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CAIDA DEL IMPERIO ROMANO

Caída del imperio romano de occidente.

La Caída del Imperio romano de Occidente (también llamada la caída del Imperio
romano o la caída de Roma) fue el período de declive del Imperio romano de
Occidente en que perdió la autoridad de ejercer sus reglas, y su vasto territorio fue
dividido en numerosas entidades políticas. La característica principal de la caída
fue la pérdida de la capacidad del estado romano de ejercer dominio, tanto de sus
fuerzas armadas como de su administración civil. Este artículo comienza con una
explicación de las fuerzas que le habían permitido al Imperio romano ejercer un
control efectivo; historiadores modernos mencionan factores que incluyen la
eficiencia y el tamaño del ejército, la salud y el tamaño de la población romana, el
poder de la economía y la eficiencia de la administración civil. El aumento de la
presión de los "bárbaros" fuera de la cultura romana contribuyó en gran medida al
colapso.

En el año 476, Odoacro depuso al emperador Rómulo, emperador romano


occidental que ejercía un insignificante poder militar, político y financiero, y no
tenía un control efectivo sobre los dispersos dominios occidentales que aún
podrían catalogarse como romanos. Los Invasores "bárbaros" establecieron su
propia autoridad en la mayor parte del área del Imperio de Occidente, y su
soberanía se prolongó durante siglos, además de que su influencia cultural
persiste hasta hoy en día, mientras que el Imperio de Occidente nunca tuvo la
fuerza para levantarse de nuevo.

Caída del imperio romano de oriente

La caída de Constantinopla en manos de los turcos otomanos el martes 29 de


mayo de 1453 (de acuerdo con el calendario juliano) fue un hecho histórico que,
en la periodización clásica, y según algunos historiadores, marcó el fin de la Edad
Media en Europa y el fin del último vestigio del Imperio romano de Oriente.

Puede decirse que el declive de Constantinopla, la capital del Imperio romano de


Oriente, comenzó en 1190 durante los preparativos de la Tercera Cruzada en los
reinos de Occidente. Los bizantinos, creyendo que no había posibilidades de
vencer a Saladino (sultán de Egipto y Siria y principal enemigo de los cruzados
instalados en Tierra Santa), decidieron mantenerse neutrales. Con esta reticencia
bizantina como excusa, y con la codicia por los tesoros de Constantinopla como
motor, los cruzados tomaron por asalto la ciudad en 1204, ya en la Cuarta
Cruzada, dando origen al efímero Imperio latino que duró hasta 1261.
Los bizantinos, despojados de su capital imperial, fundaron nuevos Estados: el
Imperio de Nicea, el Imperio de Trebisonda y el Despotado de Epiro serían los
más influyentes. En tanto, el reino creado por los cruzados fue perdiendo
territorios. Finalmente, en 1261, el Imperio de Nicea, bajo Miguel VIII Paleólogo,
reconquistó la ciudad.

NACIMIENTO DE JESUS

1. "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; convertíos y creed en la


Buena Nueva" (Mc 1, 15): Estas palabras que dice Marcos al comienzo de su
Evangelio, resumen y esculpen lo que vamos explicando en este ciclo de
catequesis cristológicas sobre la misión mesiánica de Jesucristo. Según esas
palabras, Jesús de Nazaret es el que anuncia la "cercanía del reino de Dios" en la
historia terrena del hombre. Es aquel con el cual ha entrado el reino de Dios de
modo definitivo e irrevocable en la historia de la humanidad, y tiende, a través de
esta "plenitud del tiempo", hacia el cumplimiento escatológico en la eternidad de
Dios mismo.

Jesucristo "transmite" el reino de Dios a los Apóstoles. En ellos se apoya el edificio


de su Iglesia la cual, después de su partida, ha de continuar la propia misión:
"Como el Padre me envió, también yo os envío... Recibid el Espíritu Santo" (Jn 20,
21. 22).

2. En este contexto se debe considerar lo que hay de esencial en la misión


mesiánica de Jesús. El Símbolo de la fe lo expresa con estas palabras: "Por
nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo" (Símbolo niceno-
constantinopolitano). Lo esencial en toda la misión de Cristo es la obra de la
salvación, que está indicada "en el mismo nombre de Jesús" (Yeshûa' = Dios
salva), que se le puso en la anunciación del nacimiento del Hijo de Dios, cuando el
Angel dijo a José: "(María) dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús,
porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1, 21). Con estas palabras, que
José oyó en sueños, se repite lo que María había oído en la Anunciación: "Le
pondrás por nombre Jesús" (Lc 1, 31). Muy pronto los ángeles anunciaron a los
pastores, en los alrededores de Belén, la llegada al mundo del Mesías (= Cristo)
como Salvador: "Os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es
Cristo el Señor" (Lc 2, 11): "...porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1,
21).
3. "Salvar" quiere decir: liberar del mal. Jesucristo es el Salvador del mundo
porque ha venido a liberar al hombre de ese mal fundamental, que ha invadido la
intimidad del hombre a lo largo de toda su historia, después de la primera ruptura
de la alianza con el Creador. El mal del pecado es precisamente este mal
fundamental que aleja de la humanidad la realización del reino de Dios. Jesús de
Nazaret, que desde el principio de su misión anuncia la "cercanía del reino de
Dios", viene como Salvador. Él no sólo anuncia el reino de Dios, sino que elimina
el obstáculo esencial a su realización, que es el pecado enraizado en el hombre
según la herencia original, y que fomenta en él los pecados personales ( formes
peccati). Jesucristo es el Salvador en este sentido fundamental de la palabra: llega
a la raíz del mal que hay en el hombre, la raíz que consiste en volver las espaldas
a Dios, aceptando el dominio del "padre de la mentira" (cf. Jn 8, 44) que, como
"príncipe de las tinieblas" (cf. Col 1, 13) se ha hecho, por medio del pecado (y
siempre se hace de nuevo), el "príncipe de este mundo" (Jn 12, 31; 14, 30; 16,
11).

QUE ES EL ESCLAVISMO

El modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de las


fuerzas productivas netamente preindustrial. El capital es escaso, no habiendo
incentivos para la inversión aunque se amasen inmensas fortunas (se acumulan
objetos de lujo, propiedades inmuebles y esclavos, no interesando los bienes de
producción como maquinaria); las técnicas son muy rudimentarias y tradicionales,
no habiendo incentivo para mejora aunque pueda haber un espectacular
desarrollo intelectual precientífico (la filosofía clásica). Tierra y trabajo son las
fuerzas productivas fundamentales.

En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida a


esclavitud, es decir: no es propiedad de los trabajadores que por tanto no tienen
que ser retribuidos (los proletariados del modo de producción capitalista poseen al
menos su fuerza de trabajo y han de ser retribuidos con el salario). La
reproducción de la fuerza de trabajo queda así como responsabilidad del
propietario del esclavo, que por su propio interés alimenta e incluso incentiva a la
reproducción biológica de sus esclavos (a diferencia de los esclavos, los
proletarios han de encargarse de ello por sí mismos con la retribución salarial que
reciben por su trabajo). En el modo de producción esclavista, las relaciones
sociales están basadas en la propiedad y el derecho, que convierten a unas
personas en libres y otras en esclavas (en el modo de producción feudal, la
propiedad y el derecho, más bien derechos y privilegios en plural, son términos
confusos que señores y siervos comparten). El interés en la mejora de la
producción corresponde únicamente al propietario, pues el esclavo no se beneficia
ni se perjudica directamente por una mejor o peor cosecha (en el modo de
producción feudal ese interés corresponde al siervo y en el capitalista al
empresario capitalista).

Si eso parece estar en contradicción con la existencia de esclavos hasta el siglo


XIX en los Estados del sur de los EE. UU., por poner un ejemplo muy conocido, se
debe dejar claro, por un lado, que no hay que confundir modo de producción
esclavista con esclavitud, que es tan antigua como la historia y continuó existiendo
en todo el mundo después de que el esclavismo1 fuera el modo de producción
dominante, sobreviviendo hasta que el movimiento abolicionista la consideró una
situación socialmente inaceptable. Aún hoy en día reaparece en algunos lugares
de África[cita requerida]. Por otro lado, hay que dejar claro que distintos modos de
producción pueden (de hecho, suelen) coexistir al mismo tiempo combinándose en
una formación económico social concreta.

PRIMERA GUERRA MUNDIAL

La Primera Guerra Mundial, también conocida como Gran Guerra,b fue una guerra
desarrollada principalmente en Europa, que dio comienzo el 28 de julio de 1914 y
finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del
armisticio. Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París,
el 28 de junio de 1919 los países aliados firmaron el Tratado de Versalles con
Alemania, y otros a lo largo del siguiente año con cada una de las potencias
derrotadas..

Hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada Gran
Guerra o simplemente Guerra Mundial,6 7 8 expresión esta última que en
Alemania comenzó a utilizarse desde su comienzo (Weltkrieg), aunque solo se
generalizó en Francia (Guerre Mondiale) y en el Reino Unido (World War) en la
década de 1930, mientras que en Estados Unidos la denominación se impuso a
partir del momento de su intervención,9 ya que allí originalmente se la conoció
como la Guerra Europea.10
Más de nueve millones de combatientes perdieron la vida, una cifra
extraordinariamente elevada, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los
beligerantes, con su consiguiente estancamiento táctico. Está considerado el
quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad.c Tal fue la
convulsión que provocó la guerra, que allanó el camino a grandes cambios
políticos, incluyendo numerosas revoluciones con un carácter nunca antes visto en
varias de las naciones involucradas.11

Recibió el calificativo de mundial, porque en ella se vieron involucradas todas las


grandes potencias industriales y militares de la época,12 divididas en dos alianzas
opuestas. Por un lado se encontraba la Triple Alianza, formada por las Potencias
Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de
la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no se unió a las Potencias
Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación
agresora que desencadenó el conflicto

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL

La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre
1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo,
incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares
enfrentadas: los Aliados de la Segunda Guerra Mundial y las Potencias del Eje.
Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares
movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes
destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del
esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada
por hechos de enorme repercusión histórica que incluyeron la muerte masiva de
civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un
conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la
historia de la humanidad,1 con un resultado final de entre 50 y 70 millones de
víctimas.

El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la


invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico de la Alemania nazi en su
pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que produjo la inmediata
declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los países del Imperio
británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales de 1939 hasta inicios
de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas militares y la firma de
tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la Europa continental. En
virtud de los acuerdos firmados entre los nazis y los soviéticos, la nominalmente
neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las seis naciones
vecinas con las que compartía frontera en el oeste.

GUERRA FRIA

La Guerra Fría fue un enfrentamiento político, económico, social, militar,


informativo y deportivo iniciado al finalizar la Segunda Guerra Mundial entre el
llamado bloque Occidental (occidental-capitalista) liderado por Estados Unidos, y
el bloque del Este (oriental-comunista) liderado por la Unión Soviética.

Su origen se suele situar en 1945, durante las tensiones de la posguerra, y se


prolongó hasta la disolución de la Unión Soviética (inicio de la Perestroika en
1985, caída del muro de Berlín en 1989 y golpe de Estado en la URSS de 1991).

Las razones de este enfrentamiento fueron esencialmente ideológicas y políticas.


Eventualmente la Unión Soviética financió y respaldó revoluciones y gobiernos
socialistas, mientras que Estados Unidos dio abierto apoyo y propagó
desestabilizaciones y golpes de Estado, sobre todo en América Latina, en ambos
casos los derechos humanos se vieron seriamente violados.

Si bien estos enfrentamientos no llegaron a desencadenar una guerra mundial, la


entidad y la gravedad de los conflictos económicos, políticos e ideológicos, que se
comprometieron, marcaron significativamente gran parte de la historia de la
segunda mitad del siglo XX. Las dos superpotencias ciertamente deseaban
implantar su modelo de gobierno en todo el planeta.

HOLOCAUSTO

En Historia, se identifica con el nombre de Holocausto —también conocido en


hebreo como ‫השואה‬, Shoá, traducido como «La Catástrofe»— a lo que
técnicamente también se conoce, según la terminología nazi, como «solución
final» —en alemán, Endlösung— de la «cuestión judía»,1 es decir, el genocidio en
el que aproximadamente seis millones de judíos2 fueron asesinados por el
régimen nazi, bajo el mando de Adolf Hitler, y sus colaboradores. Los asesinatos
tuvieron lugar a lo largo de toda la Alemania nazi y los territorios ocupados por los
alemanes, que se extendían por la mayor parte de Europa.3 Entre los métodos
utilizados estuvieron la asfixia por gas venenoso, los disparos, el ahorcamiento,
los trabajos forzados, el hambre, los experimentos pseudocientíficos, la tortura
médica y los golpes.4

La decisión nazi de llevar a la práctica el genocidio fue tomada entre finales del
verano y principios del otoño de 19415 y el programa genocida alcanzó su punto
culminante en la primavera de 1942 —desde finales de 1942, las víctimas eran
transportadas regularmente en trenes de carga, especialmente conducidos a
campos de exterminio donde, si sobrevivían al viaje, la mayoría eran asesinados
sistemáticamente en las cámaras de gas—.6 A cargo de su planificación,
organización administrativa y supervisión estuvo Heinrich Himmler.7 Por lo demás,
fue la repetida retórica antisemita de Adolf Hitler la que incentivó la ejecución de
las matanzas, que además contaron directamente con su aprobación.8 De esta
forma, entre 1941 y 1945, la población judía de Europa fue perseguida y
asesinada sistemáticamente, en el mayor genocidio del siglo XX. Sin embargo,
este exterminio no se limitó sólo a los judíos, sino que los actos de opresión y
asesinato se extendieron a otros grupos étnicos y políticos.9 Cada brazo del
aparato del Estado alemán participó en la logística del genocidio, convirtiendo al
Tercer Reich en un «Estado genocida».10 Las víctimas no judías de los nazis
incluyeron a millones de polacos, comunistas y otros sectores de la izquierda
política, homosexuales, gitanos, discapacitados físicos y mentales y prisioneros de
guerra soviéticos. En total, un mínimo de once millones de personas murieron, de
ellas, un millón habrían sido niños.11 De los aproximadamente nueve millones de
judíos residentes en Europa antes del Holocausto, aproximadamente dos tercios
fueron asesinados.12 La maquinaria del Holocausto tenía una red de
aproximadamente 42 500 instalaciones por toda Europa para confinar y matar a
sus víctimas y contó con la participación directa de entre 100 000 y 500 000
personas para su planificación y ejecución.13
ESTUDIO DE LOS ACONTECIMIENTOS DE LA
MACROVICTIMIZACION

Por
Amando Martin Flores Rivera

Licenciatura en criminalística LCRMS5-MD2

Profesor. José Pérez

La paz, Estado de Mexico,17 de diciembre de 2016

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