Una de las modificaciones más importantes de la Ley de Derecho
Internacional Privado, es la sustitución del Principio de la Nacionalidad por el Principio del Domicilio, como factor de conexión decisivo en materia de estado, capacidad y relaciones familiares y sucesorias. Esa modificación, que aproxima la solución venezolana a la solución de la mayor parte de los países americanos y de los países de Common Law, se ajusta mejor a las realidades demográficas, económicas y sociales de Venezuela y ha sido expresa o implícitamente propugnada por gran número de estudiosos nacionales. El Principio de la Nacionalidad, en el cual se basa todavía el vigente Codigo Civil, ha tenido una aplicación un tanto precaria, pese a su larga vigencia legislativa, en razón de haber estado constantemente cercenado por las interpretaciones territorialistas antes mencionadas, en tal virtud, el Principio del Domicilio, que tiene obviamente un sentido más territorialista, viene a establecer una mejor concordancia entre las disposiciones de la Ley y las tendencias de la práctica y de la jurisprudencia. Las disposiciones de la Ley referentes al domicilio regulan su concepto general, el cual se califica a través del término de residencia habitual, que resulta de fácil comprobación (Artículo 11), así como los domicilios especiales, entre los cuales figura el de la mujer casada (Artículo 12), otorgándosele plena autonomía frente al domicilio del marido; con ello, no sólo se recogen las modernas orientaciones político-sociales relativas a la emancipación de la mujer y a la igualación de los sexos, consagradas en la reforma del Código Civil de 1982, sino que se afirma un principio que, en materia de Derecho Internacional Privado, evita frecuentes y graves injusticias. Es oportuno señalar que la tendencia hacia el domicilio se recoge en la Convención Interamericana sobre Domicilio de las Personas Físicas en el Derecho Internacional Privado, que regula diversos aspectos del mismo y responde a las realidades del continente. Sobre el Domicilio dicen acertadamente Vodanovic, Alessandri y Somarriva ”el domicilio precisa en lugar en que el individuo es considerado siempre presente, aunque momentáneamente no lo esté, para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones”. El Código Civil estipula que las personas suelen vivir en un sitio determinado, en forma continua y cumplen relaciones de orden jurídico (celebran negocios, derechos civiles y públicas), este sitio es el que se denomina Domicilio, y se define como el asiento legal de las personas, donde estas desarrollan todas las actividades de orden económico, familiar y jurídico, es decir donde ejercen sus derechos y contraen obligaciones, etimológicamente domicilio, proviene de Domus y significa “el lugar donde se tiene la casa”; así el Artículo 27. CC, señala: “El domicilio de una persona se halla en el lugar donde tiene el asiento principal de sus negocios e intereses”, por tal motivo, se puede decir que el mismo se concibe como el lugar de residencia con ánimo de permanencia en ella; para considerar que una persona tiene su domicilio en determinado sitio en Venezuela, se estipula que debe llevar considerable tiempo en este. El domicilio legal es el lugar donde la Ley presume, que una persona reside de una manera permanente para el ejercicio de sus derechos y cumplimientos de sus obligaciones, aunque de hecho no esté allí presente, y así: 1) Los funcionarios públicos, eclesiásticos o seculares, tienen su domicilio en el lugar donde deben desempeñar sus funciones, no siendo estas temporarias, periódicas o de simple comisión; 2) Los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que se hallen prestando aquél, si no manifestasen intención en contrario, por algún establecimiento permanente, o asiento principal de sus negocios en otro lugar; 3) El domicilio de las sociedades, corporaciones establecimientos y asociaciones autorizadas por las Leyes o por el Gobierno, es el lugar donde está situada su dirección o administración, si en sus estatutos o en la autorización que se les dio, no tuviesen un domicilio señalado; 4) Las compañías que tengas muchos establecimientos o sucursales, tienen su domicilio especial en el lugar de dichos establecimientos, para solo la ejecución de las obligaciones allí contraídas por los agentes locales de la sociedad; 5) Los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tu viesen domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual; 6) Los incapaces tienen el domicilio de sus representantes; 7) El domicilio que tenía el difunto determina el lugar en que se abre su sucesión. Existen dos teorías que pretenden explicar la naturaleza de Domicilio, a saber: la Teoría Clásica según la cual el domicilio no es un lugar sino que una noc ión abstracta que supone una relación jurídica entre el sujeto y el lugar, por lo cual a la persona se le considera siempre presente en dicho lugar, y la otra, es la denominada Teoría Co ncreta estima que el domicilio es un lugar concreto en que la Ley supone que la persona se encuentra siempre para los efectos jurídicos. El Código Civil acoge la segunda teoría y en tal sentido se puede decir que el domicilio es el lugar en el que legalmente se entiende que una persona está asentada y donde desarrolla su "idea jurídica”, este domicilio, puede ser Político, el cual se refiere al domicilio dentro del territorio del Estado, o Civil, que es el relativo a cierta y determinada parte del Estado; este a su vez puede subclasificarse en Domicilio Civil General, el cual se origina cuando tal domicilio sea aplicable a la mayoría o generalidad de las relaciones jurídicas del domiciliado; y tiene las siguientes características: 1) Fijeza: El domicilio, aunque no es inmutable, es la sede jurídica más establ e, en especial no varía con cualquier cambio de habitación o residencia. 2) Necesidad: En principio, todas las personas tienen domicilio, puesto que a dquieren uno en el momento del nacimiento y lo conservan mientras no lo cambien, pero, no obstante, la opinión contraria de la mayoría de los autores frances es, hay personas que no tienen domicilio, como lo admite implícitamente el Código Civil, al referirse a personas que no tienen domicilio ni residencia. 3) Unidad: A diferencia del Derecho Romano, el Código Civil Venezolano, acoge el principio de la unidad del domicilio general, como lo demuestra la definición de su Artículo 27, que se refiere al asiento “principal” d e los negocios e intereses, pero debe observarse que: A) Dicho principio no impide que una persona te nga además de su domicilio general único, uno o más domicilios especiales; B) Dicho principio tampoco implica que las decisi ones judiciales sobre determinación del domicilio, lleguen a tener fuerza de co sa juzgada con efectos absolutos "erga omnes"; y C) El principio de referencia, esta temperado en el caso de las personas moral es.
También, dentro de la subclasificacion del Domicilio Civil, se halla el Domicilio Civil Especial (cuando el domicilio civil se haya constituido en cierto lugar específicamente para una o más relaciones jurídicas determinadas). Otro tipo de domicilio, es el Domicilio Legal, el c ual es aquel que la Ley impone a determinadas personas en ciertos casos; en este sentido, el Código Civil, dispone que este domicilio se determina por las respectivas Leyes que los exigen; siendo un ejemplo de domicilio legal, el caso de los jueces qui enes tienen su domicilio en el lugar en que ejercen jurisdicción. A su vez, puede hablarse de Domicilio Voluntario, es decir que una persona es competente de decidir voluntariamente su domicilio cuando es mayor de edad y está dotada de la capacidad para tomar esta decisión tan responsable. Aunado al Domicilio, se encuentra también, la Residencia, la cual constituye el lugar donde vive habitualmente una persona, aunque no tenga el asiento principal de sus negocios e intereses, lo cual le distingue de la figura del domicilio y lo que determina que no necesariamente ambas figuras tienen que coincidir; en casos determinados por la Ley la residencia hace las veces de domicilio, como el caso del Artículo 31 del Código Civil, respecto de las personas que no tienen el domicilio conocido; entre otras cosas la residencia tiene importancia en lo referente a la manifestación de voluntad de contraer matrimonio, lo cual debe hacerse ante uno de los funcionarios de la residencia de cualquiera de los contrayentes (Artículo 66. CC). Por otra parte se tiene la Habitación, que constituye la sede jurídica menos estable porque constituye el lugar donde se encuentra una persona en un momento dado, lo cual no tiene que coincidir con el domicilio y residencia, la Morada, es el lugar específico donde se vive habitualmente, ya sea una casa, o vivienda, así como cualquier dependencia de la casa, si forma un todo con ella; lo es también el cuarto para huésped; la caseta, para el guarda; la choza para el campesino, y se diferencia del Paradero, por ser este el lugar donde se hace parada, descanso o transitorio albergue.
El derecho de la familia Internacional
El Estatuto Personal es una noción que surge en el Código Napoleónico de 1802,
reconocido en el Derecho Internacional, su objeto es vincular al individuo con la norma aplicable para resolver conflictos relativos a su persona. El Codigo Civil, señala y regula al Estado Civil según las Relaciones de Orden Privado (Estado Familiar), descomponiéndolo en: 1) Estado de Cónyuge: Se refiere a las situaciones respectivas de dos personas unidas por el matrimonio. El Estado de casado varía también por efecto del divorcio, la separación de cuerpos y la muerte; así se habla de soltero, casado, viudo, divorciado. 1.1) Matrimonio: Es considerado como la institución social más importante en la que a través de esta se establece la integración de una familia, derivada de la ley biológica que exige la perpetuidad de una especie, en este caso la humana. El Matrimonio se podría definir como "contrato civil” (porque tiene la presencia del Estado) y solemne (porque necesita requisitos para que tenga validez), celebrado entre dos personas de sexo diferente (hombre y mujer), con el objetivo de perpetuar la especie". En el aspecto civil, es considerado como un contrato el cual sólo será válido si se ciñe a las normas establecidas por nuestra ley, como contrato este reviste una serie de formas solemnes sancionadas por una autoridad civil en tal carácter contractual podemos asumir que este reviste un carácter de disolubilidad, y es en tal caso que se puede recurrir ante la autoridad para solicitar tal disolución del vinculo no sin que la autoridad procure garantizar los intereses de los hijos, y de ambos cónyuges, por lo que es de vital importancia el conocimiento de sus derechos con respecto de su persona, bienes e hijos. Los requisitos de fondo para contraer matrimonio se rigen por el derecho personal de cada contrayente en forma distributiva, teniéndose en cuenta como factor de conexión el domicilio (Artículos 21 y 27. LDIP). Se puede decir entonces, que la Ley al consagrar la fórmula distributiva de aplicación del nuevo factor de conexión, resuelve los problemas que acarreaba la aplicación de la ley nacional de los contrayentes, así como también responde a las exigencias prácticas, ya que en la mayoría de los casos las personas contraen matrimonio en el lugar de su residencia habitual que, de acuerdo con la Ley, se identifica con el domicilio a los fines de facilitar el cumplimiento de los requisitos de fondo del matrimonio y con ello la celebración del mismo a diferencia de las complicadas normas de los Articulos 36 al 40. C Bust. En cuanto a los requisitos de forma, también son regulados de manera semejante con el propósito de facilitar la validez del acto en cuanto a las formas (Principio Pro Validitatis), la primera de estas vinculaciones, tiene que ver con el Lugar de la Celebración del Acto, conforme al principio tradicional Locus Regit Actum; la segunda conexión se refiere a la Lex Causae, es decir, al derecho que rige al fondo del acto; y la tercera y ultima, entiende que también el matrimonio es válido, en cuanto a la forma, si es así considerado por el derecho personal común de los cónyuges. En cuanto a las relaciones personales y patrimoniales del matrimonio, la Ley de Derecho Internacional Privado, otorga competencia, en primer lugar, al derecho personal común de los cónyuges, tomando en cuenta las diferencias de conexión; y, en defecto de ley personal común, se someten estas relaciones al derecho del Estado del último domicilio común (Articulo 22. LDIP), en cuyo caso, como resultado de la unificación de la solución tanto para los efectos personales como para los patrimoniales se eliminan los problemas de calificación de aquellos derechos y deberes que a pesar de tener un innegable contenido patrimonial son consecuencia de las relaciones personales entre ambos cónyuges. 1.2) Separación de Cuerpos y Divorcio: El Divorcio es la separación que un Juez competente hace, por sentencia legal, de dos personas unidas por el vínculo del matrimonio. La ley establece las causales taxativas de divorcio en el Articulo 185. CC, las cuales surgen en aquellos casos de los llamados Divorcios Contenciosos, por su parte, el segundo aparte, del antes mencionado Artículo expone el caso de los Divorcios No Contenciosos, en los cuales se podrá declarar el divorcio por el transcurso de más de un año después de declarada la Separación de Cuerpos, sin haber ocurrido en dicho lapso la reconciliación de los cónyuges. En esta materia la Ley de Derecho Internacional Privado, se contrae al derecho del domicilio del cónyuge que intenta la demanda, agregando que el cambio de domicilio del cónyuge demandante sólo produce efecto después de un año de haber ingresado en el territorio de un Estado con el propósito de fijar en él la residencia habitual (Articulo 23. LDIP). Esta solución se adopta en virtud de la identificación con la realidad del país, además, de evitar la contradicción que había existido en el sistema anterior, que dejaba de aplicar la ley nacional de los cónyuges, a pesar de haber sido el factor personal de carácter general, a favor del derecho del domicilio conyugal. A la solución actual se le critica la discrecionalidad para elegir el derecho aplicable en Fraude a la Ley, ya que basta con que el cónyuge demandante se domicilie en un Estado que prevé una regulación más favorable a sus fines, para que sea ésta la que se aplique, sin embargo, la posibilidad de un cambio fraudulento queda disminuida, al establecerse que dicho cambio sólo produce efectos después de un año de haberse efectuado.
2) Estado de Pariente Por Consanguinidad: Representa la situación recíproca de las personas que descienden unas de otras o de un autor común. El parentesco real se subdivide en hijo matrimonial o extramatrimonial y cada uno tiene diferentes líneas y grados. Cuando falte la descendencia de sangre puede artificialmente crearse, gracias a institución de la Adopción, con la cual la Ley permite tomar como hijo a una persona. 2.1) Filiación: El establecimiento de la filiación, conforme al Articulo 24. LDIP, está sometido al derecho personal del hijo determinado en forma autónoma: por el Domicilio del hijo, en cuyo caso también se someten a ese mismo derecho las demás relaciones entre padres e hijos. 2.2) Adopción: El Artículo 25. LDIP, cuando se refiere a los requisitos de fondo para la adopción, los somete al derecho del domicilio del adoptante y del adoptado aplicado en forma distributiva. La aplicación distributiva del derecho competente responde a la tendencia observada en la Convención Interamericana sobre Conflicto de Leyes en Materia de Adopción de Menores (1984), no ratificada por Venezuela, persiguiendo esta solución persigue el interés superior del niño, desarrollando la línea directriz de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, es menester destacar, que en el ya mencionado carácter distributivo de la aplicación del derecho del respectivo domicilio, no se establece la necesidad de cumplir con normas imperativas de ambos ordenamientos, relativas, sobre todo, al consentimiento, dejando así al juez la libertad de la adaptación. Las disposiciones arriba mencionadas, tienen como norte el interés superior del niño, principio fundamental de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (1989); es interesante observar que las regulaciones incluyen el estatuto autónomo del niño, que es el derecho de su domicilio, solución frecuente en las más recientes legislaciones comparadas que coadyuva a las decisiones equitativas en materia de menores de edad.