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2.- POBLACIÓN DEL ESTADO MEXICANO.

Para iniciar el estudio del Estado Mexicano y los elementos que lo integran, es necesario conocer un concepto de
Estado; al respecto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación proporciona la siguiente definición: “El Estado, como
nación, es la sociedad jurídicamente organizada capaz de realizar la totalidad de los fines humanos, cuyos
elementos principales son, entre otros, el territorio, la población y el gobierno”. Se entiende por territorio, la
porción del espacio en el que el Estado ejerce su poder; por población, el conjunto de personas que conforman el
Estado y que están sujetas a su poder; y por gobierno, la forma en que el Estado ejerce su poder.

La presente unidad se refiere al elemento de la población, que según el texto constitucional se compone de nacionales
mexicanos, ciudadanos mexicanos y extranjeros. A continuación se estudiarán dichas calidades.

A) Nacionalidad.- La nacionalidad, como atributo de las personas, es definida por José Contreras Vaca como “una
institución jurídica en virtud de la cual se relaciona al individuo con un Estado, debido a su adecuación con los
criterios legales imperantes, ya sea desde el momento del nacimiento o con posterioridad al mismo”.

Con base en dicha definición, se advierte que la nacionalidad puede adquirirse por nacimiento o con posterioridad al
nacimiento. En relación a la adquisición por nacimiento, existen dos criterios para su otorgamiento:

a) Ius sanguinis: Se le atribuye al individuo la nacionalidad de sus padres, desde el nacimiento. Considera que los
vínculos de sangre se la imprimen.

b) Ius soli: Se le atribuye al individuo la nacionalidad del territorio del cual es originario, desde el nacimiento.

Bajo ese panorama, el artículo 30, apartado A, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece
que son mexicanos por nacimiento: i) los que nacen en territorio mexicano; ii) los que nacen en el extranjero y son
hijos de padres mexicanos; y iii) los que nacen a bordo de embarcaciones o aeronaves mexicanas.

Por lo que se refiere a la adquisición de la nacionalidad con posterioridad al nacimiento, ésta se conoce como
nacionalidad por naturalización, y es definida por el doctor Contreras Vaca como “una institución jurídica en virtud de
la cual una persona física adquiere y disfruta de la condición jurídica de nacional, en ocasiones con modalidades, por
obtenerla con posterioridad al nacimiento”. Dicho tipo de nacionalidad, se otorga comúnmente a través del siguiente
criterio:

a) Ius domicili: Se le atribuye al individuo la nacionalidad del territorio en el que reside, regularmente se exige la
acreditación de un tiempo de residencia determinado, a efecto de constatar una vinculación efectiva.

Ahora bien, en relación a la pérdida de la nacionalidad, el artículo 37, apartado A, señala que la nacionalidad mexicana
por nacimiento nunca se pierde; sin embargo, el mismo artículo, en su apartado B, enlista los casos que ocasionan la
pérdida de la nacionalidad adquirida por naturalización, a saber: i) Adquisición voluntaria de una nacionalidad extranjera;
ii) hacerse pasar en cualquier instrumento público como extranjero; iii) usar un pasaporte extranjero; iv) aceptar o usar
títulos nobiliarios que impliquen sumisión a un Estado extranjero; y v) residir durante cinco años continuos en el
extranjero.

Es importante mencionar que los nacionales mexicanos por nacimiento gozan de mayores prerrogativas que los
extranjeros, como por ejemplo el hecho de que nunca pierden su nacionalidad, así como el acceso preferente a diversos
cargos públicos. Sin embargo, las obligaciones a cargo de los mexicanos son las mismas, sin importan el momento
de adquisición de la nacionalidad. Al respecto, el artículo 31 de la Carta Magna, enlista las siguientes: i) enviar a sus
hijos o pupilos a la escuela, para que adquieran la educación básica; ii) recibir instrucción cívica y militar; iii) alistarse y
servir en la Guardia Nacional; y iv) contribuir para los gastos públicos.

B) Ciudadanía.- Una vez estudiada la calidad de nacionalidad, es importante distinguirla de la ciudadanía, que es
definida por Enrique Sánchez Bringas como la “calidad que las normas jurídicas atribuyen a los individuos que
satisfacen ciertos requisitos que les permiten participar, directa o indirectamente, en las decisiones políticas de un
Estado”.
Al respecto, el artículo 34 de la Constitución Federal preceptúa que son ciudadanos mexicanos, los que además de
tener la calidad de nacionales cumplan con los siguientes requisitos: i) haber cumplido dieciocho años; y ii) tener un
modo honesto de vivir.

Por otro parte, la propia Constitución enlista en el artículo 35 los derechos de los ciudadanos mexicanos, a saber: i)
votar en elecciones populares; ii) ser votado en cargos de elección popular; iii) asociarse para formar parte en asuntos
políticos del país; iv) tomar las armas para la defensa de la República y sus instituciones; v) ejercer el derecho de
petición; vi) poder ser nombrado para cualquier empleo o comisión en el servicio público; vii) iniciar leyes; y viii) votar en
las consultas populares.

De igual manera, el artículo 36 constitucional enlista las siguientes obligaciones de los ciudadanos mexicanos: i)
inscribirse en el catastro y en el Registro Nacional de Ciudadanos; ii) alistarse en la Guardia Nacional; iii) votar en
elecciones y consultas populares; iv) desempeñar los cargos de elección popular; y v) desempeñar los cargos concejiles,
las funciones electorales y las de jurado.

En el mismo sentido, el artículo 37, inciso C, de la Ley Fundamental prevé las causales de pérdida de la ciudadanía
mexicana: i) aceptar o usar títulos nobiliarios de gobiernos extranjeros; ii) prestar voluntariamente servicios o funciones
oficiales a gobiernos extranjeros, sin autorización; iii) aceptar o usar condecoraciones extranjeras, sin autorización; iv)
admitir de gobiernos extranjeros títulos o funciones, sin autorización; y iv) ayudar, en contra de la Nación, a un extranjero
o gobierno extranjero.

Finalmente, el artículo 38 del texto constitucional señala que los derechos o prerrogativas de los ciudadanos
mexicanos serán suspendidos por: i) incumplimiento injustificado de sus obligaciones; ii) estar sujeto a proceso
criminal por delito que merezca pena corporal; iii) la extinción de una pena corporal (mientras dure la misma); iv)
vagancia o ebriedad consuetudinaria y declarada; v) estar prófugo de la justicia; y vi) mediar sentencia ejecutoria que
imponga dicha suspensión.

Ahora bien, en relación a la ciudadanía y la doble nacionalidad, es importante mencionar que la doble o múltiple
nacionalidad se configura cuando un individuo tiene otorgadas dos o más nacionalidades; en estos casos, el nacional
naturalizado pierde su carácter de extranjero y se considera parte de la población nacional del Estado. Sin embargo,
regularmente sus derechos y obligaciones son diferentes a los que tienen los nacionales por nacimiento. Al respecto,
existen cuatro sistemas legislativos: i) asimilación total (España); ii) asimilación sujeta a plazo para la concesión de
derechos políticos (Estados Unidos de América); iii) asimilación condicionada a la abstención en el goce de derechos
políticos (Bélgica); y iv) asimilación parcial en el goce de derechos políticos (México).

C) Extranjeros.- El artículo 33, párrafo primero de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, señala:
“Son personas extranjeras las que no posean las calidades determinadas en el artículo 30 constitucional y gozarán de los
derechos humanos y garantías que reconoce esta Constitución”. Es importante mencionar que existen algunas
limitaciones legales para las personas que poseen la calidad de extranjeros, como por ejemplo, en materia de propiedad,
acceso a empleos de gobierno y participación en asuntos políticos.

En relación a los extranjeros, es importante citar la Ley de Migración, que en su artículo 3º, fracción XVII, define al
migrante en los siguientes términos: “Individuo que sale, transita o llega al territorio de un Estado distinto al de su
residencia por cualquier tipo de motivación”. Con base en dicha definición, toda persona extranjera en México, se
considera un migrante, con una situación migratoria que puede ser regular o irregular, en función del cumplimiento o
incumplimiento de las disposiciones migratorias nacionales; y en caso de ser regular, tendrá una condición de estancia,
en atención a su intención de residencia o a la actividad que desarrollan en el país. Lo anterior, de conformidad con el
artículo 3º, fracciones VI y XXVIII del mismo ordenamiento jurídico.

Para finalizar la presente unidad, es menester considerar la diferencia entre embajadas, consulados y misiones
permanentes. Las embajadas representan al Estado mexicano ante gobiernos de otros países, en cuestiones de carácter
político; los consulados también representan a México ante otros países, sobre todo en la protección de los mexicanos
localizados en su circunscripción; y las misiones permanentes, representan al Estado mexicano ante los organismos
internacionales. (Artículo 1-Bis, fracciones IX, XVIII, XIX, XXIII y XXIV de la Ley del Servicio Exterior Mexicano).

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