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Facultad de Derecho
Carrera de Derecho
DERECHO PENAL
PARTE GENERAL
TEORÍA DEL DELITO
Contenido
Palabras previas ................................................................................................................................... 4
Introducción ........................................................................................................................................ 5
1. Objeto del curso ...................................................................................................................... 5
2. Bibliografía ............................................................................................................................. 5
2.1. Consulta........................................................................................................................... 6
2.2. Complemento .................................................................................................................. 6
2.3. Revistas especializadas ................................................................................................... 6
2.4. Jurisprudencia.................................................................................................................. 7
PRIMERA PARTE: EL DERECHO PENAL ..................................................................................... 8
1. Introducción al Derecho Penal. ............................................................................................... 8
2. Forma en que actúa y finalidad del Derecho Penal. .............................................................. 10
3. Concepto del Derecho Penal ................................................................................................. 11
3.1. Alfredo Etcheberry ........................................................................................................ 12
3.2. Gustavo Labatut ............................................................................................................ 12
3.3. Eduardo Novoa .............................................................................................................. 12
3.4. Luis Cousiño ................................................................................................................. 13
3.5. Enrique Cury ................................................................................................................. 13
4. Clasificación del Derecho Penal. .......................................................................................... 14
5. Características del Derecho Penal. ........................................................................................ 14
6. Disciplinas relacionadas con el derecho penal. ..................................................................... 18
7. Bases estructurales del Derecho Penal. ................................................................................. 21
7.1. Principio de Legalidad .................................................................................................. 22
7.2. Principio de Ultima Ratio o Subsidiariedad .................................................................. 23
7.3. Principio de lesividad y Tutela de Bienes Jurídicos ...................................................... 25
7.4. Principio de proporcionalidad ....................................................................................... 25
7.5. Principio de culpabilidad ............................................................................................... 26
8. Naturaleza y finalidad de la pena .......................................................................................... 27
8.1. Teorias absolutas ........................................................................................................... 28
8.2. Teorías Relativas ........................................................................................................... 29
8.3. Teorías Unitarias ........................................................................................................... 33
9. Clasificación de delitos ......................................................................................................... 35
9.1. Clasificaciones según el Código Penal .......................................................................... 35
9.2. Clasificaciones según la doctrina .................................................................................. 36
10. Historia del Derecho Penal. ............................................................................................... 37
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 3 Semestre Otoño 2019
Palabras previas
El siguiente cuerpo de apuntes corresponden a la parte general de la Teoría del Delito,
asignatura cursada durante tercer semestre de la carrera de Derecho y que abre las puertas al
estudio del Derecho Penal.
Agradezco muy especialmente a don Carlos Díaz Ulloa, estudiante de tercer año de
la carrera de Derecho, quien se dio el arduo trabajo de transformar las más de 400 diapositivas
de mi curso en este apunte, estructurándolo en prosa y complementándolo con valiosas
anotaciones personales.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 5 Semestre Otoño 2019
Introducción
1. Objeto del curso
2. Bibliografía
Fundamento básico del curso es el Código Penal de la República de Chile, que el alumno
debe traer religiosamente a todas las clases.
El verdadero sentido y alcance de las normas de Derecho penal y su comprensión
sistemática exigen más que la simple lectura del Código, y es que, en pocas materias del
Derecho existe tanta literatura como sobre la parte general del Derecho Penal. El estudiante
tiene de esta forma un amplio repertorio de textos a elegir, siendo el problema la selección y
discriminación de aquellos textos que ofrezcan una combinación óptima entre calidad de la
información y su extensión.
No es necesario comprar estos textos por parte del estudiante, principalmente por razones
de costo y además porque estos textos se encuentran (en teoría) disponibles en la biblioteca
de la Universidad. La consulta regular de estos libros a lo largo del curso facilita la
comprensión y profundización de materias específicas. Resulta además indispensable el
abundante uso de bibliografía en la redacción de ensayos y trabajos escritos.
Una lista corta de textos recomendados comprende los siguientes tomos:
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 6 Semestre Otoño 2019
2.1.Consulta
Estos textos proporcionan un buen resumen sobre la parte general del Derecho Penal y
deben ser usados como libros de apoyo a la cátedra, en el marco del trabajo autónomo que
debe realizar el estudiante.
Enrique Cury Urzúa: Derecho Penal. Parte General. 10° Edición (2011). Ediciones
Universidad Católica de Chile.
Mario Garrido Montt: Derecho Penal. Parte General. 2° Edición (2007). Editorial
Jurídica de Chile.
Sergio Politoff, Jean Pierre Matus, María Cecilia Ramírez, Lecciones de Derecho
Penal Chileno, 2° Edición (2004). Editorial Jurídica de Chile.
Luis Alfredo Etcheberry Orthusteguy: Derecho Penal. Parte General. Tomo I. 3°
Edición (1997). Editorial Jurídica de Chile.
2.2.Complemento
2.3.Revistas especializadas
Existe una serie de revistas jurídicas que reúnen artículos doctrinarios actuales sobre
variados temas. En Chile no existe una gran oferta de revistas especializadas en materia penal
(a diferencia de lo que sí ocurre en otros países como en Alemania), por lo cual el investigador
debe contentarse con buscar los artículos sobre temas penales entre aquellos pertenecientes
a las demás corrientes del Derecho. Revistas de reconocido prestigio nacional son las
siguientes:
Revista de Derecho y Jurisprudencia y Gaceta de los Tribunales (Universidad de
Chile)
Revista Chilena de Derecho (Pontificia Universidad Católica de Chile)
Revista de Derecho (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso)
Revista de Derecho (Universidad de Concepción)
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Además, existe una serie de portales en internet que ofrecen artículos, entre los cuales se
puede hacer mención:
SciElo
VLex
Lexis Nexis
Conicyt
Algunos de estos portales son pagos, pero se encuentran disponibles a través de conexión
mediante la red de la universidad, para lo cual se recomienda contactarse con personal de la
biblioteca y/o hemeroteca.
2.4.Jurisprudencia
Por último, para un acabado conocimiento de la ley penal resulta indispensable estudiar
las sentencias relevantes pronunciadas por los tribunales de justicia de la República. En todos
los temas de Derecho Penal existe una serie de fallos que enmarcan la interpretación y
aplicación de las normas. Dichos fallos emanan por una parte de los tribunales superiores de
justicia, específicamente de la Corte Suprema de Justicia y las Cortes de Apelaciones (fallos
disponibles en http://basejurisprudencial.poderjudicial.cl) y por otra de tribunales especiales,
tales como el Tribunal Constitucional (cuyos fallos se encuentran disponibles en el sitio web
http://www.tribunalconstitucional.cl/sentencias).1
Algunas revistas seleccionan fallos pronunciados por los tribunales de justicia. Destaca
entre ellas la ya mencionada Revista de Derecho y Jurisprudencia y Gaceta de los Tribunales
de la Universidad de Chile. Otra recopilación es el Anuario de Doctrina y Jurisprudencia y
Sentencias Destacadas del Instituto Libertad y Desarrollo.
Dichas sentencias serán revisadas según la materia específica que se estudie.
1
Último acceso el 1 de enero de 2019.
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En primera instancia, es menester sostener que el Derecho Penal tiene por carácter
esencial ser aquella rama del ordenamiento jurídico en la cual se establecen las más gravosas
consecuencias jurídicas con un efecto perjudicial directo sobre los derechos individuales de
las personas. Así, podemos mencionar, a modo de ejemplificar, sanciones que se establecen
en contra del derecho de propiedad como fuese el caso de las multas 2, sanciones que se
establecen en contra del derecho de la libertad personal como el caso de las medidas de
seguridad3 o las penas privativas de libertad4, o como el caso de la prohibición de ejercer
ciertos cargos público-privados en consideración de una clara restricción a la
autodeterminación o libre desarrollo de la personalidad5.
Para justificar la intervención que realiza el Derecho Penal en la esfera de protección
de los derechos fundamentales, resulta necesario hacer un especial esfuerzo por comprender
en primer lugar las funciones que cumple el Derecho Penal respecto del efecto social
producido por el delito. En palabras de Cury (2011),
En toda sociedad se desarrollan formas de conducta que atentan en contra de
aquellos valores fundamentales sobre los que descansa la convivencia: es decir,
valores cuyos quebrantamientos pone en peligro la posibilidad misma de una
agrupación social pues implica la pérdida del mínimo de respeto reciproco y,
por consiguiente, de las condiciones para que la vida en común sea tolerable e,
incluso realizable. La finalidad del derecho penal no puede ser, a fin de cuentas,
sino limitar razonablemente la proliferación de dichas actividades, con el objeto
de asegurar la practicabilidad y, con ello, la continuidad de la vida humana,
que sin coexistencia se encontraría condenada a extinguirse. (pág. 45)
Es posible sintetizar lo anterior, estableciendo que el Derecho Penal tiene por función
evitar la proliferación de actos que quebrantan los valores elementales o básicos de la
sociedad, para así garantizar la coexistencia entre sus miembros. Esto último puede ser
graficado analógicamente en la lógica de espiral, donde en orden descendente puede ser
comprendida la siguiente relación,
2
Art. 494 CP.
3
Art. 455 y ss. CPP.
4
Tal como el caso del homicidio, sancionado en el art. 391 inc. 2° CP.
5
Aquí podremos encontrarnos con el caso del delito de prevaricación, sancionado en el art. 223 CP.
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Escalamiento y masificación de la
violencia
Peligro de
la
agrupación
social
El posicionar de modo claro el efecto social del delito en conjunto con la finalidad del
Derecho Penal nos lleva posteriormente a dos cuestionamientos importantes como lo son
¿Tiene el Estado derecho a castigar con presidio, multas y medidas de seguridad, para de
esta forma garantizar estos valores elementales?, y en caso afirmativo, ¿Cómo deben operar
esos castigos para que cumplan la función del Derecho Penal?
La respuesta no puede sino ser afirmativa, ya que el Estado tiene derecho a castigar
para proteger normas fundamentales de convivencia, donde ante determinadas conductas
dañinas sobre valores básicos, la simple indemnización civil no es suficiente, y por ello, es
necesaria una sanción más enérgica para así “cortar de raíz” estas conductas e impedir que
se reiteren en el futuro. En definitiva, el Estado ostenta así un poder/deber de castigar
conductas dañinas sobre los valores esenciales de la sociedad, mediante sanciones de pena y
medidas de corrección y seguridad.
Con todo, el ejercicio del ius puniendi lleva aparejado fuertes costos (materiales,
sociales y económicos) como la mantención del recluso, el lucro cesante y costo de
oportunidad, costos en el ingreso familiar, efectos sociales conductuales sobre la familia
(conocido como círculo criminal), desajuste social respecto de la severidad de la pena, y el
siempre presente riesgo de error judicial con consecuencia de privación de libertad a un
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inocente; en consecuencia, el Derecho Penal siempre deberá ser cauteloso y estimar que los
valores tutelados deben ser seleccionados rigurosamente y en forma subsidiaria, ya que la
sobre extensión de su aplicación establece efectos perniciosos como la bagatelización del
reproche penal, inseguridad jurídica producto de la incertidumbre en la aplicación de la
norma penal e ineptitud del Derecho Penal6.
En cuanto a las formas de actuar del Derecho Penal debemos precisar que existe una
fuerte controversia en donde son enfrentadas dos teorías que buscan dar respuesta a la
interrogante.
La primera de estas teorías es denominada como Concepción Tradicional u Objetiva7,
en donde la misión del Derecho Penal es evitar y asegurar a la comunidad contra la
perpetración de delitos que en su esencia se fundamentan en un carácter injusto. Así, el
acento de esta teoría se pone en la causación de la lesión o puesta en peligro 8 de bienes
jurídicos protegidos por el ordenamiento jurídico; en síntesis, Cury (2011) apunta a que lo
único decisivo para la determinación de lo injusto es el desvalor que se plasma en el
resultado, o también denominado desvalor de resultado.
La segunda posición doctrinal será comprendida como Concepción Ético-Social, que
surge de la mano de los aportes de Hans Welzel9 a mediados del siglo XX. Desde esta
concepción la misión del Derecho Penal se cumple asegurando el respeto por los valores de
actuar conforme a Derecho, siendo dichos valores arraigados en una, supuesta, permanente
conciencia jurídica, siendo la tarea del Derecho Penal fortalecer dicha conciencia y afianzar
la fidelidad de las personas a los valores esenciales de la sociedad. Por lo tanto, lo que tiene
6
Algunos ejemplos de la restrictividad del derecho penal son la autorización matrimonio prohibido (art. 388
CP), el adulterio y mancebía (antiguos art. 375 y siguientes del CP) y difusión de material pornográfico de
adultos (art. 373 CP).
7
Históricamente esta teoría surge durante la mitad del siglo XIX.
8
En cuanto a la lesión, esta se comprende como la destrucción, deterioro, supresión o menoscabo del estado
social deseable protegido por el derecho, siendo ejemplo de lesión el delito de daños (art. 484 CP). Por su
parte el peligro es aquel pronóstico efectuado por un observador imparcial, en conformidad a las reglas de
la experiencia, de que en el caso dado la acción ejecutada por el autor puede ocasionar la lesión del bien
jurídico, siendo ejemplo de esto el manejo en estado de ebriedad (art. 196 CP en concordancia con el art.
115 A in. 2º Ley n° 18.290).
9
Hans Welzel (1904 - 1977) fue un jurista y filósofo alemán, Profesor ordinario en la Universidad de
Göttingen, y la Universidad de Bonn, en esta última dicto cátedras de Derecho Penal y Filosofía del Derecho,
además de ser Director Fundador del Instituto de Filosofía del Derecho de la misma universidad. Entre sus
obras más destacadas podemos encontrarnos Studien zum System des Strafrechts (1939) y Der Allgemeine
Teil des Deutschen Strafrechts in seinen Grundzügen (1940).
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 11 Semestre Otoño 2019
que castigar el Derecho Penal serían acciones que implican una voluntad desobediente a
mandatos y prohibiciones, donde la causación del resultado lesivo pasa a un segundo plano
ya que lo determinante es la rebeldía, o voluntad de actuar en contra de los mandatos, por
parte del autor del delito contra el ordenamiento jurídico. Un ejemplo del posicionamiento
teórico del desvalor de acción podemos encontrarlo en la punibilidad de la tentativa (art. 52
CP), o el ejercicio ilegal de la profesión (art. 213 CP).
A las teorías anteriores se suma una tercera de carácter ecléctico donde son reunidos
los elementos de las concepciones tradicional y ético social, y que es definida por Cury
(2011) de la siguiente manera,
“El derecho penal cumple con su misión de preservar los valores elementales
sobre los que descansa la convivencia, amenazando con una pena a quien
lesiona o pone en peligro un bien jurídico mediante la realización de una
acción o incurriendo en una omisión inadecuadas a sus prohibiciones y
mandatos” (pág. 52).
En consecuencia, y por regla general, ambos desvalores deben estar presentes para
poder imponer un castigo. No obstante, es importante mencionar que existen casos en los
que determinadas personas (en situaciones de falta de capacidad de auto determinarse
correctamente, falta de capacidad de distinguir entre lo justo y lo injusto, o falta de controles
inhibitorios), aun actuando en contra de los desvalores no responderán de igual forma a las
exigencias del Derecho Penal, imponiéndose medidas de corrección o seguridad según fuese
el caso (art. 455 y ss. CPP)
Procediendo a indagar en la finalidad del Derecho Penal, como también en su
concepto, este se revela como un sistema de control social que busca que los integrantes de
la sociedad se comporten de una forma y no de otra, es decir, que no se dañen los valores
esenciales de la comunidad (analógicamente pudiese mencionarse que los valores esenciales
se constituyen como las “vigas maestras” del edificio denominado sociedad), tutelando paz
social.
El concepto de la presente rama del ordenamiento jurídico difiere entre autores debida
la exigencia en la extensión del Derecho Penal en su evolución histórica, es por ello que a
continuación son dadas a conocer diversas conceptualizaciones recopiladas principalmente
en la obra del profesor Cury (2011).
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3.1.Alfredo Etcheberry
Para Etcheverry (1997), el Derecho Penal “es aquella parte del ordenamiento jurídico
que comprende las normas de acuerdo con las cuales el Estado prohíbe o impone
determinadas acciones, y establece penas para la contravención de dichas órdenes” (pág.
21).
Al concepto de Etcheverry le son criticados tres puntos centrales, como lo son la falta
de comprender en la definición el fundamento del Derecho Penal, es decir, si bien se hace
mención a la acción y la pena como consecuencia, no existe justificación a la imposición de
la pena por contravenir el mandato del legislador. En segundo punto, la definición de
Etcheverry, tampoco comprende los delitos de omisión (que si son incluidos por el art. 1
CP), en donde no prima sanción por ejecutar un determinado acto sino que, por el contrario,
el no ejecutar el acto es la causa que motiva a la sanción. Por último, la definición propuesta
tampoco incluye a su haber a las medidas de seguridad y corrección, dejando fuera un amplio
espectro de sanciones empleadas por el Derecho penal para modelar la conducta de
individuos no susceptibles de reproche penal propiamente tal.
3.2.Gustavo Labatut
Por su parte, Labatut (1972) define al Derecho Penal como la “Rama de las ciencias
jurídicas, plenamente autónoma, que consagra normas encargadas de regular las conductas
que se estiman capaces de producir un daño social o de originar un peligro para la
comunidad, bajo la amenaza de una sanción” (pág. 17).
A diferencia de la definición de Etcheverry, Labatut si incluye fundamentos en el
actuar del Derecho Penal, no obstante, el vocablo “sanción” no ha diferenciado entre los
distintos tipos o formas en las cuales se puede manifestar, ni tampoco ha incluido en su
redacción a las medidas de seguridad y corrección.
3.3.Eduardo Novoa
Novoa (1966), estimara a su vez que el Derecho Penal es la “Parte del derecho público
que trata del delito y del delincuente, desde el punto de vista del interés social, y que
establece las medidas legales apropiadas para prevenir y reprimir el delito” (pág. 25)10.
A los postulados de Novoa se les ha criticado en primera instancia que el estudio del
Derecho Penal se focaliza en los actos y no así en la personalidad de los sujetos actuantes
(lo que es sancionado es el homicidio, no el homicida), y por lo demás el Derecho Penal no
sólo trata el delito desde la perspectiva del interés social, pues debe considerarse todos los
intereses que intervienen en el caso, en especial el de la víctima y el del imputado que
pueden, y más a menudo de lo que se piensa, diferir del interés social general.
10
Novoa, E. (1966) Curso de Derecho Penal Tomo I. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, Chile.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 13 Semestre Otoño 2019
Por otra parte, la definición circunscribe al Derecho penal al área del Derecho público.
Sin embargo, esta rama del Derecho está también relacionada con el Derecho privado, en
vista que se enfoca a resguardar los intereses de un individuo en particular: el sospechoso
del delito. Además, entre el imputado y la víctima pueden operar instituciones de naturaleza
privada, tales como acciones indemnizatorias a consecuencia del delito, acuerdos
reparatorios o el ejercicio de la acción penal privada. En consecuencia, no es correcto limitar
esta rama exclusivamente al campo público.
3.4.Luis Cousiño
11
Ley n° 20.945, sobre perfección del sistema de defensa de libre competencia.
12
Ley n° 21.020, sobre tenencia responsable de mascotas y animales de compañía.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 15 Semestre Otoño 2019
ii. Regulador externo: El Derecho penal tiene por objeto regular conductas, esto es
acciones u omisiones, que se materializan en actos que pueden afectar bienes
jurídicos de terceros. Es decir, interviene recién cuando existen manifestaciones o
exteriorizaciones de voluntad en el mundo de los hechos. Luego, esta característica
destaca el hecho de que nunca nadie podrá llegar a ser penado por sus pensamientos,
principio epitomizado en la máxima latina “cogitationes poenam nemo patitur”.
iv. Ordenamiento aflictivo: Toda norma jurídica establece una conducta determinada
y una consecuencia jurídica o sanción. En el caso del Derecho penal, las normas
penales describen una conducta que, en caso de verificarse, acarrean una sanción que
implica una fuerte pérdida de derechos considerados como vitales para el ser
humano. Ello difiere de otros ordenamientos jurídicos, donde la pérdida de derechos
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 16 Semestre Otoño 2019
13
A mayor abundamiento, vid. infra p. 24.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 17 Semestre Otoño 2019
viii. De actos: En relación con el carácter de regulador externo, el Derecho Penal castiga
solamente “conductas”, fuesen estas acciones u omisiones perpetradas por el sujeto.
Por lo tanto, lo que pretende el Derecho penal es sancionar los hechos o actos, no al
autor ni las características de su personalidad. En consecuencia, en nuestro
ordenamiento democrático de derecho se caracteriza al Derecho penal como “de
actos”, en contraposición al “derecho penal de autor” que persigue al delincuente no
por lo que ha hecho, sino por quién es y por las características de su personalidad.14
Se realiza esta distinción, entre otros motivos, porque en caso del Derecho penal de
actos se asume que el sujeto no tiene remedio, pues es imposible cambiar
completamente la personalidad del delincuente. Luego, la sanción tiene un fin
exclusivamente inocuizador y no podrá tener jamás un efecto resocializador, pues
“su personalidad” se lo impedirá siempre. Nuestro ordenamiento jurídico parte de
una base diversa, que es el libre albedrío, la responsabilidad por los actos propios y
la posibilidad que tienen los sujetos de enmendar el camino. Luego, se castigan los
hechos del delincuente, pero manteniendo la esperanza que el autor no delinca en el
futuro.
14
Ver teorías positivistas, infra p. 35.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 18 Semestre Otoño 2019
Todas las disciplinas jurídicas se encuentran relacionadas con el Derecho penal y, de una u otra
manera, interactúan con él. Sin embargo, existen mayores niveles de interacción con algunas
ramas del Derecho y otras disciplinas científicas o sociales. A continuación se describirán
brevemente cada una de estas áreas.
15
Ley n° 18.216, que establece medidas alternativas a las penas privativas o restrictivas de libertad; Promulgada
el 13 de junio de 2012 y publicada el 27 de junio de 2012.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 19 Semestre Otoño 2019
vii. Derecho Penal y Ciencias de la salud: Las ciencias de la salud, en todas sus
expresiones, se encuentran estrechamente relacionadas con el Derecho penal. En esta
relación involucramos a la medicina legal (para determinar la ocurrencia de un hecho
punible en materia de delitos contra la vida e integridad corporal y salud, aportando a
esclarecer tanto los hechos como la responsabilidad de sujetos involucrados en los
mismos), la psicología y la psiquiatría (que toman relevancia en cuanto a la culpabilidad
16
Consúltese separata Nº 1 del curso, denominada “Pena y sanción administrativa”.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 20 Semestre Otoño 2019
viii. Derecho Penal e Historia Penal: La historia del derecho penal se centra en el estudio
cronológico de sucesos históricos que han contribuido al modo de como el Estado ha
ejercido su poder-deber de castigar a lo largo de los años. El estudio de la historia penal
no es solamente académico, posee relevancia para la aplicación de la ley vigente: el
estudio de todo el proceso legislativo que dio origen a una ley con relevancia en lo penal
(mensajes o mociones, discusiones parlamentarias, informes de comisiones, etc.), posee
relevancia para desentrañar el verdadero sentido y alcance de una norma penal.
17
Ley n° 20.357, sobre Tipificación de crímenes de lesa humanidad y genocidio y crímenes y delitos de guerra;
promulgada el 26 de junio de 2009 y publicada el 18 de julio de 2009.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 21 Semestre Otoño 2019
acción constitucional de amparo del art. 21, y las normas referidas a la constitución y
actuar del Ministerio Publico (consagradas mediante los art.83 y ss. de la CPR).
xii. Derecho Penal y Derecho Civil: Estas ramas del Derecho son materias independientes.
No obstante, existen principios del Derecho civil que tienen aplicación en materia penal,
como por ejemplo la interpretación de las leyes (con bemoles), el acuerdo de voluntades
en el proceso penal, y la acción indemnizatoria civil en materia penal.
El Derecho penal tiene como principal función evitar la proliferación de actos que
quebranten valores elementales o básicos de la comunidad, con el objeto de garantizar la
coexistencia de la agrupación social. Esta función la cumple el Estado ejerciendo el ius
puniendi, el cual siguiendo a Bustos se define como la “potestad penal del Estado, por virtud
de la cual puede declarar punibles determinados hechos a los que impone penas o medidas
de seguridad.”18
Con el objeto de encausar el ejercicio del ius puniendi estatal y limitar los costos
enunciados, es que el Derecho penal se sujeta a una serie de principios limitativos de su
ejercicio. Estas constituyen las bases estructurales con arreglo a los cuales ha sido construido
y es aplicado y se derivan de la dignidad humana consagrada en el art.1º de la Constitución
Política de la República (en adelante CPR), así como de los derechos fundamentales del ser
18
BUSTOS, 1994, p. 21.
19
CURY, 2011, p. 46. Ver además enumeración expuesta en BEDECARRATZ, 2016, p. 114.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 22 Semestre Otoño 2019
7.1.Principio de Legalidad
20
Seguimos aquí la enumeración hecha en POLITOFF et. al., 2016, p. 65 y expresada además (con matices) por
GARRIDO, 2001, pp. 29 y ss. Otra enumeración expone BUSTOS, 1994, pp. 23 y ss.
21
Art. 19 Nº 3 in. 8º y 9º: “Ningún delito se castigará con otra pena que la que señale una ley promulgada
con anterioridad a su perpetración, a menos que una nueva ley favorezca al afectado.
Ninguna ley podrá establecer penas sin que la conducta que se sanciona esté expresamente descrita en
ella;”
22
“Es delito toda acción u omisión voluntaria penada por la ley.”
23
“Ningún delito se castigará con otra pena que la que le señale una ley promulgada con anterioridad a su
perpetración.”
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 23 Semestre Otoño 2019
- Stricta o estricta: Se prohíbe la aplicación de la ley penal por analogía a otros casos
no previstos en ella. Este principio se relaciona con que la ley debe contemplarse
de modo escrito/formal, pues si se le es prohibido al juez la posibilidad de dictar
normas consuetudinarias al margen de textos positivados es igualmente vedado a
posibilidad de crear norma de acuerdo al recurso analógico.
El principio de ultima ratio implica que “el Derecho penal debe ser el último
instrumento al que la sociedad recurre para proteger determinados bienes jurídicos, siempre
24
Bedecarratz, 2018, p. 211.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 24 Semestre Otoño 2019
y cuando no haya otras formas de control menos lesivas –formales e informales–”.25 Dicho
en otras palabras, el legislador sólo puede hacer uso del Derecho penal cuando las demás
formas de sanción de que dispone el ordenamiento jurídico (administrativas, regulatorias,
civiles) son juzgadas como insuficientes o ineficaces para tutelar los bienes jurídicos
protegidos. Como bien ha dicho Garrido Montt, la reacción penal será el “último
recurso -extremo y supremo- al que puede echar mano el Estado para lograr el respeto de sus
mandatos y prohibiciones”.26
Este principio arranca de la idea expresada por Césare Beccaria en el siglo XVIII, que
reza: “Toda pena […] que no se deriva de la absoluta necesidad es tiránica;”.27 Dado que el
Derecho penal contempla consecuencias altamente enérgicas, estas deben ser
correlativamente aplicadas en forma restrictiva por el legislador. Ello se entiende sólo en caso
de que se vulneren bienes jurídicos esenciales y reconocidos como fundamentales por todo
el grupo social.28
En relación con este principio, a partir de la crisis del Derecho penal liberal-ilustrado
iniciada durante el siglo XX, el carácter de ultima ratio de la norma punitiva prácticamente
ha desaparecido frente a la política criminal estatal. Las tendencias legislativas imperantes
no solo en Chile, sino que también en otras partes del mundo occidental, evidencian una clara
expansión del Derecho penal que invade tentacularmente otras áreas del Derecho. 29 La
proliferación de delitos de bagatela, la penalización de conductas pertenecientes al área
administrativa o civil, y la inflación en la cuantía de las penas generan el justo temor que el
principio de subsidiariedad, si no ha muerto, está seriamente quebrantado. Parece haberse
posicionado la idea de que cualquier daño social, por mínimo que sea, faculta al legislador a
responder con una pena y afectar con ella los derechos individuales de las personas, tales
como la libertad ambulatoria, propiedad y el libre desarrollo de la personalidad.
25
CARNEVALI, 2008, p. 14. Por su parte, GARRIDO, 2001, p. 40, al definir el principio de "intervención
mínima", hace referencia a que el Derecho penal puede emplearse solamente “cuando los demás recursos
que posee para preservar el orden social han sido insuficientes”. Por su parte, CURY, 2011, p. 86 establece
igual requisito de aplicación de penas, “cuando el ataque al bien jurídico no pueda sancionarse de manera
apropiada acudiendo a los medios de solucionarlo de que disponen las otras ramas del ordenamiento
jurídico.” Similares nociones en literatura germana, por ejemplo, en RENGIER, 2016, p. 9 y en WESSELS y
BEULKE, 2010, p. 3.
26
GARRIDO, 2001, p. 15.
27
BECCARIA, 2015, p. 19
28
STRENG, 2012, p. 5.
29
Como por ejemplo, el derecho civil (giro doloso de cheques), comercial (quiebras fraudulentas) o
antimonopolios (colusión).
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 25 Semestre Otoño 2019
Las raíces del Derecho penal se encuentran en los valores ético-sociales de la comunidad,
los cuales constituyen las bases para la elección de bienes jurídicos protegidos y tipos
penales.30 Así, no todos los valores ético-sociales son protegidos por normas penales, sino
sólo aquellos juzgados como indispensables para la vida en sociedad y que por lo tanto que
entran en la categoría de “bien jurídico protegido”.
En concordancia con lo anterior, “bien jurídico protegido” se define como “un bien
vital de la comunidad o del individuo, que por su significación social es protegido
jurídicamente”.31 Así, la función del Derecho penal es sancionar actos que quebranten estos
valores elementales sobre los cuales descansa la convivencia, con el fin de asegurar la
continuidad de la coexistencia humana.32
Como consecuencia de lo anterior, la ley penal no describe todas las conductas que
provocan un daño social, sino que solamente sanciona solo las conductas que vulneran los
valores esenciales de la sociedad. Los valores comprendidos como bienes jurídicos
esenciales, serán aquellos que cumplan con ser de interese individual o colectivo, y que
fuesen juzgados indispensables para la convivencia social (como es el caso de la vida o la
integridad física, la libertad personal o el orden público, entre otros).
7.4.Principio de proporcionalidad
30
WESSELS y BEULKE, 2010, p. 3.
31
WELZEL, 1993, p. 5. En el mismo lugar entrega otra acepción de bien jurídico: “es todo estado social
deseable que el Derecho quiere resguardar de lesiones”. Por su parte, POLITOFF et. al., 2016, p. 67 los define
como “intereses individuales o colectivos, juzgados indispensables para la convivencia social”.
32
CURY, 2011, p. 45.
33
Cfr. Hassemer, Winfried, "Lineamientos de una teoría personal del bien jurídico" (en Doctrina Penal,
septiembre de 1989, año 12, N'" 46-47, p. 275).
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 26 Semestre Otoño 2019
7.5.Principio de culpabilidad
Este principio consagra que la pena no podrá ser impuesta sin un reproche personal al
sujeto hechor de la conducta típica, contemplando que al momento de su actuar este último
estuviese en condiciones de obrar de forma distinta sobre la base de la capacidad supuesta
del ser humano para distinguir entre lo justo y lo injusto, y de decidir libremente (libre
albedrio). Esto último, implicaría una exclusión de responsabilidad penal en casos
determinados donde los efectos de la conducta no se han podido evitar.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 27 Semestre Otoño 2019
Este principio se tratará in extenso a propósito del capítulo final de la teoría del delito,
referido a la reprochabilidad individual por el hecho antijurídico.34
34
Vid. infra. p. 100.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 28 Semestre Otoño 2019
8.1.Teorias absolutas
Las teorías absolutas (del lat. absolutus = que existe por si mismo), son
primordialmente de carácter retributivo, donde el autor es castigado “porque peco”, es decir
por el delito ejecutado y sin finalidades ulteriores. En la misma línea, Cury (2011) hace
mención a que la característica sobresaliente del conjunto de teorías absolutas es que la pena
se justifica en su propia naturaleza, sin tener proyección hacia la percusión de fines utilitarios
(p. 64 y ss.).
35
Immanuel Kant (1724-1804) filósofo prusiano de la Ilustración, importante representante del criticismo,
precursor del idealismo alemán, y último pensador de la Modernidad.
36
Friedrich Engels (1820-1895) filósofo, sociólogo, periodista, y teórico socialista.
37
Kant, I. (1989) La metafísica de las costumbres, ob. cit., p. 166.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 29 Semestre Otoño 2019
desconectada con las exigencias de la realidad del derecho penal moderno, esto al sostenerse
sobre bases ortodoxas con amplia tendencia moralizante que es impropia de la misión
confiada al ordenamiento jurídico actual.
Otra de las fuertes críticas a la teoría retributiva es la presuposición de que el hombre
siempre se auto determina libremente (característica básica para establecer un reproche a
sujeto y hacerlo responsable de su actuar), no obstante, es de total improbabilidad que todo
sujeto es capaz de lograr lo enunciado. Por último, al contemplarse la pena en único fin
retributivo se es ignorada toda posible utilidad social de la misma.
8.2.Teorías Relativas
modo, su foco no radica en el individuo que delinquió, sino que actúa siempre sobre la
comunidad en su conjunto para disuadirla, como grupo humano, de cometer hechos
antisociales. Esta postura doctrinal se expresa en dos formas:
38
Paul Johann Anselm von Feuerbach (1775-1833), jurista y filósofo alemán, autor de la teoría del impulso
psíquico. Feuerbach se doctoró en Filosofía por la Universidad de Hainichen. En el año 1805 el ministro de
Justicia de Baviera le encargó la elaboración de un cuerpo normativo en materia penal, luego llegó a ser
consejero privado en 1808 y de 1814 a 1817 fue vicepresidente del Tribunal de Apelación de Bamberg,
posteriormente en 1817 ser nombrado presidente del Tribunal de Apelación de Ansbach, cargo que
desempeñó hasta su muerte.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 31 Semestre Otoño 2019
motivo por el cual la imposición de penas según este paradigma debe ser hecha de
manera muy restrictiva.
Pero sin duda la crítica más fuerte a esta teoría, y de especial atención, es el hecho
de que el castigo a un hombre sirva como ejemplo disuasivo, es decir, como un
medio para un fin. Esta concepción atenta contra la dignidad humana, en orden a
que el ser humano es un fin en sí mismo. En este sentido Kant expresa que esto es
inaceptable “porque jamás un hombre puede ser tomado como instrumento de los
designios de otro ni ser contado en el número de las cosas como objeto de derecho
real; su personalidad natural innata le garantiza contra tal ultraje”39.
- Prevención general positiva: Surge en el seno de la Escuela Funcionalista40 del
siglo XX, y se aparta de la idea de la disuasión postulada por la teoría de la
prevención general negativa como herramienta principal de la pena. En realidad, la
aplicación de penas sirve para la conformación y fortalecimiento de la confianza en
sociedad respecto del cumplimiento para con el ordenamiento jurídico. Bajo tales
consideraciones, las personas aprenden (con un rango de presión) que un
comportamiento honesto vale la pena en cuanto no se nos es sancionado, mientras
que el actuar contra los bienes jurídicos protegidos trae consigo el castigado. Esto
genera un efecto de confirmación de la norma jurídica que sirve al fortalecimiento
del imperio del Derecho y, con ello, de la paz social.
39
Kant, Principios metafísicos de la doctrina del Derecho, pág. 167
40
El funcionalismo es caracterizado por el utilitarismo otorgado a las acciones que deben sostener el orden
establecido en las sociedades. Como Escuela surge en Inglaterra en el año 1930 en las ciencias sociales,
especialmente en sociología y antropología social, para posteriormente interiorizarse en el estudio del
Derecho. La teoría funcionalista se asocia a importantes autores como Durkheim, Parsons,
Spencer, Malinowski o Merton.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 32 Semestre Otoño 2019
8.3.Teorías Unitarias
Las críticas expuestas dejan muy en claro, que ninguna teoría de la pena es convincente
por si sola. Por este motivo, han nacido teorías de unificación que buscan poner en equilibrio
los distintos enfoques y lograr la aplicación de penas con un fundamento equilibrado.
La teoría unitaria preventiva fue propuesta por Claus Roxin, y aboga por un enfoque
que vea a la pena como un mal de naturaleza represiva, cuya cuantía se mida de acuerdo a
criterios preventivos sociales. La crítica a esta teoría es la poca originalidad de los postulados
al ser una combinación de teorías anteriores y no ofrecer una verdadera solución.
El conjunto de teorías revisadas puede ser gráficamente expresadas de la siguiente
manera,
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 34 Semestre Otoño 2019
Teoría Absoluta de
la Retribución
Teorías
Absolutas
Teoría Absoluta de
la Expiación
Teorias Relativa de
la Prevención
Teorias Relativa Especial Negativa
Naturaleza y
Teorías de la
Finalidades de
Relativas Prevención Teorias Relativa de
la Pena
Especial la Prevención
Especial Positiva
Teorias Relativa de
la Prevención
Teorias Relativa General Negativa
Teorías de la
Unitarias Prevención Teorias Relativa de
General la Prevención
General Positiva
9. Clasificación de delitos
Atendida la gravedad de los delitos, estos podrán ser clasificados en crímenes, simples
delitos y faltas (art. 3º CP), siendo determinados en razón de la pena asignada en la escala
general del art. 21 CP. En tales consideraciones los crímenes son sancionados con pena de
muerte, penas perpetuas, penas privativas y restrictivas de libertad mayores, e
inhabilitaciones en general. Por su parte las penas asignadas para los simples delitos serán
las privativas y restrictivas de libertad menores, el destierro y las suspensiones. Las penas de
faltas serán de prisión, teniendo en común con los simples delitos a las penas de multa y
comiso de instrumentos del delito (art.31 CP)
En cuanto a la conducta del sujeto, los delitos serán clasificados como de acción u
omisión (art. 1º CP), donde los primeros serán aquellos donde el sujeto no cumple el
imperativo establecido en la norma al “hacer” lo contrario a lo estipulado en ella. A su vez,
los delitos de omisión consisten en la infracción del deber de actuar, prescrito por la norma,
es decir en omitir o “no hacer” una actuación esperada en circunstancias que la ley así lo ha
determinado (Politoff, Matus & Ramírez; 2004). Cabe hacer mención que los delitos de
omisión poseen una sub clasificación entre delitos de omisión propios e impropios, cuestión
que será resuelta conforme avancen los contenidos del curso.
Los delitos también podrán ser diferenciados entre dolosos y culposos (art. 2º CP), en
este caso la distinción entre el uno y el otro recae en la potencia con la cual se proyecta el
elemento volitivo en el actuar del sujeto, así, en el caso del delito culposo existe una fuerte
superposición del elemento volitivo ya que se pretende concretar el resultado, mientras que
en el delito culposo el elemento volitivo se encuentra disminuido ante la realización de una
acción con un resultado no esperado.
Por último, y en cuanto a la etapa de desarrollo del delito, podremos clasificar a estos
en consumado, frustrado y tentado (art. 7º CP), donde el primero de ellos será aquel en donde
el culpable ha iniciado y cumplido todas las etapas necesarias para concretar el delito. El
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 36 Semestre Otoño 2019
delito frustrado, a su vez, será aquel en el que el delincuente dispone de todo lo necesario
para la consumación del delito, no obstante, este no se verifica por razones independientes a
su propia voluntad. Por último, el delito tentado es aquel donde el sujeto da inicio a la
ejecución del delito, no obstante, falta la concurrencia de hechos o elementos directos para
su cumplimiento.
En atención al sujeto activo, los delitos podrán ser clasificados entre comunes,
especiales y de propia mano. Los delitos comunes serán aquellos en los cuales no es
necesaria la concurrencia de elementos o calidades especiales respecto del sujeto activo. Los
delitos especiales, por su parte, son aquellos que solamente pueden ser realizados por sujetos
en determinadas calidades naturales o jurídicas, como es el caso del art. 248 CP. A su vez,
los delitos de propia mano son aquellos donde se exigen condiciones personalísimas del
autor, estableciendo una limitación estricta en el ámbito de la autoría, tal como fuese el caso
del delito tipificado en el art. 363 CP.
En atención a la concreción del tipo, la regla general es que los delitos sean
sancionados en cuanto produzcan un resultado a través de la conducta del hechor. No
obstante, también son penados los delitos denominados de mera actividad que son
característicos por constituir la conducta el principio y el final de la realización típica, tal
como es el caso del art. 213 CP respecto de quien finge autoridad, titularidad de profesión o
cargo público.
Respecto del contenido de su injusto los delitos podrán ser discriminados entre delitos
con desvalor de resultado y delitos con desvalor de acción. Siguiendo la huella de las
concepciones tradicionales y modernas que dan explicación al porqué de la pena, el delito
con desvalor en el resultado es aquel en cual el énfasis se pone sobre el efecto mismo de la
conducta típica; mientras que por su parte el tipo con miras a castigar el desvalor de la acción
apunta a sancionar elementos no constitutivos de resultado sino más bien sobre el reproche
al sujeto por actuar contrario a la norma. Tal es el caso de la tentativa del robo con violencia
o intimidación, que es sancionado a título especial con una mayor pena en el art. 450 CP.
La historia del ordenamiento jurídico penal nacional es más bien reciente, por ende
conviene ahondarnos en las raíces de la historia del Derecho Penal propiamente tal; ahora
bien, naturalmente el presente curso no busca ahondar con exactitud en los diversos estadios
de la evolución de la norma penal, pero si resulta relevante apuntar el análisis hacia los
aspectos de mayor importancia de cada una de las etapas por las cuales atravesó el Derecho
Penal, lo cual busca ser resuelto en los siguientes párrafos.
Periodo de venganza y justicia privada: Etapa imperante en sociedades con débil
imperio del Derecho, en donde el gobernante no se hacía responsable de mediar entre
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 38 Semestre Otoño 2019
disputas criminales, dejando tal tarea a los privados que, como primera reacción a las
ofensas, actuaban mediante la retaliación directa contra el ofensor, creando así un circulo de
violencia que se repetía hasta concretar la paz (establecida de modo impositivo de uno por
sobre el otro). En caso de escalamiento de la violencia, el círculo de venganzas de sangre
(“Blutrache”) finalizaba con la destrucción de la comunidad y la migración de sus miembros
a otras comunidades. Posteriormente, algunas sociedades modificaron el acto de la venganza
por la indemnización, como el caso de los germanos con la “wergeld”, la cual era una forma
de compensación en base al pago como reparación exigida a personas culpables de crímenes
serios.
Periodo de venganza y justicia publica: Etapa iniciada al regularse el ejercicio de
autoridad y establecerse determinadas estructuras sociales. Constituyó una evolución desde
la venganza privada a la pública, caracterizándose con la introducción de la Ley del Talión
o de retribución del mal causado con iguales castigos. Si bien hoy en día resulta brutal la
concepción de la Ley del Talión, para esos entonces resulto ser un avance importante en
culturas como las mesopotámica, romana o española. En este periodo constituyó un hito
importante la publicación de la “Constitución Criminal Carolina”41 de 1532.
Periodo humanitario: Surge con la influencia del pensamiento liberal ilustrado de fines
del siglo XVII y con mayor apogeo en el siglo XVIII, con autores importantes en las distintas
ramas de las ciencias sociales como Tomas Moro, John Locke, y Charles Louis de Secondat,
Barón de Montesquieu. En las ciencias jurídicas, esta evolución del pensamiento alcanzo su
mayor expresión con los aportes de Cesare Beccaria y John Howard.
- Césare Becaria publicó en 1764 su obra “Del Delito y la Pena”, la cual consistía de
una propuesta de reforma del Derecho Penal de la época, dirigiendo así una fuerte
crítica sobre las penas draconianas y la ineficacia de las mismas, como también el
empleo de tortura, y la utilización de la pena de muerte. Apuntó que el delincuente
no podía ser excusado de cumplir con sanciones, pero estas debían ser regidas por
parámetros básicos que posibilitasen la reinserción del individuo, desde esta arista
es de donde conformo la máxima del principio de legalidad.
- John Howard, tras observar las desastrosas condiciones de las cárceles europeas del
siglo XVIII, en 1777 publica “Estado de las prisiones en Inglaterra y Gales”, donde
postula las necesidades de reforma al régimen carcelario considerando diversos
factores como higiene, alimentación, disciplina, educación moral, educación
41
La Constitución Criminal Carolina, también conocida como Lex Carolina, es un cuerpo de leyes del Sacro
Imperio Romano Germánico aprobado en 1532 durante el reinado de Carlos V. Es considerada el primer
cuerpo de derecho penal alemán, que consagro en forma definitiva el carácter público y reservado al Estado
del Derecho Penal, reglamento el dolo y la culpa, además de establecer procedimientos penales para el
enjuiciamiento de crímenes capitales.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 39 Semestre Otoño 2019
de los delitos, de las penas, lo que impulsa al delincuente y la forma como debe reaccionar
el Estado frente a él.
En este contexto, surgen disputas dogmáticas en la ciencia penal que dividió a juristas,
filósofos, y penalistas, cuestión que marcaría la pauta hasta bien entrado el siglo XX. Dado
que en esa época Chile ya era una nación independiente y estaba creando sus propias normas
penales, la discusión tuvo una influencia directa tanto en la codificación como en la
evolución posterior del Derecho penal chileno. A continuación, serán expuestas en forma
muy resumida las principales escuelas del Derecho penal.42
Esta escuela comprende las doctrinas publicadas desde la época de Césare Beccaria en
su obra “De los delitos y de las penas”, hasta la publicación de la obra de Francisco Carrara
llamada “Programa de curso de Derecho Criminal” (1859). Sus exponentes más importantes
fueron Roagnoni, Carmigniani, Filangiere, Von Feuerbach, Ross, Kant, Hegel, entre otros.
En principio, esta escuela nunca adquirió conciencia de si misma como tal y jamás se
consideró como “Clásica”. Como fue la primera postura verdaderamente científico-jurídica
en cuanto al Derecho penal, se consideraron la posición dominante y generalmente aceptada
del mismo.
El contenido de la escuela clásica puede esquematizarse de la siguiente manera:
1. Se concibe al delito como un “ente jurídico” que representa una contradicción entre
el hecho humano y el precepto legal. Por eso, no existen otros delitos que los
consagrados en la ley.
2. Exhibe en sus postulados una fuerte desconfianza en la judicatura, reduciendo al
máximo posible sus atribuciones y confiando la regulación del ejercicio del poder
punitivo a la ley. Este leitmotiv, presente en muchas de sus ideas, es producto de y
reacción a los abusos protagonizados por la judicatura durante los siglos previos,
especialmente el descontrol y arbitrariedad en la aplicación de ciertas penas.
3. Se estimó que el fundamento de la responsabilidad descansa en la imputabilidad
moral que se deriva del libre albedrío: el hombre es libre de escoger entre el bien o
el mal, y debe ser castigado por haber escogido el mal.
4. De ello se sigue que sólo pueden ser imputados aquellos que son libres y tienen
inteligencia para decidir. En consecuencia, sólo pueden ser delincuentes los sujetos
que gozan de normalidad psíquica, mientras que aquellos sin este atributo quedan
excluidos del reproche criminal.
42
En este capítulo se resume brevemente una discusión que enfrascó a los doctrinarios durante más de un siglo.
Sobre este punto, el estudiante debe revisar, dentro de su trabajo autónomo, la bibliografía de consulta y en
ningún caso considerar como suficiente la información entregada en este apunte.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 41 Semestre Otoño 2019
Del listado antedicho, su postulado más relevante fue posicionar al delito como ente
jurídico, siendo este una abstracción contradictoria entre el hecho humano propiamente tal
y el precepto legal. En la teoría clásica predomino la idea de que la responsabilidad penal
descansa en la imputabilidad moral que se deriva del libre albedrio (capacidad de decisión
entre el buen y mal actuar), donde la pena es tutela de los bienes jurídicos protegidos y es
impuesta con sesgos retributivos y de prevención general. Nuestro Código penal fue dictado
en el año 1874, durante el apogeo de las doctrinas clásicas y cuando las demás escuelas aún
no habían tomado suficiente fuerza. En este sentido, las diversas normas y los principios
fundamentales que las inspiran, son de factura clásica, carácter que se ha mantenido así hasta
el día de hoy.
La escuela positivista surgió a mediados del siglo XIX en el norte de Italia, siendo
postulada por numerosos doctrinarios de ese país. Esta escuela se sustentó sobre las bases
del pensamiento positivista científico del francés Auguste Comte (1798 – 1853), quien
sostuvo que el saber se construye en base y limitación respecto de aquello que puede ser
percibido y probado materialmente (empirismo), contraponiéndose al racionalismo abstracto
que se fundamenta en base al pensamiento construido desde la observación panóptica de lo
estudiado sin intervenir en el proceso.
Dentro de la Escuela Positivista pueden ser reconocidas tres etapas fundamentales, las
cuales van aparejadas a distintos factores de análisis según sea el autor que contribuyo en la
materia; la primera de estas etapas es conformada por el pensamiento biológico-fisiológico
de Césare Lombroso (1835-1909), quien postuló que el delincuente es un ser anormal con
características somáticas y psíquicas reconocibles externamente, las cuales lo moldean desde
su nacimiento (con ello se extiende la idea del “delincuente nato”). Con los aportes de
Lombroso se fijaron ciertos parámetros para medir exactamente las características físicas
que provocan los delitos, sirviendo de base para posteriores escuelas sociológicas,
psicológicas y criminológicas.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 42 Semestre Otoño 2019
El último de los autores a revisar será Enrico Ferri (1856-1929), quien desde un
posicionamiento sociológico propuso una clasificación al delincuente nato construido ya por
Lombroso. Ferri, comprendió que deben ser establecidas medidas de seguridad intermedias,
basadas únicamente en la necesidad de la defensa social, la peligrosidad del hecho y el daño
posible. Como los dos autores anteriormente mencionados, Ferri tampoco consideró la
posibilidad de ejercer el libre albedrio ante cualquier eventualidad.
43
Para un ejemplo de una sanción pre-delictual, consultar el actual art. 445 Código Penal.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 43 Semestre Otoño 2019
44
Vid. supra p. 30 y ss.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 44 Semestre Otoño 2019
En relación con la Unión Soviética, el Código Penal de ese país se dictó en el año 1927,
y se basó fuertemente en el “determinismo social”. Como lo postuló Zaitzeff:
Escuelas Doctrinales
de Derecho Penal
Pensamiento de
Garofalo Escuela Dualista
Si bien es cierto que la norma penal debe cumplir con elementos copulativos para
establecerse como tal, siendo estos la descripción de la conducta típica y la sanción impuesta,
existen casos donde el legislador compromete o no cumple totalmente con este carácter, al
parecer, “esencial” del Derecho Penal.
45
Vid. supra p. 22 y ss.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 47 Semestre Otoño 2019
Si es parte del consenso general, que la ley penal debe describir completamente la
conducta punible y la sanción que le corresponde, cabe la pregunta de: ¿por qué el legislador
a sabiendas dicta legislación de un modo u otro incompleta? Es posible aseverar, como
respuesta a lo anterior, que el fundamento de las leyes penales en blanco se encuentra
precisamente en la rigurosidad de los elementos que deben constituir a la norma penal. En
concordancia con lo anterior, en la actualidad resulta imposible, o a lo menos bastante
complejo, lograr una total protección de los bienes jurídicos sociales dada la dinámica que
otorga la realidad y las cambiantes relaciones que nos otorga la contemporaneidad46.
Ahora bien, las normativas penales que tienen el carácter de ley penal en blanco
revisten una clasificación importante de esclarecer:
- Leyes penales en blanco propias: son aquellas donde el complemento (de la norma)
se halla contenido en otra norma, la cual es emanada de una instancia legislativa
inferior, como por ejemplo es el caso de una ordenanza municipal, instructivo, o un
reglamento.
46
En este punto, el profesor Cury, ha sostenido que “El legislador debe cuidarse, sin embargo, de a tentación
de echar mano a las leyes penales en blanco para castigar, sin residuo, todas las infracciones a las normas
reglamentarias o legales que regulan una institución, actividad o relación. Esto suele conducir a un
desperdicio deteriorante del instrumento punitivo. Además, a injusticias deplorables, pues el disvalor de
los distintos ilícitos alcanzados por la sanción es, a menudo, muy diferente, y esta disparidad no puede ser
aprehendida por la ley en blanco, salvo si acude a una inaceptable indeterminación de la pena. La economía
legislativa no debe confundirse con la pereza ni con el afán reprobable de castigarlo todo.” (2011, p. 175).
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 48 Semestre Otoño 2019
- Leyes penales en blanco abiertas: son aquellas que ni siquiera entregan la definición
del tipo a una norma de menor jerarquía, sino que lo dejan totalmente abierto a
interpretaciones. En concordancia con lo anterior, estas se caracterizan por otorgar al
propio juez la definición de la hipótesis de hecho que integra el tipo. Esta definición,
en un país de tradición legalista y no de precedente judicial, puede ser esencialmente
variable, afectando de tal manera la seguridad jurídica. (STC 1011/4)
Algunos ejemplos podemos encontrarlos en los art. 285, art. 287, art. 323, art. 439, o
el art. 440 n° 2 CP. En este último caso:
“Art. 440. El culpable de robo con fuerza en las cosas efectuado en lugar
habitado o destinado a la habitación o en sus dependencias, sufrirá la pena
de presidio mayor en su grado mínimo si cometiere el delito
2.º Haciendo uso de llaves falsas, o verdadera que hubiere sido sustraída,
de ganzúas u otros instrumentos semejantes para entrar en el lugar del
robo.”
Como ya ha sido establecido, la ley formal es la única fuente directa de los delitos y
de las penas en el ordenamiento jurídico chileno, conforme al art. 19 Nº 3 in. 9º CPR. No
obstante lo anterior, también nos encontraremos con otro tipo de fuentes que influyen de uno
u otro modo sobre el Derecho Penal pero en caracteres mediatos. El siguiente apartado se
encuentra destinado a la tarea de describir estas fuentes y su modo de operar dentro del
ordenamiento jurídico nacional.
Las primeras de las fuentes indirectas a revisar son los Tratados Internacionales.
Estos se pueden concebir como acuerdos celebrados entre Estados, o entre Estados y otros
sujetos de Derecho internacional (como las organizaciones internacionales). Respecto de su
vinculación con el derecho interno del país, estos acuerdos no pueden crear o establecer
delitos ni penas, pero bien podrán obligar al Estado a dictar él mismo normas penales, o
complementar normas ya en vigor. Un ejemplo del primero de los casos son los efectos del
Estatuto de Roma y la necesidad de tipificar los crímenes de lesa humanidad, genocidio y
delitos de guerra (Ley n° 20.357 del 18 de julio de 2009), mientras que un ejemplo de la
segunda situación son las disposiciones del Código de Bustamante respecto de la extradición.
Una segunda fuente indirecta es la jurisprudencia. En este punto es importante
recordar que nuestro ordenamiento jurídico posee una tradición jurídica europea continental,
que entre otras características concibe a las sentencias con un carácter relativo, donde aquello
que ha sido fallado es obligatorio respecto de dicho proceso y solo en relación con las partes
del mismo, sin sentar un precedente obligatorio para procesos que nazcan de situaciones
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 50 Semestre Otoño 2019
Como toda norma jurídica y por más que su texto parezca ser simple y claro a primera
vista, también la ley penal debe ser primero comprendida antes de ser aplicada (Garrido I,
2002, p. 91 y ss.). Este proceso de comprensión se verifica a través de la interpretación.
47
Cury, abandona este posicionamiento doctrinal en cuanto comprende que el estimar un “sentido y alcance”
supone desdoblar una actividad que por naturaleza es indivisible.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 51 Semestre Otoño 2019
Ahora bien, tal como fuese estudiado en los ramos introductorios al Derecho Civil,
para toda normativa del ordenamiento jurídico nacional (entendiendo que este es una
totalidad orgánica, donde los distintos elementos se articulan para la integración del mismo
sistema) priman las normas establecidas en el Título Preliminar del Código Civil respecto
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 52 Semestre Otoño 2019
48
Art. 19. in. 1 (CC) Cuando el sentido de la ley es claro, no se desatenderá su tenor literal, a pretexto de
consultar su espíritu.
Art. 20 (CC) Las palabras de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de las
mismas palabras; pero cuando el legislador las haya definido expresamente para ciertas materias, se les dará
en éstas su significado legal.
Art. 21 (CC) Las palabras técnicas de toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los que profesan
la misma ciencia o arte; a menos que aparezca claramente que se han tomado en sentido diverso.
49
Art. 19 in. 2 (CC) Pero bien se puede, para interpretar una expresión obscura de la ley, recurrir a su intención
o espíritu, claramente manifestados en ella misma, o en la historia fidedigna de su establecimiento.
50
Art. 22 (CC) El contexto de la ley servirá para ilustrar el sentido de cada una de sus partes, de manera que
haya entre todas ellas la debida correspondencia y armonía. Los pasajes obscuros de una ley pueden ser
ilustrados por medio de otras leyes, particularmente si versan sobre el mismo asunto.
Prof. Dr. Francisco Bedecarratz Scholz, LL.M. 53 Semestre Otoño 2019
institución del Derecho, esta regla general admite una excepción que encontraremos en el
ejercicio analógico in bonam partem, donde no se vería trastocado el principio de legalidad
ya que no se estarían estableciendo penas o castigos nuevos.
En cuanto a la validez de este principio, autores como Cury, Politoff, Matus o Ramírez,
se encuentran a favor de la validez de la analogía “in bonam partem”, mientras que autores
como Etcheverry están en contra de la misma. En cuanto a la jurisprudencia, esta ha
desestimado la posibilidad de ejercer la analogía in bonam partem. Solo a modo de establecer
parámetros de comparación, citaremos que en la actualidad la analogía in bonam partem se
encuentra ampliamente aceptada por el derecho comparado
Esta materia tiene por objeto dilucidar los límites de los imperativos normativos del
Derecho penal. La realidad jurídica actual nos impone el hecho de coexistir en un mundo
con múltiples Estados, cada uno con cultura y normas distintas. Es por ello que en los
apartados siguientes serán contemplados elementos de derecho interno que procuran
establecer los parámetros de validez de su propia ley penal.
En cuanto a los principios en materia de validez espacial de la ley, estos serán cuatro,
cada uno apuntando a resolver un aspecto. Los principios mencionados son los siguientes:
- Principio Real o de Defensa: dispone que la ley de un Estado regirá todo hecho
punible que vulnere un bien jurídico nacional o perteneciente a un nacional, sin
considerar el lugar en donde se hubiese concretado el hecho. Si bien este principio
no posee una recepción de importancia en los distintos ordenamientos jurídicos del
mundo, si ha sido aplicado en rangos de excepcionalidad a las normas adoptadas
por los mismos.
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Al igual que la mayoría de los ordenamientos jurídicos del globo, en nuestro país es
recogida como regla fundamental el Principio de Territorialidad, rigiendo con pleno vigor
la máxima “Quidquid est in territorio, etiam est de territorio” (quien esté en el territorio,
entonces es del territorio).
Como ya ha sido mencionado, la ley de un Estado pretende regir todo hecho punible
ejecutado dentro de los territorios que comprenden sus fronteras, cualquiera fuese la
nacionalidad del autor, de la víctima, o de los intereses jurídicamente protegidos. Este
principio de validez se estatuye a través del art. 5 CP, el cual señala que “La ley penal chilena
es obligatoria para todos los habitantes de la República, inclusos los extranjeros (…)”.
Ahora bien, ante la definición del principio de territorialidad surge la pregunta de qué
se entiende por territorio. La respuesta a ello es otorgada por Novoa (1966) quien define el
concepto como todo aquel espacio marítimo, terrestre y aéreo que se encuentra reconocido
soberanamente por Chile, adicionándose a esta comprensión aquellos lugares que, en virtud
de una ficción jurídica internacionalmente aceptada, se consideran también pertenecientes al
territorio.
A continuación, buscando otorgar de forma más clara los elementos que constituyen
al territorio, nos encontramos con una tabla esquemática que nos muestra cuales son los
elementos que componen al territorio propiamente tal y cuáles son los elementos del
denominado territorio ficto:
(art. 3° DL 2.222)
Caso n° 2: El phishing
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El debate planteado, como también las situaciones expuestas en los casos, no son
solucionadas de manera uniforme por la doctrina. Desde ahí surgen tres teorías distintas para
intentar dilucidar cuál es definitivamente el lugar que se debe considerar para lograr
sancionar el delito. Las teorías serán,
- Teoría de la Actividad: El delito se entiende cometido donde se comenzó a
ejecutar el delito. Por ejemplo, si el delito comienza a realizarse en Chile, pero su
resultado se produce en Perú, el delito se entendería cometido en Chile y serían sus
tribunales los competentes para iniciar el proceso penal.
- Teoría del Resultado: El delito se entiende cometido donde produce sus efectos,
vale decir, donde se produce la vulneración al bien jurídico tutelado. En el mismo
caso habría que entender que el delito se entenderá cometido en Perú, pues aun
cuando se comenzó a realizar en Chile no fue sino en Perú donde se concretó el
resultado del delito.
A su vez, el art. 1° de la Ley n°5.478 que dispone “El chileno que, dentro del país o
en el exterior, prestare servicios de orden militar a un estado extranjero que se encuentre
comprometido en una guerra respecto de la cual Chile se hubiese declarado neutral, sufrirá
las penas de relegación menor en su grado medio e inhabilidad absoluta para cargos y
oficios públicos.”
Otra disposición es el art. 4° letra g) de la Ley n° 12.927, sobre Seguridad del Estado,
que establece una norma penal del siguiente tenor: “Los que propaguen de palabra o por
escrito o por cualquier otro medio en el interior, o envíen al exterior noticias o
informaciones tendenciosas o falsas destinadas a destruir el régimen republicano y
democrático de Gobierno, o a perturbar el orden constitucional, la seguridad del país, el
régimen económico o monetario, la normalidad de los precios, la estabilidad de los valores
y efectos públicos y el abastecimiento de las poblaciones, y los chilenos que, encontrándose
fuera del país, divulguen en el exterior tales noticias.”
En todos los anteriores casos, la ley penal chilena se termina aplicando fuera de nuestro
país, persiguiendo a aquellos chilenos que en el exterior realizan conductas punibles
conforme a la ley nacional.
Por último, el art. 345 Código de Derecho Internacional Privado regula la situación en
que a Chile le sea solicitada la extradición de uno de sus ciudadanos, situación en la cual se
ha dispuesto que “los Estados contratantes no están obligados a entregar a sus nacionales.
La nación que se niegue a entregar a uno de sus ciudadanos estará obligada a juzgarlo”.
Como puede ser observado en los ejemplos citados, lo elemental de estas situaciones
es que, aun siendo ejecutadas en el extranjero, las conductas lesionan intereses nacionales
de considerable importancia, motivo por el cual son sancionables según la ley penal chilena.
cumplirse en Chile una pena impuesta por tribunales de otros países. A su vez, la situación
anterior repercute directamente en el “aislacionismo jurídico” de nuestra nación respecto del
resto del mundo, lo que ha llevado a que finalmente el país deba abrirse a otorgar eficacia a
determinadas sanciones.
En concordancia con lo anterior, el art. 13 del CPP establece pleno valor a la cosa
juzgada de juez extranjero. Toda sentencia condenatoria o absolutoria dictada en el
extranjero, es reconocida por los tribunales nacionales, motivo por el cual el sujeto no puede
volver a ser juzgado por los mismos hechos por tribunales chilenos. El fundamento de lo
anterior, es evitar el bis in ídem o doble incriminación, esto es, que un sujeto sea sancionado
dos veces por el mismo crimen.
Excepcionalmente, las sentencias extranjeras no se considerarán, cuando su dictación
“hubiere obedecido al propósito de sustraer al individuo de su responsabilidad penal por
delitos de competencia de los tribunales nacionales”, o cuando el imputado lo solicitase
expresamente justificando que “el proceso respectivo no hubiere sido instruido de
conformidad con las garantías de un debido proceso o lo hubiere sido en términos que
revelaren falta de intención de juzgarle seriamente”. En consecuencia, el Derecho chileno
reconoce pleno valor a la cosa juzgada emanada de tribunales extranjeros, presentándose una
excepción (aparente) en relación con casos de sentencias extranjeras fraudulentas.
14.6. La Extradición
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En el caso nacional, es necesaria la concurrencia de relaciones de reciprocidad con la nación requirente o
requerida, y el poseer Tratados Internacionales entre ambos Estados
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conjunto de condiciones y requisitos para que la institución opere, estos últimos serán: i) tipo
de relaciones existentes entre los estados; ii) calidad del hecho; iii) calidad del delincuente;
iv) situación de punibilidad del hecho incriminado
a) Tipo de relaciones existentes entre los Estados.
La regla común es que la extradición procede entre Estados que se encuentran
vinculados mediante Tratados Internacionales, pero la falta de estos no obsta a que pueda
proceder la extradición pues lo que realmente fundamenta a esta institución jurídica es el
principio de reciprocidad entre Estados.
b) Calidad del hecho.
En consideración de este requisito se exige que exista:
- Doble incriminación del hecho: vale decir, es necesario que el hecho sea
constitutivo de delito en el Estado requirente como en el requerido pues de no
cumplirse con esto se caería en el absurdo de sancionar un acto que, con arreglo al
propio ordenamiento jurídico del Estado requerido, seria lícito.
Este requisito se encuentra reglado por el art. 345 del Código Bustamante, el cual
precisa que los Estados contratantes no están obligados a entregar a sus nacionales pero
cuando estos se negasen estarán obligados a juzgarlos. En Chile no existe norma interna
sobre este aspecto por ello el criterio predominante es favorable a la extradición del nacional.
- En relación con el punto anterior, y evitando violar el principio non bis in ídem, no
se concede la extradición si el delincuente ya ha cumplido una condena en el Estado
requerido como manifestación del efecto de cosa juzgada (art. 358 del Código de
Bustamante).
- De igual modo, obstara con la extradición el que exista sentencia absolutoria por
parte del Estado requerido respecto del mismo delito que fuese cuestión para
discutir extradición (art. 358 del Código de Bustamante)
- Concedida la extradición, la entrega siempre será condicionada a que no se ejecute,
por parte del Estado requirente, pena de muerte por el delito razón de la cual se
solicitó la extradición.
En cuanto a sus efectos, el primero de estos se encuentra dispuesto mediante el art. 377
del Código de Bustamante que señala que una vez concedida la extradición, el Estado
requerido solo juzgará al extraditado por el o los delitos que dieron lugar a la extradición, o
bien impondrá la pena establecida en la sentencia condenatoria que motivase a solicitud ya
acogida, sin ir más allá de los antecedentes entregados por el Estado requirente.
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- Derogación del tipo penal: sin un mayor examen a este punto, resulta claro que una
nueva normativa que suprime en totalidad la posibilidad de considerar un actuar
como delictual es favorable al afectado.
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La norma solo exige que la nueva ley se encuentre promulgada, siendo válida aun cuando existan
periodos de vacancia legal a los que se vea afecta.
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El optar por la ley más favorable al imputado es siempre un mandato imperativo para el juez.
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Una nueva normativa también es más favorable al afectado cuando introduzca nuevas
eximentes y atenuantes de responsabilidad penal, cuando son derogadas agravantes, y
cuando son acortados o modificados los plazos de prescripción de la pena.
En esta materia el principio rector es que la ley es de igual aplicación para todas las
personas, lo cual se consagra en diversas normas como el art. 14 del CC, art. 5 del CP, y con
consagración constitucional mediante el art. 19 en sus numerales segundo y tercero.
Si bien el principio de igualdad ante la ley no concede excepciones concretas, si
existirán casos en los cuales, debido al cargo administrativo o político que desempeñan
determinados sujetos, resulta necesario elaborar excepcionalidades relativas y funcionales
que van de acorde con la naturaleza de dicho cargo. Ahora bien, las excepciones funcionales
se distinguirán en dos campos diferentes del derecho, por una parte, nos encontraremos con
excepciones de derecho interno (reguladas por nuestro propio ordenamiento), y por otra con
excepciones de derecho internacional (reguladas por los distintos tratados y acuerdos
internacionales ratificados por la nación).
Respecto de las excepcionalidades de derecho interno, algunas de las excepciones que
son posibles de ser constatadas serán la inviolabilidad de parlamentarios (art. 61
Constitución) la cual permite que diputados y senadores puedan efectuar libremente su
derecho de voto y voz durante el sesionar de la Cámara y el Senado; otra disposición en la
misma línea es el art. 79 de la CPR, en concordancia con el art. 324 del COT, que blinda a
los jueces de Corte Suprema de ser sancionados por los delitos de cohecho, falta de
observancia en materia sustancial de las leyes que reglan los procesos, de torcida
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