Sei sulla pagina 1di 9

Alumnos con deficiencia

auditiva y su 
tratamiento en las clases de
Educación Física
Elvis José Ballester Carrión  
Diplomada en Educación Física
elvis17_69@hotmail.com
  por la Universidad de Murcia
Marta Molina Puche
(España)
martaxuxi88@hotmail.com  
 
Resumen
          En este artículo expondremos las características generales del deficiente auditivo, las de su integración
  dentro de la clase de Educación Física y, lo que es más importante, juegos y actividades que podemos  
plantear en nuestras clases con alumnos con deficiencia auditiva.
          Palabras clave: Deficiencia auditiva. Educación Física. Necesidades educativas.
 
EFDeportes.com, Revista Digital. Buenos Aires, Año 15, Nº 152, Enero de 2011.
http://www.efdeportes.com/

1/1

1.     Introducción

    La diversidad siempre ha existido en la escuela porque concurren sujetos con diversas
historias, prácticas, estilos de vida, forma de apropiarse de conocimientos culturales, etc. Todos
los/as alumnos/as son distintos, algunos necesitarán adaptaciones para poder adquirir dichos
conocimientos pero siempre en el contexto general de nuestra práctica, nunca aislados con
ideas de mejorar algún aspecto de la educación sin el valor social que debe tener. Los alumnos
con necesidades educativas especiales (NEE), deben estar abiertos al aprendizaje junto a otros
compañeros, sin sentirse inferiores y haciendo ver que ellos tienen cosas que ofrecer. No
debemos olvidar que la escolarización de un niño con deficiencia auditiva en un centro
ordinario, no implica integración. El maestro especialista, en este caso de Educación Física,
debe preparar sus sesiones y adaptarlas al alumno con N.E.E. Además, el centro de reunir una
serie de condiciones, entre las que destacamos:

a. Un proyecto educativo de centro que contemple la escolarización de los


alumnos con esta deficiencia y los medios que lo hacen posible.
b. Formación del profesorado y asesoramiento de un equipo específico de
profesionales.
c. Suficiencia de recursos materiales.
d. Posibilidad de que el niño se relacione con otros compañeros y personas
adultas sordas.

2.     Conceptos de deficiencia, discapacidad y minusvalía


    En el ámbito de la salud y de los servicios sociales, la preocupación por mejorar las
condiciones de asistencia a la población ha llevado a acuerdos globales y a sistemas
clasificatorios. En la actualidad, el sistema mayoritariamente aceptado es el propuesto por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Clasificación Internacional de Deficiencias,
Discapacidades y Minusvalías (CIDDM) (World Health Organization, 1980/1994).

    En la CIDDM se establecen tres niveles en materia de salud, estando definidos de la


siguiente manera:

 Deficiencia: “Dentro de la experiencia de la salud una deficiencia es toda


pérdida o anormalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o
anatómica”.
 Discapacidad: “Dentro de la experiencia de la salud, una discapacidad es toda
restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una
actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para un ser
humano”.
 Minusvalía: “Dentro de la experiencia de la salud, minusvalía es una situación
desventajosa para un individuo determinado, consecuencia de una deficiencia o
de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol que es normal
en su caso (en función de su edad, sexo y factores sociales y culturales)”.

3.     Necesidades educativas de carácter transitorio y de carácter permanente

    Una forma de ordenar el continuo de necesidades educativas especiales consiste en


distinguir entre las necesidades especiales que se manifiestan de forma transitoria o temporal y
las necesidades especiales que tienen un carácter de permanencia o estabilidad a lo largo de la
escolarización (Herrera-Gutiérrez, 1996). Este sistema de ordenación es recogido en el siguiente
cuadro:

Necesidades Educativas
Transitorias Permanentes

 Deficiencia auditiva.
 Dificultades de aprendizaje (Dislexia,
Disgrafía y Discalculias).  Deficiencia visual.

 Trastornos de comportamiento  Deficiencia motórica.

(hiperactividad y comportamiento agresivo).  Deficiencia mental.


 Inadaptación social (marginación,  Autismo
delincuencia, etc.).
 Superdotación.
4.     Aspectos evolutivos y educativos de la deficiencia auditiva

    Los términos de deficiencia auditiva, sordera e hipoacusia frecuentemente se utilizan como
sinónimos. Todos significan una pérdida auditiva, sin embargo, no son del todo equivalentes
(González, 1995):

 El sujeto deficiente auditivo es aquel que tiene una pérdida auditiva en


mayor o en menor grado, por lo que nos encontramos ante una expresión
genérica que engloba a los otros dos términos.
 El sujeto hipoacúsico es aquel cuya audición es deficiente, pero de unas
características tales que, con prótesis o sin ella, le permite adquirir el lenguaje
oral por vía auditiva.
 El sujeto sordo es aquel al que la incapacidad auditiva le imposibilita para
procesar información lingüística a través de la audición.

    Hoy sabemos que los sujetos sordos, o para ser más precisos, los deficientes auditivos,
constituyen un grupo muy heterogéneo, habiéndose identificado una serie de variables que
explican esta heterogeneidad.

    De acuerdo con Marchesi (1987), las variables diferenciadoras que más influyen en el
desarrollo de las personas sordas son: el grado de pérdida auditiva, la edad de comienzo de la
sordera, su etiología y los factores relacionados con el ambiente familiar y educativo.

    Los aspectos más importantes relacionados con el desarrollo de los niños con deficiencia
auditiva son los siguientes (Marchesi, 1987):

Deficiencia auditiva: características del desarrollo

 No parece que la sordera, por sí misma, altere gravemente el desarrollo cognitivo de


los niños sordos.

 En la actualidad, a la hora de explicar cualquier retraso es esta área se hace especial


hincapié en la falta de experiencias con el medio, así como en la ausencia de un
sistema lingüístico de representación de la realidad.

 Si bien los niños sordos muestran un retraso general de adquisición del lenguaje oral
en relación a los oyentes, cuando están expuestos desde su nacimiento al lenguaje de
signos progresan en este lenguaje de forma similar a como lo hacen los niños oyentes
en el lenguaje oral.

 Se afirma que los niños sordos tienen un bajo autoconcepto y una mayor tendencia a
ser socialmente inmaduros.

5.     Indicaciones metodológicas para el maestro de Educación Física

    Los profesionales de la Educación Física han tenido poca preparación específica previa en
este campo, y para poder afrontar la situación con un mínimo de garantías deben contar con
apoyos externos que garanticen el éxito y pueda favorecerse así el desarrollo integral del
educando. En todo caso y, antes de llevar a cabo el proceso de planificación de las
adaptaciones curriculares para cada caso específico, resultará imprescindible contar con un
informe médico y psicológico que reflejen, en cada caso, el tipo y grado de discapacidad así
como las actividades o situaciones que puedan resultar beneficiosas o contraproducentes según
corresponda.

    Tomando como referente las directrices del profesor Garrido Landívar (2001) proponemos al
profesorado, en especial al de Educación Física, que tenga en cuenta las siguientes sugerencias
referidas a los grupos de población con discapacidades (cuya presencia se da con mayor
frecuencia en los centros escolares y por tanto en las clases de Educación Física):

 Se debe crear cuanto antes un clima adecuado de aceptación normal, de


agradable y amistosa convivencia.
 Es fundamental hacerles adquirir una percepción lo más fiel posible de sí
mismos, pues partiendo de este conocimiento tendrán más fácil elaborar una
correcta representación del mundo que les rodea.
 Se tratará de lograr la aceptación de sí mismo como condición previa para
adquirir un equilibrio emocional, afectivo y social adecuado.
 Conviene desarrollar actitudes positivas hacia la relajación ya que acumulan
habitualmente, más tensión y conflicto que el resto de los alumnos.
 Es necesario insistir en que cada alumno, dentro de sus limitaciones, consiga el
mayor grado de independencia y autonomía posible, por la transferencia que
esto puede suponer para su vida diaria.
 Aunque existan grandes dificultades para la intervención plena en las tareas o
juegos que se propongan, siempre se podrán conseguir actitudes positivas
como la cooperación, la aceptación de normas, etc.

    A continuación, vamos a dar una serie de sugerencias específicas para cada una de las
discapacidades más representativas en el ámbito de la Educación Física Especial, que pueda
servir de referente para la actuación posterior del profesorado implicado en la educación de los
alumnos con necesidades educativas especiales.
6.     La deficiencia auditiva en la Educación Física

    Aunque escasos, los estudios realizados, concluyen que las adquisiciones motrices de estos
sujetos son normales. Para el profesor especialista en Educación Física la comunicación con el
alumno sordo apenas resultará problemática, sobre todo si hace uso de los gestos y de toda su
expresividad corporal. Conviene, sin embargo, tener en cuenta algunas áreas motoras en las
que las adquisiciones de los sordos, aun dentro de la normalidad, pueden presentar niveles por
debajo de la media respecto de los oyentes, para acentuar su entrenamiento. Estas son la
lateralidad, la coordinación, el equilibrio y la velocidad gestual o rapidez de la respuesta motora.

    La educación de los macro-movimientos del cuerpo (grandes segmentos motores), es la base
perfecta para el control fino y ajustado de sus micromovimientos, que darán lugar a la fonación
y a la articulación de los sonidos necesarios para la adquisición del habla. El entrenamiento de
los primeros es competencia del profesor de Educación Física; los relativos a ajustes
micromotores lo son del logopeda y se trabajarán de forma individualizada.

    Una dificultad que se presenta con este tipo de alumnos es la adquisición del sentido del
ritmo, pues la ejecución de ritmos y bailes requieren un mínimo de audición. Sin embargo,
debemos saber que el ritmo se transmite preferentemente a través de las frecuencias sonoras
graves, en las que la gran mayoría de las personas sordas profundas poseen restos
aprovechables con la ayuda del audífono y a través de la percepción vibrotáctil. Es por ello que
la ejecución de composiciones rítmicas sencillas es posible, deseable y necesaria en los alumnos
sordos.

    El seguimiento de las actividades rítmicas se puede facilitar haciendo que la música resuene
en una superficie vibrante en la que puedan colocar las manos o los pies desnudos (por eso las
superficies más adecuadas son las recubiertas de madera), o también utilizando instrumentos
de percusión preferentemente de tonalidad grave (tambor, pandero, claves, caja de madera,
etc.).

    Con relación a la adquisición de habilidades y destrezas motrices no presentan ningún


problema insalvable, tan solo habrá que estimular su atención visual hacia las instrucciones y
señales que se den visualmente, utilizando otro código complementario como puedan ser las
tarjetas de colores, banderas, gestos convencionales, y por supuesto lengua de signos.

    Por otra parte, y con referencia fundamental al área motriz, podemos señalar como aspectos
más característicos de los niños con discapacidad auditiva:

 Alteraciones del equilibrio estático y dinámico.


 Retraso en la marcha con lo que suelen arrastrar los pies al andar.
 Déficit en movimientos simultáneos y velocidad de reacción.
 Dificultades en el control postural y control segmentario.
 Trastornos de la percepción y control del propio cuerpo.

    Será importante que en las primeras sesiones se realicen juegos y actividades que permitan
que el resto del grupo compruebe y valore las posibilidades y limitaciones de los alumnos con
discapacidad, y se organizarán actividades donde el alumno con necesidades especiales sea el
principal protagonista.

    Con respecto a la comunicación, habrá que tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

 Controlar su atención mediante alguna señal en el momento de empezar a


hablar al alumno.
 El niño debe tener buena visibilidad de la cara y boca del profesor cuando éste
habla.
 El profesor debe hablar claro, vocalizando cada palabra y de cara al alumno
sordo.
 Debe, al mismo tiempo, ser expresivo, utilizando un lenguaje correcto, con
frases cortas y simples.
 Comprobar si el niño ha comprendido lo que ha dicho.
 El alumno debe estar siempre de espaldas a la luz.
 Hay que controlar el ambiente sonoro, y facilitar el ambiente de silencio,
porque si hay ruido la información es mal recibida por parte del alumno con
discapacidad auditiva.

    Con respecto a las actividades, es importante:

 Proporcionarle al alumno información previa de la actividad que se va a


realizar, a ser posible de forma escrita.
 En los juegos, asegurarse que se han entendido muy bien las normas.
 No utilizar nunca señales acústicas.
 Si se trabaja el ritmo utilizar frecuencias graves.

7.     Signos de alerta de posibles sorderas en el niño

    Dentro de los signos que podemos señalar como más frecuentes a la hora de detectar si un
niño tiene deficiencia auditiva en sus primeros años de vida podemos señalar los siguientes:

 De los 0 a los 12 meses


o No se sorprende ni parpadea cuando alguien hace palmas al lado de él.
o No le tranquiliza la voz de la madre.
o No emite sonidos guturales para llamar la atención.
o No gira la cabeza hacia sonidos cotidianos.
o No juega con sus vocalizaciones.
o No entiende una negación si no usas un gesto indicativo.
 De los 12 a 24 meses
o No señala objetos o personas conocidas cuando se le nombran.
o No dice palabras familiares.
o No comprende órdenes sencillas sin apoyo visual.
o No identifica su nombre.
o No hace frases de dos palabras.
 De los 3 a los 4 años
o No se le entiende las palabras que dice.
o No contesta a palabras sencillas.
o No repite frases.
o No sabe contar lo que le pasa.
o Parece un niño distraído.
o No es capaz de mantener una conversación sencilla.

8.     Actividades prácticas para niños con deficiencia auditiva

Nombre: “Azul y rosa”


Tipo de juego: Motriz.
Efectos: Velocidad de reacción.
Organización: se forman dos grupos en hilera, uno enfrente del otro. Un grupo serán los
azules y otros los rosas. La separación entre ambos grupos será de unos dos o tres metros.
Descripción: cuando el profesor saque el pañuelo de uno de los dos colores, el grupo de ese
color tendrá que pillar a los del otro color antes de que lleguen a la zona delimitada para
salvarse (“casa”). Al finalizar cada ronda el profesor hará recuento de los que han sido pillados
por el grupo contrario, y estos sumarán un punto por cada jugador pillado del equipo contrario.
Ganará el equipo que más punto tenga.
Instalación: pabellón o pista polideportiva.
Reglas de juego: no vale empujar.

Nombre: “Los colores”


Tipo de juego: Motriz.
Efectos: velocidad de reacción y potencia de piernas.
Organización: se forman tres equipos situados en círculo y cada uno con un balón. El profesor
se colocará enfrente de éstos y a cada equipo le asignará un color.
Descripción: el maestro sacará una tarjeta de uno de los tres colores y dependiendo del color
que saque, el equipo tendrá que botar el balón y hasta que no saque otra tarjeta diferente no
pararán. Cuando el maestro saque otra tarjeta ese equipo dejará de botar y lo hará el equipo
del color de la tarjeta.
Instalación: pista polideportiva o pabellón.
Material: reglas de colores.
Reglas de juego: no se puede botar hasta que no saque la tarjeta de su color. El equipo que
se equivoque pagará una prenda (ejemplo: deberán aguantar a la pata coja treinta segundos).

Nombre: “el Cienpiés”


Tipo de juego: habilidades coordinativas.
Organización: se divide la clase en varios grupos, y se colocan todos participantes en el
círculo uno detrás de otro.
Descripción: Colocaremos a los alumnos en fila, y el niño con deficiencia auditiva el primero.
Se sentarán todos en las rodillas de los que están detrás de él. Entonces el profesor con sus
pasos marcará el ritmo al que deben desplazarse, así el niño sordo podrá seguir el ritmo
visualmente mientras que sus compañeros lo podrán hacer auditiva y visualmente.
Instalaciones: Pabellón.
Reglas de juego: Si se rompe el círculo se vuelve a empezar.

Bibliografía:

 ARAGÓN ARJONA, S. y VALDIVIESO FERNÁNDEZ, I. (2007). Deficiencia


auditiva y deporte. Lecturas: Educación Física y Deportes, Revista Digital.
Buenos Aires, 12, 110. http://www.efdeportes.com/efd110/deficiencia-auditiva-
y-deporte.htm
 GARRIDO LANDÍVAR, J. (2001). Cómo elaborar adaptaciones curriculares de
centro, de aula e individuales. Madrid: C.E.P.E.
 GONZÁLEZ, E. (1995). La Educación Especial: Concepto y datos históricos.
Madrid: CCS.
 HERRERA-GUTIÉRREZ, E. Y CEREZO, F. (1999). Bases Psicológicas de la
Educación Especial (2ª ed.). Murcia: ICE-Universidad de Murcia/DM.
 MARCHESI, A. (1987). El desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños sordos.
Madrid: Alianza.
 WORLD HEALTH ORGANIZATION (1980). International of Impairments,
Disabilities and Handicaps. A Manual of Classification relating to the
consequences of disease. Ginebra.

Potrebbero piacerti anche