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La ibogaína: Remedio de la Naturaleza

contra la Adicción a las Drogas


Por: Sheryl Walters

(NaturalNews) Continuamente se están investigando los alimentos vivos, los súper alimentos y las hierbas.
Cada vez es más evidente que todas las claves para una óptima salud y bienestar se pueden encontrar en la
naturaleza. Y la Iboga, la raíz de un arbusto tropical exótico que crece en Gabón y Centro-Oeste de África, es
la respuesta de la naturaleza a las personas que buscan alivio a su doloroso ciclo de adicción a las drogas. La
ibogaína, el principio activo contenido en esta raíz, se ha utilizado en África desde hace miles de años en cer-
emonias rituales. Y puede transformar a una persona que es totalmente dependiente de la heroína, la cocaína, el
alcohol y otras drogas a un estado pre-dependiente, libre de la dependencia física y el ansia de drogas.

La ibogaína es una droga psiquedélica, inductora de sueños. La persona que toma la ibogaína se acuesta y
experimenta increíbles visiones que son relevantes para su vida. Al parecer, puede ir directamente a la mente
inconsciente, sacando a la luz increíbles puntos de vista. La experiencia de cada persona es totalmente diferente.
Para algunos es como si estuvieran viendo una película de su vida, para otros es como si se estuvieran reorga-
nizando, como si encajaran las piezas del rompecabezas que les faltaban, y para otros, las visiones pueden no
tener ningún sentido reconocible en el momento de la toma.

La ibogaína interrumpe los síntomas de abstinencia y el ansia por la droga, para que las personas puedan desin-
toxicarse y poner su vida en orden. Es completamente no-adictiva, así que no hay posibilidad de que la persona
se haga dependiente a la ibogaína. Es como si la ibogaína restableciera la función neurotransmisora en el cere-
bro llevándola de nuevo a su estado pre-adictivo.

La ibogaína se descompone en el hígado y el intestino en una sustancia llamada nor-ibogaína. Esta sustancia
sigue actuando sobre los receptores opiáceos del paciente durante varias semanas, incluso varios meses después
de una dosis única (ya que se almacena en las células grasas del cuerpo). La investigación ha demostrado que
esto da a los adictos una ventana de tiempo para liberarse de la dependencia de las drogas.

Pero más allá de los cambios físicos que se generan, también parece ser que se produce una enorme cantidad de
cambios emocionales. En las semanas que siguen al tratamiento con ibogaína, la gente de repente es capaz de
descubrir respuestas a cuestiones que les han causado dolor y sufrimiento durante toda su vida. Un encuentro
con la ibogaína es a menudo comparado con muchos años de terapia verbal. La persona recibe un conocimiento
profundo de sí misma del que previamente carecía. Los comportamientos compulsivos cambian, las adicciones
se van, los dolorosos vacíos desaparecen, y se experimenta un nuevo nivel de libertad. De hecho, la ibogaína no
sólo se usa para los adictos a las drogas, sino también para las personas que quieren resolver toda una serie de
cuestiones que resultan una carga para ellas.

La mayoría de los adictos que encuentran la ibogaína ya han tratado de librarse de su hábito y llegan a ella como
un último recurso. Muchos de ellos ya han estado en una amplia gama de programas de tratamiento y clínicas
de rehabilitación. Para una gran cantidad de adictos graves, la Iboga es la única cosa que funciona. Las personas
que han sido adictas durante años dicen que se sienten más felices de lo que han sido en años.

Entonces ¿por qué esto no es noticia de primera plana de todos los periódicos del mundo? Si los líderes de
nuestros países fueran realmente serios acerca de la “guerra contra las drogas”, entonces ¿por qué no está a dis-
posición de aquellas personas que están pidiendo a gritos una respuesta a su adicción terriblemente dolorosa? La
respuesta, lamentablemente es la misma historia de siempre... no es lo suficientemente lucrativa.
La ibogaína fue declarada ilegal en los EE.UU. en la década de 1960 junto con otras drogas alucinógenas como
el LSD y los hongos. A pesar de obtener resultados increíbles durante los ensayos clínicos, esto no ha sido
suficiente para conseguir la financiación necesaria a fin de que la ibogaína sea aprobada por la Food and Drug
Administration (FDA). Y las compañías farmacéuticas no quieren ver la ibogaína en el mercado porque no es
rentable. La ibogaína es tan increíblemente poderosa que sólo necesita usarse una vez para salir de las drogas.
Esto está en fuerte contraste con los medicamentos como la metadona, que deben tomarse de forma indefinida.
Además, las compañías farmacéuticas por lo general prefieren trabajar con enfermedades que no están tan
fuertemente estigmatizadas como la dependencia a las drogas.

Es importante para todos, especialmente para los adictos, recordar que podemos dejarnos atrapar de nuevo
en nuestros comportamientos. El adicto debe optar por no asociarse con las personas y las situaciones que
desencadenan su ansiedad. La ibogaína es tal vez la herramienta más potente de la naturaleza para ayudar a
aquellos que realmente quieren transformarse, pero potencialmente pueden ser absorbidos de nuevo en sus vie-
jos patrones. Sin embargo, mientras que el programa de 12 pasos y otros programas de rehabilitación dicen que
siempre se es un adicto y que nunca se puede estar libre de esa identidad, muchos adictos que han sido ayudados
por la Iboga se sienten completamente libres de su adicción y se sienten capaces de optar por no volver a tener
una relación con esas sustancias. La adicción se ha ido porque han lidiado con las causas de la adicción.

La ibogaína es ilegal en los EE.UU., Dinamarca, Bélgica, Suecia y Suiza, y puede ser que en otros países. En
la actualidad en México, Canadá, el Reino Unido, Sudáfrica, Tailandia y Australia se trabaja con ella de forma
legal.

La investigación clínica sobre la ibogaína es lenta pero es seguro que va a continuar. Se han escrito una serie
de publicaciones científicas, las principales han sido incluidas en el Boletín de la Asociación Multidisciplinaria
para el Estudio de los Psicodélicos (MAPS) y en The Lancet. Ha sido y es de nuevo objeto de estudio en la
Universidad de Miami y ya se aprobó un ensayo clínico.

Sobre la autora:

Sheryl Walters es una nutricionista profesional, kinesióloga y terapeuta holística. Su sitio web www.youngliv-
ingguide.com ofrece las últimas investigaciones sobre la prevención de enfermedades.

El artículo original en inglés se encuentra en:


http://www.naturalnews.com/024724_drug_WHO_addiction.html # ixzz1fKEemGd8

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