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  • Mirta Varela

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    Luis Sujatovich
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    artículo que aborda la problemática del estudio de la historia de los medios

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    ANCLAJES Medios de comunicacién e Historia Apuntes para una historiogafia en construccion Mita Varela Es Investigadora Ad- junta. del CONICET, con sede on ol insti- ‘tuto Gino Germani y Profesore Adj la Facutad de cis Sociales Universidad de Bue- ‘nos Aires. Autora de: ‘Los hombres lastres del Biliken, Héroes on fos modios y on 4a escuela (1954) y ‘Audiencias, cultura poder. Estudios s0- ‘ra television (1989) ‘on colaboraci6n con Alejandro. Grimson. Su Tesis de doctora- do “Cuture de ma- 2s, téonica y na- cidn, La telovisién argonting 1951-1969" se encuentra en vias 4e publicecin, gledades que e: Febrero de 2004 La relacién de los medios de co- ‘municacién con la Historia esta repleta de confusiones y amb bablemente, no contribuya més que a profundizar. Pero entiendo que deberia ser valido cualquier Intento, si no de esclarecimien- to, por lo menos de reconoct Mirta Varela | LA HISTORIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACION PRESENTA PROBLEMAS IRRESUELTOS PARA SU ABORDAJE: {SE TRATA DE UNA HISTORIA DE LA COMUNICACION HUMANA O DE UNA HISTORIA DE LA TECNICA, DE UNA HISTORIA SOCIAL O CULTURAL, DE UNA HISTORIA DEL ARTE © DE LOS CAMBIOS EN LA PERCEPCION HUMANA? RESPONDER ESAS PREGUNTAS EXIGE UNA TOMA DE POSICION TEORICA RESPECTO DE QUE SON LOS MEDIOS EN LA ACTUALIDAD, AL MISMO TIEMPO QUE IMPONE OPCIONES METODOLOGICAS PRECISAS: QUE TIPO DE PERIODIZACION. RESULTA MAS ADECUADA, © CUAL ES EL RITMO DEL CAMBIO. HISTORICO EN EL QUE SE UBICA LA HISTORIA DE LOS MEDIOS, ‘miento del campo problemstico. En este sentido, lo que sigue no tiene otra pretension que apun- tar algunas notas para la conf. guracién de una historiografia de los medios de comunicacion 0, ‘menos pretensiosamente, algu- nas pistas para abordar su in- vestigecién ante preguntas tales te articulo, pro- como: gse trata de una historia de los medios de comunicacién © una historia de la comunica- clén? zesa historia deberfa in- luirse més ampliamente en una historia cultural, social o polit. ca? Jes una historia de la técnt- ca, de la percepcién humana, de {0 pablico, de 1a vida cotidiana, de los géneros de masas 0 de todo eso junto? ges posible es- cribir una historia que aborde en forma conjunta todos esos pro- blemas? zcon qué medios debe- fla escribirse esa historia? no deberfamos dejar librado a cada medio ta escritura de su propia Historia? En fin, las preguntas Podrian muttiplicarse casi indefl- hnidamente, pero lo clerto es que se trata de una historiografia que carece de una verdadera historia y cuyo futuro no se vis- lumbra con claridad. He agrupado una serle de pro- blemas de diferente estatuto: el modo en que la historia de los ‘medios de comunicacién ha sido ‘abordada hasta el momento, al- gunas cuestiones teéricas y otras més especificamente me- todoldgicas. El contexto en el cual se presentan estos proble- ‘mas resulta paraddjico. La im ortancia de los medios de co- rmunicacién en la sociedad con- temporénea es indiscutible y tas hipétesis interpretativas del rol ‘que cumplen, apelan a la histo- fia sin excepcién: las transfor- maciones técnicas, los cambios. €en la socialidad, o las relaciones entre lo pico y o privado, sue- len comprenderse desde el and- lisis del momento de su emer- encia, del contraste con las for- mas previas y su evolucion. Sin ‘embargo, 'a historia de los me- dios es una préctica relative ‘mente olvidada. Si bien existen diversas historias parciales del cine, el perlodismo, ta radio, ta televisién, 1a publicidad o la his- torieta, suele tratarse de meras ‘enumeraciones de “acontecl- mientos", “hitos” de momentos, figuras, transformaciones técni- cas o éxitos notables. En contra de las tendencias de la historia del siglo XX que atraviesa la his- torla de los medios, estos rela- tos parecen surgidos de la histo- ria de otros tiempos. Los histo- riadores, por su parte, utilizan os medios como documento o como fuente pero dificiimente los vuelvan un objeto de estudi los historiadores del arte en el mejor de los casos -y no sin fur- damento- pueden abocarse a la historia del cine; los historiedo- res de la literatura pueden abor- dar algunos hitos de! periodismo grSfico; y los comuniedlogos se ‘encuentran mucho més prociives al anélisis contemporéneo de los medios de comunicacién, de ‘manera que la historia de los ‘medios se presenta como una zone poco transitade, plagada de lugares comunes sobre la be- se del nulo debate intelectual que existe al respecto, y suele convertirse en un espacio libra- do al anecdotario que encuentra interés en los mismos medios de comunicacién. 1. Historia (s) de los Medios Histoire[s] du cinéma de Jean- Luc Godard es una versi6n origl- nal e interesante de la historia del cine. Se trata de un conjunto de videos que presentan proble- ‘mas centrales para una posible historiograffa del cine, donde Go- dard repite insistentemente que el cine no es ni un arte, ni una t€enica, ni una industria, aunque sea algo de todo eso'. El cine ‘también es memoria de la histo tia y de su propia historia, su biograffa, dice Godard. De mane- a que las imagenes y las pala- bras os videos sobreimprimen Imagenes, escritura y la voz en off de Godard, casi permanente- rmente- tienden @ mostrar la difi- cultad -cuando no la imposibill- dad: de hacer “Ia” historia del cl- ne. En cualquler caso, se trata- fa de historias que no se clasif- ccan con nitidez en la historia de! arte, de la técnica, de la indus- tia, ni de los lenguajes, de alll ‘que Godard entienda que las) His- toria(s) del cine exige(n) teorizar ‘cerca del cine, experimentar con el cine, tanto como mostrar sus Imagenest. Hacer historia de los medios imp ca hacer interpretactones hist6r- cas, pero también implica una to- ‘ma de posicién teérica, Aunque es- ta sea una afirmacién banal en ca sl cualquier otro campo de la cute 1a, la proliferacién de anecdote: tos, listados de acontecimientos Intrascendentes, detalles curio- 808 0 sucesiones de novedade: ‘welven indispensable la reftexién sobre el lugar del historiador de los medios. Se trata de un lugar Particularmente conflictive porque el lugar de la crftica ha variado {11 Para un debate del abajo de Go- ‘ard, puede verse Oubia, David (com- Dilador. Jounae Godard ol pensaninto el cin, Cote made sobre Hisar] bo lads Buonos Airs. Paidbs. 2003 (2]_Enforma paraddiic -o no- on Hi toi) du cinéma, Godard oligo a video in (2003) aso, no desaparece ‘modo on que se enuncia esa historia ya Wenica utlze supone una teria de cine. 1824/2004 - 70 Aniversario de la Creacién de la Carea de Periodisma y Comunicacién Social [ SUfv1gny se{djuey, ] [ ANCLAJES — Tramiplas considerablemente, oscilando desde la indiferencia al desdén, desde el rechazo a la celebra- clon, desde la denostacién a la cexaltacion. La relacion de los in- telectuales con los medios de ‘comunicacién ha suftide fluctua clones con diferente énfasis se- ‘gGn el medio, de manera que lo escritural y lo audiovisual, la in- formacién y a ficeién 0 el espec- ‘culo, no han sido valorados en forma similar a lo largo de su historia. De esta forma, la hibri- dez constitutiva de los medios de comunicacion impone la pri- mera gran dificultad a la tarea de su historizaci6n. La aceptacién de las cualidades artisticas del cine (0 de una par- te de 61) permitié que su historia udlera organizarse a la manera de las historias del arte o la lite- tuna sucesién de mov stores, 0 cl. Mirca Varela | Apuntes para una bistoriografta en construccién nematografias nacionales, don- de el interés puede residir en las varlaciones de estilo de unos @ otros, en la evolucién técnica del lenguaje cinemato- grSfico 0 las blografias de autor. Fuera queda, generaimente, Hollywood y el cine de los gran- des estudios, de donde se res- ccatan figuras de autor u obras aisiadas, salvo cuando es trata- do en su aspecto meramente in- dustrial o cuando se historizan algunos géneros, sobre todo aquellos que Porque no se producen en la ac- tualidad como el western o la comedia musical. La historia de Ia televisién, en cambio, presenta generalmente Ja forma de una historia de la in- vencién técnica o de disputas comerciales por patentes en tuna primera etapa, hasta con- vertirse luego en una historia La historia de la televisién presenta generalmente la forma de una historia de la invencién técnica 0 de disputas comerciales Por patentes en una primera etapa, hasta convertirse luego en una historia del espectaculo y en menor medida de su puiblico. Febrero de 2008 el espectaculo y en menor me- dida de su pdblico. Una ecu ign simple -y por lo tanto es- quemitica y tautol6gica- se de- duce de las dos afirmaciones anteriores: a mayor valoracién estética 0 discursiva de los me- dios, mayor cercana de la histo- ria de los medios a una historia del arte a secas. Lo cual, si bien ‘no supone asumir que la historia del arte carece de complelidad, permite encontrar un campo consolidado en el cual ublcar, clasificar y ordenar algunos pro- bblemas. Lo que ocurre es que mayor parte de la produccién discursiva de los medios -0 as- Pectos nada marginales de la to- talldad de la produccién medisti- ce quedaria, en consecuencia, excluida. Si esa ecuacién es v5- lida, la ecuaclén complementa- via, podria ser que cuando de- rece Ia valoracion estética de os medios, crece su interés so- lol6glco. O dicho a partir de un ejemplo: 1a mayor parte de las comedias norteamericenas de la década del cincuenta no ofre- ‘ce gran interés estético; sin em- argo, un estudio cultural sobre la concepcién de la familia en la sociedad norteamericana de osguerra harfa muy bien en uti lizar esos filmes como fuente. ‘Ambas ecuaciones parten de la valoracién estética de los me- dios de comunicacion a partir de patrones artisticos y se trata de premisas que funclonaron como pparémetro de produccli6n inte- lectual durante mucho tiempo: la critica estética debia ocupar- se de los objetos considerados attisticos y a sociologia de los ‘objetos considerados menores, Parte de la cultura pero no del arte. Sin embargo, la distincién arte/cuitura ha sido resquebra- Jada y puesta en cuestion tantas veces que no se puede reponer sin revisar los fundamentos de esa escision y de esa ambigie- dad. También las clasificaciones disciplinarias se han declarado ‘confusas hace tiempo y los me-

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