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¿Qué nos enseña el llamado de Jesús a Mateo?

Lucas 5:27-32

¿Qué nos enseña el llamado de Jesús a Mateo? (Lucas 5:27-32) Cuando leemos
la Biblia y vemos hombres y mujeres que Dios llamó para servirles, muchos de
ellos podemos preguntarnos: ¿Es que merecían ser salvos? Algo tan sencillo, en
la misma genealogía de Cristo según Mateo 1:3-4, 6, se mencionan 4 mujeres:
Tamar (cometió adulterio, Gn. 38:24).
Rahab (gentil prostituta de profesión, Josué 2).
Rut (de un pueblo aborrecido por los judíos).
Betsabé (junto con David cometieron adulterio, 2 Samuel 11).
La gracia de Dios representa más de lo merecido y mucho más de lo que hemos
imaginado (Max Lucado). La gracia de Dios, es una idea maravillosa en beneficio
de toda la humanidad. El profeta Isaías 53:6 dice: ….mas Jehová cargó en él el
pecado de todos nosotros. La gracia es la obra de Dios en cambiar nuestros
corazones. Ezequiel 36:26 dice: Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu
nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra,
y os daré un corazón de carne.
El llamado de Mateo representa la gracia de Dios. El tipo de trabajo de este
hombre (publicano) lo excluía de los beneficios del sistema religioso de
entonces. Jesús rompe el molde de manera escandalosa (a los ojos de los
hombres).
Mateo 9:11 dice: ….¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y
pecadores?
Mateo 11:11 dice: vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: He
aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de
pecadores….Es interesante y darnos cuenta que Jesús llegó a las personas
rechazadas por el sistema religioso de entonces: publicanos, pecadores
hombres y mujeres sencillos y humildes. En pocas palabras, ¡esa es la gracia de
Dios! Dios nos enseña al llamar a Mateo, que no hace acepción de personas
(v. 27, 7:29, 15:1). Después de estas cosas salió, y vio a un publicano….y le dijo:
sígueme. Un publicano, era un cobrador de impuestos al servicio del imperio
romano. Debido a ello, eran despreciados y rechazados por la sociedad
religiosa de entonces. Eran excluidos completamente de los privilegios
religiosos. Debido al abuso al cobrar impuestos más del porcentaje requerido,
se hacían ricos mostrando su avaricia. Recibían sobornos y mentían al gobierno.
El Nuevo Testamento menciona por los dos publicanos que obedecieron al
llamado de Jesús. Zaqueo (Lucas 19:1-10) y el caso que nos ocupa hoy, Mateo.
¿Qué vio Jesús en Mateo? ¿Qué vio en nosotros? Sin duda alguna, Jesús
demuestra tener una gran capacidad de ver lo que nosotros no vemos. Aunque
quizá rodeado de bienes materiales, pero al mismo tiempo con un vacío
espiritual que solo Jesús puede llenar. Hombres y mujeres fueron el método de
Jesús y debe ser el nuestro también. La gracia de Dios consiste en recibir más
de lo merecido y mas de lo imaginado. 1 Cor. 1:25-29 describe a quiénes ha
llamado Dios: lo necio del mundo escogió Dios….lo débil del mundo…lo vil del
mundo…lo menospreciado escogió Dios….a fin de que nadie se jacte en su
presencia. Cuidado con creernos que tenemos los suficientes méritos al haber
recibido el llamado de Dios. Jesús rompe el molde del sistema religioso al
llamar a Mateo. ¡La iglesia debe seguir el mismo molde! La respuesta de Mateo
fue inmediata: Y dejándolo todo, se levantó y le siguió. Su bien remunerado
empleo quedó atrás. Sencillamente lo dejó todo. Mateo aceptó el reto de seguir
a Jesús. De publicano a hijo de Dios. Así también todos debemos entender que
hay que pagar un precio por seguir a Jesús (Lucas 9:57-62). Lo penoso es que
no todos estamos dispuestos a pagarlo. Mateo como muestra de gratitud y
firme compromiso en su nueva relación con Jesús ofrece una gran fiesta. Y Leví
le hizo gran banquete en su casa, y había mucha compañía de publicanos y de
otros que estaban a la mesa con ellos (Lucas 5:29). ¿Observamos quiénes están
entre los invitados? El evangelio de Marcos 2:15 dice: ….estando Jesús a la mesa
con él, muchos publicanos y pecadores…..¡Jesús no rehúsa relacionarse con
ellos! ¿Suena muy interesante, verdad? Mateo, está dando un testimonio
público de su nueva fe en Jesús como Señor y Salvador de su vida. Todo
llamado de Dios enfrenta oposición (Lucas 5:30-32). El reclamo de los escribas y
fariseos fue: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores? Hay un
tono de queja, reclamo y hasta enojo. Para nosotros hoy día es de tener
cuidado con caer en el legalismo sin ningún tipo de fruto. El sistema religioso
de entonces cuestionó el método de Jesús. Los pecadores se sentían bien con
él. No los rechazaba: ….y al que a mi viene, no le echo fuera (Juan 6:37). Jesús no
entró con ellos en ningún tipo de discusión estéril. Con sabiduría les responde:
Los que están sanos no tienen necesidad de médicos…..No he venido a llamar a
justos, sino a pecadores al arrepentimiento (cambio de estilo de vida).
Nuevamente recordamos que en eso consiste la gracia: recibir mas de lo que
merecemos y esperamos. Finalmente recordemos que Jesús vino a buscar y a
salvar lo que se había perdido (Lucas 19:10). Mateo el publicano entraban en
esa categoría. Nicodemo, Pedro, Andrés, Pablo, Lucas….ah, tú y yo también
somos de la misma categoría. ¡Buena y maravillosa idea de Dios, Su gracia! ¿No
creen? Bendiciones a todos.

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