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Monografías de actualización de la

S OCIEDAD E SPAÑOLA
DE M EDICINA Y C IRUGÍA
DEL P IE Y TOBILLO

Nº 4 - AÑO 2012

PIE DOLOROSO
POSCIRUGÍA

COORDINADORES
Ricardo Larraínzar Garijo
Manuel Monteagudo de la Rosa
Juan Manuel Curto Gamallo
Luis Rafael Ramos Pascua
© 2012 del texto: Sociedad Española de Medicina y Cirugía del Pie y Tobillo
© 2012 de la edición: Grupo Acción Médica, S.A.
publicaciones@accionmedica.com
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SV: 05/12-R-CM
ISSN: 2254-240X
Depósito legal: M-25660-2011
Monografía de actualización de la

S OCIEDAD E SPAÑOLA
DE M EDICINA Y C IRUGÍA
DEL P IE Y TOBILLO

PIE DOLOROSO
POSCIRUGÍA

COORDINADORES
Ricardo Larraínzar Garijo
Manuel Monteagudo de la Rosa
Juan Manuel Curto Gamallo
Luis Rafael Ramos Pascua
Índice de autores
Andrés Alegrete Parra Ricardo Larraínzar Garijo
Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid

Itziar Barandiarán Fernández de Vega Miquel Ángel Marín Cop


Universidad de Alcalá de Henares. Unidad de Cirugía del Pie y Tobillo.
Madrid Fundación Althaia. Manresa (Barcelona)

Fernando Barandiarán Luca de Tena Antonio Martín García


Unidad de Cirugía de Pie y Tobillo. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital San Rafael. Madrid Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid

Andrés Carranza Bencano Jorge Muriano Royo


Catedrático de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica.
Facultad de Medicina. Hospital General de l’Hospitalet de Llobregat.
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Consorci Sanitari Integral. Barcelona

Jordi Codina Santolaria Alejandro Ortega Romero


Servicio de Ortopedia y Traumatología. Servicio de Anestesiología y Tratamiento del Dolor. Hospital
Fundación Althaia. Monográfico de Traumatología y Rehabilitación ASEPEYO.
Manresa (Barcelona) Coslada (Madrid)

Gabriel del Castillo Blanco Luis Rafael Ramos Pascua


Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Complejo Asistencial Universitario de León

Elena Díez Nicolás Araceli Sadornil Estévez


Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Unidad de Cirugía de Pie y Tobillo.
Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid Hospital San Rafael. Madrid

Magda Edo Llobet Andrés Saldaña Díaz


Unidad de Cirugía del Pie y Tobillo. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Fundación Althaia Manresa Complejo Asistencial Universitario de León

José Juan Fernández Torres Jaime Sánchez Lázaro


Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica. Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología.
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla Complejo Asistencial Universitario de León

José Enrique Galeote Rodríguez Sergio Tejero García


Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica.
Hospital Clínico San Carlos. Madrid Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

Wilma García Muñoz Jesús Vilà y Rico


Unidad de Cirugía de Pie y Tobillo. Servicio de Traumatología.
Hospital San Rafael. Madrid Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid

II
Sumario

INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IX
R. Larraínzar

RETROPIÉ
Dolor poscirugía en fracturas de calcáneo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
J. Codina, M. Edo, M.Á. Marín

Dolor posquirúrgico tras artrodesis del retropié . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9


J.E. Galeote

Caso clínico: Retropié doloroso tras artrodesis subastraglina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17


E. Díez Nicolás, R. Larraínzar, A. Martín García

MEDIOPIÉ
Dolor poscirugía en lesiones de Lisfranc . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
J. Muriano

Dolor posquirúrgico en artrodesis cuneometatarsianas y osteotomías de la base M1 . . . 31


J. Vilà y Rico

Caso clínico: Pie doloroso poscirugía del mediopié . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37


J.J. Fernández Torres, G. del Castillo Blanco, A. Alegrete Parra, A. Tejero García, A. Carranza Bencano

ANTEPIÉ
Pie doloroso poscirugía primer radio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
F. Barandiarán, W. García Muñoz, A. Sadornil, I. Barandiarán

Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55


A. Martín García, E. Díez-Nicolás, R. Larraínzar

Caso clínico: Hallux rigidus bilateral. Tratamiento mediante artroplastia


y artrodesis tras luxación de artroplastia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
A. Saldaña, J. Sánchez Lázaro, L.R. Ramos

NO QUIRÚRGICO
Tratamiento no quirúrgico del pie doloroso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
A. Ortega

CONCLUSIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
M. Monteagudo

III
Introducción

“Doctor, a mí me duele mucho, casi incluso más que antes de operarme”. Todo
cirujano que se precie ha escuchado esta lapidaria frase en algún momento a lo
largo de su carrera profesional. Afortunadamente para nuestra salud mental, estos
tristes momentos no son muy frecuentes si se realiza un correcto diagnóstico, una
adecuada selección del enfermo y una buena indicación, junto con una aceptable
ejecución técnica.

Esta percepción de mal resultado por parte del enfermo, y el dolor es su máxi-
ma expresión, tiene dos grandes vertientes: por un lado, genera un notable grado
de insatisfacción al cirujano y paciente, deteriorando la relación médico-enfermo
y, por otro, es fuente de no pocos litigios ante una cada vez más demandante,
sociedad.

Salvo en el enfermo fracturado y quizá en el neuropático, el paciente que se


somete a cirugía del pie y tobillo acude al quirófano con la idea de que va a pa-
sar por el taller del servicio técnico humano y que, por tanto, la mejoría de las
circunstancias clínicas y de los síntomas que le han llevado a esta situación debe
garantizarse.

El cirujano sabe que nada más lejos de la realidad pero el hecho cierto es que los
enfermos se operan para ganar calidad de vida y que, afortunadamente, la mayoría
de los pacientes mejoran de sus síntomas tras la cirugía; por lo tanto, no debemos
aceptar como “normal” la existencia de dolor tras una intervención electiva.

Si analizamos con espíritu crítico la aparición de dolor tras la cirugía casi siempre
podremos encontrar una explicación. Otra cosa bien distinta es que, en ocasiones,
no sea fácil resolverlo o que la solución sea mas agresiva que el síntoma o que sim-
plemente no se acepte la propuesta para enfocarlo.

Es en este contexto, donde surge la necesidad, que nos llevó a los coordinado-
res a proponer esta mesa redonda en nuestro Congreso Nacional con la intención
de profundizar en las posibles causas que puedan llevar a tener dolor después de
una intervención y sistematizar las alternativas aprovechando el conocimiento co-
mún acumulado para nuestro bien y el de los enfermos a nuestro cargo.

A lo largo de la obra veremos cómo los autores, de forma casi sistemática, insis-
ten en la mayor importancia de la necesidad de hacer una indicación correcta más
que en la ejecución técnica y, por tanto, es necesario constatar de forma precoz los
errores de indicación que hayamos podido acometer toda vez que ya no podemos
volver atrás y, sobre todo, evitarlos en futuras intervenciones.

En otras circunstancias, puede ser que el tipo de cirugía que realizamos, en


partes acras, junto con características individuales del enfermo, haga que nos en-
frentemos a un dolor no tratable de forma quirúrgica. El síndrome de dolor regional
complejo es la máxima expresión de esta situación y por ello hemos considera-
do oportuno añadir un capítulo dedicado al tratamiento médico del pie doloroso
tras la cirugía. Estamos convencidos de que la lectura de este capítulo hará que

V
Introducción

podamos ofrecer alguna alternativa en esas ocasiones en las que nos sentimos
desarmados ante un paciente con dolor no tratable.

Entre un dolor por fallo en la indicación y un dolor “intrínseco” existe todo un


abanico de posibilidades: derivados de la técnica, de la biología, del enfermo…, y
por eso es necesario que seamos capaces de identificarlos y conocer las soluciones
que podemos ofertar para el alivio de nuestros enfermos.

El tema es amplio y el espacio disponible en la monografía reducido, por eso


hemos agrupado la obra en regiones anatómicas y seleccionado las cirugías más
frecuentes y los síntomas dolorosos más prevalentes.

Debemos mostrar nuestro sincero agradecimiento a todos los autores de esta


obra que de forma desinteresada han puesto su tiempo, dedicación, ilusión y tra-
bajo a disposición común y a todos aquellos que, con vuestras aportaciones en la
mesa redonda, hagáis de la experiencia individual conocimiento compartido.

Ricardo Larraínzar Garijo

VI
RETROPIÉ
1.1 Dolor poscirugía
en fracturas de calcáneo
Jordi Codina Santolaria, Magda Edo Llobet, Miquel Ángel Marín Cop
Unidad de Cirugía del Pie y Tobillo. Fundación Althaia. Manresa (Barcelona)

Introducción fijación, de los principios AO y del manejo cuidadoso de


las partes blandas, se ha demostrado de forma clara que
Las fracturas y fractura-luxación del calcáneo siguen el tratamiento quirúrgico modifica el resultado final de
siendo uno de los problemas más difíciles a los que se la mayoría de estas fracturas. Por esta razón, se ha dado
enfrenta el traumatólogo. Las fracturas de calcáneo re- un giro en la estrategia utilizada para tratar las fracturas
presentan el 60% de las fracturas del tarso. El mecanis- calcáneas y se tiende más a realizar intervenciones qui-
mo lesional se origina por deceleraciones bruscas sobre rúrgicas.
el talón, traumatismos de alta energía, como pueden ser
los producidos por accidentes de tráfico o caídas de altu-
ra. Existen dos mecanismos de producción: el indirecto Anatomía
y el directo. El indirecto produce fracturas por avulsión,
son fracturas extraarticulares, de la inserción del tendón Se trata de un hueso voluminoso, el mayor del tarso, en
de Aquiles o de los ligamentos. El directo, por compre- el que ocupa su porción más posterior e inferior. Está
sión axial en las precipitaciones o accidentes de tráfico, compuesto de hueso predominantemente esponjoso,
supone fracturas de mayor gravedad intraarticulares. A rodeado por una capa cortical que cambia según las dis-
menudo pueden asociarse a otras lesiones del esquele- tintas sobrecargas que sufra, con seis superficies y cua-
to, como fracturas de la columna lumbar y la pelvis. tro facetas articulares, tres para el ástragalo y una para
El pronóstico de estas lesiones es multifactorial, y de- el cuboides.
pende en base de la restauración que realicemos al calcá- La superficie superior del calcáneo está compuesta
neo en relación con su longitud, anchura y altura(1). por tres facetas articulares, posterior, media y anterior.
Históricamente han sido calificadas como lesiones La posterior soporta el peso del astrágalo, las facetas
de muy mala evolución. Curiosamente Cave, analizando anterior y media están soportadas por la tuberosidad
el problema frecuente del calcáneo, reveló que las frac- anterior del calcáneo y el sustentaculum tali respecti-
turas de calcáneo son unas lesiones que no han aumen- vamente. Éste, junto con el astrágalo, forma el techo y
tado en frecuencia con la mecanización industrial(2). Los la pared medial del canal tarsiano. La superficie inferior
estudios históricos describen la impotencia asociada al está en íntimo contacto con el suelo, transmitiendo el
tratamiento de las fracturas calcáneas. La idea que se peso corporal, insertándose la fascia plantar.
tenía es que estas fracturas conminutas eran “inopera- Una estructura muy importante en la evolución de
bles”. Coton y Wilson en 1908 sugieren que la reduc- las lesiones del calcáneo es la almohadilla grasa plantar
ción abierta de la fractura de calcáneo estaba contrain- del talón. Ésta es una estructura altamente especializada
dicada(3), A pesar de que Böhler abogó por la reducción para soportar la carga y los impactos de la marcha.
abierta en 1931, la razón para un tratamiento no quirúr- Las trabéculas de compresión convergen en las face-
gico eran los problemas técnicos con este tratamiento(4). tas anterior y posterior. A esta condensación de hueso
Gallie, en 1943, realizaba la artrodesis subastragalina trabecular se le llama la “porción talámica del calcáneo”,
como tratamiento definitivo en fracturas ya consolida- también denominada “superficie astragalina posterior”
das(5). Dick y Harris utilizan la artrodesis subastragalina o “tálamo”(7).
en lesiones agudas con buenos resultados(6). Böhler describió el ángulo tuberoarticular o ángulo
Con la llegada de la tomografía computarizada (TC), tuberotalámico. Este ángulo es el complementario de
de las nuevas técnicas quirúrgicas, de los aparatos de un ángulo formado por dos líneas: la primera va desde

3
Dolor poscirugía en fracturas de calcáneo

Una proyección radiológica adicional es la de Bro-


den (divulgada por Koval y Sanders), que consiste en co-
locar al paciente con una rotación interna de 45 grados
de la extremidad inferior y se orienta el tubo del aparato
radiológico entre 10 y 40 grados hacia arriba, para po-
der hacer una proyección de la carilla articular posterior
de la articulación subastragalina.
Con la llegada del TAC mejoró de forma espectacu-
lar el conocimiento sobre la anatomía patológica de la
fractura intraarticular del calcáneo. Somos de la opinión
de que los pacientes que son candidatos a una ope-
ración quirúrgica han de someterse a una exploración
TAC antes de la intervención (Figura 2).

Clínica
Figura 1. Ángulos radiológicos de Böhler y Gissane. Los pacientes presentan un dolor intenso en talón, re-
gión tarsiana y tobillo, con los movimientos de inversión
o eversión del pie, por compromiso de la articulación
la parte superior de la apófisis anterior hasta la parte subastragalina. Existe un aumento de volumen de todo
superior de la carilla o superficie articular posterior. Se el talón y tobillo, desaparecen los surcos perimaleolares
traza una línea similar desde el mismo punto de la carilla
articular posterior hasta el punto superior de la tubero-
sidad del calcáneo, mide entre 25 y 40 grados.
Otro ángulo, el de Gissane, está formado por la par-
te inferior de la carilla articular posterior. Se modifica
cuando se produce una fractura producida por fuerzas
compresivas axiales. Su medición normal es de, aproxi-
madamente, 100 grados.
Resumiendo, las funciones principales del calcáneo
son: actuar como brazo de palanca del músculo tríceps
sural, soportar la carga del peso corporal y mantener la
longitud del pie y de la bóveda, especialmente la co-
lumna lateral.
La vascularización del calcáneo se produce a lo largo
de toda su superficie no articular, lo que supone un apor-
te muy rico, realizándose a través de la arteria tibial ante-
rior, tibial posterior y las arterias peroneas (Figura 1).

Evaluación radiológica
Se diagnóstica habitualmente mediante las proyec-
ciones radiológicas, anteroposterior, lateral y oblicua.
Una vista axial del talón completará la evaluación radio-
lógica.
En la radiología lateral debemos valorar la afectación
de la articulación, los desplazamientos y hundimien-
tos de los fragmentos fracturarios, el ángulo de Bhöler y
el ángulo de Gissane, el número de fragmentos y la con-
minución. En la proyección axial, valoramos los despla-
zamientos de la tuberosidad mayor en varo o en valgo. Figura 2. Imagen TC de fractura de calcáneo.

4
J. Codina, M. Edo, M.Á. Marín

medial y lateral, así como los surcos late-


roaquilianos.
El edema prominente ocupa el hue-
co plantar, la equimosis plantar suele
aparecer a los 2 o 3 días de ocurrido
el accidente. La presión directa con un
dedo muestra el gran edema y el ries-
go de presentar la temida complicación
del síndrome compartimental. El “sig-
no del pliegue” consiste en realizar un
pellizco en la piel de la zona calcánea;
si no existe edema podremos arrugar la
piel, si existe edema esto será imposi-
ble. En tal caso, estaría contraindicado
realizar cualquier actitud quirúrgica en Figura 3. Clasificación de Sanders de las fracturas intrarticulares de calcáneo.
la zona por el riesgo de sufrimiento cu-
táneo.

Tratamiento
Clasificación
Los métodos quirúrgicos incluyen la reducción abierta
Con la utilización de radiografías simples, se clasifican y fijación interna, la artrodesis primaria y la reducción
las fractura calcáneas en dos grandes grupos: las frac- percutánea. Los métodos conservadores incluyen la
turas extraarticulares o extratalámicas y las fracturas ar- movilización precoz y la inmovilización con yeso.
ticulares. Las fracturas extraarticulares representan un En las fracturas extraarticulares que no afectan la
25% del global de las fracturas de calcáneo. Se pueden articulación subastragalina depende únicamente del
subclasificar en fracturas del proceso anterior, del la tu- grado de desplazamiento que presenten; en las des-
berosidad posterosuperior, del cuerpo del calcáneo y plazadas, es recomendable la síntesis y en las no despla-
del sustentaculum tali. zadas será suficiente una corta inmovilización.
Las fracturas articulares representan un 75% del glo- Las fracturas intraarticulares con un desplazamiento
bal de las fracturas del calcáneo. Se pueden subclasi- menor de 2 mm son tributarias de tratamiento conser-
ficar en fracturas - hundimiento articular y fracturas en vador.
forma de lengua. En las fracturas en lengua también podría utilizar-
Esta clasificación, sin embargo, no es lo suficiente- se la reducción cerrada y la fijación percutánea(9). La
mente descriptiva y los hallazgos del estudio mediante filosofía de este método es actuar sobre los fragmen-
TAC han permitido el desarrollo de clasificaciones más tos de manera percutánea, recuperando la longitud y
ajustadas a la realidad. En el mundo anglosajón la altura de la tuberosidad mayor y reduciendo la articu-
más seguida es la clasificación de Sanders, que divide lación subastragalina, aunque es más anatómica la rea-
la superficie articular posterior en tres columnas iguales lización de la reducción abierta.
separadas por dos líneas y clasifica las fracturas en:
• Tipo I: fractura de hasta 4 fragmentos sin des-
plazar. Reducción abierta
• Tipo II: fracturas con 2 fragmentos intraarticulares y fijación interna
que, según la localización del trazo, se subdividen
en IIA, IIB y IIC. Esta técnica persigue como objetivo la reducción de
• Tipo III: fracturas con 3 fragmentos intraarticulares, los fragmentos óseos, la congruencia articular, restau-
dividida en 3 subtipos (IIIAB, IIIAC y IIIBC). rar la altura del ángulo de Böhler, reducir la anchura del
• Tipo IV: fracturas en 4 partes, altamente con- calcáneo, descomprimir los canales mediales y latera-
minutas. les y conseguir una fijación estable.
En todo caso, como señala Fitzgibbons et al.(8), la Se ha demostrado que una cirugía abierta no se
evaluación determinada debe ser realizada siempre debe realizar nunca en el periodo agudo de la fractura,
tanto con las radiografías simples como con la TAC (Fi- pues aumenta la incidencia de las complicaciones. Hay
gura 3). que esperar a que disminuya el edema.

5
Dolor poscirugía en fracturas de calcáneo

Tabla 1. Complicaciones no quirúrgicas

Complicación Tratamiento
Injertos y/o colgajos
Problemas cutáneos
cutáneos
Fasciectomía
Síndrome compartimental
descompresiva
Lesiones vasculonerviosas Reparación quirúrgica
Fracturas abiertas Cobertura antibiótica
Tratamiento médico
Distrofia simpático-refleja
rehabilitador

fracturas de calcáneo, llegando a la conclusión de que


se obtuvieron peores resultados en cuanto al dolor,
limitación de la movilidad de la articulación subastraga-
lina y un incremento de la anchura del talón en el grupo
de pacientes no operados. En los pacientes operados,
aparecía un 2% de infección, no existiendo esta compli-
Figura 4. Vía de abordaje y osteosíntesis con placa. cación en el grupo tratado de forma conservadora(12).

Se realiza la colocación del paciente en decúbito la- Complicaciones


teral, realizándose un abordaje posterolateral ampliado.
La incisión cutánea está formada por dos líneas rectas Generalmente, el dolor es el síntoma principal de la
que se encuentran en la cara lateral del talón, en un án- secuela de una fractura de calcáneo. Son diversas las
gulo no inferior a 100 grados (Figura 4). La línea distal se causas que pueden provocarlo, principalmente deri-
inicia en la base del quinto metatarsiano, dirigiéndose al vadas por complicaciones de una mala unión de estas
borde de la piel plantar. La parte proximal de la incisión fracturas.
se inicia posterior al talón en un curso inmediatamente Las complicaciones de las fracturas del calcáneo se
anterior al tendón de Aquiles. El colgajo que se eleva pueden dividir en las que se producen propiamente en
está formado por la piel, tejido subcutáneo, periostio, toda fractura calcáneo y las asociadas a la cirugía. Se
tendones peroneos, nervio sural y ligamento peroneo podría hacer otra subdivisión entre las complicaciones
calcáneo(10). que se producen inmediatas y las tardías.

Artrodesis primaria Complicaciones no quirúrgicas


subastragalina
En las complicaciones no quirúrgicas podremos encon-
En muchas ocasiones la fractura es tan conminuta que trar, en fases iniciales de la lesión, problemas cutáneos,
la reconstrucción quirúrgica es imposible. Indicada en también la aparición del temido síndrome compartimen-
fracturas conminutas, no susceptibles de reconstrucción tal y las lesiones vasculonerviosas, que precisarán de tra-
(Sanders tipo IV) o cuando la cirugía se difiere por pro- tamiento urgente de fasciectomía descompresiva en el
blemas locales o sistémicos y está consolidada la frac- primer caso y de reparación vascular y nerviosa en el se-
tura. Este procedimiento se ha mostrado efectivo para gundo caso. En fracturas abiertas se instaurará cobertura
minimizar las complicaciones a largo plazo(11). antibiótica, revisión y limpieza quirúrgica de las heridas,
y la consiguiente cura regular de las partes blandas. Tar-
díamente, nos podemos encontrar con el síndrome de
Comparación tratamiento distrofia simpaticorrefleja, que precisa de un tratamiento
ortopédico-quirúrgico combinado médico y rehabilitador (Tabla 1).
En cuanto a las complicaciones quirúrgicas, po-
Randle et al., en el año 2000, publicaron el resultado dremos encontrar problemas en el cierre de la herida,
de un metaanálisis de 1.845 artículos que hablaban de infecciones posquirúrgicas que precisarán tratamiento

6
J. Codina, M. Edo, M.Á. Marín

Tabla 2. Complicaciones quirúrgicas

Complicación Tratamiento
Antibioticoterapia
Problemas cierre herida
Desbridamiento

Infecciones posquirúrgicas Liberación-Reparación


Lesión del nervio sural

antibiótico y desbridamiento si procede, y lesiones


nerviosas como la del nervio sural que, si presenta clí-
nica por atrapamiento, puede precisar la liberación o
reparación del mismo (Tabla 2 y Figura 5).

Complicaciones tardías
Como complicaciones tardías de las fracturas de cal-
cáneo, podemos encontrar la pseudoartrosis; las con-
solidaciones viciosas; los síndromes canaliculares de
compartimiento medial o lateral, que precisarán de des-
compresión; la artrosis a nivel de la articulación subas-
tragalina, tratada a posteriori mediante artrodesis de
la articulación subtalar; las osteítis infecciosas crónicas,
que tendrán un tratamiento inicial de curetaje puesta a
plano, cobertura antibiótica y un seguimiento largo por Figura 5. Vía de abordaje y relación anatómica con el nervio sural.
su clínica a veces insidiosa; el mencionado síndrome de
distrofia simpaticorrefleja, la artrosis en la articulación
calcáneo-cuboidea, y el síndrome de la almohadilla realizar una TAC para evaluar la extensión de las lesio-
plantar, por lesión del componente fibroadiposo del ta- nes concomitantes y, especialmente, el grado de artrosis
lón (Tabla 3). subastragalina. En estos casos, los procedimientos que
no incluyen la fusión subastragalina no parecen propor-
cionar resultados satisfactorios a largo plazo.
Dolor posfractura de calcáneo Diversos autores, asimismo, aconsejan la reconstruc-
ción y el mejor posicionamiento del calcáneo, mediante
La reconstrucción anatómica de las fracturas de calcá- osteotomías, asociándolo a una artrodesis subtalar(14).
neo es compleja y, a pesar de un apurado tratamiento,
éstas siguen presentado importantes secuelas, que el Tabla 3. Complicaciones tardías de las fracturas
paciente relatará como dolor. Antes de plantear la artro- de calcáneo
desis subastragalina como tratamiento a una secuela de
fractura de calcáneo, debe precisarse la causa del dolor. Complicación Tratamiento
Para ello, es imprescindible una correcta valoración clí- Pseudoartrosis Síntesis-artrodesis
nica del paciente, evaluar las deformidades aparentes, Consolidaciones viciosas Osteotomías
la movilidad, la marcha y el dolor.
Síndromes canaliculares Liberación
Stephens y Sanders propusieron una clasificación
mediante TAC de los distintos tipos de consolidaciones Artrosis subastragalina Artrodesis
defectuosas posfractura de calcáneo, llegando a la con- Desbridamiento
Osteítis infecciosa crónica
Antibioticoterapia
clusión de que era preciso realizar gestos quirúrgicos
asociados a la artrodesis subastragalina. Sanders inició Tratamiento médico
Distrofia simpaticorrefleja
rehabilitador
una técnica de reducción abierta y fijación interna, se-
guida de la fusión subastragalina inmediata(13). Artrosis calcaneocuboidea Artrodesis
A la mayoría de los pacientes con dolor persistente, Síndrome de la almohadilla
como hemos mencionado anteriormente, se les debe plantar

7
Dolor poscirugía en fracturas de calcáneo

6. Harris RI. Fractures of the os calcis: treatment by early subtalar


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8
1.2 Dolor posquirúrgico
tras artrodesis del retropié
José Enrique Galeote Rodríguez
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología. Hospital Clínico San Carlos. Madrid

El pie puede soportar una deficiente técnica quirúrgica, flexión dorsal - abducción- pronación del pie y flexión
pero jamás perdona una mala indicación plantar - aducción - supinación del pie.
Antonio VILADOT PERICÉ Cuando el calcáneo está en eversión (valgo), los ejes
de las articulaciones talonavicular y calcaneocuboidea
son paralelos. Cuando está en inversión (varo), los ejes
La artrodesis es rara vez una intervención electiva; blo- no son paralelos, dificultando la movilidad y creando
quear definitivamente el movimiento de una articula- inestabilidad en el pie(2).
ción puede ser un recurso necesario cuando el dolor o Cualquier patología, inflamatoria, traumática o de-
la deformidad se hacen intratables por otros métodos generativa, que afecte a alguna de las citadas cámaras
médicos o quirúrgicos, pero es conceptualmente, una articulares tendrá una fuerte repercusión sobre las de-
intervención quirúrgica con alcance limitado, poco sa- más. Del mismo modo, cualquier procedimiento qui-
tisfactoria en general, tanto para el paciente como para rúrgico que limite o elimine el movimiento de una de
el cirujano. las tres articulaciones va a alterar este complejo sistema
Aunque su realización no suele entrañar gran dificul- biomecánico.
tad técnica, biológicamente es difícil de conseguir, nin-
guna posición puede considerarse perfecta para todos
los pacientes, crea una asimetría esquelética, repercutirá Indicaciones generales de las
negativamente en la marcha y trasladará indefectible- artrodesis en tobillo y retropié
mente una importante sobrecarga a las articulaciones
vecinas que han de vicariar el movimiento perdido. La artrodesis de tobillo es un método utilizado desde
finales del siglo XIX para el tratamiento de artrosis do-
lorosa, deformidades de origen neuromuscular, malfor-
Biomecánica de tobillo y retropié maciones congénitas, deformidades postraumáticas,
artritis reumatoide, necrosis del astrágalo, artropatía de
La articulación del tobillo es una trocleartrosis que se Charcot y, ya más recientemente, para el tratamiento del
completa desde el punto de vista funcional con otras fracaso de la artroplastia total de tobillo.
dos articulaciones: la articulación subastragalina o cá- Aunque los nuevos métodos de osteosíntesis, la apa-
mara posterodistal del tobillo (un Trochus) y la articula- rición de los clavos transcalcáneos y el perfeccionamien-
ción astrágalo-calcáneo-escafoidea (una enartrosis). to de la fijación externa circular han mejorado las tasas
Todas estas articulaciones constituyen una unidad de consolidación, es un procedimiento que registra al-
funcional(1). En el tobillo, sólo se realizan movimientos tos y diversos grados de complicación, que van desde la
de flexión y extensión, que alcanzan 40 o 45 grados. infección superficial a la amputación. La falta de conso-
La articulación subastragalina presenta un eje oblicuo lidación es la más frecuente y una de las más difíciles de
hacia delante, adentro y arriba, y aunque sus movi- resolver, variando con el procedimiento, técnica y articu-
mientos ocurran en ese único eje, su orientación per- lación fusionada.
mite que este movimiento tenga tres componentes: En el pie, las frecuentes deformidades producidas
flexión dorsal y plantar, abducción y aducción, y ro- por la poliomielitis y otras parálisis popularizaron la lla-
tación externa (o pronación), e interna (o supinación). mada triple artrodesis del tarso con muchas variaciones,
Los movimientos del tobillo no suceden, por tanto, como la de Lambrinudi para la deformidad en equi-
aisladamente, sino según un triple componente: no y capacidad modelante del pie. Al disminuir estas

9
Dolor posquirúrgico tras artrodesis del retropié

indicaciones, el procedimiento se utiliza actualmente en Tabla 1. Factores que condicionan la evolución


deformidades postraumáticas, artritis reumatoide y es- de una artrodesis en el retropié
tadios avanzados de la disfunción del tibial posterior.
Etiología y articulación afectada
La artrodesis subastragalina se indica, fundamental-
Sustrato óseo insuficiente
mente, en artrosis postraumáticas tras fractura de calcá-
neo y graves alteraciones del eje del retropié en varo o Presencia de hueso avascular
valgo. Intervenciones previas
La artrodesis aislada talonavicular fue descrita en Vías de abordaje ya utilizadas
1884 por Ogston para el tratamiento de niños con grave Infección
pronación del pie. Actualmente, sus indicaciones abar- Diabetes mellitus
can la artrosis primaria o postraumática, deformidades Neuropatía
de origen neurológico y pie plano de origen diverso, Enfermedad inflamatoria
siendo la disfunción del tibial posterior la más frecuen- Tabaquismo
te. Algunos autores ampliaron la artrodesis a la primera Características del paciente
cuña e incluso al primer metatarsiano para conseguir
una mejor estabilización del arco longitudinal en casos
de hundimiento de la bóveda plantar(3). dolor. No es infrecuente, asimismo, que se produzcan
Un indicación incorrecta de artrodesis, lejos de resol- roturas o protrusión del material utilizado.
ver los problemas biomecánicos del pie, producirá inde- Los casos postraumáticos frecuentemente presen-
fectiblemente dolor y extensión del mismo a las articula- tan cicatrices extensas de cirugías anteriores o restos
ciones vecinas. No es infrecuente encontrar pacientes en de osteosíntesis y pueden arrastrar lesiones de nervios
los que se ha realizado una artrodesis en la articulación periféricos, como el sural o el peroneo superficial con
equivocada; ocurre así a veces entre tobillo y subastraga- presencia de neuromas y zonas hiperestésicas. También
lina. Asimismo, el gran número de articulaciones del re- debe tenerse en cuenta el estado de la vascularización y
tropié y su proximidad puede llevar a que articulaciones la posible interrupción de alguno de los troncos arteria-
sanas sean sacrificadas innecesariamente, como puede les que llegan al pie.
ocurrir con la talonavicular o la calcaneocuboidea. La diabetes mellitus insulinodependiente complica
el pronóstico de una artrodesis en el retropié, llegan-
do a producirse complicaciones graves (falta de unión,
Factores condicionantes amputación) hasta en un 62% de casos, especialmente
en los procedimientos aquellos que han desarrollado artropatía neuropática.
de artrodesis del retropié La artrodesis debe siempre ser planteada con reservas
en pacientes con diabetes severa(8).
Antes de realizar una artrodesis, deben tomarse en El desarrollo de artropatía neuropática o de Charcot
consideración factores que van a favorecer la aparición planea especialmente sobre las articulaciones medio-
de complicaciones como dolor y falta de consolidación tarsianas, seguidas en frecuencia por el tobillo y el retro-
(Tabla 1). Generalmente, no será una sola causa, sino pié, y siempre requerirá un enfoque médico-quirúrgico
la concatenación de varias de ellas, la que llevará al especial(9).
fracaso y a la pseudoartrosis dolorosa(4). La presencia de artritis reumatoide favorece la apari-
Las indicaciones por causa postraumática y, dentro ción de complicaciones, especialmente las cutáneas du-
de las cámaras articulares, la articulación talonavicular, rante el periodo postoperatorio(10). No parece, en cam-
lideran la aparición de falta de consolidación tras el in- bio, afectar a la consolidación de la artrodesis cuando se
tento de artrodesis(5). Un sustrato óseo insuficiente o la realiza con una técnica correcta(11).
presencia de hueso poco vascularizado o necrótico se La infección es probablemente, al igual que ocurre en
cita como causas importantes de fracaso en la artrodesis los procedimientos de atroplastia, la causa más frecuen-
de tobillo(6). La existencia de necrosis avascular postrau- te y difícil de tratar de dolor tras un procedimiento de
mática del astrágalo va a producir dolor y colapso ar- artrodesis. Puede manifestarse claramente, con fistuliza-
ticular, dificultando los procedimientos reconstructivos ción y presencia de signos inflamatorios; pero también
por el defecto óseo que puede alcanzar grandes pro- puede cursar en forma de dolor y falta de consolidación
porciones(7). con aflojamiento de la osteosíntesis. Ante una artrodesis
En las artrodesis del pie se pueden precisar disposi- dolorosa siempre se debe sospechar un proceso sépti-
tivos de osteosíntesis de tamaño relativamente grande co y tratar de descartarlo por todos los medios, antes de
que pueden invadir articulaciones vecinas, produciendo plantear un procedimiento de revisión(4).

10
J.E. Galeote

El conocido efecto pernicioso del tabaquismo sobre la Kitaoka(6) cita como causas de fracaso en la artrode-
falta de consolidación es especialmente marcado en las ar- sis de tobillo las siguientes: la presencia de hueso poco
trodesis de retropié. Los fumadores presentan un riesgo 2,7 vascularizado o necrótico, persistencia de la artrosis e
veces superior de pseudoartrosis que los no fumadores(12). incongruencia de la articulación subastragalina. En su
La capacidad de colaboración del paciente, sus ex- serie, con una media de 6 años de seguimiento, sólo 10
pectativas y situación sociolaboral deben ser tenidas en de los 17 pacientes presentan ausencia de dolor y to-
cuenta a la hora de plantear una artrodesis y cuando se dos ellos muestran restricción o ausencia de movilidad
presenta un cuadro doloroso posterior a la misma. Una subastragalina. Aunque sólo un caso presenta falta de
artrodesis en el retropié va a tener un carácter paliativo, consolidación, un 20% ha presentado complicaciones
pero siempre limitante en mayor o menor grado. Casi to- relevantes como fractura de estrés, infección o malposi-
das las artrodesis se llevan a cabo en pacientes jóvenes ción, que han condicionado un mal resultado clínico.
y productivos, y siempre van a repercutir en la capacidad La dificultad en encontrar, e incluso conseguir, una
laboral, generando en muchas ocasiones litigios o de- posición óptima de artrodesis lleva al mal alineamiento a
mandas en relación con las causas que han llevado a la ser otra causa frecuente de fracaso y dolor tras la misma.
misma y el grado de incapacidad final. En el plano lateral, una excesiva dorsiflexión producirá
La indicación y técnica quirúrgica deberán adaptarse dolor en el calcáneo; el equinismo sobrecargará el an-
a estos condicionantes en las artrodesis primarias, pero tepié; una posición en varo inestabilizará la articulación
mucho más en las artrodesis de revisión debidas a falta subastragalina, haciéndola dolorosa; el valgo excesivo,
de consolidación(13). aunque mejor tolerado que el varo, puede producir do-
lor por pinzamiento y atrapamiento en el canal de los
peroneos, efecto que a veces hemos observado tam-
Dolor tras artrodesis de tobillo bién tras osteotomías valguizantes de calcáneo.
Es habitual que la movilidad subastragalina se reduz-
La artrodesis continúa siendo el método clásico y consi- ca progresivamente tras la artrodesis de tobillo hasta
derado más seguro para el tratamiento de las artropatías prácticamente desaparecer. Este hecho, sobradamente
graves de tobillo. Existen múltiples técnicas quirúrgicas, conocido, ha sido comprobado en estudios en cadá-
abordajes y métodos de osteosíntesis, pero es una téc- ver(21); la artrodesis repercute negativamente en todas
nica con en elevado índice de complicaciones, siendo el las articulaciones periastragalinas, produciendo artrosis
dolor, la infección y la falta de consolidación las más ci- dolorosa a medio plazo.
tadas en la literatura, llegando en conjunto hasta valores
del 30% al 40%(13). La mayor parte de estudios citan como
causa más frecuente de revisión de la artrodesis de to- Dolor y complicaciones tras la triple
billo la falta de consolidación, seguida de malposición e artrodesis del tarso
infección, esta última ya con menor frecuencia(14).
Larraínzar(15), en un metaanálisis de varias series, cita La triple artrodesis del tarso, reina de las intervenciones so-
una tasa de complicaciones del 34% para la artrodesis, bre el pie, fue descrita en su versión clásica por Ducroquet
con una puntuación AOFAS(16) entre 64 y 74 puntos; es y Launay en 1908. Es una intervención con gran exigencia
decir, unos resultados clínico-funcionales sólo moderada- técnica, cuyos resultados estabilizadores, modelantes y
mente buenos. antiálgicos sobre grandes deformidades de origen neu-
Los métodos actuales de osteosíntesis en las artrode- rológico, postraumático, congénito o inflamatorio vienen
sis de tobillo están basados en tornillos a compresión, avalados por la experiencia y la historia.
placas y clavos transcalcáneos cerrojados en casos com- En su estudio clásico sobre 429 casos de triple artro-
plejos o de revisión. En casos de panartrodesis tibio-as- desis sobre pies mayoritariamente afectados por secue-
trágalo-calcáneas, estudios biomecánicos muestran que las poliomielíticas, San Martín y León(22) refieren un 9,1%
tres tornillos cruzados consiguen un montaje más estable de casos de dolor postoperatorio, citando por orden de
que los clavos cerrojados(17). frecuencia, las siguientes causas: falta de fusión de algu-
Aunque de los múltiples métodos, técnicas quirúrgicas na unidad articular, deformidad residual del retropié, rigi-
y dispositivos de osteosíntesis descritas no puede sacarse dez y atrosis de tobillo, infección, necrosis del astrágalo
una conclusión en cuanto a la aparición de complicaciones, y atrofia ósea. De este extenso estudio se concluye que
en aquellos casos en que no existen deformidades previas, la pseudoartrosis de la articulación talonavicular, la defor-
la técnica artroscópica para muchos autores acorta los pla- midad residual en varo y supinación, y los defectos técni-
zos de consolidación y la consigue en más del 95% de los cos son la causa más frecuente de dolor postoperatorio.
casos(18,19), mejorando incluso los costes económicos(20). Es interesante resaltar que estos autores encuentran que

11
Dolor posquirúrgico tras artrodesis del retropié

la falta de atrodesis talonavicular o subastragalina va a


producir deformidad y dolor inmediato, mientras que la
falta de fusión de la calcaneocuboidea muy raramente va
seguida de dolor.
La prevalencia de las deformidades paralíticas ha dis-
minuido en favor de las secuelas postraumáticas, artritis,
disfunción del tibial posterior, etc. Aunque desde hace
tiempo se viene utilizando un doble abordaje y nuevos
métodos de osteosíntesis, los seguimientos a largo pla-
zo(23) siguen registrando complicaciones como pseudoar-
trosis (23%), artrosis de tobillo (39%) y en mediopié (54%).
Saltzmann, en seguimientos a muy largo plazo(5) (45 años),
registra un evidente deterioro de los resultados de la tri- Figura 1. Doble artrodesis. Equinismo de calcáneo.
ple artrodesis, con dolor en el 55% de casos, algún grado
de deformidad residual en el 78% y artrosis en práctica-
mente todas las articulaciones vecinas, si bien el 95% de de la enfermedad de Müller-Weiss constituyen otra indi-
ellos se declara satisfecho con el procedimiento. Un dato cación, incluyéndose en este caso la primera cuña en la
llamativo de este estudio es la falta de influencia de las zona de artrodesis(27).
transferencias tendinosas en el resultado en cuanto a de- La articulación talonavicular es la llave del retropié y su
formidad residual. artrodesis limita severamente o elimina la movilidad de las
Una correcta posición de artrodesis es lo más difícil de otras articulaciones. Estudios in vitro(28,29) han mostrado que
conseguir en pies crónica y gravemente deformados. El su efecto funcional equivale al de una doble artrodesis.
equinismo del calcáneo (Figura 1) y un retropié en varo in- Recientemente, han aparecido diversos dispositivos
defectiblemente van a conllevar dolor y un mal resultado de osteosíntesis como alternativa a los clásicos tornillos
funcional. Aunque una mala posición final de artrodesis de compresión. Estudios en cadáver han mostrado una
suele ser un defecto de técnica quirúrgica, la corrección ligera superioridad de éstos con respecto a las placas
obtenida en el quirófano puede ser difícil de mantener en H en cuanto a estabilidad y resistencia(30). El dolor
en huesos con poca vitalidad. Aún así, estudios a largo por artrosis de articulaciones vecinas se produce en el
plazo muestran algún grado de deformidad residual tras 30% de casos.
la triple artrodesis en hasta el 78% de casos, sin que nece- Aunque clásicamente se considera ésta una artrode-
sariamente esto haya empeorado los resultados(5). sis difícil y proclive a la falta de unión, la utilización de
En deformidades de origen no paralítico, como la dis- tornillos de compresión y hueso autólogo sitúa esta com-
función del tibial posterior, no fusionar la articulación cal- plicación en menos del 5%(31).
caneocuboidea, permitiendo un ligero alargamiento de
la columna externa del pie, puede facilitar la reducción
del componente de abducción de estos pies y reducir el Otras causas de dolor
riesgo de falta de consolidación(24). postartrodesis en el retropié
Los estudios más recientes(25,26) muestran un menor
número de casos de falta de consolidación, pero se man- Además de las causas de dolor más comunes ya citadas,
tiene como causa más importante de dolor, la artrosis como son la pseudoartrosis, infección, mala posición y
de las articulaciones vecinas hasta en en un 30%, apare- artrosis de las articulaciones vecinas, pueden aparecer
ciendo mayor correlación artrosis-dolor en la articulación otras, aisladamente o asociadas a las anteriores.
mediotarsiana que en el tobillo.

Fractura de estrés
Dolor y complicaciones
en la artrodesis talonavicular La aparición de fracturas de estrés o por fatiga en la
zona media o distal del pilón tibial es una causa posible
La artrodesis aislada de la articulación talonavicular se y no rara de dolor tras una artrodesis de tobillo. Esta
indica en los procesos neurológicos, degenerativos, con- complicación ha sido descrita especialmente en pacien-
génitos o inflamatorios que van a producir valgo de re- tes con artritis reumatoide(32).
tropié y claudicación del arco longitudinal interno, con Estas fracturas pueden ser difíciles de detectar,
subluxación y artrosis de esta articulación. Las secuelas pueden presentarse de forma tardía, incluso años tras

12
J.E. Galeote

Síndrome del túnel tarsiano

El síndrome del túnel tarsiano es una causa de dolor


relacionada con la neuropatía por atrapamiento del
nervio tibial posterior, que puede producirse en pies y
tobillos artrodesados debido a fibrosis postoperatoria,
varicosidades y valgo de retropié(37).

Valoración del dolor tras artrodesis


de tobillo y retropié
Historia y exploración

Figura 2. Mediciones angulares en la Rx lateral. AEC: ángulo de elevación Ante un cuadro de dolor tras una artrodesis en el re-
del calcáneo (entre superficie plantar y el margen inferior de calcáneo); tropié, es imprescindible una detallada historia clínica,
ATC: ángulo tibiocalcáneo (entre el margen inferior del calcáneo y la línea que incluya etiología, motivo de la artrodesis, tiempo
media de la diáfisis tibial); AAC: ángulo astrágalo-calcáneo (margen inferior de evolución, técnica y material empleado. Entre los an-
del calcáneo y línea media del astrágalo); AA1º MTT: astrágalo - primer tecedentes serán especialmente valorables: infección,
metatarsiano; línea media de astrágalo y primer metatarsiano. enfermedades metabólicas, enfermedad inflamatoria,
osteoporosis o tabaquismo. La situación sociolaboral,
expectativas y demandas del paciente son especial-
la realización de la artrodesis, y no están relacionadas mente importantes en estos pacientes.
necesariamente con una mala posición de la misma. En Se debe efectuar una detallada exploración, locali-
el caso de la triple artrodesis, la fractura por fatiga suele zando con exactitud el o los puntos dolorosos, valoran-
presentarse en el maléolo interno o en la zona distal del do los ejes de tobillo, calcáneo, bóveda plantar y ante-
peroné(33). pié, en situación de carga y descarga. Valorar los ejes y
el estado de las articulaciones vecinas, especialmente
la existencia de genu varo, genu valgo y posibles dis-
Distrofia simpático-refleja metrías; estado de la piel, cicatrices de vías de aborda-
je previas, perfusión arterial y situación neurológica del
La temida atrofia de Sudeck, llamada recientemente sín- pie, tanto motora como sensitiva.
drome de dolor regional complejo, no se cita como espe- A continuación, se debe efectuar una detenida ex-
cialmente frecuente tras artrodesis en el pie, pero puede ploración de la marcha calzado y descalzo, y después,
producirse bajo la presentación del tipo I. Más frecuente la posible movilidad residual de las zonas artrodesadas
en mujeres y fumadores, cursa con dolor, tumefacción, y adyacentes.
cambios en la piel con enrojecimiento y cianosis, y su El test de Coleman nos permitirá diferenciar un varo
diagnóstico no suele ofrecer dudas(34). Su tratamiento es rígido de la articulación subastragalina, de una variza-
largo y difícil; algunos estudios citan un papel beneficioso ción secundaria a la equinización del primer metatarsia-
de la vitamina C en la prevención de la aparición de este no con subastragalina flexible.
síndrome en cirugía de pie y tobillo(35).

Valoración radiológica
Edema óseo transitorio
Aparte de los estudios radiológicos convencionales en
La presencia de edema óseo transitorio puede ser una carga, se deben realizar radiografías especiales para va-
causa de dolor en tobillo y tarso. Afecta con mayor fre- lorar la relación y el eje del calcáneo con la tibia: proyec-
cuencia al astrágalo y puede aparecer de forma brusca, ción de la mortaja, proyección axial larga de calcáneo,
sin antecedentes traumáticos. Evoluciona a lo largo de que parece más fiable en cuanto a valoración del eje del
un plazo que oscila entre 3 y 9 meses y puede confun- retropié que la de Saltzmann, además de presentar una
dirse con una necrosis avascular. Se ha relacionado con mayor facilidad técnica en cuanto a realización(38).
una baja densidad mineral ósea sistémica, osteopenia y En la Rx lateral en carga, se las líneas y ángulos que se
osteoporosis(36). muestran en la Figura 2. La superposición entre cuboides

13
Dolor posquirúrgico tras artrodesis del retropié

articulaciones próximas entre sí, como es el caso del tar-


so(41). Asimismo en situaciones de varo y valgo patológi-
cos, estos estudios han revelado hipercaptación en las
zonas interna y externa respectivamente(42).
La resonancia nuclear magnética es un procedimien-
to diagnóstico de elección ante la sospecha de fracturas
de estrés próximas a la zona de artrodesis, alteraciones
en la sinovial y edema óseo. La TAC (tomografía axial
computarizada) puede evidenciar una falta de consoli-
dación no diagnosticada por la radiología convencional.
Ambos procedimientos están condicionados por la pre-
sencia de dispositivos de osteosíntesis, por lo que en
algunos casos puede valorarse la retirada de los mismos
antes de realizar estas pruebas.
El bloqueo anestésico mediante infiltración local
finalmente puede ser útil a la hora de establecer con
exactitud la localización del dolor en casos dudosos.

Conclusión
Una artrodesis dolorosa en tobillo y retropié plantea un
serio problema diagnóstico y terapéutico. Causas como
la pseudoartrosis, una mala posición o una infección,
pueden resultar fáciles de detectar. Factores biológicos
óseos, el deterioro progresivo de las articulaciones ve-
cinas que siempre produce la artrodesis y otras muchas
causas anteriormente citadas pueden, por sí solas o
asociadas entre sí, producir dolor posquirúrgico.
El pie es sinónimo de movilidad y resistencia. El pa-
ciente y el cirujano deben entender una artrodesis como
Figura 3. Ángulos en la Rx DP. ATN: entre la línea media del astrágalo y la un mal menor, nunca como un método electivo. Por este
bisectriz de la superficie articular proximal del navicular; AT 1º MTT: entre la motivo, a una indicación adecuada ha de seguir una téc-
línea media del astrágalo y la del primer metatarsiano. nica quirúrgica correcta con un dispositivo de osteosín-
tesis racional y la siempre necesaria inmovilización.
Aún así, encontraremos casos de artrodesis aparen-
y navicular, el ángulo entre el astrágalo y el primer me- temente correctas en todos estos puntos y en los que
tatarsiano parecen fiables en cuanto a la valoración del aparece un dolor para el que no hallaremos una explica-
varo y valgo de retropié. En la DP (Figura 3) veremos la ción. Sólo un seguimiento a largo plazo en buena sinto-
relación de cobertura entre astrágalo y navicular. Estas nía con el paciente puede, en estas ocasiones, llevarnos
mediciones permiten valorar las relaciones articulares y a un diagnóstico certero y a la posibilidad de resolver el
establecer el grado de varo o valgo del retropié, cuya ma- problema.
nifestación radiológica presenta grandes variaciones(39).
La gammagrafía con tecnecio puede ser útil para el
diagnóstico de dolor debido a: falta de consolidación, Bibliografía
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15
1.3 Caso clínico: Retropié doloroso
tras artrodesis subastraglina
Elena Díez Nicolás, Ricardo Larraínzar Garijo, Antonio Martín García
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid

Introducción Antecedentes personales

La artrodesis aislada de la articulación subastragalina es • No presenta alergias medicamentosas conocidas.


un procedimiento frecuentemente utilizado en el adulto • Diabetes melitus insulinodependiente.
para el tratamiento de las secuelas de fracturas de cal-
cáneo y astrágalo, coaliciones tarsianas, pie plano del
adulto o artrosis primaria. Los resultados suelen ser fa- Exploración y pruebas complementarias
vorables, aunque en algunas series se han encontrado
tasas de no unión de hasta el 16% de los casos. La exploración del paciente con los pies en carga de-
mostró una alineación en varo del retropié (Figura 1) y
pies cavos. Presentaba dolor subastragalino difuso con
Caso clínico cualquier manipulación y dolor anterior en articulación
tibioastragalina.
Presentamos el caso de un varón de 39 años que acu- Se realizaron radiografías en carga de pies y tobillos
dió a nuestro servicio por dolor de retropié como con- con aparente consolidación ósea y fractura de estrés en
secuencia de las secuelas ocasionadas por un accidente cuarto y quinto metatarsianos, quizá como consecuen-
laboral. cia de una adaptación biomecánica al varo (Figura 2).

Anamnesis

Paciente que, tras sufrir una precipitación en su traba-


jo en el año 2007, es diagnosticado de una fractura de
astrágalo con conminución articular posteromedial y
subluxación subastragalina. Fue tratado en su mutua
laboral de forma ortopédica. Tras 6 meses de evolu-
ción se decide realizar una artrodesis subastragalina
con control artroscópico por artrosis postraumática
dolorosa. Tras esta intervención, se produce una mala
evolución con ausencia de datos de consolidación,
por lo que se decide reintervenir, para realizar una
reartrodesis abierta con aporte de injerto de cresta
iliaca y osteosíntesis con dos tornillos a compresión.
En su mutua laboral es dado de alta por consolidación
radiológica y estabilización de las lesiones.
Un año después de la última intervención el pa-
ciente, acude a nuestra consulta para segunda opi-
nión por dolor e impotencia funcional para la realiza-
ción de su trabajo previo y deporte. Figura 1. Aspecto clínico preoperatorio. Retropié varo.

17
Retropié doloroso tras artrodesis subastragalina

Se solicita tomografía axial computarizada (TAC), en consolidación clínico-radiográfica (Figura 3). El pacien-
el que no se objetivan claros signos de consolidación te camina sin ayudas. Presenta una movilidad limitada
subastragalina y se aprecia la protrusión de uno de los tibioastragalina que no limita su actividad laboral pre-
tornillos a nivel tibioastragalino anterior. Como apoyo via como mecánico. Refiere mejoría clínica en el con-
a la indicación quirúrgica, se realizó una infiltración su- trol del dolor, tanto en la actividad laboral como en la
bastragalina, exclusivamente anestésica, con control vida diaria.
radioscópico, que demostró una mejoría funcional muy
importante en el paciente, por lo que se decidió no
realizar la fusión de la articulación tibioperoneoastra- Discusión
galina, a pesar de encontrarse cambios degenerativos
significativos. La artrodesis subastragalina aislada es un procedimien-
to frecuentemente utilizado para el tratamiento de las
secuelas de fracturas de calcáneo y astrágalo. La utiliza-
Tratamiento ción de la artroscopia en los últimos años, primero a tra-
Tras el estudio preoperatorio, el paciente fue interveni- vés de los portales laterales y después a través de los
(1,2)

do, realizándose la extracción de los tornillos de osteo- posteriores en decúbito prono , se ha extendido, dada
(3)

síntesis, abordaje lateral a la articulación subastragalina la menor agresión de partes blandas y buenas tasas de
y reartrodesis con aporte de injerto de cresta iliaca y consolidación. Las complicaciones más frecuentes son
plasma enriquecido en plaquetas. Se realizó la osteosín- la no unión, que varía según las series del 5% a casi un
tesis con dos tornillos Accutrack Plus. 16% y la consolidación en mala posición(4-6). La pseu-
doartrosis se ha relacionado de manera estadísticamen-
te significativa con el tabaquismo, la presencia de hueso
Resultados avascular y el fracaso de una artrodesis anterior(5).
En el caso que presentamos, probablemente contri-
El postoperatorio cursó sin complicaciones. Inicia la buyeron al fracaso del tratamiento la conminución me-
carga parcial tras 12 semanas de inmovilización en dial y consolidación en varo con la presencia de hueso
descarga. A los 6 meses de la cirugía, se comprueba avascular, dado el antecedente de traumatismo de alta
energía. La utilización de la TAC
puede ayudar a estudiar la con-
solidación de las artrodesis del
retropié cuando existen dudas
con la radiografía simple(7). Asi-
mismo, es frecuente encontrar
cambios degenerativos en las
articulaciones adyacentes que
puedan modificar la indicación
de artrodesis subastragalina
aislada a una triple artrodesis o
artrodesis tibiotalocalcánea. En
este caso, la infiltración subas-
tragalina fue de ayuda porque
demostró una mejoría muy im-
portante y se decidió no artro-
desar el tobillo a pesar de los
hallazgos(8). El paciente se en-
cuentra satisfecho pese a tener
una movilidad limitada en el
tobillo; no obstante, habrá que
comprobar cuál es el resultado
a medio y largo plazo.
En los últimos años, se han
Figura 2. Rx en carga: aspecto consolidado y fracturas de estrés metatarsianas. En TAC se comprueba relacionado mejores tasas de
la pseudoartrosis. consolidación con el uso de

18
E. Díez Nicolás, R. Larraínzar, A. Martín García

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morfogenética(9,10). Sin embargo, son necesarios estu- 75-106.
dios aleatorizados para comprobar sus beneficios, indi- 10. Bibbo C, Patel DV, Haskell MD. Recombinant bone morphogenetic
caciones y posibles riesgos(11). protein-2 (rh-BMP-2) in high-risk ankle and hindfoot fusions. Foot
La consolidación ósea por sí sola no garantiza un Ankle Int 2009; 30 (7): 597-603.
buen resultado y es imprescindible una buena planifica- 11. Alsousou J, Thompson M, Hulley P, et al. The biology platelet-rich
ción, corrección de mala alineación e individualización plasma and its application in trauma and orthopaedic surgery.
biomecánica y de las expectativas del paciente para A review of the literature. J Bone Joint Surg [Br] 2009; 91 (8):
conseguir el éxito en estas intervenciones. 987-96.

19
MEDIOPIÉ
2.1 Dolor poscirugía
en lesiones de Lisfranc
Jorge Muriano Royo
Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica.
Hospital General de l’Hospitalet de Llobregat. Consorci Sanitari Integral. Barcelona

Introducción y la columna lateral es la más móvil, ejerciendo el pa-


pel de amortiguador, junto con la primera. La columna
La unión del medio pie con el antepié está formada por media sería como el cuerpo de un pájaro y los laterales,
las articulaciones tarsometatarsianas. Este segmento ar- como las alas del mismo(3) (Figura 1).
ticular debe su nombre al hábil cirujano francés Jacques El complejo ligamentoso plantar, dorsal e interóseo,
Lisfranc de Saint-Martín (París, 1790-1847), que diseñó el ligamento de Lisfranc, así como las estructuras tendi-
la técnica de la desarticulación tarsometatarsiana o am- nosas, sus trayectos e inserciones, la fascia plantar y la
putación de Lisfranc. También dio nombre a diferentes disposición de los elementos o estructuras óseas, van
estructuras y patologías del pie. Myerson(1) incluye en a mantener y dar forma a la morfología del pie. Las ar-
las complejas lesiones articulares tarsometatarsianas a ticulaciones tarsometatarsianas participan en la amor-
todos los huesos o articulaciones que estén afectadas tiguación-adaptación y las metatarsofalángicas, en la
(cuñas, cuboides y escafoides). propulsión y movimiento (Figura 2). La disposición de
La lesiones tarsometatarsianas son poco frecuen- los metatarsianos desde M1 a M5 forman de manera
tes, pero a menudo pueden pasar inadvertidas, no por escalonada la bóveda plantar, esencial para el desarro-
la ausencia del dolor, sino, posiblemente, por la falta llo de la marcha, sobre todo en terrenos irregulares.
de diagnóstico concreto o, en ocasiones, por tratarse de Son articulaciones pequeñas con un entramado liga-
politraumáticos. Estas lesiones no tratadas evoluciona- mentoso complejo y escasa movilidad. Es por esta razón
rán sin duda a deformidades, como el pie plano-valgo que los gestos quirúrgicos que realizamos en Lisfranc en
y artrosis postraumática con dolor persistente. Incluso
siendo diagnosticadas de forma correcta y tratadas rápi-
damente, los resultados en muchas ocasiones no suelen
ser satisfactorios, persistiendo el dolor.

Anatomía biomecánica
El conocimiento de la anatomía y el funcionamiento del
pie son imprescindibles para valorar las lesiones y plan-
tear tratamientos adecuados.
Fueron De Donker y Kowalski(2) quienes describie-
ron el medio pie como tres columnas longitudinales: la
columna medial o interna, formada por la primera cuña
y el primer metatarsiano; la columna media o central,
formada por las cuñas segunda y tercera y por los co-
rrespondientes metatarsianos, y la columna lateral o ex-
terna, formada por cuboides con el cuarto y quinto me-
tatarsiano. La columna medial tiene una movilidad de
apenas cuarto de flexión plantar, útiles para mantener Figura 1. Articulación de
el hallux en contacto con el suelo en la fase propulsiva. Lisfranc y su efecto en el
La columna media o central sería prácticamente rígida, apoyo metatarsianos.

23
Dolor poscirugía en lesiones de Lisfranc

de Lisfranc con desplazamiento de los frag-


mentos e inestabilidad confirmada por ra-
Articulaciones de movimiento diología en carga o estrés, son indicación de
Articulaciones de amortiguación tratamiento quirúrgico(4,5). Estas clasificaciones
y adaptación nos permiten diagnosticar, evaluar y planificar,
pero ninguna de ellas tiene valor predictivo.
En ocasiones, será imprescindible realizar
TAC y RNM para una correcta planificación.
Actualmente, se recomienda para las lesiones
complejas la reducción abierta y fijación inter-
na con tornillo y agujas de Kirschner. Fijación
mediante tornillo para la tres primeras articu-
laciones cuneometatarsianas y fijación tempo-
Figura 2. Articulaciones del pie y su función. ral de los metatarsianos cuarto y quinto con el
cuboides (Figuras 3 y 4).
Nuestro objetivo siempre debe ser obte-
ner un pie estable, indoloro y plantígrado. En
estas lesiones, a pesar de resultados radioló-
gicos y estéticos buenos, el dolor suele ser
una constante de difícil solución.

Secuelas postraumáticas

Las fracturas y/o luxaciones de Lisfranc pueden


pasar desapercibidas o ser mal diagnostica-
das(6,7), sobre todo en pacientes politraumáti-
cos. En el caso de no ser tratadas, o tratadas
de forma incorrecta, pueden generar una ar-
trosis dolorosa e incapacitante(7) y en algunas
ocasiones una pseudoartrosis. Algunos auto-
res, como Komenda y Mann(8,9), describen ca-
sos de artrosis postraumática con tratamien-
tos correctos. En estos casos estará indicada
Figura 3. Fractura luxación de Lisfranc. Figura 4. Reducción abierta y fijación interna. la artrodesis, cuando, después de un año de
tratamiento conservador, mediante ortesis y fi-
sioterapia presentan un pie doloroso, incapaci-
tante y con deformidad por hundimiento de la
las diversas patologías que suceden en dicho segmento columna interna y abducción del antepié (Figuras 5 y 6).
tienen, a pesar de una correcta realización, una persis-
tencia del dolor en la mayoría de los casos.
Artrosis primaria

Indicaciones quirúrgicas Lesión poco frecuente que habitualmente se localiza


en la primera articulación cuneometatarsiana, debido
a que en esta articulación se soporta mayor carga que
Fractura luxación de Lisfranc en el resto.
Suele ser bilateral y con mayor prevalencia en mu-
Teniendo en cuenta las diversas clasificaciones que so- jeres adultas.
bre dichas fracturas han establecido diferentes autores, El dolor es de características mecánicas, localizado
tales como Quenu y Kuss en 1909, Hardcastle en 1982, en la primera cuneometatarsiana y con la aparición
Meyerson et al. y la Orthopaedic Trauma Association en progresiva de una prominencia a nivel dorsomedial
1996, podemos establecer que las fracturas-luxaciones (Figura 7).

24
J. Muriano

Figura 5. Fractura abierta tipo B1 de Figura 6. Fijador externo y enclavado


Lisfranc. endomedular con kw.

La artropatía degenerativa primaria tendrá indica- Figura 7. Artrosis Lisfranc. Prominencia ósea dorsomedial.
ción quirúrgica ante la persistencia del dolor y el gra-
do de incapacidad funcional. Autores como Mann(9)
aconsejan una artrodesis, tanto de la tarsometatarsiana
como de la mediotarsiana con realineación del pie. En varus, mediante la artrodesis de la cuneometatarsiana
nuestro ámbito nos parece más sencillo y con buenos del primer radio y entre el primer y segundo metatarsia-
resultados la artrodesis únicamente del primer cuneo- no(11) (Figura 9).
metatarsiana (Figura 8). En la actualidad y tras modificación de la técnica
inicial, realizamos una artrodesis de la cuneometatarsal
del primer radio en aquellos hallux valgus con ángulo
Cirugía del pie cavo intermetatarsal superior a 18º y franca inestabilidad ar-
ticular.
El pie cavo anterior es la forma de presentación más Artrodesis instrumentada y fijada mediante osteosín-
frecuente(3). El vértice de la deformidad se localiza en tesis con efecto de compresión. Controlamos el ascenso
la articulación tarsometatarsiana, provocando una caída del primer metatarsiano para evitar las temidas metatar-
de los metatarsianos y la consiguiente metatarsalgia(10). salgias por transferencia (Figuras 10 y 11).
En el pie cavo con talo neutro estaría indicada la com-
binación de osteotomía-artrodesis. Basándonos en los
conceptos biomecánicos de De Doncker y Kowaliski(2),
realizamos una artrodesis de la columna central cuneo-
metatarsal y osteotomías de cuña dorsal para los meta-
tarsianos laterales.
Como en los procesos quirúrgicos anteriores, y a pe-
sar de una correcta planificación y ejecución de la técni-
ca, el dolor persistirá, aunque con franca mejoría. Recu-
rriremos entonces, igual que en anteriores ocasiones, a
tratamientos ortésicos y fisioterapia.

Cirugía del hallux valgus

Paul Lapidus describió en 1934 la técnica para la correc- Figura 8. Artrodesis


ción de hallux valgus asociado a un metatarsus primus cuneometatarsal.

25
Dolor poscirugía en lesiones de Lisfranc

Figura 9. Hallux valgus. Inestabilidad cuneometatarsal. Figura 10. Corrección hallux valgus. Artrodesis cuneometatarsal.

Complicaciones
Las lesiones que afectan a la articulación de Lisfranc,
bien sean las descritas o determinadas patologías como
las artropatías neuropáticas y reumáticas, en sus formas
avanzadas, tendrán, por lo general, indicación quirúr-
gica. La artrodesis de una o varias articulaciones o las
osteotomías, en caso particulares, son los métodos de
elección.
Pretendemos conseguir una fijación estable y una
reposición lo más anatómica posible de la estructura
ósea. De esta manera, procuraremos curar el dolor
y obtener una función aceptable. En la mayoría de Figura 11. Resultado postoperatorio.
ocasiones y después de cierto tiempo de bondad
clínica, reaparece el dolor con mayor o menor inten-
sidad. lesionarlo si no se identifica de entrada y, sobre todo, si
Podríamos pensar que esta situación se debe a una existen cirugías previas o edema importante. La com-
incorrecta técnica quirúrgica, escaso control y segui- presión, tracción o sección de forma inadvertida provo-
miento, pero la mayoría de artículos publicados y nues- cará disestesias mal toleradas por el paciente. En caso
tra experiencia nos permiten afirmar que, cuando fija- de neuroma de amputación, la resección, alcoholización
mos articulaciones, estamos alterando el movimiento y e introducción en plano muscular parece una buena so-
la biomecánica del pie. Por tanto, a corto o medio plazo, lución. Mann et al.(9) y Komenad et al.(8) refieren casos de
y teniendo en cuenta la edad y actividad del paciente, lesión del nervio peroneo superficial en artrodesis tarso-
aparecerá el dolor. No podemos considerar esta situa- metatarsianas, precisando en pocos casos la resección
ción como una complicación, sino más bien una conse- del neuroma.
cuencia natural en la evolución.

Metatarsalgias
Lesión del nervio peroneo superficial
Si al realizar la artrodesis las bases de los metatarsia-
Es un nervio superficial en cuanto a su situación y trayec- nos no quedan bien alineadas con respecto a las tres
to en el dorso lateral del pie. Resulta relativamente fácil cuñas o cuboides, las cabezas de los metatarsianos

26
J. Muriano

quedarán desalineadas en el plano frontal. Esta situa-


ción provocará una metatarsalgia en las cabezas más
descendidas.
Komenda(8), Mann(9) y Treadwell(12) refieren casos de
desalineación frontal de predominio en segundo y ter-
cer metatarsianos. Inicialmente tratados mediante orte-
sis de descarga y si persiste el dolor, realizan una os-
teotomía proximal metatarsal de cuña dorsal con apoyo
inmediato.

Necrosis cutánea

Las incisiones longitudinales son propicias a las necrosis


cutáneas. Deberán realizarse en primer y tercer espa-
cio casi sobre cuarto metatarsiano, procurando dejar un
puente de unos 3 cm si es posible. El edema, la tracción
excesiva de los bordes, así como suturas a tensión, favo-
recerán la necrosis cutánea (Figura 12).

Pseudoartrosis

Los retrasos de consolidación tienen su origen en una


falta de compresión en el foco a artrodesar y en el inicio
de la deambulación en carga antes de que aparezcan
signos radiográficos claros de consolidación. La articu- Figura 12. Necrosis cutáneas. Herida quirúrgica.
lación de Lisfranc no es de carga, es de amortiguación
y transmite la carga a las metatarsofalángicas. La apari-
ción de pseudoartrosis es más frecuente en la primera y
tercera columna del pie por tener movilidad. En ocasio- una lesión, que presenta predominio distal de síntomas
nes, la pesudoartrosis es indolora y bien tolerada, por lo anormales, que exceden en magnitud y duración al cur-
que no precisa tratamiento Treadwell(12). so clínico esperado del incidente inicial y con frecuen-
La persistencia del dolor es indicativo de reinterven- cia ocasionan un deterioro motor importante, con una
ción. Retirada del material, legrado de la zona a artro- progresión variable en el tiempo(16). El tratamiento es
desar, aporte de injerto y osteosíntesis estable. Retrasa- largo y multidisciplinar. Se basa en tres aspectos funda-
remos la deambulación en carga bipodal. mentales: tratamiento del dolor, rehabilitación y terapia
Führmann(13), en 64 casos de artrodesis tipo Lapidus psicológica. Preconizan tratamiento individualizado se-
modificada para hallux valgus severo e inestable, tiene gún las características del paciente, siendo la finalidad
4 casos de pseudoartrosis. Thomson(14), en una serie de del mismo evitar el dolor, la rigidez articular, el trastorno
201 pacientes intervenidos mediante artrodesis de la vasomotor y las posibles secuelas articulares(17,18).
primera cuneometatarsiana, refiere 8 casos pseudoar-
trosis (Figuras 13 y 14).
Síndrome compartimental

Distrofia refleja Temida complicación en el pie traumático. El diagnos-


tico precoz y la instauración rápida del tratamiento nos
Difícil de prever y de tratar según las características del permitirá evitar las lesiones necróticas musculares y ner-
paciente. Mulier(15) observa más distrofias en artrodesis viosas. El diagnóstico es fundamentalmente clínico y
totales que segmentarias a nivel de Lisfranc. La Inter- debemos sospecharlo ante dolor desmesurado que se
national Association for the Study of Pain define el sín- exacerba con la flexoextensión de los dedos. Se realiza-
drome distrófico reflejo como una variedad de condi- rá la exploración sin vendaje para observar el edema y
ciones dolorosas de localización regional, posteriores a la coloración del pie.

27
Dolor poscirugía en lesiones de Lisfranc

Figura 14. Decorticación, injerto y osteosíntesis.

La fijación deberá ser estable y bajo control de imá-


genes para intentar minimizar las desviaciones en los
diferentes planos. La estabilización entre la base del pri-
mer metatarsiano y la segunda cuña es la clave para el
desarrollo de la intervención.
Cuando nos planteamos una artrodesis de la articu-
lación de Lisfranc, si la desviación de la columna externa
no es superior a 2 mm, no será necesario artrodesarla.
Figura 13. Pseudoartrosis proximal M1. Mantendremos la reducción con agujas de Kischner du-
rante cuatro semanas, tiempo insuficiente para que se
artrodesen.
Podremos realizar el diagnóstico midiendo las presio-
nes intracompartimentales. La mayoría de autores revi-
sados(19,20) aceptan que presiones superiores a 30 mmHg Bibliografía
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Debemos ser exigentes en la planificación con ayu- the tarsometatarsal joints alter traumatic injury. J Bone Join Surg
da del estudio radiográfico, TAC y RNM si es preciso, y 1996; 78A (11): 1665-76.
cuidadosos en el tratamiento de los tejidos y en las vías 9. Mann RA, Prieskorn D, Sobel M. Mid-tarsal and tarsometatar-
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28
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29
2.2 Dolor posquirúrgico en
artrodesis cuneometatarsianas
y osteotomías de la base M1
Jesús Vilà y Rico
Servicio de Traumatología.
Hospital Universitario 12 de Octubre. Madrid

Introducción • Cambios degenerativos en la articulación metatar-


sofalángica del hallux.
El objetivo de la cirugía del hallux valgus es lograr la • Cartílago de crecimiento abierto.
corrección de la deformidad, una alineación adecuada • Acortamiento de M1 superior a 2 cm después de la
del primer radio con la mayor estabilidad posible para cirugía previa –en estos casos, se podría proceder a
iniciar una carga y movilización precoz. colocar un injerto corticoesponjoso intercalar–.
La tasa de complicaciones en la cirugía del hallux • Otras contraindicaciones relativas, como la diabe-
valgus oscila entre el 10% y el 55%. La recidiva de la de- tes mellitus insulinodependiente, o las neuropatías
formidad es la más frecuente, con el consiguiente dolor periféricas, o la enfermedad vascular periférica.
residual. La mayor parte de estos malos resultados se Las osteotomías de la base de M1 están indicadas
acompañan de dolor y/o discapacidad permanente(1). en la corrección de hallux valgus sintomático moderado
Albrecht describió la artrodesis de la primera articu- o grave(4) y un ángulo de la superficie articular proximal
lación cuenometatarsiana para la corrección del hallux normal (PASA < 9º). Este tipo de osteotomías se ca-
valgus, pero fue Lapidus quien, en 1934, popularizó la racterizan por una alta tasa de consolidación debido a
técnica, describió originalmente la fusión entre las bases la mayor cantidad de hueso esponjoso y a una amplia
de M1 y M2 con la primera cuña(2). Actualmente el proce-
dimiento de Lapidus modificado se refiere a la artrodesis
aislada de la primera articulación cuneometatarsiana; está
indicada en hallux valgus con hipermovilidad del primer
radio, artrosis cuenometatarsiana y en aquellos casos de
hallux valgus moderados y severos. También para muchos
autores es la técnica de elección de rescate. Mediante la
fusión de la base del primer metatarsiano y de la primera
cuña reducimos drásticamente el movimiento en flexión
dorsal del primer metatarsiano y corregimos la desviación
del primer metatarsiano (Figura 1).
A diferencia del resto de las técnicas descritas, el
procedimiento de Lapidus suele requerir un postopera-
torio más prolongado, con una inmovilización de hasta
8-10 semanas hasta permitir la carga completa; sin em-
bargo, los resultados son excelentes en pacientes selec-
cionados y cuando la técnica se lleva a cabo de manera
correcta.
Para muchos autores(3), el Lapidus modificado es el
tratamiento de elección como procedimiento de resca-
te; sin embargo, existen contraindicaciones absolutas:
• Después de artroplastia de resección como proce-
dimiento primario. Figura 1. Caso 1: hallux valgus con hipermovilidad C1M1.

31
Dolor posquirúrgico en artrodesis cuneometatarsianas […]

superficie de contacto. Además, obtienen una mayor


corrección de la deformidad debido al mayor eje de ro-
tación, permitiendo una corrección del ángulo interme-
tatarsiano media de 8º y del ángulo metatarsofalángico
de hasta 30º en deformidades graves(5).
Se han descrito distintos tipos de osteotomías; cur-
vilíneas o arciformes, con cuña de sustracción, con cuña
de adición o tipo Golden –se realiza una cuña sustrac-
tora de base externa de la base, respetando la cortical
medial para hacer un cajeado en la diáfisis y se carac-
teriza por ser autoestable–. En aquellas fórmulas meta-
tarsales index plus minus, estaría indicada la osteotomía
curvilinear o arciforme(6), mientras que en las fórmulas
index plus, estaría indicada la de sustracción, y en las in-
dex minus, la de adición. Desde un punto de vista prácti-
co, las osteotomías de adición pueden provocar una so-
brecarga en la articulación metatarsofalángica del hallux
con el consiguiente dolor residual(7,8).
Figura 2. Caso 1. Rx. lateral de Lapidus fijado con placa y tornillo
interfragmentario.
Causas del dolor posquirúrgico
de Lapidus modificado. Sin embargo, las últimas series
Hasta un 25% de los pacientes intervenidos de cirugía publican un 4% de no uniones y un 2% de revisiones
del hallux valgus manifiestan no estar satisfechos con el quirúrgicas(11-14). Lagaay(13), publica un estudio multi-
resultado clínico-funcional obtenido. Como norma ge- céntrico retrospectivo de 646 pacientes, analizando el
neral, la recidiva de la deformidad –habitualmente por índice de revisiones quirúrgicas en distintos proced-
hipocorrección– se va a acompañar de dolor residual. imientos: osteotomía modificada de Chevron-Austin
(270 pacientes), artrodesis modificada de Lapidus (342
pacientes) y la osteotomía de la base de sustracción (34
Complicaciones generales pacientes). En todas estas técnicas, la tasa de revisión
quirúrgica era similar y sin diferencias estadísticamente
Las complicaciones son similares a las descritas en cual- significativas, siendo la tasa global del 5,56%, 8,19% y
quier tipo de osteotomía(9), principalmente el retardo o 8,82%, respectivamente. Wukich(15) publica un 11,11%
falta de consolidación, los trastornos de partes blandas de recidiva de la deformidad en las osteotomías de
y defectos de cobertura (dehiscencias de la herida qui- adición de la base de M1, utilizando placas de apertura
rúrgica, pérdidas de sustancia y necrosis de los bordes (Figura 2).
de la herida), infección superficial y/o profunda, recidi- Entre las causas de fallo de la cirugía, debemos men-
va de la deformidad, insuficiente corrección o síndromes cionar las siguientes:
de dolor regional complejo. • Las características de la deformidad inicial.
• Ciertos factores que pueden condicionar un peor
resultado: artritis reumatoidea, hipotiroidismo, hi-
Complicaciones específicas peruricemia, neuropatía diabética, enfermedades
neuromusculares hereditarias, parkinsonismo o pa-
Los fallos descritos en el Lapidus son la limitación de la rálisis cerebral.
movilidad en dorsiflexión del primer radio, la no consoli- • La no corrección de los sesamoideos puede ser un
dación, el hallux varus producido por hipercorrección, la factor de recidiva.
recidiva de la deformidad por hipocorrección, la flexión Faber(16) realiza un estudio prospectivo y aleatorizado
plantar excesiva con la consiguiente sobrecarga e hiper- comparativo del Lapidus y el Hohmann en presencia de
queratosis al nivel de la base de M1 y un acortamiento o hipermobilidad del primer radio, no encontrando una
elevación de M1 con la subsiguiente metatarsalgia por diferencia significativamente estadística entre ambos
transferencia(10). procedimientos en cuanto a la mejoría del dolor, ni en
La tasa de no unión que aparece en las publicaciones aquellos casos con hipermobilidad o sin ella. En cuanto
científicas oscila entre el 10-20%, con el procedimiento a la satisfacción media en la escala de 6 puntos, fue de

32
J. Vilà y Rico

2 puntos para el procedimiento de Lapidus y de 1 punto


para la técnica de Hohmann –sin diferencia estadística–.
En el grupo del Lapidus, el 84% se manifestaban satis-
fechos con la intervención, un 85% se consideraban no
satisfechos y otro 8% indecisos. Por lo respectaba a las
complicaciones, el grupo de Lapidus presentaba me-
nos complicaciones de infecciones superficiales, pero
2 pacientes presentaban SDRC. En el procedimiento
de Lapidus, la escala AOFAS mejoró de 58 a 89 puntos.
Estos hallazgos concuerdan con casi todos los trabajos
que encuentran unos resultados excelentes-buenos del
77-97% (Figura 3).

Errores en la técnica quirúrgica

Como en cualquier otro tipo de técnica quirúrgica, exis-


ten posibles errores en su realización y en su indicación,
si bien, como recalca Maceira(1), los segundos son mucho
más difíciles de solucionar. Una buena indicación mal
ejecutada siempre tendrá mucha mejor solución que Figura 3. Caso 1. Rx. dorsoplantar de Lapidus.
una mala indicación perfectamente llevada a la prácti-
ca. Los errores en la indicación se deben a una falta de (grado de osteoporosis, nivel de seguimiento de las in-
conocimiento de la patología y los efectos deseados a dicaciones por parte del paciente…) y de la propia es-
conseguir. Los errores en la técnica se deben a múlti- tabilidad intraoperatoria de la osteotomía o artrodesis.
ples factores: las osteotomías de M1 son procedimien- El correcto postoperatorio es un eslabón fundamental
tos técnicamente exigentes que precisan un adecuado en el éxito de cualquier intervención quirúrgica del an-
aprendizaje y una apropiada formación(17). Errores fre- tepié.
cuentes son un mal diseño de la osteotomía, con unos
trazos inadecuados o una no correcta osteosíntesis(18).
Es imprescindible disponer de un instrumental quirúr- Factores individuales
gico adecuado para la realización de la técnica y estar
familiarizado con su empleo, con la finalidad de evitar Además existen factores, como el tabaquismo y el sobre-
errores o complicaciones intraoperatorias. peso, que se han relacionado con una tasa más elevada
Una osteosíntesis inadecuada puede producir una de no consolidación de las artrodesis u osteotomías,
inestabilidad, con movilización de los fragmentos óseos mayor edema y dolor postoperatorio.
y, consecuentemente, la posible aparición de no conso-
lidación. Los implantes pueden protruir, siendo necesa-
ria su extracción. Síndrome de dolor regional complejo
Respecto a los métodos de fijación, tanto en el La-
pidus como en las osteotomías proximales de M1, el En 1994 Merskey y Bogduk publican la denominación
empleo de tornillos de 4 mm o de placas no han de- de síndrome de dolor regional complejo tipo I (sin le-
mostrado diferencias biomecánicas; sin embargo, con sión nerviosa definida) y II (con lesión nerviosa). Se
la mayor difusión de las placas de bloqueo podrían aso- define como una variedad de condiciones dolorosas
ciarse a disminuir el número de no uniones y a acortar de localización regional, posteriores a una lesión, que
el periodo del postoperarorio en lo que se refiere a la presentan predominio distal de síntomas, que exceden
carga(19). en magnitud y duración al curso clínico esperado del
incidente inicial y, con frecuencia, ocasionan un deterio-
ro motor importante, con una progresión variable en el
Errores en el postoperatorio tiempo(20).
Se caracteriza por la presencia de dolor, impotencia
El tratamiento postoperatorio deberá ser individuali- funcional, trastornos vasomotores y alteraciones tróficas
zado, dependiendo de múltiples factores individuales (Figura 4).

33
Dolor posquirúrgico en artrodesis cuneometatarsianas […]

nos asegurarán un buen resultado final, si bien, existen


complicaciones ajenas a nuestro alcance y para las que
debemos estar preparados en el momento de diagnos-
ticar precozmente y tratar.

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de conseguir el efecto biomecánico planificado, habi- base wedge osteotomy for correction of hallux valgus deformity. J
tualmente por hipocorrección de la deformidad, nos Foot AnkleSurg 2008; 47: 267–72.
enfrentaremos a una recidiva de la deformidad con el 15. Wukich DK, Roussel AJ, Dial DM. Correction of metatarsus primus
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34
J. Vilà y Rico

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35
2.3 Caso clínico: Pie doloroso
poscirugía del mediopié
José Juan Fernández Torres, Gabriel del Castillo Blanco,
Andrés Alegrete Parra, Sergio Tejero García, Andrés Carranza Bencano
Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica
Hospital Universitario Virgen del Rocío. Sevilla

Resumen Remitido desde su hospital de referencia el


14/08/08 por deformidad dolorosa y altamente limi-
Presentamos un caso de pie doloroso con deformidad tante del pie derecho.
postraumática fija y estructurada tras diversas cirugías a Refería una evolución compleja que se inició en julio
nivel de retropié con resultados insatisfactorios clínica y de 2004 tras esguince de tobillo derecho, que no se trató.
radiológicamente. El aumento progresivo de dolor, deformidad y limita-
Realizamos el diagnóstico diferencial entre las dife- ción funcional condicionó que fuera remitido a su hospital
rentes etiologías que pueden ocasionar el colapso del de referencia, donde iniciaron estudios y se le diagnosticó
arco longitudinal, las causas de los fallos en la artrodesis de artrosis astrágalo-escafoidea, realizando tratamientos
y describimos la técnica de artrodesis remodelante por ortopédicos y rehabilitador, sin mejoría evidente.
cirugía de mínima incisión. El 29/09/05 fue intervenido realizando artrodesis
abierta de la astrágalo escafoidea con dos grapas me-
diante técnica abierta. Retirada de material a los 6 meses
Introducción por molestias.
Tras recaída y nueva valoración se le diagnostica ne-
El pie y tobillo es una auténtica encrucijada diagnóstica crosis escafoides y cabeza de astrágalo.
de enfermedades locales, locorregionales y sistémicas. El 22/09/06 se procede a nueva intervención, realizan-
Frente a un pie doloroso, el diagnóstico etiológico es do cruentación osteoarticular astrágalo-escafoidea, apor-
fundamental para el enfoque terapéutico, con el objeti- te de injerto de cresta iliaca y osteosíntesis con grapa. A
vo de conseguir corregir la deformidad y aliviar el dolor los 3 meses se objetivó la reabsorción del injerto.
creando un pie plantígrado, estable y equilibrado. El 17/04/08 se procedió a retirada de material de os-
El motivo de este trabajo es presentar un caso clíni- teosíntesis y nueva artrodesis con aporte de injerto, sin
co de complicaciones en retropié tras un traumatismo implantar material de osteosíntesis.
de baja energía, que requirió diversas intervenciones en El 14/08/08, 4 años más tarde del inicio del proceso,
otro centro que no consiguieron mejorar el cuadro de es enviado desde su hospital de referencia por artrode-
deformidad con dolor e incapacidad. sis fallida y probable de sinovitis sin filiar. Presentaba una
Realizamos el diagnóstico diferencial y la valoración severa deformidad del pie derecho, con tumefacción y
de las causas que hicieron fallar los intentos de artrode- edema de pie y tobillo, dolor selectivo a la palpación
sis de previa. sobre articulación de Chopart, atrofia muscular en pier-
El tratamiento quirúrgico por nuestra parte consistió na, espasticidad de tobillo y retropié, balance articular
en artrodesis correctora con osteosíntesis muy potente de retropié y tobillo limitado, marcha plantígrada muy
y alargamiento de Aquiles con técnica mínimamente limitante requiriendo muletas o silla de ruedas.
invasiva. Se valoró al paciente realizando exploración clínica,
analíticas y pruebas de imágenes con radiología conven-
cional (Figura 1), TAC (Figura 2) RNM (Figura 3) y arterio-
Caso clínico grafía (Figura 4), siendo el diagnóstico final de pie plano
doloroso del adulto poscirugía con necrosis de escafoi-
Paciente de 36 años, sin antecedentes conocidos, traba- des y cabeza de astrágalo, artrosis de subastragalina y
jador de la construcción. edema óseo difuso retropié y en especial de astrágalo,

37
Pie doloroso poscirugía del mediopié

A A

Figura 3. A: RNM T1; B: T2. Edema óseo difuso de retropié y en especial


del astrágalo, proceso inflamatorio de articulación de Chopart, confirmando
Figura 1. A: Radiografía AP; B: Radiografía lateral. la necrosis a nivel de astrágalo y escafoides tarsiano.

A
proceso inflamatorio difuso del resto de la articulación de
Chopart, descartándose sinovitis o insuficiencia vascular.
Se propuso para tratamiento quirúrgico, que en prin-
cipio rechazó, siendo finalmente intervenido el 20/10/09
mediante técnica mínimamente invasiva realizando ar-
trodesis remodelante de retropié derecho previo alar-
gamiento percutáneo de Aquiles, artrodesis muy sólida
con tornillos de autocompresión.
Actualmente presenta artrodesis consolidada, prác-
ticamente asintomático, incorporado a su trabajo y es-
cala AOFAS para tobillo/retropié, que ha pasado de los
B C 8 puntos preoperatorios a 78.

Discusión
La gravedad y el carácter estructural, óseo y articular
Figura 2. TAC, necrosis de escafoides y cabeza de astrágalo con geodas en de las deformidades del retropié justifican la corrección
cuerpo astrágalo. mediante artrodesis.

38
J.J. Fernández Torres et al.

Algunos autores advierten de peores resultados en


pacientes con artropatías inflamatorias, que se acompa-
ñan de edema óseo(7,8).
La dificultad técnica de realizar una artrodesis correc-
ta de la astrágalo-escafoidea fue descrita por Willians y
Menelaus en 1977(9).
En cuanto al tiempo de inmovilización, hay autores
que en su serie no encuentran relación entre pseudoar-
trosis y tiempo de inmovilización (Wilsson, 1981)(10), sin
embargo Angus, en 1986(2), presentó con un 25% de
pseudoartrosis al disminuir el tiempo de inmovilización.
La corrección de deformidades óseas sólo con re-
sección puede dar lugar a necrosis por compresión, mal
contacto óseo con resultado de pseudoartrosis.
La tendencia actual para conseguir un mejor resul-
tado de las doble/triples artrodesis en retropié es aso-
Figura 4. Arteriografía de miembro inferior derecho: territorio de femoral, ciar procedimientos adicionales sobre partes blandas
poplítea y pedia anormalidades ni obstrucciones. Hipervascularización con que ayuden el resultado final, mediante el alargamiento
aspecto inflamatorio en el de la arteria pedia y tibial anterior. de Aquiles y/o peroneos(2). El concepto de liberación de
tejidos blandos en el momento de la triple artrodesis
no es nuevo; Banks y Green en 1958(11), y Howorth en
Sus indicaciones, han aumentado por secuelas pos- 1974(12) recomiendan que la triple artrodesis debe ir pre-
traumáticas, en especial a nivel del calcáneo, reumatis- cedida de liberación de partes blandas.
mos inflamatorios, deformidades fijas por disfunción del Las osteosíntesis en la corrección de las graves de-
tibial posterior y en los pies planos valgos estructurados formidades con colapso ósea a nivel del retropié re-
resultados de patología neuroartropáticos, parálisis o quiere el uso de montajes potentes para conseguir una
deformidades de congénitas, como pie zambo(1). reconstrucción estable(7). En casos de pies reumatoides
En nuestro caso tras exploración clínica, valoración y neuropático con fragmentación y edema óseo acom-
de pruebas complementarias y de imagen, se diagnos- pañante, la artrodesis debe extenderse a cuña medial y,
ticó de pie plano estructurado de etiología traumática, si es preciso, a la calcáneo-cuboidea(3).
con intentos fallidos de artrodesis, estando en pseu- La doble/triple artrodesis es una cirugía de rescate
doartrosis que ocasionaba una deformidad residual muy en pacientes con afectación articular de medio- y retro-
dolorosa y altamente limitante, con AOFAS de 8 puntos, pié primarias o secundarias a patologías reumáticas, in-
que le ocasionaba grave limitación para su vida diaria e flamatorias o postraumáticas que ocasiona deformidad,
imposibilidad de realizar su trabajo habitual como pro- dolor y limitación funcional(3,13). Se han descrito diversos
fesional de la construcción. abordajes y técnicas para la cirugía abierta desde 1986(2)
Dentro de la gran variedad etiológica del pie pla- y el trabajo clásico de Johson y Strong de 1989(14).
no doloroso del adulto, la necrosis con edema óseo Desde esa fecha poco se ha discutido y publicado
acompañante, fragmentación del escafoides tarsiano sobre otros métodos de tratamiento, existiendo un en-
postraumática es causa frecuente de este tipo de de- foque actual de la doble/triple artrodesis por cirugía
formidad, situación que se presenta en pacientes con abierta mediante incisión medial, independientemente
artritis reumatoide(2,3). de la etiología(3).
En relación con la aparición de pseudoartrosis se- La forma clásica y específica de artrodesis tiende
cundarias de artrodesis de retropié, distintos autores a ser sustituida por técnicas más limitadas y precisas,
presentan tasas que rondan el 23%: Pattersson, 1950; vías de acceso más restringidas, con materiales de os-
Wilsson, 1965; Dekelner, 1980; Angus, 1986, aunque el teosíntesis adaptados para conseguir la reducción de
porcentaje disminuye en los datos aportados por Sam- la deformidad proporcionando estabilidad biomecá-
marcos en el año 2009(2,4-7). nica(13) con menor agresión de las partes blandas, que
Las causa de pseudoartrosis están relacionadas con di- permitan carga precoz, y alto grado de satisfacción del
ferentes factores; mala calidad ósea, dificultades técnicas paciente.
de resección y artrolisis a nivel de la articulación astrágalo- El caso actual presentaba las característica de defor-
escafoidea, insuficiente tiempo de inmovilización, falta de midad residual, situación precaria de las partes blandas,
procedimiento asociados y osteosíntesis insuficiente(2). dolor incapacitante tras cirugías previas, para plantear

39
Pie doloroso poscirugía del mediopié

Conclusiones
A B y resultado
La artrodesis mínimamente inva-
siva es técnicamente exigente,
reúne todos los requerimientos
de artrodesis clásica, pero evita-
mos complicaciones, como los
cutáneos que aparecen en un
tercio de las cirugías abiertas, bajo
nivel de dolor posquirúrgico que
nos permite alta hospitalaria a las
Figura 5. Imágenes comparativas de abordajes mínimamente invasivo (A) y cirugía clásica (B). 48 horas, además de obviar la po-
sible lesión de la porción anterior
del ligamento deltoideo que pue-
de empeorar la inestabilidad del tobillo(3).
A Los resultado subjetivos fueron buenos, incluso me-
jores que los objetivos, manifestando mejoría del dolor
a nivel del retropié, no se preocupó de la deformidad
residual, que era menor que la preoperatoria, podía ca-
minar calzado normalmente con discreta alteración del
patrón de marcha (Figura 6). Con resultado final de es-
cala AOFAS para tobillo y pie de 78 puntos frente a los
8 que presentaba en la valoración preoperatoria y con
incorporación laboral a los 10 meses de la intervención.
Este caso apoya la hipótesis de que la doble/triple
artrodesis por cirugía clásica, siendo un procedimiento
fiable para la corrección dolorosa de medio- y retropié,
B también puede conseguirse mediante técnicas mínima-
mente invasivas, aportando ventajas técnicas y con re-
sultados AOFAS superiores a los revisados.

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41
ANTEPIÉ
3.1 Pie doloroso
poscirugía primer radio
Fernando Barandiarán Luca de Tena1, Wilma García Muñoz1,
Araceli Sadornil Estévez1, Itziar Barandiarán Fernández de Vega2
1
Unidad de Cirugía de Pie y Tobillo. Hospital San Rafael. Madrid
2
Universidad de Alcalá de Henares. Madrid

La frecuencia de la patología del hallux valgus y la teó- aductor del primer dedo o por excesiva resección de la
rica facilidad de su reparación ha hecho que se utilicen cabeza del primer metatarsiano. También es frecuente
a lo largo de los años multitud de técnicas para su repa- como complicación de la técnica de McBride(1), con sec-
ración. ción de ambos aductores del primer dedo y capsulorafía
Vamos a analizar las causas más frecuentes de dolor excesiva, lo que, unido a una falta de acortamiento del
posquirúrgico del primer radio: primer metatarsiano, ocasiona la desviación del dedo
Las causas más frecuentes son las siguientes: en varo. Se puede producir, también, en los acortamien-
• Desviaciones axiales. tos excesivos, como los que se dan en la osteotomía de
• Acortamiento excesivo. scarf(2,3).
• Exceso de presión en la cabeza del primer meta- La desviación en valgo, es la más frecuente, y se
tarsiano. produce cuando no se ha conseguido una suficiente
• Hiperpresión debajo de la cabeza. corrección del valgo en el acto quirúrgico, y su causa
• Insuficiencia del primer radio. más frecuente es la excesiva longitud del primer meta-
• Artrodesis primer radio. tarsiano.
• Primer dedo en martillo o garra. El hallux extensus, se debe en su mayor parte a un
• Rigidez posquirúrgica. acortamiento relativo del tendón extensor y es frecuen-
• Necrosis de la cabeza o de la base de la primera te en las osteotomías como la de Reverden, que provo-
falange. can un acortamiento relativo, pero a su vez producen un
• Tornillos mal colocados. descenso de la cabeza.
• Síndrome de Sudeck. El hallux flexus plantar es rarísimo, ya que la propia
• Pseudoartrosis. marcha hace que el dedo suba. Es más frecuente en pa-
• Fracturas de estrés. tología secundaria a poliomielitis, y como secuela del
• Luxación externa del primer dedo. acortamiento del tendón flexor, por predominio de la
• Lesiones nerviosas del nervio safeno o del tibial musculatura flexora o por atrapamiento de la misma.
posterior. En ocasiones se produce por elevación de la cabeza del
• Secuelas de la osteotomía de scarf. primer metatarsiano y como secuela de alargamiento
• Secuelas cirugía mínimamente invasiva. excesivo del extensor del primer dedo. También se pro-
• Secuela de las artroplastia del primer dedo. duce en artrodesis mal realizadas, pero es raro que se
• Lesiones de partes blandas, necrosis de piel e in- produzca (Figura 1).
fecciones.

Acortamiento excesivo
Desviaciones axiales
Las causas principales de acortamiento excesivo son:
Las desviaciones axiales pueden ser en varo, valgo, ex- • La osteotomía de Keller, Brandes, Lelievre y Villa-
tensus y flexus. dot(4), que ha sido tan utilizada, y durante tantos
La desviación en varo es frecuente cuando se intenta años, con muy buenos resultados, cuando está
forzar la corrección del valgo, por liberación excesiva del bien indicada y realizada, pero que, en ocasiones,

47
Pie doloroso poscirugía primer radio

• Excesiva reducción del tamaño de la cabeza pro-


ducido por una exostoxectomía excesiva, muy fre-
cuente en la cirugía percutánea.
• En las exostoxectomías dorsales excesivas del ha-
llux rigidus, cuando se supera la mitad de la altura
de la cabeza, produciendo un hallux extensus con
hiperpresión sobre la falange y ésta a su vez sobre
los sesamoideos y la planta del pie.

Hiperpresión plantar
Figura 1. Caída de la cabeza del primer metatarsiano en cirugía tipo La hiperpresión plantar es la sobrecarga de la cabeza
Chevron, sin fijación. del primer metatarsiano por exceso de descenso de la
misma, lo que se produce en artrodesis de Lapidus(8) con
demasiada cuña plantar, aunque lo más frecuente suele
si se realiza una resección excesiva de la base de la ser lo contrario, y también en osteotomías proximales,
primera falange, provoca una insuficiencia del pri- como la osteotomía arciforme de Mann(9), en las cuales
mer radio, dejando un primer dedo muy corto con las correcciones del varo provocan el giro y descenso de
pérdida de función del mismo(5). la cabeza con la consiguiente hiperpresión plantar.
• La osteotomía de Mayo (operación de Huéter
Mayo), que consiste en la artroplastia-resección
de la cabeza del primer metatarsiano y es capaz de Insuficiencia del primer radio
producir alguno de los mayores desastres que he
podido ver en las secuelas quirúrgicas del pie. La Tal vez sea la complicación más frecuente en la cirugía
técnica de Mayo produce un acortamiento muy del primer radio(10).
importante con elevación del primer metatarsia- Está producida por una excesiva resección de la ca-
no, pudiendo producir un hallux flexus, extensus y, beza y/o de la base de la primera falange, rompiendo
sobre todo, una insuficiencia del primer radio, de-
jando los sesamoideos completamente sin función
y produciendo un alargamiento del resto de los
metatarsianos, con la consiguiente metatarsalgia
de transferencia. Hoy en día está completamente
contraindicada.

Hiperpresión de la cabeza
Las causas más frecuentes de la hiperpresión de la ca-
beza del primer metatarsiano(6) son las siguientes:
• Falta de acortamiento del primer metatarsiano,
lo que ocasiona, al corregir el valgo, un aumento
de la longitud relativa del mismo y, por tanto, una
mayor presión de la base de la falange sobre la ca-
beza del primer metatarsiano. Esto ocasiona dolor,
rigidez y rápidamente osteofito dorsal y, general-
mente, la recidiva del hallux valgus(7).
• Secuela de hallux rigidus, cuando la resección de
la exostosis dorsal no es suficiente y no se ha reali-
zado un acortamiento del primer metatarsiano.
• Hallux limitus, con la elevación de la cabeza del
primer metatarsiano y una hiperpresión en la parte Figura 2. Excesiva resección de las bases de la primera falange como
baja de la cabeza del primer metatarsiano. secuela de Keller.

48
F. Barandiarán, W. García Muñoz, A. Sadornil, I. Barandiarán

el equilibrio entre los tendones flexores y extensores,


produciéndose luxación de los sesamoideos con insu-
ficiencia de los mismos y, por tanto, de todo el primer
radio, lo que ocasiona, en la mayoría de los casos, una
metatarsalgia por transferencia (Figura 2).
Las causas más frecuentes son:
• Resección artroplastia de Keller Brandes, por ex-
ceso de resección de la base de la primera falange
y falta de sutura de los sesamoideos, que quedan
inútiles y luxados, y el primer dedo muy corto(5).
• Osteotomía de scarf, con exceso de resección y
acortamiento de la misma.

Artrodesis del primer radio Figura 3. Rotura de placa de artrodesis y pseudoartrosis de la misma.

La artrodesis consigue la fusión en buena posición del


primer radio y se utiliza como cirugía de rescate o bien Actualmente, con las placas especiales de bajo per-
para corregir problemas serios, como son el hallux rigi- fil, diseñadas anatómicamente, dan una mayor solidez al
dus severo, con anquilosis casi completa de la articula- montaje, facilitando la consolidación de la artrodesis(12).
ción metatarsofalángica (Figura 3).
Como cirugía de rescate, se utiliza para fijar la ar-
ticulación insuficiente, como en las secuelas de Keller Primer dedo en martillo o garra
Brandes, rescate de facturas, necrosis de la cabeza o
destrucción de la misma como secuela quirúrgica por La causa fundamental para la formación del primer dedo
falta de unión de osteotomías tipo Chevron, Weil o Re- en garra es el alargamiento excesivo del tendón exten-
verden. sor propio del primer dedo, como consecuencia técnica
Es una cirugía compleja y difícil de realizar y que pre- o por rotura traumática o quirúrgica del mismo.
cisa, por parte del cirujano, una excelente orientación en Si está asociado a rigidez de la metatarsofalángi-
el espacio, ya que para conseguir buenos resultados la ca, puede producir bunión dorsal, que puede ser muy
artrodesis debe estar perfectamente orientada(11). molesto e infectarse y, en pacientes diabéticos, ser ver-
En el caso de los hombres, debe ser de unos 15º de daderamente problemático, precisando una artrodesis
flexión dorsal y 15º de valgo, y en el caso de la mujer, para interfalángica.
que pueda usar zapato con tacón moderado y de punta
más estrecha el ángulo de flexión dorsal sería de unos 25º
por unos 25º de valgo. Rigidez posquirúrgica
Desde mi punto de vista, la artrodesis, sólo debe uti-
lizarse como último recurso, ya que provoca, sobre todo Hay múltiples causas para la rigidez posquirúrgica, que
en las mujeres, múltiples dificultades a la hora de calzarse puede ser más o menos dolorosa (Figura 4)(2).
y dolores por hiperpresión que pueden ser: • La más frecuente es el exceso de manipulación
• Plantares, a nivel de los sesamoideos, metatarsalgia quirúrgica, con las adherencias correspondientes.
de transferencia. • La insuficiente resección de la primera falange
• Dorsales, con primer dedo en garra o martillo, y en la técnica de Keller Brandes, por presión de la
también exostosis dorsales subungueales, por pre- neoarticulación sobre la cabeza del primer meta-
sión de la punta del primer dedo contra el forro del tarsiano.
calzado. • La extirpación de uno o ambos sesamoideos, pro-
En el varón, que necesita un pie más potente para el duciendo una fibrosis del tendón flexor, que pue-
trabajo, y que, sobre todo, no tiene tanto conflicto con de quedar englobado en la cicatriz fibrosa que se
el modelo de zapato, dicha cirugía es mejor tolerada y forma.
con mejores resultados. • Infecciones de la herida quirúrgica.
La complicación más frecuente es la pseudoartrosis • El miedo por parte del paciente a la movilización
de la artrodesis, por fallo de los tornillos o falta de un del pie y del primer dedo y que, a pesar de la reha-
montaje suficientemente rígido. bilitación, queda rígido.

49
Pie doloroso poscirugía primer radio

La causa fundamental es la lesión de la arteria inte-


rósea plantar(13), que la riega y que penetra en la cabeza
por la parte posterior, y puede ser fácilmente lesionada
en la cirugía mínimamente invasiva o en las osteotomías
de la cabeza.
Clínicamente producen dolor en el primer radio,
pero es raro que la cabeza colapse y se produzca hundi-
miento de la misma.
Suelen curar entre 6 y 12 meses y no suelen dejar
secuelas si el cartílago y los ejes del primer radio son
correctos.
La necrosis de la base de la primera falange se pue-
de dar en las osteotomías de Akin, pero son más bien
raras y no suelen dar problemas.

Tornillos
Los tornillos colocados en la cabeza del primer metatar-
siano pueden dar problemas por la excesiva longitud de
los mismos, pudiendo afectar a los sesamoideos, en los
cuales puede estar roscado, impidiendo el movimiento
en flexoextensión del pie, o estar afectando al tendón
flexor, irritándolo y, en ocasiones, produciendo la rotura
del mismo por el roce.
Los tornillos de doble rosca, tipo Herbert, con la ca-
beza enterrada, no deberían dar problemas si están bien
Figura 4. Secuela de cirugía de hallux rigidus. Artrosis posquirúrgica.
introducidos en el hueso, pero, en ocasiones, si protru-
yen y, dada la escasez de panículo adiposo a dicho nivel,
pueden molestar contra el zapato, que lo presiona des-
• Idiopáticos, en los cuales no ha habido ninguna de arriba. No es extraño en la osteotomía de scarf.
de las causas anteriores, los ejes son correctos, el Otro de los problemas que producen los tornillos de
cartílago articular aparentemente correcto. No se doble rosca es la facilidad para producir fracturas en la
ve nada en la radiografía ni en resonancia, no hay cortical proximal, en huesos poróticos, dada la poten-
hiperpresión, pero el dedo duele y está rígido, el cia del apriete de los mismos. Estas fracturas suelen ser
paciente enfadado y no encontramos ni por qué longitudinales y, si no están muy separadas, no suelen
sucede, ni sabemos qué hacer, salvo rehabilitación dar problemas.
y andar, y con el tiempo mejora. Posiblemente en En algunas ocasiones, el tornillo puede producir
estos casos, tanto la rigidez como el dolor sean compresión nerviosa del nervio safeno, produciendo
más fruto de un exceso de expectativas por parte desde un neuroma hasta simplemente dolor neuropá-
del paciente, que busca en nuestras manos la es- tico a la presión del calzado, siendo realmente insopor-
tética y el poder calzarse zapatos para los que sus table el uso de algunos zapatos que presionan el nervio
pies no están hechos. sobre el tornillo.

Necrosis de la cabeza Síndrome de Sudeck


o de la primera falange
El síndrome de Sudeck(14,15), algodistrofia simpático-re-
Hoy en día, con el aumento y exceso de la cirugía del fleja, o síndrome de dolor regional complejo (SDRC)
pie, por parte de todo tipo de profesionales, con poca tipo I es relativamente frecuente en la cirugía del pie,
formación, mucho valor y mucho motor, pueden produ- sobre todo cuando se operan múltiples radios. No es
cirse y lo vemos diariamente, lesiones de la cabeza del muy específico del primer radio, pero se da en oca-
primer metatarsiano. siones.

50
F. Barandiarán, W. García Muñoz, A. Sadornil, I. Barandiarán

Es una patología de difícil definición, diagnóstico autólogo y un cierre cuidadoso y sin tensión de la herida
e interpretación, tanto por el paciente como por el quirúrgica.
médico.
Algunos autores, como el doctor López Prats, lo
atribuye a un 30% de los pacientes intervenidos de Fracturas de estrés
cirugía ortopédica. Estos son los factores predispo-
nentes: Las fracturas de estrés del primer radio son bastante raras:
• Factores metabólicos como la diabetes, el hiper- afectan principalmente a los radios medios, sobre todo al
tiroidismo, el hiperparatiroidismo, la hiperlipemia segundo y tercero cuando se ha producido, como conse-
tipo IV, la hiperuricemia y el etilismo. cuencia de la cirugía, una insuficiencia o acortamiento del
• Factores psicológicos; ansiedad, depresión, labili- primer metatarsiano aumentando las solicitudes mecáni-
dad emocional, bajo umbral del dolor, irritabilidad, cas del segundo o tercer metatarsiano y produciendo en
etc., predisponen la aparición del mismo. éstos el fallo por estrés mecánico repetido.
Una de las causas son los vendajes excesivamente En el primer radio, se pueden producir en las artro-
apretados, que producen un dolor neuropático que oca- desis del mismo, por sobrecarga mecánica, sobre todo
siona, al cabo de unas semanas, un síndrome de Sudeck. a nivel del final de la placa de artrodesis, por producirse a
Generalmente, no son excesivamente severos y sue- dicho nivel un punto de hiperpresión dorsal y de sobre-
len curar, con el tratamiento apropiado, en un plazo de carga en la fase final del lanzamiento del paso.
6 meses a un año.
Es muy importante diagnosticarlos precozmente y
empezar el tratamiento con rehabilitación, magnetote- Luxación externa de la cabeza
rapia, marcha precoz, baños alternos, medicación neu- del primer dedo
ropática como la gabapentina y recalcificadores, como
la calcitonina y, si es preciso, la ayuda de las unidades Cuando se realiza una osteotomía de la cabeza del primer
del dolor, con bloqueos nerviosos. metatarsiano y no se consigue corregir el ángulo articu-
Es muy importante, en este punto, el apoyo psico- lar de la cabeza del primer metatarsiano (PASA), la parte
lógico del paciente para darle la seguridad de que la articular de la cabeza queda mirando a externo, es decir,
curación del Sudeck se va a producir en un periodo ra- PASA elevado, y si se realiza una osteotomía de Akin de la
zonable de tiempo, así como la, casi seguro, falta de base de la primera falange, que también oblicua la base
secuelas. de la misma, produciendo un aumento del ángulo articu-
lar de la base de la falange (DASA), todo esto unido a una
sección de los aductores y a un insuficiente acortamiento
Pseudoartrosis del primer metatarsiano, produce un descenso del pri-
mer dedo por el lado lateral de la cabeza, subluxando la
La mayor utilización de osteotomías de todo tipo, tanto misma y produciendo la desviación en valgo del primer
a nivel del primer metatarsiano como de la falange, ha dedo (Figura 5).
hecho aumentar la cantidad de pseudoartrosis.
A nivel de la primera falange, si bien se pueden ver
en las radiografías, es difícil que produzcan clínica, y se Lesiones nerviosas
suelen solucionar solas.
Son más frecuentes, a nivel de la cabeza o de la diáfi- La más frecuente de las lesiones nerviosas en la cirugía
sis del primer metatarsiano, aunque son más bien retar- del primer radio es la lesión del nervio safeno interno en
dos de consolidación, que dan mucha lata y tardan en su rama distal, a nivel de la articulación MTF del primer
consolidar, y generalmente acaban haciéndolo. dedo, normalmente por lesión directa quirúrgica o eng-
En los casos de no unión clara con afinamiento de los lobamiento de la sutura(16).
bordes y/o infección con posible osteomielitis, el trata- Se puede producir un neuroma de amputación, por
miento es la limpieza y desbridamiento del foco, y la sín- lesión directa del nervio y, si es realmente molesto, es
tesis del mismo usando los medios de los que disponga- necesario liberarlo y, en ocasiones, seccionarlo proximal-
mos en función de la infección, y que pueden ser agujas mente para que no produzca problemas.
K, tornillos, placas, fijadores externos, yesos, bloqueados Normalmente, se produce una sensación de hipoes-
con agujas, etc. tesia en la zona interna del primer dedo; aunque, en oca-
Si la pseudoartrosis es aséptica, es importante realizar siones, se puede producir una zona de hiperestesia por la
una osteosíntesis rígida y estable, con aporte de injerto compresión del calzado.

51
Pie doloroso poscirugía primer radio

Figura 5. Luxación lateral de la cabeza del primer radio. Falta de corrección Figura 6. Resección excesiva de la cabeza del primer radio secundaria a
de PASA y exceso de cuña en el Akin. cirugía de mínima incisión.

La anestesia troncular, muy utilizada en nuestro me- deformación es capaz de producir cualquier tipo de de-
dio, es proclive a producir un daño directo en el nervio, sastre en la cirugía del primer radio(17).
ya que los anestésicos locales son neurotóxicos, si bien, La gran ventaja de la osteotomía de scarf es su fle-
la mayor parte de las lesiones son por pinchazo directo xibilidad, que permite alargar, acortar, llevar al varo, al
o por compresión de un volumen alto en un canal estre- valgo, etc. Hace que todas estas posibilidades se den
cho y en ocasiones tabicado. Suelen ser más frecuentes en la práctica clínica.
en pacientes obesos, por la dificultad técnica de la pun- Posiblemente, la secuela más frecuente sea la me-
ción y por requerir mayores volúmenes para conseguir la tatarsalgia de transferencia por elevación de la cabeza
anestesia de la zona. Los nervios más afectados son: el del primer metatarsiano y el acortamiento del mismo,
tibial posterior, en un 90% de las ocasiones, y los nervios produciendo una sobrecarga de los radios medios.
peroneos profundos y, sobre todo, el superficial. Pero también podemos encontrarnos con lo contra-
El diagnóstico se efectúa por una electromiografía y rio, es decir, un descenso de la misma, sobre todo en
el tratamiento suele ser quirúrgico, con liberación del ti- los huesos poróticos, si ambos fragmentos se acanalan,
bial posterior en su paso por el túnel del tarso. encajándose uno sobre otro.
La punción guiada por ecografía o el uso del elec- Desviaciones en varo, mayores que las que pre-
troestimulador disminuye, de forma importante, el riesgo tendíamos reducir no son raras, y reducciones salvajes
de lesión nerviosa. con cierre excesivo del espacio m1, m2, tampoco son
raras.
En muchas ocasiones, no queda más remedio que
Osteotomía de scarf reoperar y volver a hacer un scarf bien hecho u otro
tipo de osteotomía proximal –como la osteotomía de
La osteotomía de scarf, por su dificultad técnica y sus Ludloff– o distal –como la osteotomía de Chevron– para
grandísimas posibilidades de corrección y, por tanto, de centrar la cabeza y posicionar los sesamoideos.

52
F. Barandiarán, W. García Muñoz, A. Sadornil, I. Barandiarán

Cirugía de mínima incisión


La cirugía de mínima incisión, también conocida como
cirugía láser o microcirugía, se ha desarrollado de una
forma muy importante en nuestro medio y, sobre todo,
en las nuevas generaciones que, sin tener una prepa-
ración ni entrenamiento quirúrgico, se han lanzado, ar-
mados de motores y mucho valor, a la cirugía del pie
(Figura 6).
Los errores técnicos más frecuentes son:
• Excesiva resección de la cabeza del primer meta-
tarsiano, produciendo una insuficiencia de la mis-
ma y, en ocasiones, una hiperpresión puntual so-
bre la base de la primera falange al haber quedado
muy pequeña la cabeza, o el varo severo, por falta
del borde medial de la misma e insuficiencia para
sujetar el dedo(18).
• Pseudo-scarf cerrado u osteotomía longitudinal
del primer metatarsiano para cerrar el varo del mis-
mo. En la gran mayoría de los casos, al no estar
fijada la osteotomía, y permitirse la carga precoz,
se produce una elevación severa de la cabeza, con
metatarsalgia de transferencia.

Secuela de artroplastia
del primer radio Figura 7. Luxación de prótesis de hallux en varo. Defecto de colocación.
Las prótesis de la metatarsofalángica del primer radio
comenzaron a principios de siglo con la introducción de
la prótesis de Swanson(19), de silastic, que se diseñaron Lesiones de partes
primeramente para la mano. Posteriormente, se desa- blandas, necrosis de piel
rrollaron modelos específicos para el píe, de silicona, de e infecciones
diferentes densidades y formas, con buenos resultados
al principio, pero con malos resultados a largo plazo por Son probablemente las lesiones más frecuentes en la
el desgaste de los implantes, el desarrollo de linfadeni- cirugía del primer radio.
tis, reacción a cuerpo extraño, fracturas de estrés, meta- A pesar de contar con una buena vascularización, si
tarsalgia o lesiones osteolíticas (Figura 7). no se es cuidadoso con los tejidos y las partes blandas y
La mayoría de las prótesis de silicona han tenido se es muy agresivo en la disección o se realiza una sutu-
que ser reemplazadas por el fallo de las mismas, pu- ra a tensión, se puede producir una necrosis de la piel,
diendo rescatar la articulación fundamentalmente de con la infección subsiguiente(20).
dos formas: recambio por una prótesis de otro modelo También es frecuente el rechazo de los puntos de la
(hay varios en el mercado) o realizar una artrodesis me- sutura capsular o los de subcutáneo.
tatarsofalángica, normalmente con adicción de injerto Las infecciones graves del primer dedo del pie son
autólogo, para compensar el espacio perdido por la raras en nuestro medio, gracias a los quirófanos bien
prótesis. preparados, a la asepsia preoperatoria y a la antibiote-
Los resultados de las prótesis modernas son mejo- rapia profiláctica.
res, ya que están mejor diseñadas, son más fisiológicas Son más frecuentes y preocupantes en pacientes
y anatómicas e incluso se fijan sin cemento. diabéticos con problemas de microcirculación y en an-
Las mayores complicaciones son la rigidez, sobre cianos con mala calidad de piel y con problemas vascu-
todo dorsal, la luxación de la misma y la inestabilidad lares, estasis venosa por flebitis o varices.
angular. En ocasiones, es necesario realizar una artrode- El tratamiento con antibióticos, el desbridamien-
sis de rescate. to de las heridas y, en su caso, injertos o colgajos de

53
Pie doloroso poscirugía primer radio

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54
3.2 Dolor posquirúrgico del antepié:
metatarsianos menores
Antonio Martín García, Elena Díez Nicolás, Ricardo Larraínzar Garijo
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Hospital Universitario Infanta Leonor. Madrid

El cirujano de pie y tobillo se enfrenta diariamente al En vista de la progresión de las demandas y que la
dolor del antepié asociado o no con patología en el pri- cirugía ortopédica es una de las especialidades más
mer radio(1). El paciente no suele señalar con precisión demandadas y, dentro de la misma, la cirugía del pie,
el problema: refiere la deformidad visible como fuente debemos entender que el dolor posquirúrgico no es un
de problemas o el antepié en su conjunto. Se denomina mal banal ni para el paciente ni para el cirujano. Y que,
como “metatarsalgia” al dolor de antepié. Es una de las por tanto, su entendimiento, evitación y tratamiento son
patologías más frecuentes: en torno al 10% de la pobla- fundamentales.
ción presenta algún tipo de dolor en el antepié. Y en la Algunos autores consideran que “dado que los resul-
población mayor se presenta entre el 53% y el 95%(2). Es tados de la cirugía del pie para la metatarsalgia a menudo
labor del cirujano, centrar el problema y evitar los erro- son impredecibles y desalentadores, cualquier paciente
res diagnósticos y de tratamiento, como explican Mas (o al menos al inmensa mayoría) debe tratarse de modo
Moliné (en el capítulo 20) y Piqué Vidal y González Us- incruento antes de someterse a una intervención”(5).
tés (en el capítulo 19) en el Tratado de cirugía del ante- El tratamiento conservador se ha mostrado eficaz
pié(3). Es, por tanto, fundamental conocer los conceptos para alcanzar un alivio suficiente y duradero, en al menos
biomecánicos y las causas subyacentes del problema(4,5) el 85% de los casos tratados por metatarsalgia de los ra-
para evitar los dolores posquirúrgicos. dios centrales, con independencia de su etiología(11).
En las publicaciones científicas se describen porcentajes Se han descrito muchas técnicas, ya sea en el pro-
variables de complicaciones tras la cirugía del antepié, que pio antepié o proximalmente, que buscan correcciones
pueden llegar hasta el 100% si se considera la rigidez pos- mecánicas y paliar los síntomas. Los errores técnicos
quirúrgica como una complicación tras la cirugía de la me- durante la cirugía bien indicada son, en general, bien
tatarsalgia(6), precisando en ocasiones una nueva cirugía. Es tolerados, mientras que una mala indicación, pese a una
sabido que la traumatología es una de las especialidades correcta ejecución, en general fracasará(3,12).
con más demandas judiciales(7). Entre 1870 y 1992 se con- En este texto intentaremos dar unas guías para el
tabilizaron un total de 197 sentencias (médicas en general), diagnóstico y tratamiento del dolor del antepié. Tanto
presentando un salto cualitativo a partir de la década de los pre- como posquirúrgico. En ocasiones, es difícil saber
ochenta y noventa. Entre 1995 y 1997 se contabilizaron 932 qué hay que hacer exactamente, pero es importante sa-
casos de negligencia médica en los tribunales. ber las cosas que no hay que hacer.
Mientras, un informe técnico de Zúrich España(8), con
datos de la Subdirección General de Inspección Sanitaria
del Insalud, mostraba que, entre 1995 y abril del 2001 Introducción a la biomecánica
se abrieron 3.241 expedientes(9). De las memorias de la del antepié
Organización Médica Colegial, y extrapolando los datos
obtenidos de la Comunidad de Madrid en el año 1990, Antes de empezar con las complicaciones posquirúrgi-
se dedujo que el índice anual de reclamaciones por cada cas, debemos entender la patología en el pie prequirúr-
100 facultativos era del 0,4% (aunque previsiblemente la gico. Son varios los estudios que intentan sistematizar la
base de datos había subestimando algunas variables que clasificación de la metatarsalgia(13-16). Todos ellos insisten
podrían incrementar ligeramente este porcentaje). en la comprensión biomecánica del conjunto del pie
Glyn Thomas hace una revisión de 352 litigantes tras y en el análisis de la marcha.
una cirugía ortopédica. El grupo más numeroso era, sin Al caminar, el miembro inferior gira en torno al pie,
duda, el de cirugía del pie (23%) y, de éstos, el 64% fue como si se tratase de un péndulo invertido con eje va-
tras una osteotomía del cuello metatarsal(10). riable según el ciclo de la marcha, que denominaremos

55
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

dor e interestudios, com-


A B C
parando una medición con
otra. Este mismo artículo,
cita el trabajo de Piqué-
Vidal(24), que afirma que el
uso de métodos digitales,
cada vez más implantados,
reduce la variabilidad inte-
robservador. Este estudio
se ve refrendado en la revi-
sión de Srivastava de 2010,
que recomienda sistema-
tizar los estudios digitali-
zados(25). Bevernage cita a
Figura 1. A: Rx preoperatoria. Nótese la luxación del segundo radio; B: Mediciones digitalizadas; varios autores, que afirman
C: Control posquirúrgico. no tener una correlación
directa entre una correc-
ta medición y un correcto
“rodillo“ o rocker. Inicialmente se localiza en el talón resultado(26). Dos años más tarde reconoce que las me-
(primer rocker), durante el apoyo plantígrado en el tobi- didas a través del método de Maestro son fiables si se
llo (segundo rocker) y, finalmente, desde que el talón se realizan con el sistema digital(27) (Figura 1B). Una opción
eleva hasta el despegue total en las metatarsofalángicas es que la mala correlación clínico-radiológica se deba
(tercer rocker). Esto supone que el antepié está en con- quizá, al hecho de no tener en cuenta que el pie es una
tacto con el suelo durante el 50% del ciclo de la marcha estructura tridimensional y no plana, y que la corrección
y de forma exclusiva durante el 30%, coincidiendo con ha de hacerse en los tres planos.
el tercer rocker, que es además el instante de mayor ge- Son varios los trabajos que han intentado evaluar la
neración de potencia en el tobillo(17,18). posición coronal de las cabezas, ya sea a través de la ra-
No es de extrañar que las alteraciones mecánicas su- diología, de la TAC, de la ecografía(28-31) o, también, a tra-
pongan el origen de la mayoría de las metatarsalgias, vés del estudio matemático(32-34). Incluso se ha descrito el
que las de origen inflamatorio compartan protagonismo uso de Rx en carga pre- e intraquirúrgicas(35) denominada
en su origen y que ciertas formas de metatarsalgias pe- MSV (metatarsal skiline views). También a través del estu-
culiares, con frecuencia atribuidas a causas no mecáni- dio podobarométrico(36,37). De este esfuerzo de compre-
cas, puedan en realidad explicarse por desórdenes me- sión de la estructura tridimensional metatarsal, ciertos au-
cánicos (síndrome de Freiberg, síndrome de segundo tores como Maceira, en cuanto a la triple osteotomía(38),
espacio, fracturas de estrés y neuropatía de Morton). o Galluch con las osteotomías diafisarias para un acor-
Gracias a los estudios de Viladot en los que descri- tamiento y elevación controladas(39), entre otros, intentan
bió inicialmente las fórmulas metatarsales(19) (index plus, desarrollar osteotomías reproducibles que permitan el
index minus e index plus minus) y a la biometría des- acortamiento y la elevación controladas. Barouk median-
crita por M. Maestro(20), en la que describe la parábola te la osteotomía BRT(40), y otros autores con osteotomías
ideal como una regresión geométrica, señalando que el varias(41-44) tratan en el pie armónico en el plano trasversal,
sesamoideo lateral coincide con el centro de la cabeza ya sea primario o con dolor residual posquirúrgico, elevar
del cuarto metatarsiano. Podemos, junto con la fórmula de modo más o menos controlado los metatarsianos con
digital, planear las correcciones en el plano trasversal queratosis (rocker tipo II) resistentes al tratamiento con-
de un pie doloroso. Ninguna fórmula, ya sea digital o servador. Pero ¿qué tipo de osteotomía ha de realizarse
metatarsal, es per se patológica; aunque se define un en cada tipo de alteración? De ahí proviene la necesidad
pie index plus minus con fórmula digital cuadrada como de un correcto diagnóstico para un buen tratamiento.
la más favorable desde el punto de vista mecánico.
Para realizar una correcta planificación, es necesa-
rio tener un método fiable de medición. Son así varios La metatarsalgia:
los estudios que intentan dar un método de medición clasificación general
fiable. Pero el de Chauhan(21) pone en tela de juicio los
tres métodos más extendidos: Coughlin(22), Maestro(20) y De manera que tengamos una clasificación racional de la
Hardy-Clapham(22,23), dada su variabilidad interobserva- etiología y los diferentes tratamientos posibles, clasificare-

56
A. Martín García, E. Díez Nicolás, R. Larraínzar

Tabla 1. Clasificación y causas de la metatarsalgia*

Tipo Problema Etiología/patología Patomecánica


Primaria Discrepancia en la longitud de Congénito Aumento de presión bajo la cabeza del
los MTT MTT
Flexión plantar excesiva del Congénito (p. ej., pie cavo), neurológico Aumento de presión bajo la cabeza del
MTT (p. ej., pie cavo), malunión (p. ej., MTT
fractura, osteotomía, fusión/artrodesis)
Insuficiencia de 1.er radio Hipermobilidad de la Transferencia de la presión bajo la
1.ª cuneometatarsiana, cabeza del MTT menores
braquimetatarsalgia, pie plano,
conectivopatías, hallux valgus (con un
metatarso primo elevado secundario)
Equino Congénito, pie cavo, contractura de Aumento de presión bajo la cabeza del
tríceps sural (parcial o completo) MTT
MTF en garra Congénito, pie cavo, adquirido Hiperextensión de MTF: aumento de
presión bajo la cabeza del MTT
Anormalidad de la cabeza Hereditario, deformidad congénita, Aumento de presión bajo la cabeza del
metatarsal artritis, neoplasia, infección MTT
Secundaria Mala alineación metatarsal Trauma Mal uniones en flexión o extensión con
aumento de la presión del MMT afecto o
por transferencia
Hallux rigidus Hereditario, trauma, elevación del 1.er Una dorsiflexión de la 1.ª MTF impedida
MTT, osteocondrosis acorta la fase media de la marcha,
resultando una elevación precoz del
talón, una supinación del antepié y, en
la fase final, un aumento de presión de
los metatarsianos menores (callo M5 y
1.ª falange)
Inestabilidad de la articulación Enfermedades sistémicas (artritis Del adelgazamiento de las partes
MTF reumatoide, gota), 2.º MTT largo, blandas, alrededor de las MTF, resultará
ruptura de la placa plantar, resección- una inestabilidad en el plano sagital y/o
artroplastia (Keller-Brandes) trasversal
Neuropatía Neuroma interdigital, síndrome de
tunel tarso
Osteonecrosis Síndrome de Freiberg El aumento de presión puede dar
problemas de perfusión y lesiones en la
cabeza del 1.er MTT
Obesidad y sarcopenia (atrofia Hiperpresión sin mecanismos Aumento de presión bajo la cabeza del
muscular relativa) musculares compensadores/ MTT, pérdida de grasa plantar
protectores
Atrofia grasa plantar Síndromes metabólicos, enfermedades Aumento de presión bajo la cabeza del
reumáticas MTT, pérdida de grasa plantar

Iatrogénica Pseudoartrosis, maluniones Malunión, seudoatrosis, de las Acortamiento, flexión plantar o dorsal de
de osteotomías o artrodesis, osteotomías o artrodesis de los MTT los MTT
desviaciones, postosteotomías
* Adaptado de Espinosa, Brodsky y Maceira, 2010(14). MTT: metatarsiano; MTF: metatarsofalángica.

mos la metatarsalgia en tres categorías, desarrollando para nos, y entre los metatarsianos y el resto del pie. Debemos
cada una de ellas los diferentes subtipos(4,14,38) (Tabla 1). saber que cada alteración dará, en general, un estigma
o señal a nivel cutáneo. Una callosidad bien definida
bajo la cabeza de un metatarsiano asilado, sin extensión
Primaria distal, ocurre cuando un metatarsiano está flexionado
de modo aislado. Cuando son varios los metatarsianos
Las metatarsalgias primarias se basan en alteraciones flexionados, se darán varias callosidades a nivel plantar.
anatómicas, alteraciones entre los propios metatarsia- Este tipo de callosidades se denominan de segundo

57
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

metatarsal posfractura, hallux rigidus, inestabi-


A B
lidad metatarsofalángica secundaria a enferme-
dades degenerativas, artropatías inflamatorias o
posrotura de la placa plantar, neuromas interdigi-
tales y síndrome del túnel tarsiano, así como el
síndrome de Freiberg(4).
Añadiremos a la tabla original, la obesidad
con sarcopenia(45). En este estudio, se aprecia que
la presión metatarsal en las pacientes obesas es
mayor y se agrava en pacientes con sarcopenia.
Donde la pérdida de la acción protectora muscu-
lar, agrava los picos de presión y provoca mayor
tasa de talalgias, metatarsalgias y fracturas de es-
trés que en pacientes obesas sin pérdida muscu-
Figura 2. A: Visión plantar. Callosidades rocker 2; B: Callosidades rocker tipo 3. lar. Por lo que en estas pacientes debiera valorar-
se, como parte del tratamiento, la reintroducción
de la actividad física.
rocker (Figura 2A) y se caracterizan por su localización Igualmente, añadiremos la atrofia grasa dentro de
bajo las cabezas y sin extensión. Las callosidades de ter- las posibles causas de metatarsalgia secundaria. Wal-
cer rocker (Figura 2B), no estarán circunscritas bajo la deker(46) en su estudio defiende que la atrofia grasa per
cabeza, sino plantar y distal a las mismas. La rotación ex- se no es una causa de metatarsalgia. Levy(47) encuentra
terna de la pierna en la fase final de la marcha crea una resultados similares para las talalgias. Si bien hay auto-
fuerza de cizallamiento que hace que la callosidad sea res que defienden el autolipotrasplante(48), o el uso de
redondeada, difusa y tienda a expandirse distalmente y siliconas, otros advierten sobre su aparente inutilidad y
hacia otros metatarsianos. El resultado es un área más peligros(49).
difusa y de mayor tamaño. No todas estas condiciones afectan directamente a
En un pie con un metatarsiano largo respecto al res- la cabeza metatarsal, pero producen su sobrecarga, al
to (frecuentemente el segundo), por ejemplo, un index menos de modo indirecto.
minus o un hallux vagus con insuficiencia de primer ra- Un traumatismo puede fracturar el metatarsiano
dio presentará una callosidad bajo el segundo metatar- acortándolo, elevándolo o descendiéndolo. También
siano de tipo rocker 3, con una callosidad alargada difu- puede lesionar las partes blandas circundantes, creando
sa, que puede incluir el tercer metatarsiano. Pero en los una inestabilidad de la articulación metatarsofalángica
casos en los que aparece concomitante una lesión de la (MTF) en el plano sagital que provoque una elevación
placa plantar y la metatarsofalángica está luxada dorsal- de la falange y un descenso de la cabeza metatarsal(50).
mente, surgirá una callosidad sobre la callosidad, de lo Una inestabilidad multiplanar puede ser el resultado de
que podemos deducir un problema durante las fases de una rotura de los ligamentos colaterales y de la placa
rocker 2 y también en la de despegue o rocker 3. plantar, simultáneamente, secundario a una sobrecarga
Otras causas de metatarsalgia primaria incluyen ca- de la segunda MTF por insuficiencia del primer radio
bezas o cóndilos más anchos de lo normal. Esta defor- (index minus, hallux valgus), y a procesos inflamatorios
midad es rara y puede darse en tumores, infecciones, de la MTF.
malformaciones congénitas o factores hereditarios. El
antepié equino, como se ve en el pie cavo o en el equi-
no posterior, puede causar metatarsalgia primaria. Men- Iatrogénica (doctor, ¡me he operado
ción aparte merece la contractura del gastrosóleo, que y me duele!)
puede dar metatarsalgia de varias cabezas a la vez, y
que, de un tiempo a esta parte, ha ganado popularidad Es en ocasiones, es difícil explicar que, tras una cirugía,
en su estudio y tratamiento. persista o aparezca el dolor. En su trabajo Beech(51) rea-
liza un estudio exhaustivo del postoperatorio, practi-
cando en el 31,4% de los pacientes que se intervienen
Secundaria de hallux valgus sin sintomatología de metatarsalgia,
la cirugía preventiva de metatarsianos menores. En un
Las condiciones que pueden conducirnos a una me- 12,5% de éstos, aparece un dolor crónico que previa-
tatarsalgia secundaria pueden ser: la mala alineación mente no tenían.

58
A. Martín García, E. Díez Nicolás, R. Larraínzar

Es quizá más fácil explicar una transferencia sobre general bien tolerado, pero que puede hacer que hasta
unos dedos no intervenidos que sobre unos interveni- un 57,7% de los casos siga teniendo que ir al podólogo.
dos profilácticamente. De ahí que ciertos autores prefieran osteotomías a dis-
Es de interesante lectura el artículo de Feibel(36), en tancia de la articulación.
el que se recopilan unos 20 tipos de osteotomías dife- La persistencia de callosidades (36-56%) suele ser
rentes para los metatarsianos, tanto distales, diafisarias bastante bien tolerada. Desgraciadamente, ninguno de
como proximales. La monografía sobre la metatarsalgia los artículos analiza si cambia su morfología, pasando
del Foot and Ankle Clinics de diciembre de 2011, o los de una tipo rocker 3 a rocker 2 (que se justificaría por
artículos de Galluch(39) y Beech(51), que también recopi- un descenso relativo de las cabezas metatarsales por la
lan las osteotomías más frecuentes para el tratamiento técnica empleada, el Weil simple).
de las metatarsalgias. Las tasas de intolerancia de material son muy varia-
Pero ¿cuáles son las tasas de complicaciones publi- bles (3,9-29%). La sintomática puede ser el dolor, tanto
cadas? En la Tabla 2 hacemos una recopilación de algu- dorsal como plantar, por exceso de longitud del mate-
nos de estos estudios. Si bien la recogida de datos es, rial de osteosíntesis, o la propia rigidez.
en general, benévola para los autores, no usando siste- En general las transferencias (2-52%) se dan en el
máticamente las escalas disponibles (Kitaoka-AOFAS)(52). contexto de un desequilibrio en la parábola o una eleva-
Casi todos los estudios coinciden en unos resultados fi- ción excesiva de los metatarsianos intervenidos. Puede
nales similares, con unas tasa de éxito (excelente-bueno llevarnos a la necesidad de reintervención, que puede
o satisfacción percibida) de entorno al 80-85%. Eso nos llegar hasta el 21% de los casos.
deja un 15-20% de resultados insatisfactorios. No exis- Pseudoartrosis (en general, es el 0% en caso, de las
te una revisión basada en la evidencia que recomiende osteotomías de Weil y de hasta el 76% en las osteoto-
una técnica sobre otra. mías de tipo Helal). En caso de encontrar pseudoartrosis
Las complicaciones más frecuentes tras las osteoto- en el contexto de una osteotomía de Weil, generalmente
mías son: la rigidez (15-100%), aunque los dos únicos es- se dará en casos de osteotomías sin fijar o percutáneas,
tudios que la miden según la escala de AOFAS hablan de pero no son frecuentes, siendo más frecuente el retraso
una tasa de moderadas más severas, similares entorno de consolidación (Figuras 3 y 4).
al 70%. Ambos estudios comentan que se trata de una Las fracturas son raras y sólo un artículo hace referen-
complicación en general bien tolerada. Ésta se atribuye cia a ello (2,1%). Es posible que, en caso de importantes
a la técnica quirúrgica. La técnica usada fue la osteoto- retrasos u osteotomías largas, el dorso de la osteotomía
mía de Weil simple en ambos estudios, que provoca un quede debilitado, dando lugar a una fractura a la hora
descenso relativo del centro rotacional de las cabezas, de la introducción de los tornillos. Esto es más frecuente
respecto a los músculos intrínsecos. De ahí, las publi- en pies reumáticos, con mala calidad ósea. En estos ca-
caciones sobre las modificaciones de la osteotomía de sos, muchos cirujanos optan por dejar las osteotomías
Weil. Uno de los más conocidos es la triple osteotomía, libres, como si se tratase de una cirugía percutánea.
descrita por Maceira(53). Estas modificaciones buscan un La redislocación metatarsofalángica (Figura 1C) pue-
efecto controlado de retraso y elevación para evitar, de de darse hasta en el 15%. En el artículo de Vandeputte, no
este modo, el descenso relativo del centro rotacional, se analiza en qué casos se da más frecuentemente esta
provocando una acción extensora de los músculos in- redislocación. Hemos de valorar la cantidad de artículos
trínsecos, unos dedos en extensión, flotantes y con peor recientemente publicados referentes a la lesión de la pla-
contacto con el suelo, ya sea estático (dedo flotante) o ca plantar. Ésta explicaría algunos casos de dedos flotan-
dinámico (también denominado toe purchase impair, tes, persistencia de dolor y redislocación por inestabili-
que se basa en la capacidad de atrapar una hoja contra dad en el plano sagital. Fortin(55) propone que se necesita
el suelo con los dedos). un 48% menos de fuerza para luxar una metatarsofalángi-
Las tasas descritas de dedos flotantes (18-46,6%) y ca si están seccionados los ligamentos colaterales y que
de déficit de contacto a la flexión (toe purchase impair) sólo es necesaria un 29% de la fuerza si liberamos la placa
(18-43%) son todas en artículos que habían practicado plantar, de ahí que ciertos autores justifiquen la repara-
osteotomías de Weil simple. ción, que se puede realizar por una incisión vía plantar o
Algunos autores hablan de que la rigidez también se incluso a través de la misma incisión por la que se realiza
puede deber a la propia técnica, basada en una osteo- la osteotomía de Weil(56). Sin embargo, algunos cirujanos
artrotomía dorsal y a una rigidez poscicatricial. afirman la posibilidad de “autorreparación” de la placa
La consecuencia de esta rigidez en extensión es un plantar tras la eliminación de la causa lesiva.
dedo en garra que provoca una hiperpresión dorsal a Por tanto, en vista de los resultados anteriormente
nivel MTF y una persistencia de un callo tipo rocker 2. En expuestos, nos debemos plantear varios temas: por un

59
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

Tabla 2. Revisión de publicaciones y resultados metatarsalgia

N.o Excelentes/ Rigidez (mod/


Estudio Técnica Resto Notas
pies buenos sev/tot)
Ruiz Ibán et al.(76) Weil 48 87,5% 12,5% 66,7/8,3/75 8,3% intol. material; 2,1% fx
20% protrusión material: 2 requieren
reintervención; 6,7% transferencia
15 Weil 80% 20%
asintomática; 46,6% persistencia de
Trnka et al. (77)
30 callo
40% recurrencia; 60% transferencia;
15 Helal 53,3% 46,6% 93% subluxaciones en el
seguimiento; 13,3% pseudoartrosis
14% deshicencias de sutura; 3%
39/19/58 infección; 8,5% algodistrofia; 3%
Jarde et al.(6) Weil 70 65% 35% 75% limitación a trombosis pulmonar; 66% sin dolor;
la flexión 26% metatarsalgia persistente; 48%
persistencia de callosidad
Davies et al.(78) Weil 47 80 20 Retraso consolidación
Toe purchase impair 22%; callo
Vandeputte G et al.(79) Weil 37 86% 14% 36 persitente 25,5%; transferencia 14%;
15% de redislocación de MTF
Trnka et al.(80) Weil Intolerancia 29%; flotantes 46,6%
Floating toe:14%; plant. Kerat: 7%;
Khurana et al.(35) Weil 86 15%
MSV Rx
Callo persitente 56%; flotante
36%; toe purchase impair 18%;
Gibbard et al. (73)
Weil 33
transferencia 12%; reint 21%;
necesidad de callista en 57,7%
22% dedos flotantes; 11% toe
Tollafield et al.(81) Weil 36 76% satisfechos purchase impair; 8% transferencias;
36% callo persistente
85% (76% si Flotante 20%; 10% rígido; 15%
incluimos pacs. infección partes blandas; 1 paciente
O’Kane et al. (82)
Weil 21 15%
en clínica de que no se cuenta en clínica de dolor;
dolor) 1 SDRC
Flotante 33%; callo 36%; toe purchase
impair 43%; complicaciones 45%; 2%
Beech et al.(51) Weil 51 80% satisfechos 73/2/75%
transferencias; 39% resolución total;
47% resolución parcial
Midshaf
Galluch et al.(51) osteotomy 102 0,8% no unión; 3,9 % intol. material
RAFI
Midshaf
Spence et al.(83) osteotomy 76% pseudoartrosis
sin RAFI
Keratosis plantar 15%; metatatars.
No valorada,
traf. 3%; floatting 28,5%; (si asoc.
Migues et al. (59)
Weil 31 83,3% 16,7% (51% prehensión
a PIP artrod. 50%; si no 15%); 15%
plantar)
persist. de Kerat
25% toe purchase impair; 12,5%
deshicencia herida; 42,5%
Pontius et al.(44) V-osteotomy 29 transferencias; 52% transferencias
si fijación; 10% recurrencias; 30%
precisan callista; 35% precisa ortesis

Fx: fracturas; MTF: metatarsofalángica; MSV: metatarsal skiline views; PIP: proximal inter phallanx, interfalángica proximal;
RAFI: reducción abierta y fijación interna; SDRC: síndrome de dolor regional complejo.

60
A. Martín García, E. Díez Nicolás, R. Larraínzar

estas complicaciones. Por todo ello, a con-


tinuación enumeraremos las complicaciones
más frecuentes, e intentaremos sugerir algu-
nas opciones terapéuticas para las mismas.
Se denomina “dedo flotante” cuando
éste es incapaz de alcanzar el suelo durante
la fase de apoyo plantígrado. Es importante
anotar si esta deformidad ya estaba presente
antes de la cirugía inicial. Algunas alteracio-
nes de la estructura anatómica ayudan a pro-
longar este estado. La presencia de dedos
en garra o martillo intervenidos aumenta la
tasa de dedos flotantes; así, en el trabajo de
A B Migues presenta un 28,5% de dedos flotan-
tes, que se convierte en un 50% si a la osteo-
Figura 3. A: Pseudoartrosis de metatarsianos menores; B: Control posquirúrgico. tomía de Weil asociamos una artrodesis de
la interfalángica proximal (IFP). Para
evitar la retracción de partes blan-
das, Beech intenta hacer la incisión
intermetatarsal en vez de sobre el
metatarsiano, obteniendo una tasa
relativamente elevada del 33% de
dedos flotantes. O’Kane y Kilmar-
tin presentan unas tasas del 20%, y
Vandeputte del 15% de dedos flo-
tantes, respectivamente.
El dedo flotante se reconoce
como una complicación frecuente
tras la osteotomía de Weil. Son va-
A B rias las teorías que intentan explicar
la presencia de dedos flotantes tras
Figura 4. A: Pseudoartrosis de metatarsianos bilateral; B: Control posquirúrgico. las osteotomías de metatarsianos
centrales(58,59). Trnka(58), en un estu-
dio sobre cadáver, admite que es
lado, la tasa esperable de éxito; por otro, cómo aumen- difícil, si no imposible, la realización de la osteotomía de
tarla y, por último, cómo resolver los problemas que Weil paralela al plano del suelo, realizando de modo in-
puedan aparecer. voluntario un descenso de la cabeza y un ascenso relativo
Debemos pensar, si no hemos hecho un estudio pro- de la musculatura intrínseca, provocando una contractura
pio, que nuestros resultados no diferirán de estas pu- en extensión. Además, la placa plantar exhibe un compor-
blicaciones, con unos excelentes-buenos resultados en tamiento diferente tras una osteotomía, resultando una
torno al 80-85%; aunque la tasa de satisfacción percibida inestabilidad en el plano sagital. No sólo eso, durante la
por el paciente y la voluntad de repetir la operación pue- cirugía es para algunos habitual liberar tanto los ligamen-
de ser mayor. El 15-20% restante se debe diagnosticar y tos colaterales como la placa plantar, lo que favorece la
tratar como si se tratase de una metatarsalgia primaria. inestabilidad multidireccional de la metatarsofalángica. La
En la Tabla 3 se enumeran algunas complicaciones lesión de la placa plantar es un tema cada vez más estu-
así como sus posibles soluciones. En su artículo, Der- diado, pero que sigue generando controversia, como he-
ner(57) explica que, tras la revisión de unos 21 artículos mos explicado previamente, no pudiendo dar una reco-
que tratan sobre las complicaciones tras las osteotomías mendación basada en la evidencia sobre su reparación.
metatarsales, no encuentra evidencia científica sobre qué Otra teoría sobre la aparición de dedos flotantes
osteotomía es mejor según el caso. Del mismo modo, es el alargamiento relativo de las partes blandas tras
sólo encuentra opiniones de los autores, que los errores el acortamiento metatarsal, creando una laxitud en la
podían haber sido anticipados, y las publicaciones cien- musculatura intrínseca, extrínseca y en los ligamentos.
tíficas ofrecen muy poca evidencia sobre cómo abordar Derner explica que los músculos extrínsecos flexores

61
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

se ven más debilitados con una osteotomía simple de Sin embargo, no es infrecuente una elevación tras la ex-
Weil, lo que favorece la extensión. La cicatrización de la tracción de la misma, siendo la transferencia tendinosa
herida quirúrgica y de la artrotomía que se realiza dor- una opción con mayor potencial de éxito a largo plazo.
salmente tampoco ha de ser menos preciada. El uso de la estabilización con AK es controvertido,
Sin embargo, varias actitudes pueden ser tomadas dado el potencial lesivo a nivel MTF, la posible rotura de
tanto para evitar como para tratar el dedo flotante en material a este nivel, además de la posible movilización,
caso de aparición. En la cirugía primaria, la realización precoz o diferida, de la osteotomía que se acaba de rea-
correcta de una triple osteotomía con el fin de evitar lizar y de la dificultad técnica de alinear 4 huesos.
descensos de la cabeza parece ofrecer a algunos autores La realización de una osteotomía junto con un dedo en
la solución a este problema. Sin embargo, esta afirma- martillo aumenta la tasa de dedos flotantes(11), por lo que
ción carece de evidencia científica. Asimismo, evitare- una transferencia sería recomendable en estos casos.
mos la incisión directa sobre el metatarsiano, primando Si presenta una artroplastia previa, se realizará una
las incisiones intermetatarsianas y evitando importantes alargamiento de extensores, capsulotomía dorsal y la
disecciones de partes blandas. transferencia de flexor profundo a extensor.
Es importante mencionar que el alargamiento de Algunos autores defienden la reparación de la placa
estructuras dorsales es inadecuado cuando se realiza plantar con la misma vehemencia que Derner la trans-
como acto aislado, debiendo evitarse(57). La transferencia ferencia de flexores. Pendientes de estudios válidos
de flexores a extensores (junto con la artrodesis IFP para desde el punto de vista científico, parece razonable so-
evitar una hiperextensión) se ha mostrado como una op- pesar cualquiera de estas dos técnicas en presencia de
ción para la estabilización o para la flexión plantar de la un dedo flotante intraquirúrgico. El descenso del mismo
MTF. Una segunda alternativa es usar una Kirschner que evitará un dedo elevado, mejorará el contacto y fuerza
bloquee la MTF en flexión o posición neutra durante contra el suelo, evitará la subluxación y el efecto de pre-
unas 4 a 6 semanas, permitiendo la estabilización y la ci- sión sobre el metatarsiano (posible rocker 2), la posible
catrización de partes blandas en una posición adecuada. recidiva así como luxación metatarsofalángica.

Tabla 3

Problema Posible solución


Maluniones o malposiciones tras una osteotomía Aislada: repetir osteotomía correctamente
Múltiple: replantear cirugía
No uniones / consolidación o retrasos de la consolidación Retraso: esperar, tratamiento ortopédico
Pseudoartrosis: tratamiento quirúrgico
Mala elección del sistema de síntesis • Exceso: extracción (p. ej., tornillos largos,
exceso de material ≥ adherencias)
• Defecto: mala calidad ósea (AR), fractura: Weil sin fijar,
síntesis adminimun A-K
Lesiones nerviosas:
• Por conflicto de espacio • Rotación de la cabeza metatarsal
• Por lesión directa • Tratamiento del dolor
• Por atrapamiento cicatricial • Tratamiento del dolor o liberación
Problemas cicatriciales:
• Dolor en las cicatrices • Parches de lidocaína, tratamiento del dolor, resección cicatricial
• Retracción de partes blandas • Liberación, ver si no es realmente por descenso (Weil simple)
Retropié: retro en varo: sobrecarga de la columna externa Koutsogiannis invertido o Dwyer
Condiciones equinizantes.
• Anteriores: sustitución extensora: dedos en garra, • Intervención de Hibbs/Camera y Jones; tenodermodesis,
metatarsalgia rocker 2 transferencias tendinosas (p. ej., tib. posterior)
Lesión CPE
• Posteriores: lesión Aquiles/tobillo: lesiones nerviosas CPE: • Alargamiento de tríceps o gemelos según test Silfverskjöld
rocker 2
Intervenciones sobre el 1.er radio o falange: McBride, déficit Ver capítulo dedicado al hallux
de corrección, mal posición (p. ej., osteotomía elevadora),
resección, necrosis o fractura de la cabeza metatarsal

AR: artritis reumatoide; CPE: ciático popliteo externo.

62
A. Martín García, E. Díez Nicolás, R. Larraínzar

Rigidez metatarsofalángica bilidad tras la resección de la hipertrofia para evitar


y artritis postraumática conflictos de espacio; las atróficas requieren resección
del hueso necrótico y valorar el aporte de injerto que
Además del dedo flotante, la nueva biomecánica tras ayudará a la consolidación y permitirá mantener una pa-
la artroosteotomía puede condicionar una disminución rábola con una longitud y alineamientos adecuados. No
del rango de movilidad que clasificaremos en severa es infrecuente el uso de miniplacas, que se asocian a
(<30º), moderada (30 < 70º) y leve (>70º), según la escala una mayor rigidez posquirúrgica (Figura 3B).
de Kitaoka. El disbalance de los intrínsecos es de nue- Ninguno de los artículos estudiados se refiere a la
vo evocado como causa de rigidez, así como la propia malposición en rotación alterada, que es un mal fre-
osteoartrotomía. Pero no debemos olvidar que las pato- cuente, sobre todo en la cirugía percutánea, que en
logías intraarticulares, como artritis postraumáticas, en- general perpetúa la posición de los dedos en ráfaga pe-
fermedades degenerativas o inflamatorias, el Freiberg roneal. Suele ser bien tolerado por los pacientes, salvo
o cambios de las partes blandas periarticulares pueden entrecruzamiento. No recomendamos la liberación de
contribuir a los síntomas sin alivio tras una osteotomía partes blandas y capsulotomía dorsal aisladas, si la mal-
de acortamiento(11,60). posición obliga a la reintervención, abogamos por una
La prevención mediante la correcta realización de la osteotomía desrotatoria y fijación interna.
osteotomía, evitando el disbalance de intrínsecos y la fi-
sioterapia posquirúrgica, debieran en general impedir
casos graves de rigidez. Si la rigidez aparece podremos Lesiones por transferencia
tratarla mediante movilización precoz, rehabilitación, mo- y recurrencia
vilización bajo anestesia y liberación de partes blandas. En
caso de artrosis de la MTF, diferentes autores defienden Las lesiones por transferencia probablemente se pro-
las artroplastias(57), la resección de cabezas ya sea aislada duzcan por el mismo mecanismo que las metatarsalgias
o realineación, o la artrodesis MTF. Como hemos dicho, se primarias, igualmente ocurrirá con la progresión de las
trata de una complicación bien tolerada y que, mediante mismas. Es en esta área donde el pensamiento del ci-
tratamiento conservador, rara vez precisa de cirugía. rujano se torna más un arte que una ciencia quirúrgica.
Para desarrollar el entendimiento pleno de esta com-
plicación, es necesario un ejercicio de vista atrás para
Maluniones y no uniones estudiar minuciosamente nuestro análisis prequirúrgico,
así como las expectativas prequirúgicas.
Son en general debidas a errores intraoperatorios, fi- Intuitivamente, imaginamos que la metatarsalgia se
jación insuficiente o fallo del sistema de fijación. Hay debe a un problema en la interfase metatarsofalángica.
pocos estudios de analicen el tipo de fijación(61,62). Las Pero, estadísticamente, esta complicación puede sobre-
conclusiones que se pueden extraer son que las osteo- venir por un problema estructural debido a un metatar-
tomías de cuña dorsal y trazo trasversal son más favora- so elongado, descendido o con una morfología distal
bles a la consolidación, dado que se comprimen con la alterada (cabeza o cóndilo) relativa a los metatarsianos
carga, frente a las de trazo sagital, más inestables. adyacentes (Tabla 2). “Relativa” es la palabra clave. Pero
El respeto de la vascularización es importante, la no hemos de olvidar que no está sólo y que su interac-
rama que nutre la cabeza penetra en la unión metafiso- ción con los demás metatarsianos y con el resto del pie
diafisaria plantar (similar al primer radio)(63). Con la os- es fundamental en la dinámica de la marcha. Tendemos
teotomía de Weil respetamos esta zona. De este modo a pensar que el metatarsiano actúa como una unidad
evitamos las pseudoartrosis, las necrosis y artrosis pos- independiente dentro de la trasmisión de las fuerzas, y
quirúrgicas. que, si su situación en la parábola es correcta, su fun-
Ninguna otra osteotomía ha logrado las tasas de cionamiento debiera ser normal. Por tanto, un metatar-
unión de la osteotomía de Weil, pudiendo pensar que siano que estuviese elongado, descendido o alterado
presenta la menor tasa de no uniones de todas las os- en su forma sufrirá una mayor presión y otro que esté
teotomías disponibles para los metatarsianos centrales. elevado o más corto, creará una sobrecarga a los adya-
Según la experiencia del autor, las únicas pseudoartrosis centes.
han sido observadas en el contexto de la cirugía percu- Por tanto, podemos pensar que el objetivo de la ciru-
tánea (Figuras 3 y 4), pudiendo atribuir a una angulación gía será reponerlo en su posición dentro de la parábola.
errónea y a una probable lesión térmica dichos casos. Para ello, contamos en la evaluación prequirúrgica con
El tratamiento no difiere de las pseudoartrosis en las Rx en carga AP de ambos pies. Esta radiografía está-
otras localizaciones. Las hipertróficas requieren de esta- tica nos aportará información sobre la longitud relativa

63
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

de unos metatarsianos frente a otros, pero no nos dará limitaciones y preguntas sin respuesta quedan pendien-
información sobre los planos sagital o frontal ni sobre tes respecto a la anatomía, la función, la patomecánica,
el comportamiento dinámico en el plano transversal así como del desarrollo de la metatarsalgia, su recurren-
(cuando los síntomas suelen ocurrir). Intuimos que los cia y las lesiones por transferencia.
metatarsianos de longitud dispar no sólo se extienden • ¿Son las radiografías estáticas una representación
distalmente, sino que lo hacen y con una declinación válida de la mecánica metatarsal distal? La me-
diferente hacia plantar. tatarsalgia es un problema funcional que puede
Es igualmente frustrante, como decíamos al inicio ha- verse afectado por la hipermovilidad metatarsal,
blando de las fórmulas de Viladot, que ninguna fórmula luxación y subluxación de los dedos, patología in-
sea per se anómala, pudiendo encontrar pies que en el traarticular y alteraciones estructurales estáticas.
plano radiológico son “anormales” pero completamen- Las radiografías anteroposteriores en carga no tie-
te asintomáticos. De ahí la importancia de tener unos nen en cuenta estos aspectos ni la estructura ana-
métodos cada vez más fiables de medición y métodos tómica durante las fases de la marcha. Particular-
más reproducibles, junto con unos estudios basados en mente, en los casos de transferencia y recurrencia.
la evidencia científica. El uso de la podobarometría, en estos casos, es
Las proyecciones axiales de sesamoideos (Figura quizá un arma a tener en cuenta(29).
5A), la MSV o la axial en carga son diferentes métodos • ¿Cuál es la correlación entre la anomalía estructural
que se han usado para evaluar en el plano sagital la po- y los síntomas? Hoy en día no tenemos resultados
sición relativa entre los diferentes metatarsianos, apor- basados en la evidencia científica que correlacio-
tando una idea sobre la altura relativa. nen las mediciones con las dolencias. Los cirujanos
Asumimos que la posición relativa de las cabezas del pie tienen discrepancias clinicorradiológicas
metatarsales es igual en la posición estática (nuestras que crean dudas en cuanto a la importancia de la
radiografías estándar) en concepto de altura, que du- recreación estricta de la parábola. Son, por tanto,
rante el ciclo de la marcha. necesarios estudios rigurosos desde el punto de
Hemos hablado ya de las diferentes técnicas de me- vista científico, basados en escalas y mediciones
dición y de su variabilidad interobservador. Pero no he- reproducibles.
mos de olvidar que no todas ellas son tomadas del mis- • ¿Qué es más importante, acortar o elevar? Según
mo modo, por lo que puede ser una causa de error. El algunos autores no sabe si es más beneficioso acor-
método de Maestro advierte sobre este peligro. Habla tar que elevar, o al contrario, basándose en estudios
de las diferentes formas de las cabezas metatarsianas y de éxito con osteotomías de ambos tipos(57,64). Algu-
del aspecto de las cuneometatarsianas según el ángulo nos estudios justifican de modo matemático el uso
de incidencia, explicando que su método de medición de osteotomías, ya sean metafisarias o diafisarias,
es (teóricamente) el que menos influido se ve por esta que tengan un efecto mixto de elevación y acorta-
variación (o vena artística del técnico de rayos que bus- miento siguiendo el eje diafisario de declinación. A
ca nuevas perspectivas del pie). Debemos advertir, de nivel podobarométrico, se explica que es necesaria
todos modos, que hemos de evitar operar radiografías una osteotomía suficiente para tener una reducción
y que la observación de las queratosis y del conjunto efectiva de la presión bajo las cabezas metatarsa-
del pie es fundamental. Desafortunadamente, muchas les. Dreeben(29) explica mediante la podobarometría
que en un pie normal
la presión bajo el se-
A B gundo es 13 psi y, en
uno sintomático, 22,0
psi. Si elevamos 4,5
mm se relaja 7 psi y,
si lo hacemos menos
de 3,5 mm, probable-
mente siga sintomá-
tico, disminuyendo
sólo 1,5 psi.
Otro aspecto a te-
ner en cuenta tanto
Figura 5. A: Visión axial radiológica de cabezas metatarsales; B: Fotografía de la misma: nótese la elevación en las metatarsalgias
de los metatarsianos centrales. primarias como en las

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A. Martín García, E. Díez Nicolás, R. Larraínzar

recidivas es el pie equino. Si bien la evaluación preope- teotomía oblicua o en Z de deslizamiento(71). Los alar-
ratoria está centrada en el antepié, esto no excluye otras gamientos rara vez son necesarios y se han descrito en
fuerzas patológicas. Curiosamente, gran parte de lo que casos de amputación de la cabeza metatarsal(72). Habla-
sabemos sobre esta faceta de la metatarsalgia se infiere remos de déficit si la elevación y retraso de los metatar-
de la investigación sobre úlceras del pie diabético. De sianos intervenidos se evalúa como correcta pero no se
hecho, el equino no ha sido descrito tradicionalmente han intervenido los “suficientes” metatarsianos, o si por
como una fuente de quejas del antepié(65,66). La tríada de el contrario la parábola es correcta pero encontramos
neuropatía, isquemia y trauma está bien establecida con callosidades de tipo rocker 2, no existiendo componen-
respecto al desarrollo de lesiones en el antepié diabéti- te flexor del tobillo y la causa es achacable al descenso
co. La contribución de tobillo equino como una causa de relativo de el/los metatarsianos afectados. La hipoco-
hiperpresión del antepié ha sido un importante foco de rrección es muy difícil de evitar. ¿Cuánto es suficiente?
atención(67-69), apreciando mayores tasas de curación tras Intraoperatoriamente es difícil de medir y depende de
la relajación de la musculatura equinizante, por lo que las sensaciones del cirujano. No existe una medición
esta condición debe ser tenida en cuenta tanto en las conocida, por eso se describen muchas variaciones a
recidivas como en la exploración inicial. la técnica original de Weil. La más conocida es la triple
La transferencia se debe, en ocasiones, a una hiper- osteotomía de Maceira, que persigue un acortamiento
corrección (Figura 5) o por un mal cálculo de la parábola controlado siguiendo el eje diafisario del metatarsiano,
(Figura 1C). En la planificación preoperatoria, podemos al igual que las osteotomías diafisarias. Igualmente, son
ver que, pese a que la patología sólo afecta a uno o de utilidad en las cirugías la MSV descrita previamente
dos metatarsianos, externamente, puede ser necesaria (sobre todo, en las cirugías de rescate de metatarsalgias
la ampliación de la intervención a otros metatarsianos secundarias). No es inusual ver cómo la naturaleza a ve-
para evitar la transferencia(64). En las técnicas percutá- ces ayuda y se producen autoajustes mediante fracturas
neas, este planteamiento es difundido por De Prado(70), de estrés. Si la naturaleza no obra, en este mismo caso
de acuerdo con los criterios de la fórmula de Leventin, si no presenta condiciones equinizantes y se trata de
es decir, realizar osteotomías del segundo al cuarto me- un descenso real del centro rotacional de las cabezas
tatarsianos en las metatarsalgias localizadas a la altura metatarsales, existe una multitud de osteotomías ya sea
del tercer metatarsiano y realizar osteotomías del tercer proximales (Denis, Goldfard, BRT) como distales (Wolf
al cuarto metatarsianos en las metatarsalgias localizadas modificada por Leventen y Pearson o la osteotomía de
a la altura del cuarto metatarsiano. Pero este plantea- Schwartz(73) –una osteotomía a medio camino entre el
miento no sigue los criterios estrictos ni de Weil ni de BRT y el Wolf modificado–).
Maestro. Weil se basa en una osteotomía paralela al Mención aparte merece el pie cavo con metatarsal-
suelo para retrasar sin, en teoría, descender y Maestro gia. Se trata de una patología compleja que no debe ser
en un escrupuloso plan milimétrico. Según los artículos abordada por cirujanos inexpertos en el tratamiento del
de cirugía percutánea es difícil obtener retrasos supe- pie cavo. Con mucha frecuencia las osteotomías de los
riores a 5 mm de media incluso realizando osteotomías radios medios son insuficientes, debiendo valorar tam-
más oblicuas de las recomendadas por De Prado a 45º bién las osteotomías de primer y quinto radios. El pie
del plano de apoyo. cavo presenta, además, la migración distal de la almo-
En general, recomendamos valorar no sólo los meta- hadilla plantar, la presencia de dedos más o menos es-
tarsianos con una callosidad bajo ellos, sino el conjun- tructurados en garra y un medio y retropié que también
to de la paleta metatarsal. El cirujano debe considerar ayudan, en mayor o menor medida, a la metatarsalgia.
la mejor fórmula; aunque ésta no asegure un resultado No es raro ver a pacientes con pies cavos con dolores
perfecto, da al paciente la mejor oportunidad de éxito. residuales, pese a cirugías “poco agresivas” de dedos
El tratamiento de las lesiones por transferencia son o metatarsianos aislados. Johnson(74) acuña el término
un auténtico desafío para el cirujano. Es necesario eva- de surgical cripple como aquellos pies que, habiéndose
luar el motivo de transferencia, ya sea por déficit o por sometido a varias cirugías, estaban significativamente
exceso; analizando, a la vista de los resultados, si la peor que antes, con 20 pacientes con una media de 6
técnica empleada fue adecuada al tipo de patología. intervenciones(3-12), con incapacidad por el dolor de los
Si hablamos de exceso, el acortamiento y/o elevación pies. Lo que aquí definiríamos de modo poco académi-
serán mayores de lo que en un principio era necesario. co como “catrasca”. El pie cavo es una trampa para el
En caso de elevación excesiva, se ha de considerar una cirujano inexperto.
cirugía flexora, que se llevará a cabo mediante una os- En su artículo, Kilmartin(75) recopila las cirugías de res-
teotomía flexora en V u oblicua. Si es un déficit mixto cate que realiza en su centro dedicado específicamente
por elevación y acortamiento, se puede valorar una os- a la cirugía del pie. Tras tratar a 244 pacientes con dolor

65
Dolor posquirúrgico del antepié: metatarsianos menores

posquirúrgico, de los cuales 68 ortopédicamente y 176 9. Carles M (e-libro Corp). Responsabilidad por una práctica médica
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68
3.3 Caso clínico: Hallux rigidus bilateral.
Tratamiento mediante artroplastia y
artrodesis tras luxación de artroplastia

Andrés Saldaña Díaz, Jaime Sánchez Lázaro, Luis Rafael Ramos Pascua
Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología
Complejo Asistencial Universitario de León

Introducción Clínicamente la enfermedad se manifiesta por dolor


de características mecánicas. Inicialmente en la fase de
La articulación metatarsofalángica es una de las articu- despegue, para generalizarse a medida que avanza el
laciones más propensas al desarrollo de una artritis de- proceso. Se asocia a tendinitis del tendón extensor del pri-
generativa, debido a su función durante la marcha. Por mer dedo y síntomas de compresión nerviosa, tales como
ese motivo el hallux rigidus es la segunda patología más disestesias, parestesias o hiperestesias, por afectación del
frecuente a ese nivel, después del hallux valgus(1). La ar- nervio cutáneo dorsomedial(6). En la exploración física se
ticulación es de tipo bisagra, con 4 centros instantáneos suele observar una prominencia dorsal asociada a bursitis
de rotación, realizando un movimiento combinado de local. Con motivo de la limitación de la movilidad metatar-
rodamiento, deslizamiento y compresión. Esta última se sofalángica, se produce una hipermovilidad de la interfa-
produciría en la zona dorsal de la articulación durante la lágica del primer dedo, del mismo modo que una marcha
dorsiflexión forzada(2). En condiciones normales, la movi- supinadora, que puede provocar la aparición de una callo-
lidad articular en el plano sagital es de 42º a 60º. sidad a nivel de la cabeza del quinto metatarsiano.
Aunque inicialmente fue descrito por Davies-Colley(3) El tratamiento, así como el pronóstico de la afección,
en 1887, denominándole hallux flexus, debido a la posi- dependen de su estadio evolutivo, que se basa en el es-
ción en flexión de la primera falange respecto al meta- tudio radiográfico en proyección dorsoplantar y lateral
tarsiano, meses más tarde Cotterill(4) lo denominó hallux en carga. En estos estudios podríamos apreciar una dis-
rigidus, debido a la limitación de la movilidad y al do- minución no uniforme del espacio articular, osteofitos a
lor, distinguiéndose del hallux limitus (término admitido nivel de la cabeza metatarsiana y de la falange proximal,
por la Organización Mundial de la Salud en 2005) por- esclerosis subcondral, quistes subarticulares e hipertro-
que en éste hay reducción de la movilidad y en aquél, fia sesamoidea(1). Coughlin y Shurnas(6) clasifica el hallux
ausencia(1). rigidus en cuatro estadios:
La etiología del hallux rigidus, en un 80% de los casos • Estadio I: presencia de osteofito marginal lateral,
bilateral(5), es multifactorial, citándose antecedentes fami- con conservación de la interlínea articular.
liares, traumatismos y artropatías sistémicas, entre otras, • Estadio II: osteofito lateral, esclerosis subcondral
que deforman la cabeza o destruyen la articulación. Otros con un osteofito dorsal del metatarsiano y afecta-
factores implicados serían el calzado inapropiado, el ha- ción de la interlínea articular.
llux valgus, el pie plano, la hipermovilidad del primer rayo, • Estadio III: osteofito dorsal y lateral evidentes, afec-
la coalición tarsiana, la contractura de las partes blandas, tación de los sesamoideos y deterioro grave de la
la osteocondritis disecante, la morfología irregular de la interlínea, con pinzamiento articular superior a un
articulación, los trastornos neuromusculares, la iatrogenia cuarto de la articulación.
(especialmente secundaria a la corrección de la base de la • Estadio IV: osteofitosis severa asociada a destruc-
primera falange) y las anomalías de la marcha(1). Aunque ción de las superficies articulares.
no se han encontrado evidencias que demuestren dife- Los métodos de tratamiento del hallux rigidus son
rencias etiológicas por edades, en la adolescencia la pa- múltiples(7), resumiéndose en conservadores (con mo-
tología pudiera ser secundaria a una deformidad primaria, vilización, manipulaciones, estiramientos, electrotera-
mientras que en los adultos sería secundario a una artritis pias, plantillas y ortesis; incluyendo medidas farmacoló-
degenerativa, con una mayor incidencia en mujeres(5). gicas con AINE, infiltraciones de ácido hialurónico y de

69
Hallux rigidus bilateral

Figura 1. Hallux rigidus pie izquierdo estadio III Coughlin y Shurnas.

corticoides y tratamientos tópicos) y quirúrgicos. Entre realizado. Los procedimientos quirúrgicos conservado-
éstos, podríamos distinguir dos categorías: la de los mé- res tienen más riesgo de recidivas; la resección artro-
todos que conservan la articulación (queilectomía, osteo- plastia tipo Keller, también, además de metatarsalgias
tomía de la falange y osteotomía del metatarsiano) y la de transferencia y pérdida de la potencia flexora del pri-
de los que no (artroplastia excisonal, artroplastia de inter- mer dedo; mientras que las artrodesis pueden compli-
posición, artrodesis, hemiartroplastia y artroplastia total). carse con pseudoartrosis y con alineaciones incorrectas.
Al respecto de la artroplastia metatarsofalángica de Las artroplastias y las hemiartroplastias, por su parte,
sustitución, la primera publicación se remonta a Hueter, en suelen complicarse con luxaciones, movilización de sus
el año 1887, si bien fue Swanson(8) quien presentó los pri- componentes, rotura de los materiales o reacciones se-
meros resultados de series con más entidad. Los primeros cundarias al material implantado.
implantes utilizados fueron acrílicos, sustituyéndose des-
pués por las hemiartroplastias metálicas, que dieron paso,
en los años sesenta, a implantes de silicona, que también Caso clínico
se abandonarían para ser sustituidos por los de cromo-
cobalto, titanio y, en la actualidad, de cerámica(9,10). Paciente mujer de 61 años diagnosticada de hallux rigi-
Las complicaciones de la cirugía del hallux rigidus son dus bilateral sintomáticos y programada para implantar
múltiples y están en relación con el proceso quirúrgico una artroplastia total metatarsofalángica (Figura 1).

Figura 2. Hallux rigidus pie derecho, estadio IV Coughlin y Shurnas.

70
A. Saldaña, J. Sánchez Lázaro, L.R. Ramos

Figura 3. Prótesis total TOEFIT-PLUSTM pie izquierdo.

esponjosa. Se rosca el componente proximal mediante


el destornillador hexagonal y se introducen las pruebas
proximales y distales. Una vez realizado el implante de
prueba, se comprueba bajo tracción axial una correc-
ta hendidura articular, por lo que realiza el roscado del
componente de la primera falange y la implantación de
la prótesis definitiva: TOEFIT-PLUS TM (Plus Orthopedics
AG, Switzerland) XS, metatarsal xs inserto 11 mm cabeza
6 (Figura 2).
La evolución postoperatoria discurrió sin inciden-
tes, con descarga del miembro durante una semana y,
después, deambulación con ortesis específica durante 6
semanas. Se realizaron controles clínicos y radiográficos,
que fueron satisfactorios, a los 15 días, al mes y a los 3
meses, continuándose cada 6 meses.
Al cabo de 9 meses, se realiza la misma intervención
Figura 4. Luxación medial, prótesis TOEFIT-PLUSTM pie derecho. en el pie derecho (Figura 3), implantándose idéntica
prótesis TOEFIT-PLUS TM (Plus Orthopedics AG, Switzer-
land), falange S, metatarsal XS, cabeza 6, inserto 11 mm,
Antecedentes personales: alergia a estreptomicina, asociado a tenotomía de flexor y extensor del segundo,
aminoglucósidos y betalactámicos; hipertensión arte- con el mismo plan postoperatorio.
rial; síndrome depresivo, y cirugía vertebral previa (fu- A las 3 semanas de la intervención, sin embargo, la
sión L4-L5). paciente comienza con una secreción serosa, asociado
Previo estudio preoperatorio y bajo anestesia regio- a dehiscencia de la herida quirúrgica, que motiva el
nal, se realiza un abordaje longitudinal medial en el pie desbridamiento en quirófano. En el mismo, se evidencia
izquierdo, con exposición de la articulación previa esci- un abundante tejido fibroso y se realizan cultivos, que
sión longitudinal de la cápsula. Se extirpan los osteofitos resultarán negativos. Cuatro meses más tarde, por per-
y se movilizan los huesos sesamoideos, procediéndose sistencia de dolor y con luxación medial de la prótesis
a continuación a la resección de la base de la primera fa- en la radiografía (Figura 4) se decide la reconversión de
lange y perforación central con el punzón. Se finaliza con la artroplastia en una artrodesis, realizándose ésta sin
la fresa distal, un fresado en paralelo al eje longitudinal incidencias con aporte de autoinjerto de cresta iliaca y
de la primera falange. A nivel metatarsal distal, se extir- fijación con una placa Synthes LCP® de 5 agujeros, con
pan los osteofitos y se realiza una osteotomía perpendi- una alineación de 10º de flexión dorsal y 15º de meta-
cular al plano de apoyo del pie, desde dorsal a plantar. tarsofalángico, con tenotomía de alargamiento del ten-
Posteriormente, se realiza un orificio central con una dón extensor del primer dedo (Figura 5). La paciente fue
broca de 32 mm y, a continuación, fresado de la región mantenida en descarga durante 8 semanas y, después,

71
Hallux rigidus bilateral

Figura 5. Artodesis metatarsofalángica del pie derecho.

con carga parcial hasta la consolidación y mejoría sinto- 8 puntos con la actividad. La movilidad metatarsofalángi-
mática. ca fue de 44º, con una flexión dorsal de 23º y una flexión
plantar de 21º. Radiográficamente, se observa un buen
alineamiento de los componentes protésicos, con un án-
Resultados gulo metatarsofalángico de 5º e intermetatarsal de 8º, sin
signos de aflojamiento ni de infección a ese nivel.
A los dos años de la primera intervención, la paciente no En el pie derecho, la prótesis se complicó con una
refiere dolor en el pie izquierdo, con deambulación nor- infección precoz de la herida quirúrgica (sin confirma-
mal y ninguna callosidad. En la escala AOFAS, el valor ción microbiológica) y con luxación del implante, que
postoperatorio fue de 91 puntos, consiguiéndose con justificó su rescate con una artrodesis. Al cabo de 6 me-
respecto a los valores preoperatorios una reducción de 7 ses, se objetivó una reducción de 3 puntos en la escala
puntos en la escala visual analógica (EVA) en reposo y de EVA en reposo y de 2 puntos con la deambulación. En

Figura 6. Control radiográfico 26 meses postinterevención en la artroplastia y 12 meses en la artrodesis.

72
A. Saldaña, J. Sánchez Lázaro, L.R. Ramos

la escala AOFAS, el valor postoperatorio obtenido fue que debiera deparar un buen resultado, como así fue.
de 63 puntos, con signos radiográficos de fusión y un De cualquier forma, con respecto al mejor método de
ángulo metatarsofalángico de 5º e intermetatarsiano de tratamiento del hallux rigidus, partiendo de que de-
12º (Figura 6). En la deambulación se apreciaba falta de pende del estadio de la enfermedad y de factores del
la fase de despegue, asociada a una leve metatarsalgia paciente, se precisan de más estudios clínicos prospec-
de transferencia sin callosidad. tivos aleatorizados para la decisión(18).

Discusión Bibliografía
Desde que Davis-Colley(3) definiera la enfermedad, han 1. Zammit GV, Menz HB, Munteanu SE, et al. Interventions for trea-
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los métodos conservadores han demostrado ser efectivos 2. Ramanathan A, Fadel G, Jain A, Abboud R. Press-fitt ceramic im-
y deben considerarse como primera opción(1). Sin embar- plant arthroplasty of the hallux metatarsophalangeal joint- Eva-
go, cuando existe una importante afectación articular y luation of outcomes. The Foot 2008; 18: 34-9.
las medidas conservadoras han fracasado, el tratamiento 3. Davies-Colley N. Contraction of the metatarsophalangeal joint of
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opciones que respetan la superficie articular son menos clasificación y tratamiento. Rev Esp Cir Ortop Traumatol. 2010; 54
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las artroplastias de sustitución o las artrodesis. 6. Coughlin MJ, Shurnas PS. Hallux Rigidus: Demographics, etiology
La artroplastia intenta reproducir la funcionalidad ar- and radiographic assessment. Foot Ankle Int 2003; 24: 731–43.
ticular anterior a su afectación. Los implantes de silico- 7. Galli M, Hyer C. Hallux rigidus: what lies beyond fusion, resectional
na, aunque con buenos resultados en muchos estudios, arthroplasty, and implants. Clin Podiatr Med Surg 2011; 28: 385-
particularmente en el tratamiento de la artritis reumatoi- 403.
de(10), son motivo de problemas de biocompatibilidad, 8. Swanson AB, Lumsden RM. Silicon implant arthroplasty of the
en forma de reacciones granulomatosas o linfadenopa- great toe. Clin Orthop 1979; 142: 30-43.
tías inguinales, amén de romperse con relativa facilidad. 9. Simpson-White R, Joseph G, Khan M. Prosthetic replacement ar-
Por todo ello, se sustituyeron por implantes de bioma- throplasty as a salvage operation for failed procedures of the first
teriales metálicos y cerámicos(11-13), tampoco libres de metatarsophalangeal joint: A small series and literature review.
complicaciones(14,15). Sus resultados son controvertidos, The Foot 2007; 17: 174-7.
aunque se han publicado estudios con un 80% de satis- 10. Arbuthnot JE, Cheung G, Balain B, et al. Replacement arthroplasty
facción de los pacientes(2). of the first metatarsophalangeal joint using a ceramic-coated en-
La artrodesis metatarsofalángica, por su parte, es un doprosthesis for the treatment of hallux rigidus. J Foot Ankle Surg
método efectivo para el tratamiento del hallux rigidus, 2008; 47 (6): 500-4.
disminuyendo el dolor, mejorando la deambulación y fa- 11. Sung W, Weil L, Scott L, Stark T. Total first metatarsophalangeal
cilitando la utilización de diferentes calzados(16). Existen joint implant arthroplasty: A 30 year retrospective. Clin Podiatr
múltiples métodos para realizar la fijación, que incluyen Med Surg 2011; 28: 755-61.
agujas, tornillos y/o placas, a menudo con la convenien- 12. Omonbude O, Faraj A. Early results of ceramic/ceramic first meta-
cia de aportar injerto óseo. Entre las posibles compli- tarsophalangeal joint replacement. The Foot 2004; 14: 204-6.
caciones del procedimiento, además de la pérdida de 13. Chee Y, Clement N, Ahmed I, Thompson C, Gibson J. Functional
la movilidad y su repercusión en la marcha, está la in- outcomes following ceramic total joint replacement for the hallux
fección(14,15) y la pseudoartrosis, cuya incidencia depen- rigidus. Foot Ankle Surg 2011; 17: 8-12.
de del método de fijación utilizado. En el caso de la ar- 14. Sloan A, Rammaswamy R, Hariharan K. Revision arthroplasty for
trodesis con placas por vía dorsal, como fue en nuestro failed first metatarsophalangeal joint arthroplasties with ceramic
caso, varía entre el 0 y el 6%(17). arthroplasty and impaction bone grafting. Foot Ankle Surg 2004;
Nuestro caso, que no deja de ser anecdótico, es 10: 23-7.
ejemplo de lo que se puede esperar de una artroplastia 15. Gupta S, Mallya N. Toefit-plus replacement of the first metatarso-
y una artrodesis. Aquélla puede evolucionar de forma phalangeal joint of the first toe: A short-term follow-up study. The
satisfactoria o complicarse y precisar de una artrodesis, Foot 2008; 18: 20-4.

73
Hallux rigidus bilateral

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74
NO QUIRÚRGICO
4 Tratamiento no quirúrgico
del pie doloroso
Alejandro Ortega Romero
Servicio de Anestesiología y Tratamiento del Dolor. Hospital Monográfico
de Traumatología y Rehabilitación ASEPEYO. Coslada (Madrid)

Introducción principio de progresividad en los tratamientos puede


ser eficaz en dolor leve moderado, pero en dolor muy
El pie puede ser asiento de procesos dolorosos de muy intenso debemos aplicar el concepto de “ascensor” te-
diversa índole: estructuras periarticulares (tendones, rapéutico y recurrir a los tratamientos más invasivos que
bursas, fascias), nervios periféricos, huesos, vasos, piel intenten lograr un alivio eficaz del dolor(1).
y tejido subcutánaeo. No hay que olvidar que, en oca-
siones, el dolor del pie puede ser referido o irradiado
de la columna lumbar, rodilla o de origen isquémico por Etiología y fisiopatología
enfermedad vascular periférica. Por otro lado, nos pode- del dolor del pie
mos encontrar pacientes que, tras una o varias cirugías
del pie, presentan un dolor posquirúrgico igual o mayor La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor
que el que tenían previo a la cirugía y donde no es po- (IASP) define el dolor como “una experiencia sensorial y
sible ofrecerles nueva intervención quirúrgica, estable- emocional desagradable asociada con daño tisular real
ciéndose un dolor crónico del pie. Toda esta variedad o potencial, o descrita en relación con dicho daño”. El
etiológica hace que el diagnóstico fisiopatológico del dolor se puede clasificar de acuerdo a diferentes pará-
dolor del pie sea difícil y nos obliga a realizar un aborda- metros, como duración (agudo o crónico), intensidad
je terapéutico multidisciplinario de la forma más precoz (leve, moderado o severo), causa (inflamatorio, neoplási-
posible. co) o mecanismo (nociceptivo o somático, neuropático)
Está demostrado que aquellos pacientes con más (Tabla 1).
intensidad de dolor agudo no controlado y mayor tiem- El dolor como sistema de defensa es, por definición,
po de dolor crónico sin tratamiento eficaz desarrollan agudo. La advertencia de peligro o la señal de lesión con-
con más probabilidad síndromes de dolor crónico. El ducen a un cambio de conducta y a una nueva situación

Tabla 1. Características de los mecanismos del dolor

Respuesta a
Etiología Localización Carácter Síntomas asociados Procesos
tratamiento
Dolor neuropático
Neuralgia Falta de repuesta
Pérdida o alteración de
Lesión del sistema Puede ser referido Severo, constante, posquirúrgica, a AINE y opioides
la sensación (parestesia,
nervioso periférico al dermatoma quemante, cortante, polineuropatía necesidad de
disestesia, hiperestesia,
central correspondiente a veces paroxismos diabética, dolor tratamiento
alodinea)
postamputación coadyuvante
Dolor nociceptivo o somático
Activación de los Articular, dolor
nocicecptores Sensación de peso, El dolor aumenta con los miofascial,
Bien localizado AINE y opioides
superficiales (piel) y opresivo movimientos fracturas,
profundos (tisulares) inflamatorio

AINE: antiinflamatorios no esteroideos.

77
Tratamiento no quirúrgico del pie doloroso

que evite la persistencia del dolor. El dolor crónico, por • Dolor neuropático: causado por el daño en las fi-
tanto, es siempre indicio de una situación cerebral anor- bras nerviosas o disfunción en el sistema nervioso
mal. En las enfermedades crónicas en las que se produ- central y/o periférico. El dolor neuropático suele
cen síntomas dolorosos nociceptivos (articulares, inflama- tener una distribución dermatómica y se acompa-
torios, etc.) tal dolor es crónico. A esto se le llama “dolor ña de alteraciones de la sensibilidad en forma de
persistente”. También puede haber individuos que su- sintomatología positiva, como parestesias y dises-
frieron un dolor nociceptivo inicial intenso, capaz de ex- tesias, y por signos negativos, como déficit senso-
citar repetidamente las redes neuronales que se hallan rial, aunque es posible objetivar dos tipos básicos
en las áreas límbicas, prefrontales y frontales. Estos cir- de dolor en los pacientes con dolor neuropático:
cuitos tienen también relaciones con funciones afectivas − Dolor constante y/o paroxístico espontáneo inde-
y con sistemas de memoria y de llamada de recuerdos. pendientemente del estímulo: se caracteriza por
Por tanto, la existencia de estos sistemas de memoria y ser cortante, lancinante, eléctrico, punzante o que-
de una repetida o intensa excitación álgica inicial favo- mante, tanto en reposo como con el movimiento.
rece una facilitación para una excitación posterior, pero Está relacionado con la actividad espontánea de
esta vez incluso con estímulos mínimos o colaterales. En las fibras C-nociceptivas y por la sensibilización
estos casos, la categoría del dolor goza de las mismas de las neuronas del asta dorsal.
características del dolor nociceptivo inicial que lo consti- − Dolor evocado por estímulos: es un componente
tuyó. Y ésta es la queja del paciente que no va a señalar- común en las lesiones de los nervios periféricos
nos su cerebro, sino el área en la que el cerebro localiza y tiene dos características clave, la hiperalgesia
la sensación dolorosa. Esto se hace más evidente cuando y la alodinia, como resultado del procesamiento
el paciente va recuperando el aspecto trófico normal del anormal del flujo nociceptivo. La alodinia se pue-
pie tras una lesión o cirugía y el dolor persiste o aumenta. de desencadenar por la acción de la fibra A-beta
Además, el dolor del pie, a diferencia del dolor en los que disminuyen su umbral sobre el sistema nervio-
miembros superiores, implica una limitación de la movi- so central o sobre la reducción del umbral de los
lidad de todo el cuerpo y puede generar zonas de dolor nociceptores de la periferia.
secundario en toda la pierna y en la columna. Se han identificado, por lo menos teóricamente, múl-
Algunos autores establecen que la memoria del do- tiples mecanismos fisiopatológicos que pueden generar
lor es la causa más frecuente de dolor crónico y su res- la sintomatología dolorosa, tanto en el sistema nervioso
puesta inicial al tratamiento placebo de cualquier tipo periférico como en el central, pero la realidad es que
es comparable a la de cualquier potente analgésico de es difícil demostrar el mecanismo particular que produ-
los indicados en dolor nociceptivo(2). Ésta es la razón por ce el dolor neuropático en cada individuo. Por tanto, el
la que recientemente se propone por parte del médico diagnóstico se debe basar en una meticulosa historia
una conducta de “explicar el dolor” y sus mecanismos clínica (anamnesis, test de orientación diagnóstica), ex-
neurobiológicos a los pacientes como primera medida ploración física y neurológica, diagnóstico topográfico
de enfoque cognitivo que pueda ayudar a mejorar los de la lesión (pruebas complementarias) y diagnóstico
síntomas. Además, debemos enfocar el manejo del pa- etiológico de la lesión(3).
ciente desde una visión sociofamiliar y cultural, con un La combinación de ambos dolores, neuropático y so-
correcto diagnóstico fisiopatológico antes del uso de mático, al mismo tiempo es posible en una región como
nuestro arsenal farmacológico o de técnicas invasivas. el pie que, además de su movilidad articular compleja,
• Dolor nociceptivo somático: causado por la esti- debe soportar todo el peso del cuerpo. El edema y el
mulación de los receptores de dolor en el tejido dolor que puede producir la deambulación en pacien-
musculoesquelético o tejido de la piel. Una de las tes postoperados o con dolor crónico del pie se puede
causas más comunes de dolor somático es el trau- exacerbar si se desarrolla un síndrome de dolor regional
ma o lesión. Cuando los receptores del dolor en complejo (SDRC). En el SDRC se desencadena dolor neu-
los tejidos musculoesqueléticos son estimulados, ropático como respuesta exagerada a una lesión traumá-
se dice que sufren de dolor somático profundo, tica o nerviosa, o como consecuencia de un proceso a
mientras que el dolor debido a una lesión en los te- distancia. Raramente se presenta sin una causa aparen-
jidos superficiales y la piel se conoce como “dolor te(4). En los mecanismos fisiopatológicos participan: un
somático superficial”. Dado que muchos recepto- factor desencadenante, la neurotransmisión del impulso
res del dolor se encuentran debajo de la superficie nervioso a centros simpáticos regionales, la percepción
de la piel, el dolor somático superficial es fuerte y posiblemente distorsionada del mensaje y una respues-
bien definido, el dolor somático profundo es sordo ta neurovegetativa desmesurada en intensidad y exten-
y localizado. sión, anormalmente prolongada, que desencadena una

78
A. Ortega

Tabla 2. Criterios diagnósticos del SDRC propuestos por el grupo de consenso de Budapest(6)

1 Dolor continuo, que es desproporcionado al suceso que lo provocó


2 Debe referir al menos un síntoma en tres de las cuatro categorías:
• Sensitiva: referir hiperestesia y/o alodinia
• Sudoración/Edema: referir edema y/o cambios de la sudoración y/o asimetría en la sudoración
• Vasomotor: referir a simetría en la temperatura y/o cambios en el color de la piel y/o asimetría en el color de la piel
• Motor/Trofismo: referir descenso en el rango de movilidad y/o disfunciones motoras (debilidad, temblor, distonía) y/o
cambios tróficos (pelo, uña, piel)
3 Debe observarse al menos un signo* en el momento de la evaluación en dos o más de las siguientes categorías:
• Sensitiva: evidencia de hiperalgesia (al pinprick) y/o alodinia (con ligero roce y/o la presión profunda y/o movimiento
articular
• Vasomotor: evidencia de asimetría en la temperatura y/o cambios en el color de piel y/o asimetría
• Sudomotor/Edema: evidencia de edema y/o cambios en la sudoración y/o asimetría en la sudoración
• Motor/Tropismo: evidencia de descenso en el rango de movilidad y/o disfunción motora (debilidad, temblor, distonia) y/o
cambios tróficos (pelo,uñas, piel)
4 No existe otro diagnóstico que explique mejor los signos y síntomas*

* Un signo cuenta sólo si es observado en el momento del diagnóstico.

alteración regional y mantenida de la microcirculación. La del dolor habiéndoles prescrito una gran variedad de
hiperexcitabilidad del sistema simpático conlleva una va- tratamientos orales y/o infiltraciones antes de valorar
soconstricción arteriolar seguida, de forma indirecta, de otras terapias más eficaces y menos agresivas para el
una dificultad metabólica en la microcirculación, que daría control del dolor. La vía tópica en el pie especialmen-
lugar a una vasodilatación capilar con extravasación, ede- te útil tanto para el dolor somático como para el dolor
ma y sufrimiento celular; círculo vicioso que es mantenido neuropático favoreciendo el tratamiento fisioterápico y
por la liberación de sustancias tóxicas(5). En condiciones de rehabilitación tan importante para recuperar la co-
normales el edema intersticial se drena por vía venosa y rrecta funcionalidad del pie.
linfática. Esta última está destinada, fundamentalmente, a
macromoléculas proteicas y a suplir la vía venosa en caso
de sobrecarga hídrica o por insuficiencia anatómica. La Iontoforesis
incapacidad de estos sistemas hace que aparezca el ede-
ma con modificaciones de la sustancia fundamental, que Desde hace mucho tiempo la iontoforesis se ha ganado
se polimeriza, y una actividad intensa de los fibrocitos. un lugar relevante en las unidades del dolor para tratar
De este modo, la fase edematosa e inflamatoria da lugar principalmente procesos inflamatorios localizados y el
a una fibrosis de importancia variable, a veces cicatricial dolor somático. Las ventajas que presenta la iontofore-
y retráctil, explicando las modificaciones observadas en sis respecto de otras vías de administración es que, fren-
la segunda fase de la enfermedad. La realidad clínica te a la vía oral, nos evita el primer paso del fármaco por
es que, como establecen los criterios diagnósticos de el hígado y, con ello, la degradación parcial de éste, y
SDRC, algunos pacientes con dolor crónico del pie son frente a la vía subcutánea o intravenosa evita la punción,
catalogados de SDRC porque no existe otro diagnóstico que no está exenta de riesgos.
que explique mejor los signos y síntomas (Tabla 2). Es una vía de tratamiento directa que consigue una
Mucho más fácil es realizar la orientación diagnósti- alta concentración del fármaco en el lugar de acción,
ca en el dolor del pie según zonas anatómicas (Tabla 3) concreto y con mínimos efectos secundarios, bien deri-
o en relación con otras enfermedades sistémicas que en vados del fármaco que se utiliza o de la técnica (quema-
su evolución desarrollan dolor crónico del pie (Tabla 4). dura leve en la zona de aplicación del fármaco).
Uno de los inconvenientes de la iontoforesis es la
necesidad de realizar varias sesiones para controlar el
Tratamiento del dolor proceso álgico y, aunque su duración es corta, exige la
asistencia durante 10-15 días a la unidad. Se han desa-
Terapias tópicas rrollado dispositivos (Iontopatch®) que permiten admi-
nistrar una dosis de fármaco y luego apagarse solos(7).
Los pacientes con dolor crónico del pie son valorados El recubrimiento del parche es con un dispositivo eléc-
por varios especialistas antes de enviarlos a la unidad trico de aproximadamente un voltio, el cual induce una

79
Tratamiento no quirúrgico del pie doloroso

Tabla 3. Clasificación etiológica más frecuente del pie doloroso por zonas anatómicas

• Tendinitis/rotura del tendón de Aquiles


Síndromes dolorosos posteriores • Bursitis retrocalcánea
• Bursitis subcutánea calcánea
• Fascitis plantar / bursitis subcalcánea
Síndromes dolorosos plantares • Síndrome doloroso de la almohadilla grasa del talón
• Atrapamiento del nervio plantar
• Tendosinovitis/rotura del tendón tibial posterior
Síndromes dolorosos mediales
• Bursitis maleolar
o internos
• Síndrome del túnel tarsiano
Síndromes dolorosos laterales • Tendosinovitis/rotura/luxación de tendones peroneos
o externos • Bursitis maleolar lateral
• Tendinitis / rotura del tibial anterior / herniación del músculo tibial anterior
• Neuroma de Morton / neuroma de Joplin / síndrome del túnel tarsiano anterior
• Hallux valgus y juanete de sastre
Síndromes dolorosos anteriores
• Dedos de martillo
y del antepié
• Metatarsalgia
• Pies planos
• Pie cavo

Tabla 4. Otras causas de dolor en pie y tobillos(8)

• Gota
Enfermedades reumáticas • Artritis reumatoidea
• Espondiloartropatías: artritis psoriásica, enfermedad de Reiter, artritis reactivas
• Artrosis: huesos del tarso y 1.ª metatarsofalángica (hallux rigidus)
• Osteonecrosis/osteocondritis en niños y adolescentes: escafoides tarsiano
Enfermedades óseas (Khöler), cabeza del 2.º metatarsiano (Freiberg) o calcáneo (Sever)
• Fractura de la marcha, de estrés o fatiga (2.º, 3.er o 4.º metatarsianos)
• Osteomielitis
• Arteriales: isquemia aguda/crónica
Origen vascular • Venosas: varices, tromboflebitis, trombosis
• Linfáticas: linfangitis, linfedema
• Ciática L5-S1
Origen neurológico • Polineuropatías
• Distrofia simpático refleja
• Callosidades y clavos
Procesos cutáneos • Verruga plantar
• Uña incarnata

corriente cuando el parche se pega a la piel, a medida ciones relativas, está ser portador de cualquier aparato
que pasa el tiempo se va consumiendo. En condiciones controlado por telemetría o las derivadas del lugar don-
40 mA-min, la medicación será liberada en aproximada- de se aplicará el fármaco, es decir, infección en la zona,
mente 6 horas y 80 mA-min, en doce horas. Teniendo dermatitis, etc.
en cuenta las variaciones individuales, se recomienda La lidocaína es, sin duda, el anestésico local de pri-
llevarlo durante 12 horas el de 40 y 24 horas el de 60(9). mera elección y se utiliza al 2% o al 5%, con o sin adre-
Con el uso de esta nueva modalidad de iontoforesis es nalina en el polo positivo(10). En cuanto a los corticoides,
posible una administración domiciliaria, permitiendo un se aplican en el polo negativo y se ha visto que la pe-
ahorro de tiempo para los pacientes y para la unidad netración con esta técnica aumenta entre 20-60 veces
del dolor, una disminución de los desplazamientos de respecto a la aplicación tópica, consiguiendo concen-
los pacientes al hospital y una mayor flexibilidad de uso traciones locales más altas que con la administración
(Figuras 1 y 2). sistémica. Además, aunque una parte pase a vía sisté-
Presentar alergia al fármaco que se pretende utilizar mica, la glucemia no afecta de forma grave en pacien-
es contraindicación absoluta y, entre las contraindica- tes diabéticos insulinodependientes. Los datos de la

80
A. Ortega

conseguir unos niveles plasmáticos aceptables,


ya que reducen la generación y conducción de
los impulsos dolorosos periféricos, bloqueando
los canales de sodio en nociceptores periféricos
dañados que se encuentren situados justo de-
bajo del sitio de aplicación del parche(13). Debi-
do al bajo peso molecular de la lidocaína, a su
corta vida media (47-70 min) y a su metabolismo
hepático, se trata de un fármaco apto para su
utilización de forma transdérmica. Aunque está
aprobado para el tratamiento de la neuralgia
postherpética, ha demostrado su eficacia en
Figura 1. Diferentes modelos de parches de iontoforesis domiciliaria. otras formas de dolor neuropático(14), como la
neuropatía diabética(15), síndrome de dolor re-
gional complejo(16) y dolor miofascial(17) (Figura 3).

Parche de capsaicina al 8%

Recientemente se ha comercializado un sistema de


aplicación cutánea de la capsaicina concentrada al 8%
(Qutenza®), diseñado para proporcionar un alivio del
dolor prolongado del dolor neuropático tras una única
aplicación, sin las cargas asociadas a los tratamientos
sistémicos actuales. Es especialmente útil en las zonas
de marcada alodinea y dolor espontáneo(18).
La capsaicina es un agonista de elevada selectivi-
dad por el receptor de potencial transitorio vaniloide 1
Figura 2. Aplicación de parche de Iontopach® para síndrome doloroso cara
(TRPV1), un importante transductor de señales de dolor
medial del pie.
con una elevada expresión en los nociceptores. La ex-
posición de los nociceptores a altas dosis de capsaicina
provoca su desfuncionalización, con una reducción de la
bibliografía muestran que la iontoforesis es una técnica densidad de las fibras nerviosas epidérmicas (FNE).
de tratamiento adecuada para la osteoartritis, tendinitis El diseño del nuevo parche permite la administra-
y síndromes de atrapamientos nerviosos(11). ción rápida de capsaicina a altas dosis a los receptores
En relación con el pie, se puede aplicar mejor el par- hiperactivos del dolor, con la consiguiente desensibili-
che de iontoforesis en las zonas dorsales y laterales, me- zación prolongada de los nociceptores. La densidad de
jor que en la planta del pie, aunque se ha descrito más FNE se reduce significativamente después de una única
su aplicación para el tratamiento de fascitis plantares(12). aplicación.
El parche debe ser administrado por un profesional
sanitario y aplicarse en las zonas de la piel más dolorosas
Parche de lidocaína al 5% (utilizando hasta un máximo de cuatro parches). La zona
en la que se va a aplicar el tratamiento debe ser deli-
El parche de lidocaína 5% (Versatis®) ha sido aprobado mitada marcando las zonas de mayor alodinea (Figura
por la Agencia Española de Medicamentos y Productos 4A). Posteriormente, se tratará la zona con un anestési-
Sanitarios en marzo de 2010 para el alivio de los sínto- co local tópico durante como mínimo una 1 hora (Figura
mas del dolor neuropático de la neuralgia postherpética. 4B). A continuación, se aplicará el parche de capsaicina
Se presenta en un apósito adhesivo de hidrogel, contie- al 8%; debe aplicarse con la piel intacta, no irritada y
ne 700 mg de lidocaína, se aplica durante 12 h/día y se seca, y dejarlo puesto durante 30 minutos en los pies y
pueden colocar un máximo de tres parches en la región 60 minutos en otras zonas (Figura 4C), pasado los cua-
afecta. Los parches de lidocaína tópica al 5% aplicados les se retirará el parche enrollándolo sobre si mismo y
directamente en la zona dolorosa constituyen un nuevo aplicando un gel limpiador durante un minuto y limpian-
tratamiento eficaz para tratar el dolor neuropático tras do posteriormente con una gasa seca (Figura 4D). Las

81
Tratamiento no quirúrgico del pie doloroso

basal de dolor, edad o uso de medicación concomitante


contra el dolor neuropático(19,20).
Las aplicaciones únicas y repetidas son bien tolera-
das. Los efectos adversos se limitan principalmente a
reacciones en el lugar de aplicación (dolor, eritema, pru-
rito), que suelen ser de intensidad leve a moderada y de
carácter transitorio. No está asociado a efectos adver-
sos del sistema nervioso central (SNC) como sedación y
mareos, y los pacientes con dolor neuropático tratados
con parche capsaicina al 8% no presentan signos de al-
teración neurológica.

Bloqueos nerviosos y radiofrecuencia


Figura 3. Aplicación de parche de lidocaína para cicatriz dolorosa y alodínea La sintomatología del pie doloroso puede ser debi-
en la cara externa del pie. do a múltiples causas etiológicas. El concepto de que
sea una estructura la responsable de generar un dolor
aplicaciones del parche pueden repetirse cada 90 días, en el pie se debe a que dicha estructura ha de poseer
cuando está justificado por la persistencia o la reapari- una inervación específica. Por ello, el bloqueo de dicho
ción del dolor. nervio y la consiguiente disminución de la percepción
El programa de ensayos clínicos ha demostrado sa- dolorosa apoyaría tal concepto. La radiofrecuencia (Rf)
tisfactoriamente que el parche de capsaicina al 8% pro- clásica o continua consiste en la aplicación de una co-
porciona un alivio significativo del dolor en pacientes rriente alterna a través de un electrodo aislado, excepto
con dolor neuropático cuando se usa en monoterapia en su punta. El circuito está formado por un electrodo
o en asociación como parte de un tratamiento multi- activo que emite la corriente, un generador de Rf, un
modal. Su inicio de acción es rápido y se consigue el sistema de medición de la temperatura y un electrodo
máximo efecto terapéutico después de sólo 2 días de pasivo de superficie. El electrodo se conecta al genera-
tratamiento, independientemente del sexo, puntuación dor de Rf y el circuito eléctrico se completa conectando
el paciente a la placa. En la
punta de la aguja tienen lu-
gar dos eventos principales,
que se producen al aplicar
la radiofrecuencia, la forma-
ción de calor y la creación
de un campo eléctrico. El
calor se produce en los te-
jidos alrededor de la punta
del electrodo, provocando
una lesión alrededor. El ta-
maño final de la lesión al
aplicar la Rf lo determinan
la temperatura central de la
lesión, el diámetro del elec-
trodo con el que se aplica,
la conductividad de los teji-
dos alrededor de la misma y
la vascularización de la zona
cercana al electrodo. Este
calor origina una destruc-
ción de los tejidos nervio-
sos que reduce los impulsos
Figura 4. Pasos para la correcta aplicación del parche de capsaicina al 8%. dolorosos y alivia el dolor(21).

82
A. Ortega

La ventaja de empleo de esta modalidad terapéutica La estimulación medular consiste en la introducción


frente a la ablación quirúrgica y la utilización de sustan- de un electrodo en el espacio epidural para estimular
cias neurolíticas, como el fenol o el alcohol, son por una los cordones posteriores de la médula espinal con fines
parte mayor selectividad y por otra, que su empleo cau- analgésicos y vasodilatadores. El electrodo se conecta a
sa un menor número de complicaciones(22). un generador externo en la fase de prueba e interno en
En la radiofrecuencia pulsada la corriente del gene- el implante definitivo. La técnica se realiza en quirófano,
rador se interrumpe de manera que se elimine la pro- con anestesia local y sedación ligera. Esta técnica des-
ducción de calor en el periodo silente. El objetivo es la pués de varios años de utilización, se ha mostrado efi-
destrucción selectiva de las fibras aferentes, limitando caz en dolor neuropático, dolor vascular, dolor regional
la temperatura y administrándola en un patrón habitual complejo y en estimulación retrógrada de raíces sacras
de 2 ciclos de 20 min. Mediante este sistema, consegui- para dolor perineal. Para conseguir estimular toda la
mos más un efecto neuromodulador que ablativo. Ac- pierna y el pie debemos situar el electro epidural a nivel
tuando sobre fibras nerviosas sensitivas y no sobre fibras torácico entre T9-T11 y colocar 2 electrodos si queremos
motoras, la Rf pulsada se puede emplear sobre cual- conseguir estimulación en los dos pies(27).
quier tipo de nervio(22,23). Aunque se considere uno de los últimos tratamientos
La inervación del pie está dada por cinco nervios en el concepto de escalera analgésica, debemos plan-
terminales, cuatro de ellos ramas del nervio ciático (ner- tearlo como primera elección cuando la clínica de dolor
vios tibial, peroneo superficial y profundo, sural) y el neuropático del pie no responde a ningún tratamiento
nervio safeno rama del nervio femoral. Todos ellos son o existe dolor isquémico grave (Figura 5)(28). Los pacien-
susceptibles de ser dañados, reproducir un neuroma o tes deben tener arteriografía previa y sería deseable
establecer una neuritis específica(24). Recientemente, la un estudio funcional del miembro afectado mediante
guía ecografía se ha unido al conocimiento anatómico, Doppler, pletismografía, capilaroscopia y PO2 transcu-
la elección de parestesias y la neuroestimulación para la tánea. Los pacientes que tengan una PO2 > 20 mmHg
localización de los nervios periféricos. El avance tecno- son los que presumiblemente tengan mejor pronóstico.
lógico de los equipos y de las sondas ecográficas ofre- También se obtiene muy buena respuesta en la angina
cen numerosas ventajas para el diagnóstico etiológico periférica: síndrome de Raynaud, síndrome de Buerguer
del dolor del pie y la realización de bloqueos nerviosos: y síndrome de congelación. Además, los pacientes de-
visualización directa de nervios, trayectos y relación con ben presentar:
las estructuras anatómicas próximas, visualización di- • Dolor de reposo recurrente.
recta o indirecta de la distribución del anestésico local • Claudicación intermitente.
durante la inyección, evita efectos secundarios graves • Isquemia grado II b, III y IV de Fontaine (en esta-
(inyección intraneural o intravascular). Podemos ayudar- dios tempranos II, los resultados son mejores).
nos de la guía ecográfica para realizar radiofrecuencia • Úlceras pequeñas (no mayores de 3 cm) y aisladas.
de los neuromas interdigitales, neuromas posquirúrgi- • No revascularizables (arteriografía previa).
cos, fascitis plantar o nervio tibial(25,26). • Calidad de vida aceptable: si el paciente no tiene
apenas movilidad, hay que considerar la amputa-
ción como primera opción terapéutica.
Neuromodulación Los mejores resultados se observan en pacientes
con dolor de reposo, severa claudicación y sin cambios
Para entender el mecanismo de acción de la estimula- tróficos (Figura 5)(29).
ción medular, antes debemos conocer el concepto de
neuromodulación. El estado normal “sin dolor” debe
considerarse como un equilibrio entre la información de Terapia farmacológica
estímulos nocivos que llegan al sistema nervioso y los
mecanismos moduladores generados por esta informa- Las intervenciones quirúrgicas del pie, a menudo consi-
ción a nivel de la médula espinal, que tienden a suprimir deradas procedimientos quirúrgicos menores, pueden
los estímulos. El dolor aparece cuando hay un aumento producir un dolor postoperatorio intenso, mantenido y
de la información nociva y/o una disminución. Las téc- de difícil manejo. El concepto de analgesia multimodal
nicas neuromoduladoras intentan contrarrestar estos implica que la asociación de diferentes fármacos anal-
estados. Hasta ahora, los procedimientos invasivos se gésicos administrados por diferentes vías consigue una
indican cuando todo ha fracasado, pero es más que po- efectividad mayor sobre su utilización única, disminuye
sible que los resultados obtenidos sean mucho mejores los efectos secundarios y aumenta el grado de satisfac-
cuando los apliquemos en estados iniciales del dolor. ción de los pacientes. Los AINE y corticoides pueden

83
Tratamiento no quirúrgico del pie doloroso

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CONCLUSIONES
Conclusiones

Queridos colegas:

Espero que los que lleguéis a leer estas líneas hayáis tenido la oportunidad de
aprender de los diferentes capítulos de la presente Monografía como yo lo he he-
cho. Desde hace un tiempo, tenemos una mayor consciencia de la importancia de
analizar nuestros problemas y aprender de ellos. Creo que es un ejercicio de humil-
dad, necesario para nuestra práctica como médicos y como personas, asumir que
tenemos y tendremos “pies dolorosos poscirugía”. Nuestros compañeros nos han
mostrado sus casos, sus inquietudes, sus experiencias en el “lado oscuro”. Quiero
agradecerles su esfuerzo y su dedicación que nos permite aprender a todos.

“El estudioso es el que lleva a los demás a lo que él ha comprendido”. Santiago Ramón
y Cajal

En contraposición con el esfuerzo altruista y sincero de nuestros autores, toda-


vía nos encontramos con otros compañeros que no tienen malos resultados, o no
ven un problema después de una cirugía cuando existe.

“Si mantienes la cabeza fría cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has
captado la gravedad del problema”. Modificación de Rudyard Kipling

¿Cuántos pacientes acuden a nuestras consultas con un pie doloroso posciru-


gía, comentándonos que su cirujano les ha dicho que está todo muy bien, que les
da el alta de seguimiento y que no puede hacer más por ellos? El “abandono” del
paciente con un pie doloroso poscirugía no hace más que agravar su dolor psíquico
y empeorar su relación con el cirujano. Es muy importante aprender de nuestros
propios errores y es fundamental el seguimiento a largo plazo del paciente, para
saber si nuestros buenos resultados soportan el juicio del tiempo.

“Nothing spoils a good result as quickly as follow-up”. [Nada estropea más rápidamente
un buen resultado que un seguimiento]. Dicho inglés entre la profesión médica

En nuestro camino hacia una experiencia mayor (lo podemos llamar curva de
aprendizaje o simplemente que envejecemos haciendo lo mismo muchas veces sin
que llegue un euromillón en el camino), nuestros objetivos se simplifican y se cen-
tran en intentar tener menos complicaciones, menos graves y, además, solucionar
nuestras propias complicaciones (y a veces las de otros que, a su vez, tendrán que
solucionar otras nuestras). Y todo este ir y venir de casos problemáticos ha sido el
objetivo de esta Monografía.
Todos tenemos malos resultados quirúrgicos alguna vez. El que diga no tener-
los es que miente, o que no opera lo suficiente. Cuando leemos un texto como
el que tenéis en vuestras manos, es imposible no sentirnos identificados con los
problemas, las sorpresas o las miserias que relatan nuestros compañeros. En algu-
nos casos, hemos sufrido situaciones similares; en otros casos, pensamos que nos
podría perfectamente haber pasado a nosotros.
Como hemos visto en los diferentes capítulos, las complicaciones más graves
tienen lugar cuando existe un error de indicación. Antonio Viladot repetía, con

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Conclusiones

frecuencia, que una operación bien indicada puede dar buen resultado, aunque en
su ejecución se hayan cometido errores técnicos; pero una operación mal indicada,
en el mejor de los casos, dejará las cosas como están, pero es probable que las
empeore.
En el tiempo que nos ha tocado vivir, con una presión estética indudable por
parte de algunas pacientes, la lectura de la Monografía y de las potenciales compli-
caciones en todo lo que hacemos nos debe alertar sobre la importancia de la selec-
ción del paciente. Las percepciones subjetivas de algunos pacientes deben tener
una base patomecánica constatable (y mejorable) para poder indicar una cirugía.
Escuchar a un paciente “antes de la cirugía, el pie estaba feo pero no me dolía y
ahora me duele”, es desalentador pero, por encima de todo, debería ser evitable.

“Si no está roto, no lo arregles”. Dicho en relojería

Mediante el análisis de las complicaciones podemos comprender qué ha falla-


do y por qué lo ha hecho. Esta compresión es imprescindible para poder plantear
una solución. La solución es, en la mayoría de las ocasiones, más compleja y con un
tiempo de recuperación mucho mayor que la cirugía inicial. No hay cosa más peli-
grosa que intentar hacer “un pequeño retoque” para tratar de solucionar un gran
problema mecánico. No servirá y tu paciente perderá completamente la confianza
en ti.

“Cuando un cirujano ortopédico afronta un gran problema, necesita un gran martillo”.


Dicho entre colegas británicos

Además, las complicaciones potenciales de un rescate quirúrgico son mayo-


res y debemos explicarle al paciente la nueva situación, haciendo un ejercicio de
humildad y de realismo. Estamos peor que al principio en muchos casos. La línea
estrecha entre un rescate con un buen resultado y una catrasca (“cagada” tras “ca-
gada”) está muy presente en el pie doloroso poscirugía.

“Ninguna situación es tan grave que no sea susceptible de empeorar”. Federico II

Creo que podemos extraer muchas consecuencias útiles y positivas de la lectura


de esta Monografía. En esta integración de buenos y malos resultados que cons-
tituye nuestra experiencia, la presente publicación aporta una guía para saber por
dónde pisar y por dónde no en nuestro difícil caminar diario entre los pacientes.

“Good judgment comes from experience, but experience comes from bad judgment”.
Mulla Nasrudin

Y es que, el buen juicio del cirujano ortopédico procede de la experiencia, pero


la experiencia procede del mal juicio previo. Un contrasentido lleno de sentido, sin
duda.

“La victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana”. Napoleón Bonaparte

Una Monografía llena de contenido, de sentido, con la que esperamos haber


compensado la confianza depositada en nosotros para progresar en la formación
continuada dentro de nuestra Sociedad.

Manuel Monteagudo de la Rosa

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Con la colaboración de

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