, para
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
Conclusión
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
•
Conferencia leída a los padres de las escuelas públicas de
148 Trinidad, en el local de la Escuela n.º 1 de 2º grado.
Señoras y señores:
El maestro de escuela es como un manantial situado
a un lado del camino, bajo la sombra de un frondoso ár-
bol. Es como un manantial en esas condiciones porque,
colocado a las orillas de un sendero, él no pertenece a
nadie y da al caminante, sin distinción, un lugar de
descanso bajo la sombra del árbol, permitiéndole que
moje sus secos labios y recobre energías y bríos para
una prolongada marcha.
El manantial ofrece su agua pura a todo el que la
quiera beber, sin reparar si es malo o bueno, pobre o rico.
El maestro de escuela también educa y enseña a todos,
--
***
172
Una reforma escolar no se puede aceptar ni
rechazar sin un ensayo racional previo,
Educación, n.º 57-58, 1927, p. 64-65
•
En el día de la raza. ¡Madre España!, El Hornero,
186 n.º 55, 12 de octubre de 1937
•
¿Cuándo nos harán el edificio? Nuestro director contesta a
nuestras preguntas. 187
En este periódico aparecieron las preguntas que enca-
bezan esta página. Y como la respuesta no os llega de otra
parte yo la daré, porque debe darse.
A mí se me ha repetido siempre que el edificio es-
colar se hará, desde hace nueve años. ¿Que todavía no
está? Es cierto. Pero dudar de lo que han prometido las
autoridades sería como calificarlas mal. Para ese fin, se
han adquirido las cinco hectáreas de terreno, dentro del
cual estamos realizando muchas mejoras de importancia.
Todo prueba que el edificio se hará.
Ya están trazadas la avenida central y los caminos
secundarios. Todos los caminos ya están marginados con
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
•
Paz, El Hornero, n.º 64, 25 de agosto de 1938
189
Hay paz en América. Se han puesto de acuerdo los go-
biernos de Paraguay y Bolivia. Y estos gobiernos han pre-
guntado a sus pueblos si estaban conformes con la paz. La
respuesta ha sido a favor de la paz. No podía ser otro el
resultado. El padre y la madre no quieren la muerte de sus
hijos. Y los hijos no desean perder a sus padres.
Padres o hijos somos todos, en cualquier país. La gue-
rra no la desea el pueblo. Sólo la paz permite progresar. El
trabajo nos enseña a amarnos, con el deseo de vivir, vivir
cada vez mejor.
Para conseguirlo, debemos ayudarnos y no destruirnos.
Los pueblos no quieren desconocerse para odiarse:
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
alimento.
Nosotros amamos a las abejas, así como a todos los se-
res que se conducen como ellas. Tememos su aguijón, pero
las admiramos.
210
Carta abierta, Verdad, Periódico independiente,
n.º 13, agosto de 1943, p. 2-3
220
La voz de FAMU, Verdad, Periódico independiente,
n.º 19, noviembre de 1943, p. 2-3
225
Lo que falta a la democracia. Párrafos
de una conferencia sobre Rafael Barrett, dictada
en Paysandú, Verdad, n.º 29, abril de 1944, p. 2-3
Este breve trabajo tuvo por objeto dejar constancia del criterio con
que intervine, para el estudio del problema que en él se expresa,
Querido amigo X:
En cuanto me repongo de una de mis sorpresas, tro-
piezo con otro de esos fenómenos habituales de la vida
social que son, para mí, de una lógica inexplicable.
•
En un comité democrático fui nombrado para atender
la propaganda por la prensa. Acepté con entusiasmo, pen- 235
sando en lo fácil que resultaría mi tarea, habiendo tanto
diario democrático…
La primera noticia que envié, con sello, firma, reco-
mendación, etcétera, no apareció. Repetí la comunicación,
pero hablando personalmente con un redactor. Se produjo
este diálogo:
—Señor: no hay espacio.
—Pero se trata de demócratas presos y torturados en
cierto país de América.
—Muy lamentable; pero la escasez de papel…
—Pero necesitamos que la prensa democrática nos ayu-
de…
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
citiva de la violencia.
Se trata de una organización sumamente peligrosa
por su simulación pacifista. En vez de crear los órga-
nos propios de opresión y de ataque, sus funcionarios
políticos, el clero y sus centros desde donde se dirige el
movimiento –los arzobispos y la iglesia–, ejercen su in-
fluencia en forma tal que todos los recursos de dominio
de cada Estado auténtico están a su servicio.
Se trata de una organización mezclada en intereses
capitalistas, con la significación que no pudieron ocultar
a lo largo de la historia del mundo.
Esos son los que atacan y atacaron siempre a la es-
cuela laica.
Las leyes de la mayoría de los países y su orientación
general están influidos poderosamente por la injerencia
de ese Estado Totalitario que tiene sus oficinas centrales
en el Vaticano. La prensa y la radio, cuando no los defien-
de, los alienta con su silencio y su tolerancia rayana en
•
la sumisión.
238 Y cuando esos simuladores del amor al prójimo ven
que los resortes de la violencia del Estado civil a su
favor fallan –como fallaron por la acción republicana y
laica del pueblo español–, entonces vemos a esos santos
varones subirse las sotanas y cambiar la cruz por el fu-
sil y la ametralladora; y convertir las santas iglesias en
fortines; y cambiar el santo olor a incienso por el acre
olor a pólvora. Vemos que la confianza en dios era una
mentira, de la que ellos son los primeros en no creer
en los momentos de peligro… Vimos claramente cómo
corrió el otro de esa internacional sectaria para destruir
una república que quiso alcanzar la democracia efec-
tiva. Vimos a la iglesia constituirse en Estado político
242
Los educadores frente a la reorganización social,
Verdad, Periódico independiente, n.º 48,
junio de 1945, p. 5
257
¿De quién debe ser la tierra de producción?, Verdad,
Periódico independiente, n.º 50, agosto de 1945, p. 6
para ello.
Y sobre estas cosas se vienen escribiendo artículos
expositivos y polémicos. En el Parlamento, asociacio-
nes y federaciones de campesinos arrendatarios y pe-
queños propietarios; en partidos políticos, la prensa, la
radio y congresos para la reforma agraria o coloniza-
ción; el tema es llevado y traído, enredado con asuntos
financieros y de economía política. Motivos serios hay
para preocuparse.
Daremos nuestra opinión sin discutir con nadie. Nues-
tro criterio es aplicable a cualquier punto de vista que
sostenga la necesidad de la propiedad de la tierra en sus
diversas formas o condiciones.
Los distintos criterios conocidos, que dan lugar a una
compleja y confusa discrepancia, parten, sin embargo, de
una base común: el deseo de establecer quién merece ser el
propietario de la tierra de producción. En todos los casos, se
anhelan soluciones a los problemas capitales: la necesidad
•
de mayor producción y mejores condiciones de vida para
258 el campesino.
Nuestra respuesta a la pregunta del título es esta: la
tierra de producción no debe ser de nadie, es decir, debe
ser de todos...
Los cursos de agua no son de propiedad individual;
tampoco lo son los parques públicos, las playas, las vías
de tránsito, etcétera. Los terrenos para la producción, ya
sea vegetal, animal o mineral, no deberían considerarse
individualmente apropiados, por las mismas razones de
[que son] indispensables para la existencia.
El hombre no puede existir sin el aire que respira, el
sol que calienta, alumbra y vitaliza, ni sin la tierra donde
estar y donde moverse y de donde obtener el alimento y
283
Los precios y los salarios. Inútiles perturbaciones
de la vida humana, Verdad, Periódico impersonal,
n.º 69, julio y agosto de 1947, p. 4
•
La Alianza por la Educación Laica se ha propuesto una
obra de afirmación, constructiva, de respeto más que de 287
ataque, defendiendo la garantía de la laicidad para todos
los niños y jóvenes uruguayos, concurran a escuelas o
liceos, públicos o privados.
Si aceptamos útil la laicidad, ha de ser alcanzada para
todos, porque esa es la única forma de no estar contra
nadie; es la única manera de proteger los derechos del
hombre a alcanzar su desarrollo intelectual y psíquico, tal
como conviene al progreso social.
El Estado democrático tiene el deber de garantizar la
formación intelectual del ciudadano uruguayo. Si se ha de-
cidido –algo tardíamente– intervenir y clausurar escuelas
fascistas y nazistas, habrá que continuar procediendo en la
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
•
Nuestra tarea es ardua y delicada. No es sólo la de expli-
car los problemas de la laicidad a los que no los conocen; 289
tampoco se reduce a defendernos de los que injustamente
nos atacan o a tener que explicar a los que creen que la
posición laica es nociva.
Hay otro aspecto más serio, que tenemos que agregar a
los casos antedichos. Debemos también atender a los que se
dicen laicos, que dicen conocer la enseñanza laica y que se
dicen defensores de la escuela laica, haciéndolo luego tan
mal, que resultan negativos y contraproducentes.
Para ilustrar uno de estos hechos haremos el relato
del caso. En un café nos encontramos con un amigo de
épocas algo distantes. Uno de esos liberales que por ser
tales ya se creen laicos también.
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
asociación de ideas.
Me parece saber bien que nuestro hombre de campo no
es ni ignorante, ni haragán, ni indiferente; se ha divulgado
un falso concepto sobre lo que se entiende por inteligencia,
dinamismo e interés. Parecería que ser «letrado», estar
dedicado a tareas oficinistas, es la mejor forma de manifes-
tar condiciones superiores. Muchos de los que miran des-
pectivamente al trabajador rural (tenido como ser inferior)
estoy seguro de que serían incapaces de resolver para sí los
mínimos problemas que obliga el existir.
Hace quince años, después de haber observado igual
tiempo las tareas rurales, hice esta afirmación: «Un
buen agricultor y granjero es siempre un hombre in-
teligente y activo». Si no fuera inteligente, no podría
resolver tantos problemas como se le presentan a diario,
para los que tiene que ser un agudo observador y un
perseverante experimentador. Manejar la vida vegetal
desde la semilla al fruto; seguir la vida animal en su
•
desarrollo y producción; hacer uso conveniente del cli-
292 ma y defenderse de las inclemencias; prevenir y curar
enfermedades; construir galpones y caminos; desenvol-
verse con escasez de recursos y de toda índole; criar y
educar a los hijos.
¿Quién se ve abocado, por la fuerza de las circunstan-
cias, a un dinamismo tan tenso, inaplazable, de constante
atención y experimentación, frente a leyes naturales in-
violables en que la combinación de los elementos no se
produce siempre en la forma prevista y deseable?
Me siento pequeño ante ese hombre del campo, capaz
de triunfar casi solo dentro de la vida llena de exigencias
y de sorpresas. No caben dudas de que es digno de un
destino justo, sin preocupaciones dolorosas.
de origen material.
La falta de serenidad mental, un mal razonamiento,
pueden causar desviaciones de la conducta que inducen
a dejar sin cumplir necesidades que deberían y podrían
ser satisfechas ahora, de inmediato, y no más adelante o
nunca. Son cosas que corresponden a exigencias míni-
mas de una vida normal y decente. Hay dos extremos, de
los que enérgicamente nos debemos mantener alejados: la
miseria y el lujo, la tacañería y el derroche.
Creo ser bien entendido, y que muchos han de medi-
tar sobre el particular. Hay que proponerse vivir como
seres humanos, administrando mejor las energías; eso
es todo. Pero para comprender y ajustar bien, la inteli-
gencia y la fuerza física que posee todo hombre normal
deben estar acompañadas por la voluntad para propo-
nerse una vida correcta y para servir de freno a posibles
desviaciones.
Esa voluntad debe ser el sostén de su obra. Sin ella, todo
•
se derrumba o se sostiene defectuosamente, produciendo ese
294 malestar permanente que induce a equívocas resoluciones.
Vivir al día no quiere decir –en este caso– desenten-
derse de los días sucesivos. Vivir satisfactoriamente todos
los días debe comprender siempre el presente. Presente
con gratos recuerdos del pasado (ese ayer que fue hoy); y
presente feliz que se extiende al día de mañana, o sea al
próximo presente.
Que el hombre y la mujer, sean niños, adolescentes o
adultos, hagan su vida hoy. Que hoy comiencen a disfru-
tar de una existencia regular, como seguirán mañana. El
niño y la niña que no puedan tener infancia hoy tal vez
nunca la tendrán. Piénsese que el que nunca tuvo infan-
cia no experimentará jamás el placer de haber vivido.
373
Publicaciones periódicas
El Surco
El Surco (antes Tribuna Libertaria) fue una publicación
del Centro Internacional de Estudios Sociales, principal
centro anarquista montevideano por más de tres décadas;
Otto Niemann escribió activamente, según consta en los
cinco ejemplares con los que contamos (N.º 1, 25/6/1909
Educación Sociológica
Educación Sociológica fue una revista mensual, fundada
y editada en exclusividad por Otto Niemann. Las difi-
cultades de apoyo económico, alimentadas por el escaso
número de suscriptores y la impuntualidad en el pago,
debilitaron rápidamente su difusión (sólo siete números
en el lapso 1911-1912). Los artículos se caracterizaron por
propagar las ideas del racionalismo pedagógico y la ne-
cesidad de fundar escuelas racionalistas en Montevideo.
Su actividad sirvió de preámbulo a la actividad de la Liga
Popular para la Educación Racional de la Infancia.
Infancia
•
Fue el órgano oficial de prensa de la Liga Popular
para la Educación Racional de la Infancia, Montevideo 377
(Año I, N.º 1, enero de 1912 - Año V, N.º 40, julio y
agosto de 1916). Su participación fue destacada; escri-
bió cerca de veinte artículos para Infancia, sin contar su
indudable participación en editoriales y comentarios a
publicaciones; por otra parte, desde el N.º 29 al 36 (mayo
de 1914-marzo de 1915) fue su director responsable. La
revista Infancia contribuyó enormemente a la discusión
teórica y la puesta en práctica de los ideales racionalis-
tas del movimiento obrero.
Educación
Fue una revista pedagógica mensual, dirigida por
Venus González Olaza, publicada entre 1922 y 1927. Par-
•
ticiparon autores muy destacados de la educación y de la
378 cultura en general, como Paulina y Luisa Luisi, Emilio
Frugoni, Sabas Olaizola, Clemente Estable, Santín Carlos
Rossi, Sebastián Morey Otero, entre otros. La revista te-
nía como objetivo incidir en el magisterio nacional para
renovar la enseñanza primaria que percibían como es-
tancada. Hacia mediados de la década de 1920 fue ga-
nando cada vez más lugar la nueva pedagogía. Además
de escribir en la revista, Otto Niemann colaboró desde el
inicio en el equipo redactor y fue jefe de sección tras la
reestructuración de la revista.
Verdad
Verdad fue en sus inicios un quincenario (después se pu-
blicó mensual y bimestralmente) que se editó en la ciudad de
Nueva Palmira (departamento de Colonia, Uruguay) durante
ocho años. La existencia de sus ochenta ejemplares abarca
desde el 17 de febrero de 1943 hasta el 1º de agosto de 1951. Su
director responsable fue Antonio Rodríguez Goya, un em-
presario local, dueño de una curtiembre y de negocios inmo-
biliarios (Almeida, 2017). La publicación abordó temas más
bien filosóficos y de actualidad, pero desde una perspectiva
teórica. Es curioso que Otto Niemann tuviera una partici-
L A LIBERTA D EN L A ESCUEL A Y OTROS TE X TOS
Educación y Cultura
Revista pedagógica dirigida por los inspectores de En-
señanza Secundaria José Pereira Rodríguez y Mario Bou-
yat, y editada por Monteverde. Salió entre 1949 y 1957,
siendo la revista de educación no oficial que se editó por
más tiempo en el período. De tendencia escolanovista,
estaba vinculada a la Sociedad de Amigos de la Nueva
Educación. Aunque estaba dirigida fundamentalmente a
profesores de secundaria, también apelaba al magisterio.
Escribieron, además de Niemann, maestros como Sabas
Olaizola, Agustín Ferreiro y Clemente Estable.
•
380 Laicidad
La revista Laicidad era el órgano de la Alianza por
la Educación Laica, un grupo vinculado a la Masonería
y afiliado a la Liga Internacional de la Enseñanza, de la
Educación y la Cultura Popular. La revista salió entre
1949 y 1974 (Niemann escribió hasta 1957), con periodici-
dad irregular y alrededor de diez páginas por número. En
1951, en elecciones de la Alianza por la Educación Laica,
Otto Niemann fue electo director de la revista. Aunque
no ocupó este cargo por mucho tiempo, participó no sólo
como autor, sino también en la organización de la revis-
ta como proyecto colectivo. Originalmente la publicación
denunciaba el avance del catolicismo en la educación, la
El Día
El Día fue editado en Montevideo entre 1886 y 1991.
Fundado por José Batlle y Ordóñez, acompañó los procesos
políticos a lo largo de casi todo el siglo XX, convirtiéndose
en un órgano de prensa muy destacado en el ambiente
cultural uruguayo.
381
Estudio II
Pía Batista
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Referencias